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Inmigración y literatura: entrevistas (página 3)



Partes: 1, 2, 3

MARÍA ADELA RENARD: PREMIO
MUNICIPAL

Maria Adela Renard, destacada críitica, docente e
investigadora, ha recibido un premio sumamente importante que le
fue otorgado por un Jurado de renombre. Nos referimos al Premio
Municipal Especial Eduardo Mallea, por un trabajo de su
autoría en el que analiza aspectos de la obra de Jorge
Luis Borges. En esta
entrevista,
conversamos con eIla sobre ese galardón, sobre su viaje
reciente y sus proyectos. Este
es el diálogo
que mantuvimos para "La Cultura en EL
TIEMPO", en
donde colabora desde hace unos años.

– ¿Cuál es la diferencia entre el Premio
Municipal Especial Eduardo Mallea y el Premio Municipal Especial
Ricardo Rojas?

– El Premio Mallea es para obras inéditas.y el
Ricardo Rojas, para obras editadas, Yo concursé con un
libro de
ensayos
ineditos titulado Borges. Símbolo y proyección, que
fue distinguido con el Premio por el Jurado que constituyeron
Jose Isaacson, Eduardo Calamaco, Haydee Jofre Barroso, Luis
Ricardo Furlan y Jorge Calvetti.

– ¿Podría recordarnos los títulos
de esos ensayos?

– Sí. Se titulan "La luna: aproximación a
su significado en la obra de Borges", "lntertextualidad.
Influencia de Ios poemas
‘Las cosas' y ‘Shinto’ de Jorge Luis Borges
en el poema ‘Gratitudes’ de Antonio Requeni", "La
patria íntima y ubícua de Borges", "El Sur, otra
lectura" y
"Borges y el horizonte de la llanura". Ahora estoy trabajando en
un sexto ensayo, que no
pude escribir antes porque no lIegaba al cierre del concurso;
este ultimo apunta a los tres primeros libros de
Borges, Todavía no tiene título, y lo estoy
terminando porque tengo la intención de publicar el libro
lo antes posible, en España y
aquí.

– ¿Qué relación encuentra usted, si
es que la hay, entre esta nueva obra y las que escribió
anteriormente sobre el autor de "El Aleph "?

– Mis ediciones de Borges estaban encaradas quizas con
un criterio didáctico, mas acentuado. Estrictamente
didactico, Aunque esos volúmenes superaban los
requerimientos de la enseñanza media -de hecho, fueron
utilizados en los profesorados-, el libro premiado es un trabajo
de investigación para gente especializada.
Dentro del lenguaje con
que tiene que estar escrito, sin embargo, es accesible, para que
lo comprenda la mayor cantidad de lectores que quiera profundizar
su conocimienlo de los textos borgeanos.

. ¿Por que presenta aspectos diversos de la obra
de Borges?

– Mas que aspectos diversos, yo diría que son
temas puntuales, específicos, estructurados en dos partes:
La luna y la intertextualidad, por un lado, y la interpretación de la visión del
país, por el otro. Son seis forrnas de abordar un mismo
escritor, sólo que en la segunda parte, el hilo conductor
es el país.

– ¿Considera que usted profundizó temas
analizados anteriormente, o que su aporte radica en la novedad
del enfoque?

– Mi aporte es novedoso. Son temas no tocados. Si se
estudia la relación de Borges con el país, se la
enfocó desde otro punto de vista. Estoy actualizada en mis
lecturas sobre Borges, pero sólo las tomo como punto de
referencia.

– Algunos de esos ensayos habían aparecido
anterionnente en diarios, no?

– Sí. Aunque son temas que exceden lo
periodístico, yo trabajo igual para un libro que para un
diario. La unica diferencia que noto es que en el periodismo mi
lenguaje es mas suelto. Dos de los cinco ensayos fueron
publicados en La Prensa, y el que
aborda la obra de Requeni fue presentado como ponencia para un
congreso.

– ¿Qué se propuso al escribir este
libro?

– Pretendo estimular vías de
interpretación para la obra de Borges, porque los ensayos
no agotan las posibilidades de una obra tan vasta.

Alfonsina, Juan Ramón

– Mientras termina su volumen, espera
la edicion de otro muy distinto.

– Es verdad. Está por aparecer para la
colección GOLU de Kapelusz la antología
poética de Alfonsina Stomi titulada Alfonsina. Poesías.

– ¿Eligio usted el tema?

– No. Me lo propuso la editorial, para conmemorar el
centenario del nacimiento de la poeta, y porque es una de las
individualidades que no estaba incluida y la importancia de su
obra lo requeria.

– ¿Qué material es el que reunió en
este volumen?

– Seleccioné poemas de la obra completa, con la
intención de representar todos los temas que ella
trató.

– ¿Qué sintió al leer Ia obra en su
totalidad?

– Me di cuenta de que tenia una visión muy
particular de la ciudad de Buenos Aires. Una
vision diferente de la de Borges. Ella ve las viviendas, la
aglomeración, la rectitud de Ias calles. Muestra aspectos
sombríos y melancólicos, pero de una gran
belleza.

– ¿A qué fuentes
recurrió para estudiar a Alfonsina?

– Sobre todo, a la obra de Julieta Gómez Paz. Lei
tambien la de Josefina Delgado, y conversé con el hijo de
la poeta, que colaboró conmigo para constatar la veracidad
de algunos datos
biográficos.

– ¿Cree que Alfonsina es, como dicen muchos, una
mujer
moderna?

– La actitud de
Alfonsina ante la vida es intemporal. Es la actitud de Ia mujer
que sabe bastarse por sí misma, sin que esto signifique
derivar en feminismo.

– ¿Cuáles son sus proyectos para el
futuro?

– Estoy buscando material y Ieyendo para hacer un
trabajo sobre Juan Ramón Jimenez (estuve en Moguer hace
poco). Paralelamente, sigo haciendo comentarios
bibliográficos para "La Prensa", para "La Cultura en EL
TIEMPO" de Azul y para revistas literarias.

– ¿Visitará Azul en breve?

– Hace muy poco voIví de España, donde fui
en viaje de descanso, aunque es imposible separar a España
de lo que uno puede crecer culturalmente cada vez que recorre
lugares entrañabIes. Sería muy grato para mí
visitar en algun momento la ciudad de Azul y dialogar con su
gente. Sé cuánto les interesa la
cuItura.

(EL TIEMPO, 7 de agosto de 1994)

JORGE ISAAC: UNA NOVELA SOBRE C.
BERNALDO DE QUIRÓS

Hace pocos días, en el Museo Provincial de
Bellas Artes
de Entre Ríos, fue presentada la última novela de
Jorge Isaac. El autor, distinguido con importantes premios por
sus obras anteriores, incursiona en esta oportunidad en la novela
biográfica, en la que se desenvuelve con talento. Su
biografiado es el pintor entrerriano Cesareo Bernaldo
deQuirós. Sobre el artista y sobre su aleccionadora vida
conversamos con el escritor.

– ¿Usted conoció a Cesareo Bernaldo de
Quiros? ¿Cuál fue su relación con
él?

– No. No lo conocí. Aunque el vivió hasta
1968, ya desde 1945, que es cuando experimenta sin duda la mas
amarga desilusión de su vida -según lo atestigua su
propia carta
manuscrita-, dejó de venir de visita a la capital
provinciana. Hay cartas fechadas
en 1950 y 1955 en que, refiriéndose a su hermosa
mansión por él abandonada, la menciona casi como en
un lamento: "…¿qué será de la pobre casa
mía…" le pregunta a un amigo residente
aquí.

He creído reemplazar ese valioso aporte que
ofrece el conocimiento
personal, con
la contemplación de sus autorretratos, confirmatoria, para
mí, de los rasgos salientes de su carácter y su personalidad
expuestos por mas de uno de mis informantes.

– ¿Por qué lo eligió como
protagonista para su novela biográfica?

