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La paz del mundo no sólo es posible, sino también inevitable (página 4)




Enviado por jesus gonzalez garcia



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Ominosa es, por cierto, la voz de
Bahá'u'lláh que resuena en estas proféticas
palabras: "¡Oh vosotros pueblos del mundo! Sabed en verdad
que una calamidad imprevista os persigue y un doloroso castigo os
aguarda. No penséis que las acciones que
habéis cometido han sido ocultadas a mi vista". Y
nuevamente: "Tenemos un tiempo fijado
para vosotros, oh pueblos. Si a la hora señalada no os
volvéis hacia Dios, Él en verdad os asirá
violentamente y hará que penosas aflicciones os acosen de
todas direcciones. ¡Cuán severo es, en verdad, el
castigo con que vuestro Señor os castigará
entonces!

¿Debe la humanidad, atormentada como lo
está ahora, ser castigada por penurias más severas
aún hasta que su influencia purificadora pueda prepararla
para entrar en el Reino celestial que ha de establecerse sobre
la tierra? La
inauguración de tan vasta, tan única, tan luminosa
era en la historia humana,
¿debe ser anunciada por una catástrofe tan grande
en los asuntos humanos que recuerde, o incluso sobrepase, al
espantoso colapso de la civilización romana en las
primeras centurias de la Era Cristiana? ¿Una serie de
profundas convulsiones debe agitar y estremecer a la raza humana
hasta que Bahá'u'lláh pueda ser entronizado en los
corazones y las conciencias de las masas, hasta que su
indiscutida ascendencia sea reconocida universalmente y el noble
edificio de su Orden Mundial sea erigido y establecido?
Han quedado atrás los largos períodos de infancia y
niñez por los que la raza humana ha pasado. La humanidad
está ahora experimentando las conmociones invariablemente
asociadas con la más turbulenta etapa de su evolución, la etapa de la adolescencia,
cuando la impetuosidad de la juventud y su
vehemencia alcanzan su punto culminante y deben ser gradualmente
seguidas por la calma, la sabiduría y la madurez que
caracterizan a la edad adulta. Entonces la raza humana
alcanzará ese nivel de madurez que le permitirá
adquirir todos los poderes y capacidades de los cuales ha de
depender su desarrollo
final.
La unificación de toda la humanidad es el distintivo de la
etapa a la cual la sociedad se
está ahora aproximando. La unidad de la familia, de
la tribu, de la ciudad-estado y de la
nación
ha sido intentada sucesivamente y establecida por completo. La
unidad mundial es la meta hacia la
cual se está esforzando una humanidad hostigada. La
formación de naciones ha llegado a su fin. La
anarquía inherente a la soberanía del Estado está
moviéndose hacia su clímax. Un mundo en camino
hacia la madurez debe abandonar este fetiche, reconocer la unidad
y la integridad de las relaciones humanas, y establecer de una
vez por todas el mecanismo que mejor pueda encarnar este
principio fundamental de su vida…

