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Historia de la Virgen de la Candelaria (página 2)



Partes: 1, 2

REVOLUCIÓN TUPACAMARISTA:

En las acciones
previas al asedio y toma de Puno por parte de las fuerzas
patriotas, obtuvo algunas victorias el ejército realista
del corregidor Joaquín Antonio de Orellana cuando se
replegaba, luego de su incursión a territorio
lampeño. Esos éxitos "se atribuyó…
á la Reyna Purísima de la Concepción, cuya
efigie iba colocada en la principal .bandera y en los corazones
de los soldados, que devotos y confiados imploraban su auxilio
para el vencimiento"

Si bien es cierto que al comienzo de las acciones del
ejército acantonado en la villa de Puno, los realistas
tenían predilección por la Virgen de la Inmaculada
Concepción; sin embargo, al final de su
participación, la devoción se transmutó
hacia la Virgen de la Candelaria. A propósito, una
conocida tradición puneña recopilada en numerosas
publicaciones, da cuenta de la participación milagrosa de
la Virgen de la Candelaria en los años de la revolución
tupacamarista, cuando la villa de Puno estuvo cercada por tropas
de Diego Cristóbal Túpac Amaru.

Por entonces, en 1781, la villa de Puno resultó
asediada en tres ocasiones y, finalmente, tomada por las fuerzas
patriotas, una vez que fuera desocupada por los realistas. En el
primer cerco (10 a 12 de marzo), las tropas patriotas y realistas
se enfrentaron principalmente en Azoguini, Huajsapata y Queroni.
En el segundo asedio (9 a 12 de abril), ocurrieron contiendas en
Chucuito, Azoguini e Ichu. En el tercer cerco (7 a 13 de mayo),
acontecieron encuentros en Santa Bárbara (hoy Arco
Deustua), Azoguini, Huajsapata, San José; Orkopata, Santa
Rosa y en inmediaciones de la villa. Entre los patriotas,
sobresalieron el Teniente General Ramón
Ponce y los coroneles Pedro Vargas, Andrés Ingaricona,
Nicolás Sancat Pascual Alarapita e Isidro Mamani. Los
pobladores del pueblo de San Juan, particularmente los del barrio
Mañazo, bajo la dirección del curaca Anselmo Bustinza
tuvieron un papel protagónico en la defensa de la villa de
Puno.

Según la tradición, en el cuarto y
último ataque del tercer cerco (12 de mayo de 1781),
cuando se hacía inminente la toma de Puno por parte de los
patriotas, los pobladores puneños asediados organizaron
una procesión con la imagen de .la
Virgen de la Candelaria; promovida posiblemente por sus devotos
del pueblo de San Juan, particularmente por los del barrio
Mañazo. Se recorrió desde el templo de San Juan
hasta el templo de la villa. La procesión resultó
apreciada por los cercadores como el desplazamiento de un
ejército de apoyo a las fuerzas realistas del corregidor
Joaquín Antonio de Ore llana, que se batían por la
protección de la villa. Ante ese supuesto refuerzo
militar, los patriotas dejaron el asedio y se retiraron. La
suspensión del cerco y de los ataques patriotas
quedó en la memoria de
los puneños como un milagro de la Virgen de la
Candelaria.

Desde entonces, no sólo se evoca la
procesión de la Virgen de la Candelaria, que parte del
templo de San Juan y se desplaza hasta el templo de la Villa (hoy
Basílica Menor), sino que la devoción se
acrecentó y que la nueva patrona del pueblo de San Juan,
la Virgen de la Candelaria, se impuso definitivamente sobre San
Juan (patrono del pueblo), San Carlos (patrono de la villa) y,
sobre todo, sobre la Inmaculada Concepción (patrona de la
villa).

ESPAÑA

La Basílica de la Candelaria se encuentra en la
isla de Tenerife (Canarias), en el municipio de Candelaria. Se
encuentra a 15 kilómetros de la capital de la
isla, Santa Cruz de Tenerife.

Al lado de la Plaza de la Patrona de Canarias de esta
pequeña ciudad canaria, se levanta la Basílica de
Nuestra Señora de la Candelaria, Patrona de Canarias. Es
una basílica blanca y sencilla de estilo
neoclásico, donde los canarios católicos rezan a
esta virgen por la que sienten gran devoción. Es bastante
sencilla y recogida, y es en el altar mayor donde está
ubicada esta virgen, que por otro lado es una virgen
negra.

La imagen porta al niño Jesús en el brazo
derecho y una candela en la mano izquierda, por lo que fue
asignada la cristianización de la isla nuestra
señora de la Candelaria, por este motivo se celebra la
fiesta de la virgen desde 1497 el 2 de febrero.

El 7 de noviembre de 1826, la imagen desaparece en medio
un fuerte temporal de lluvia y viento, por lo que los frailes
dominicos encargaron una nueva talla al escultor Fernando
Estévez. En 1830 fue bendecida esta imagen.

En 1559 el papa Clemente VIII nombra Patrona de Canarias
a la Virgen de Candelaria y el 12 de diciembre de 1867,
Pío IX la declara patrona principal del
archipiélago canario. El 13 de octubre de 1889 la imagen
es coronada canónicamente por el obispo de Tenerife, Don
Ramón Torrijos como la quinta imagen mariana de España.

La tradición que narra el hallazgo nos informa de
los acontecimientos donde la imagen fue llevada a la cueva del
Mencey Acaymo y que posteriormente los propios guanches la
trasladaron a la Cueva de Achbinico situada junto al mar, siendo
este su primer santuario.

1.-CONQUISTA Y PROCESO
COLONIAL

Con la entrada de los
españoles en la ciudad de Cuzco en 1534, concluyó
la conquista militar del Perú, llevada a cabo por
Francisco Pizarro, y dio comienzo el desarrollo del
asentamiento colonial en el área dominada hasta ese
momento por el Imperio inca o Tahuantinsuyo que, a partir de
1542, entró a formar parte del virreinato de la Nueva
Castilla, conocido más tarde como virreinato del
Perú, y que estableció su capital en Lima, fundada
en 1535. Su demarcación incluyó con el tiempo el
espacio comprendido entre Panamá y
Chile, de norte a sur, a excepción de la actual Venezuela, y,
hacia el este, hasta Argentina, con la excepción de
Brasil, que
pertenecía al dominio
portugués. El periodo transcurrido desde 1534 hasta 1544
estuvo presidido por los enfrentamientos entre los partidarios de
Francisco Pizarro y Diego de Almagro, los dos socios que se
habían unido en 1524, junto a Hernando de Luque, para
llevar a cabo una expedición en busca de las tierras del
Virú o Birú (Perú), de las que llegaban
noticias que
hablaban de la existencia de grandes riquezas. El nombramiento de
Pizarro como primer gobernador y el desigual reparto de los
beneficios en la concesión de tierras y títulos
entre ambos socios fue una fuente permanente de luchas, conocidas
como ‘guerras
civiles’, que continuaron tras la ejecución de
Almagro, derrotado en la batalla de las Salinas en 1538, y la de
Pizarro, asesinado por los almagristas en 1541.

El reparto de las tierras y de los
indios llevado a cabo entre los conquistadores por el sistema de las
encomiendas, y la supresión legal de éstas con la
promulgación de las Leyes Nuevas en
1542, mantuvo abierto el enfrentamiento con el poder real,
representado por el segundo gobernador Cristóbal Vaca de
Castro y por el primer virrey Blasco Núñez Vela, el
cual murió en 1546, en lucha con los partidarios de la
encomienda, quienes se hallaban dirigidos por Gonzalo Pizarro,
que se consideraba heredero de su hermano Francisco. El
presidente de la audiencia de Lima y tercer gobernador Pedro de
La Gasca consiguió la pacificación del territorio
peruano, atrayendo al bando oficial a la mayor parte de los
insurrectos y apresando, en 1548, al hermano de Pizarro, en la
batalla de Xaquixahuana.

2.-PROCESO DE EVANGELIZACIÓN

Corrían los años de 1580 a 1590, tanto en
la península ibérica como en las nuevas tierras
descubiertas del nuevo mundo. En Europa la
descontrolada ambición del poder del estado
totalitario y en América
la desesperada codicia de los conquistadores por el oro y la plata
especialmente del saqueado imperio de los Incas en el
Sur y los aztecas en el
Norte. Dentro de ese contexto los jerarcas Ibéricos
debían lograr el sometimiento de los pueblos Invadidos, ya
sea por el terror o por el miedo. Esta misión
responsabilizó a la Iglesia
Católica, cuyos miembros debían conquistarlos por
medio de la conciencia.

La compañía de Jesús (Jesuitas),
fundados por San Ignacio de Loyola, se encargó de la
evangelización y la labor misional de los dominios
españoles, por orden expresa de los Reyes de España
y del Papa Gregorio XIII. Desde 1556, estos religiosos empezaron
a reemplazar los ídolos y deidades de la América,
por imágenes
de Cristo, la virgen
María, Santos Ángeles y
una gran variedad de enceres religiosos, y es justamente en el
año de 1580, que la imagen de la Candelaria es
traída de España, vía buenos Aires
(periodo del cimentador Juan de Caray), su cuna de
fabricación posiblemente sería Sevilla o
Cádiz, pues los materiales
utilizados en su fabricación son españoles de
aquella época, a partir de la fecha, la actual imagen de
la virgen llegó a la comarca de Phunuy cucho
(rincón de descanso para abrevar). Y en efecto, al pie del
cerrito de Huajsapata existían varios manantiales de
agua y el
lugar era abrigado.