– Mas bien él me eligió a mí,
ofreciendome con las dos cartas que en forma que pudo parecer
accidental cayeron en mis manos, los medios que
permitieron el comienzo de la obra. EI aviso de un diario, del
que parte la novela, existió realmente y aun es posible
leer otro igual o parecido como de tanto en tanto sale en La
Nación.

– ¿Por qué eligió la novela y no
otro género
para evocarlo?

– Pensé primero en un ensayo. Y
hasta comencé a escribirlo. Pero lo abandoné
pronto. Preferí la novela por mas cálida. mas
espontanea y mas permisiva para interpretar los estados
emocionales de los personajes en juego.

– ¿Le resultó facil hallar datos sobre su
vida?

– No demasiado fácil, imaginable por otra parte
por cuanto ha transcurrido casi medio siglo desde que abandonara
la provincia. No obstante, quienes de algun modo estuvieron
relacionados con él, lo recuerdan con sorprendente
claridad, explicable por la impresión que dejaba su fuerte
personalidad. Uno de sus primos, abogado, residente aquí,
me proporcionó datos importantes. En lo demas, y cuando se
trata de acudir al auxilio de la gente, es indispensable -segun
lo comprobé- tomar buenos recaudos. Sobre todo cuando una
supuesta amistad con un
personaje brillante puede constituirse en motivo de
envanecimiento.

– ¿A qué fuentes recurrió,
además de las orales?

– La bibliografia es
escasa. Aunque en 1991 apareció un voluminoso libro con
innumerables ilustraciones, no intenté siquiera hojearlo.
Queria valerme por mis propios medios y sobre todo, los
documentales. Los cinco ilustrativos comprobantes que yo
transcribo y que van apareciendo en el curso de la obra son
inéditos y desconocidos para toda la gente. Los considero
unicos e insuperables en cuanto a su valor y
expresividad. Las dos cartas -cuya existencia nadie
conocía- revelan. en los pocos días que median
entre una y otra dos puntos culminantes en la vida del artista:
uno. cuando cree estar tocando ya con sus manos la
materialización de su sueño, y otro, cuando
éste cae a sus pies deshecho en pedazos.

– Una vez concluida su investigacion, admira a Quiros
como ser humano y como artista. Usted lo transmite en su obra.
¿Que lo impactó de él?

– El libro, al correr de sus capítulos va
reflejando mis estados de animo a medida que crece mi
conocimiento sobre el hombre y su
obra. Comienza casi intrascendente; atraido por un juego de
circunstancias novedosas, y va cobrando fuerza a
medida que voy descubriendo los rasgos salientes de una
personalidad singular. Termino convertido en el mas leal de sus
admiradores, deslumbrado ante la ferrea manifestación de
su hombría, la emoción patriótica que lo
anima y la devoción al arte bajo cuya
influencia sacrifica todo cuanto un ser humano se resiste a
inmolar cuando lo posee: la familia, las
comodidades, los lujos, la vida placentera. El arte, sólo
el arte domina el escenario de sus esperanzas y sus ambiciones.
Cree tener asignada una misión
divina: la de reflejar no sólo figuras humanas autenticas,
sino hacer que ellas proyecten los rasgos esenciales del hombre que
forjó nuestra nacionalidad;
su valentía, su sobriedad, su honradez y sobre todo su
amor a
la tierra
nativa. Quizás abrigaba el artista la secreta
intención de que sus grandes obras con figuras humanas -a
las que nunca se propuso negociar- estuvieran expuestas para
siempre en un Templo de la Patria para que, cuando llegaran
días de debilidad, de corrupción, de ausencia de solidaridad entre
los sectores que forman la nación,
como son estos que estamos viviendo, nos proporcionaran la
inspiración y la fuerza necesaria para
superarlos.

(1994)

JORGELINA CORBATTA, ESTUDIOSA DE MITOS
ARGENTINOS

Jorgelina Corbatta egresó de la Universidad
Nacional del Sur con Ios titulos de Profesora y Licenciada en
Letras. Ha ejercido la docencia en la
Universidad de Comahue, Viedma; la Universidad Javeriana de
Bogota, Colombia; y las
de Pittsburgh e Indiana, entre otras. En la actualidad se
desempeña como Profesora en el College of Liberal Arts de
la Wayne State University, Detroit. Es autora de las obras
Sociología de la Literatura (Editorial
Universidad de Antioquia, 1986), Mito personal
y mitos colectivos en las novelas de Manuel
Puig (Origenes, 1988 ), y EI tango y el mito
Gardel en Medellin: imaginario colectivo y transposición
Iiteraria (inédito). La entrevistamos para conversar sobre
el mito, su proyección en la literatura y, mas
precisamente, su manifestación en las obras de Manuel Puig
y Manuel Mejia Vallejo, quien aborda el tema de Gardel en
Medellín. Este es el dialogo que
mantuvimos para "La Cultura en EL TIEMPO".

– ¿Qué es un mito, Jorgelina?

– Las definiciones de mito, como Ia capacidad humana de
mitificación, son infinitas; sin embargo, se pueden
localizar áreas en las que se insertan los mitos: la
cultura greco-latina, donde el mito es el germen de la ciencia y
de Ia filosofía (y también su contrario -en el caso
de la ciencia
moderna); en el psicoanálisis, donde el mito se vincula con
estados inconscientes o preconscientes, en relación con el
sueño, la magia y el pensamiento
prelógico.

– Aparece también en la
sociología.

– En la socioIogía, equivale a ideología; en la antropoIogía, los
mitos dan cuenta de la constitución y legislación de las
diferentes culturas. Ejemplo de lo anterior lo encontramos en el
tratamiento de Ios mitos por Freud, Umberto
Eco, Claude Levi-Strauss, Althusser, etc.

La narrativa de Manuel Puig

– En tu estudio sobre Puig, tomás Ias nociones de
mito personal y mito colectivo. ¿Querrías hablarnos
sobre ellas?

– La noción de mito personal proviene del
análisis psicocrítico de Charles
Mauron (Methodo du Psycocritique), y consiste en la
reiteración o recurrencia de temas o cadenas de temas que
dan cuenta de conflictos
raigales y obsesiones del autor. Mauron también define al
mito personal como "matriz
imaginativa", "estructura
subyacente" o "campo,.de fuerzas".

– El mito colectivo, en cambio, fue
estudiado por Jung.

– La noción de mito colectivo, basada en la
definición de Jung, es entendida como el conjunto de
formulaciones inconscientes, a nivel colectivo, de Ios miedos y
deseos de una comunidad, de sus
tabúes y fantasías.

– ¿Podrías darnos un ejemplo?

– EI caso del mito de la virginidad en la
tradición judeo-cristiana, que en Latinoamérica da Iugar a obras tan diversas
como María, de Jorge Isaacs, y Sangre de amor
correspondido, de Puig.

– ¿Cómo funciona eI mito en la obra de
Manuel Puig?

– EI mito personal sirve, en su obra, para identificar y
definir sus obsesiones personales, que se remontan a la infancia y que
se nutren en lo que Freud llamara la "novela familiar".
Concretamente, la relación entre Ios sexos, el problema de
los roles (femenino/masculino) y Ias relaciones de poder en los
diferentes ámbitos (economico, familiar, artistico, etc).
Los mitos colectivos, por su parte, constituyen la
reformulación -ahora a nivel colectivo- de esas obsesiones
personales y cuya forma es Ia que adoptan las canciones populares
(tango, bolero -sus Ietras-), el cine, y en
especial el cine de Hollywood, Ia fábrica de superstars en
diferentes órdenes (las estrellas de cine, Ios astros del
football, del boxeo, de la canción popular,
etc).

– ¿A qué obedece la presentación
del mito en la narrativa de Puig?

– Pienso que la presencia del mito personal es
inconsciente y, como tal, involuntaria; no puede dejar de
tratarlo -indirectamente- en su ficción. Respecto de los
mitos colectivos, es posible que haya una elección
deliberada de ocuparse de ellos, basada en la temprana
afición al mundo del cine y de los
"mass-media".