La Unidad de la raza humana, vista por
Bahá'u'lláh, implica el establecimiento de una
mancomunidad mundial en la que todas las razas, credos y clases
estén estrecha y permanentemente unidas, en que la
autonomía de sus Estados miembros, la libertad
personal y la
iniciativa de los individuos que la componen estén
definitiva y completamente resguardadas. Esta mancomunidad debe,
tal como podemos visualizarla, consistir en una legislatura
mundial, cuyos miembros, en calidad de
albaceas de toda la humanidad, controlarán definitiva y
enteramente los recursos de todas
las naciones que la compongan y formularán aquellas
leyes que sean
requeridas para reglamentar la vida, satisfacer las necesidades y
ajustar las relaciones de todas las razas y pueblos. Un ejecutivo
mundial, respaldado por una fuerza
internacional, llevará a cabo las decisiones a que se haya
llegado y aplicará las leyes aprobadas por esta
legislación mundial y resguardará la unidad
orgánica de toda la mancomunidad. Un tribunal mundial
adjudicará y dictaminará su veredicto obligatorio y
final en todas y cualesquiera disputas que surjan entre los
varios elementos constituyentes de este sistema
universal. Un mecanismo de intercomunicación mundial
será ideado, el cual abarcará a todo el planeta,
liberado de las trabas y restricciones nacionales, funcionando
con maravillosa rapidez y perfecta regularidad. Una
metrópolis mundial actuará como el centro nervioso
de una civilización mundial, el foco hacia el que las
fuerzas unificadoras de la vida han de convergir y de donde se
irradiarán sus influencias de energía. Un idioma
mundial será inventado o elegido de entre los idiomas
existentes y enseñado en las escuelas de todas las
naciones federadas como un auxiliar del idioma materno. Una
escritura
mundial, una literatura mundial, un
sistema monetario, de pesas y medidas uniforme y universal,
simplificará y facilitará el intercambio y
entendimiento entre las naciones y razas de la humanidad. En
semejante sociedad mundial la ciencia y
la religión,
las dos fuerzas más potentes de la vida humana, se
reconciliarán, cooperarán y se desarrollarán
armoniosamente. La prensa, bajo tal
sistema, a la vez que dará plena libertad a la
expresión de los diversos puntos de vista y convicciones
de la humanidad, cesará de ser perversamente manipulada
por intereses creados, sean éstos privados o
públicos, y será liberada de la influencia de
Gobiernos y pueblos contendientes. Los recursos económicos
del mundo serán organizados, sus fuentes de
materias primas serán explotadas y totalmente utilizadas,
sus mercados
serán coordinados y desarrollados, y la distribución de sus productos
será equitativamente regulada.
Las rivalidades, odios e intrigas nacionales cesarán, y la
animosidad y perjuicio raciales serán reemplazados por
amistad,
entendimiento y cooperación racial. Las causas de lucha
religiosa serán definitivamente eliminadas, las barreras y
restricciones económicas serán completamente
abolidas y la excesiva distinción entre clases será
suprimida. Pobreza extrema
por una parte y exagerada acumulación de bienes por
otra desaparecerán. La enorme energía disipada y
derrochada en la guerra, ya sea
económica o política, será
consagrada a aquellos fines que extiendan el alcance de las
invenciones humanas y del desarrollo tecnológico al
aumento de la productividad de
la humanidad, al exterminio de las enfermedades, a la
extensión de la investigación científica, a la
elevación del nivel de salud física, a la
agudización y refinamiento del cerebro humano, a
la explotación de los inusitados e insospechados recursos
del planeta, a la prolongación de la vida humana y al
fomento de cualquier otro agente que pueda estimular la vida
intelectual, moral y
espiritual de toda la raza humana.
Un sistema federado mundial, gobernando toda la tierra y
ejerciendo irrefutable autoridad
sobre sus vastos e inimaginables recursos, que armonice y encarne
los ideales del Este y Oeste, liberado de la maldición de
la guerra y sus miserias y dedicado a la explotación de
todos los recursos disponibles de energía sobre la
superficie del planeta; un sistema en el cual la Fuerza es
transformada en siervo de la Justicia, cuya
vida es sostenida por el reconocimiento universal de un solo Dios
y por su lealtad a una Revelación común, tal es la
meta hacia la cual la humanidad, impelida por las fuerzas
unificadoras de la vida, está avanzando.48
La aflicción que sacudirá al mundo y que
Bahá'u'lláh ha profetizado en forma tan
vívida como se ha citado en páginas anteriores,
puede encontrar que esta nación
(Estados
Unidos) sea arrastrada a su vórtice, hasta un grado
sin precedentes. De esto probablemente surgirá, a
diferencia de sus reacciones al último conflicto
mundial pasado, conscientemente decidida a aprovechar su
oportunidad para hacer que todo el peso de su influencia recaiga
sobre los gigantescos problemas que
tales acontecimientos suscitarán subsiguientemente, y para
ahuyentar de modo permanente, en unión con sus naciones
hermanas tanto del Oriente como del Occidente, a la mayor
maldición que de tiempo inmemorial ha afligido y degradado
a la raza humana.
Entonces, y sólo entonces, la nación americana,
moldeada y purificada en el crisol de una guerra común,
endurecida por sus rigores y disciplinada por sus escarmientos,
se encontrará en posición para elevar su voz en los
consejos de las naciones, para colocar ella misma la
fundación de la paz universal y duradera, proclamar la
solidaridad,
unidad y madurez de la humanidad y asistir al establecimiento en
la tierra del reino de la rectitud prometida. Entonces, y
sólo entonces, la nación americana, mientras que la
comunidad de
creyentes americanos dentro de su corazón
esté consumando su misión
divinamente asignada, podrá realizar el destino
inefablemente glorioso decretado para ella por el Todopoderoso e
inmortalmente grabado en los escritos de 'Abdu'l-Bahá.
Entonces, y solo entonces, la nación americana
logrará "aquello que adornará las páginas de
la historia", "se convertirá en la envidia del mundo y
será bendita tanto en el Oriente como en el
Occidente".49
El mundo se mueve, realmente, hacia su destino. La
interdependencia de los pueblos y naciones de la tierra es ya un
hecho consumado, a pesar de lo que digan o hagan los jefes de las
fuerzas que dividen al mundo. Su unidad en la esfera
económica es ahora entendida y reconocida. El bienestar de
una parte significa el bienestar del todo y la miseria de una
parte trae la miseria al todo. La Revelación de
Bahá'u'lláh, en sus propias palabras, ha "dado un
nuevo impulso y fijado una nueva dirección" a este vasto proceso que
opera ahora en el mundo. Las llamas encendidas por esta gran
prueba aflictiva son consecuencia de que los hombres no la hayan
reconocido. Por otra parte, están apresurando su plena
realización. Una adversidad prolongada, mundial,
desconsoladora, unida al caos y la destrucción universal,
debe necesariamente convulsionar a las naciones, remover la
conciencia del
mundo, desilusionar a las masas, producir un cambio radical
en la concepción misma de la sociedad y refundir, por
último, los desarticulados y sangrantes miembros de la
humanidad en un solo cuerpo, único, orgánicamente
unido e indivisible.
Al carácter general, las implicaciones y
rasgos distintivos de esa mancomunidad mundial, destinada a
surgir, tarde o temprano, de la carnicería, angustia y
devastación de esta gran convulsión mundial, ya me
he referido en mis comunicaciones
previas. Baste decir que esta consumación será por
su misma naturaleza un
proceso gradual y debe, como Bahá'u'lláh mismo lo
ha previsto, conducir primero al establecimiento de la Paz Menor
que han de instaurar por sí mismas las naciones de la
tierra, las cuales se hallan aún inconscientes de su
Revelación y, sin saberlo, están poniendo en vigor
los principios
generales que Él ha enunciado. Este trascendental e
histórico paso, que implica la reconstrucción de la
humanidad como resultado del reconocimiento universal de su
unicidad e integridad, traerá consigo la
espiritualización de las masas como consecuencia de la
confesión del carácter y el reconocimiento de las
pretensiones de la Fe de Bahá'u'lláh:
condición esencial para esa fusión
final de todas las razas, credos, clases y naciones, que debe
señalar la aparición de su Nuevo Orden Mundial.
Entonces será proclamada y celebrada la llegada a la
madurez de toda la raza humana por todos los pueblos y naciones
de la tierra. Entonces será enarbolado el estandarte de la
Paz Más Grande. Entonces será reconocida, aclamada
y establecida firmemente la soberanía mundial de
Bahá'u'lláh, el Establecedor del Reino del Padre,
anunciado por el Hijo y predicho por los Profetas de Dios antes y
después de Él. Entonces nacerá,
florecerá y se perpetuará una civilización
mundial; civilización con una plenitud de vida tal como el
mundo jamás ha visto ni puede todavía concebir.
Entonces se cumplirá plenamente el Convenio Sempiterno.
Entonces se verificará la promesa encerrada en todos los
libros de
Dios, y acontecerán todas las profecías
pronunciadas por los Profetas de antaño, y se
realizarán los sueños de los videntes y poetas.
Entonces el planeta, vivificado por la Fe universal de sus
habitantes en un solo Dios y su lealtad a una Revelación
común, reflejará, dentro de las limitaciones que le
han sido impuestas, la resplandeciente gloria de la
soberanía de Bahá'u'lláh, brillando en la
plenitud de su esplendor en el Paraíso de Abhá, y
será hecho el escabel de su Trono en las alturas, y
aclamado como el cielo terrenal, capaz de cumplir el inefable
destino que, desde tiempo inmemorial, le ha sido fijado por
el amor y
sabiduría de su Creador.50
Él (Bahá'u'lláh) sostiene sin reservas el
principio de seguridad
colectiva; recomienda la reducción de los armamentos
nacionales y proclama la necesaria e inevitable convocatoria de
una reunión mundial, en la que los reyes y gobernantes del
mundo deliberarán para el establecimiento de la paz entre
las naciones.51
Durante esta Edad Formativa de la Fe, y en el curso de la
época actual y las sucesivas, se habrá completado
la etapa final y culminante de la erección de la estructura del
Orden Administrativo de la Fe de Bahá'u'lláh (la
elección de la Casa Universal de Justicia); el
Kitáb-i-Aqdas, el Libro Madre de
su Revelación, habrá sido codificado y sus leyes
promulgadas; se habrá establecido la Paz Menor, se
habrá logrado la unidad de la humanidad y alcanzado su
madurez, el Plan concebido
por 'Abdu'l-Bahá se habrá ejecutado, la
emancipación de la Fe de las garras de la ortodoxia
religiosa y su carácter religioso independiente
habrá sido universalmente reconocido…
… No podemos evitar percibir el funcionamiento de dos procesos
simultáneos que datan de los años finales de la
Edad Media de
nuestra Fe, cada uno de ellos nítidamente definido, cada
uno claramente separado, sin embargo estrechamente relacionados y
destinados a culminar, en la plenitud del tiempo, en una misma
consumación gloriosa.
Uno de estos procesos está asociado con la misión
de la Comunidad Bahá'í americana, el otro con el
destino de la nación americana. El uno sirve directamente
a los intereses del Orden Administrativo de la Fe de
Bahá'u'lláh…
El otro proceso data del estallido de la Primera Guerra
Mundial que arrojó a las grandes repúblicas del
Occidente al vórtice de la primera etapa de una
convulsión mundial. Recibió su impulso inicial a
través de la formulación de los Catorce Puntos del
Presidente Wilson, asociando estrechamente por primera vez a
aquella república con las fortunas del Viejo Mundo.
Sufrió su primer contratiempo con la disociación de
esa república de la recién nacida Liga de las
Naciones que ese presidente se había esforzado en crear.
Adquirió más ímpetu con el estallido de
la Segunda Guerra
Mundial, infligiendo un sufrimiento sin precedentes sobre
aquella república y comprometiéndola aún
más en los asuntos de todos los continentes del globo. Se
reforzó aún más con la declaración
incorporada en la Carta
Atlántica, tal como fue expresado por uno de sus
principales progenitores, Franklin D. Roosevelt. Asumió un
perfil definido con el nacimiento de las Naciones Unidas
en la Conferencia de
San Francisco. Adquirió mayor significado con la
elección de la Ciudad del Convenio misma como la sede de
la
organización recién nacida, con la
declaración reciente del presidente americano relativa a
los compromisos de su país en Grecia y
Turquía, así como con la sumisión a la
Asamblea General de las Naciones Unidas del espinoso y desafiante
problema de Tierra Santa (el centro espiritual y administrativo
de la Fe Mundial de Bahá'u'lláh). Por muy largo y
tortuoso que sea el camino, debe conducir, a través de una
serie de victorias y reveses, a la unificación
política de los hemisferios oriental y occidental, al
nacimiento de un Gobierno mundial
y al establecimiento de la Paz Menor en la Edad de Oro de la
Dispensación de Bahá'u'lláh, tal como fue
predicho por Bahá'u'lláh y anunciado por el Profeta
Isaías. Debe, por último, culminar en el despliegue
de la bandera de la Paz Más Grande, en la Edad de Oro de
la Dispensación de Bahá'u'lláh.52
La construcción de este Edificio (el Archivo
Internacional Bahá'í) marcará a su vez el
comienzo de la construcción, en el curso de sucesivas
épocas de la Edad Formativa de la Fe, de otras estructuras
que servirán de sedes administrativas de instituciones
divinamente designadas como la Guardianía, las Manos de la
Causa y la Casa Universal de Justicia. Siguiendo un estilo
armónico de arquitectura y en
la forma de un arco alargado, estos Edificios rodearán los
lugares de reposo de la Hoja Más Sagrada, que ocupa el
máximo rango entre los miembros de su sexo en la
Dispensación Bahá'í, de su Hermano, ofrecido
por Bahá'u'lláh como rescate para avisar y unificar
el mundo, y de su Madre, proclamada por Él como "su
consorte escogida en todos los mundos de Dios". La
terminación final de esta enorme tarea marcará la
culminación del desarrollo de un Orden Administrativo
divinamente designado, cuyos comienzos se remontan hasta los
años finales de la Edad Heroica de la Fe.
Este vasto e irresistible proceso, sin parangón en la
historia espiritual de la humanidad y que sincronizará con
dos desarrollos no menos significativos -el establecimiento de la
Paz Menor y la evolución de las instituciones
bahá'ís nacionales y locales: uno externo y el otro
interno al mundo bahá'í-, alcanzará su
consumación final, en la Edad de Oro de la Fe, al izarse
el estandarte de la Paz Más Grande y al surgir, en la
plenitud de su poder y
gloria, el Centro focal de los organismos que constituyen el
Orden Mundial de Bahá'u'lláh. El establecimiento
final de esta sede de la Mancomunidad Mundial
Bahá'í señalará al mismo tiempo la
proclamación de la soberanía del Fundador de
nuestra Fe y el advenimiento del Reino del Padre repetidamente
elogiado y prometido por Jesucristo.
Este Orden Mundial, a su vez, en el curso de Dispensaciones
sucesivas del Ciclo Bahá'í, dará su fruto
más selecto con el nacimiento y florecimiento de una
civilización, divinamente inspirada, singular en sus
aspectos, de alcance mundial y de carácter
fundamentalmente espiritual -una civilización destinada, a
medida que se vaya desenvolviendo, a derivar su impulso inicial
del espíritu que anima a las mismísimas
instituciones que, en su estado embrionario, están
removiéndose ahora en la matriz de la
Edad Formativa actual de la Fe.53