El presbiterio Grancisco Valdivia Raygada, encargado de
evangelizar la Meseta del Collao hizo levantar la primera capilla
en el lugar donde se encuentra el actual santuario de la Virgen
de la Candelaria, para cobijar esta Santa Imagen. Al respecto
existían una cita del historiador R.P. Vargas Ugarte
"Desde el 2 de febrero de 1583 en que sentó sus reales en
el pueblo la Virgen de la Candelaria, comenzó la
conversión definitiva de todo el Collao y la fama de sus
milagros hizo que la influencia se extendiera a las "comarcas
más distantes".

LA NUEVA RELIGIOSIDAD POPULAR:

La evangelización dio lugar a una nueva forma de
religiosidad cristiana, que se enriqueció tanto con los
elementos provenientes de España, como de los elementos
religiosos ya presentes en la sensibilidad hacia lo sagrado del
indígena del Nuevo Mundo. Estos elementos fueron
fecundados por la religión cristiana,
dando lugar a manifestaciones inculturadas nuevas de
devoción cristiana. La religión católica,
asumida por los pueblos indígenas, dentro del proceso de
formación de la identidad
latinoamericana, mestiza en su esencia, ha producido una
multiplicidad de expresiones y formas que responden a la cultura de un
pueblo. Esto se expresa en signos, gestos
concretos, acciones cotidianas. Las devociones populares que han
surgido en América
Latina no son otra cosa que plasmaciones concretas e
inculturadas de los misterios de la fe cristiana, efectuadas a
cabo públicamente en las celebraciones, procesiones,
santuarios, etc.

El Documento de Puebla señala como elementos
positivos de esta piedad popular propia de América Latina,
y que desde sus orígenes se ha prolongado hasta nuestros
días, «la presencia trinitaria que se percibe en
devociones y en iconografías, el sentido de la Providencia
de Dios Padre; Cristo, celebrado en su misterio de
Encarnación (Navidad, el
Niño), en su Crucifixión, en la Eucaristía y
en la devoción al Sagrado Corazón;
amor a
María: Ella y "sus misterios pertenecen a la identidad
propia de estos pueblos y caracterizan su piedad popular" (Juan
Pablo II, Homilía Zapopán 2 AAS LXXI p. 228)
— venerada como Madre Inmaculada de Dios y de los hombres,
como Reina de nuestros distintos países y del continente
entero; los santos, como protectores; los difuntos; la conciencia
de dignidad
personal y de
fraternidad solidaria; la conciencia de pecado y de necesidad de
expiación; la capacidad de expresar la fe en un lenguaje total
que supera los racionalismos (canto, imágenes, gesto,
color, danza); la fe
situada en el tiempo (fiestas) y en lugares (santuarios y
templos); la sensibilidad hacia la peregrinación como
símbolo de la existencia humana y cristiana, el respeto filial a
los pastores como representantes de Dios; la capacidad de
celebrar la fe en forma expresiva y comunitaria; la integración honda de los sacramentos y
sacramentales en la vida personal y social; el afecto
cálido por la persona del Santo
Padre; la capacidad de sufrimiento y heroísmo para
sobrellevar las pruebas y
confesar la fe; el valor de la
oración; la aceptación de los demás»
(Puebla 454).

Definitivamente, desde los tiempos de los rituales
paganos primitivos, se puede constatar un cambio
sustancial. La presencia evangelizadora de la Iglesia
significó una transformación profunda en la
mentalidad y la cultura del indígena, ahora convertido a
la religión cristiana. Víctor Andrés
Belaúnde, en su obra Peruanidad, describe de esta manera
el cambio operado: «La vida cotidiana en la aldea
indígena como en la ciudad española, está
marcada por la liturgia. La misa matinal y la plegaria vespertina
enmarcan el día aldeano. El ciclo antiguo en fechas
discontinuas de fiestas campestres, en la amplitud
panteísta del agro, ha sido reemplazado por la
hebdomadaria celebración familiar en la iglesia, casa de
Dios Padre, del día del Señor. La fiesta campesina
y telúrica ha cedido el paso a la procesión con
imágenes que salen del templo, que recorren las calles y a
veces los caminos, y regresan en el esplendor del
crepúsculo al repique triunfal de las campanas.

La música
pentatónica de flautas y de quenas, con sus dejos tristes,
ha sido sustituida por las armonías religiosas que el
indio ha asimilado y que acompaña con violines, arpas y
trompetas. Las ofrendas
toscamente materiales de alimentos y de
objetos de uso han sido reemplazadas por las flores, por los
cirios y los exvotos de oro y plata. La materia se
espiritualiza por el brillo de la llama y la espiral del
incienso. Este proceso de intensa desmaterialización se
refleja en el adorno de los
altares, en el esplendor de las ceremonias del culto, en el ritmo
de las oraciones, y sobre todo, en el abandono filial y en la
sensación de confianza, de divino consuelo que ha
eliminado el temor y la propiciación mecánica y mágica de los pueblos
primitivos».

De hecho, tanto la cultura como el paisaje en que ella
se expresa son de hecho cristianos. No es infrecuente localizar
tanto en las grandes ciudades como en los poblados más
pequeños imágenes, santuarios, ermitas a los que
acuden los fieles para rezar. Las festividades y solemnidades
locales son ocasión para celebrar, y constituyen momentos
cumbres que dan vida a la rutina cotidiana. Todos contribuyen de
alguna manera con los festejos de la fiesta patronal, dando lugar
a manifestaciones coloridas de religiosidad popular. Si bien es
cierto, como recuerda el Documento de Puebla, que muchas de estas
expresiones requieren ser purificadas para estar plenamente de
acuerdo con la fe cristiana, no por ello dejan de ser
auténticas y llenas de un sentimiento sagrado que
manifiestan el hambre de Dios que anida en los corazones de los
hombres de América Latina.

  LA PIEDAD MARIANA: LOS SANTUARIOS DE COPACABANA Y
COCHARCAS

Algunas informaciones aún no contrastadas
permiten plantear la hipótesis de que algún momento de
nuestra historia, tal
vez en el siglo que se inicia el año de 1600, la iglesia
Católica ejecutó un bien pensado programa de
promoción al culto a la Virgen
María, a tono con lo concilios ecuménicos. Una de
las acciones de esta tarea promotora podría haber sido la
entronización de la Virgen de la Candelaria en el
Virreynato del Perú, en distintos lugares, entre ellos
PUNO, Chapi, Copacabana, Oruro.

Son muchas las devociones y santuarios que vemos surgir
a la sombra de la obra evangelizadora, tanto al Señor
Jesús como a la Virgen María, así como en
las advocaciones de los santos. El culto mariano es uno de los
mejores frutos que da el esfuerzo realizado por los misioneros.
Se hace sentir la presencia maternal de María en estos
pueblos, sobre todo a partir de su aparición en el cerro
del Tepeyac (México),
bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe.
Allí se le apareció a Juan Diego, un indio del
lugar, en medio de una resplandeciente nube. La Virgen
dejó impresa una imagen de sí en la tilma o manto
de Juan Diego, la cual se venera aún en Ciudad de
México.

En el Perú abundan los santuarios marianos.
Prácticamente no hay región del país que no
tenga alguno. Quizá el más representativo sea el
Cocharcas, que halla su correlato en el de Copacabana (Bolivia).
Éste se originó de la siguiente manera. El indio
Titu Yupanqui había decidido fundar una cofradía
bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria, para lo
cual él mismo labraría la imagen mariana. Fue a
Potosí para aprender escultura y pintura.
Cuando se trasladó en compañía de D. Alonso
Viracocha, gobernador de los hanansayas a Chuquisaca para obtener
del Obispo la autorización para darle culto a la imagen,
éste no se la dio, considerando que la imagen no
tenía las condiciones dignas y adecuadas como para recibir
culto. Yupanqui, sin embargo, persistió en su intento, y
dándole algunos retoques a la imagen, se dirigió a
La Paz, donde, al servicio de un
maestro retablista español,
logró que éste estofase y decorase la imagen.
Durante las noches ambos se dedicaban a embellecer
progresivamente la imagen de la Virgen.

No sin posteriores contrariedades y dificultades, y con
la ayuda del párroco de Copacabana, el franciscano Antonio
Montoro, y del corregidor de Omasuyos, Jerónimo
Marañón, decidieron traer la imagen, la cual
llegó a su destino el 2 de febrero de 1583. Al amanecer de
ese día, la bendita imagen de María apareció
en los cerros de Huacuyo, como un sol que viniera a iluminar ese
rincón inhóspito del Alto Perú.
Sebastián Quimichi, otro indígena, llevó la
devoción de Copacabana a la provincia de Andahuaylas en el
Perú, donde en el santuario de Cocharcas se guarda una
réplica de la virgen del santuario boliviano.

«Los santuarios de Copacabana y su réplica
en Cocharcas representan para el Perú y Bolivia lo que el
de Guadalupe para México, teniendo la reveladora semejanza
de su origen indígena. Son la fe y el entusiasmo de los
autóctonos los que han creado esta modalidad del culto
mariano, y, como al mismo tiempo, la forma mariana de la
religiosidad se conservó e intensificó por lo que
se refiere a los españoles y mestizos en las ciudades y
villas hispánicas, puede decirse que el culto mariano fue
la expresión de la vinculación de las razas y la
manifestación de la conciencia religiosa del Virreinato
junto con el culto del Cuerpo de Cristo. La unidad de
religión, la misteriosa y hondamente afectiva
filiación producida por la común maternidad,
creó una vinculación definitiva entre el
español, el mestizo y el indio.

