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Apuntes de criminología (página 5)




Enviado por Luis Cristaldo



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

  1. c) Dependencia
    cannábica
    .- Las propiedades
    embriagantes del cáñamo –Cannabis
    Sativa-
    cultivado en las mesetas de la India,
    cuya resina es llamada "haschish", se utilizaban hace
    siglos para provocar exaltación dionisíaca en
    ciertas ceremonias religiosas.

    Esta especie vegetal presenta dos formas de consumo.
    Por un lado, la resina segregada por las flores femeninas,
    recolectada adecuadamente, se consume con diversos nombres:
    el ya citado haschish, charas, chira, etc. La otra
    forma, más común y accesible, es el producto
    obtenido por secado y picado de las hojas y sumidades
    floridas de las plantas,
    con el que se arman cigarrillos, que son fumados por los
    adictos para el logro de los efectos psicotóxicos
    (alucinógenos) buscados.

    El principio activo de la marihuana,
    responsable de la acción psicotóxica buscada por
    los adictos a esta droga, es
    el tetrahidrocannabinol (THC) El contenido medio de THC en la
    marihuana es del %. Se estima en cincuenta microgramos de THC
    por kg de peso del sujeto, la dosis umbral para el logro de
    los efectos alucinógenos buscados por el fumador de
    este estupefaciente. De acuerdo con lo consignado, un "porro"
    contendría alrededor de cinco mil microgramos de THC,
    dosis más que suficiente para que un sujeto de setenta
    Kg. de peso alcance tal umbral.

    Se acepta actualmente que el Cannabis produce
    el fenómeno de tolerancia, e
    inclusive se conocen casos adictos que han sufrido el
    síndrome de abstinencia. Está comprobado que el
    consumo de THC produce un alto grado de tolerancia, que
    obliga a aumentar radicalmente las dosis iniciales (de diez a
    veinte veces, para lograr iguales efectos)

    Atento a la distribución irregular del THC en la
    planta, derivada del sexo de la
    misma y de la parte de ella de donde procede, en la
    última reunión de expertos, convocada por la
    O.M.S. en Buenos Aires (1987), se consideró
    conveniente precisar una definición clara sobre esta
    droga, aceptándose la siguiente: "Por "cannabis" se
    entiende cualquier parte de cualquier planta del género
    Cannabis que contenga una o más de las sustancias
    químicas identificadas como cannabinoides que sean
    objeto de medidas de fiscalización a nivel
    internacional o nacional".

    d) Dependencia
    barbitúrica
    .- Los barbitúricos
    son sustancias derivadas
    de la malonilurea, compuesto obtenido por la unión del
    ácido malónico con la urea. Su acción
    farmacológica, se puede definir como hipnótico
    y sedante.

    De acuerdo con la rapidez y persistencia de su
    acción, se clasifican en:

    1) de duración prolongada. Ejemplo:
    luminal

    2) de duración intermedia. Ejemplo:
    nembutal

    3) de duración corta. Ejemplo:
    seconal

    4) de duración ultracorta. Ejemplo:
    pentotal

    Se trata de productos
    muy comunes en terapéutica para producir
    sedación en sujetos excitados; como hipnóticos
    en el tratamiento del insomnio; como antiepilépticos y
    anticonvulsivantes; como preanestésicos y
    anestésicos endovenosos, y en el
    narcoanálisis.

    Está probado que su uso crónico
    produce tolerancia y dependencia psíquica y física. Los de
    acción corta e intermedia son frecuentemente objeto de
    abuso, debido al inmediato inicio de su efecto, y a la
    intensidad del mismo.

    Los barbitúricos tienden a ser reemplazados
    por ciertos represores del sistema nervioso
    central, a los cuales se conoce con el nombre
    genérico de ansiolíticos, entre los cuales se
    encuentran especialmente las benzodiacepinas
    (clordiazepóxido, diazepán, oxacepán,
    etc.), de amplio uso terapéutico y
    extraterapéutico. Ya en 1962 la
    Organización Mundial de la Salud llamó la
    atención sobre el peligro del uso
    indiscriminado de este amplio grupo de
    "píldoras de la felicidad". En mayor escala,
    todos ellos crean hábito y dependencia.

    Es de hacer notar que en nuestro país ni los
    barbitúricos ni las benzodicepinas están
    incluidos en los listados correspondientes, como
    estupefacientes. Lo están sí en el listado de
    la ley 19.303,
    sobre drogas
    psicotrópicas (lista III y IV, respectivamente),
    debiendo ser despachadas bajo receta archivada, manuscrita,
    fechada y firmada por el médico.

    La metacualona, hipnótico no
    barbitúrico que adquirió notable
    difusión en el ambiente
    de la
    drogadicción hace algunos años, fue
    incorporada al listado de la ley 20.771 por resolución
    ministerial del 17 de junio de 1981.

    e) Dependencia
    anfetamínica
    .- el término de
    aminas simpéticomimeticas se emplea para calificar las
    sustancias cuyos efectos resultan muy similares a los que se
    producen por la estimulación de las fibras
    adrenérgicas posganglionares. Su uso produce
    incremento de la actividad neuromuscular, con la
    exaltación de la presión arterial y de la amplitud
    respiratoria, con suspensión del sueño,
    experimentando el sujeto sensación de energía
    forzada, e incremento de la capacidad de trabajo.

    Las anfetaminas se usan masivamente para
    adelgazar, debido a que produce eliminación del
    apetito (anorexia)
    Es también frecuente su uso por parte de deportistas,
    a fin de aumentar el rendimiento físico, y postergar,
    en las competencias,
    la aparición de la fatiga.

    Los individuos que utilizan anfetaminas, sean para
    aumentar su rendimiento psíquico (estudiantes,
    profesionales, políticos) o físico (deportistas
    trabajadores), caen fácilmente en una verdadera
    toxicomanía, con tolerancia al aumento de las dosis y
    estado de
    necesidad. Se observa en ellos una sintomatología
    característica, consiente en anorexia, adelgazamiento,
    insomnio, excitación psicomotriz, con confusiones y
    delirio alucinatorio.

    f) Dependencia
    alucinógena
    .- Los alucinógenos o
    psicodislépticos "… son sustancias que perturban la
    actividad metal, y engendran una desviación delirante
    del juicio, con distorsión en la apreciación de
    los
    valores reales.

    Además estas drogas son generadoras de
    ilusiones, alucinaciones, estados oníricos y
    oniroides, estados de confusión y de
    despersonalización" (J. Delay)

    La mescalina, alcaloide del peyotl, cactus mexicano,
    y la psilocibina, existente en ciertos hongos
    también mexicanos, son conocidas desde hace siglos, y
    consumidas por los indígenas de dicho origen. El
    cactus, cortado en rodajas, y los hongos, crudos o desecados,
    son ingeridos directamente, experimentándose profundas
    perturbaciones mentales unos treinta minutos después
    de la ingesta.

    A estas sustancias naturales se suma una sustancia
    semisintética, el LSD 25, producido a partir del
    ácido lisérgico obtenido del clavicens
    purpurea
    , hongo que parasita el centeno y otras especies
    vegetales.

    El LSD 25 es la dietil amida de ese ácido; el
    número 25 corresponde a una serie de modificaciones
    químicas experimentales efectuadas sobre la
    molécula del ácido lisérgico obtenido
    del cornezuelo del centero, por Hoffmann, descubridor de este
    alucinógeno.

    Todas las sustancias producen una fase de
    excitación psíquica, acompañada de
    alteraciones del sistema
    nervioso autónomo (midriasis, taquicardia y
    salivación), alucinaciones visuales ricas en
    contenido, y con sensación de movimiento, un estado placentero y
    eufórico que, al desaparecer, desencadena
    frecuentemente un cuadro de ansiedad y angustia. Luego de las
    alucinaciones aparece un trastorno de la
    personalidad, conocido con el nombre de
    "despersonalización", que provoca el singular hecho de
    que el sujeto, aunque conciente, se siente ajeno a sí
    mismo.

    Los alucinógenos han sido utilizados en
    psicoterapia, y en el tratamiento del alcoholismo crónico. Hoy se los ha
    abandonado dada su peligrosidad y potencial de
    adicción psíquica.

    Agravan aún más el problema, las dosis
    extremadamente bajas que se requieren para arribar a los
    efectos alucinatorios. Bastará mencionar al respecto
    que la dosis de LSD 25 oscila alrededor de los cien
    microgramos, por vía oral. Vale decir que con un gramo
    se podrían drogar diez mil personas.

    g) Dependencia
    alcohólica
    .- El etanol, o alcohol
    etílico, es el componente común a todas las
    bebidas alcohólicas, sean destiladas o sencillamente
    fermentadas. Se denomina "grado alcohólico" a la
    cantidad de mililitros de alcohol contenidos en cien
    mililitros de un líquido. Las bebidas más
    comunes, presentan el grado alcohólico que se
    consignan a continuación

    • Cerveza: del 5 al 9 % CH
    • Sidra: del 4 al 6 %: 3
    • Vino: del 11 al 13 % CH OH
    • Aperitivos: del 25 al 40 % Alcohol
      etílico
    • Aguardientes y licores del 40 al 50 %
      (etanol)

    El etílico constituye una sustancia
    tóxica. Su dosis mortal oscila alrededor de los seis
    gramos (7.5 mililitros) por kilogramo de peso del sujeto, en
    una ingesta.

