De la teoría a la práctica arquitectónica, el vínculo y el instrumento
Resumen
El tema central de este ensayo es
reflexionar sobre cómo se logra el traslado de la teoría
a la realidad práctica en el campo del diseño
arquitectónico, identificando en ello, al vínculo y
al instrumento que las interrelaciona; en este sentido, se
generan varias interrogantes: ¿cómo podemos pensar
la realidad arquitectónica?, ¿qué papel
puede cumplir el trabajo
teórico en el desarrollo de
la práctica proyectual? y más aún,
¿cómo podemos realizar esta transferencia?…
Aquí, podrían discutirse cuestiones
metodológicas diversas; pero más allá de
esto, se propone un acercamiento hacia el tema de la
teoría y el diseño arquitectónico desde su
vinculación práctica.
Introducción
En esta propuesta, se cuestiona en principio, la
desvinculación que existe entre la teoría y la
práctica en el ámbito arquitectónico; ya
que, actualmente, se corre el riesgo de
presentar proyectos con
argumentos carentes de contenidos; de esta manera, se ha visto
que la explicación de la práctica se aleja cada vez
más de un sustento teórico. Así, se ha ido
perdiendo el sentido medular de esta vinculación; pensando
que teoría y práctica son dos condiciones
autónomas en el ámbito
arquitectónico.
Como lo señala Fernández: "El análisis del hecho arquitectónico
como producto de
una teoría y una praxis es
totalmente marginada"1; actualmente, se mantienen
los valores
permanentes de la forma sin pugnarla como una estructura que
deviene de un contenido interno; de tal manera, que se le
proporciona al alumno una ambigüedad sobre su mismo hacer
proyectual; asimismo, se generan arquitecturas emotivas,
suscitadas por ideas de seducción y emotividad no
controlada, para llegar a"caprichos formales"; se generan,
arquitecturas del detalle que albergan la vigencia de métodos
constructivos "eficaces", para salvaguardar su consumo y
señalar una preocupación económica y de
mercado; o bien,
se generan arquitecturas analógicas, inspiradas o
"copiadas" de modelos ajenos
a nuestra cultura. Sin
entender que la teoría, exige la comprensión de
ideas y de conceptos; asimismo, exige la elaboración y
formulación de fundamentos, que guíen el sentido
del hacer arquitectónico.
Como lo señala Kruft, "para la comprensión
del sentido intrínseco de la arquitectura, es
de gran importancia, conocer en cada momento su fundamento
teórico y saber en cada caso cómo se ha accedido a
ese fundamento"2. Por lo que, dicho sustento puede
tener connotaciones causales, donde el arquitecto en
formación o en ejercicio, establece sus propios puntos de
partida; de otra manera, una arquitectura sin base teórica
podría ir en camino de la arbitrariedad. En este sentido,
se señala que, es en la reflexión teórica,
donde se medita, se justifica, se abstrae y se indaga sobre los
principios del
diseño arquitectónico; por eso, su rol está
en ser la superestructura de la arquitectura y en ofrecer
armas a lo
práctico.
Por otro lado, la teoría de la arquitectura, no
puede tomar la experiencia directa como punto de
partida3; sino que, tiene que estar basada en un
conocimiento,
donde se establecen los conceptos que describen la forma; de
manera que, ésta puede pretender incidir en el arquitecto
al proyectar, al prever, al comparar y al criticar; así,
se acentúa que la teoría y la experiencia no se
sustituyen mutuamente; sino que, se alimentan entre sí. La
reflexión teórica, entonces, abarca los conceptos
referidos al campo del diseño y su organización puede presentarse como,
cuerpos o estructuras
teóricas que funcionan como nuevas propuestas que motiven
al arquitecto a profundizar en su desarrollo como tal.
Así, el objetivo de la
teoría, se encamina a investigar e indagar sobre los
fundamentos del diseño, para proporcionar los medios
conceptuales y poder explicar
desde ahí, la actividad y el objeto; con ello, se
señala que, el arquitecto ha de aprender en su oficio todo
lo que se implica al diseñar y en su caso, tendrá
que formular y aprender a usar los instrumentos que vinculen a la
parte teórica con la práctica. Como lo
acentúa, Waisman, las teorías
de los arquitectos, por su parte, deberían leerse siempre
a la luz de sus obras,
pues en ocasiones, aún cuando tomen la forma de
afirmaciones dogmáticas, no son sino aproximaciones
generales a su rumbo profundo4. Estas son indicaciones
sobre los temas con los cuales está trabajando; en este
sentido, las teorías son reflejo del pensamiento
del arquitecto que actúa como transmisor de tendencias
culturales al interior del territorio del
diseño.
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