– ¿Es diferente el tratamiento del mito en las
primeras novelas y en Ias que Ie siguieron?

– El tratamiento del mito varía en las diferentes
novelas de Puig, pero la matriz original es la misma: las
relaciones del protagonista con los otros, lo que incluye su
relación con el sexo y con los
roles tradicionales y su impugnación y
transformación. En La traición de Rita Hayworth
(autobiográfica en un 90%), la formulación es el
triangulo edípico original·(Toto -el niño-,
la madre y el padre); en Boquitas pintadas, el protagonista se
difumina, o al menos se desplaza hacia la figura de Juan Carlos,
que encarna el supermacho ante quien todas las mujeres caen
rendidas, lo que sirve para plantear nuevamente el problema de
los roles -estratificados ahora socialmente- y el tema del
conflicto
entre realidad e ilusión en el que se debaten todos los
personajes, y que tiene que ver con el pueblo gris y chato de
Coronel Vallejos, por un lado, y con Ios sueños insuflados
por el cine, las letras de bolero y tangos y las radionovelas,
por el otro.

– Hablemos de The Buenos Aires Affair.

– En esa obra -una de las mas difíciles y
sofisticadas, con poca acogida por par- te de los lectores, pero
que sin embargo Puig quiere mucho- las relaciones de poder entre
los sexos reaparecen no sólo a nivel afectivo-sexual, sino
también profesional, en la medida en que se enfrentan una
artista plástica, Gladys, y un crítico de arte,
Leo. También aparecen Ios mitos de un imaginario colectivo
encarnado en los epígrafes de famosas películas de
Hollywood, en Ias fantasías de Gladys y en Ia estructura
general de la novela, de acuerdo con los parámetros del
genero
policial.

– ¿Qué sucede con Pubis
angelical?

– Allí vuelve a plantear, desde el punto de vista
de una mujer argentina exilada en Mejico y que quiere
"Iiberarse", Ia probIemática de Ia mujer
contemporánea en su conflictivo debatirse entre roles del
pasado y nuevos roles en postulación.

– Podríamos decir que en las últimas
novelas vuelve a tratar los temas de sus primeras
obras.

– Retomando desde Pubis angelical, asistimos a una
problemática doble en su novela siguiente, EI beso de
la mujer
araña, ahora encarnada en un guerrillero y en un
homosexual, en tanto que ,en Maldición eterna a quien lea
estas-paginas, el encuentro entre un viejo argentino exiliado en
New York y un joven arnericano desocupado genera y desarrolla
aspectos del mito personal (Ia relacion hijo/ padre/ madre)y la
pertinencia de movimientos revolucionarios. En Sangre de amor
correspodido -decíamos antes- reaparece la pregunta por el
mito de la virginidad. En Ia última novela, recién
aparecida, titulada Cae la noche tropical, vuelven los viejos
temas de la nostalgia y el rechazo de lo propio, el conflicto
entre realidad y fantasía, ahora encarnados, por un lado,
en una psicologa argentina que vive en Brasil y, por el
otro, en dos mujeres ancianas que vampíricamente viven a
partir de las experiencias de la primera. Hay, naturalmente,
secuencias, y en este caso Silvia -la vecina de al lado- tiene
rasgos de Ana, la protagonista de Pubis angelical, pero a su vez
ha recorrido un largo camino desde entonces; las dos hermanas
ancianas, por su lado, traen ecos del señor
Ramírez, pero ahora mucho más llana y optimista en
su presentación.

El mito Gardel

– ¿Qué podríamos decir de Gardel
como fenómeno en Buenos Aires y Gardel en Medellín,
tema de un trabajo tuyo?

– Gardel en Buenos Aires consiste en un fenómeno
propio (a pesar de las reiteradas y míticas dudas acerca
de su origen francés o uruguayo), legítimo,
modelo de
conducta y motivo
de orgullo para todos los argentinos. Gardel, en MedeIlín,
es el objeto de un fenómeno de apropiación -de
transculturación, define Angel Rama-. Se lo
adopta deliberadamente, no sólo por el hecho fortuito de
que Gardel murió en Medellín, sino sobre todo
porque Gardel, y el tango que él canta, encarnan lo
porteño (lo argentino), que constituye la meca de
Latinoamérica en esos años, así como Paris
ha constituído por tan largo tiempo la de los argentinos.
Gardel es, entonces, un mito en Argentina, y un mito doble en
Colombia, en la medida en que proviene de ámbitos
fabulosos "per se".

– ¿Cuál es la relación existente
entre imaginario colectivo y trasposición literaria,
vinculada a este asunto?

– Imaginario colectivo es esa suma de fantasías,
deseos, miedos, tabúes, que se tejen en una comunidad y
van tramando las conductas colectivas e individuales.
Transposicion literaria es la formulación de ese
imaginario en una obra escrita; por ejempIo, volviendo a
Medellín, la existencia de un libro titulado Aire de tango, de
Manuel Mejia Vallejo, donde se nos narra acerca de Guayaquil -el
barrio tanguero por excelencia-, donde el protagonista se cree el
doble Gardel.

– ¿Qué simboliza Gardel?

– Jairo-Gardel es la encarnación literaria de una
ilusión deI habitante de Medellín de esa
época, o al menos de un pequeño grupo que
aspira a tener una cultura tanguera y urbana heredada de los
argentinos. Encarna también el desdén por la propia
vida, el culto del coraje y cierta camaradería masculina,
que son rasgos eminentemente argentinos traspuestos a un ambiente
diferente.

(1989)

RUBEN
BENITEZ: EL REGRESO A LA ENTRAÑABLE TIERRA

Rubén Benítez egresó de la
Universidad Nacional del Sur con el título de Licenciado
en Letras y cursó estudios de posgrado en la Universidad
Complutense de Madrid.
Actualmente se desempeña como Prosecretario de Redacción del diario La Nueva Provincia, de
Bahía Blanca. Es autor de Días y caminos de
España (1978), publicado por el Consulado local y
reeditado por Siringa, y de La pradera de los asfódelos,
obra prologada por Vintila Horia.

Conversamos sobre este último libro, publicado
recientemente por Siringa.

– ¿Qué lo llevó a escribir La
pradera de los asfódelos?

– Lo sentí como una necesidad. Tal vez por haber
pertenecido a un núcleo de inmigrantes que desde la
infancia me transfirieron sus vivencias y sus nostalgias por la
tierra lejana.
El tiempo, la muerte de
casi todos ellos, incorporó a ese sentimiento la idea de
caducidad que convierte a cada ser humano en un emigrante de la
vida, de este escenario que también ama. Creo que ambas
perspectivas se mezclan y fluyen como temas paralelos.

– ¿Hay en la obra elementos
autobiográficos?

– Son pocos en lo personal. Muchos en lo relacionado con
mi familia. El pueblo real es el de mi madre. Allí
tomé el escenario, personajes, anécdotas y muchos
elementos que me permitieron completar la historia de la cual yo
tenía la faz americana. Me conmovió ver el puente
sobre el Agueda del que tanto hablaba mi abuela. Me
impactó la visión mítica de la Patagonia
–que intenté traducir- que tienen muchos de los que
quedaron aguardando a os que viajaron a América
y no regresaron. O la imagen de la
cigüeña, con sus inmensos nidos en los campanarios,
ave migratoria que regresa siempre, por un misterioso
vínculo, y está identificada con el renacer
primaveral.

– La mención de Ulises enlaza el tema del viaje
de la protagonista con un tópico de la literatura
universal. ¿Qué tienen en común la
travesía de Ulises y la de doña Sabina?

– Ulises es tal vez literariamente el primer emigrante
que sueña con el regreso a su entrañable tierra. Lo
detienen los cantos de sirena y la magia de Circe. El inmigrante
europeo también partió y cayó en las mismas
redes. El viaje o
"nostos" griego, enlaza con la nostalgia, el dolor del regreso. Y
permite plantear otro exilio, ya que Ulises es el héroe de
Troya –al margen de Néstor- que alcanza la vejez y se
preocupa por la vida tras la muerte. De
allí que visite aquel lugar, la pradera de los
asfódelos, donde encuentra a su madre.

