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La Compañía Guipuzcoana (página 2)




Enviado por Guerrero Marco



Partes: 1, 2

LA
COMPAÑÍA GUIPUZCOANA (Según J.M Siso
Martines) Editorial Yocoima 1962

La Casa de Borbón:

El siglo XVIII venezolano es el siglo de las
transformaciones económicas. Durante él se cimienta
la economía
dineraria, se asiste a la penetración económica del
capitalismo
comercial con la Compañía de Guinea, la
Compañía Inglesa y la Compañía
Guipuzcoana. Y remata con el período del llamado comercio
libre. Esta acelerada evolución traerá como consecuencia
la formación de una clase poderosa
económicamente y la difusión de un nuevo pensamiento
económico social que constituirá el fundamento
ideológico del movimiento
emancipador.

La vacancia del trono de España a
comienzos del siglo XVIII rompe el equilibrio
europeo, con la designación de Felipe de Anjou nieto de
Luís XIV al trono español y
estalla una larga guerra
conocida con el nombre de "Guerra de la Sucesión de
España" donde la Casa de Austria, Inglaterra,
Holanda, Portugal, defienden los derechos del heredero
alemán frente al pretendiente francés. Al fin fue
reconocido el francés que subió al trono con el
nombre de Felipe V. Una nueva dinastía la de
Borbón, asciende al trono y con ella una nueva
concepción del Estado se
manifiesta, la que va a tener resonancia en la política de las
colonias.

Para Venezuela la
Guerra de Sucesión fue desastrosa. La economía
agrícola se resintió y el comercio con la
península y con las colonias se hizo casi nulo. Todos los
documentos de
esa época; así como los libros de la
Tesorería, hablan de la miseria que soportó la
población venezolana y cómo se tuvo
que importar hasta casabe.

Felipe V autorizó a la Compañía
Real de Guinea, empresa comercial
francesa, para comerciar con las Indias Occidentales en esclavos,
hasta por un máximo de 10.000,000 toneladas,
calculándose tres negros por tonelada. Esta
Compañía introdujo 778 esclavos en la provincia de
Venezuela. Fue constantemente hostilizada por los funcionarios
coloniales y duro hasta 1713, cuando fue sustituida por la
Compañía Inglesa.

Compañía Inglesa:

Al firmarse la paz entre las naciones contendientes por
la sucesión de España, Inglaterra logró por
unos de los tratados, el de
Utrecht, firmado el 11 de abril de 1713, una concesión
para traer negros a las colonias americanas. Esta
Compañía tuvo particular importancia en Venezuela,
ya que se hizo cargo de casi todo el comercio de provincia.
Aún cuando no tenía autorización para
comerciar sino en esclavos hicieron caso omiso de esto y se
dedicaron al comercio general con las colonias. Para 1717 seis
navíos ingleses llegaron a la Guaira cargados de harina,
aceitunas, bacalao, arenques, vinos, queso y llevaron cueros y
tabaco.

En 1718 entran cinco navíos ingleses cargados de
mercaderías y sacan cacao, cueros y tabacos. La
política española no tardó en verse envuelta
en una guerra internacional, que trajo como consecuencia que el
comercio americano sufriera nuevamente los desastres inherentes a
ella.

La Compañía
Guipuzcoana:

La Guerra de sucesión dejó a Venezuela a
merced del comercio extranjero. No encontrándose
España en condiciones de suministrarlo, ello explica el
por qué una compañía comercial va a obtener
el 5 de septiembre de 1728, los privilegios para la provincia de
Caracas.

Por convenio de la Corona con la Compañía
Guipuzcoana le concede privilegios comerciales en la provincia de
Caracas, le da patente a los capitanes de sus buques para
perseguir el comercio ilícito, les exonera el derecho de
tonelaje. Sólo a su regreso debían tocar en el
puerto de Cádiz, al gobernador de Caracas se le
asignó el cargo de Juez conservador de la
compañía. La misión
esencial de la compañía era eliminar el contrabando.
Los barcos se repartían así: dos tercios para la
Compañía y el otro tercio para los oficiales y la
tripulación. Las mercaderías que tomaban
podían preferiblemente ser compradas por ellos a precios
justos.

La Compañía nace bajo la protección
real, ya que el propio Gobernador de Caracas era Juez conservador
de la compañía, y de los dependientes de la
Guipuzcoana eran asimilados a los oficiales de la Real
Armada.