Esta vinculación fue mucho más intensa que
la exterior y coactiva, resultante de la comunidad de
gobierno. […]
El culto de la Eucaristía reemplazó el culto solar.
La devoción a María surge en la tierra
americana con la modalidad típica de santuarios
autóctonos. Las iglesias han sustituido a las huacas. La
liturgia católica se ha apoderado del alma
indígena, desplazando totalmente a los ritos
hieráticos y fríos, poniendo en el alma
indígena la seguridad de una
nueva fe, la luz de una nueva
esperanza y el fuego de un nuevo amor» (Víctor
Andrés Belaúnde).

ORIGEN E HISTORIA DE LA VIRGEN DE LA
CANDELARIA

1.-ISLAS CANARIAS

Sin duda, el culto extraordinario que se practica en
honor a la "Virgen de la Candelaria" en buena parte de occidente,
e impulsó con fuerza desde
las Islas canarias – justamente patrona de las islas -, que por
siglos fue el paso obligado de las naves que partían de la
península ibérica con destino a América. Ese
culto fervoroso a la Virgen María se manifiesta entre oros
hechos en el bautizo como "Candelaria" a un importante y muy
poblado municipio. Al respecto, nuestras informaciones nos
permiten saber que en 1450 la imagen de la Virgen de la
Candelaria apareció en una cueva de la hoy Villa de la
Candelaria, imagen que después de un rico e
increíble historial de peripecias domina hoy el santuario
de la Basílica del mismo nombre.

Allí aparece la virgen llevando al niño
Jesús recostado en su brazo derecho (lo cual es un caso
singular) y en la mano izquierda una vela, es decir la candela,
el fuego, el calor, la luz
en lucha contra las tinieblas.

A esa Basílica llegaron cientos o quizás
miles de navegantes de paso a América, quienes
recibían el encargo de llevar la imagen multiplicada de la
Virgen a los confines del mundo para convertir a los
descreídos. Es así como lo trajeron a
América, como uno de los elementos de la
evangelización.

Por todo ello es posible afirmar sin temor a
equívoco, que la devoción a la virgen de la
Candelaria en España y en América nació en
las Islas Canarias "se popularizó especialmente entre los
marineros que la tomaron como abogada y la izaron al lado de los
timones, en las procelosas travesías hacia América.
(Guillermo Vásquez Cuentas)

SOBRE LA APARICIÓN:

Según la leyenda relatada por Fray Alonso de
Espinosa, iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las
cuevas cuando notaron que el ganado se remolinaba y no
quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la
desembocadura del Barranco de Chimisay y vieron sobre una
peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen la cual
creyeron estar animada. Como estaba prohibido a los hombres
hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron
señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado.
Pero al querer ejecutar la acción,
el brazo se le quedó yerto y sin movimiento. El
otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en vez
quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores
a Chinguaro, a la cueva-palacio del mencey Acaymo, para referirle
lo acontecido. El mencey fue a ver con sus consejeros. Ella nada
respondía pero nadie se atrevía a tocarla. El
mencey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya
heridos quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al
contacto con la imagen, quedaron sanados. El mencey
comprendió que aquella mujer con el
niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey
entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un
trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así
que en lugar de la aparición hay hoy día una gran
cruz y en el lugar donde el mencey pidió socorro, un
santuario a Nra. Señora del Socorro.

La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey hoy
convertida en capilla. Más tarde un joven llamado Antón,
que había sido tomado como esclavo por los castellanos y
había logrado escapar y regresar a su isla,
reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María.
Él, habiendo sido bautizado le relató al mencey y a
su corte la fe cristiana que él sostenía.
Así llegaron a conocer a la Virgen María como "La
Madre del sustentador del cielo y tierra"
(Guanche: Axmayex Guayaxerach Achoron Achaman o Chaxiraxi) y la
trasladaron a la Cueva de Achbinico para veneración
pública.

EXPLICACIÓN

Ya desde antes de la conquista, el archipiélago
Canario era visitado por europeos en expediciones de
reconocimiento o en razias de esclavos, pero también eran
visitadas por religiosos que pretendían llevar a cabo una
labor evangelizadora antes de que se produjera la conquista y
anexión política de las
islas; de este modo en el siglo XIV se formó un obispado
en Telde, Gran Canaria. La imagen de la Virgen de Candelaria
sería llevada a Tenerife por frailes mallorquines, los
cuales probablemente se habrían establecido por un tiempo
en la isla introduciendo elementos de la religión
cristiana entre los guanches, produciéndose un sincretismo
religioso. La Vírgen de Candelaria quizás hubiera
sido identificada con el sol, Magec,
deidad femenina para los aborígenes canarios.

LA VIRGEN DE CANDELARIA TRAS LA CONQUISTA:

La imagen fue robada por los españoles pero
devuelta tras una peste que ellos atribuyeron al robo
sacrílego. Más tarde, cuando los españoles
conquistaron la isla, la devoción ya estaba allí
arraigada. En 1526 se edificó el santuario por los muchos
prodigios que Dios obraba por Nuestra Señora de la
Candelaria.

De las Islas Canarias la devoción se
propagó a América. Hernán Cortés
llevaba al cuello una medalla de esta imagen. En 1826 la imagen
se perdió víctima de una
inundación.

Fue declarada Patrona Principal del Archipiélago
canario por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos el
día 12 de diciembre de 1867. Fue coronada
canónicamente el 13 de octubre de 1889.

2.-OTROS MITOS Y
LEYENDAS SOBRE
LA VIRGEN

EN PERÚ:

Doce mil hombres se apostaron en las alturas de la villa
de Puno, cercándola,. Los sitiadores eran liderados por el
caudillo aymara Túpac Catari, junto con el rebelde Pedro
Vilcapaza, de Azángaro, continuador de la lucha de
Túpac Amaru. Eran los primeros meses de 1781 y los
rebeldes intentaron tomar la ciudad para reducir este
bastión del virreinato y preparar su ataque a la actual
ciudad del La Paz. El reducido número de pobladores
observaba cómo bajaban las huestes desde Huajsapata, Yurac
Orqo y Orcapata, en las afueras de la villa. En las
pequeñas escaramuzas los habitantes de la villa
puneña se defendieron con el mayor coraje posible, pero su
inferioridad numérica no les daba mayor chance en la
contienda. En su desesperada situación, los pobladores
optaron por sacar a la virgen, cuya imagen se veneraba en la
iglesia de San Juan, en procesión. Tras implorarle su
protección durante toda la noche, los pobladores
observaron, atónitos, cómo los enardecidos
sitiadores abandonaron el lugar.

 La anterior, es la historia que más ha
trascendido en la tradición popular. La misma que fue
rescatada por el estudioso Enrique Cuentas Ormachea en su
libro
"Presencia de Puno en la Cultura Popular". Sin embargo, hay otras
historias. Las tradiciones dicen, también, que en aquella
misma ocasión, durante la procesión matinal, las
andas de la virgen empezaron a brillar con gran intensidad,
encegueciendo a los sitiadores y al mismo tiempo éstos
fueron víctima de un terrible espejismo: un enorme
ejército a caballo llenaba la ciudad y sus armas brillaban
también intensamente. Ante esa visión, las tropas
de Tupác Catari se replegaron. Al mismo tiempo se dice que
en las afueras de la mina de Laikakota, en 1675, el
español don José Salcedo mandó derribar las
casas de los mineros que se encontraban en las bocaminas. Pero
dicha orden no se pudo cumplir: los mineros vieron a una virgen
envuelta en llamas ("candela" en el giro popular) luchando contra
el demonio. La visión de este milagro desanimó a
Salcedo y desde entonces nació el culto y el nombre de la
milagrosa virgen. Como apreciamos, durante toda la festividad
Puno se rinde y se transforma, la ciudad sitiada por
imágenes divinas que finalmente son una
representación de nuestro propio cielo e infierno, una
inolvidable expresión de color y fe, un motivo más
para sentirnos orgullosos de las maravillas que nos reserva
nuestra cultura popular.

Otras leyendas quieren relacionar a la imagen de la
Virgen con la vida de los mineros. Hay que recordar que en sus
orígenes Puno era principalmente un asentamiento minero
con las minas de Laykakota y la fundición de plata de los
hermanos Salcedo en San Luis de Alba ubicadas
en las faldas Oeste del Cerro Cancharani, también recordar
que, en época de la Colonia, del Cerro Azoguini se
extraía en gran cantidad el precioso mercurio quien dio su
nombre al cerro (el antiguo nombre del mercurio era
"azogue").

En esas leyendas también la imagen de la Virgen
aparece milagrosamente en Puno, tal es el caso de lo que cuenta
Dionisio Quispe donde "la Virgen con el rostro de una
Señora elegante serenísima y con un niño en
los brazo" apareció en el siglo XVII a un nativo de la
zona quien por orden de su amo cuidaba un pequeño
caserío ubicado a las riberas de un riachuelo en las
faldas del Cerrito Huajasapata. En esos tiempos los
españoles sancionaban drásticamente a los nativos
que no cumplían con sus trabajos en las minas, así
que el hombre se
encontraba entre el dilema de obedecer a su amo cuidando el
terreno o de obtemperar a las ordenes de los Españoles. La
Virgen le pidió el permiso de poder lavar las ropas de su
hijo en el rio a cambio de cuidarle el predio hasta su regreso.
Cuando regresó con su amo, quien no creía en esta
historia, encontraron "el busto de la Virgen, toda vestida de
blanco, con un niño en los brazos y sus ropitas aún
mojadas".