7.
Selección de cartas escritas
de parte de Shoghi Effendi sobre la paz

SELECCIÓN DE CARTAS ESCRITAS DE PARTE DE SHOGHI
EFFENDI SOBRE LA PAZ
El mundo se halla envuelto en una gran confusión y lo
más patético es que ha aprendido a mantenerse
apartado de Dios, el único que lo puede salvar y aliviar
de sus sufrimientos. Nosotros, a quienes se nos ha confiado la
tarea de aplicar el remedio divino dado por
Bahá'u'lláh, tenemos el deber de concentrar nuestra
atención sobre la consumación de
esta tarea y no descansar hasta que la paz predicha por los
Profetas de Dios esté permanentemente establecida.54
Shoghi Effendi escribió su reciente carta general (La
Meta de un Nuevo Orden Mundial) a los amigos de Occidente porque
creía que se debe hacer comprender al público la
actitud que la
Fe Bahá'í mantiene hacia los problemas
económicos y políticos actuales. Debemos dar a
conocer al mundo lo que fue el propósito de
Bahá'u'lláh. Hasta ahora la Unidad de la Humanidad
tenía sólo importancia académica. Ahora se
está convirtiendo cada vez más en tema a ser
planteado por estadistas internacionales. Está llegando al
campo de la política práctica. En consecuencia, es
una oportunidad maravillosa para que salgamos y expongamos la
enseñanza al frente que es la meta y
propósito de los preceptos sociales de
Bahá'u'lláh. Shoghi Effendi espera que los amigos
hagan resonar esta llamada a una unidad orgánica de la
humanidad hasta que forme parte de la fe consciente de cada
hombre vivo en
el mundo. Sin embargo, es necesario tener gran prudencia, no sea
que seamos malentendidos y clasifiquen a nuestra Fe entre los
movimientos radicales.55
Shoghi Effendi desea que le acuse recibo de su carta con fecha
del 26 de enero de 1932 que acompañaba a una copia impresa
de su última carta general (La Meta de un Nuevo Orden
Mundial)… Está profundamente agradecido al enterarse de
que los amigos lo encuentran bastante interesante y digno de
consideración como para hacer de su contenido el tema de
su campaña de enseñanza. Sinceramente espera que
esto también descubra a algunos amigos la importancia de
esta enseñanza de la Causa y les estimule a hacer un
estudio concienzudo y profundo de ella. Pues indudablemente forma
la meta de los preceptos sociales de la Fe. No hay ninguna
razón por la que los bahá'ís no deban tomar
la delantera en abogar por tal Federación del mundo, hacia
la cual el mundo está siendo conducido por fuerzas que no
puede controlar.56
Las diferentes naciones del mundo nunca alcanzarán la paz
excepto tras reconocer el significado de las enseñanzas y
defenderlas con entusiasmo, pues a través de esos
preceptos todos los problemas internacionales se
resolverán y todo hombre conseguirá el ambiente
espiritual en el que pueda evolucionar su alma y
producir sus mejores frutos.57
El Guardián también leyó con
profundo interés
todos los papeles adjuntos. Está firmemente convencido de
que mediante la perseverancia y la acción
concertada, la causa de la Paz acabará triunfando sobre
todas las oscuras fuerzas que amenazan el bienestar y el progreso
del mundo actual. Pero tales intentos puramente humanos son sin
duda ineficaces a menos que estén inspirados y guiados por
el poder de la fe. Sin la asistencia de Dios, tal como mediante
el mensaje de Bahá'u'lláh, la paz nunca se puede
establecer adecuadamente y con seguridad. Pasar por alto la
solución bahá'í para la paz mundial equivale
a construir sobre cimientos de arena. Aceptarla y aplicarla es
hacer que la paz sea no un mero sueño, ni un ideal, sino
una realidad viva. Éste es el punto que el Guardián
desea que usted desarrolle, que vuelva a subrayar una y otra vez
y que apoye con argumentos convincentes. El programa
bahá'í de paz es, de hecho, no sólo una
manera de alcanzar esa meta. Ni siquiera es relativamente la
mejor. Es, en última instancia, el único
instrumento eficaz para el establecimiento del reino de paz en
este mundo. Esta actitud no implica repudiar totalmente ninguna
de las otras soluciones
ofrecidas por diversos filántropos. Simplemente muestra que no
son adecuados al compararlos con el Plan Divino para la
unificación del mundo. No podemos evadir la verdad de que
nada mundano puede, en última instancia, ser duradero, a
menos que esté apoyado y sostenido por el poder de
Dios.58
Cualesquiera que sean nuestros contratiempos y por formidables
que sean las fuerzas de la oscuridad que hoy nos asedien, la
unificación de la humanidad delineada y asegurada por el
Orden Mundial de Bahá'u'lláh será
establecida firme y permanentemente en la plenitud de los
tiempos. Ésta es la promesa de Bahá'u'lláh y
ningún poder de la tierra puede, a la larga, impedir su
realización adecuada ni siquiera retrasarla. En
consecuencia, los amigos no deben perder la esperanza, sino que,
plenamente conscientes de su poder y su papel, deben perseverar
en sus potentes esfuerzos por la extensión y la
consolidación del dominio universal
de Bahá'u'lláh en la tierra.59
En cuanto al Ejecutivo Internacional al que el Guardián
hace referencia en su Meta de un Nuevo Orden Mundial, se debe
observar que esto no se refiere de ninguna manera a la
Mancomunidad Bahá'í del futuro, sino simplemente a
ese Gobierno mundial que precederá al advenimiento y
conducirá al establecimiento final del Orden Mundial de
Bahá'u'lláh. La formación de este Ejecutivo
Mundial, que corresponde a la cabeza o cuerpo ejecutivo en los
Gobiernos nacionales actuales, no es más que un paso que
conduce al Gobierno mundial bahá'í del futuro y por
ello no debe ser identificado con la institución de la
Guardianía ni con la de la Casa Internacional de
Justicia.60
Con relación a su trabajo de
enseñanza: lo que el Guardián desea que usted
subraye con énfasis en todas sus charlas es la suprema
necesidad de que todos los individuos y naciones adopten hoy
día en su integridad el programa social dado por
Bahá'u'lláh para la reconstrucción de la
vida religiosa, económica y política de la
humanidad. Él desea que usted explique y analice los
elementos que ayudan a levantar este Divino Orden Mundial a la
luz de las
condiciones y acontecimientos actuales del mundo. Él cree
que se le debe dar especial énfasis a la inminente
necesidad de establecer un Estado mundial súper nacional y
soberano, como el que describió Bahá'u'lláh.
Al ser progresivamente sometido el mundo a tumultos y
convulsiones jamás experimentados anteriormente, la
comprensión de tal necesidad está penetrando las
conciencias no sólo de los sabios y los eruditos, sino
también de la gente común. En consecuencia, los
creyentes deben aprovechar esta oportunidad y hacer un esfuerzo
supremo para presentar, en lenguaje
convincente y elocuente, aquellas enseñanzas sociales y
humanitarias de la Fe que nosotros creemos que constituyen la
única panacea para los innumerables males que afligen a
nuestro mundo actual.61
Con referencia a su pregunta sobre la referencia de
'Abdu'l-Bahá a la "unidad en el reino político":
esta unidad se debe distinguir claramente de la "unidad de las
naciones". La primera es una unidad que Estados soberanos y
políticamente independientes alcanzan entre ellos,
mientras que la segunda es una que se realiza entre naciones,
siendo la diferencia entre un Estado y una nación que el
primero, como usted sabe, es una entidad política sin ser
necesariamente de raza homogénea, mientras que la segunda
implica una homogeneidad nacional además de
política.62
En cuanto a su trabajo de enseñanza: el Guardián ya
le ha aconsejado que subraye en sus charlas la idea de
súper estado mundial y el concepto de la
Unidad de la Humanidad que constituye su base subyacente.
Además él desea que usted también enfatice
el hecho de que la humanidad, tomada como un todo, ha entrado en
la etapa más crítica
y trascendental de su evolución, la etapa de la madurez.
La idea de la llegada a la edad de madurez de la humanidad
constituye el núcleo central de las Enseñanzas
Bahá'ís y es el aspecto más distintivo de la
Revelación de Bahá'u'lláh. Una
comprensión correcta de este concepto proporciona la clave
para una apreciación adecuada de la tremenda
declaración hecha por el Autor de la Fe, tanto con
respecto a su propio rango como a la incomparable grandeza de su
Dispensación.63
Con respecto a la pregunta que usted ha hecho sobre la fecha y la
forma en que se establecerán la Paz Menor y la Mayor,
referidas por Bahá'u'lláh, después de la
próxima guerra mundial:
opina que la Paz Menor se producirá mediante los esfuerzos
políticos de los Estados y las naciones del mundo,
independientemente de cualquier plan o esfuerzo directo
bahá'í, y que la Paz Mayor se establecerá a
través de los creyentes y mediante la operación
directa de las leyes y principios revelados por
Bahá'u'lláh y el funcionamiento de la Casa
Universal de Justicia como el órgano supremo del
súper estado Bahá'í; su punto de vista sobre
este tema es muy correcto y está plenamente de acuerdo con
los pronunciamientos del Guardián expresados en el
Desenvolvimiento de la Civilización Mundial.64
Aunque es prematuro intentar y esforzarse en prever sobre
qué base estarían representadas diversas naciones
en cualquier Consejo internacional, o en cualquier forma
internacional de Gobierno, está claro que desde el punto
de vista bahá'í sólo se podría
realizar sobre una base de verdadera justicia; y la justicia no
implica que una raza tenga un voto preponderante sobre los
representantes de otra raza, estando así en
posición de dominarles.65
A lo que se refería 'Abdu'l-Bahá sobre el
levantamiento de las mujeres para la paz, es que éste es
un asunto que afecta vitalmente a las mujeres, y que cuando
formen un conjunto abrumador y consciente de opinión
pública contra la guerra, no puede haber guerra. Las
mujeres bahá'ís ya están organizadas al ser
miembros de la Fe y del Orden Administrativo. No es necesario que
se organicen más. Pero, a través de la
enseñanza y el apoyo moral activo que den a todo movimiento
dirigido hacia la paz, deberían intentar ejercer una
fuerte influencia sobre las conciencias de otras mujeres con
respecto a este asunto esencial.66
Las Siete Luces de Unidad no aparecerán necesariamente en
el orden dado. Un producto de la
segunda puede bien ser la cultura
universal.67
Las enseñanzas de Bahá'u'lláh
establecerán una nueva forma de vida para la humanidad.
Aquellos que son bahá'ís han de esforzarse por
establecer esta forma de vida lo más rápido
posible. Ahora que ha llegado la hora en que está ganando
importancia la Fe Bahá'í y está siendo
analizada y examinada por tantas personas, es necesario que los
adherentes de la Fe vivan en conformidad con los elevados ideales
de la Fe en todas las maneras. De esta forma pueden demostrar que
la Fe Bahá'í sí crea una la Voluntad de Dios
y en consecuencia el establecimiento de una sociedad
pacífica y universal. Las ataduras que causan divisiones
son de los hombres, mientras que el servicio
universal es de Dios.
El Guardián está ahora ansioso de que todos los
amigos obtengan una conciencia universal y una forma de vida
universal.68
El Gobierno mundial llegará, pero no sabemos la
fecha.69