    Vale decir que, para una persona de 70
    kilogramos de peso, la dosis letal estaría contenida
    en medio litro de alcohol, o sea, alrededor de un litro de
    Whisky.

    La ingesta de alcohol, repetida en forma más
    o menos continua, conduce a la dependencia: el tóxico
    pasa a ser permanente compañía del sujeto, al
    que condiciona con todas las características de las
    toxicomanías, y con una serie de perturbaciones
    concomitantes: gastritis, cirrosis, problemas
    en las glándulas endocrinas, impotencia sexual,
    disturbios intestinales, discromatopsia, perturbaciones en la
    coordinación de los movimientos,
    etcétera.

    h) Inhalación de
    solventes
    .- la inhalación de solventes,
    con el propósito de alterar un estado de ánimo
    y evadir la realidad, se conoce desde hace mucho tiempo.
    Las primeras observaciones sobre inhalación voluntaria
    de solventes datan de un trabajo publicado en EE.UU. En 1951
    (Psychiatris Quaterly) Los productos químicos
    utilizados para llevar a cabo esta deleznable práctica
    presentan variada composición química: se trata, en general, de
    gases o
    líquidos volátiles: hidrocarburos aromáticos (benceno,
    tolueno, xilenos), freones, ésteres (acetato de
    etilio, acetato de amilo), cetona, solventes halogenados,
    etc. La diversidad química de estos productos hace
    difícil su clasificación farmacológica.
    Sus propiedades para inducir un estado de confusión
    hacen que, en oportunidades, se los defina como "delirantes".
    Son, casi todos ellos, depresores del sistema
    nervioso central, por lo cual se los ha incluido
    también entre los "sedantes". Tal vez, lo más
    lógico, sería clasificarlos como al alcohol, al
    cual se asemejan en algunos aspectos, tales como los
    anestésicos.

    En 1959 apareció en EE.UU. la práctica
    de la inhalación de los adhesivos utilizados en
    aeromodelismo. Éstos consistían en soluciones
    de poliestireno en tolueno. La práctica se
    extendió rápidamente con el nombre de "glue
    sniffing"
    , favorecida por la inadecuada difusión
    periodística. Actualmente los productos más
    utilizados son los adhesivos de neoprene (Suprabond,
    Poxirrán, etc.) El solvente de ellos es mezcla de
    tolueno y hexano, a los cuales se debe, exclusivamente, el
    efecto embriagante, en especial al primero de los
    nombrados.

    Los adictos –generalmente niños o adolescentes– realizan la inhalación
    mediante técnicas variadas, siempre tendientes a
    lograr una alta concentración del solvente.

    La forma más común es la de colocar el
    cemento en
    una bolsa de plástico, que se sostiene contra la
    boca, incluyendo a veces la nariz, e inhalando los vapores
    hasta obtener el efecto deseado. Al cabo de unos minutos
    comienza la sensación de euforia buscada, y luego se
    continúa inhalando más lentamente, para
    mantener ese estado, hasta que se agota el vapor del
    solvente.

    Son consecuencia de las drogas
    alucinógenas: confusión, embriaguez, lenguaje
    farfullante, secreción nasal, cefaleas,
    sensación de entumecimiento,
    etcétera.

    Cuando la dosis se incrementa, los efectos sedantes
    son más marcados, y pueden sobrevenir somnolencia,
    estupor y depresión respiratoria e inconciencia
    (Interin Report of the Comisión The non medical use of
    drugs information – Ottawa, Canadá –
    1973)

    En resumen, a pesar de la apariencia inocua en este
    tipo de sustancia, existe, en su inhalación, un serio
    riesgo de
    muerte.

    Obvia, pero lamentablemente, estos productos son de
    fácil obtención y su expendio no está
    sujeto a restricción alguna; todos ellos son de uso
    común en diversas actividades y oficios.

    Como sintomatología del presunto adicto se ha
    mencionado el olor característico en sus ropas y
    aliento, secreción nasal excesiva, ocasional lagrimeo,
    incoordinación muscular, astenia, distaría,
    estado confusional o excitación y
    diseña.

    Si bien no se ha descrito un síndrome de
    abstinencia, la dependencia psíquica es evidente; en
    todos los inhaladores se desarrolla rápidamente
    tolerancia. No hay evidencia, en cambio, de
    dependencia física; algunos experimentan leves
    temblores, irritabilidad, ansiedad e insomnio al dejar de
    inhalar, sintomatología considerada más de
    origen psíquico que físico.

    ¿Cuáles son las causas de esta
    drogadicción, en niños y
    adolescentes? Muchos de ellos aducen el deseo de evadirse de
    todos los problemas, o un esfuerzo para superar el
    sentimiento de timidez o de inferioridad, o por
    desorganización familiar masiva, padres hostiles y
    poco cariñosos, alcohólicos o
    drogadictos.

     

    Otras consideraciones:

    La cocaína.


    Las sensaciones.

    La cocaína produce una sensación
    física que se puede describir como un incremento
    intenso y súbito de energía y vigor, como el
    inducido por la adrenalina, y puede producir sensaciones de
    energía psíquica, confianza o impulsos sexuales
    intensos. Se dice que produce una sensación de
    fuerza y
    resistencia.

    Esos efectos generalmente duran unos 30 minutos, y
    después el usuario debe aspirar cocaína en
    cantidad creciente para mantener las sensaciones mencionadas.
    Este fenómeno se denomina "tolerancia". De esa manera,
    esta droga se convierte en una sustancia
    peligrosa.

    La peligrosidad de la
    droga.

    Los efectos estimulantes de la cocaína, que
    parecen placenteros, se traducen en excitabilidad, ansiedad,
    locuacidad, dificultad para enfocar los ojos,
    aceleración del ritmo cardíaco y del pulso,
    aumento de la presión sanguínea,
    dilatación de las pupilas, dolor de cabeza,
    náuseas, vómitos,
    aumento de la temperatura corporal y alucinaciones
    (especialmente un hormigueo subcutáneo)

    Además, la cocaína afecta a los
    pulmones y causan problemas respiratorios, confusión
    menta, daños irreversibles en el cerebro y,
    posiblemente, defectos congénitos en el feto si se
    usa durante los primeros meses de embarazo.
    Su uso continuo resulta en aumento de los accidentes
    automovilísticos, depresión, el suicidio y
    la
    muerte.

    Envenenamiento y muerte.

    El sudor frío, las convulsiones, los desmayos
    y la interrupción de la respiración son síntomas del
    envenenamiento por cocaína, que lleva a la
    MUERTE.

    La inyección de cocaína con
    instrumentos no esterilizados puede causar hepatitis y,
    en el caso de intercambio de agujas entre adictos, el
    contagio del virus del
    SIDA.
    Además, la preparación de base pura requiere el
    uso de solventes volátiles, que pueden causar incendios
    o explosiones, resultando en traumatismos graves o la muerte.
    Muy pocas personas se dan cuenta de que la muerte por
    sobredosis puede sobrevenir tanto al inyectarse
    cocaína como al fumarla o aspirarla por la nariz. La
    muerte es causada por convulsiones múltiples, seguidas
    de paro
    respiratorio y cardíaco.

    Base pura.

    Desde 1979, el hábito de fumar base pura de
    cocaína ha aumentado a un ritmo alarmante. Se le llama
    base pura porque la cocaína que se vende en la calle
    es sometida a un proceso
    mediante el cual la droga activa se separa de la base salina.
    Cuando la base salina se disuelve, quedan granito de
    cocaína pura. Un gramo de cocaína "comprada en
    la calle" contiene aproximadamente un cuarto de gramo de
    "base pura". Los granitos se fuman en una pipa, generalmente
    de vidrio,
    llena de agua o
    ron. El interior de la tabaquera se recubre para que no se
    pierda nada de cocaína pura.

    El vapor se inhala y pasa directamente a los
    pulmones, produciéndose un "high" (estado de
    intoxicación) drástico e inmediato. El "high"
    dura poco (unos 10 minutos), y se debe consumir más
    droga para mantener la sensación. El uso de la droga
    en grandes cantidades puede causar un síndrome
    paranoide extremo y diversos trastornos mentales.

    El uso de base pura adquiere tanta importancia en la
    vida de un adicto que excluye todo lo demás; el
    hábito es muy costoso, porque el usuario comienza a
    fumar más y con mayor frecuencia.

    Las embarazadas.

    Debido a la disponibilidad de drogas tales como el
    "crack" y la cocaína, y a la disminución
    considerable del precio, es
    posible que muchos niños de las próximas
    generaciones sean afectados por estas drogas. Para la mujer
    embarazada no debe existir tal cosa como el uso de drogas con
    fines de recreación, y menos aún la
    cocaína.

    Se calcula que quince millones de personas usan
    cocaína regularmente, de manera que no causa sorpresa
    ver niños con diversas anomalías y trastornos.
    Muchos de esos niños pasan sus primeros días de
    vida en un estado angustioso causado por la abstinencia, que
    puede durar hasta tres semanas, o sea, más que el
    síndrome de abstinencia de la heroína. Las
    mujeres embarazadas que usan cocaína están
    más expuestas al riesgo de abortos espontáneos
    o partos prematuros. Los hijos de usuarios de drogas sufren
    defectos físicos o trastornos mentales, tales como
    problemas de la vista, impedimentos graves del aprendizaje o
    retraso mental, deformidades, problemas motores
    graves, insuficiencia
    renal, parálisis o problemas
    respiratorios.

