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La autoevaluación docente como medio para la actualización profesional (página 2)



Partes: 1, 2

  • ACTUALIZACIÓN
    PROFESIONAL

¿Qué significa
actualizarse?

Actualizar, de acuerdo al Diccionario de
la Real Academia Española es poner al día.
Actualizarse es entonces, mantenerse vigente, continuar
creciendo, saberse académicamente joven. Es evolucionar,
renovarse, caminar a la par que el tiempo; es
seguir aprendiendo permanentemente, día con día,
concibiéndose como "docente en continua evolución" y asumiéndose en todo
momento como "profesional inacabado".

Existen tres grandes áreas del conocimiento
que requieren una PERMANENTE ACTUALIZACIÓN: la medicina, la
informática y la docencia.
Sin embargo, y
paradójicamente, una de las áreas que más
resistencia ha
presentado al cambio, es la
correspondiente a la educación. Al
respecto Antonio Battro refiere que si un médico del siglo
pasado pudiera despertar a esta época en medio de una sala
de quirófano, le sería imposible realizar una
cirugía ya que quedaría atónito ante la
presencia de instrumentos totalmente desconocidos para él.
En contraste, si un profesor
despertase después de cien años en un salón
de clases actual, encontraría en general, condiciones
similares a las de hace cien años, pudiendo continuar con
sus enseñanzas sin mayores complicaciones.

Este mismo ejemplo, sugiere lo que acontece el
día de hoy en el campo de la educación y de la
informática entre los docentes de
países en vías de desarrollo y
aquellos que revolucionaron la educación desde el
nacimiento de Internet, ya que si un
maestro se plantara en un salón de clases de una Universidad de
primer mundo, quedaría inmóvil ante la
multiplicidad de medios que los
docentes manejan cotidianamente como recurso para mejorar su
labor docente y obtener mejores resultados en los procesos de
enseñanzaaprendizaje.
Aquí valdría la pena preguntarse si "yo docente"
estoy al día en el uso académico de los medios
tecnológicos.

Ahora bien, el punto de partida de todo proceso de
enseñanza-aprendizaje, deberá iniciar con una
autoevaluación de las prácticas que cada maestro
lleva al cabo actualmente, tanto en lo que se refiere a los
conocimientos sobre los temas que domina, como a los métodos,
estrategias y
medios de evaluación
que utiliza. De igual forma, se recurre a la reflexión
como el medio idóneo para que el docente encuentre
la
motivación necesaria para aprender permanentemente;
esto es, para actualizarse. Sin embargo, iniciar con una
reflexión honesta de su quehacer profesional, aunque
pareciera receta sencilla, es lo más difícil de
lograr, ya que el maestro como ser humano, tiene que adoptar una
serie de actitudes
personales sin las cuales, ningún proceso de
autoevaluación rendirá frutos.

Al respecto, es preciso señalar que la
actualización de los maestros en servicio ha
sido por largo tiempo entendida como un proceso para subsanar el
déficit de conocimientos que los docentes presentaban, los
cuales Perrenoud concibe como "áreas de oportunidad". Para
ello, la estrategia a
seguir fue la de optar por cursos masivos, mismos que no
alcanzaron los resultados previstos dado que la temática
propuesta en cada uno de ellos, no abarcaba los intereses de todo
el personal en
formación.

Actualmente, una nueva visión induce a
concebir la actualización como un proceso de
formación durante toda la vida, en donde el maestro se
asume como el actor protagónico de los procesos de reforma
educativa centrando el interés en
su ACTITUD ya que
con ello dará lugar a la revisión del bagaje de
conocimientos individuales, estableciendo con ello un balance de
competencias
que le permita aceptar y trabajar por los cambios requeridos para
transformar su propia práctica.

Por lo anterior, en varios países se
inició desde hace algunos años la
reconceptualización de la formación de los docentes
en servicio comprendiendo para ello dos grandes
estrategias:

  1. Talleres de reflexión sobre la
    práctica y el perfeccionamiento institucional, los
    cuales mostraron una enorme eficacia en
    lo individual, pero inadecuados como reconversión
    rápida y masiva del profesorado por lo que con
    posterioridad, se convirtieron en:

    De tal forma, hoy día existe la necesidad de
    transformar la actitud del maestro frente al cambio y las
    condiciones de aisalmiento del trabajo docente
    , dado que
    se reconoce que el mejoramiento de la calidad de la
    educación no será posible no se incide en las
    ACTITUDES de la formación personal del docente,
    así como en las condiciones institucionales y
    estructurales que enmarcan su trabajo.