EN BOLIVIA:

El Carnaval de Oruro es una gran celebración
popular celebrada cada año en la ciudad boliviana de
Oruro, y una de las más grandes manifestaciones de
arte popular y
cultura tradicional andina. El año 2001 la UNESCO
declaró al carnaval como "Obra Maestra del Patrimonio
Oral e Intangible de la Humanidad".

La celebración se realiza en la ciudad de Oruro,
la cual es considerada la capital folklórica de Bolivia.
Esta celebración coincide con el festival Ito para los
indígenas Uru. Utilizando trajes propios de las culturas
andinas, la fiesta se centra en celebrar a la Pachamama, aunque
por influencia de la Iglesia Católica el objeto de culto
fue transformado en la Virgen del Socavón, propia del
sincretismo cristiano. Por ordenes del gobierno colonial
español de Lima, las celebraciones fueron prohibidas a lo
largo del siglo XVII, aunque se mantuvieron y revivieron por
parte de los pueblos originarios bajo los rituales
católicos de la Fiesta de la Candelaria (o
purificación de la Virgen). Los íconos cristianos
remplazaron así a las deidades nativas, con el cambio de
los santos por los elementos menores de la cosmología
inca.

La tradición señala que en 1789
apareció milagrosamente una imagen de la Virgen en el
socavón de la más rica mina de plata de Oruro, y
desde esa fecha la celebración se centró en el
culto a la Virgen del Socavón (también conocida
como "Virgen de la Candelaria"). En la actualidad, las más
importantes celebraciones se centran en el Santuario del
Socavón.

La fiesta se lleva a cabo durante diez días y
noches, durante los cuales cincuenta grupos de
diabladas recorren la ciudad por una ruta que tiene una
extensión de cuatro kilómetros, acompañados
de bandas musicales y gran cantidad de celebrantes. La principal
de estas danzas es la diablada, aunque también destacan
los caporales, la morenada, los Suri-Sicuris, la llamerada, la
kullawada, los Waca-Waca, Pujllay, Tinku, entre otros.

COMPARACIÓN CON BOLIVIA:

En Bolivia, así como en el Perú, el culto
a la Virgen de la Candelaria se propagó en muchos puntos
de sus espacios nacionales. En el vecino país hermano,
bastaría transcribir el siguiente párrafo
de un folleto de la Casa de Folklore de
Bolivia:

"…. Así es Oruro, añeja y de repente
nueva, silenciosa y bullanguera, febril de alma, religiosa y
profunda… tiene como herencia de su
raza de fortaleza, su religión, su fe, su
tradición, su costumbre, su inigualable carnaval en honor
a la Virgen de la Candelaria, para el orureño, la Virgen
Morena "Mamita de Socavón".

"La Festividad de la Virgen de la Candelaria – Puno,
Perú, se origina en las ancestrales invocaciones andinas a
la Pachamama (madre tierra) al tío supay (diablo) de los
parajes mineros y a la Virgen de la Candelaria"… "y motiva uno
de los más grandes acontecimientos de expresión
folklórica en América".

También respecto a Bolivia, puede afirmarse que
la Virgen de Copacabana, que cuenta con millones de leales
devotos, es también la Virgen de la Candelaria. Para
probarlo, basta que cualquiera de nuestros lectores interesados
examine el grabado que aparece en la parte inferior de la gran
puerta principal de madera de
templo de esa ciudad. En ese grabado se advierte la imagen de la
Virgen de la Candelaria (así nombrada expresamente en
letra alto relieve),
llegando sobre una balsa de totora a la playa de Copacabana,
rodeada de un buen número de indígenas que
acompañan a los religiosos que participan el suceso.
¿De dónde venía esa imagen? Solo
podía del otro extremo del inmenso Lago, es decir de
PUNO.

3.-EXPANSIÓN Y CULTO, DEVOCIÓN Y
MILAGROS

LOS ORÍGENES REMOTOS:

Mucho antes del nacimiento de Jesús de Nazareth,
las leyes de Moisés eran parte fundamental del
ordenamiento jurídico de la sociedad
hebrea.

En ese tiempo, entre las más aplicadas
disposiciones mosaicas estaba aquella en la que se
establecía que cuando una mujer había tenido un
niño varón, debía considerarse impura
durante siete días u obligada en consecuencia a obtener su
purificación. Esta situación se obtenía
concurriendo al templo, pero sólo después de 33
días de cumplidos los primeros siete, es decir a los 40
días de producido el nacimiento. Para tal efecto estaba
obligada además de llevar un holocausto, si
era pobre, "un par de tórtolas o dos pichones". Hecha la
ofrenda, el sacerdote rezaba una oración por la mujer y
así ésta quedaba purificada.

La Iglesia Católica ha celebrado desde antiguo la
purificación de la Virgen María el 2 de febrero, es
decir a los 40 días (según antiguo calendario
romano) del nacimiento de Jesús, que dicho sea de paso,
coincidió con la celebración de la
Epifanía.

En los primeros tiempos del cristianismo,
específicamente en la primera mitad del siglo IV, la
"fiesta de la purificación de la Virgen María o
Fiesta de la Candelaria", era celebrada por la iglesia de
Jerusalén con una procesión hacia la
Basílica de la Resurrección de Constantino. De
allí se propagó por todo el orbe católico y
se mantuvo a través de los siglos en los pueblos
católicos de occidente, con una singular constante:
procesiones con luces (candelas, velas) previamente bendecidas.
Por su parte, los católicos ortodoxos o de oriente,
celebraban en igual fecha la purificación de la Virgen
María con la denominación de "Virgen de las
Lumbres" equivalente a la Virgen de la Candelaria, "que viene de
las candelas o velas que fue práctica bendecir y llevar
encendidas en esa festividad.

En La edad media,
tanto en algunos lugares de Italia como
"entre los carmelitas y otras órdenes religiosas creadas
bajo la advocación de María Santísima, se
celebra la Candelaria con Octava".

DEVOCIÓN

Devoción en las Islas Canarias

Como patrona general del archipiélago, la Virgen
de Candelaria (nombre empleado para referirse a la imagen por
encontrarse en el municipio homónimo), tiene un papel
especial en las celebraciones religiosas de las Canarias,
España. Como la talla original desapareció, en el
Siglo XIX se creó una réplica que se encuentra
actualmente en la Basílica de Candelaria, en Tenerife. El
autor de la misma fue Fernando Estévez. El 2 de febrero se
celebra universalmente la Fiesta de la purificación de la
Virgen, si bien en Canarias la festividad de Candelaria se
celebra en verano, el 15 de agosto, por ser ésta una fecha
vinculada a antiguas festividades de los aborígenes
canarios (guanches).

Devoción en el Perú

La Virgen de la Candelaria, la Mamacha Candelaria,
Mamita Canticha, MamáCandi, entre otros nombres populares,
es la patrona de la ciudad de Puno, Perú. Está
asociada a la Pachamama (culto a la tierra), el lago Titicaca,
las minas y el trueno; además de simbolizar, la pureza y
la fertilidad. En ella convergen también las esperanzas de
los desvalidos y la tenaz fe de los creyentes.

La celebración de la Virgen de la Candelaria de
Puno es una celebración dura 18 días y se presentan
más de 200 danzas, en estos días se juntan hombres
y mujeres, ancianos, jóvenes y niños
que no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole
así los beneficios y milagros que les permiten seguir
viviendo. En esta fiesta sin igual, la ciudad entera se une en
regocijo y en una mar de color, mística y danza, ante un
mudo testigo principal como son las frías y tranquilas
aguas del majestuoso Lago Titicaca.

Se inicia la Fiesta de la "Mamacha Candelaria" el 24 de
enero y culmina el 18 de febrero como preludio del Carnaval. En
ese lapso se congregan en el lugar, y entregadas en absoluta
devoción a la Virgen, unas setenta bandas musicales,
algunas compuestas hasta por 300 personas, entre músicos y
bailarines.

Los integrantes de estas bandas no bailan ni tocan todo
el jubileo, sino que se relevan constantemente ayudando a que la
música, la veneración y la celebración
continúen sin que nada ni nadie pueda
detenerla.

En los primeros días, los danzarines ensayan lo
que será su paso por las calles en corzos
pletóricos de alegorías, para estar a punto cuando
se dé su participación en el Concurso de Danzas
Folklóricas. A toda hora se escuchan por algunas arterias
de la ciudad los más variados ritmos de la región,
interpretados por artistas que, acompañados de unas
cervezas, empiezan ya a circular como prólogo al jolgorio
que en breve se desatará.

A las tres de la mañana del primero de febrero,
el Alferado -organizador y responsable monetario de la
festividad- sube a la cima del cerro Azoguini en los alrededores
de la ciudad, acompañado de unos cuantos músicos y
de sus invitados, dando comienzo así al rito a la Virgen,
ofreciendo licores, rezos e incluso detonando bombardas por todo
lo alto, haciendo vibrar al expectante pueblo
puneño.