    Los médicos están comenzando a notar y
    comprender los efectos de la cocaína en el feto.
    Sólo mediante estudios a largo plazo se podrán
    determinar los daños ocasionados por la droga y la
    manera en que afectará a las generaciones
    futuras.

    Fumando pipa.

    El uso de la cocaína se ha convertido en una
    verdadera epidemia en muchos países del mundo. Como
    tal, no sólo la enfermedad, sino también los
    efectos secundarios pueden ser devastadores.

    La droga que más se usa actualmente es una
    nueva forma de cocaína conocida como "crack". La
    venta de
    "crack" ha aumentado de manera alarmante. En cuestión
    de dos años, se ha convertido en "la droga". Ha salido
    de los barrios bajos de las grandes ciudades y se ha
    infiltrado en las clases media y alta, propagándose
    como una epidemia en los pueblos más pequeños
    de muchos países.

    El "crack" es una forma más pura de
    cocaína, que causa más adicción que la
    cocaína común. No se aspira por la nariz, sino
    que se fuma. En sólo dos semanas un usuario puede
    adquirir el hábito. Es menos costosa: 300 miligramos
    de crack procesado y listo para fumar, que alcanza para una o
    dos inhalaciones breves, cuestan entre U$S 5 y U$S
    10.

    Es fácil de usar, y no requiere de utensilios
    especiales, a diferencia de la base libre. Lo único
    que se precisa es una pipa común.

    El "high" dura entre 5 y 10 minutos, y la
    cocaína llega al cerebro en diez segundos o menos. La
    sensación de euforia dura de 5 a 20 minutos, seguida
    de una depresión igualmente devastadora, que crea la
    necesidad de fumar nuevamente a fin de volver a experimentar
    la sensación de euforia y bienestar. Este ciclo de
    "high" y depresiones contribuye a la adicción y la
    refuerza. Debido a la corta duración del "high", el
    usuario debe fumar "crack" con frecuencia.

    El "crack" es un estimulante, y con frecuencia los
    usuarios realizan una actividad intensa, mostrando a menudo
    signos
    paranoides.

    La preocupación creciente de contraer
    el SIDA,
    debido al uso de agujas contaminadas, ha disminuido la
    popularidad de la heroína entre los usuarios
    más frecuentes y ha aumentado el uso del "crack". La
    baja inversión inicial, el "high" sumamente
    potente, la gran disponibilidad, y el hecho de que no se
    requiere de utensilios ni una preparación especial,
    contribuyen a la popularidad de esta droga
    ilícita.

    CRACK: Es una forma de cocaína, que se
    vende en la forma de escamas pequeñas que parecen
    jabón o astilla de porcelana, generalmente en frascos
    de plástico pequeño.

    Expresiones de la jerga: Se le conoce también
    como "rock", y en
    algunos países como "basuco" (Colombia y
    Caribe)

    La marihuana.


    Droga Peligrosa.

    La ingestión de marihuana produce diversos
    efectos, que varían de una persona a otra. El "high"
    dura de dos a cuatro horas. Algunas personas experimentan
    mareos y aturdimiento, mientras que otras sufren
    depresión y tristeza. Esta droga modifica la percepción del tiempo y la
    profundidad.

    Puede inducir un comportamiento descuidado o errático,
    así como risa incontrolable y un apetito voraz. Los
    usuarios generalmente caminan, hablan y se sientan de una
    manera peculiar o desacostumbrada. La marihuana reduce la
    habilidad motora necesaria para conducir sin
    peligros.

    ¿Qué es la
    marihuana?

    La marihuana solía considerarse como una
    droga que no causaba adicción. Sin embargo, las
    investigaciones recientes indican que la
    marihuana es activa. Se han realizado también
    numerosos estudios sobre los efectos físicos y
    psicológicos de la marihuana a largo plazo. En ninguno
    de ellos se ha llegado a la conclusión de que la
    marihuana es inocua. Según los estudios, el organismo
    tiende a adquirir una tolerancia de la droga, de manera que
    se necesitan dosis mayores para obtener el mismo efecto. Esta
    droga parece llevar al uso de drogas más potentes. Los
    usuarios son menos productivos y no pueden terminar ninguna
    tarea.

    Hachís: Es una forma concentrada de
    cannabis. Con la resina de la planta se hacen panes,
    generalmente oscuros, que se cortan en trozos irregulares y
    se venden por peso. El hachís es cinco veces
    más potente que la marihuana.

    La potencia
    química de la marihuana depende del lugar de origen y
    del método del cultivo, preparación
    y almacenamiento. La mayor parte de el cannabis
    que crece en estado silvestre en los Estados Unidos se
    considera de calidad
    inferior, ya que la concentración de THC es baja (0.5%
    o menos)

    Las variedades de Jamaica, Colombia y México presentan una
    concentración de THC del 0.5 al 4 %.

    Se considera que la sin semilla es de potencia
    superior. Esta variedad de marihuana se obtiene con una
    cannabis hembra sin polinizar, y en algunas muestras se han
    encontrado concentraciones de THC de hasta el 6 %. Las
    "varillas tailandesas" del Sudeste Asiático consisten
    en brotes de marihuana, los usuarios exigentes insisten en
    obtener la inflorescencia, que es muy potente, y por lo cual
    pagan un precio elevado.

    La planta de marihuana se seca, obteniéndose
    un producto similar al tabaco.

    A fin de transportarla y venderla en grandes
    cantidades, se la comprime en bloques, o "ladrillos de un
    kilo", que miden 5×2 1/2×12 pulgadas. Después, el kilo
    se fracciona y se empaqueta para la venta, generalmente en
    envases pequeños. El envase generalmente consiste en
    una bolsa de plástico, pero a veces se usan cajas,
    botellas u otros recipientes. La marihuana lista para usar se
    parece mucho las hojas de orégano o de
    té.

    A fin de comprender los efectos de la marihuana, es
    necesario conocer sus componentes químicos y su
    solubilidad.

    La química de la
    marihuana
    .

    La marihuana contiene más de 421 componentes
    químicos, que se transforman en más de 2.000 al
    fumarla. Más de 61 de esas 421 substancias
    químicas se llaman canabinoides, y no se encuentran en
    ninguna otra planta.

    Todos los canabinoides probados hasta la fecha son
    biológicamente activos.
    Eso significa que alteran alguna función normal de los organismos vivos.
    Esas alteraciones quizá sean imperceptibles, ya que se
    producen en las células, pero se pueden documentar en
    los laboratorios de investigación.

    Uno de esos canabinoides es el
    deltatetrahidrocanabinol. Ese es el canabinoide psicoactivo
    que produce el conocido "high" o estado de
    intoxicación atribuido a la marihuana.

    La abreviatura THC se refiere a las distintas
    substancias químicas de la clase de
    los tetrahidrocanabinol, que han sido objeto de numerosos
    estudios.

    La potencia de la marihuana depende de la
    concentración de THC. Cuanto mayor sea esa
    concentración, mayores serán su potencia y sus
    efectos nocivos. La marihuana que se cultiva actualmente es
    hasta diez veces más potente que la que se usaba antes
    de 1970.

    Todos los canabinoides tienen un factor importante
    en común: reaccionan en todos los tipos de
    células vivas, reduciendo su capacidad para producir
    moléculas eje.

    Las moléculas eje contienen substancias
    necesarias para la división celular, que es
    fundamental para el mantenimiento de las funciones
    fisiológicas.

    Quizás haya escuchado hablar muchas veces de
    estas substancias: el DNA, el RNA y las proteínas. El DNA es la sustancia
    química básica contenida en el núcleo de
    todas las células, que transmite el código genético de la herencia.

    La
    intoxicación
    .

    El estado de intoxicación causado por la
    marihuana es bastante breve, y los efectos perceptibles
    durante ese lapso son considerables. El período de
    vida media del THC y de otros canabinoides en el organismo
    humano, después de fumar un cigarrillo de marihuana,
    es de 72 horas como promedio. El período de vida media
    es el tiempo que tarda el organismo en descomponer o eliminar
    la mitad de la droga introducida en el cuerpo.

    La mitad del THC, almacenadas en las células
    del hígado, los pulmones, el cerebro, el bazo, los
    tejidos
    linfoides y los órganos sexuales, se elimina en el
    plazo de 3 días. La otra mitad se libera en el
    torrente sanguíneo lentamente durante los 18
    días siguientes. Al cabo de ese período, en el
    organismo queda menos del 1 % de la sustancia. Ese es el
    resultado de fumar un solo cigarrillo de
    marihuana.

    Sin embargo, si se fuma marihuana regularmente (2
    cigarrillos a la semana durante 6 meses), los tejidos
    adiposos del organismo se saturan completamente de
    substancias químicas solubles en la grasa. Al cabo de
    varios meses, es posible encontrar vestigios de THC en el
    organismo.

    Los daños en las
    células
    .

    Se ha comprobado que la marihuana produce
    daños celulares, y el uso de esta droga durante el
    período prolongado disminuye la inmunidad celular y
    aumenta el riesgo de contraer SIDA.