8. Selección de cartas de la Casa
Universal de Justicia sobre la paz

SELECCIÓN DE CARTAS DE LA CASA UNIVERSAL DE
JUSTICIA SOBRE LA PAZ
Cuando Bahá'u'lláh proclamó su Mensaje al
mundo en el siglo diecinueve, dejó muy claro que el primer
paso esencial para la paz y el progreso de la humanidad era su
unificación. Así, dice: "El bienestar de la
humanidad, su paz y seguridad son inalcanzables, a menos que su
unidad sea firmemente establecida." (b) Sin embargo, hasta hoy
usted observará que la mayoría de la gente toma el
punto de vista contrario: consideran la unidad como una meta
última casi inalcanzable y se concentran primero en
remediar todos los otros males de la humanidad. Si sólo lo
supieran, estas otras enfermedades no son más que diversos
síntomas y efectos secundarios de la enfermedad
básica: la falta de unidad.
Además, Bahá'u'lláh ha afirmado que la
revivificación de la humanidad y la curación de
todos sus males sólo se pueden conseguir a través
de su Fe…
Shoghi Effendi nos dice que dos grandes procesos están en
funcionamiento en el mundo: El gran Plan de Dios, de progreso
tumultuoso, operando a través de la humanidad como un
todo, derrumbando las barreras a la unidad mundial y fraguando a
la humanidad en un cuerpo unificado en los fuegos del sufrimiento
y la experiencia. Este proceso producirá, cuando Dios lo
disponga, la Paz Menor, la unificación política del
mundo. Entonces la humanidad se asemejará a un cuerpo que
está unificado pero sin vida. El segundo proceso, la tarea
de infundir vida en este cuerpo unificado -de crear verdadera
unidad y espiritualidad culminando en la Paz Mayor-, es el de los
bahá'ís, que están trabajando
conscientemente, con instrucciones detalladas y guía
divina continua, para erigir el tejido del Reino de Dios sobre la
tierra, al que llaman a sus congéneres,
confiriéndoles así vida eterna.70
Es cierto que 'Abdu'l-Bahá hizo pronunciamientos que
relacionaban el establecimiento de la unidad de las naciones con
el siglo veinte. Por ejemplo: "… La quinta luz es la unidad de
las naciones, una unidad que será seguramente establecida
en este siglo, haciendo que todos los pueblos del mundo se
consideren ciudadanos de una sola patria común…" Y en El
Día Prometido ha Llegado, después de una
afirmación similar citada de Contestación a unas
Preguntas, Shoghi Effendi hace este comentario: "Ésta es
la etapa a la que el mundo se está aproximando ahora, la
etapa de la unidad mundial, que, según nos asegura
'Abdu'l-Bahá, se establecerá con toda seguridad en
este siglo".
También está la siguiente cita, tomada de una carta
escrita en 1946 a un creyente individual, de parte del amado
Guardián, por su secretaria:
"… Lo único que sabemos es que la Paz Menor y la Mayor
sí vendrán -sus fechas exactas no las conocemos. Lo
mismo se aplica a la posibilidad de una guerra futura; no podemos
afirmar dogmáticamente que ocurrirá o no
ocurrirá- lo único que sabemos es que la humanidad
debe sufrir y ser castigada bastante para hacer que se vuelva a
Dios".71