– ¿Cuál es su postura acerca del tiempo?
¿Es el tiempo real el del presente o el del
recuerdo?

– El tiempo no es el cronológico, el del reloj,
sino más bien el del sueño o el del recuerdo. Desde
esa perspectiva, aunque resulte difícil de explicar, el
tiempo parece derivar en una manifestación espacial en la
que depositamos nuestra vida; no con una sensación de
continuidad, sino de simultaneidad.

(EL TIEMPO, Azul, 1989)

JUAN
JOSÉ DELANEY. LA EPOPEYA IRLANDESA

Juan José Delaney se desempeña como
Profesor
Adjunto de la Cátedra de Literatura
Argentina en la Universidad del Salvador, de la que
egresó. Dirigió la revista El
gato negro y publicó varios volúmenes de cuentos, entre
ellos, Tréboles del Sur, obra que mereció elogiosos
comentarios de Enrique Anderson Imbert y Rodolfo
Modern.

El escritor dedica a sus antepasados estos quince textos
que transcurren a lo largo de más de un siglo. El tema
común a todos estos textos es el de la inmigración irlandesa, de la esforzada
búsqueda de un mundo mejor. En este libro presenta seres
ficticios y hechos verosímiles, sin embargo, en él
se evidencia una evocación de la realidad que surge de
datos concretos que Delaney maneja con autoridad.

El se muestra como un conocedor de todo cuanto
atañe a su colectividad. Nos habla de la religión, de las
lecturas que hacen los irlandeses, la música que los
emociona, los internados en los que se albergan niños y
niñas, las comidas típicas, las bebidas, la
educación
sexual –inexistente en un modo de vida puritano-, el
idioma –que aparece como un obstáculo en el trato
cotidiano y como una ventaja en cuanto a las perspectivas
laborales-, las localidades en que se encuentran los inmigrantes
de ese origen –Rojas, Moreno, Palermo, Flores y Villa
Urquiza-, los pensionados, las fiestas patronales, los apellidos
castellanizados y la historia de Irlanda.

Lo entrevistamos para este suplemento. Este fue el
diálogo que mantuvimos:

– ¿En qué vertiente literaria
inscribirías tus cuentos?

– Como lector y autor, siempre me incliné por la
literatura fantástica, pero la temática de este
libro no me permitió alejarme de hechos históricos
y concretos, como de situaciones que, de alguna manera,
ocurrieron. Digamos entonces que, en general, los cuentos se
inscriben dentro del realismo,
aunque con ciertas vinculaciones con lo fantástico y lo
psicológico.

– Imaginamos que un trabajo de este tipo tiene que estar
basado en documentación, ya sea escrita o transmitida
oralmente por tus familiares.

– Toda la información que obraba en mi poder la
había recibido por transmisión oral. Las memorias,
nostalgias y anécdotas de mis padres, parientes y amigos
mayores, en efecto, me habían dotado del material como
para emprender la tarea sin incurrir en imprecisiones. No
obstante ello, recorrí la escasa bibliografía que hay sobre
el tema.

– La que incluyó, también
publicaciones.

– Sí. Existe un semanario hiberno-argentino, The
Southern Cross, que tiene unos ciento trece años de
existencia y que registra la actividad cultural, religiosa,
social y deportiva de la comunidad; su actual director, el padre
Federico Richards, generosamente me permitió revisar todo
ese valioso material.

– Suponemos que entre esas historias habrá muchas
protagonizadas, veladamente, por gente ligada a vos.

– Como se dijo –y al menos en mi caso, doy fe de
que es cierto-, todo texto
literario es, esencialmente, autobiográfico. Por
más que haya disfrazado mis historias, detrás de
las palabras, está mi propia experiencia vital. Debo decir
que también redacté sucesos de los que me hubiera
gustado ser protagonista. Finalmente, no por nada dediqué
el libro "a los irlandeses, vivos y muertos, que andan por mi
sangre".

(EL TIEMPO, Azul, 10 de abril de 1988. Reproducido en
The Southern Cross, 30 de septiembre de 1988).

TERESA ALFIERI: EL TEMA NEGADO

Teresa Alfieri nació en Buenos Aires, donde
cursó la carrera de Letras, graduándose como
Profesora y Licenciada. Ha escrito Redes, alambiques y herencias,
obra por la cual el jurado constituido por Gregorio Weimberg,
Héctor Azeves y Juan Cuatrecasas, la distinguió con
la Faja de Honor de la SADE en Ensayo. Su segundo libro, La
brecha en el umbral: ciencia y literatura en Groussac y Ramos
Mejia, ganó el Premio de Ensayo del Fondo Nacional de las
Art.es del año 1985, siendo integrantes del jurado
Martín Alberto Noel, César Magrini y Santiago
Kovadloff. Este volumen ha sido publicado recientemente por
Losada; sobre é1 conversamos con la autora.

– ¿Cómo surgió tu interés
par la. investigación?

La investigación es para mi una
derivación natural y 1ógica de los estudios
universitarios, una derivación cotidiana propia de quien
egresa de una Universidad.

– ¿La docencia no es otra
derivación?

– Sí, pero está relacionada con la
investigación. Un buen docente es un buen estudiante,
porque sigue aprendiendo después de recibido.

– Contános algo de tu formación
profesional.

– Me recibí de Profesora y Licenciada en Letras
por la Universidad de Buenos Aires. Luego viajé a Francia, donde
estudié la repercusión de Borges; esta
investigación aparece en mi primer libro. Fui tambien
Becaria del CONICET durante dos años y medio; por mis
antecedentes, ingresé directamente a
Perfeccionamiento.

– En tu segundo libro aparece el mismo tema que
habías trabajado con el Profesor Pages.
¿Cuál es la relación de esta obra con tu
investigación académica?

– Yo estudiaba el ensayo
argentino del Siglo XX, en relación con la ciencia y la
filosofía. Del corpus tomé dos figuras, Paul
Groussac y Ramos Mejía, y las analicé
especialmente.

– ¿Qué otros escritores habías
estudiado?

– Leopoldo Lugones, Juan Agustin Garcia, Jose Ingenieros
y Ricardo Rojas. Tomé lo que consideraba hitos muy
significativos en la evolución del pensamiento sobre el
país y en relación con 1a ciencia, vista desde
ángulos muy diferentes. Hay posturas cientificistas,
positivistas, y encontraremos también a quienes abjuran de
la ciencia, como Martínez Estrada.

– ¿Cómo abordaste las figuras de Groussac
y Ramos Mejía?

– Reivindico a ambos. No me interesa trabajar con lo que
no sirve, aunque lo señalo en mi obra; quiero rescatar lo
que sirve para un pensamiento argentino presente. No saco
conclusiones, aunque hay algo que me parece obvio: acuso a la
cultura argentina de repetir grandes errores en la historia por
desconocimiento de su propio discurso.

– Postulás una visión del pasado que se
relaciona con los grandes historiadores de la
Antigüedad.

– Por cierto. Encontrarnos con el pasado es una forma de
crecer que en este momento está negada. A eso apunta el
titulo: busco abrir un camino en esos estudios. No aspiro a ser
profunda; simplemente tomo un terna muy negado y digo cosas que
no están dichas. Me interesa divulgar, mas que
profundizar.

– En tu ensayo te referís también a la
situación de las personalidades estudiadas.

– Claro. Ambos vivieron en el umbral del siglo xx; a
través del género que cultivaron se abre el
pensamiento del siglo. Groussac y Ramos Mejía escribieron
en el siglo XIX y también en el XX, por eso hablo del
umbral. En un país como el nuestro, que no tiene figuras
filosóficas de la talla de Kant, todo lo que
nos puede sacar de la alienación está en el ensayo,
y no en la filosofía. Claro que el ensayo no es riguroso
como la construcción filosófica;
además esta disperso, perdido, no ha sido reeditado, no se
lee… Es el tema negado.