El contrato con la
compañía dejaba a la corona el derecho de contratar
con compañías similares. Esto no se verificó
en la práctica y la compañía ejerció
un monopolio de
hecho y todas sus gestiones se dirigieron a ampliar cada vez
más sus privilegios. En 1739 logró que se
extendieran los privilegios de que gozaban los soldados y la
marina de Indias. En 1732, a los escasos cuatro años de
formada, lograba que la Corona emitiese cédula que le
garantizaba que ninguna licencia comercial sería dada a
otra empresa, y en 1742, fue eliminada definitivamente la
cláusula competidora, convirtiéndose con esto en un
monopolio de hecho y derecho. En agosto de 1746 logra la
cédula que le permite sustraerse a la jurisdicción
del Consulado y comercio de Cádiz. Y años
más tarde logra la inclusión de la provincia de
Maracaibo dentro del monopolio que ejerce.

Oposición a la
Compañía:

Ya para 1730 llegan a la Guaira las tres primeras
embarcaciones de la Guipuzcoana. Dos fragatas, "San
Joaquín" y "San Ignacio" y la galera "Santa Rosa",
llegaron para septiembre. No tardó en seguirlas otra
fragata. Su primer cargamento fue de hierro, plomo,
jamón, canela, pimienta, cera, papel, aceite,
aceitunas, harina, aguardiente y veintiséis cajones de
libros.

No tardó en manifestarse la oposición del
Ayuntamiento que no fue consultado en un asunto de tanta monta
donde se ventilaban los intereses de la provincia y que
venía a constituir "una alteración profunda de los
negocios
regulares, de una antigua tradición, establecidos con la
Metrópoli, los dominios españoles del Caribe y
Nueva España y con las colonias de otras potencias, las de
Francia, por
ejemplo" según dice Arcila Farías. Los comerciantes
se negaron a entrar en tratos con la Compañía y los
barcos de ésta permanecieron por más de dos
años sin poder
cargar.

Desde los primeros embarques se dieron cuenta los
comerciantes vascos de las grandes ventajas económicas que
les reportaba el monopolio. Los dos primeros embarques de cacao
cubrieron los gastos de las
naves, comprados a 10 pesos y vendidos a 45, dan una idea del
negocio redondo realizado por la Compañía. Al poco
tiempo ya se
repartían utilidades de un 20 por ciento.

Oposición de los
Ingleses:

La Compañía Inglesa, formada a raíz
de Utrecht, no tardó en entrar en pugna con la nueva
Compañía. En efecto, esta venía a quitarle
el jugoso negocio comercial con la colonia, y reducirla a las
finalidades para las cuales fue creada, el surtir de esclavos a
los dominios españoles. La política de la
Compañía Guipuzcoana fue en todo momento hostil a
los ingleses. Les hizo custodiar las naves cuando desembarcaron
los esclavos, so pretexto de que introducían
mercancías de contrabando, las apresaban en alta mar
acusándolas de ejercer comercio ilícito y
ejercieron contra ellos toda clase de impedimentos. Los ingleses
quisieron tomar represalia contra la Compañía tan
pronto estalló la guerra con España se presentaron
frente a la Guaira, con instrucciones de destruir las propiedades
de la Compañía. La valiosa defensa de las milicias
criollas impidió que se consumara y este rechazo fue
aprovechado por la Compañía para lograr nuevos
privilegios.

El tercer buque:

La costumbre había establecido que la tercera
parte de la capacidad de las naves que tocaban en La Guaira,
correspondía a los cosecheros y mercaderes venezolanos,
quienes en esa forma podían vender parte de sus propios
productos
directamente, sin intermediarios. La Compañía
Guipuzcoana se negó a conceder este beneficio, siendo
favorecida por el gobernador. Llevando el asunto a la Corona, los
criollos no pudieron presentar documentos en los cuales basar su
derecho y por cédula del 21 de mayo de 1732 les fue negado
pro el Rey, quien se limitaba a recomendar a la Guipuzcoana que
cuando le fuera posible auxiliara a los vecinos en sus despachos
de frutos y cacao.

Este beneficio del cual disfrutaban los cosecheros y
comerciantes no fue en ningún momento renunciado por
ellos, Así veremos que era una de las banderas de Juan
Francisco de León, y los criollos terminaron por lograr
una sexta parte en las bodegas de los barcos de la
Compañía.

El comercio con la Nueva
España:

La compañía no tardó en proponerse
arrebatar a los criollos el comercio con la Nueva España,
que producía pingües beneficios y que como hemos
visto era para esta época más importante que el de
la propia España. En 1738, aprovechándose de lo
abatido de los precios del cacao, ofreció hacerse cargo
del comercio con Veracruz, pagando el cacao a 14 pesos en lugar
de 11 que era el precio
vigente. El Cabildo acepto esta proposición que lesionaba
los intereses de los productores. Esto se explica porque en su
seno tenían agentes guipuzcoanos. La reacción no se
hizo esperar. El marqués del Toro y el Conde de San Javier
encabezaron el movimiento opositor y llevaron ante la corte el
litigio logrando que el Rey negara la aprobación al
peregrino plan.