9. Selección de cartas escritas de
parte de la Casa Universal de Justicia sobre la
paz

SELECCIÓN DE CARTAS ESCRITAS DE PARTE DE LA CASA
UNIVERSAL DE JUSTICIA
SOBRE LA PAZ
… La Fe Bahá'í aspira a eliminar toda guerra,
incluida la nuclear. El propósito fundamental de nuestra
Fe es la unidad y el establecimiento de la paz. Esta meta, que es
el anhelo de personas de todo un mundo progresivamente inseguro,
sólo se puede alcanzar mediante las Enseñanzas de
Bahá'u'lláh. Como sólo los
bahá'ís pueden dar estas Enseñanzas a la
humanidad, los amigos deben sopesar con cuidado cómo
emplean su tiempo y energía y evitar asociarse con
actividades que les distraigan indebidamente de su responsabilidad primaria de compartir el Mensaje
de Bahá'u'lláh.72
Actualmente el tema del desarme nuclear se ha convertido en un
tema muy político, dando lugar a manifestaciones no
sólo en los Estados Unidos sino también en Inglaterra y
algunos países europeos. Destacar sólo el desarme
nuclear dista mucho de la postura bahá'í e
implicaría a la Fe en las disputas actuales entre
naciones. Está muy claro que los bahá'ís
creen que el desarme es esencial, no sólo de armas nucleares
sino también de las biológicas, las químicas
y todas las otras formas.73
Con respecto a la transición del sistema actual de
soberanía nacional a un sistema de Gobierno mundial, la
Casa de Justicia está plenamente de acuerdo con su punto
de vista de que los bahá'ís deben hacer ahora
diversas actividades relacionadas, todas ellas metas del Plan de
Siete Años actual. En primer lugar, el establecimiento lo
más rápidamente posible de Asambleas Espirituales
Locales con base firme y funcionamiento eficaz en todas las
partes del mundo, para que los buscadores de
todas partes tengan un punto de referencia al que poder volverse
para recibir guía y las Enseñanzas de la Fe. En
segundo lugar está la profundización de los
creyentes, de todas las edades, en su comprensión y
obediencia de las Enseñanzas. En tercer lugar está
la proclamación de la Fe a todos los estratos de la
sociedad, y sobre todo a los que están en puestos de
autoridad y a los líderes del pensamiento,
para que aquellos que tienen en sus manos el liderazgo de
los pueblos aprendan con exactitud sobre la naturaleza y los
principios de la Fe y lleguen a respetarla y a poner en
práctica sus principios. En cuarto lugar está la
promoción de la erudición
bahá'í, para que un número creciente de
creyentes pueda analizar los problemas de la humanidad en cada
campo y mostrar cómo los resuelven las Enseñanzas.
En quinto lugar está el desarrollo de relaciones entre la
Comunidad Internacional Bahá'í y las Naciones
Unidad, tanto por vía directa con las más altas
instituciones de la ONU como al nivel
de las raíces en áreas de educación, desarrollo
rural, etc.
Como usted sin duda sabe, el Guardián indicó que el
desarrollo de la humanidad, desde su condición actual
caótica hasta la etapa de la Mancomunidad Mundial
Bahá'í, sería largo y gradual. La
creación de una Autoridad Mundial y la inauguración
de la Paz Menor es una transformación principal en este
proceso y vendrá seguida por otras etapas del desarrollo
de la Fe tal como lo delinea Shoghi Effendi en sus escritos. Sin
duda, a medida que vayan teniendo lugar estos desarrollos,
tendrá gran influencia en el curso del progreso el consejo
que las instituciones de la Fe puedan dar a los Gobiernos, el
modelo de
administración mundial ofrecido por la
comunidad bahá'í y los grandes proyectos
humanitarios que se lanzarán bajo el patrocinio de la Casa
Universal de Justicia.74
… Es cierto que los bahá'ís no somos pacifistas,
pues apoyamos el uso de la fuerza al servicio de la justicia y la
defensa de la ley. Pero no creemos que la guerra sea necesaria
jamás y su abolición es uno de los
propósitos esenciales y promesas más brillantes de
la revelación de Bahá'u'lláh. Su mandato
específico a los reyes de la tierra es: "Si uno de entre
vosotros tomare armas contra otro, levantaos todos contra
él, pues esto no es sino justicia manifiesta".(c) El amado
Guardián ha explicado que la unidad de la humanidad
implica el establecimiento de una mancomunidad mundial, un
sistema federado mundial, "… liberado de la maldición de
la guerra y de sus miserias… en el que la Fuerza se convierta
en sierva de la Justicia…", cuyo ejecutivo mundial, "respaldado
por una Fuerza internacional…, salvaguardará la unidad
orgánica de toda la mancomunidad". Esto, obviamente, no es
guerra, sino el mantenimiento
de la ley y el orden a escala mundial.
La guerra es la tragedia final de la falta de unidad entre las
naciones donde no existe una autoridad internacional
suficientemente poderosa para impedir que persigan sus propios
intereses limitados. En consecuencia, los bahá'ís
sirven en sus países en formas no combatientes durante
tales guerras; sin
duda servirán en una Fuerza Internacional como la que
prevé Bahá'u'lláh, una vez que empiece a
existir.75
La misión principal de Bahá'u'lláh al
aparecer en este punto de la historia humana es la
realización de la unidad de la humanidad y el
establecimiento de la paz entre las naciones; en consecuencia,
todas las fuerzas que están enfocadas hacia el
cumplimiento de estos fines están bajo la influencia de su
Revelación. Sin embargo, sabemos que la paz se
establecerá en etapas. Primero vendrá la Paz Menor,
cuando se consiga la unidad de las naciones; luego, gradualmente,
la Paz Mayor; la unidad espiritual, además de
política de la humanidad, cuando la Mancomunidad Mundial
Bahá'í, operando en estricta conformidad con las
leyes y ordenanzas del Libro Más Sagrado de la
Revelación Bahá'í, se habrá
establecido mediante el esfuerzo de los
bahá'ís.
En cuanto a la Paz Menor, Shoghi Effendi ha explicado que esto
será inicialmente una unidad política alcanzada por
decisión de los Gobiernos de diversas naciones; no se
establecerá por acción directa de la comunidad
bahá'í. Sin embargo, esto no significa que los
bahá'ís se queden quietos esperando la venida de la
Paz Menor antes de hacer nada por la paz de la humanidad. De
hecho, al promover los principios de la Fe, que son
indispensables para el mantenimiento de la paz, y al modelar los
instrumentos del Orden Administrativo Bahá'í, que
Shoghi Effendi nos dice que es el modelo para la sociedad futura,
los bahá'ís están constantemente ocupados en
cimentar las bases para una paz permanente, siendo su meta final
la Paz Mayor.
La Paz Menor misma pasará por varias etapas; en la etapa
inicial los Gobiernos actuarán por su cuenta sin la
implicación consciente de la Fe; más adelante,
cuando Dios lo quiera, la Fe tendrá influencia directa en
ella en las formas que Shoghi Effendi indica en su escrito La
Meta de un Nuevo Orden Mundial. Con relación a los pasos
que conducirán a esta etapa posterior, la Casa Universal
de Justicia sin duda determinará lo que hay que hacer, de
acuerdo con la guía de las Escrituras, tales como el
texto que
usted citó de Tablas de Bahá'u'lláh,
pág. 103. Mientras tanto, los bahá'ís sin
duda continuarán haciendo todo lo que esté a su
alcance para promover el establecimiento de la
paz.76

BIBLIOGRAFÍA:

BAHÁ'U'LLÁH:
– Epístola al Hijo del Lobo. Buenos Aires:
EBILA, 1978.
– Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh. Buenos
Aires: EBILA, 1972.
– Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas. Buenos Aires: EBILA, 1982.
'ABDU'L-BAHÁ:
– 'Abdu'l-Bahá in London. Londres: Bahá'í
Publishing Trust, 1982.
– La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá. Buenos Aires:
EBILA, 1972.
– La Promulgación de la Paz Universal. Buenos Aires:
EBILA, 1991.
– El Secreto de la Civilización Divina. Buenos Aires:
EBILA, 1986.
– Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá. Buenos
Aires: EBILA, 1987.
– Tablets of 'Abdu'l-Bahá Abbas, vol. III. Nueva York:
Bahá'í Publishing Committee, 1930-1940.
SHOGHI EFFENDI:
– El Advenimiento de la Justicia Divina. Buenos Aires: EBILA,
1972.
– Citadel of Faith. Wilmette: Bahá'í Publishing
Trust, 1965.
– Dios Pasa. Buenos Aires: EBILA, 1977.
– Messages to the Bahá'í World, 1950-1957.
Wilmette: Bahá'í Publishing Trust, 1971.
– El Día Prometido ha Llegado. Buenos Aires: EBILA,
1973.
– El Desenvolvimiento de la Civilización Mundial. Buenos
Aires: EBILA, 1972.
– La Meta de un Nuevo Orden Mundial. Buenos Aires: EBILA,
1973.
CASA UNIVERSAL DE JUSTICIA:
– Wellspring of Guidance. Wilmette: Bahá'í
Publishing Trust, 1969.
– 'Abdu'l-Bahá in Canada. Toronto:
National Spiritual Assembly of the Bahá'ís of
Canada, 1962.
J. E. ESSLEMONT:
– Bahá'u'lláh y la Nueva Era. Terrassa: Editorial
Bahá'í de España,
1995.
– Stars of the West, vol. I, nº 1 – vol. XXV, nº 12; 21
de marzo de 1910 – marzo de 1935. Chicago: Bahá'í
News Service.
Notas:
1 Pasajes de los Escritos de
Bahá'u'lláh, pág. 3.
2 Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
pág. 55.
3 Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
pág. 67.
4 Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
pág. 176.
5 Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
págs. 178-179.
6 Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
pág. 202.
7 Epístola al Hijo del Lobo, págs. 27-28.
8 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, págs. 25-26.
9 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, pág. 78.
10 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, pág. 103.
11 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, pág. 143.
12 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, pág. 144.
13 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, págs. 144-145.
14 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, págs. 149-150.
15 Tablas de Bahá'u'lláh reveladas después
del Kitáb-i-Aqdas, pág. 196.
16 Extractos de la Tabla a la reina Victoria, La Meta de un Nuevo
Orden Mundial, pág. 20; El Desenvolvimiento de la
Civilización Mundial, pág. 4.
17 Bahá'u'lláh y la Nueva Era, pág. 57.
18 Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá,
pág. 174.
19 Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá,
pág. 246.
20 Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá,
pág. 249.
21 Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá,
págs. 297-298, 304, 306-307. NOTA: La traducción de esta frase ha sido revisada
después de la publicación de Selección de
los Escritos de 'Abdu'l-Bahá.
22 El Secreto de la Civilización Divina, págs.
64-67, 70-71.
23 El Día Prometido ha Llegado, págs. 183-185.
24 Tablets of 'Abdu'l-Bahá Abbas, pág. 691. NOTA:
La traducción de esta frase ha sido revisada
después de la publicación de Tablets of
'Abdu'l-Bahá Abbas.
25 Extracto de una Tabla de 'Abdu'l-Bahá recién
traducida.
26 Palabras de 'Abdu'l-Bahá citadas en una carta de la
Casa Universal de Justicia del 10 de febrero de 1980.
27 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
11-12.
28 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
36-37.
29 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
60-61.
30 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
83-84.
31 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
108.
32 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
121.
33 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
125-126.
34 La Promulgación de la Paz Universal, págs.
134-135.
35 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
153.
36 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
175.
37 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
301.
38 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
318.
39 La Promulgación de la Paz Universal, pág.
375.
40 La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá, pág.
139.
41 La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá, pág.
165.
42 Extractos de una entrevista con
un reportero periodístico citada en 'Abdu'l-Bahá in
Canada, págs. 50-51.
43 Star of the West, vol. V, págs. 115-117.
44 Star of the West, vol. VII, pág. 136.
45 Star of the West, vol. XVIII, pág. 345.
46 'Abdu'l-Bahá in London, pág. 106.
47 La Meta de un Nuevo Orden Mundial, 28 de noviembre de 1931,
págs. 11-31.
48 El Desenvolvimiento de la Civilización Mundial,
págs. 3, 4, 66-71.
49 El Advenimiento de la Justicia Divina, págs.
132-133.
50 El Día Prometido ha Llegado, págs. 187-189.
51 Dios Pasa, pág. 204.
52 Citadel of Faith, 5 de junio de 1947, pág. 6,
págs. 32-33.
53 Messages to the Bahá'í World, 1950-1957, 27 de
noviembre de 1954, págs. 74-75.
54 9 de diciembre de 1931.
55 28 de enero de 1932.
56 16 de febrero de 1932.
57 15 de enero de 1933.
58 25 de septiembre de 1933.
59 6 de noviembre de 1933.
60 17 de marzo de 1934.
61 15 de noviembre de 1935.
62 26 de julio de 1936.
63 12 de octubre de 1936.
64 14 de marzo de 1939.
65 12 de abril de 1942.
66 25 de marzo de 1945.
67 19 de noviembre de 1945.
68 20 de noviembre
de 1955.
69 15 de agosto de 1957.
70 Wellspring of Guidance, 8 de diciembre de 1967, págs.
131-134.
71 29 de julio de 1974.
72 4 de julio de 1982.
73 12 de enero de 1983.
74 19 de enero de 1983.
75 11 de septiembre de 1984.
76 13 de enero de 1985.
(a) Extractos de las palabras orales de
Bahá'u'lláh.
(b) Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh,
pág. 202.
(c) Llamamiento a los reyes y gobernantes del mundo, La
Proclamación de Bahá'u'lláh, pág.
24

(Casa Universal de Justicia, Compilación sobre La
Paz).

10.Ciudadanía Mundial:

Ciudadanía Mundial
Ética Global Para El Desarrollo Sostenible

by Baha'i International
Community

1993-06-14
Original written in English.

