- Resumen
- Las
potencialidades educativas y formativas del patrimonio local,
su contribución a la cultura general
integral - El
patrimonio local y su contribución al fortalecimiento de
la identidad cultural en los alumnos de noveno
grado - Sugerencias de
actividades a desarrollar para aprovechar el patrimonio local y
fortalecer la identidad cultural en los alumnos de noveno
grado - Conclusiones
- Bibliografía
EL PATRIMONIO
LOCAL Y SU CONTRIBUCIÓN AL FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD
CULTURAL EN LOS ALUMNOS DE NOVENO GRADO EN CUBA
Resumen
Uno de los pilares que sostiene la identidad cultural de
un país o región es la relación que las
personas mantienen con su patrimonio local, esto posibilita la
formación de ciudadanos conscientes de los valores de
su patria chica y afianzar el sentido de pertenencia a su
comunidad. La
misión
de conocer, valorar y actuar en favor de nuestro patrimonio local
es tarea de todos, sin embargo, el papel de la escuela es clave
por su responsabilidad en el desarrollo de
actitudes,
conocimientos y valores en los
niños,
adolescentes y
jóvenes, razón por la cual fortalecer la identidad
cultural debe convertirse en un objetivo
básico de la escuela cubana actual. En este trabajo se
presentan un conjunto de actividades orientadas a fortalecer la
identidad cultural en los alumnos de noveno grado, aprovechando
las potencialidades del patrimonio local y las posibilidades que
aporta el nuevo modelo de
Secundaria Básica en Cuba.
Introducción
Las transformaciones en la Secundaria Básica y
la identidad cultural.
Con el arribo de la humanidad al siglo XXI la diversidad
cultural constituye hoy una realidad de enorme trascendencia, por
cuanto permite ensanchar el horizonte de la propia cultura y
enriquecer los modos de vida cotidiana de la gente, sin embargo
al mismo tiempo que
la
globalización ha despertado la conciencia sobre
el valor de la
diversidad cultural, ella se alza como una amenaza, porque su
tendencia natural ha sido homogenizar los modos de vida de la
cultura dominante. Esto presupone que la problemática de
la identidad cultural y su salvaguardia centren la atención de los agentes sociales encargados
de su preservación, y con mayor énfasis la
escuela.
En nuestros días es muy común vincular
patrimonio con la identidad por lo que se hace necesario analizar
qué se entiende por identidad y patrimonio local. Este
tema es tan rico en conceptos, como polémico en su
análisis, por la diversidad de puntos de
vistas, el autor de este trabajo asume el criterio de Amauris
Laurencio cuando plantea que: "En el ámbito educativo, la
identidad se manifiesta como la toma de conciencia de las
diferencias y similitudes referidas a comunidades, grupos sociales y
entidades con procesos
históricos similares o disímiles El tratamiento a
la dimensión identitaria de la educación implica
la cosmovisión integral de los diferentes ámbitos
de resolución social, natural y cultural del
fenómeno, donde las relaciones del pasado y del presente
se resumen en las culturas, proyecciones espirituales, imaginario
social, formaciones político sociales, modos de
producción y de vida etc., que han adoptado desde el
pasado formas económicas, sociales y culturales propias"
(2003:11). En tanto: "El patrimonio local, está
constituido por aquellos monumentos, sitios, tradiciones y
objetos que son valiosos para la comunidad y les dan sentido de
pertenencia a sus habitantes" Portu, C., (1980: 32)
Transcurrido casi un lustro de transformaciones
radicales en la enseñanza Secundaria Básica en Cuba,
continúa vigente la pregunta sobre cómo mejorar la
calidad de los
aprendizajes de los escolares de este nivel, una hipótesis que podría guiar los
análisis es que para que los aprendizajes sean
significativos, tienen que ser culturalmente pertinentes, esto
implica que deben originarse y vincularse a partir de la cultura
cotidiana de los estudiantes y de sus familias. En la medida que
la escuela se abra a la comunidad y la cultura local impregne los
contenidos y los modos de aprender, los aprendizajes escolares
mejorarán significativamente.
