La formación de valores y sus implicaciones en el desarrollo de la personalidad del estudiante (página 2)
La
formación de valores desde
una óptica
psicopedagógica
La formación de valores constituye un problema
pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un
análisis psicológico de la naturaleza del
valor en su
función
reguladora de la actuación humana.
En su conceptualización psicológica el
valor debe ser analizado si se tiene en cuenta su naturaleza
objetiva-subjetiva.
El valor en tanto significación de un hecho es al
mismo tiempo
objetivo y
subjetivo ¿Quién atribuye significado? El ser
humano. Por tanto el valor como significado atribuido tiene una
naturaleza subjetiva toda vez que existe individualmente en los
seres humanos capaces de valorar, pero al mismo tiempo tiene una
naturaleza objetiva en tanto constituye parte de la realidad
social e histórica en la que se desarrolla el ser
humano.2
En este sentido los valores
tienen además de una existencia individual, una existencia
supraindividual toda vez que forman parte de la realidad social
como relación de significados entre los hechos de la vida
social y las necesidades de la sociedad, e
histórica como sistema de
valores oficialmente instituidos en una sociedad
concreta.
La comprensión de la naturaleza
objetiva-subjetiva del valor es fundamental para su educación.
Tanto los valores más trascendentes para una
sociedad como la igualdad, la
justicia, la
solidaridad, como
los valores más específicos, por ejemplo, en el
orden profesional, el amor a la
profesión, la responsabilidad, son reflejados por
cada persona de manera
diferente en función de su historia individual, de sus
intereses, capacidades; quiere decir que no siempre los valores
jerarquizados oficialmente por una sociedad como los más
importantes (existencia objetiva del valor) son asumidos de igual
manera por los miembros de la sociedad (existencia subjetiva del
valor). Esto ocurre porque la formación de valores en lo
individual no es lineal y mecánica sino que pasa por un complejo
proceso de
elaboración personal en
virtud del cual los seres humanos, en interacción con el medio
histórico-social en el que se desarrollan, construyen sus
propios valores.
La diferencia entre la existencia objetiva y subjetiva
del valor y su expresión con la conciencia del
hombre es
explicada por A. N. Leontiev a través de sus
conceptos, significados y sentido personal (Leontiev,
A.N., 1981).
González Rey al referirse a la importancia
de comprender la complejidad de la naturaleza subjetiva del valor
en su función reguladora de la actuación del sujeto
establece la diferencia entre lo que denomina "valores formales"
y "valores personalizados". En este sentido plantea:
"Ningún contenido que no provoque emociones, que no
estimule nuestra identidad, que
no mueva fibras afectivas, puede considerarse un valor, porque
éste se instaura a nivel psicológico de dosformas:
los valores formales que regulan el comportamiento
del hombre ante situaciones de presión o
control externos,
y creo que no son los que debemos formar, y los valores
personalizados, expresión legítima y
auténtica del sujeto que los asume, y que son, en mi
opinión, los valores que debemos fomentar en toda la
sociedad cubana de hoy". (González, F. 1996,
página 49).
Por tanto, si se quiere comprender cómo los
valores se constituyen en reguladores de la actuación
individual se debe detener en el análisis de la naturaleza
subjetiva del valor.
El valor en su existencia subjetiva individual se
manifiesta como motivo de la actuación.
Los valores, por tanto, existen en el individuo como
formaciones motivacionales de la personalidad que orientan
su actuación hacia la satisfacción de sus
necesidades.
De esta manera un estudiante universitario es
responsable no porque conozca la importancia del valor responsabilidad o las circunstancias lo obliguen a
ser responsable, sino porque siente la necesidad de actuar
responsablemente. La responsabilidad en este caso, deviene un
motivo de la actuación.
Por tanto, sólo cuando los valores constituyen
motivos de la actuación del sujeto se convierten en
verdaderos reguladores de su conducta.
Este hecho tiene implicaciones importantes en el orden
pedagógico, sobre los cuales se hablará más
adelante, toda vez que permite comprender que la formación
de valores en el curriculum universitario no se limita a
un proceso simple, lineal y homogéneo de
transmisión de información del profesor al
estudiante, donde el estudiante es un ente pasivo en la
recepción de significados, sino que se produce en un
proceso complejo de comunicación entre profesores y
estudiantes, en el proceso de enseñanza–aprendizaje,
donde el estudiante asume una posición activa en la
apropiación individual de los significados para la
construcción de sus valores.
El valor como formación motivacional de la
personalidad tiene diferentes niveles de expresión
funcional en la regulación de la actuación
(González, F., 1985).
