RESUMEN
Los tres primeros grandes pasos del pensamiento
estratégico: la declaración de Valores,
Misión y Visión. Aún cuando
representan aspectos bastantes conocidos, cabe destacar los
frecuentes errores, el valor
significativo de estas formulaciones, su lugar central dentro de
la gestión
estratégica. Se hace difícil imaginar documentos con
mayor valor estratégico y tan internamente entrelazados
como la declaración de valores
estratégicos, misión y
visión. Este trabajo
explora exhaustivamente todo el proceso de
elaboración de dichas declaraciones, ejemplos
prácticos y alertas precisas constituyen su
contenido.
Palabras clave: Pensamiento Estratégico,
Valores, Misión,
Visión, Cultura
Empresarial
1. Valores Estratégicos
La gestión cotidiana de empresas no
apela, como debiera esperarse, a sus valores estratégicos.
Estos no están siquiera definidos la mayoría de las
veces. Quizás alguien los confunda con los valores
plasmados en el código
ético o de conducta de
la
organización, aquellos modos de conducta deseados que
vienen a moldear la cultura empresarial pero, no se trata
estrictamente de esto.
Los Valores Estratégicos representan las
convicciones o filosofía de la Alta Dirección respecto a qué nos
conducirá al éxito,
considerando tanto el presente como el futuro. Estos valores, es
fácil descubrirlo, traslucen los rasgos fundamentales de
lo que es la estrategia
empresarial, parten de esta reflexión.
Todo lo que pueda aportarnos una ventaja competitiva
consistente podría traducirse en un valor
estratégico de la empresa. Tener
un acuerdo claro y abierto sobre estos valores ayudará a
establecer las prioridades significativas de la organización, sus campos de esfuerzo y
niveles de tolerancia
respecto a las desviaciones; permitirá fijar expectativas
y cómo comunicarlas a los demás, en qué
negocios
intervenir y cómo administrar (Morrisey, Cap.
3)1
Una lista de valores estratégicos es un material
de consulta al alcance de la mano al poner en marcha la
estrategia. Algunos o todos los valores identificados
serán formulados directa o indirectamente en la
declaración de misión. Una misión sin
valores incorporados pierde poder de
convocatoria y credibilidad ante el Cliente.
También la declaración de visión es posible
se base enteramente en los valores e incluso, la propia planeación
táctica y a largo plazo utilizará la lista de
valores como un recurso de consulta útil.
Existe un número casi infinito de factores que
podrían considerarse valores estratégicos. Unos son
más estables y universales mientras otros tienen un
carácter más bien situacional. Para
su buen uso la organización debe concentrarse en ocho a
diez valores centrales y que estos sean los que ostenten el mayor
impacto sobre su futuro.
Veamos un conjunto de distintos valores que se
consideran útiles:
Excelencia operacional: El concepto de
eficacia de los procesos ocupa
en el presente un lugar de primera fila dentro de la
gestión empresarial. Reingeniería, Normas ISO,
Informe COSO,
Perfeccionamiento Empresarial…, todos estos modelos y
más exigen una amplia y racional capacidad de respuesta
por parte de la organización. Ser excelente, ágil y
confiable en sus procesos se constituye en un valor
estratégico para la mayoría de las instituciones.
Capacidad de aprendizaje: La capacidad de
aprender, pasar de la Solución de Problemas al
Aprendizaje Organizacional, donde toda la empresa y en
especial la Alta Dirección logra cuestionarse y replantear
sus supuestos, es una de las cualidades más destacadas,
necesarias e insistidas por toda la comunidad
empresarial. Probablemente estamos hablando de un valor
estratégico universal2.
Recursos Humanos: Cuando entendemos que las
personas son el activo más importante y asumimos su
desarrollo y
bienestar total. Para aquellas organizaciones
que operan fundamentalmente con el capital
intelectual de su gente, este valor puede tener un
carácter marcadamente estratégico.
Compromiso con el cliente: Este valor implica una
posición de compromiso total con el cliente. Nada es
más importante y todo puede esperar si se trata de
atenderlo. Compromiso Total puede ser el distintivo de muchas
actividades.
Ética: Es unos de esos valores
universalmente determinados. Todos esperamos y necesitamos
confiar en que estamos frente a alguien que opera
éticamente su empresa, entiéndase con
transparencia, sinceridad, compromiso con la palabra
empeñada, etc.
Calidad: Igual que la ética,
este también es un valor determinado de antemano. No cabe
pensar su ausencia en el mercado
contemporáneo.
Innovación: Es un valor que tiene
asociados altos costos y riesgos. Estar
en el "punto crítico" implica que nos adelantaremos a la
competencia y que
estamos dispuestos a experimentar con ideas no comprobadas. Esta
es la característica de muchas industrias
pioneras en el terreno de la Informática.
Imagen: Cuando es importante para la empresa ser
identificada por sus rasgos distintivos o liderazgo. Es
lo contrario de permanecer en el anonimato abriéndose
sólo a aquellos con quien se hace negocios. El valor
Imagen
conlleva normalmente importantes gastos por
concepto de publicidad,
promociones y relaciones
públicas.
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