  2. Talleres de reflexión en contextos
    de trabajo
    colectivo, ya fuere interdisciplinario, o con los docentes
    de una misma área o especialidad, quienes dispusieron de
    herramientas
    y materiales
    pedagógicos para facilitar la comprensión y para
    inducir al diseño de actividades en el
    aula.
  3. REQUISITOS
    PREVIOS PARA UNA AUTOEVALUACIÓN

Elementalmente existen cuatro actitudes que el
maestro debe aportar para adentrarse en el proceso de una exitosa
autoevaluación. A continuación se describen algunos
de los más importantes:

Primero:

  • Para aprender, hay que querer aprender. Y
    para querer aprender algo que sirva para mejorar la propia
    práctica, se debe relacionar lo que se aprende con la
    práctica.

Esto implica muchas disposiciones
anímicas que nada tienen que ver con el programa y
sí con la persona;
actitudes que no frecuentemente se encuentran o son aceptadas
no solo por la mayoría de los docentes sino de cualquier
ser humano:

  • Suprimir seguridades (lo sé todo, no
    tengo necesidad de aprender nada)
  • Estar dispuesto a la crítica y a la autocrítica (de
    los alumnos, maestros, compañeros, familia,
    comunidad, y
    necesariamente de sí mismo)
  • Reconocer que se tienen carencias (estar
    preparados para recibir preguntas para las cuales no
    tendremos respuesta)
  • Asumir que la humildad es un elemento
    indispensable para crecer profesionalmente (aprender a decir
    "no sé", "lo desconozco", "no estoy enterado", "me
    falta información al respecto", "debo
    investigar sobre el particular", etc.)
  • Creer y confiar en que se puede aprender de
    los demás
  • Tener interés y cariño por
    los alumnos (proponerse enseñar
    mejor)
  • Sentir pasión por lo que se hace,
    disfrutando del trabajo como se goza al practicar el
    pasatiempo preferido.

Segundo:

  • Para aprender, hay que dedicar algo de
    tiempo para sí mismo y para los
    demás.
  • para investigar, leer, analizar la propia
    práctica y los conocimientos
    obtenidos
  • para crear nuevos ambientes de aprendizaje
    que permitan compartir el
    conocimiento (Redes
    educativas)
  • para apoyar a los alumnos y/o colegas,
    aclarando dudas, compartiendo conocimientos, apoyando
    distintas necesidades de aprendizaje
  • así como para brindar
    asesoría en la elaboración de los trabajos de
    tesis.

Aprender a dar un poco más de sí
mismo, y hacerlo sin esperar recompensa alguna, es, en palabras
de Gibrán Jalil Gibrán el gran poeta del
Líbano, "Dar con alegría, concibiendo que en esa
alegría se encuentra recompensa".

Tercero:

  • Para aprender hay que empezar por analizar
    las propias necesidades de aprendizaje.

Lo anterior significa:

  • situarse en el último curso de
    actualización realizado, tanto de manera institucional
    como aquella que se allegó por iniciativa propia para
    saciar las carencias y/o necesidades de
    conocimiento
  • realizar un análisis concienzudo de los
    conocimientos que impregnan las propuestas curriculares que
    operan en la educación básica, a fin de
    determinar los aspectos a reforzar en cada caso (balance de
    competencias)

Cuarto:

  • Cada maestro debe crear sus propios
    ambientes de aprendizaje como tarea
    personal.

En suma: la superación docente comienza
por la actualización, aunque para acceder a ella, se
debe estar CONVENCIDO de que se tiene NECESIDAD DE CONOCER
MÁS (de lo que se enseña y de cómo se
enseña).

  1. EL
    APRENDIZAJE DE LOS PROFESORES EN SERVICIO

Toca ahora abordar el tema de la forma en que aprenden
los maestros en servicio. Y cabe la pregunta:

¿Cómo y por
qué medios aprende el maestro en
servicio?

Aunque cada maestro puede exponer cómo y por
qué medios aprende, en general se puede asentar que el
maestro en servicio aprende:

  • Por medio de su práctica diaria. Ya
    sea a través del ejercicio cotidiano de su saber
    profesional, así como de lo expuesto por sus alumnos
    y/o de otros colegas
  • A través de cursos de
    actualización. Ya sean éstos proporcionados
    por el sistema
    educativo, o tomados por iniciativa propia
  • Mediante la interacción. Con el medio
    social y familiar en el que se desenvuelve el
    docente
  • Y de manera autodidacta. En donde lee,
    investiga, adecua y reorienta, abunda o modifica su propia
    práctica, aspectos todos que deben derivarse de una
    reflexión honesta y profunda sobre su práctica
    docente.

