Estrategias educativas para familiares de pacientes diabéticos
- Justificación
- Marco
teórico - Tipos
de diabetes - Síntomas
- Diagnóstico-
tratamiento inicial - La
importancia de un buen control de la
diabetes - La
importancia de la educación sobre
diabetes - La
dieta diabética - Factores de
riesgo - Fisiopatología
- Tratamiento
- Marco
metodológico - Bibliografía
- Anexos
INTRODUCCIÓN:
"El mejor tratamiento de la diabetes mellitus
(DM) pierde efectividad si la persona con
Diabetes no sabe beneficiarse de éste o no está
motivada para responsabilizarse con su autocuidado
diario".
s importante reconocer que la enfermedad, es un proceso largo
y extenuante de cuidado, donde no solo se encuentran involucrados
los pacientes como tal, sino que esto a su vez influye en sus
familiares, su círculo laboral y
también la comunidad.
Por lo que es de gran necesidad enfrentar a la DM como
una pandemia del siglo, donde todos los actores necesariamente
deben encontrarse inmiscuidos y participar activamente frente a
la enfermedad.
El entrenamiento
grupal de estrategias de
autocuidado para personas con diabetes tipo 2 tiene como
resultado un mejor tratamiento de la diabetes pero si a esto se
suma el
conocimiento y educación
continúa a familiares de pacientes lograremos tener menos
índices de riesgos
cardiovasculares y reducir un 75% de las
amputaciones1.
Los adultos con diabetes tipo 2 que participaron en
programas
grupales de entrenamiento muestran un mejor control de la
diabetes (glucemia en ayunas y hemoglobina glucosilada) y
conocimiento
sobre diabetes a corto (cuatro a seis meses) y a largo plazo (12
a 14 meses), a la vez que reducen la necesidad de
medicación para la diabetes2.
También hay evidencia de que los programas de
educación grupal pueden reducir la presión
arterial y el peso corporal, y aumentar el autocontrol, la
calidad de
vida, las habilidades de autocuidado y la satisfacción
con el tratamiento3.Este
texto citado
de un estudio mexicano de evolución de cuidado de la diabetes a
partir de la ayuda familiar y el acompañamiento grupal,
nos da la clara factibilidad y
posibilidades que se dan de acuerdo de un diseño
adecuado y especificado de las estrategias familiares para
pacientes con DM.
Es por esto que he visto la necesidad de la educación a los
familiares de pacientes con DM, puesto que sin lugar a duda la
enfermedad no se acaba con tomar una pastilla, sino, que depende
de el correcto tratamiento y educación que se dé,
el familiar del paciente diabético cumple un papel muy
importante, puesto que es él, con el que se relaciona
dentro de su cotidianidad y comparte diversiones, comidas y
problemas,
etc, con la gente de su comunidad y la
familia.
Si un familiar del paciente diabético conoce que
por causas de estres los
niveles de glucosa se
elevan, tratarán de encontrar el equilibrio, en
la vida de los pacientes, de este modo en la comida buscaran
alimentos
acorde a las necesidades del paciente que se puedan acoplar a la
dieta familiar sin que esto implique un sacrificio para el
paciente y llegue a ser traumático.
Si educamos a los familiares en estrategias de apoyo y
ayuda a los pacientes diabéticos se reducirán
también las complicaciones asociadas, tales como la
depresión, dislipidemías tales como
la ceguera, la insuficiencia
renal, amputaciones, incapacidad física y laboral,
entre otras.
JUSTIFICACIÓN
La educación es el eje primordial para el
desarrollo, no
solo de la salud sino de
la sociedad como
tal, una población educada, se encuentra prevenida y
fortalecida, en el caso de la educación
diabetológica varios índices nos demuestran que el
acceso a la misma reduce grandes gastos a la
salud
pública y por ende al gobierno.
Una de las fortalezas del diseño de estrategias
educativas para los familiares del paciente diabético, es
que el entorno donde vive el paciente se volverá
más accesible, no se presentarán trabas, el
paciente será comprendido y estimulado para un correcto
manejo de su enfermedad, debemos recordar que esta dura para toda
la vida y el apoyo en su familia,
será el que marque la evolución de la
DM.
La depresión, la disfunción
eréctil, llevarán a la familia a una
comprensión de la vida del paciente y sabrán como
actuar frente a situaciones de alto riesgo como una
hipoglucemia o hiperglicemia, por lo que se encontrarán
prevenidos y podrán actuar rápidamente.