– ¿Seguirás trabajando sobre este
género?

– Es probable que publique una obra similar a La brecha
enel umbral, dedicada esta vez a José lngenieros y Ricardo
Rojas, pero por ahora no hay nada en firme.

(EL TIEMPO, Azul, 8 de enero de 1989)

JORGE ISAAC, NOVELISTA DE LA INMIGRACIÓN
ÁRABE

Jorge Isaac, escritor entrerriano, fue distinguido con
el premio "Presidente de la Naciòn" por sus cuentos
regionales, con el Premio Municipal de Cultura de
Concepciòn del Uruguay para
obras teatrales, y con el lauro de la fundaciòn Arcien por
su novela Antes que termine el siglo…

En 1988, durante la Feria del Libro, el doctor
Renè Baròn le entregò personalmente el
premio que lleva su nombre, distinguiendo a Una ciudad junto al
rìo (Marymar, 1986) como la mejor novela editada durante
los años 1986 y 1987. El jurado que lo otorgò
-designado por la Sociedad
Argentina de Escritores- estuvo integrado por Luis Ricardo
Furlàn, Raùl Larra y Juan Josè
Manauta.

La novela fue presentada en la Uniòn Arabe por el
profesor Elio C. Leyes -"escritor
y presidente de la Universidad Popular, autor de Voz
telùrica de Gerchunoff, editado por el Ateneo Judeo
Argentino ‘19 de abril’ de Rosario"-, quien
"señalò que el libro bien podìa llamarse
‘Los gauchos
àrabes’, en justo parangòn
–según dijo-con la celebrada obra de Gerchunoff, en
la cual no debe haber escritor que haya profundizado tanto como
èl".

El Gobierno de Entre
Rìos la declarò, por iniciativa del Consejo General
de Educaciòn, de lectura complementaria en las escuelas
superiores de la provincia, a partir del sèptimo grado,
recomendando su utilizaciòn en la
enseñanza.

La obra està dedicada "a los inmigrantes
àrabes –sirios y libaneses- y, por natural
extensiòn, a españoles, italianos, alemanes,
judìos, suizos, rusos, polacos, yugoslavos, y de cuanto
otro origen y procedencia màs, que se lanzaron un
dìa por los riesgosos caminos del mar a la aventura de
‘hacer la Amèrica’ ".Partiendo de su propia
etnia, la
mirada de Isaac se vuelve abarcadora, hasta incluir a hombres de
diversa procedencia.

Un 10 de noviembre –nòtese la fecha
elegida-, el autor fue, como de costumbre, a pescar. Ese
dìa, algo inusual alterò la placidez de su hobby:
un objeto centelleaba, entre las ruinas de una vivienda, a la
luz del sol.
Intrigado, se acercò a èl y vio que era un cofre.
Una vez en su casa, lo abriò sin dilaciòn, y
comprobò, con gran sorpresa, que era un libro de cuentos
escrito en àrabe. Con su tesoro fue en busca de un editor,
quien lo enfrentò a un problema: la obra no podìa
editarse sin tìtulo, y el mismo debìa surgir de
ella, como un resultado lògico. Una vez superado el
obstàculo, nos hallamos ya en condiciones de emprender
la lectura de
estos papeles, a los que Isaac –empleando un recurso
literario de larga data- no hizo màs que
encontrar.

La acciòn transcurre durante el año 1925.
Cada acontecimiento se detalla prolijamente, ya que estos papeles
eran un diario personal. El autor del diario, un joven, cuenta
sus andanzas por el puerto, desde donde podìa observar la
llegada de los inmigrantes de diferentes nacionalidades, a los
que reconocìa por sus costumbres y fisonomìas,
aùn cuando ellos no habìan descendido del
barco.

El protagonista evoca el momento en que los extranjeros
arriban a la nueva tierra: "Los inmigrantes, aunque vengan en el
mismo barco, llegan y descienden aquí de manera diferente
según sea su origen que nosotros, con sólo mirarlos
y hasta a veces sin oírlos, hemos aprendido a determinar
con riesgo escaso de
equivocarnos". Seguidamente, describe el desembarco de italianos,
alemanes, españoles, judíos
y árabes, señalando las peculiares
características de cada grupo.

Sobre estos ùltimos, comenta: "Los àrabes
–siriolibaneses- que disputan el tercer lugar a los
alemanes en cuanto al nùmero de los que ingresan en estas
regiones, son los màs independientes de todos. Es muy raro
que arriben en parejas. Tan raro que nunca vi ninguna. Ellos
emprenden el viaje solos y si descienden varios juntos de un
barco y se comportan como parientes, es que se han hecho amigos
durante el dilatado trayecto. En su mayorìa son
cristianos, pertenecientes a la Iglesia Griega
Ortodoxa".

"Cuando recorren la angosta planchada por la que
descienden, muestran el gesto adusto, expresivo de la
trascendencia que para ellos asume el primer contacto con la
nueva tierra. Siempre observo que lo hacen moviendo los labios. Y
aunque en manera alguna puede oìrse màs que un leve
murmullo, yo sè que estàn diciendo, con la profunda
y religiosa unciòn de un ruego: ‘Ayùdame,
Dios mìo…’ ". Luego, solos tambièn,
acometeràn la empresa que
alentaron en la intimidad de sus mejores
sueños".

A este pormenorizado relato de costumbres se suman, como
hilos paralelos de la acciòn, las narraciones de cuanto
sucedìa en Arabia –que el joven conocìa con
dos meses de retraso- y en el mundo entero, hacièndose
especial hincapiè en los adelantos de la ciencia y la
tècnica.

Este fue el diálogo que mantuvimos para La
Capital:

– ¿Qué aspecto de la inmigración es
el más destacado, a su criterio, en la obra
premiada?

– Tiene la novela la misiòn fundamental de ir
revelando aspectos poco conocidos de la inmigraciòn
àrabe, que ocupa el tercer lugar, a continuaciòn de
la española e italiana, entre las que le han proporcionado
el fundamento humano que hoy posee el paìs. Destaca el
individualismo de sus componentes, su coraje para internarse
solos en las regiones menos hospitalarias y màs desoladas,
y su decisiòn de insertarse en la nueva tierra sin
prevenciòn alguna. Y expone una teorìa, que se
apoya en los ocho prodigiosos siglos de dominaciòn en la
penìnsula ibèrica, ‘teorìa no carente
de sòlido fundamento’, segùn señala en
su nota de crìtica literaria La Prensa.

– ¿Què se propuso al escribir la
obra?

– El libro tiende a reflejar las caracterìsticas
de las principales corrientes inmigratorias -especialmente la
àrabe- al tiempo que me ocupo de sus costumbres,
tradiciones y tendencias en sus actividades laboriosas, y lo hace
con un sentido de inocultable admiraciòn hacia esos
hombres y mujeres a quienes los unìa un antecedente
comùn: su valentìa rayana en la heroicidad, al
cortar las amarras sentimentales que los unìan a los
lugares que amaban y a los seres queridos que quizàs no
volverìan a ver màs. De esta manera desfilan en
èl, tambièn, españoles, italianos, alemanes,
judìos, polacos, griegos, y de otros orìgenes, y
son ellos, con sus diàlogos y acciones, los
hacedores de la obra y los constructores del tiempo en que se
enmarca la novela.

– ¿Cuánto tiempo le llevó escribir
Una ciudad junto al río

– Seis o siete meses. No màs. Mi paso por las
redacciones de los diarios –de lo cual nunca termino de
agradecerle al destino-, me ha proporcionado cierta soltura para
expresarme. Me llevò sì, otro tèrmino
parecido la inserciòn temporal de la obra. Necesitaba
ubicarla entre 1918 y 1930. Aunque los aportes inmigratorios
màs numerosos llegaron al paìs a fines del siglo
XIX y principios del
XX, requerìa algo màs cercano que le proporcionase
cierta vital proximidad. Despuès de1918, porque terminada
la que se llamò ‘Gran Guerra
–1914/1918- se reanudò el flujo de inmigrantes. Y
antes de 1930, porque en ese año se detuvo, coincidiendo
-por motivos que serìa extenso analizar ahora- con el
comienzo de la declinaciòn del paìs.