El Consejo General de Investigación de Estados Unidos
(National Research Council) analizó durante dos
años los descubrimientos más actuales sobre los
procesos de aprendizaje en el ser humano. Como resultado de
dichos estudios, publicó el libro
¿Cómo aprende la gente? Cerebro, Mente,
Experiencia"
(How People Learn. Brain, Mind, Experience, and
School.), en cuyo capítulo 6 denominado "El
diseño de ambientes de aprendizaje" (The Design of
Learning Environments pp. 129-154), describe y analiza tres
grandes ambientes como plataforma para adquirir
conocimiento:

  1. Centrados en el conocimiento. Los
    cuales se generan por cursos formales de
    actualización.
  2. Centrados en comunidades. Con los
    alumnos, en colegiado, por áreas de conocimiento
    (especialidad), por planta docente, y en combinación
    con otras instituciones tanto nacionales como
    internacionales.
  3. Centrados en la evaluación.
    Cuando interviene una evaluación se genera un ambiente
    de aprendizaje diferente. La evaluación puede provenir
    de un tutor, un colega, los alumnos o la propia
    reflexión (autoevaluación).

El tema que hoy ocupa, se inserta en los ambientes
centrados en la evaluación, por lo que se continúa
con el punto medular de esta exposición: la autoevaluación del
desempeño profesional.

  1. AUTOEVALUACIÓN DEL
    DESEMPEÑO PROFESIONAL

La reflexión y el análisis de la
práctica docente tiene, en la autoevaluación del
profesorado, una de sus opciones más valiosas y
enriquecedoras pues involucra al propio actor del proceso
docente.

Por lo anterior, el maestro deberá:

  • Asumir la responsabilidad de reflexionar
    críticamente sobre la propia acción con el fin de reconducirla o
    mejorarla
  • Asumir la propia autonomía dentro
    del proceso educativo
  • Reconocer la importancia del trabajo en
    equipo y de la interacción docente en las tareas
    educativas

¿Cómo se
definen los aspectos para autoevaluarse?

Éstos parten de la propia
reflexión, y aunque a continuación se puntualizan
algunos de ellos, se asume que cada profesor encontrará
seguramente muchos más aspectos para abonar a su propia
evaluación:

SOBRE MI PERSONA:

Requisitos indispensables para iniciar una
autoevaluación real.

  • ¿acepto de antemano auto-examinarme
    con veracidad y objetividad?
  • ¿permito que mis colegas y alumnos me
    hagan alguna observación?
  • ¿estoy abierto a la
    crítica?
  • ¿soy un" egologista" reconocido?,
    ¿soy un maestro "acabado"?
  • ¿estoy dispuesto "desempolvarme"?
    ¿a crear, innovar, revolucionar, incursionar en las
    TIC,
    trabajar en equipo?
  • ¿estoy consciente que los procesos de
    reflexión, análisis y superación
    tomarán una buena porción de mi
    tiempo?
  • ¿he realizado un balance de las
    competencias docentes que poseo y he detectado las áreas
    de oportunidad que debo cumplimentar?

SOBRE LOS CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA QUE
IMPARTO:

  • los contenidos que imparto, ¿tienen
    utilidad
    directa con la labor profesional que desarrollarán mis
    alumnos una vez egresados?
  • ¿les planteo una vinculación
    objetiva de los contenidos de la asignatura con la
    práctica educativa que desempeñarán en el
    campo laboral?
  • ¿inicio mi curso situando la
    asignatura en el contexto (nivel, especialidad) en el que el
    alumno podrá aplicar los conocimientos en el campo
    laboral? (interés para el
    estudiante)
  • la literatura en
    la que baso mi curso ¿es reciente? o sigo instalado en
    "los clásicos"
  • personalmente, ¿qué tanto leo
    (si es que leo) por semana, mes, sobre la especialidad (es) que
    imparto?

SOBRE LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA QUE
UTILIZO:

  • ¿resulta interesante para los alumnos
    la manera en que expongo la clase?,
    ¿cómo lo sé?, ¿cómo lo
    detecto?
  • ¿qué tanto ha variado la forma
    de enseñar de los contenidos que imparto de cinco, diez
    años a la fecha?
  • las formas de enseñar que utilizo
    (métodos y/o técnicas
    de enseñanza) ¿son las mismas de
    "siempre"?
  • ¿transmito información sobre
    distintos temas? o induzco a los alumnos a descubrir por
    sí mismos el conocimiento
  • ¿les hago reflexionar, analizar los
    contenidos que se abordan?, ¿los orillo a investigar,
    analizar, comentar, debatir, construir su propio
    conocimiento?

SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA
APRENDIZAJE QUE PLANTEO:

  • ¿he inducido a los alumnos a
    desarrollar un pensamiento
    estratégico a través de actividades como la lectura,
    el análisis, la síntesis
    y redacción de lo
    aprendido?
  • ¿he fomentado en los alumnos la
    reflexión y he desarrollado en ellos la capacidad para
    emitir una opinión personal y debatir sobre un
    tópico determinado en el grupo?
    (pensamiento crítico-reflexivo)
  • ¿he propiciado en los alumnos el trabajo
    en equipo por medio de actividades grupales que les permitan
    desarrollar proyectos o
    solucionar problemas de
    manera conjunta?
  • ¿he orillado a los alumnos a utilizar
    las tecnologías de la información y la
    comunicación a través de trabajos
    individuales y grupales a través de Internet?
    (búsqueda de información, remisión de
    trabajos por medio de correo
    electrónico, inserción de artículos en
    páginas
    web, intercambio de opiniones en grupos de
    discusión, grupos de trabajo en línea,
    etc.)
  • ¿induzco a mis alumnos a reflexionar,
    analizar, criticar, investigar y proponer acerca de los
    contenidos de la asignatura y/o las formas de enseñar?,
    ¿qué tan abierto soy a la crítica?, la
    acepto/la censuro, la evito/la demando, no la necesito/la
    requiero
  • ¿he escrito alguna vez sobre el tema/
    especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias
    laborales?
  • ¿solicito aportaciones verbales y
    escritas de mis alumnos y colegas? o soy un maestro
    "acabado"
  • ¿qué tanto trabajo en equipo?,
    ¿comparto experiencias, trabajos, escritos, investigaciones?
  • ¿contamos, los alumnos y los
    profesores con círculos de lectura?
  • ¿recibimos retroalimentación de alumnos y maestros
    de manera presencial y grupal; en línea y
    presencialmente?
  • ¿hemos considerado poner en marcha
    proyectos innovadores para actualizarnos todos
    (maestros/alumnos)? páginas web, correos
    grupales, publicación de revistas?
  • ¿he/ hemos puesto en práctica
    estrategias presenciales y/o en línea para apoyar a
    nuestros alumnos con sus dudas y/o carencias una vez que han
    finalizado la asignatura y/o carrera?
  • ¿como especialista en una
    asignatura/materia/área de conocimiento,
    asesoro/oriento a los alumnos en sus proyectos de tesis?,
    ¿si?, ¿no?, por
    qué…

SOBRE MI PRÁCTICA:

  • ¿qué esperaba lograr al inicio
    del curso? y ¿qué tan cerca estoy de los objetivos
    propuestos?
  • ¿qué esperaban los alumnos de
    la presentación y desarrollo de la asignatura?,
    ¿estoy cubriendo sus expectativas?
  • ¿dedico tiempo extra para apoyar y
    guiar a los alumnos en la búsqueda del
    conocimiento?
  • ¿qué tanto empleo los
    medios tecnológicos para actualizar mi
    conocimiento?
  • ¿he escrito alguna vez sobre el tema/
    especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias
    laborales?
  • ¿trabajo en equipo con los
    compañeros de mi especialidad o nivel
    escolar?
  • ¿intercambio experiencias con maestros
    de otras instituciones?
  • Para evaluar la forma en que me
    desempeño al impartir una clase, exposición,
    conferencia,
    taller etc., ¿he propuesta alguna vez a un colega que
    actúe como observador para realizar una
    evaluación crítica de mi práctica docente
    y así poder
    mejorarla?
  • ¿hasta este punto, reconozco mis
    actuales carencias?
  • ¿estoy consciente del área en
    la que requiero actualización?
  • ¿qué necesito saber y/o poner
    en práctica para estar vigente?
  • Mi ACTITUD actual ¿me demanda
    elaborar y poner en práctica un programa personal de
    formación profesional como punto de partida hacia un
    proceso de actualización
    permanente?
  • Finalmente, ¿Estoy dispuesto a
    gestionar con mis colegas un programa grupal de mejoramiento
    profesional?

No me resta más que agregar a manera de
colofón una sabia frase de Vasconcelos:

"El magisterio debe mirarse como una
vocación, y debe llevarse adelante con la ayuda del
gobierno, si es
posible; sin su ayuda, si no la presta, pero fiándolo todo
en cada caso, a la fe en una misión
propia y a la causa del mejoramiento humano".

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA

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docente: desafíos de la política
educativa,
Cuadernos de Discusión 8, SEP, México.

AIRASIAN, Peter W., y Gullickson, Arlen, R., 2000,
Herramientas de autoevaluación del
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Tema: Análisis de la práctica
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Cuadernos de Discusión, 6, México:
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MONEREO, Carles, M. Castelló, M. Clariana, M.
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Editores:
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PERRENOUD, Philippe, 2004, "Diez nuevas
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ROMÁN, Pérez Martiniano y Eloisa Diez
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SAINT-ONGE, Michel, 2000, Yo explico pero
ellos… ¿aprenden?,
En: Biblioteca
para la Actualización del Maestro. SEP,
México.

ZARZAR, Charur Carlos, 2000 "Habilidades
básicas para la docencia",
Editorial Patria,
México.

 

Por:

MC. María de Lourdes Sánchez
Franyuti

Partes: 1, 2
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