RESUMEN
La lluvia
ácida provoca graves impactos ambientales, la deforestación se da por la acción
humana; pero a su vez la lluvia acida interviene en la
destrucción de los bosques porque produce una
alteración de la capacidad de los suelos,
además de los daños a los suelos también
daña las plantas, ya se a
la parte subterránea o a las aéreas. Estas
precipitaciones debilitan gravemente los bosques.
Nosotros mismos nos exponemos a sustancias
extrañas al medio ambiente
natural, por generarla. Es nociva para nuestra salud, y afecta la vida de
diversas especies.
Nuestra vegetación expuesta directamente a la
lluvia ácida sufre no sólo las consecuencias del
deterioro del suelo, sino
también un daño
directo que puede llegar a ocasionar incluso la muerte de
muchas especies.
CAPÍTULO I
LLUVIA
ÁCIDA
1.1 DEFINICIÓN
Se habla de lluvia acida (termino introducido en 1872
por un químico británico que descubrió
este fenómeno en Manchester). La lluvia tiene un
valor de
ph en
torno a 5.7,
cuando el agua de
lluvia tiene un ph bajo y contiene disueltos ácidos
sulfúrico y acido nítrico. Estos ácidos se
forman cuando los óxidos de azufre (SO2) y de
nitrógeno (NO2) se combinan con el vapor del agua del
atmósfera.
El dioxido de azufre se origina por la combustión de ciertos tipos de
carbón mineral (utilizado en las centrales termicas) y
del petroleo y sus derivados.
1.2 HISTORIA
El problema de la lluvia
ácida tuvo su origen en la Revolución
Industrial, y no ha dejado de empeorar desde entonces. Hace
tiempo que
se reconoce la gravedad de sus efectos a escala local,
como ejemplifican los periodos de smog ácido en
áreas muy industrializadas, así como su gran
capacidad destructiva en zonas alejadas de la fuente
contaminante. Una extensa área que ha sido objeto de
múltiples estudios es el norte de Europa,
donde la lluvia ácida ha erosionado estructuras,
dañado los bosques y las cosechas, y puesto en peligro o
diezmado la vida en los lagos de agua dulce.
La preocupación por la lluvia
ácida quedó de manifiesto por primera vez en
foros internacionales de relevancia, como en la Conferencia de
las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente
Humano celebrada en Estocolmo (Suecia) en 1972. En este
encuentro, el gobierno sueco
presentó una ponencia titulada "Polución del
aire a
través de las fronteras nacionales: el impacto del
azufre del aire y la precipitación sobre el ambiente".
En este estudio se ponía de manifiesto cómo los
residuos oxidados de azufre, vertidos al aire por las
instalaciones industriales alimentadas por combustibles
fósiles situadas lejos de las fronteras suecas (en
especial las centrales térmicas británicas),
dañaban los ecosistemas
del país nórdico al ser arrastrados por los
vientos, transformándose en la atmósfera en
ácido sulfúrico, y precipitar en el suelo y en
las aguas interiores en forma de lluvia
ácida.
1.3 REACCIONES QUÍMICAS
La lluvia ácida es consecuencia directa de los
mecanismos de autolimpieza de la atmósfera. La
trasformación en ácidos de algunos gases de la
atmósfera puede producirse de forma natural, por la
actividad volcánica se considera que la reciente
erupción del volcán Pinatubo, en Filipinas,
originó la emisión más importante de estos
gases de la última centuria o por la acción de
las bacterias
del suelo. Pero lo que emite a la atmósfera grandes
cantidades de SO2 y NO2 es la
utilización masiva de combustibles
orgánicos.
Las reacciones
químicas que originan las lluvias acidas se producen
en la troposfera. Estas reacciones se inician cuando un
fotón de luz choca con
una molécula de ozono (O3) y origina una
molécula (O2) y un átomo
(O) de oxigeno.
Este átomo es muy reactivo y se combina con una
molécula de agua para formar dos radicales hidroxilos
(-OH).
La combinación del oxido de nitrógeno
(NO2) con un radical (-OH) origina acido
nítrico (HNO3). Por su parte, la formación del
acido sulfúrico se inicia, de manera análoga, por
combinación del óxido de azufre con un radical
hidroxilo presente en la atmósfera. Mientras que el
ácido nítrico se disuelve en las gotas de agua de
las nubes, el ácido sulfúrico se condensa y forma
gotas microscópicas.
1.4 ACIDIFICACIÓN
La mayor parte de las sustancias
acidificantes vertidas al aire son el dióxido de azufre
y los óxidos de nitrógeno. La ruta de
acidificación del azufre: una gran parte del
dióxido de azufre es oxidado a trióxido de
azufre, que es muy inestable y pasa rápidamente a
ácido sulfúrico. La oxidación
catalítica del dióxido de azufre es
también rápida. Se cree que en las gotas de agua
se produce la oxidación implicando oxígeno molecular y, como catalizadores,
sales de hierro y
manganeso procedentes de la combustión del
carbón. Además, puede producirse oxidación
fotoquímica por la acción del ozono. En cualquier
caso, la consecuencia es la formación de niebla con alto
contenido en ácido sulfúrico. Las lluvias
acidificadas pueden penetrar en las reservas de aguas
subterráneas y aumentar la solubilidad de los metales
tóxicos. Esta acidificación afecta a las
poblaciones de peces y
otros animales
acuáticos, con daños potenciales a cultivos y
bosques y con el creciente deterioro de los materiales
para construcción.
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