Grupos ataviados con disfraces dirigiéndose al
centro de la ciudad para participar en las festividades
multicolores atuendos mostrados a través de la danza de
"La Morenada"

Al despuntar el alba, "La Pandilla" – como se denomina a
quienes realizan la ceremonia en el cerro- desciende bailando
dirigiéndose hasta la iglesia San Juan Bautista, donde se
ubica el santuario de la Virgen, preparándose para las
misas que se realizarán al aparecer los primeros rayos del
sol. Por la tarde, en la Entrada de Cirios, el Alferado y la
Alferada, su esposa, salen de su hogar portando la imagen del
niño Jesús seguidos por las autoridades y allegados
en devota marcha hacia la iglesia de San Juan, llevando velas y
cirios encendidos.

La noche previa al día central, tienen lugar las
misas de vísperas para luego escuchar el tronar de los
fuegos artificiales que iluminan con su resplandor el cielo del
altiplano puneño, teniendo como fondo musical los
melodiosos acordes entonados por bandas de músicos. La
ocasión es propicia para que el Alferado agasaje a la
concurrencia con ponche, anisado y cerveza en la
entrada de la iglesia, hasta llegada la noche.

LA
FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA EN LA
ACTUALIDAD

Nuestra Señora de la Candelaria, fiesta popular
celebrada por los cristianos. Tiene lugar el 2 de febrero,
Día de la Candelaria, aunque en algunos lugares, como
Tlacotalpan, en Veracruz (México), Suaita (Colombia), Puno
(Perú) y Mata de Alcántara (España), se
extiende durante varios días generalmente por ser la
patrona del lugar. Los actos festivos varían en cada
pueblo y ciudad, pero en la Andalucía interior suelen
estar centradas en una o varias hogueras, con bailes, comida y
bebida alrededor. En esta zona, son destacables los pueblos de la
Sierra Sur sevillana, en especial Pedrera y Casariche, donde
más de 500 hogueras son encendidas en esta festividad con
una alta participación de todos los vecinos y gentes
venidas de fuera.

También se celebra en Canarias la Fiesta de la
Virgen de Candelaria Patrona de Canarias (aunque el 2 de febrero
con fiesta solo en Tenerife), el 15 de agosto como fiesta en toda
Canarias, además de como en el resto de España (que
se celebra el día de la Asunción de la
Virgen).

Otra reconocida celebración es la que se realiza
en la ciudad de Puno (Perú) y que se prolonga por casi 2
semanas. En ella participan una infinidad de danzarines que
representan diferentes danzas autóctonas de la
región. Uno de los investigadores de esta festividad
peruana fue José María Arguedas

También en la ciudad de Copiapó en el
norte de Chile se celebra a la Virgen de la Candelaria con bailes
religiosos, mucho fervor popular ya que en su día
más álgido llega a convocar a las de 150.000
personas en los alrededores del templo que se ubica en la salida
sur de la cuidad, esta celebración es la tercera fiesta
religiosa más grande de Chile después de La Tirana
y la fiesta de la virgen de Andcollo.

FIESTA DE LA CANDELARIA (PUNO)

Decreto ley

La Festividad de la Virgen de la Candelaria -que se
desarrolla en la ciudad de Puno la primera quincena del mes de
febrero- es la más grande e importante de nuestro
país y una de las tres más significativas de
Sudamérica (junto con el Carnaval de Rio de Janeiro en el
Brasil y el Carnaval de Oruro de Bolivia), por la cantidad de
símbolos y manifestaciones artístico
culturales propios de las culturas quechua, aymara y mestiza de
nuestro altiplano andino y por el volumen
impresionante de personas que participan directa e indirectamente
en su realización, lo que motivó que el gran
José María Arguedas calificara a Puno como "la otra
Capital del Perú" y fuera designada por Decreto Ley Nº 24325
como "Capital del Folklore Peruano" el 7 de noviembre de 1985.
Festividad que rinde homenaje a la milagrosa Virgen de la
Candelaria, patrona de la ciudad, y a la Pachamama o Madre
Tierra, ambas benefactoras de la población puneña

La festividad en honor a la Santísima Virgen de
la Candelaria, Patrona de la ciudad de Puno, se realiza en la
primera quincena del mes de febrero de cada
año.

Organización:

Federación Regional de Folklore y Cultura de
Puno, que convoca la presencia de más de 150 conjuntos,
entre "danzas nativas" que proceden de las comunidades y
parcialidades, distritos y provincias del interior del
departamento, y los conjuntos de danzas organizados en los
distintos barrios de la Ciudad de Puno, en su mayoría
denominados "danzas con trajes de luces", que compromete la
directa participación de 50 mil danzarines aproximadamente
y unos 15 mil músicos, sumando su participación
indirecta unas 25 mil personas más entre directivos,
alferados, bordadores, artesanos en la confección de
caretas, botas y zapatos, cascabeles, etc., y miembros y
allegados de danzarines de los diferentes conjuntos.

Esta Festividad se realiza de la siguiente manera:
Todos a ensayar:

Luego de haber recibido el año nuevo con bombos y
platillos, los puneños se alistan para danzar ensayando
todas las tardes y noches del mes de enero. Los integrantes de
cada conjunto se reúnen para ensayar y acordar las
condiciones en que irán vestidos y estar listos para el
Concurso de Danzas con Trajes de Luces, además de
prepararse para la Parada y Veneración a la Patrona de
Puno.

Igualmente, en las comunidades ribereñas y en las
parcialidades agrícolas y pecuarias de los distritos y
provincias más lejanas del departamento, al ritmo de
pinquillos, chaqallos, lawak’umus, sikus, bombos y
zampoñas, se alistan sus pobladores para participar en el
Gran Concurso de Danzas Autóctonas que se realiza el
día 02 de febrero de cada año, en el Estadio
"Enrique Torres Belón" de la ciudad de Puno.

En los últimos años se está
haciendo costumbre en los diferentes conjuntos, iniciar los
ensayos con
una Misa en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria
en el Santuario del mismo nombre, templo al que concurren los
integrantes de cada conjunto, y luego de haber saludado a la
Virgen con cohetes y bombardas y al compás de sus bandas,
se dirigen a sus barrios y locales de ensayo y
empiezan los ensayos.

Muchas veces las lluvias no son ningún
impedimento para acudir a los ensayos, porque cada
danzarín impone su fuerza, sus ganas, la alegría y
el ánimo, que son los componentes para continuar y seguir
marcando el paso al ritmo de la banda de músicos. Un
día antes de las albas de la Octava, los conjuntos se
alistan a recibir a la totalidad de las bandas de músicos
que los acompañarán en la festividad,
dándoles la bienvenida con mixtura, serpentinas, cohetes y
bombardas, acompañados de ponches y licores, para
posteriormente participar en el pasacalle (ensayo por las
principales calles de la ciudad).

Las novenas

Las novenas se realizan ocho días entes de la
Fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria, se inician cada 24
de enero y culminan el 31 del mismo mes, éstas se llevan a
cabo en el Santuario de la virgen, allí las celebraciones
eucarísticas son emotivas y llenas de fe. Los feligreses
acuden al templo para agradecer a la Virgen por las bondades
recibidas.

Asimismo, participan de estas ceremonias
litúrgicas los representantes de todas las instituciones
públicas y privadas, a los que se suman el común de
las gentes, quienes acuden al Santuario para recibir la
bendición de la Virgen María, confundiéndose
en derroche de fe y alegría a la Virgen, en las ceremonias
que se realizan en tres horarios, ocho de la mañana, doce
del medio día y siete de la noche.

Albas de fiesta

El primero de febrero de cada año, a partir de
las dos de la madrugada, los puneños despiertan por el
estallido de las bombardas y camaretazos que se oyen desde las
inmediaciones del cerro Azoguini porque son los alferados del
día jubilar, quienes saludan desde muy temprano a la
Virgencita de la Candelaria.

Desde lo alto del cerro, las melodías de las
bandas de músicos acompañan a los invitados, a
quienes agasajan con ponches calientes y licores. Posteriormente,
al salir el sol inician la caminata hacia el Santuario de nuestra
patrona, para celebrar la Misa de Albas a las seis de la
mañana, terminada la eucaristía, los alferados
invitan a los presentes a su domicilio para saborear los ricos
potajes de la región.

Entrada de cirios

Esta labor también está encomendada a los
alferados, pues desde su domicilio en horas de la tarde,
acompañados de autoridades e invitados se trasladan
nuevamente al templo de la Virgen portando cirios. Los alferados
necesariamente deben ser esposos, donde el varón lleva el
"guión" y la mujer lleva al niño en sus brazos, los
cirios más grandes y adornados son para las autoridades y
los pequeños para los acompañantes. Todos ellos van
impecablemente vestidos y acompañados de la banda de
músicos.

Entrada de k'apos

Por otro lado, los alferados de los conjuntos
ribereños o comunidades, en horas de la tarde realizan un
pasacalle por las principales calles de la ciudad, cargando en
llamas y burros la leña que posteriormente será
quemada en el Atrio del Santuario de la Virgen, quienes, al
compás de bombos y tambores pasean por las calles,
vistiendo para esta ocasión sus mejores atuendos tanto
varones como mujeres, siempre acompañados de tarqas y
pinquillos.

Vísperas

En la víspera de la fiesta, también se
realiza una misa en el Santuario de la Virgen, luego de esa
celebración, en el atrio del templo se queman fuegos
artificiales, las bandas de músicos invitan a la
celebración, allí se sirven ponches a los invitados
y amigos, toda esta labor está a cargo de los alferados de
la fiesta.