    El sistema inmunológico es un sistema de
    defensa complejo. Los glóbulos blancos se especializan
    en luchar contra las infecciones y destruir las sustancias
    extrañas, tales como las células cancerosas y
    los tejidos transplantados. Las drogas, la nutrición
    inadecuada, el exceso de ciertas sustancias nutritivas y las
    tensiones emocionales debilitan el sistema
    inmunológico.

    Un grupo de científicos de la Universidad de Columbia examinó las
    respuestas inmunitarias de 51 fumadores de marihuana de 16 a
    35 años de edad, que habían fumado 3
    cigarrillos de marihuana a la semana, como promedio, durante
    4 años, y no habían usado ninguna otra droga, a
    excepción de tabaco y bebidas alcohólicas. Los
    resultados observados en esas personas se compararon con los
    de un grupo control,
    integrado por personas que no fumaban marihuana pero que
    usaban tabaco y bebidas alcohólicas. La respuesta
    inmunitaria de los fumadores de marihuana fue inferior en un
    40% a la de las personas que no fumaban marihuana.

    Cabe preguntarse porque el consumo semanal de solo
    tres o cuatro cigarrillos de marihuana que contienen de 15 a
    20 mm. de THC puede producir daños celulares de tal
    magnitud. La razón es que el THC permanece en los
    tejidos adiposos durante períodos prolongados. La
    mayoría de las otras drogas son solubles en el agua, y
    se eliminan rápidamente, lo cual no ocurre en el caso
    de la marihuana.

    • Olor dulzón, similar a la de una soga
    quemada, en el cuarto, la ropa, etc.

    • "Roach" o "Pituca": Colilla de un cigarrillo
    de una marihuana.

    • "Joint": Parece un cigarrillo enrollado a
    mano, con los extremos generalmente retorcidos o
    doblados.

    • "Roach Clips": Utensilios para sostener el
    "roach". Pueden ser artículos comunes (como presillas,
    horquillas o hemóstatos) o con distintas formas y
    camuflajes.

    • Papel para cigarrillos o pipas, generalmente
    escondidos.

    • Gotas oftálmicas, para disimular el
    enrojecimiento de los ojos.

    • Uso excesivo de inciensos, desodorantes de
    ambientes o enjuagues bucales.

    • Recipientes tales como cajas y latas, o
    recipientes camuflados, tales como una lata de bebida gaseosa
    con una tapa de rosca.

    • Apetito voraz (posterior al uso de marihuana
    o durante su influencia); golosinas.

    • Aspecto de embriaguez sin olor a
    alcohol.

    • Risa excesiva e inmotivada.

    • Manchas amarillas en las yemas de los dedos,
    que se forman al sostener los cigarrillos.

  2. Signos para detectar el uso de
    marihuana

    Los investigadores de la Universidad de Columbia han
    demostrado que el uso moderado o intensivo de marihuana
    disminuye el número y la movilidad de los
    espermatozoides y produce una cantidad considerable de
    espermatozoides deformados. Los canabinoides perturban el
    desarrollo
    de los espermatozoides en los testículos y afectan al
    hipotálamo (glándula cerebral que controla ese
    proceso)

    El fumador de marihuana perjudica no solo su salud
    física y mental, sino que también arriesga las
    cualidades genéticas de sus futuros hijos.

  3. La disminución de la fertilidad en
    el
    hombre

    El efecto de la marihuana en la mujer probablemente
    sea duradero. Las mujeres nacen con un número limitado
    de óvulos. Si esos óvulos sufren daño, no se los puede
    reemplazar.

    Las mujeres que usan marihuana experimentan un
    cambio en el ciclo
    menstrual, debido al efecto del THC en el
    hipotálamo, que regula la liberación de
    hormonas
    de la glándula pituitaria.

    Se ha observado relación entre el uso de
    marihuana antes de la concepción y durante el
    embarazo, y la alta incidencia del efecto tóxico fetal
    y de las defunciones neonatales. Los hijos de mujeres que
    fuman marihuana pesan menos al nacer (medio kilogramo menos),
    y tienen la cabeza más pequeña. Su
    comportamiento es diferente. Parecen menos atentos al jugar y
    menos cariñosos con la gente.

    Es imprescindible saber en que medida el uso
    frecuente de marihuana afecta al equilibro genético de
    las células sexuales. Las características
    hereditarias de las generaciones futuras quizá
    dependen de ese futuro.

    Los
    Psicofármacos

    La estimulación del
    psicofármaco

    Los estimulantes tienen propiedades químicas
    que aceleran la actividad del sistema nervioso central. Los
    estimulantes se recetan para el tratamiento de la
    depresión, la obesidad,
    la narcolepsia (ataques súbitos de sueño) y la
    hipercinesia de la niñez. Según un estudio
    realizado, alrededor del 20% de los medicamentos recetados
    que alteran el ánimo son estimulantes.

    La industria
    farmacéutica produce suficientes estimulantes para
    suministrar a cada ciudadano una cantidad para crear
    adicción. Según un estudio realizado casi la
    mitad se utiliza ilegalmente. Además muchos
    estimulantes se preparan en laboratorios
    improvisados.

    Las anfetaminas, llamadas comúnmente "pep
    pills", son los estimulantes mas ampliamente conocidos y
    más frecuentemente abusados. Tienen distintas formas y
    tamaños. Incrementan la actividad, el estado
    de alerta y la excitación. Por consiguiente, su abuso
    es muy peligroso. Los efectos de la droga ocultan la fatiga,
    y las personas que la usan indebidamente exceden los límites de su resistencia física
    sin darse cuenta. Los conductores toman anfetaminas para
    permanecer despiertos en los viajes
    largos, los estudiantes las usan mientras se preparan para
    los exámenes; muchos delincuentes las usan para no
    acobardarse al cometer un crimen. Dado su efecto
    anorexígeno en muchos casos la adicción se
    contrae a través de tratamientos o curas de
    adelgazamientos.

    La metanfetamina es otro estimulante poderoso y muy
    utilizado. Sus efectos psicológicos son más
    fuertes que los de las anfetaminas, y generalmente se
    inyecta.

    Expresiones de la jerga: "pep pills", "meth",
    "speed", "bennies", "uppers", "co-pilots", "paches",
    "hearts", "wake-ups", "sky-rockets", "cart-wkeels", "bomido"
    (inyectable)

    Uso indebido: Los estimulantes generalmente
    vienen en formas de píldoras y cápsulas, pero
    también como líquido inyectable en forma de sal
    soluble.

    Efectos: El consumo de estimulantes produce
    una sensación temporaria de exaltación del
    ánimo, hiperactividad, perdida del apetito, insomnio,
    vigor intenso y locuacidad. Dilatación de las pupilas,
    sudor excesivo, temblores, mal aliento, mareos, sequedad de
    la boca y de los labios, y picazón en la nariz. Otros
    efectos del uso indebido de estimulantes son irritabilidad,
    ansiedad, comportamiento agresivo, pánico y alucinaciones.

    Pueden causar también una sensación
    que los usuarios llaman "rush". Sin embargo, cuando los
    efectos desaparecen, sigue un período desagradable de
    depresión, llamado "crashing". Todos esos efectos se
    intensifican considerablemente cuando los estimulantes se
    inyectan por vía intravenosa. Las personas que usan
    grandes cantidades de estimulantes se llaman "speed
    freaks".

    Otros peligros: Debido a los efectos
    acumulativos de los estimulantes, los usuarios
    crónicos tienden a tomar estimulantes por la
    mañana, a fin de despertarse, y depresores por la
    noche, para poder
    relajarse y dormir. Este hábito interfiere en la
    fisiología normal del organismo y causa
    enfermedades
    físicas y mentales. El organismo se acostumbra
    rápidamente, y se necesitan dosis mayores para lograr
    los efectos de euforia y supresión del apetito,
    creándose así una dependencia de la droga. En
    la jerga de los adictos, "speed kills" (los estimulantes
    matan)

    Éxtasis (X.T.C.)

    Una de las drogas mas nuevas es el éxtasis o
    "MDMA", también llamada "XTC" y "Adam", de la familia
    de las anfetaminas y la mescalina. Algunos psicólogos,
    psiquiatras y terapeutas solían usarla alegando que
    tiene usos terapéuticos.

    Sin embargo, la mayoría de los profesionales
    de todo el mundo no esta de acuerdo. El 1º de Julio de
    1985, el éxtasis (MDMA) fue declarado sustancia de uso
    controlado del grupo 1, por constituir una amenaza para la
    salud
    pública. El éxtasis se elaboró por
    primera vez en 1914, y algunos psiquiatras lo usaron con
    fines terapéuticos. Su reciente difusión
    callejera ha causado gran alarma. Todos los meses se venden
    en EEUU miles de comprimidos de MDMA a un precio de U$S 15 a
    U$S 20 la dosis de 100 miligramos. La mayoría de las
    personas que la usan con fines de recreación la
    comparten con amigos, y dicen que elimina las inhibiciones y
    mejora la
    comunicación. Esta droga también tiene
    muchos efectos secundarios perjudiciales. Al igual que las
    anfetaminas, el éxtasis es nocivo para las personas
    que tienen problemas circulatorios o cardíacos. Las
    reacciones son: Transpiración, apretar los dientes
    involuntariamente, morderse el interior de las mejillas,
    visión borrosa, fluctuación de la
    presión sanguínea. Entre los usuarios del MDMA
    se han producido casos de psicosis,
    daños cerebrales y muerte.

