- Resumen
- La educación y su crisis
en la nueva escena social - La
educación tradicional está
cuestionada - Las
modernas tecnologías. Televisión.
Informática - El
papel actual de la escuela en la construcción de la
identidad - Conclusiones,
problemas, perspectivas y propuestas para el tercer
milenio
RESUMEN
El autor del trabajo aborda
el tema de la educación en el
tercer milenio.
A tal efecto desarrolla los temas siguientes:
La educación y su
crisis en la
nueva escena social. En la actualidad la crisis de la
educación es expresión de la crisis de todo un
conjunto de instancias que hacen a la
organización social; el sistema de
valores,
la familia, la
política,
la justicia, las
creencias, el mercado de
trabajo. Hoy no sabemos que fines debe cumplir la
educación y hacia donde debe orientar su acción,
porque estamos atravesando un proceso
de
transformación de la sociedad que
se caracteriza por la aparición de nuevas formas de la
política, de la economía y de la
organización social.
Estos cambios se manifiestan básicamente por la
transformación de los procesos de
producción, las tecnologías de
comunicación y la democratización de
la política. La crisis del actual sistema
educativo
deviene de la imposibilidad de seguir sosteniendo las
categorías de secuencia y jerarquía
porque:
- la secuencia tradicional es acosada por el aprendizaje
y la formación permanente debido a la difusión de
información sin respeto de
las edades, que realizan los medios
masivos de comunicación; - la jerarquización es discutida por el acceso
casi universal a la educación, por la laxitud de los
vínculos de autoridad
y la fractura de la relación entre una mayor
educación y ascenso social.La televisión centra su mensaje en la
imagen,
ésta moviliza singularmente las emociones que
al desbordar el psiquismo pueden culminar en actos.
La lectura
estimula la racionaliad y la reflexión. La televisión estimula el cambio de
opinión basándolo en respuestas intuitivas, plenas
de afecto por oposición a la evaluación
intelectual.
La socialización se va haciedo actualmente a
través de la imagen y no de la lengua
escrita.
Una socialización con apoyatura en la imagen
implica aprender y enseñar a defenderse de la
manipulación que induce la imagen, de manera que se
promueva una acción educativa fundada en el uso
crítico de los medios. Para ésto es necesario que
el núcleo del yo esté
constituído.
En su ausencia o debilidad los riesgos de
alienación y dependencia se potencian, y la
televisión no está concebida para la construcción de éste núcleo,
da por supuesto que cada quién lo trae constituído
desde la familia.
En la escuela
tradicional las identidades tenían su anclaje en
fundamentos como el género, la
raza, la religión, la etnia; luego
desplazados por la nación,
la clase social y
la ideología política. Pero
éstos factores también están perdiendo su
significado socializante, unidos a la inestabilidad e
incertidumbre.
La aceleración, el criterio de instantaneidad, el
abandono afectivo prematuro, generan identidades
volátiles, sensibles a la manipulación.
Finalmente el autor propone, entre otros, recuperar el
sentido de la educación, estimular la capacidad de elegir,
buscar la articulación entre la lógica
del sistema y las exigencias del desarrollo de
la
personalidad, procurar la permeabilización de los
docentes como
agentes para el cambio articulando estabilidad con dinamismo,
trabajar sobre la identificación de la frontera entre
lo propio y lo ajeno, individualismo e intereses comunitarios, el
desarrollode la capacidad de elegir lo sustantivo, ciudadanía y competencia,
estimulaciónde "hombres completos", la
reconceptualización de la educación
básica,capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y
recuperar la convicción de que todos pueden
aprender.
La
educación y su crisis en la nueva escena
social.
En la actualidad la crisis de la educación es
expresión de la crisis de todo un conjunto de instancias
que hacen a la organización social; el sistema de valores,
la familia, la política, la justicia, las creencias, el
mercado de trabajo.
Estos cambios se manifiestan básicamente por la
transformación de los procesos de producción,las
tecnologías de comunicación y la
democratización de la política, J.C. Tedesco,
(1995).
Los mercados
cambiantes remarcan la importancia de la flexibilidad,
conocimientos polivalentes, desarrollo de la capacidad personal para
el trabajo en
equipo y adaptación a exigencias de duración
efímera.
Esta fractura de categorías fijas tiene sin
embargo un potencial tanático.
Es que la aceleración de los cambios es causa de
una creciente inestabilidad interior.
Las mayores exigencias de competir en áreas
nuevas, suelen ser, a menudo, de corto plazo e impiden elaborar
estrategias
duraderas.
Esto conlleva a una exclusión creciente del
mercado de trabajo.
Queda una minoría que reúne el perfil de
las pautas sociales de producción fundadas en el uso
intensivo de los nuevos conocimientos.
La apoyatura de las nuevas
tecnologías está dada por la acumulación
de información y la velocidad con
que estos se transmiten, el uso simultáneo de la imagen,
el texto y el
sonido y la
superación de las barreras que imponían las
distancias.
El acortamiento de las distancias llega a crear la
ilusión de simultaneidad entre el deseo y la
satisfacción.
Su uso exige revisar los conceptos de tiempo y
espacio.
La noción misma de realidad es repensada a partir
de la posibilidad de la construcción de realidades
virtuales.
Frente a ésta nueva realidad que impone la
sociedad, es necesario plantearse una nueva mirada de la
educación y de los educadores.
Desde la perspectiva de los contenidos educativos, las
tecnologías de la información pueden producir la
escisión entre conocimiento y
pensamiento,
con acumulación de información difícil de
procesar; de tal suerte que podría llegarse al punto de
hacer sin poder
entender, pensar y hablar de aquello que se hace.
El aumento de la cantidad de estímulos e
información no tramitados tiene un riesgo; impide
discriminar matices y calidad. El ritmo
vertiginoso es traumático para el psiquismo, Freud,
(1926d).
La sociedad, sometida al ritmo acelerado y al cambio
continuo necesita dotarse de instituciones
educativas capaces de manejar la incertidumbre sin suprimir el
debate.
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