El nivel de desarrollo del
valor como regulador de la actuación del sujeto puede
analizarse a partir de los siguientes indicadores:
El valor puede expresarse en la regulación de
la actuación de manera rígida o
flexible.La flexibilidad se manifiesta cuando el valor regula
la actuación del sujeto no de forma mecánica y absoluta, sino a partir del
análisis de las situaciones concretas que se presentan
y de la búsqueda, por tanto, de alternativas
diferentes de solución a los problemas
que el sujeto enfrenta en su
actuación.6Por ejemplo, 2 estudiantes pueden ser sinceros, sin
embargo la forma en que el valor sinceridad regula su
actuación puede ser diferente, en un caso puede
manifestarse la sinceridad de manera rígida, ello
implica que el estudiante siempre dice la verdad sin tener en
cuenta el lugar, momento, y situación en que se
encuentre. Esta forma rígida de manifestar la
sinceridad lejos de constituir una virtud puede ser un
defecto. Por el contrario el estudiante que manifiesta
flexibilidad en la expresión de su sinceridad sabe
usar el momento, la forma y las condiciones propicias para
expresar sus ideas y sentimientos.La flexibilidad, por tanto, implica un nivel
superior de funcionamiento del valor en la regulación
de su actuación.- FLEXIBILIDAD-RIGIDEZ CON QUE SE EXPRESA EL VALOR EN LA
REGULACIÓN DE LA ACTUACIÓN.El sujeto puede asumir una posición activa o
pasiva en la expresión de sus valores.La posición activa en la expresión de
los valores caracteriza un nivel superior de desarrollo y se
manifiesta cuando el sujeto actúa
espontáneamente, con iniciativas en la
expresión de sus valores. Este nivel se corresponde
con lo que González Rey denomina valores
personalizados. La posición pasiva en la
expresión de los valores se correspondería
entonces con los valores formales, es decir, cuando el sujeto
actúa no por convencimiento, por sentir la necesidad
de actuar de esa manera, sino por presiones
externas.Por ejemplo, 2 estudiantes pueden actuar
solidariamente, sin embargo uno lo hace sólo cuando
siente una presión externa (posición pasiva)
mientras que el otro lo hace siempre que sea necesario
(posición activa). - POSICIÓN QUE ASUME EL SUJETO EN LA
EXPRESIÓN DE LOS VALORES DE LA
ACTUACIÓN.Este indicador se manifiesta en la posibilidad del
sujeto de argumentar con criterios propios el por qué
de su actuación.Cuando existe un grado mayor de mediatización
de la conciencia en la regulación de la
actuación, el sujeto manifiesta una reflexión
personalizada en la expresión de sus valores, quiere
decir que es capaz de argumentar y defender a partir de sus
puntos de vista y criterios el por qué actúa de
una u otra manera.En la medida en que el grado de mediatización
de la conciencia en la regulación de la
actuación es menor, el sujeto es incapaz de argumentar
y defender con criterios propios el por qué de su
actuación.La reflexión personalizada en la
expresión de los valores caracteriza un nivel de
funcionamiento superior en la regulación de la
actuación. - GRADO DE MEDIATIZACIÓN DE LA CONCIENCIA EN LA
EXPRESIÓN DE LOS VALORES.Los valores pueden regular la actuación de
manera perseverante o inconstante.La perseverancia implica la disposición de
llevar adelante los propósitos y decisiones adoptadas
independientemente de los obstáculos que haya que
vencer. La inconstancia caracteriza a los sujetos que
abandonan el camino tomado ante el surgimiento de
obstáculos.La perseverancia caracteriza, por tanto, el nivel
funcional superior del valor en la regulación de la
actuación. - PERSEVERANCIA-INCONSTANCIA EN LA EXPRESIÓN DE
LOS VALORES. - PERSPECTIVA MEDIATA-INMEDIATA EN LA EXPRESIÓN
DE LOS VALORES.
Los valores pueden regular la actuación de manera
situacional (perspectiva inmediata) o a más largo plazo
(perspectiva mediata). Por ejemplo: 2 estudiantes pueden
manifestar responsabilidad en el estudio. En un caso la
responsabilidad se limita al cumplimiento de las tareas relativas
al estudio de las asignaturas que cursa (perspectiva inmediata).
En otro caso la responsabilidad puede manifestarse a más
largo plazo en la profundización en el estudio de
contenidos que trascienden las asignaturas que cursa pero que
pueden ser de utilidad para su
futuro profesional (perspectiva mediata).
Por supuesto que la perspectiva mediata caracteriza el
funcionamiento superior del valor en la regulación de la
actuación.
El conocimiento
de los indicadores de funcionamiento del valor tiene importancia
no sólo para el diagnóstico de su nivel de desarrollo sino
también para su educación.
En la medida que el docente conozca qué es un
valor y cómo regula la conducta del estudiante
estará en condiciones de propiciar su formación y
desarrollo en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
El docente debe ser un modelo
educativo para sus estudiantes. En la medida que el docente
exprese en su actuación profesional y en sus relaciones
con los estudiantes valores tales como la responsabilidad, el
amor a la
patria y a la profesión, la honestidad, la
justicia entre otros propiciará su formación como
motivo de actuación en los estudiantes.
Sólo creando espacios de reflexión en el
proceso de enseñanza-aprendizaje en los que el estudiante
aprenda a valorar, argumentar sus puntos de vista, defenderlos
ante los que se oponen a ellos, en los que el estudiante tenga
libertad para
expresar sus criterios, para discrepar, para plantear
iniciativas, para escuchar y comprender a los demás, para
enfrentarse a problemas con seguridad e
independencia,
para esforzarse por lograr sus propósitos, espacios en el
proceso de enseñanza-aprendizaje en los que sean los
docentes
guías de sus estudiantes, modelos de
profesionales, ejemplos a imitar, y los estudiantes tengan un rol
protagónico, activo, sólo en estas condiciones se
estará contribuyendo a la educación de
valores del estudiante.
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Científico-técnica. Ciudad de la Habana.
1987
Autor:
MsC. Greccy Castro Miranda
Universidad Pedagógica "Pepito Tey". Las Tunas.
Cuba
MsC. Alina Karec González
Rodríguez
Universidad Pedagógica "Pepito Tey". Las Tunas.
Cuba
MsC. María Antonia Ochoa Brito
Universidad Pedagógica "Pepito Tey". Las Tunas.
Cuba
Lic. Santiago Castro Aguilera
Dirección Municipal de Educación. Las
Tunas Cuba
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