Análisis de las cuatro tendencias de la Dirección por Valores
Resumen
Mucho más allá de los enfoques
-progresivos- de benchmarking y
mejoramiento continuo de procesos y
productos que
progresivamente han desvaído imágenes y
disminuido márgenes -y de aquellos más recientes
como competencia e
hipercompetencia, contradictorios entre sí- nos
encontrábamos en un mundo global de innovación -radical- en productos y
negocios que
generaba imágenes distintivas y márgenes sin
parangón, en tiempo record.
¿Cambió esto lo ocurrido el 11.9.01?: aparentemente
sí, y en forma notable.
El nuevo tipo de confrontaciones en curso está
generando también nuevos desafíos y nuevas maneras
de afrontarlos con éxito,
de lo cual la humanidad saldrá probablemente fortalecida y
tal vez beneficiada: la innovación se acelerará en
todas partes y en todos los campos. Solamente los que sigan el
ritmo del cambio
sobrevivirán con éxito: incluso -obviamente- en lo
político.
En cualquier circunstancia, para alcanzar y mantener un
éxito sostenido no basta con tener deseos de
lograrlo.
El presente trabajo tiene
como principal objetivo
investigar la evolución de estas cuatro tendencias en
una empresa
que se dedica a brindar servicios de
auditoría en nuestro país, Cuba..
Introducción:
Mucho más allá de los enfoques
-progresivos- de benchmarking y mejoramiento continuo de procesos
y productos que progresivamente han desvaído
imágenes y disminuido márgenes -y de aquellos
más recientes como competencia e hipercompetencia,
contradictorios entre sí- nos encontrábamos en un
mundo global de innovación -radical- en productos y
negocios que generaba imágenes distintivas y
márgenes sin parangón, en tiempo record.
¿Cambió esto lo ocurrido el 11.9.01?: aparentemente
sí, y en forma notable.
El nuevo tipo de confrontaciones en curso está
generando también nuevos desafíos y nuevas maneras
de afrontarlos con éxito, de lo cual la humanidad
saldrá probablemente fortalecida y tal vez beneficiada,:
la innovación se acelerará en todas partes y en
todos los campos. Solamente los que sigan el ritmo del cambio
sobrevivirán con éxito: incluso -obviamente- en lo
político.
En cualquier circunstancia, para alcanzar y mantener un
éxito sostenido no basta con tener deseos de lograrlo, es
necesario también disponer de un modelo de
acción
de una guía ampliamente adaptable a las
circunstancias.
La acción conducirá con más
calidad,
efectividad y eficiencia -esto
es productividad–
al logro del éxito buscado, si se guía por una
visión sistémica de lo que se quiere alcanzar y de
cómo lograrlo, en diferentes entornos.
Lograr esto también requiere ingenio y capacidad
para trascender el pasado y -desde el presente- diseñar,
construir y recorrer nuevos caminos y procesos, que permitan
alcanzar y formar parte -exitosamente- del porvenir
deseado
Desarrollo:
Sin valores,
visión, método,
ingenio y energía, para afrontar la complejidad de los
negocios actuales -grandes, medianos o pequeños- ella nos
puede sobrellevar y convertir en improvisados bomberos apaga
fuegos, más preocupados de resolver lo urgente que
ocupados de acometer oportunamente lo importante: esto es innovar
radicalmente nuestra manera de hacer negocios.
Los valores sirven para atribuir sentido a la
acción, los objetivos
sirven parta traducir la acción en rendimientos y
recompensas específicos. Los objetivos transforman
los valores en
conductas operativas para llegar a influir sobre la
realidad.
La DPV además de absorber complejidad
organizativa está orientada a rediseñar culturas y
facilidad a los cambios estratégicos de la empresa para
adaptarse al entorno y superar tensiones internas.
Se hace necesario que el control
jerárquico evolucione hacia otra cultura que
busque el desarrollo de
la potencialidad de todos y cada uno de los miembros de la
empresa.
La Dirección por Valores puede desglosarse en
dos componentes:
– Es una nueva herramienta de liderazgo
estratégico, una nueva forma de entender y aplicar
conocimientos en la práctica diaria.
– Se basa en valores, articulándolos entre
sí en las actividades cotidianas para humanizar el
propósito estratégico de la empresa, que es
sobrevivir obteniendo beneficios económicos.
Por todo lo hasta aquí analizado la DPV viene a
ser una especie de marco global para rediseñar
continuamente la cultura de la empresa de forma que se generen
compromisos colectivos.
Dentro de todo ello los Valores hay que verlos como un
"activo" más de la empresa, por lo que se deben
gestionar.
La sintonía de creencias y valores sustentados
por la dirección de la empresa y los empleados es una
fuente de ventaja competitiva.
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