  4. La disminución de la fertilidad en la
    mujer

    Las drogas modificadas se descubrieron en 1979 en
    California, tras la muerte de dos adictos a la
    heroína.

    Cerca de ellos se encontraron paquetes con un polvo
    parecido a esa droga. Se produjeron 13 muertes adicionales
    antes de que se pudiera identificar la sustancia.

    Se llegó a la conclusión de que se
    trataba de una versión modificada de un
    anestésico llamado "fentanyl" que se usaba ampliamente
    en cirugía. Las drogas modificadas se usan
    principalmente como sustitutos de la heroína, pero son
    mucho mas poderosas y de efecto mas prolongado.

    Las drogas modificadas se preparan en laboratorios
    clandestinos. Su elaboración no es costosa, pero son
    muy potentes. Los químicos de los laboratorios
    clandestinos alteran la estructura
    molecular de drogas ilícitas, a fin de obtener una
    droga que no esté prohibida explícitamente por
    las leyes.

    Estas drogas modificadas tienen otros efectos
    extraños: En California una de sus variantes la MPTP,
    ha producido síntomas de la enfermedad de parkinson
    en mas de 70 personas de 20 a 24 años, que ahora
    están rígidas e inmóviles, como
    estatuas, y cuyas posibilidades de recuperación son
    remotas.

    Síndrome tóxico –
    Síntomas de sobredosis
    .

    El organismo se acostumbra rápidamente a los
    efectos de euforia y supresión del apetito. Una dosis
    suficiente para superar la insensibilidad resultante pueden
    causar diversas aberraciones mentales, cuyos primeros signos
    incluyen hacer reclinar los dientes, tocarse y pellizcarse la
    cara y las extremidades, y realizar una acción una y
    otra vez, así como la preocupación por los
    propios pensamientos, sospecha y sensación de ser
    observado. El síndrome tóxico resultante de la
    ingestión continua de dosis elevadas se caracteriza
    por un estado de paranoia, con alucinaciones auditivas y
    visuales. Los síntomas de una dosis subletal son
    mareos, temblores, agitación, hostilidad,
    pánico, dolor de cabeza, enrojecimiento, dolor
    toráxico, combinado con palpitaciones, sudor excesivo,
    vómitos, dolores abdominales.

    Si no se recibe atención médica, se
    producen convulsiones y colapso cardiovascular, seguidos de
    la muerte. Además, el esfuerzo físico aumenta
    los peligros del uso de estimulantes, y la muerte se debe a
    los efectos en los síntomas cardiovascular y regulador
    de la temperatura corporal. Se han producido casos fatales
    entre atletas que habían tomado una cantidad moderada
    de estimulantes, al realizar esfuerzos extremos.

    La supresión de los estimulantes ocasiona, en
    los usuarios crónicos que toman dosis elevadas, una
    profunda depresión, apatía, fatiga y trastornos
    del sueño ("Hang over") El síndrome de
    abstinencia inmediato puede durar varios
    días.

    Además, varias semanas o meses persiste un
    estado de ansiedad, tensión abrumadora, y tendencias
    suicidas.

    Síntomas del abuso: pérdida del
    apetito, excitabilidad e hiperactividad, locuacidad,
    temblores en las manos, dilatación de las pupilas,
    sudor excesivo, comportamiento compulsivo y reacciones
    exageradas, psicosis paranoide, sequedad de las membranas
    mucosas, insomnio.

    Drogas depresoras.

    Los depresores disminuyen la actividad funcional.
    Con fines médicos, se usan como sedantes, a fin de
    inducir el sueño, y también como
    tranquilizantes, en dosis pequeñas, para calmar al
    paciente.

    Con el debido control médico, los
    barbitúricos son depresores eficaces para combatir el
    insomnio y la ansiedad. Sin embargo, tomados en cantidades
    excesivas, los depresores producen un estado similar a la
    embriaguez y pueden resultar en adicción, sobredosis y
    accidentes.

    Entre los depresores se encuentra una alta gama de
    medicamentos de uso médico, tales como Nembutal,
    Seconal y Anytal, que son barbitúricos fuertes. Los
    tranquilizantes menores, tales como Librium, Valium, Equanil,
    etc., que se usan para combatir la ansiedad, también
    pueden ser peligrosos y hasta fatales si se los usa
    indebidamente. Combinados con el alcohol, los depresores
    aumentan la probabilidad
    de que se produzcan problemas serios, y la sobredosis
    ocasiona la pérdida del conocimiento y la muerte

    Expresiones de la jerga: Downers, red birds pines,
    goofballs, red devils, barbs, candy, peanuts, yellow jackets,
    yellows.

    Los depresores vienen en cápsulas y
    comprimidos. Pueden ser de efecto breve, intermedio o
    prolongado, y algunos son de efecto gradual. También
    se pueden obtener en la forma de líquido
    inyectable.

    Efectos: los síntomas del abuso de
    depresión, apatía, dislalia, confusión
    mental y pérdida de la coordinación motora. La
    desorientación concomitante contribuye a la incidencia
    elevada de accidentes en las carreteras o en los hogares
    entre los usuarios de depresores. Los efectos son similares a
    los de la embriaguez: somnolencia, confusión,
    temblores, contracción de las pupilas,
    disminución de la presión sanguínea y de
    la respiración. El organismo se acostumbra
    rápidamente a los depresores, y las personas que
    abusan de ellos aumentan las dosis sin darse cuenta del
    peligro.

    A menudo, los adictos usan depresores para disminuir
    los síntomas de abstinencia de la heroína,
    aliviar la ansiedad de los "lashbacks" (imágenes retrospectivas) resultantes
    del uso de alucinógenos y calmar los nervios
    después de ingerir estimulantes. El peligro del uso
    indebido de depresores aumenta cuando se los combina con el
    alcohol u otras drogas.

    El principal problema del abuso de depresores y
    estimulantes es su amplia disponibilidad y la facilidad con
    que se puede obtener una receta. Muchos adultos los compran
    para curarse de una dolencia verdadera, pero continúan
    usándolos no para reducir un dolor real, sino por
    hábito.

    Este tipo de abuso puede causar perjuicios
    emocionales y físicos. Los depresores realmente causan
    depresión.

    Otros peligros: Los depresores, conocidos
    también como "Downers", causan adicción. El
    síndrome de abstinencia se caracteriza por delirio y
    convulsiones, y es sumamente peligroso. Los signos del uso
    excesivo de depresores son: frío, piel
    húmeda y fría, pulso débil y
    rápido, respiración lenta y poco profunda, coma
    y la muerte.

    Síntomas de abuso: Somnolencia o
    letargo, dislalia y movimientos lentos, enajenación propia de un estado de
    trance, paso inseguro; aspecto de embriaguez (pero sin olor a
    alcohol en el aliento); tambaleo o pérdida del
    equilibrio, irritabilidad y ánimo
    pendenciero, confusión metal,
    depresión.

    Los estimulantes:


    Sustancias
    alucinógenas.

    Los alucinógenos son substancias
    químicas extraídas de plantas o sintetizadas en
    laboratorios. La mayoría de los alucinógenos se
    elaboran en laboratorios clandestinos.

    Aunque los alucinógenos se promuevan de
    manera abierta e irresponsable como medio para extraer los
    límites de la conciencia, no se ha comprobado que tengan
    usos médicos. Por consiguiente, no existen ni dosis
    normalizadas ni marcas que
    permitan identificar lo visual. Los laboratorios clandestinos
    producen alucinógenos en forma de cápsulas,
    comprimidos, polvo o líquido.

    Los vendedores y usuarios utilizan distintos
    métodos para transportar u ocultar las
    drogas. Por ejemplo, se ha encontrado LSD en terrones de
    azúcar, caramelos, papel, aspirinas,
    joyas, licores, ropa, calcomanías, en el reverso de
    estampillas, y hasta en figuritas adhesivas para
    niños.

    Efectos: Los efectos que se experimentan al
    ingerir alucinógenos no están relacionados
    solamente con la droga, sino que en ellos influyen el estado
    de ánimo, la actitud
    mental y el medio social del usuario. Generalmente, los
    alucinógenos distorsional o intensifican la
    percepción y disminuyen la capacidad para distinguir
    entre realidad y fantasía. El usuario dice que ve
    sonidos y escucha colores.

    Su sentido de la dirección y la distancia, así
    como su objetividad se ven afectados. Experimenta
    dilatación de las pupilas y sensibilidad extrema a la
    luz.

    La droga causa inquietud e insomnio hasta que sus
    efectos desaparecen. Los efectos mentales no se pueden
    predecir, y varían cada vez que se ingieren drogas,
    incluyendo ilusiones, exaltaciones del ánimo,
    abstracción de la realidad, movimientos violentos o
    auto destructivas y pánicas. El hecho de que los
    efectos de los alucinógenos no se puedan predecir
    constituye el mayor peligro para los usuarios. Al igual que
    los estimulantes y los depresores, los alucinógenos
    pueden causar dependencia psicológica.