Día de fiesta: 2 de febrero

Es el día central de la Fiesta, la misma que se
inicia con una misa comunitaria a las diez de la mañana.
Se ofrece la Misa de Fiesta a cargo del Monseñor o
Párroco del Santuario, allí los devotos rinden
homenaje a la Virgen Morena.

Posteriormente se realiza la procesión por las
principales arterias de la ciudad, terminada ésta se
efectúa el cambio de alferados. Los feligreses
acompañan a la imagen de la Virgen de la Candelaria en su
recorrido, portando velas, y acompañados de una banda de
músicos.

Paralelamente a ello, el Estadio Enrique Torres
Belón de la ciudad de Puno, es escenario del Gran Concurso
de Danzas Autóctonas, donde participan un estimado de 70
conjuntos de los diferentes poblados, comunidades, distritos y
provincias del departamento, quienes también danzan a la
Patrona de Puno.

Conforme culmina su participación en el
Monumental Torres Belón, los conjuntos van saliendo rumbo
al Santuario de la Virgen para saludar a la Mamita Candelaria,
mostrando el colorido, gracia y alegría de sus danzas
entre la multitud, quienes admiran la belleza de sus trajes y su
danza.

Es precisamente ese día que concursan en el
Estadio Enrique Torres Belón, apreciándose un
espectáculo sin comparación alguna, ya que se
aprecia gran variedad de danzas propias y auténticas. Es
necesario puntualizar que, si el día de la Virgen no cae
en domingo, entonces la fiesta se traslada al día domingo
anterior al día central de la festividad.

Los visitantes, nacionales y extranjeros se regocijan
con este derroche de colorido y variedad, admirando la belleza de
sus trajes y deleitándose con la música y la danza
de nuestra tierra.

Octava

La octava de la Festividad de la Virgen de la Candelaria
se inicia a los siete días después del día
central. Se realiza igualmente una misa de Albas, entrada de
cirios y misa de vísperas, posteriormente se queman
castillos, fuegos artificiales, y las bandas de los diferentes
conjuntos así como las diferentes agrupaciones de sicuris
participan de esta actividad.

La octava propiamente dicha se realiza siempre un
domingo, cuyo acto principal es la Santa Misa, acto
litúrgico de reflexión cristiana para todos los
puneños. La procesión, se inicia a las dos de la
tarde recorriendo las principales calles de la ciudad, estas
actividades están a cargo de los alferados de la octava,
acompañados por los devotos e integrantes de los
conjuntos.

Paralelamente a este acto los conjuntos participantes
del Concurso de Trajes de Luces hacen su participación en
el Estadio "Enrique Torres Belón", donde se desborda el
colorido de los trajes y las espectaculares máscaras,
todos los conjuntos muestran coreografías alusivas a la
Virgen de la Candelaria, algunos de ellos forman figuras de
candelabros, floreros, estrellas o siglas alusivas a Puno.
Allí también se aprecia la grandiosidad de las
bandas, que generalmente son más de cien músicos en
cada conjunto, y en algunos casos son tres y hasta cuatro
bandas.
Veneración

El día anterior a la Veneración el pueblo
coge y asegura lugares para presenciar la Gran Parada que se
realiza en honor a la Virgen de la Candelaria. El día
lunes, directivos de la Federación Regional de Folklore y
Cultura de Puno, autoridades eclesiásticas, civiles,
militares y políticas
se congregan en el Atrio del Santuario, al mismo tiempo, el
pueblo se vuelca a las calles para apreciar el paso de los
conjuntos que danzan al compás de las bandas danzas
importadas de Oruro, las diabladas, reyes morenos, reyes
caporales, morenadas, caporales, wacawacas, sicuris, doctorcitos,
kullahuadas, llameradas, tinkus, entre otros que engalanan la
Veneración.

El recorrido de los conjuntos se inicia en la esquina de
la Avenida El Sol con el Jr. Lampa, avanzando poco a poco hacia
el Atrio del Santuario, al llegar al Santuario, saludan a la
Imagen Morena y reciben su bendición, que también
está presente en ese momento, donde los bailarines piden
sus deseos y agradecen por los ya recibidos, luego
continúan su recorrido pasando por la Plaza de Armas hasta
llegar al Jr. Branden (Laykakota) donde finaliza el largo
recorrido.

Cacharpari

Al día siguiente de la veneración comienza
el Cacharpari que consiste en realizar una misa de despedida en
el Santuario de la Virgen de la Candelaria, para posteriormente
concurrir al local institucional y luego beber, bailar y adquirir
compromisos para el próximo año. Por la tarde salen
danzando por las calles hacia el tradicional Arco Deustua, donde
se confunden en una gran confraternidad, para luego retornar a
sus locales institucionales después de disfrutar de la
inmensidad de la fiesta; así finaliza la gran fiesta
popular y religiosa, hasta el próximo
año.

Como son numerosos los conjuntos, el Cacharpari se
prolonga por 8 a 10 días, y a veces coincide con el
domingo de carnaval, continuando la fiesta por 20 días
más. El Cacharpari quiere decir que el conjunto no
volverá a reunirse sino en el año siguiente en que
reanudará sus afanes para volver a danzar con su mejor
homenaje a la Virgen.

Santuario de la Santísima Virgen de la Candelaria
"San Juan Bautista"

La imagen de la Virgen de la Candelaria registra su
presencia desde el año 1580, en la Meseta del Collao.
Habían pasado raudamente embrujadores crepúsculos
diáfanos y prometedores celajes de limpias auroras,
acariciando la CAPILLA que cobijaba la sacrosanta Imagen de la
Virgen de la Candelaria, ubicado en el lugar actual, donde se
encuentra el Santuario de la Virgen de la Candelaria de
Puno.

Empezaba así su inexorable carrera de catequesis
en el año de 1562, fecha en que oficialmente, se cumple la
FUNDACIÓN DE LA PARROQUIA "SAN JUAN BAUTISTA" de Puno, en
cumplimiento de la ORDENANZA PRELATURAL del OBISPO DE LA PAZ, y
se desmembra de la Parroquia de Paucarcolla, de la que
dependía administrativa y parroquialmente. Hecho que el
mismo año fue puesto en conocimiento
del Virrey GARCÍA SARMIENTO DE SOTOMAYOR, CONDE DE
SALVATIERRA, del Virreynato del Perú.

Es laudable reconocer la titánica tarea de
evangelización que realizaron los misioneros Jesuitas y
Dominicos, a culturas politeístas con profundos arraigos,
dentro de la belleza incomparable del Lago

Sagrado de los Incas y de su entorno, lleno de
atractivos naturales, testigos elocuentes de civilizaciones
Kollas, Lupacas, Tiawanacos e Incas, que crecieron arrulladas por
la brisa de sus aguas.

El trajín del gentío comenzaba a darle
vida a los adormitados parajes de la "Villa de San Carlos de
Borromeo" de Puno y la Parroquia "San Juan Bautista", ya
instituido como Iglesia de la feligresía, registra en el
LIBRO de BAUTIZOS Y DEFUNCIONES DE ESPAÑOLES RESIDENTES en
esas tierras, el PRIMER BAUTISMO de FRANCISCO DE LA TORRE DE
ESCARCENA (española), el día 8 de abril de 1675,
hijo de Don Miguel de la Torre y Doña Isabel de Escarcena.
Apadrinaron este fausto acontecimiento Don Francisco Manuel de la
Torre y esposa. El celebrante fue el Rvdo. Padre Silvestre
Valdez.

Posteriormente, antes de la llegada de los FERROCARRILES
a Puno (1873), la infraestructura del templo era muy parecida a
lo que es actualmente. Años más tarde sufre un
voraz incendio, merced a un petardo o al fuego descuidado de la
quema de los "Khapus", consumiéndose todo el techo de paja
de ichu y totora, dañando seriamente el conjunto
infraestructural.

Ya para el año de 1887, el templo se encontraba
totalmente reconstruido, casi tal como se aprecia actualmente. En
1988, en el Día de la Fiesta de la Presentación de
Jesús en el Templo, el Excelentísimo
Monseñor Jesús Mateo Calderón Barrueto,
Obispo de la Diócesis de Puno, se dignó, ELEVAR
este Templo Parroquial de "San Juan Bautista" a la
CATEGORÍA de "SANTUARIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE
LA CANDELARIA" de Puno, en fecha 7 de febrero de 1988.

1.-VIRGEN DE LA CANDELARIA EN EL SIGLO
XIX

Se conoce de modo indiscutible que, en la centuria
decimonónica, la Virgen de la Candelaria se encontraba
entronizada como patrona de la ciudad de Puno. Así,
atestiguan la publicación de un poemario, el
establecimiento de un colegio, la nominación del
río que surcaba la ciudad de Puno, y crónicas
periodísticas de ese siglo.

En 1867, aparece un libro de versos que contiene el
extenso poema La Democracia, de
232 octavas, escrito por el poeta y militar Justo Román
Valdez. El libro concede un buen espacio a la Virgen de la
Candelaria, patrona de la ciudad de Puno. Este primigenio
poemario puneño provocó la aparición de otro
libro titulado Corona fúnebre del H. S". D. Justo
Román Valdez, autor del sublime poema titulado La
Democracia (Lima, 1867), escrito por El Murciélago
(seudónimo del reconocido hombre de
letras Manuel Atanasio Fuentes). En
este libro, desde la página seis, aparece el poema La
Burocracia o
la Virgen Puneña y en las páginas impares el poema
La Democracia o la Virgen de América. El poemario, que
tuvo por finalidad parodiar y retrucar lo escrito por el poeta
Valdez, también se difundió por partes en
periódicos de la época, como en La Bolsa de
Arequipa.