En 1740 la Compañía logró mediante
engaño que la Corona autorizara a comerciar con la Nueva
España. Alegaba que cosecheros y mercaderes se encontraban
impedidos de hacerlo por falta de una flota. Sin embargo, la
autorización fue concedida previo conocimiento
del Cabildo. Los cosecheros se reunieron en junta y acordaron por
mayoría oponerse a la concesión, quebrantando
así la maniobra monopolista de la
Compañía.

Acusaciones contra la
Compañía:

La política comercial de la
Compañía fue combatida desde su establecimiento.
Primero por los comerciantes y cosecheros directamente
lesionados. Más tarde, por toda la población,
llegándose hasta el levantamiento armado, pues no
tardó aquella en sufrir las consecuencias de un monopolio
que abarcó todas las ramas de la producción y del comercio. Las acusaciones
a la Compañía que se manifestaron en forma cruda,
después de los sucesos de Juan Francisco de León,
pueden resumirse así:

  1. haber abatido los precios de los productos
    venezolanos en beneficio de la Compañía. En 1730
    el precio del cacao era de 160 reales; ya para 1739 el precio
    es de 96 reales; para 1741 71 reales; el año de 1741
    llegó a 64 reales. Este precio causaba pérdidas a
    los cosecheros según estimaciones del conde de San
    Javier, confirmadas posteriormente por Humboldt;
  2. desplazamiento de los cosecheros y mercaderes
    venezolanos del comercio con la península, con la
    eliminación del tercio de buque;
  3. incumplimiento del abasto a la población. En
    1733 la provincia sufrió escasez de
    harina y hubo necesidad de traerla de las colonias
    extranjeras.
  4. Competencia al comercio mayorista de Venezuela con el
    establecimiento de casas en Maracaibo, Caracas, Puerto Cabello,
    e intentó apoderarse del minorista para lo cual
    representaron al Rey pidiendo permiso para establecer tiendas "
    a fin de que resultase una rebaja de precios en beneficio de
    los pobres", solicitud que le fue negada a pesar de la
    intervención del gobernador, quien vino a constituirse
    en agente político de la
    Compañía;
  5. Intromisión en los asuntos políticos de
    la colonia. Ya hemos visto como maniobró a través
    de sus agentes en el Cabildo para arrebatarles a los colonos el
    comercio con la Nueva España. Las célebres
    compañías volantes, guardias a su servicio
    pagadas por el Real Tesoro, so pretexto de combatir el
    contrabando, perseguían el comercio humilde y cometieron
    innumerables atropellos. Los tenientes de justicia en
    la mayoría de los pueblos estaban a su servicio, y era
    rumor público el deque sobornaban a los funcionarios
    reales.
  6. Aplazamiento en la rendición de cuentas a
    las Corona.

Defensa de la
Compañía:

Ante la oposición violenta y viendo que su
posición en la Corte se debilitaba, la
Compañía procede a defenderse. Y en un
célebre "Manifiesto", confeccionado a la medida, hace una
minuciosa defensa, donde altera los datos y saca
conclusiones que lógicamente la presentan como benefactora
de la provincia, alegando que habían incrementado la
exportación, haber bajado los productos
agrícolas, haber incrementado un nuevo producto de
exportación (el tabaco de Barinas), incremento en el
comercio de esclavos y haber eliminado el contrabando.

La mayoría de los argumentos invocados por la
compañía eran especiosos. El incremento de la
exportación, más que a su establecimiento se
debió a dos causas esenciales: a) haberse terminado la
guerra de Sucesión, que impidió durante posprimeros
años del siglo la exportación; y b) el impulso
económico que toma la provincia al cesar la guerra, ya que
contaba con nuevos mercados y cono
el comercio de la Compañía inglesa.

Argumenta la Compañía haber creado un
nuevo renglón de exportación, el tabaco. Ya que el
comercio de este producto era anterior al del cacao. Del mismo
modo el incremento de la esclavitud no fue
obra suya. Esto corría a cargo de la
Compañía Inglesa, que fue obstaculizada
constantemente por la Guipuzcoana. Su argumento fundamental, el
de haber eliminado el contrabando, era asimismo falso. Para 1752
el contrabando estaba en pleno apogeo y tuvieron que tomarse
medidas enérgicas.

 

Marco Guerrero

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