    PCP: En la década de 1950 se
    estudió el uso de la feneciclidina como
    anestésico humano. Debido a los efectos secundarios
    adversos –principalmente confusión y delirio- se
    descontinuó su preparación para uso humano. La
    feneciclidina comenzó a venderse en la década
    de 1960 para uso veterinario, principalmente como
    tranquilizante para monos. Debido a sus efectos
    extraños, las sensaciones aplicables a la
    elaboración y posesión de PCP, con
    intención de distribuirlo, son más severas que
    para cualquier otra droga no narcótica. En 1978 se
    suspendió la producción, y prácticamente todo
    el PCP disponible actualmente se prepara en laboratorios
    clandestinos. Los efectos del PCP pueden ser alarmantes,
    especialmente si son inesperados. Eso ocurre con frecuencia,
    porque el PCP se vende como mescalina, LSD, THC, o mezclado
    con otras drogas tales como la marihuana. Los efectos son
    especialmente difíciles de tratar debido a la
    dificultad para determinar de qué droga se
    trata.

    LSD-25 (Ácido
    lisérgico)
    : Esta droga se obtiene de un
    hongo que crece en algunas plantas, especialmente el centeno
    y el trigo. Una dosis de 50 a 200 microgramos (que cabe en la
    cabeza de un alfiler) produce un "viaje" que dura de 8 a 16
    horas. Después del "viaje", el usuario puede
    experimentar ansiedad aguda o depresión durante un
    cierto tiempo. Se han producido casos de alucinaciones
    recurrentes durante varios días o meses después
    de la última dosis. En algunos casos, el uso de LSD
    produce psicosis de corta y larga duración.

    El Opio y los
    Narcóticos
    : En términos
    médicos los narcóticos son derivados el opio o
    substancias sintéticas. Los narcóticos son los
    agentes más eficaces conocidos para aliviar el olor
    intenso e indispensables para la práctica de la
    medicina.
    Algunos narcóticos se usan como antidiarreicos y otros
    para problemas respiratorios.

    La heroína, es el narcótico mas
    comúnmente abusado, debido a que produce una
    sensación de euforia duradera. La heroína se
    obtiene de la morfina, y es 10 veces más potente. Es
    un polvo amargo de color
    blanco o marrón oscuro. Le heroína pura
    raramente se vende en la calle, ya que los traficantes la
    fraccionan o la diluyen, y el producto que se vende contiene
    menos de un 5% de heroína.

    El uso de narcóticos produce dependencia
    física, adicción y aumento de la tolerancia de
    la droga, hasta que finalmente se produce la muerte por
    sobredosis.

    Se consideran narcóticos al opio, morfina,
    codeína, heroína, hidromorfina, diluadid,
    metadona, lomotil y percodan.

    La heroína se inyecta generalmente por
    vía intravenosa (mainlining) También se puede
    colocar debajo de la piel o se puede aspirar por la nariz al
    igual que la cocaína. Algunos narcóticos vienen
    en comprimidos y en cápsulas.

    Los efectos eufóricos de los
    narcóticos duran poco. Los efectos son:
    contracción de las pupilas, disminución de la
    visión, somnolencia, apatía, disminución
    de la actividad física, constipaciones, sueño,
    náuseas, vómitos y disminución de la
    respiración

    Síndrome de abstinencia: El
    síndrome de abstinencia de narcóticos, comienza
    poco después de transcurrido el momento de la dosis
    siguiente programada. La intensidad de los síntomas
    físicos guarda relación directa con la cantidad
    de droga consumida diariamente. Los síntomas
    físicos del síndrome de abstinencia de los
    adictos duran de 7 a 10 días y son: goteo de la nariz,
    ojos llorosos, transpiración, bostezos, inquietud,
    irritabilidad, pérdida del apetito, insomnio,
    temblores, náuseas, vómitos, dolores
    estomacales, diarrea,
    pánico, escalofríos, dolores y espasmos
    musculares.

    Los adictos corren el riesgo de contraer hepatitis,
    SIDA, y otras infecciones causadas por el uso de agujas
    contaminadas.

    Dado a que es difícil determinar su grado de
    pureza no se puede predecir su potencia. Por esa
    razón, son comunes las sobredosis fatales. La
    dependencia física de los narcóticos consiste
    en la necesidad de ingerir la droga regularmente a fin de
    evitar el síndrome de abstinencia.

    El uso repetido de narcóticos aumenta su
    tolerancia y, por consiguiente, requiere el consumo de
    mayores cantidades para lograr el efecto deseado. Así
    se adquiere dependencia de la droga.

    Síntomas del abuso: Cicatrices
    alargadas parecidas a tatuajes a lo largo de las venas
    causadas por el colapso de las venas debida a la
    inyección continua de narcóticos. Los tensillos
    que utilizan los drogodependientes son: Cuchara doblada para
    cocinar la sustancia hasta que adquiere la consistencia
    apropiada para inyectarla; jeringa y aguja; correa o
    cinturón para apretar las venas.

    Se observan las siguientes marcas en el cuerpo:
    Pinchazos (de las inyecciones), y magulladuras (causadas por
    el uso subcutáneo) Letargo e indiferencia.

    Solventes /
    inhalantes
    :

    Otra manera de drogarse es inhalar solventes. Es
    fácil porque los productos se pueden encontrar debajo
    de la pileta o en la caja de herramientas. En la década de 1960,
    algunas personas experimentaron por curiosidad, inhalando los
    vapores de la goma para armar aviones de juguetes.
    En la década de 1970 comenzaron a utilizarse otros
    productos como sustancias para enfriar el vidrio, aceite
    vegetal en aerosol, resinas epoxi, freon, desodorante,
    fijadores para el cabello en aerosol, barnices y pinturas de
    color bronce y dorado en aerosol.

    Los inhalantes son populares entre los sectores
    marginales de todos los países de América y, debido a su amplia
    disponibilidad, pueden utilizarse en cualquier lugar. En la
    década de 1970 se produjeron alrededor de 700
    defunciones en EEUU causadas por inhalar el freon de los
    envases de aceites vegetal en aerosol. Los principales
    usuarios son adolescentes, que generalmente inhalan estas
    substancias para superar las tensiones. Los usuarios
    crónicos se muestran aburridos, deprimidos, agresivos
    y antisociales, y tienen antecedentes de delincuencia. Los compañeros influyen
    considerablemente en la adquisición del
    hábito.

    Los inhalantes quizá es la primera sustancia
    que usan para drogarse los adolescentes que no tienen
    dinero
    para comprar otras drogas y diversos utensilios. Las pinturas
    se pueden comprar fácilmente; su uso es lícito,
    y se pueden encontrar en el hogar o en el lugar de
    trabajo.

    Los niños que inhalan estas substancias
    experimentan náuseas, estornudos, hemorragias nasales,
    sensación y aspecto de cansancio, mal aliento, falta
    de coordinación y pérdida del
    apetito.

    Los vapores inhalados llegan rápidamente al
    torrente sanguíneo, como si se los inyectara; el
    efecto varia según la persona, la sustancia
    química y la cantidad, pero la mayoría de los
    inhalantes producen efectos similares a los de los
    anestésicos, que reducen la actividad funcional. Los
    efectos duran alrededor de 30 minutos.

    La inhalación de vapores muy concentrados en
    aerosoles puede causar insuficiencia cardiaca y muerte
    súbita. Los inhalantes que no son en aerosol pueden
    ocasionar sofocación al impedir la llegada de oxígeno a los pulmones. Algunos
    inhalantes también producen sofocación al
    deprimir el sistema nervioso central hasta tal punto que la
    respiración disminuye y se interrumpe. El uso de una
    bolsa para inhalar aumenta el riesgo de
    sofocación.

    El uso durante períodos prolongados produce
    un síndrome cerebral orgánico, que se
    caracteriza por la pérdida de la coordinación
    muscular, irritabilidad, confusión,
    desorientación, traumatismos de nervios y trastornos
    hepáticos y renales. Al cabo de algunos años el
    usuario puede contraer cáncer o sufrir cambios
    genéticos. Se ha comprobado que la exposición crónica a ciertos
    solventes y la gasolina producen leucemia y anemia
    grave. La goma y los adhesivos de contacto contienen
    N-Hexano, que daña el sistema nervioso central y causa
    aturdimiento, perdida de la sensación en los pies y
    debilidad en las extremidades. Las acetonas contenidas en los
    adhesivos para productos de caucho, la
    tinta y la pintura,
    ocasionan daños similares.

    El cloruro de metileno, que se usa en las pinturas
    en aerosol, interfiere en la distribución de
    oxígeno y contaminan el organismo con monóxido
    de carbono.

    Se ha comprobado que las personas que comienzan a
    drogarse con inhalantes y después usan otras drogas,
    no dejan de usar inhalantes, sino que los usan
    menos.

    A medida que el organismo adquiere tolerancia a las
    substancias químicas, se necesita más droga
    para obtener el mismo efecto. Si el uso de inhalantes se
    combina con otras drogas, ocasiona pérdida del
    conocimiento, coma o la muerte.

    17.3. La drogadependencia y su relación
    con el delito:

    La drogadependencia es un agente de incuestionable
    incidencia en la etiología. Cuando se habla de
    él es imposible dejar de hacer consideraciones acerca
    del rol que las drogas cumplen en su génesis y al
    tratar las toxicomanías no podemos omitir sus aspectos
    criminológicos.

    Si la criminología, como señala
    Laplaza, tiene por objeto no sólo ni
    específicamente el estudio del delito, sino que lo
    trasciende, ocupándose de la conducta
    humana peligrosa como fenómeno individual y
    social, en su descripción, diferenciación,
    correlaciones y causalidad, surge con claridad que las drogas
    ostentan un lugar de privilegio dentro de las
    múltiples y complejas causas
    criminógenas.