– ¿Recurrió a
documentación?

– Sí, es una obra cuidadosamente documentada.
Estuve casi tres meses en los archivos hojeando
La Naciòn y La Prensa de aquellos doce años, hasta
que, al fin, se me aparecieron dos hechos, en fechas casi
coincidentes, cuyo hallazgo justificò con creces el tiempo
que me llevò buscarlos; ambos, de gran trascendencia
nacional y repercusiòn universal. Uno: la rebeliòn
acaudillada por Abd-el-Krim, cuyas primeras acciones resultan
victoriosas, conmoviendo al mundo àrabe y, por
consiguiente, a los inmigrantes de ese origen, pues nunca
claudicarà en aquel el sueño de recuperar su
perdida grandeza. Otro: el vuelo del Plus Ultra que emociona
hasta el delirio a los españoles y a sus descendientes,
pero que asume tambièn la singularidad de extenderse a las
otras colectividades, de manera que, al tèrmino del vuelo,
el jùbilo alcanza a todas y a todos por igual. No es
posible leer los relatos de aquellos dìas sin que cierta
emociòn, superando los años transcurridos, nos
alcance de alguna manera. En La Naciòn, Leopoldo Lugones
volcò su encendida prosa glorificando la
hazaña.

– Hubo, seguramente, otras fuentes.

– No sòlo de los diarios provino la
informaciòn: tambièn hay otro tipo de fuentes, como
la vida misma; muchos de los personajes fueron tomados de la vida
real, como el alemàn que tenìa esa tremenda
cicatriz en el lado izquierdo del rostro, o Don Amìn,
quien, sin embargo, puede resultar el menos creìble de los
personajes de la obra.

– La novela tuvo un hermoso destino, pues fue
seleccionada para obsequiarla al Papa.

– Habìa que elegir un regalo para Su Santidad y
-como podrà imaginar- no era nada fàcil. Alguien
propuso regalarle un libro, un libro dedicado a los inmigrantes,
cuyo tìtulo evoca un lugar como el que visitarìa
Juan Pablo II. El ilustre visitante pronunciò, en el acto
de su arribo, uno de los discursos
màs emotivos que se hayan escuchado. Y su tema fue, por
pura casualidad, claro… ¡los inmigrantes!". Luego, el
libro partiò de esta tierra, con su ropaje de lujo, en el
aviòn papal. Y allà està ahora. En el
Vaticano, al que arribò en tan original manera.

La novela de Isaac es una de las obras màs
logradas que leìmos. Nos ha llamado la atenciòn su
manejo del idioma -que hace que el lector se demore en cada
pàgina para degustarla al màximo-, su ironìa
-que muestra un aspecto risueño de la realidad, aunque, en
verdad, està ejerciendo un rol crìtico- y su
talento para crear un libro cautivante a partir de datos
periodìsticos y observaciones cotidianas.

Pero el genio de Isaac no lo hemos descubierto nosotros;
los galardones que recibiò son merecida recompensa a una
labor destacable.

(LA CAPITAL, Rosario, 24 de julio de 1988)

MARIA ROSA LOJO. LA NOVELA COMO
TESTIMONIO

Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de
la Unlversidad de Buenos Aires, Maria Rosa Lojo es Investigadora
de Carrera del Consejo Nacional de Investigaciones
Cientificas y Tecnicas. Recibio en 1982 el Premio Coca-Cola, en
ensayo; en 1984, el Premio de Poesia de la Feria del Libro por
Visiones, el premio de cuento del
Fondo Nacional de las Artes -que posibilitó la
publicación de Marginales- y el premio de novela de dicha
institución, en el periodo 1986/7, gracias al cual
aparecio, editada por Torres Agüero, Canción perdida
en Buenos Aires al oeste.

Para conversar sobre esta última obra, nos
acercarnos a la sede en que realiza sus investigaciones; este fue
el dialogo que mantuvimos:

-Maria Rosa, España siempre ha estado ligada
a tu labor, desde tus estudios sobre Calderón, publicados
hace ya tiempo. Se evidencia en Marginales, volumen de cuentos
también premiado por el Fondo Nacional de las Artes, y
aparece con mayor vigor aún en tu novela. ¿Lo
reconoces como el fruto de una tradición cultivada en tu
hogar?

-Si. Mis padres me legaron el amor por su
tierra, pero yo tambien aprendi a amarla a traves de sus grandes
escritores. Soy la primera generación argentina nacida de
una pareja de exiliados durante la Guerra Civil; en casa se
hablaba de España como del "paraiso perdido", al que mis
padres siempre quisieron regresar. lnfluenciada por la magnifica
personalidad de Celina Sabor de Cortazár, que tan
importantes huellas ha dejado en quienes fuimos sus alumnos,
estuve por dedicarme a las letras españolas del Siglo de
Oro.

– De esa epoca de fascinacion han quedado tus trabajos
sobre los autos
calderonianos.

– Si, pero tambien muchos de los cuentos de Marginales,
y mi devocion por la literatura medieval. Mas cercanos en el
tiempo, aparecen en mi obra los tragicos instantes de la Guerra
Civil, confrontados con otra guerra muy nuestra, la de las
Islas
Malvinas.

– ¿Tu novela tiene algún punto en
común con Marginales?

– Bueno. todo lo que uno escribe, puesto que emana de la
misma estructura personal -aunque en distintas etapas de la vida,
claro-, y de una cosmovisión, tiene puntos en
común, aunque mas no sean los que marcan la
transición entre un-momento evolutivo y otro. Pero entre
Marginales y Canción perdida en Buenos Aires al oeste no
hay -no hay sólo afinidad, sino especialmente
"complementariedad". Marginales es lo que hoy llamaría la
crítica
un libro "intertextual" y "metatextual": esto significa que es un
libro deliberadamente tejido sobre el dialogo con Ia
tradición literaria y cultural -el mito, la
ficción, la historia. como digo en el prólogo-, y
en ese dialogo la tergiversa, la transforma, la rehace. Significa
también que uno de sus temas fundamentales es la
indagacion sobre la indole de la ficción misma, mejor
dicho, sobre el proceso de
hacer literaria -de hacer estética y verbalmente ficticla- la
realidad.

– En tu nueva obra tambien hay intertextualidad, y
poesia.

– Cancion perdida en Buenos Aires al oeste tiene, creo,
en todo lo que la novela lo permite, el mlsmo trabajo poetico del
lenguaje que los criticos elogiaron en Marginales. Hay tambien,
como no puede ser de otra manera cuando se hace literatura,
"intertextualidad". Todo texto nace ya cargado de otras
escrituras, de otras voces, del "oro del tiempo", en el mejor
sentido bretoniano de la metafora. Pero no es, en esta novela, un
ejercicio esencial y voluntario, como en Marginales. En cambio
sí reaparece la problematica existencial que en el libro
anterior es constante: la vida dramáticamente vivida en
situaciones límites,
cuestionándose el dolor y la muerte, buscando
trascenderse.

– ¿Cuál es, a tu criterio, la idea que
vertebra la obra?

– La novela es la historia de una familia narrada a
traves de siete personajes, de siete voces: la voz central es la
de Irene, que en sus treinta años rescata ese nudo de
vidas que conforma sus propios origenes, como quien canta una
cancion. Una cancion perdida porque es la de la infancia y la
adolescencla, la de la vida vivida tramada por el amor, la dicha,
la desdlcha, la enfermedad, la muerte, los extravíos y las
recuperaciones que constituyen el tiempo irrestañable e
incorruptible, como el agua
fluyente, que la palabra -por un momento-crea la ilusión
de retener.

– ¿En que periodo ubicas la accion?