En 1870, funcionaba en la ciudad de Puno el Colegio de
la Candelaria (LB, 17/3/1870). Se estableció este centro
educativo particular de niñas en homenaje a la Virgen de
la Candelaria, patrona de Puno.

En los años decimonónicos y hasta muy
entrado el siglo XX, al principal río que cruzaba la
ciudad de Puno, se le denominó Socavón (ED,
23/2/1892). La adopción
de tal nombre probablemente esté vinculada con la Virgen
de la Candelaria, porque la patrona de Puno, también es
patrona de los mineros, con la denominación de Virgen del
Socavón. A este río, que hace tres centurias
dividía el pueblo de San Juan de Puno de la villa de
Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos, se le
llamaba Puno, como consta en un documento del 13 de diciembre de
1704, que expresa: "asoguero de la Rivera de Puno"
(Calsín, 2005).

"Las poquísimas referencias periodísticas
halladas y que las presentamos a continuación, son muy
ilustrativas, puesto que revelan algunos detalles de la
Festividad de la Virgen de la Candelaria en la centuria del
XIX.

"PUNO 2 de Febrero. Este día nos ha sido bastante
agradable. El mismo Illmo. Obispo ha celebrado la gran fiesta de
la Purificación con bastante pompa y solemnidad, que casi
estaba olvidada. La Virgen, Patrona de Puno, fue trasladada
á la Catedral, donde el M. Reverendo Obispo predicó
de ante mano, explicando el evangelio y las ceremonias religiosas
de ese día.- Hizo la bendición de ceras y
procesión y en seguida pontificó la misa. Es
demás decir que la concurrencia fue numerosa; por que las
funciones de
Iglesia van tomando gran importancia en Puno.- También la
gente de populo ha redoblado en esta vez su devoción,
bailando diferentes danzas, entre estas ha llamado la atención del público, la partida de
los que vestidos con el traje de los Incas, han representado en
varias casas, la tragedia de la muerte de
Atahuallpa, acto desgarrador que nos hace recordar las primeras
crueldades de la conquista.

El Sr. Dr. D. Jorge Ramos Vocal de la Illma. Corte, ha
tenido la laudable devoción de haber obsequiado a la Reina
de los cielos un riquísimo manto blanco de brocato y todos
los demás adyacentes, de un bordado de oro de alto relieve
y con muchas piedras preciosas." (LB, 16/2/1871).

"OBSEQUIOS.- El señor don Pedro Mostajo ha
obsequiado á la Virgen de la Purificación, patrona
de esta ciudad, un hermoso y elegante dosel de terciopelo color
guinda adornado con franja y raposejo finos. La señora
Ignacia Álvarez viuda de Oquendo, también ha
obsequiado a la misma virgen un lindo manto azul bordado con una
túnica blanca igualmente bordada" (LB,
11/2/1887).

"SACRILEGIO.- En la víspera de la
purificación, varios celadores comandados por un oficial,
bajo el pretesto de apresar á una partida de danzas, se
portaron dentro del templo sin tener el mínimo respeto
á la casa de Dios, ni á la presencia del
párroco ni á las señoras que en esa hora
estaban ocupadas en hacer arreglar el altar mayor" (LB,
12/2/1887).

"Procesión.- La que tuvo lugar hoy en
celebración el Octavario de la Virgen de la Candelaria ha
estado muy concurrida y solemne" (EC, 11/2/1894)

"La fiesta de la Candelaria que ha sido siempre de gran
resonancia no se ha celebrado, a causa de le situación
política que atravesamos. Entendemos que se ha postergado"
(LB, 4/2/1895).

De las crónicas periodísticas, se
colige:

1.       Que en 1871 se
reflotaba la festividad con bastante pompa y
solemnidad.

2.       Que la
procesión se desplazaba del templo de San Juan a la
Catedral.

3.       Que se
ejecutaban varias danzas, principalmente Los Incas.

4.       Que el teatro se
encontraba asociado a la danza.

5.       Que autoridades
y comerciantes de la ciudad se hacían presentes con
obsequios para la virgen en la fiesta patronal de Puno,
promovida por la población rural. Que las comparsas de
danzas sufrían agresiones por parte de los
celadores.

6.       Que en la
segunda mitad del siglo XIX, ya se desarrollaba solemnemente la
octava de la festividad, con una masiva
concurrencia.

7.       Que en los
años que desangraba el país, caso de la guerra del
Pacífico o la guerra civil protagonizada por caceristas
y pierolistas (en Puno de junio de 1894 a mayo de 1895), no se
cumplió con la Festividad de la Virgen de la
Candelaria.

2.-VIRGEN DE LA CANDELARIA EN EL SIGLO
XX

En la pasada centuria, los acontecimientos relevantes de
la Festividad de la Virgen de la Candelaria se resumen en: La
preeminencia de la danza de los Morenos, la preponderancia de
otras danzas, la prohibición del vestuario, los primeros
concursos de danzas, la participación exitosa en
certámenes nacionales de danza, la presencia barrial, la
iniciativa del Instituto Americano de Arte, la formación
de la Federación Folklórica Departamental de Puno,
la recreación
de algunas danzas y la influencia boliviana, visita de
José María Arguedas, el desarrollo de dos
certámenes de danza, y la dación de importantes
dispositivos legales.

En la primera mitad del siglo XX, la danza de los
Morenos o Sikumorenos gozaba de predilección en la
Festividad de la Virgen de la Candelaria. Así, atestiguan
las crónicas que siguen: '~yer… Tres partidas de morenos
y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de la
población con músicas tristes y bailando al
compás de ellas" (EEP, 5/2/12);

"no faltaron las comparsas de sicuris y morenos" (ES,
3/2/1915); "Desde esta mañana siguen recorriendo las
calles, las comparsas de morenos, haciendo las visitas de
costumbre a domicilios" (EEP, 14/2/1916). En 1923, César
Guillermo Corzo hacía notar que los Morenos se
constituía en la danza emblemática de la fiesta
patronal y la Pandilla Puneña de los carnavales, al
escribir: "Morenos y pandillas, esas dos típicas
manifestaciones de la raza que divinizó al Sol, son entre
las ruinas colosg,les de los monumentos, los últimos
regazos vivos del espíritu indio" (EEP'
23/5/23).

Desde la tercera década de la centuria pasada,
otras danzas empezaban a ganar espacio; sin embargo, los Morenos
seguían teniendo preeminencia hasta mediados del siglo. En
la fiesta patronal de 1921, danzarines de cinco danzas distintas
recorrían las calles puneñas, conforme daba cuenta
un diario:

"Cinco comparsas de indios disfrazados de toreros,
morenos, ángeles, diablos y llameritos, precedían a
la procesión ejecutando su música y sus bailes,
caprichosos y cargantes pero que agradan" (ES,
10/2/1921).

En la década del cincuenta, la Llamerada
disputaba la primacía con los Morenos o Sikumorenos. En la
siguiente década, se impuso la Llamerada; así, en
1966, de un total de 22 conjuntos participaban 9 llameradas, 3
sikuris y las otras danzas con menos conjuntos (LA, 8/2/66). En
esos decenios surgían los conjuntos de morenadas,
kullawadas y diabladas.

En los años de los setenta, paulatinamente,
adquiría prestancia la Kullawada. Así, en 1975, de
25 conjuntos de la categoría "c" ("Traje de luces"),
participaban 8 kullawadas, 6 diabladas, 3 sikuris, 3 morenadas y
3 reymorenos, entre otros. (LA, 10/2/75). En esa década,
ganaban terreno la Morenada (y sus variantes: Rey Moreno y Rey
Caporal) y la Diablada.

Desde el decenio del ochenta a la fecha, disputan la
supremacía los conjuntos de sikuris (de uno y varios
bombos) con las morenadas (y sus variantes), seguidos de los
"carnavales" (pujllay y anata), los caporales y las
diabladas.

En 1993, participaban 26 sikuris (de uno y varios
bombos), 18 morenadas (incluye variantes), 9 carnavales, 7
caporales, 7 Qajelos, 6 diabladas y 5 kullawadas, entre otros. En
el 2004, intervinieron: 38 sikuris (de uno y varios bombos), 21
morenadas (incluye variantes), 19 carnavales, 8 caporales y 7
diabladas, entre otros.

Los grupos de danzas, no sólo en los años
decimonónicos sufrían de agresiones, sino durante
la primera mitad de la centuria pasada, cuando por orden
subprefectural y/o municipal se prohibía el uso de
disfraces o se obligaba el pago de una suma por su
utilización durante la Festividad de la Virgen de la
Candelaria. Al respecto, el maestro José Antonio Encinas
rememoraba: "Todo lo auténtico estaba olvidado. Era de mal
gusto interpretar la música aborigen. Las municipalidades
prohibieron o pusieron todo género de
obstáculos para que el indio continuara manteniendo sus
danzas tradicionales, fuentes inapreciables de historia. La
policía castigaba y multaba a las indias que ingresaban a
la ciudad usando monteras" (Encinas, 1932: 86-87). Otro maestro,
Julián Palacios Ríos, advertía: "Antes las
autoridades prohibían a los indios bailar y tocar
colectivamente en las ciudades y solo les permitían previo
pago de multas" (ED, 1/3/34).