    La bibliografía se incrementa diariamente
    con aportes que no hacen sino reafirmar lo antes dicho, y la
    práctica profesional de todos aquellos
    que de alguna manera están relacionados con el tema lo
    ratifica.

    Un drogadicto, por el solo hecho de serlo, no debe
    ser visto como un delincuente, pero no se puede negar que tal
    condición lo enfrentará con más
    posibilidad y frecuencia con las conductas peligrosas e
    ilícitas.

    La acción negativa de la droga relaciona
    siempre, a quien está de cualquier forma vinculado con
    ella, con el delito, aunque no llegue a cometerlo.

    Si entendemos, con Grispigni, que "la peligrosidad
    criminal es la capacidad de una persona para convertirse con
    probabilidad en autora del delito" el adicto, sin dudas, la
    tiene. Todos representan una peligrosidad "latente", presta a
    materializarse ante circunstancias
    desencadenantes.

    En una de las conclusiones resultantes de los
    coloquios celebrados en Madrid en
    1972, la Real Academia Nacional de Medicina de España, refiriéndose a la
    dependencia a drogas, expresó que "es una enfermedad
    social que está afectando especialmente a la juventud
    en la que causa daños físicos, psíquicos
    y sociales llevándola a hacer caso omiso de deberes
    familiares, laborales y morales". Este concepto, que
    debe ser plenamente compartido, sintetiza la incidencia de la
    droga en los dos factores del binomio "individuo
    – mundo circundante", que siempre deben ser analizados
    al estudiar la etiología del delito.

    No obstante lo expuesto, se leen y escuchan
    opiniones, no siempre cumplidas a nivel científico y
    muchas veces evidentemente tendenciosas y especulativas, que
    restan a determinadas drogas acción
    criminógena, siendo la marihuana la que por lo general
    se toma como ejemplo en la controversia.

    No nos debe extrañar esta actitud, ya que
    algunos inclusive, le adjudican a las drogas
    toxicomanígenas una "acción positiva
    atribuyéndole sus efectos negativos a la personalidad de quienes la usan y a la
    ineficacia de quienes deben ejercer el control del
    consumo.

    Nosotros consideramos que el toxicómano es
    siempre proclive a cometer delitos y
    a ser víctima de ellos y que la droga tiene probada
    idoneidad para cumplir distintos roles en la
    criminogénesis. La cárcel es así, junto
    con el hospital, el manicomio y el cementerio, el
    epílogo frecuente de la vida de estas desgraciadas
    personas.

    Sin embargo, la droga no es todo y debe considerarse
    un elemento más a tener en cuenta en el estudio
    criminológico.

    Sus efectos varían en los diferentes
    individuos y por lo tanto no es posible la
    generalización.

    Como en todos los aspectos, también en el que
    estamos ahora tratando es imprescindible estudiar la
    personalidad de base del adicto delincuente, que es la que
    "dará vida" a la droga.

    La historia
    criminológica debe seguir en estos casos sus
    lineamientos generales, debiendo prestarse particular
    atención al examen somatopsíquico del interno y
    a los estudios complementarios para satisfacer de la mejor
    manera posible la exigencia expresada en el párrafo precedente.

    Recordemos los principales capítulos con que
    ha de contar como mínimo, el estudio
    criminológico:

    • Antecedentes familiares;
    • Relaciones sociales (familiares y
      extrafamiliares);
    • Instrucción;
    • Vida laboral;
    • Antecedentes policiales y judiciales;

    17.4. Delito actual: En este capítulo
    es aconsejable primero hacer una síntesis del delito de acuerdo a lo
    referido en el testimonio de sentencia y luego solicitar al
    procesado que exprese su versión del hecho, debe ser
    posible por escrito; Aspecto victiminólogo; Examen
    somatopsíquico
    : Se complementará con todos
    los estudios que se consideren necesarios
    (electroencefalografía, psicodiagnóstico,
    análisis clínicos, etc.);
    Información social.

    Con todos estos antecedentes, aportados por los
    distintos integrantes del equipo criminológico, se
    elaborarán las conclusiones de la historia
    criminológica. Ellas son:

    • Diagnóstico de personalidad;
    • Génesis delictiva;
    • Clasificación;
    • Pronóstico;

    Tratamiento a instituir en la base al estudio
    criminológico practicado.

    Se ha señalado con acierto,
    refiriéndose al alcohol, "que en el fondo de una
    botella caben todos los delitos". Podemos decir, sin temor a
    equivocarnos, que en el campo de las toxicomanías
    sucede lo mismo, pero a pesar de las copiosas citas
    bibliográficas careceremos de un sólido
    aval estadístico, debiendo señalar que esta
    falencia no se da sólo en nuestro medio, sino que se
    advierte en general, como lo destaca Pinatel.

    Los delitos relacionados con las "drogas" pueden
    distinguirse en:

    1) los que se cometen bajo la influencia de la
    droga;

    2) los que responden a la "necesidad" de
    conseguirla, condicionada por la sujeción del
    individuo a la droga, es decir, por la
    dependencia;

    3) los previstos en la ley 23.737.

    Delitos cometidos bajo la influencia de la
    droga.

    Las características modalidades guardan
    generalmente relación con el efecto que la
    acción tóxica de la droga produce en el
    sujeto.

    Serán actos violentos, cargados de
    agresividad cuando se esté bajo la influencia de un
    estimulante, que se traducirán en homicidios, lesiones, desacatos, etc. en
    muchos casos la presencia de otros componentes, como la
    ansiedad, el temor, el pánico, etc., dan al delito
    peculiares características.

    Bajo la acción de los depresores, es poco
    probable la comisión de delitos violentos, habida
    cuenta de la incidencia que tiene sobre la volición
    traducida en una merma de la actividad. Se encuentran
    aletargados, evadidos de la realidad, y en ese estado de
    ensoñación nada les importa que sea ajeno al
    "paraíso" en el que están inmersos; en cambio,
    los adictos a los opiáceos son muy peligrosos en la
    abstinencia.

    Los barbitúricos, en su cuadro de
    intoxicación aguda, pueden generar automatismos que
    llevan por este mecanismo a la comisión de delitos y
    también a la propia muerte al seguir ingiriendo la
    droga automática e inconscientemente hasta llegar a la
    dosis letal no buscada voluntariamente (falsos
    suicidas)

    Las perturbaciones perceptivas producidas por los
    alucinógenos ya sea por sí misma o generando
    delirios de distinto contenido son frecuentes causas de
    delito. Desde el conductor alucinado que produce un accidente
    fatal hasta el que mata ante visiones terroríficas y
    amenazantes, existe una gama de posibilidades.

    Los estados delirantes motivados por las drogas
    participan en la psicogénesis delictiva de la misma
    manera que lo hacen cuando responden a otra
    etiología.

    Las autoagresiones, que llegan al suicidio, son
    también frecuentes. La agresividad se dirige entonces
    hacia el mismo adicto, embargado en el trance generalmente
    por una gran ansiedad. Mientras un cocainómano, por
    ejemplo, preso de una alucinación visual enfrenta el
    "peligro" y no duda en atacarlo, otros "drogados" fugan
    aterrorizados frente a la amenaza y pueden arrojarse por la
    ventana.

    Existen casos donde la muerte aparenta a un
    suicidio. Al sentirse omnipotentes por el efecto del
    tóxico, no vacilan en colocarse en situaciones
    inequívocamente suicidas; tal el caso de una
    adolescente que se detuvo en el medio de una avenida muy
    transitada con sus brazos en alto con la intención de
    detener el tráfico que circulaba por ambas
    direcciones. La morgue judicial fue el lógico destino
    de la desgraciada niña, y la peritación
    toxicológica esclareció la real
    etiología del suceso.

    Delitos por omisión también pueden ser
    originados por drogas, ya sea por el efecto propio de las
    depresoras o el "paradójico" de los
    estimulantes.

    La asociación de drogas y de éstas con
    el alcohol potencializan el efecto criminógeno,
    pudiendo llegarse a niveles de extremada peligrosidad en
    psicópatas, epilépticos, postraumatizados
    cráneo-encefálicos, etc.

    Merecen especial atención, por la importancia
    médico-legal y psiquiátrico-forense que tienen,
    los delitos que pueden ser cometidos durante el efecto
    flash back, o sea, la reaparición de los
    síntomas psíquicos, propios de la
    intoxicación aguda sin participación de la
    droga hasta varios meses después del último
    consumo.

    Se produce así una reviviscencia de la
    situación ocurrida tiempo atrás, con las mismas
    posibilidades en el campo criminólogo abocado al
    estudio de la génesis delictiva.

    Sabemos que el organismo sufre las modificaciones
    específicas que la acción de las drogas le
    genera y en tal sentido se producen sus efectos, pero
    éstos pueden ser paradójicos y contrarios a los
    esperados, eventualidad que debe siempre considerarse para
    efectuar la correcta valoración de los hechos. Si una
    persona, por ejemplo, toma anfetaminas próximamente a
    la iniciación de un viaje, lo hará con el
    objeto de disminuir la sensación de fatiga y evitar
    dormirse en la ruta; sin embargo, podrá generar un
    desastre al perder el control del vehículo, como
    consecuencia de un resultado opuesto al buscado.