– Mi novela transcurre entre los años 1975 y 1985
y tiene como protagonistas a dos inmigrantes y sus tres hijos
argentinos. Junto a ellos, aparecen otros personajes, que
conforman una vision totalizadora de una etapa
crucial.

– En esta novela encontramos, junto a la inmigracion
española, la corriente alemana, tambien considerable en
nuestra historia.

-Por cierto. La hija de los exiliados se casa con un
muchacho de ascendencia alemana. Esta pareja, tan diferente, es
un simbolo: en ella podemos ver el destino ultimo de todo
extranjero que llega a nuestro suelo. Irene y
Alberto encarnan la unidad en la diferencia, a pesar de los
multiples obstaculos que dicha relacion conlleva.

– Nos parece que la obra es, en gran medida,
autobiografica.

– Lo es, desde el punto de vista de la pareja de Irene y
Alberto, una pareja que no se conforma con la vision que ha
heredado de sus mayores. Ellos tratan, no sin esfuerzo, de
superar la fatalidad que se cierne en sus vidas. En definitiva,
mi novela cuenta una historia demasiado parecida a mi historia;
evoca la vida de dos generaciones distintas, enfrentadas en el
contrapunto de dos momentos que tienen mucho en comun.

– ¿Cómo ves tu futuro?
¿Seguirás trabajando en distintos generos o
elegirás uno?

– Creo que uno no elige "a priori" tal o cual genero.
Expresarse en uno u otro supone necesidades y disponiblidades
distintas, y a ellas obedece el escritor cuando adopta diversas
posibilidades de escritura.
Nadie puede decir voy a ser sólo poeta, o solo narrador, o
sólo ensayista, y mutilar las potencialidades para hacer
otra cosa.

(LA CAPITAL, Rosario, 1988)

MARIA ESTHER DE MIGUEL: EL OFICIO DE
ESCRIBIR

El nombre de María Esther de Miguel es conocido
para los lectores; la recuerdan por su larga trayectoria como
cuentista y novelista, que le valió premios como los
otorgados por el Fondo Nacional de las Artes, la Municipalidad de
Buenos Aires y la Fundación Konex. Desarrolla una vasta
actividad en el campo de la cultura; entidades como la Sociedad
Argentina de Escritores y el Fondo Nacional de las Artes cuentan
con su inteligencia y
su voluntad de difundir los reales valores de
nuestros creadores. Nos recibió en su departamento, en la
Capital Federal, donde mantuvimos el diálogo que
transcribimos a continuación:

-Cuándo escribió su primer
cuento

-No recuerdo bien la fecha. Creo que fue alrededor de
1960. Te estoy hablando de mi primer cuento publicado; se
titulaba "La fotografía", y salió en La
Nación. Recién llegaba a Buenos Aires -soy de
Larroque, un pequeño pueblo en la provincia de Entre
Ríos- y lo mandé al diario, acompañado por
una carta a Margarita Caprile. Para mi sorpresa, antes de un mes
estaba publicado.

-Pero antes ya había escrito mucho.

-Sí, tengo una anécdota muy
simpática: a los once años apareció en la
revista Figuritas -una especie de Billiken-, una
composición de la "alumna María Esther de Miguel".
Esto causó un gran revuelo en mi familia y en la escuela, ya que
lo había mandado sin decir nada a mis padres ni a mi
maestra. Tan chica, era independiente…

-¿Sobre qué tema
escribió?

-Sobre las Malvinas, un
tema que también trato en mi último libro, Dos para
arriba, uno para abajo.

-Se considera ligada a alguna generación
literaria?

-En todo caso, sería a la generación del
60, pero la afinidad fue más de compañerismo que
literaria. Nos unía la actitud política y
estética: nuestra postura ante la aparición de las
obras de Sartre, ante
el peronismo.

-¿Quiénes eran los escritores de esa
generación?

-Bueno, podría nombrar a muchos, siempre haciendo
la salvedad de que hay notorias diferencias de edad; algunos son
mayores y otros más jóvenes que yo. Diría
que mis compañeros de generación son Beatriz Guido,
Federico Peltzer, Abelardo Castillo y Elvira Orphée, entre
otros.

-¿Ha vivido de la literatura?

-Nunca he vivido de mis creaciones; para subsistir, he
trabajado en Tribunales, fui periodista… en fin, tareas que no
tenían que ver con la creación.

-¿En qué trabaja actualmente?

-En la actualidad, estoy en el Fondo Nacional de las
Artes y colaboro en los diarios La Nación, La Gaceta de
Tucumán y otros más del interior. Hasta hace poco
colaboré en El Cronista Comercial, pero tuve que dejar de
hacerlo.

-Desde los inicios de la literatura universal, desde el
Ion de Platón,
se discute si la creación es fruto de la
inspiración o del trabajo, ¿cuál es su idea
al respecto?

-Creo que la escritura es una tarea, un oficio, no te
hablaría de inspiración, que suena muy antiguo;
sí de intuición, de un relámpago que invade
al creador, que le llega como un ramalazo. Los medios son
disímiles: una palabra, una escena, una frase… Son
más que sugerencias, pero luego hay que sentarse y
escribir; ahí viene la parte de tarea de la escritura: hay
que dejar de lado muchas cosas que a una le gustan, a nivel
familiar y a nivel de diversiones, y hay gente que eso no lo
comprende.

-Además, conspira contra el escritor la
situación en que se encuentra el país.

-Por supuesto, no se olvide de que muchos de nosotros
hemos sido, durante innumerables años, escritores de
sábados y domingos. Y de sábados y domingos
retaceados. Durante la semana, hay que trabajar, y los fines de
semana, la familia y
los amigos quieren que estés con ellos, lo que
también es razonable, ¿no?

-¿Reconoce influencias en sus cuentos?

-No influencias, aunque puedo nombrarte autores que me
interesan mucho: Borges, Guimaraes Rosa, Faulkner… Creo que,
esencialmente, soy una francotiradora; escribo según los
temas que estoy tratando; por eso, podrá comprobar las
grandes diferencias que existen entre mis libros. Tengo un amplio
registro de
voces y modulaciones; mis obras son hijas de la voz que
necesitan. Esto no tiene que ver con el paso de los años,
sino con la necesidad de dar distintos envases a las
formulaciones.

-Pero algo permanece, algo que nos hace reconocer en las
narraciones a una misma creadora.

-Sí, la sintaxis; la sintaxis permanece. La
melodía siempre es la misma; cambian las fiorituras con
que la adorno.

– ¿Lee novelas?

-Soy una ávida lectora, ya sea por
obligación o por placer. Últimamente, me
están interesando las reediciones; leo a Madame de
Stäel, a Montaigne, a Octavio Paz
Y releo contínuamente a Borges y a Cervantes,
cuyo Quijote aprendí a comprender y valorar en su cabal
sentido.

-En cuanto a los personajes, los hay realista y
fantásticos; le interesan ambas condiciones del ser de
ficción.

-Busco el vuelo hacia la fantasía, hacia lo
mítico, en obras como En el otro tablero y En el campo las
espinas. En otros libros, como en el último, me intereso
por los seres realistas. Trato de recuperar la cosa coloquial,
los tics, y para ello debo basarme en la realidad. He llegado
inclusive a buscar fotos de los
lugares que describo en mi narrativa, de modo que nada quede
librado al azar, desde el punto de vista de la
documentación. Creo que los escritores fallan cuando
parten de un esquema mental, en lugar de partir de la vida
misma.

-Usted ha recibido la Estatuilla de Platino en la
categoría Novela, otorgada por la Fundación Konex;
nos gustaría que nos dijera qué es lo que
más la atrae de ese género.

-La novela me interesa porque es una posibilidad de
crear mundos, implica una cosmovisión. Me brinda la
posibilidad de moverme, aunque atendiendo siempre a la
estructura. Pienso siempre en la estructura cuando leo, y
también cuando escribo. Me gusta poder crear un mundo que
se abrirá y se cerrará cuando yo así lo
disponga. Además, me obliga a documentarme; me ha sucedido
cuando escribí, por ejemplo, sobre personajes que
sufrían de úlcera. Tuve que averiguar cuáles
eran exactamente los síntomas, y cuáles los
remedios que se les administraban; de otro modo, mi obra hubiera
tenido serias fallas de contenido.