Nueva York, Estados Unidos
14-25 Junio, 1993
La Ciudadanía Mundial: Visión de Realidad
El mayor desafío que enfrenta a la comunidad mundial a
medida que se moviliza para implementar el Programa 21, es
liberar los enormes recursos financieros, técnicos,
humanos y morales necesarios para un desarrollo
sostenible. Estos recursos serán liberados solamente
en la medida que los pueblos del mundo desarrollen un profundo
sentido de responsabilidad por el destino del planeta y por el
bienestar de toda la familia
humana.
Este sentido de responsabilidad sólo puede emerger de la
aceptación de la unidad de la humanidad y sólo se
podrá sostener con una visión unificadora de una
sociedad mundial pacífica y próspera. Sin una
ética
global como ésta, la gente no podrá llegar a ser
participantes activos y
constructivos en el proceso mundial de desarrollo
sostenible.(2)
Si bien el Programa 21 suministra un marco indispensable de
conocimientos científicos y habilidad técnica para
la implementación de desarrollo sostenible, no inspira un
compromiso personal para una ética global. Esto no quiere
decir que no se prestó atención a la ética y
a los valores
durante el procedimiento de
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo (UNCED). El llamado por valores
unificadores se oyó durante todo este proceso desde Jefes
de Estado hasta oficiales de las Naciones Unidas y también
de representantes de organizaciones
no-gubernamentales (ONG) y de
ciudadanos individuales. En particular, los conceptos de "nuestra
humanidad común,""ciudadanía mundial,"y "unidad en
diversidad" fueron invocados para que sirviesen como
infraestructura ética para el Programa 21 y la
Declaración de Río.(3)
De esta manera, la comunidad mundial ya ha llegado a un acuerdo
básico sobre una ética global para visualizar el
Programa 21. Sugerimos que el término ciudadanía
mundial se adopte para abarcar la constelación de
principios, valores, actitudes y
conductas que deben abrazar los pueblos del mundo si se ha de
lograr desarrollo sostenible.
La ciudadanía mundial comienza con la aceptación de
la unidad de la familia humana y la interconexión de las
naciones de "la tierra, nuestro hogar." (4) En tanto estimula un
patriotismo sano y legítimo, también insiste sobre
una lealtad más amplia, un amor a la
humanidad como un todo. No obstante, no implica el abandono de
lealtades legítimas, ni la supresión de la
diversidad cultural, ni la abolición de la
autonomía nacional, ni la imposición de la
uniformidad. Su consigna es "unidad en diversidad."La
ciudadanía mundial abarca los principios de justicia
económica y social, tanto dentro como entre las naciones;
toma de
decisiones sin actitud de adversarios en todos los niveles de
la sociedad; igualdad de
los sexos; armonía racial, étnica, nacional y
religiosa; y estar dispuestos a hacer sacrificios en pro del bien
común. Otras facetas de la ciudadanía mundial –
todas las cuales promueven el honor y la dignidad
humana, la comprensión, la amistad, la cooperación,
la confiabilidad y un deseo de servir – se pueden deducir de las
que ya se han mencionado. Algunos de estos principios (5) han
sido expresados en el Programa 21 – la mayoría, no
obstante, se destacan por su ausencia. Más aún, no
se ha proveído ninguna estructura conceptual global bajo
la cual se puedan armonizar y promulgar.
Fomentar la ciudadanía mundial es una estrategia
práctica para promover desarrollo sostenible. En tanto la
desunidad, el antagonismo y el provincialismo caractericen las
relaciones sociales, políticas
y económicas dentro y entre las naciones, no se puede
establecer un modelo global y sostenible de desarrollo.(6) Hace
más de un siglo, Bahá'u'lláh
advirtió, "El bienestar de la humanidad, su paz y
seguridad, son inalcanzables a no ser y hasta que su unidad haya
sido firmemente establecida." Sólo sobre los cimientos de
unidad genuina, armonía y comprensión entre los
diversos pueblos y naciones del mundo, puede erigirse una
sociedad global sostenible.
Nosotros, por lo tanto, recomendamos que la ciudadanía
mundial se enseñe en todas las escuelas y que la unidad de
la humanidad – el principio sobre el que se basa la
ciudadanía mundial – se afirme continuamente en todas las
naciones.
El concepto de ciudadanía mundial no es nuevo en la
comunidad mundial. Está tanto implícito como
explícito en infinidad de documentos,
cartas y acuerdos de la NU, incluso en las palabras iniciales de
la propia Carta de la NU: "Nosotros los Pueblos de las Naciones
Unidas…"Ya se está promoviendo por todo el mundo, en
todas las culturas por diversos ONG, académicos,
ciudadanos, grupos,
festejadores, programas
educacionales, artistas y los medios de
comunicación. Estos esfuerzos son
significativos, pero necesitan ser aumentados considerablemente.
Una campaña cuidadosamente planificada y orquestada y de
largo alcance para promover la ciudadanía mundial, que
involucre a todos los sectores de la sociedad – local, nacional e
internacional – debe ser armada. Debe ser impulsada con todo el
vigor, la valentía moral y convicción que puedan
reunir las Naciones Unidas, sus estados miembros y sus socios que
estén dispuestos.
Promoción de la Ciudanía Mundial
La siguiente propuesta para una campaña con la finalidad
de promover ciudadanía mundial (7) calza en forma natural
en el marco para reorientar la educación, la
percepción del público, y el
entrenamiento
para un desarrollo sostenible que se presenta en el
Capítulo 36 del Programa 21.
Educación
La educación – formal, no-formal e informal – es,
indiscutible-mente, la forma más efectiva para moldear
valores, actitudes, conductas y habilidades que equiparán
a los pueblos del mundo de acuerdo con los intereses de largo
plazo del planeta y de la humanidad como un todo.(8) Las Naciones
Unidas, los gobiernos y las agencias educativas deberían
tratar por hacer que el principio de ciudadanía mundial
sea parte de la norma educacional de cada niño.
Los detalles de los programas y actividades educacionales que
incorporan estas actividades variarán mucho dentro y entre
las naciones. No obstante, si la ciudadanía mundial se ha
de comprender como un principio mundial, todos los programas
deben tener algunos aspectos en común. Basado en el
principio de la unidad de la raza humana, deberían
cultivar tolerancia y
hermandad, nutriendo el aprecio por la riqueza e importancia de
los diversos sistemas
culturales, religiosos y sociales del mundo y fortaleciendo
aquellas tradiciones que contribuyen a una civilización
mundial sostenible. Deberían enseñar el principio
de "unidad en diversidad" como llave para la fortaleza y riqueza
tanto de las naciones como para la comunidad mundial.
Deberían fomentar una ética de servicio al bien
común y comunicar una comprensión tanto de los
derechos como de
las responsabilidades de la ciudadanía mundial. Estos
programas y actividades deberían edificarse sobre los
esfuerzos positivos del país y destacar sus éxitos
tangibles, incluyendo modelos de
unidad racial, religiosa, nacional y étnica.
Deberían enfatizar la importancia de la NU en promover
cooperación y comprensión globales; sus metas,
objetivos y
programas universales; su significación inmediata para los
pueblos y naciones del mundo; y el papel creciente que debe
desempeñar en nuestro mundo que se hace cada vez
más pequeño.
Antes de emprender una campaña para promover
ciudadanía mundial, será necesario desarrollar y
aprobar una comprensión común del concepto. La
Comisión Para El Desarrollo Sostenible podría
establecer un comité especial o grupo de
trabajo para que comience a desarrollar directrices para la
ciudadanía mundial y propuestas para incorporar este
principio en los programas de educación formal y no-formal
existentes. Alternativamente, la Comisión podría
buscar la ayuda de la Junta Consultiva de Alto Nivel sobre el
Desarrollo Sostenible o el Comité Interinstitucional sobre
el Desarrollo Sostenible. La Secretaría de la NU
podría incluso elegir establecer una Unidad de
Ciudadanía Mundial, similar a la otrora Dependencia de
Estudios sobre la Paz, para que desarrolle estas directrices y
para que coordine la implementación de la educación
para la ciudadanía mundial en todo el sistema. No importa
cual vía se elija, se debe dar alta prioridad a esta
tarea.
La ciudadanía mundial se podría incorporar
fácilmente en todas las actividades sugeridas en el
capítulo 36.5. Del Programa 21 para reorientar la
educación hacia desarrollo sostenible. Algunos ejemplos lo
ilustran:
Cuerpos consultivos/mesas redondas nacionales (36.5.c)
deberían facilitar la incorporación de la
ciudadanía mundial en los programas educacionales dentro
del país.
Programas de entrenamiento antes y durante el servicio para todos
los maestros, administradores, planificadores educacionales y
educadores no-formales (36.5.d) deberían incluir el
principio de la ciudadanía mundial en su contenido.
Los materiales
educacionales sobre desarrollo sostenible producidos por agencias
de la NU deberían estimular la ciudadanía mundial
(36.5.g), como lo deberían hacer materiales educacionales
sobre las Naciones Unidas.
Programa 21 pide "la formación de una red internacional" que
apoye esfuerzos globales por educar para desarrollo sostenible
(36.5.k). Esta red podría tanto
estimular las agencias de la NU y ONG miembros para crear
materiales basados en las directrices para ciudadanía
mundial como proporcionar los medios para compartirlos.
A los Gobiernos y autoridades educacionales ya se les ha pedido
que "eliminen estereotipos de género en
los currículo" como un medio para promover
desarrollo sostenible (36.5.m). Nosotros recomendaríamos
que, en el espíritu de ciudadanía mundial, se
eliminen también los estereotipos basados en
religión, cultura, raza, clase,
nacionalidad y
origen étnico.
Concienciación Pública
Es necesario que la gente piense en sí misma como
ciudadanos mundiales y que comprendan su responsabilidad personal
en producir un desarrollo sostenible.(9) Las campañas para
acrecentar la percepción pública de los
desafíos de la ciudadanía mundial deben usar toda
la gama de los medios y de las artes, incluyendo la
televisión, los videos, las películas, radio, redes electrónicas,
libros, revistas, carteles, volantes, teatro y música. Estas
campañas deberían enrolar a las industrias de la
publicidad, de
las entretenciones y de los medios de
comunicación – tanto tradicionales como
no-tradicionales – todo el sistema de la NU, todos los estados
miembros, las ONG, y los personajes populares. Deberían
alcanzar hasta los hogares, el lugar de trabajo, áreas
públicas y escuelas. Las directrices para la
ciudadanía mundial que se mencionaron anteriormente
deberían ser apropiadas para su uso en dichas
campañas de ilustración pública y
deberían servir como material básico de referencia
para toda programación en los medios de
comunicación.
Se podría incluir la ciudadanía mundial en las
actividades presentadas en el capítulo 36.10. Del Programa
21 en busca de mayor comprensión y sensibilidad
pública sobre desarrollo sostenible. El siguiente ejemplo
lo ilustra:
Juntas asesoras nacionales e internacionales (36.10.a)
podrían estimular a los diversos medios de
comunicación para que adopten las directrices de
ciudadanía mundial. Los medios de comunicación han
hecho mucho para aumentar la percepción pública de
la interdependencia global y los enormes desafíos que
enfrenta la comunidad mundial. También han destacado las
diferencias aparentemente insalvables que nos dividen.
Los medios de comunicación tienen una responsabilidad para
ayudar a la gente a comprender que la diversidad no necesita ser
una fuente de conflictos;
más bien, la diversidad puede y debe ser como fuente para
el desarrollo sostenible. Pueden hacer esto al enfocar las
empresas
constructivas, unificadoras y de cooperación que muestran
la capacidad de la humanidad para trabajar juntos para enfrentar
los enormes desafíos que se nos presentan.
Al promover "una relación de cooperación con los
medios de comunicación" (36.10.e) las Naciones Unidas debe
definir con valentía su propia identidad y la
promesa que contiene para la comunidad mundial. Las Naciones
Unidas se estableció sobre altos ideales y con una
visión de un mundo en paz y progreso. Al suministrar un
marco de referencia para comunicación y
cooperación, y al dar comienzo a innumerables proyectos
constructivos, ha contribuido significativamente a la
comprensión, esperanza y buena voluntad en el mundo. No
obstante, sus logros son poco conocidos para la generalidad de la
humanidad.
Al utilizar el concepto de ciudadanía mundial como tema
integrador, las Naciones Unidas debería publicitar sus
ideales, actividades y metas, para que la gente llegue a
comprender el rol único y vital que las Naciones Unidas
desempeña en el mundo y por tanto, en sus vidas. De igual
manera, las Naciones Unidas debería promover
ciudadanía mundial en todas sus actividades
públicas, incluyendo las celebraciones del 50º
aniversario de las Naciones Unidas y giras por el cuartel general
de las Naciones Unidas. Todo documento de la NU que trate de
desarrollo sostenible también debería contener este
principio – comenzando con el preámbulo de la propuesta
Carta de la Tierra. La ciudadanía mundial debe llegar a
ser el punto único más importante de referencia
ética en todas las actividades de la NU.
Los servicios de
la industria de
la publicidad (36.10.e) deberían ser enrolados para que
promuevan ciudadanía mundial. Las campañas se
podrían organizar en base a temas tales como:
Nosotros los Pueblos de las Naciones Unidas:
Celebramos la Unidad en la Diversidad
Un Planeta, Un Pueblo
No Obstante Nuestra Diversidad, Somos Una Sola Familia Humana
Nuestro Futuro Común: Unidad en Diversidad
Se deberían celebrar concursos y presentar premios para
promover ciudadanía mundial (36.10.e).
Mientras destaquen la mayor percepción pública
"sobre los impactos de la violencia en
la sociedad" (36.10.l), los medios de comunicación pueden
generar un compromiso con la ciudadanía mundial al
destacar ejemplos de empresas constructivas, unificadoras que
muestran el poder de la unidad y una visión
común.
Cada país debería ser estimulado para que aparte
recursos para la promoción de la ciudadanía
mundial. También se debería tomar en
consideración que se incluya entre los "indicadores de
desarrollo sostenible" (40.6.) que se proponen, la
promoción de este principio. Por ejemplo, se podría
estimular a los países para que informen sobre esfuerzos
para promover la tolerancia y aprecio por otras culturas,
igualdad de los sexos y el concepto de una sola familia humana
mediante los currículos, los entretenimientos y los medios
de comunicación.
El Desafío de la Ciudadanía Mundial
En conclusión, la ciudadanía mundial es un concepto
tan desafiante y dinámico como las oportunidades que
enfrenta la comunidad mundial. Nosotros, los pueblos y las
naciones del mundo, procederíamos con sabiduría si
abrazásemos con valentía los principios sobre los
cuales descansa y nos dejásemos guiar por ellos en todos
los aspectos de nuestras vidas – desde nuestras relaciones
personales y de comunidad hasta nuestros asuntos nacionales e
internacionales; desde nuestras escuelas, lugares de trabajo y
medios de comunicación, hasta nuestras instituciones
legales, sociales y políticas. Por lo tanto, urgimos a la
Comisión para que estimule a la totalidad del sistema de
la NU para que incorpore el principio de ciudadanía
mundial en toda la gama de sus programas y actividades.
La Comunidad Internacional Bahá'í, que por
más de un siglo ha estado promoviendo la ciudadanía
mundial, se sentiría muy complacida de ayudar a la
Comisión, a los gobiernos, a las ONG y a otros para dar
desarrollo adicional a los conceptos contenidos en este
documento; para proveer modelos prácticos de unidad
racial, religioso, nacional y étnico para el desarrollo
sostenible; y para tomar parte en consultas sobre esta
cuestión crucial. Como una comunidad global que abarca la
diversidad de la humanidad y al compartir una visión
común, la Comunidad Internacional Bahá'í
seguirá promoviendo desarrollo sostenible al estimular a
la gente para que se vean como ciudadanos de un solo mundo, los
constructores de una civilización mundial justa y
próspera.
——————————————————————————–