    En los accidentes de circulación es necesario
    investigar la incidencia etiológica de las drogas. En
    muchos las modalidades del siniestro y las actitudes
    incongruentes de los conductores inducen a pensar en la
    participación tóxica, ratificación que
    se obtiene mediante las peritaciones pertinentes, debiendo
    procederse de igual manera con las víctimas, que
    pudieron serlo por la misma causa.

    17.5. Delitos relacionados con la
    obtención de la droga
    .

    El hábito, o sea, la adaptación del
    organismo a la droga y a la etapa subsiguiente de
    dependencia, es decir, cuando ya se está sujeto a
    ella, psíquica o psicofísicamente, hacen que el
    adicto trate de conseguirla a cualquier precio, sin medir las
    consecuencias. Cuando es presa del síndrome de
    abstinencia y padece la dramática
    sintomatología de la carencia, que puede ser suprimida
    sólo con la
    administración de una nueva dosis, el "hambre de
    droga" –la "necesidad"- lo enfrenta con una
    dramática situación que debe resolver sin
    demora, y el delito violento, caracterizado por su
    impulsividad y agresividad, puede ser la única
    alternativa para obtenerla.

    Son frecuentes los robos, hurtos, fraudes, estafas,
    asaltos, falsificación de recetas, malversaciones,
    calumnias, chantajes, etc. Generalmente, intentan no ejercer
    violencia
    contra las personas, pero cuando la situación supera
    esa posibilidad, se cometen lesiones y homicidios.

    La delincuencia en estas circunstancias puede ser
    individual o asociada, siendo frecuente que se organicen
    grupos e
    integren bandas entre jóvenes adictos para conseguir
    la droga, ya sea robándola directamente de farmacias y
    droguerías, o logrando, mediante el delito, dinero
    para obtenerla, soliendo ser las primeras víctimas
    familiares y amigos.

    El adicto, inmerso en una degradación
    física, psíquica y moral,
    acepta cualquier situación para lograr la droga, que
    llega a ser su única preocupación, resultando
    así víctima de delitos. Comete actos que
    resultan perjudiciales para su propio patrimonio, transformándose en presa
    fácil y codiciada de traficantes y
    usureros.

    En oportunidades la sugestionabilidad y la abulia
    que ostentan, es aprovechada por delincuentes habituales,
    quienes los instigan a participar en delitos, mientras ellos
    se mantienen al margen del hecho, a la espera del
    botín.

    La prostitución también guarda
    relación con la droga. La mujer adicta no vacila en
    vender su cuerpo para conseguirla, pero si bien el hecho
    individual tiene gran importancia criminológica, el
    uso que de las drogas hacen los tratantes para arrastrar a
    las mujeres a la prostitución lo es de manera
    superlativa. El gangsterismo, organizado para tales fines,
    recurre a las drogas para captar a muchachas, como paso
    previo a la prostitución, usando diferentes
    tácticas para alcanzar sus perversos objetivos.
    Una de ellas es a través de "jóvenes
    atractivos" que entablan relación con las candidatas y
    las inician en la droga, proveyéndoles en esta etapa
    de inducción todas las dosis requeridas.
    Cuando ya están habituadas y sometidas a la
    tiránica acción de la droga, se las priva
    bruscamente de ella aduciendo cualquier motivo, y es entonces
    cuando los rufianes han ganado la batalla, y las infelices
    mujeres, con el fin de obtenerla, no vacilan en ejercer la
    prostitución.

    El empleo de
    las drogas es uno de los instrumentos que han facilitado el
    auge del proxenetismo y ha permitido abandonar, en muchos
    ámbitos, otros medios de
    sujeción que resultaban de mayor riesgo para los
    tratantes.

    No obstante lo expuesto, las adictas están
    imposibilitadas para "trabajar en forma regular y eficiente",
    llegando a ser rechazadas por los clientes y
    abandonadas por los mismos que las iniciaron en ambas
    esclavitudes.

    En forma análoga a lo que sucede con las
    alcohólicas, muchas llegan a la prostitución
    por las drogas, y otras tantas han caído en la
    drogadicción por la prostitución.

    Todos los delitos son posibles, y múltiples
    las modalidades para obtener la droga; por ello, luchar
    contra las toxicomanías es hacerlo contra la
    criminalidad en general.

    CN. Artículo 71 – Del narcotráfico, de la
    drogadicción y de la
    rehabilitación

    El Estado reprimirá la producción y el
    tráfico ilícitos de las sustancias
    estupefacientes y demás drogas peligrosas, así
    como los actos destinados a la legitimación del dinero proveniente de
    tales actividades. Igualmente, combatirá el consumo
    ilícito de dichas drogas. La ley reglamentará
    la producción y el uso medicinal de las
    mismas.

    Se establecerán programas de
    educación preventiva y de
    rehabilitación de los adictos, con la
    participación de organizaciones privadas.

    LECCIÓN
    XVIII

    LA
    POLÍTICA, LAS GUERRAS Y
    REVOLUCIONES Y LA CRIMINALIDAD

    18. Organización Política. La
    organización del Estado según moldes
    democráticos, dictatoriales de derecha, comunistas,
    corporativistas, etc. no puede menos que caracterizar
    cualitativa y cuantitativamente a la delincuencia que se
    comete bajo su jurisdicción. Cada régimen crea
    ciertas oportunidades para dar salida a las tendencias
    humanas; cada uno de ellos implica tal o cual
    organización económica, familiar, de prensa y
    cine; de
    educación escolar y extraescolar, de ideales sociales
    e individuales. La organización estatal y el sistema
    de gobierno
    ocasionan indirectamente la baja o alza de los
    delitos.

    No hay régimen político sin
    delincuencia debida al propio régimen. En algunas
    organizaciones, el individuo prima sobre el Estado;
    éste no funciona sino para asegurar los derechos
    individuales y los intereses privados; es norma la libertad
    mientras no lesiona a tros interese privados, y la iniciativa
    particular no coarte la ajena.

    En el otro extremo, se encuentran los
    regímenes autoritarios, en que el derecho del Estado o
    de la sociedad
    se considera superior al del individuo, el cual debe
    someterse. Libertad y propia iniciativa son restringidas
    hasta donde se consideren compatibles con el bien general.
    Las garantías personales quedan reducidas al
    mínimo mientras la regimentación desde arriba
    es la regla.

    18.1. Los sistemas
    autoritarios y el delito
    . Los gobiernos dictatoriales,
    una vez consolidados, traen, en general un descenso de
    delincuencia común y un aumento en la delincuencia
    política.

    18.2. Razones que permiten explicar la
    disminución de los delitos comunes
    :

    a) Las dictaduras crean ideales populares
    que arrastran a las mayorías y las unen, facilitando
    el espíritu de cooperación y de sacrificio y
    formando un ambiente contrario al
    egoísmo.

    b) Una vez consolidados, suelen asegurar la
    tranquilidad política y social creando para tal
    efecto organismos eficaces para luchar contra toda
    alteración del orden.

    c) Garantizan cierta estabilidad
    económica así como un planeamiento racional que impide o amortigua
    las crisis
    periódicas, disminuye la distancia entre las
    clases
    sociales, anula la desocupación y realiza grandes
    proyectos en beneficio de las masas. Buscan
    restringir o abolir la libertad económica en sus
    aspectos perjudiciales.

    d) Refuerzan las leyes penales para
    aumentar la intimidación, se forma un ambiente de
    convicción en que el delincuente tiene más
    probabilidades de ser castigado que de escapar al
    castigo.

    e) Aplican adecuadamente las sanciones. La
    flexibilidad implícita en estas actividades es
    conseguido porque el juez tiene en los países
    dictatoriales más libertad de
    acción.

    f) Educan totalitariamente, buscando formar
    una conciencia uniforme en todos los habitantes del
    país, utilizando todos los medios de propaganda, tomando en cuenta todas las
    edades y clases sociales. Los sindicatos y gremios, los clubes deportivos,
    las organizaciones juveniles, la conscripción
    militar, etc., son grupos que tienden a uniformar la
    conciencia ciudadana y adaptarla al orden, la obediencia y
    el respeto
    por las autoridades constituidas.

    g) Regimentan la vida, la mayor parte de
    cuyos actos se hallan bajo la supervigilancia de las
    autoridades, la participación de la población entera en el control y
    vigilancia de la conducta
    ajena. Se fija horas para ciertas actividades, así
    como zonas en uno puede moverse libremente.

    h) Asisten a la juventud y a los anormales.
    Los Estados totalitarios crean orfanatos y organizaciones
    juveniles que toman al niño desde temprana edad y
    ofrecen un ambiente en que se educa para la disciplina.

    Sin embargo, queda como contrapartida el incremento
    en los delitos políticos.

    El ansia de libertad y la justicia
    determinan la contraposición al sistema, por lo que
    generalmente los que propugnan estos ideales, reciben
    lesiones, mutilaciones, violaciones, torturas y hasta
    muertes, no existiendo ni la más remota posibilidad de
    denunciar eficazmente los excesos que cometen los
    "vigilantes" y los partidarios del gobierno.

    18.2. Democracia
    y delito
    . Al revés de lo que sucede en las
    dictaduras, en las democracias aumentan los delitos comunes,
    mientras disminuyen los políticos.

  5. Drogas modificadas

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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