El primer concurso que se desarrolló en el marco
de la . Festividad de la Virgen de la Candelaria, es el de
sikuris, en 1929, organizado por la Municipalidad Provincial de
Puno, con el propósito de que el ganador represente a Puno
en el certamen nacional de Amancaes. En tal concurso, que
congrego a conjuntos de sikuris de varios distritos resultaron
premiados: Sicuris de llave, Sicuris de Chucuito, Phusires de
Orkopata, Sicuris Obreros y Sicuris de Huaraya (EEP'
21/2/1929).

En febrero de 1934, se realizó exitosamente un
concurso de danzas a nivel departamental, organizado por el
artista y escritor Darío Eguren de Larrea, para que los
ganadores se presenten en el Cusco, en el certamen promovido por
el cuatricentenario de su fundación española.
Participaron:

Sicuris llave, Los Chiriguanos de Yunguyo,
Zampoñas Muchcho de Juli, Ayarachis de Paratía,
Baile de los Uros, Conjunto Coreográfico Masías,
Tucumanos de Azángaro, Chunchos de Ayapata,
Zampoñas de Yunguyo, Chunchos de Amantaní, Wifalas
de Asillo, Aukipulis de Chucuito, Llameros y Zampoñas
Orkopata (EEP' 19, 20 Y 21/2/1934). Cabe registrar a otros dos
concursos de danzas, a pesar de no realizarse en el marco de la
fiesta patronal, a los de 1936 y 1947.

De los concursos nacionales de danza, en las que Puno se
alzó con una contundente victoria, cuentan la de 1935, en
Lima, y la de 1966, en Huancayo. En la capital de la
república, con ocasión del cuatricentenario de la
fundación española de la ciudad de Lima,
participaron el Conjunto Masías (acompañado de la
Estudiantina Duncker) y el Conjunto Orkopata (con la Estudiantina
Lira Puno), quienes se ubicaron en el primer y segundo lugares,
respectivamente. En el Primer Festival Nacional de Bailes y
Danzas Folklóricas desarrollado en Huancayo,
intervinieron: Sikuris Mañazo, Morenada Orkapata, Diablada
Porteño, Llamerada Huajsapatay Carnaval de
Huañuscuro.

En 1954, cuando la Gobernación de Puno
organizó un concurso de danzas por la Festividad de la
Virgen de la Candelaria, participaron 14 conjuntos, de los cuales
sólo uno era del medio urbano, nos referimos a Sikuris
Mañazo. Al año siguiente, en la octava de la fiesta
patronal, intervenían 5 conjuntos urbanos: Sikuris
Mañazo, Collawas del Barrio Laikakota, Llameros de Barrio
Azoguini, Llamerada de Laikakota y Sikuris Obrero del
Arco.

En 1956, en el primer concurso patrocinado por el
Instituto Americano de Arte, se incrementaba Llamerada de Santa
Rosa y Morenos de Mañazo (que se desprendió de
Sikuris Mañazo). De manera, que el año de 1955,
marca el
inicio de la presencia barrial en la Festividad de la Virgen de
la Candelaria.

Con el comienzo de la presencia barrial, se dio el
inicio de la recreación de danzas. En tal
recreación, se filtró influencia boliviana. El siku
y el pinquillo daban paso a los instrumentos de bronce. El cambio
ocurrido no sólo fue en música, sino en vestuario y
coreografía. Los Llameros se convertían en
Llamerada, los Morenos en Morenada; después, las Kullawas
en Kullawada y los Diablos en Diablada.

:¡¡;n 1956, el Instituto Americano de Arte
se encargó de encauzar los concursos de danzas que ya se
habían efectuado por dos años, en 1954 y 1955. El
primer certamen organizado por la entidad rectora de la cultura
puneña, se promocionó como Concurso de Disfraces y
Música Indígena Típica y se llevó a
cabo el domingo 5 de febrero de 1956, en la Plaza de Armas. En
1958, se promovió como Concurso de Danza y Música
Folklóricas, con tal denominación se
desarrolló el certamen dancístico hasta
1964.

El 24 de enero de 1965 se fundó la
Federación Folklórica Departamental con la
presidencia de Pablo Aquize Mestas. Un día después,
se reunían los directivos del Instituto Americano de Arte
y determinaron dejar de patrocinar el certamen dancístico.
En el concurso de 1965, organizado por la Federación
Folklórica Departamental de Puno y auspiciado por la
Municipalidad Provincial y otras entidades, participaron 19
conjuntos, ubicándose en el primer lugar, el Carnaval de
Platería con 97.65 y, en el segundo lugar, Morenada
Orkapata con 95,65 puntos.

Para el certamen de 1966, la Federación
Folklórica Departamental de Puno invitaba a José
María Arguedas, Efraín Morote Best, Sergio Quijada
Jara y Fernando Silva Santisteban, entre otras personalidades. Al
año siguiente, se hacía presente en Puno el
reconocido narrador peruano y el 5 de febrero apreciaba el
variado, imponente y majestuoso certamen de danzas que se
desarrollaba en devoción a la Virgen de la Candelaria. Un
mes después, el 12 de marzo, El Comercio
publicaba su famoso artículo titulado Puna, otra capital
del Perú.

La trascendencia de la Festividad de la Virgen de la
Candelaria hizo que se emitieran algunos dispositivos legales, de
los cuales vale la pena remarcar a dos. El primero, es la Ley
Nº 24325, promulgada el 5 de noviembre de 1985, por el cual
se reconoce a la ciudad de Puno la categoría de Capital
del Folklore Peruano. El segundo, es la Resolución
Directoral Nacional W 655/INC, del 2 de setiembre del 2003, por
el cual se declara Patrimonio Cultural de la Nación
a la Festividad de la Virgen deja Candelaria.

Quienes visitaron y apreciaron el hermoso y variado
despliegue de figuras, mudanzas, melodías y trajes en los
días de la fiesta patronal de Puno, quedaron sorprendidos
y complacidos; a la vez, emitieron una serie de
enjuiciamientos.

Por ahora basta mostrar dos opiniones autorizadas que
consideran a la Festividad de la Virgen de la Candelaria como la
mayor expresión dancística del Perú y de
América.

El notable artista y escritor cusqueño
Darío Eguren de Larrea, en 1934 expresaba: "Puna
constituye la riqueza musical y coreográfica mayor de
América" (EEP' 22/1/1934).

Por su parte, José María Arguedas, en
1967, escribía: "No creemos que exista en América
un acontecimiento comparable, en cuanto a danzas y música,
como la fiesta de la VIRGEN DE LA CANDELARIA" (EC, 12/3/67).
(René CalsínAnco).

3.-TESTIMONIOS Y VENERACIÓN

TESTIMONIO INDÍGENA

Los españoles cuando llegaron, quisieron imponer
"por la Cruz o la espada" su cultura y su religión a un
pueblo que poseía sus propias referencias culturales y
sociales. Los misioneros católicos impusieron el
catolicismo y el culto a la Virgen Maria en todo los territorios
conquistados. Al inicio los nativos puneños muy enraizados
en su religión autóctona rindiendo homenaje a la
Pacha Mama, la Madre Tierra, fingieron adoptar el nuevo culto
siguiendo sus propios rituales asimilando la imagen de la Virgen
Maria a la de la Pacha Mama. Con el transcurrir de los
años estas prácticas llegaron a un verdadero
sincretismo religioso que se vive a diario en el Altiplano
Andino.

EVOLUCIÓN DE LA FIESTA

 

 

Autor:

Diferencias sustanciales de la fastuosidad:

Los alferados antes recibían el conjunto en su
casa por que los conjuntos no eran tan grandes esto por los
años 60, ahora los conjuntos son muy grandes de unas 600
personas e incluso existe un alferado para cada bloque. La
festividad era mas que todo indígena venían
conjuntos de las parcialidades de Puno (chulluni, llavini, la
morenadad de ichu, que era mas antigua que la orkapata, la
diablada de ichu). Antonio Jiménez Borja tiene en su
colección mas caras de ichu (cuatro dientes, dos cuernos,
entre otras cosas) la diablada es recreada a partir de los
sicuris de mañazo, por otro lado se amarraban altares en
las cuatro esquinas de la plaza de armas con llicllas, banderas,
etc. Los bailes y la fiesta se realizan el 02 de febrero y no en
la 8ava como ahora. Y respecto a las costumbres, adelante iban
chicas que querían buscar pareja de 20 a 40 años
delante de la procesión iban derramando flores pidiendo a
la virgen que la case las flores eran amarillas con
sillihua.

Los personajes desaparecidos en los conjuntos fueron
muchos como en los sicuris había el gato, gallo, oveja,
cóndor uno era disecado y puesto en la espalda, los negros
(charros o negros simples), el collarino (pantalones hacia arriba
llevando el vino de la costa). En conclusión la festividad
ha ido creciendo, antes la participación era
limitada.

Entre la distinción de las danzas
autóctonas y las de luces no existía, no
había esa distinción por que todo el mundo danzaba
por donde quería, el primero que organiza un concurso
frente a la catedral fue el prefecto Mercado entre los
años 65 a 69. Respecto a la comparación con el
carnaval de Oruro, el tintiwaca fue transformada y llamado
waca-waca.

VIRGEN DE LA CANDELARIA

Partes: 1, 2
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