NOTAS:
Programa 21, Capítulo 1.6.
Uno de los temas repetidos con mayor frecuencia en el Programa 21
es la importancia vital de una "amplia participación
pública en la toma de decisiones;""compromiso e
involucramiento genuinos de todos los grupos
sociales;" "verdadera asociación social;"y "nuevos
niveles de cooperación entre estados, sectores clave de
las sociedades y
de los pueblos."
El pedido para una ética global se oyó a menudo
durante el proceso de UNCED, con particular intensidad en la
Cumbre para la Tierra y el Foro Global, desde Jefes de Estado
hasta los oficiales de la NU y representantes de ONG; a
través de documentos oficiales de UNCED, tratados,
talleres y presentaciones artísticas de ONG. Los
siguientes son sólo algunos ejemplos:
Los discursos ante
la Cumbre de la Tierra del Presidente del Brasil; el
Presidente de Francia; el
Primer Ministro de Irlanda; el Primer Ministro de Japón:
el Presidente de la República de las Islas Marshall; el
Presidente de los Estados Unidos de México;
El
Príncipe Coronado del Reino de Marruecos; el Primer
Ministro del Reino de Holanda; el Primer Ministro de
Turquía; el Primer Ministro de Tuvalu; el Secretario de
Estado de la Santa Sede; y el Secretario General de UNCED;
Tratados de ONG preparados en el Foro Global, incluyendo El
Tratado de la Juventud; La Carta de la Tierra; La
Declaración de Río de Janeiro; La
Declaración de los Pueblos sobre la Tierra; El Tratado de
Educación Sobre el Medio Ambiente para Sociedades
Sostenibles y Responsabilidad Global; y el Tratado de Compromisos
éticos;
Actividades del Foro Global, incluyendo la Serie Vespertina en el
Parque, que reflejaba "la diversidad cultural de la Familia
Humana"; y el Monumento a la Paz, cuya inscripción dice,
"La tierra es un solo país, y la humanidad sus
ciudadanos;"
Declaraciones y publicaciones hechas por los gobiernos, Agencias
de la NU y de ONG a las diversas sesiones del Comité
Preparatorio y otros eventos
relacionados con UNCED incluyendo el Código
Universal de Conducta
Ambiental (Simposio de ONG/
Medios de comunicación, octubre de 1990); En Nuestras
Manos: Mujeres y Niños
Primero (Informe del
Simposio de UNCED/UNICEF/ UNFPA, Mayo de 1991); La Carta de la
Tierra (La Red de Ciudadanos de los Estados Unidos sobre UNCED,
Julio de 1991); Comunidad de Una Sola Tierra (El Grupo de Trabajo
de Comunidades Religiosas sobre UNCED, Agosto de 1991); Cuidando
la Tierra (IUCN/UNEP/WWF, Octubre de 1991); Una Carta de la
Tierra (Comité Coordinador Internacional sobre
Religión y la Tierra, 1991); Agenda Ya Wananchi
(Raíces del Futuro, Diciembre de 1991); Una ética
del Medio Ambiente
o Carta de la Tierra (UNEP/UK Comité Nacional, Febrero de
1992); Principios Sobre Derechos y Obligaciones
Generales (documento de la Asamblea General, A/CONF. 151/PC/WG.
III/L.28, 9 de Marzo de 1992); Carta de la Tierra, Japón
(Foro del Pueblo, Japón 1992); Carta Para
Reparación de la Tierra (Fundación Para la
Reparación de la Tierra, 1992); y Nuestra Patria, El
Planeta (Sir Shridath Ramphal, 1992).
Declaración de Río Sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, Preámbulo.
Por ejemplo, véase Declaración de Río Sobre
Medio Ambiente y Desarrollo, Principios 5, 8, 20, 25; y Programa
21, Capítulos 1, 2, 3, 23, 24, y 36.
Ver Declaración de Río Sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, Principio 25.
Dentro del contexto del principio de ciudadanía mundial,
este programa debería ser "llevado a cabo por diversos
actores de acuerdo con las diferentes situaciones, capacidades y
prioridades de los países y regiones" (Programa 21,
Capítulo 1.6.).
Programa 21, Capítulo 36.3. Declara que "La
educación… debería ser reconocida como el proceso
mediante el cual los seres humanos y las sociedades pueden lograr
su pleno potencial. La educación es crítica para
promover desarrollo sostenible y para mejorar la capacidad de los
pueblos para enfrentar cuestiones de medio ambiente y
desarrollo…Tanto la educación formal como la no-formal
son indispensables para cambiar las actitudes de la gente…
también es crítica para lograr comprensión
medio-ambiental y ética, valores y actitudes, habilidades
y conducta consistentes con un desarrollo sostenible y para una
participación pública efectiva en la toma de
decisiones. Para ser efectiva…la
educación…debería abocarse a la dinámica tanto del medio ambiente
físico/biológico como socio-económico y el
desarrollo
humano (lo que puede incluir lo espiritual)."
Programa 21, Capítulo 36.9. Llama la atención a la
importancia de promover "amplia comprensión pública
como una parte esencial de un esfuerzo educacional global para
fortalecer actitudes, valores y acciones que sean compatibles con
desarrollo sostenible."

 

Trabajo, recopilatorio sobre la paz, realizado
por

Jesús Rafael González
García,

miembro de la comunidad internacional bahái- Fe
bahái. Como pequeña aportación a crear
conciencia y conocimiento,
sobre la paz mundial.

 

Partes: 1, 2, 3, 4
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