Resumen:
El mundo empresarial, evidentemente, no ha sido ajeno a
esta "nueva sociedad", y
se encuentra inmerso en un proceso de
transformación continua, vertiginosa, a todos los niveles:
estratégico, estructural, tecnológico,
formativo…
A este cambio
Cuba no esta
ajena, también hemos estado
evolucionando tecnológicamente y particularmente en el
desarrollo del
conocimiento
de la sociedad. De una u otra manera, casi todos hemos
experimentado estos cambios: nuevas actividades, nuevos métodos,
nuevas técnicas,
nuevos modos de gestionar?en resumidas cuentas, cambio,
cambio y más cambio. Cambio provocado (incluso
podríamos decir que exigido) por nuestro entorno y que nos
ha llevado a una dinámica que, lejos de parar sólo
irá a más. Por esta razón, toda aquella
organización que quiera sobrevivir debe
prepararse para afrontar esta nueva situación, ya que "las
reglas del juego han
cambiado". Para ello es necesario potenciar y rentabilizar al
máximo sus activos.
Tanto en el ámbito académico como en el de
gestión
empresarial, es cada vez más frecuente encontrar
alusiones al término Sociedad del Conocimiento, para hacer
referencia a un estadio de desarrollo de la sociedad,
caracterizado por la rapidez de los cambios y la importancia
fundamental de la tecnología, y en el
que la generación de riqueza y bienestar se entienden
estrechamente vinculados a las inversiones en
innovación y, muy especialmente, a la
generación de conocimiento.
De acuerdo con lo establecido en el marco conceptual de
las Normas
Internacionales Contables (NIC), en primer
término, se define el concepto de
activo intangible como aquel "identificable, de carácter no monetario y sin apariencia
física,
que se tiene para ser utilizado en la producción o suministro de bienes y
servicios,
para arrendarlo a terceros o para funciones
relacionadas con la
administración de la entidad".
Según esta norma, un activo es un recurso a)
controlado por la empresa como
resultado de sucesos pasados y b) del que se espera obtener, en
el futuro beneficios económicos para la entidad
(Párr. 3). De igual forma, la norma exige que la empresa reconozca
en sus estados
financieros el activo intangible al costo, si y solo
si: a) es probable que los beneficios económicos futuros,
que se han atribuido al mismo, lleguen a la empresa y b) el costo
del activo pueda ser medido de forma confiable.
El valor de las
empresas no
reside en sus propiedades tangibles, sino en los conocimientos
técnicos y especializados de su personal e su
experiencia en la propiedad
intelectual, la finalidad de los clientes? en
resumen, en los que se ha venido en llamar Capital
Intelectual, concepto que desata el término definido
como Gestión del
Conocimiento.
También resulta importante destacar que la cifra
obtenida de la valoración del negocio, solo servirá
como base de negociación, debido a que existen factores
cualitativos que afectan el valor comercial de un negocio, como
por ejemplo: riesgos de
cambios políticos, económicos, tecnológicos;
alteración en los gustos y preferencias del consumidor final
de los bienes y servicios que produce la empresa;
concentración del conocimiento en la producción o
mercadeo del
producto en
cabeza de alguna persona en
particular, la calidad del
personal de la
organización y cualquier otro fenómeno, que
pueden afectar la percepción
que del negocio tiene el mercado.
EN EL PASADO, LAS FUENTES DE
VENTAJAS COMPETITIVAS ERAN EL TRABAJO Y
LOS RECURSOS
NATURALES, DE AHORA EN ADELANTE, LA CLAVE PARA CONSTRUIR LA
RIQUEZA DE LAS NACIONES ES EL
CONOCIMIENTO
Drucker (1993)
Introducción:
Todo a nuestro alrededor cambia, a velocidad
vertiginosa, y lo que a nuestros abuelos les parecía
imposible se ha convertido en algo cotidiano para
nosotros.
El mundo empresarial, evidentemente, no ha sido ajeno a
esta "nueva sociedad", y se encuentra inmerso en un proceso de
transformación continua, vertiginosa, a todos los niveles:
estratégico, estructural, tecnológico,
formativo…
A este cambio Cuba no esta ajena, también hemos
estado evolucionando tecnológicamente y particularmente en
el desarrollo del conocimiento de la sociedad. De una u otra
manera, casi todos hemos experimentado estos cambios: nuevas
actividades, nuevos métodos, nuevas técnicas,
nuevos modos de gestionar?en resumidas cuentas, cambio, cambio y
más cambio. Cambio provocado (incluso podríamos
decir que exigido) por nuestro entorno y que nos ha llevado a una
dinámica que, lejos de parar sólo irá a
más. Por esta razón, toda aquella
organización que quiera sobrevivir debe prepararse para
afrontar esta nueva situación, ya que "las reglas del
juego han cambiado". Para ello es necesario potenciar y
rentabilizar al máximo sus activos.
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