-Tiene casi terminada una novela. ¿Cómo la
titulará?

-Creo que finalmente se llamará Ceybas City;
narra la historia de un pueblito a través de tres
familias. En ellas observo las maldades y las abnegaciones que
caracterizan al ser humano, pero con un toque de humor. Trato de
ver las cosas con humor.

-Y del cuento, ¿qué le
interesa?

-Del cuento me atrae la brevedad; esa noción de
principio, medio y fin. Me atrae la condensación que todo
cuento debe tener -a mi entender- en el final, que debe ser
inesperado.

-¿Usted sabe cómo terminarán sus
cuentos antes de empezar a escribirlos?

-Generalmente, sí. Lo tengo pensado incluyendo el
desenlace, pero a veces el personaje me supera y tengo que
cambiar mis planes.

-¿Está escribiendo cuentos
ahora?

-Sí. A mí me pasa algo singular: los
cuentos se me ocurren en serie, agrupados bajo un mismo tema.
Como los de las Malvinas, en Dos para arriba uno para abajo.
Ahora me estoy dedicando al humor negro; son cuentos "malditos",
muy cortos, que ya andan por la media docena. Y cuando uno quiere
acordarse, ya tiene armado un nuevo volumen.

(LA VOZ DEL INTERIOR, Córdoba, 1988)

LILY
SOSA DE NEWTON: LAS
MUJERES ARGENTINAS

Lily Sosa de Newton está dedicada desde hace
muchos años a una investigación que la apasiona: la
historia de las mujeres de nuestro país. Partiendo desde
aquellas que vinieron con los conquistadores, llega hasta
nuestros días, en los que la situación femenina ha
cambiado considerablemente. Próximo a salir un nuevo libro
sobre el tema. nos acercamos a la editorial en la que se
desempeña como directora de Prensa. Allí
mantuvimos, para LA CAPITAL, el siguiente
diálogo:

– Ha escrito un libro que se titula Las mujeres
argentinas, de ayer a hoy, publicó tres ediciones
–hasta la fecha- del Diccionario
biográfico de mujeres argentinas, dirige la
colección "Las mujeres" de Plus Ultra y escribe
artículos periodísticos sobre este asunto.
¿Cómo surgió su interés por las
personalidades femeninas de nuestro pasado?

– El tema me interesó siempre. Cuando
tenía veinte años, leí Tres guineas, de
Virginia Wolf, publicado por Sur. Esa lectura despertó en
mi el interés por el feminismo, por su historia. y
comencé a buscar material.

– ¿Qué hizo con el material
reunido?

– Artículos para un diario. Recién casada,
fui a vivir a Santa Fe; allí aparecieron mis primeras
notas en un diario que cerró. En 1967 apareció mi
libro Las argentinas, de ayer a hoy; esta. obra resume las
investigaciones que habia realizado hasta ese momento. En ella,
enfoco e1 tema de la mujer desde e1 punta de vista
histórico. Algunas jugaron un papel importante junto a sus
maridos; otras, las mas, se destacaron por sus propios
méritos.

– Usted es, a nuestro criterio, quien mejor puede
hablarnos de las características de la mujer de nuestro
país, dado que conoce muchísimo sobre el
particular.

– Existe una tipología de la mujer argentina,
pero debe dividirse el grupo según se trate de figuras
nacidas en el siglo pasado o en el presente. No podemos hablar de
las mujeres anteriores al siglo diecinueve porque no disponemos
de los datos indispensables para un estudio de esta indole;
recién a partir de las Invasiones Inglesas podremos hablar
de individualidades, de personajes definidos.

– ¿Qué rasgos aparecen, entonces, en las
mujeres del siglo pasado?

– Se caracterizaron por su gran iniciativa y por su
independencia.
Sentían mucha inquietud por la cultura: fueron
periodistas, maestras. Entre ellas se destaca Mariquita
Sánchez de Thompson, una figura fundamental de nuestro
pasado. Estas damas tuvieron vida propia; no vivieron a la sombra
de los hombres. Es más, muchas veces, estando sus maridos
en la guerra, debieron procurarse e1 sustento para ellas y para
sus hijos: en esa epoca, hacían dulces, costuras. y otros
trabajos caseros para vender.

– Ahora existen otras posibilidades.

– Claro. La situación empieza a cambiar en las
dos últimas décadas del siglo diecinueve. Despues
de 1880 se fundan las escuelas normales; las mujeres empiezan
entonces a estudiar la carrera docente, que es 1a primera carrera
de la mujer argentina. Se produce un trasvasamiento social: la
mujer que ha obtenido un titulo se puede considerar superior a la
misma familia, inclusive. Las maestras de aquella época
accederán, rindiendo las equivalencias entre el normal y
el bachiller, a la enseñanza
universitaria. – ¿Por qué carreras se
inclinaron?

– Entre las primeras universitarias, encontramos a las
que se graduaron en Medicina.
Cecilia Grierson, la primera médica argentina,
egresó de 1a universidad en 1885. En 1903 se recibieron
las primeras doctoras en Filosofia y
Letras; en 1917, las primeras ingenieras y, diez años
después, las primeras arquitectas. Como vemos, ciertas
carreras tardaron muchos años en tener alumnas, mas no fue
porque se lo impidieran. sino porque las jóvenes no se
sentían inclinadas, en un principio, a ciertas
disciplinas.

– ¿Qué rasgo caracteriza a la mujer de
nuestro pais?

– Yo diría que el interes por el
perfeccionamiento cultural, por via de los estudios
superiores.

– ¿Como obtuvo los datos sobre estas mujeres, que
muchos de nosotros no conocíamos?

– Consulté mucha bibliografía; fui a
bibliotecas,
leí diarios… Pero tambien tuve informacion oral de parte
de los descendientes de las personalidades fallecidas. Para las
figuras contemporáneas, me base en mi investigación
y en los datos que ellas mismas me proporcionaron. Ademas, cuando
alguien se enteraba de que yo estaba preparando la primera
edición
de mi trabajo, me acercaba material, me proponía
nombres.

– Su Diccionario surge a partir del libro publicado en
1967, no es cierto?

– Sí. Me dio tanto trabajo conseguir el material
para escribir el libro que quise evitarle esa tarea a aquellos
que se interesaran por el mismo tema. Pensé que era
útil porque, si bien existe información. la misma
no está sistematizada. Creo que en mi Diccionario
podrán encontrar datos sobre las mujeres mas importantes
de nuestra tierra, ya sean actrices, odontólogas,
filántropas, o personajes que pasaron a la leyenda. como
la Difunta Correa.

– Han salido ya tres ediciones, y usted sigue juntando
material.

– Claro, porque mi libro debe ampliarse a medida que
pasa el tiempo, con las nuevas generaciones. Por otra parte, como
digo en e1 prólogo, faltan muchas mujeres. y eso es algo
que quiero completar Todavía se puede agregar mucha gente.
Continuamente estoy recibiendo material; me hacen llegar datos
que son sumamente interesantes.

– ¿Cómo ha titulado el libro que
saldrá próximamente?

– Forma parte de la colección "Hoy descubro", que
dirigen María Esther Grivot de Abate y Maria Ruth Pardo
Belgrano; es una colección destinada a los adolescentes,
entonces el titulo completo será Hoy descubro las mujeres
argentinas. Desarrollo el
tema a lo largo de nuestra historia, tomándolo desde
diferentes aspectos, como la educación y
el
trabajo.

– Se referirá –suponemos- al voto
femenino…

– Sí, una conquista tardía, aunque
países tan avanzados como Suiza lo obtuvieron
después que nosotros.

(LA CAPITAL, Rosario, 1988)

 

Trabajo enviado por

María González Rouco

Licenciada en Letras UNBA, Periodista

Partes: 1, 2, 3
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