La identidad comienza a forjarse desde el propio
nacimiento, el nombre y los apellidos son los primeros signos de
identidad que adopta el individuo,
la familia y
luego las instituciones
educativas son las encargadas junto a la comunidad y los medios de
difusión de ir perfilando con su accionar cotidiano los
valores identitarios de los niños, adolescentes y
jóvenes.
Se reconoce que la escuela es una de las instituciones
sociales que más ha contribuido a generar la identidad
cultural del país, esta es una riqueza que dinamiza las
posibilidades de realización de la especie humana, al
movilizar a cada pueblo y a cada grupo para
nutrirse de su pasado y acoger los aportes externos compatibles
con su idiosincrasia y continuar así el proceso de su
propia creación, de ahí que deban aprovecharse
todos los espacios que esta institución genera: proceso
docente – educativo, actividades extradocentes o extraescolares,
etc. con la finalidad de fortalecer la identidad cultural de los
alumnos de nivel secundario.
En tal sentido el nuevo modelo de escuela Secundaria
Básica (2007), se plantea que esta enseñanza tiene
como fin "…la formación básica e integral
del adolescente cubano, sobre la base de una cultura general, que
le permita estar plenamente identificado con su nacionalidad y
patriotismo. El conocer y entender su pasado le permitirá
enfrentar su presente y su preparación futura, (…)
expresado en sus formas de sentir, de pensar y de
actuar."
Para llevar a la práctica de este proyecto
emergió un novedoso concepto: el
Profesor
General Integral, (PGI) un aporte revolucionario para la
atención educativa a los adolescentes, quien deberá
estar en capacidad de desplegar actividades en cualquier
área del trabajo educativo con 15 alumnos e impartir todas
las asignaturas, excepto Inglés
y Educación
Física,
logrando que aprendan cuatro veces más a partir de la
óptima utilización de la TV, el video, la
computación y el resto de los programas
priorizados.
La actual transformación didáctica, con la consiguiente
aplicación de las nuevas
tecnologías y el desarrollo de la ciencia, ha
puesto en manos de los pedagogos recursos
variados: vídeos, computadoras,
juegos
didácticos, software, películas,
etc. Todo esto favorece el carácter científico de la
enseñanza, como parte de la masificación de la
cultura, lo que, aunque parezca paradójico, no justifica
de manera alguna que se relegue el patrimonio local; pues, nadie
como él puede potenciar la solidez del conocimiento,
ya que ninguno de los otros medios sustituye el valor formativo
de la construcción del conocimiento
histórico dentro o fuera del aula, de forma vivencial, en
contacto directo con los objetos, sitios, monumentos, etc.,
aunque el proceder se realiza generalmente de forma voluntaria y
espontánea; porque la existencia de publicaciones, que
ilustren o divulguen el quehacer didáctico del patrimonio
en nuestras aulas, es mínima.
En el primer objetivo formativo en noveno grado, del
citado modelo se expresa: "Defender con firmeza el derecho de
Cuba a mantener nuestra identidad y soberanía nacional, sustentado en la
democracia y
los valores
morales y virtudes históricas del pueblo
cubano…." La consecución del objetivo entes
señalado debe lograr su mayor impacto precisamente en este
grado, por constituir el momento en que los docentes
deberán evaluar la efectividad de todo el proceso
educativo desarrollado durante los tres años en que ha
trabajado con los alumnos. Al respecto, en el Programa de
Historia de Cuba
se plantea "El estudiante de noveno grado se encuentra en el
momento cumbre, de plenitud de la adolescencia.
A diferencia de grados anteriores se observan muy pocas
reminiscencias de la infancia,
muestran con mayor nitidez la búsqueda de la
individualidad, de su propia identidad como persona" (2001:
17), de lo anterior se infiere que es este, sin dudas, un momento
pertinente para fortalecer la identidad cultural desde el
ámbito escolar, teniendo como sustento el patrimonio con
que cuenta la localidad en que vive el alumno.
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