En los centros y servicios de
salud y grupos de
atención al paciente diabético en
Ecuador no
existen actualmente programas educativos dirigidos a los
familiares o compañeros del paciente, estos tipos de
programas en países como México,
Estados Unidos
y toda Europa son un
requisito indispensable para que se fomente la cultura de la
atención al paciente diabético
MARCO
TEÓRICO
CONCEPTUALIZACIÓN DE DIABETES
La diabetes es un desorden del metabolismo,
el proceso que convierte el alimento que ingerimos en
energía. La insulina es el factor más importante en
este proceso. Durante la digestión se descomponen los
alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para
el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la
insulina le permite entrar en las células.
(La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una
glándula grande que se encuentra detrás del
estómago).
Diabetes mellitus es una enfermedad producida
por una alteración del metabolismo de los carbohidratos
en la que aparece una cantidad excesiva de azúcar
en la sangre y a veces en la orina. Afecta a unos 150 millones de
personas en todo el mundo. Es una enfermedad multiorgánica
ya que puede lesionar casi todos los órganos y en especial
los ojos, los riñones, el corazón y
las extremidades. También puede producir alteraciones en
el embarazo. El
tratamiento adecuado permite disminuir el número de
complicaciones. Se distinguen dos formas de diabetes mellitus. La
tipo 1, denominada también diabetes juvenil, afecta a
niños y
adolescentes,
y se cree producida por un mecanismo autoinmune. Constituye de un
10 a un 15% de los casos y es de evolución rápida.
La tipo 2, o diabetes del adulto, suele aparecer en personas
mayores de 40 años y es de evolución lenta. Muchas
veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la
elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina.
Más que una entidad única,
la diabetes es un grupo de
procesos con
causas múltiples. El páncreas humano segrega una
hormona denominada insulina que facilita la entrada de la glucosa
a las células de todos los tejidos del
organismo, como fuente de energía.
La muerte por
coma diabético era la evolución habitual de la
enfermedad antes del descubrimiento del tratamiento sustitutivo
con insulina en la década de 1920.
En las dos formas de diabetes, la presencia de niveles
de azúcar elevados en la sangre durante muchos años
es responsable de lesiones en el riñón,
alteraciones de la vista producidas por la ruptura de
pequeños vasos en el interior de los ojos, alteraciones
circulatorias en las extremidades que pueden producir
pérdida de sensibilidad y, en ocasiones, necrosis (que
puede precisar amputación de la extremidad), y
alteraciones sensitivas por lesiones del sistema
nervioso.
Los diabéticos tienen mayor riesgo de sufrir
enfermedades
cardiacas y accidentes
vasculares cerebrales. Las pacientes diabéticas
embarazadas con mal control de su enfermedad tienen mayor riesgo
de abortos y anomalías congénitas en el feto. La
esperanza de vida de los diabéticos mal tratados es un
tercio más corta que la población
general.
El diagnóstico de la diabetes tipo 2 en ausencia
de síntomas suele realizarse mediante un análisis
rutinario de sangre, que detecta los niveles elevados de glucosa.
Cuando las cifras de glucosa en un análisis realizado en
ayunas sobrepasan ciertos límites,
se establece el diagnóstico. En situaciones intermedias,
es preciso realizar un test de tolerancia oral a
la glucosa, en el que se ve la capacidad del organismo de
metabolizar una cantidad determinada de azúcar.
En un diabético, hay un déficit en la
cantidad de insulina que produce el páncreas, o una
alteración de los receptores de insulina de las
células, dificultando el paso de glucosa.
De este modo aumenta la concentración de glucosa
en la sangre y ésta se excreta en la orina. En los
diabéticos tipo 1, hay disminución o una ausencia
de la producción de insulina por el
páncreas. En los diabéticos tipo 2, la
producción de insulina es normal o incluso alta, pero las
células del organismo son resistentes a la acción
de la insulina; hacen falta concentraciones superiores para
conseguir el mismo efecto.
La obesidad puede
ser uno de los factores de la resistencia a la
insulina: en los obesos, disminuye la sensibilidad de las
células a la acción de la insulina. La diabetes
tipo 1 tiene muy mal pronóstico si no se prescribe el
tratamiento adecuado. El paciente padece muchísima sed,
pérdida de peso, y fatiga. Debido al fallo de la fuente
principal de energía que es la glucosa, el organismo
empieza a utilizar las reservas de grasa.
Con el tratamiento adecuado la
mayoría de los diabéticos alcanzan niveles de
glucosa en un rango próximo a la normalidad. Esto les
permite llevar una vida normal y previene las consecuencias a
largo plazo de la enfermedad.
Los diabéticos tipo 1 o los tipo 2 con escasa o
nula producción de insulina, reciben tratamiento con
insulina y modificaciones dietéticas. El paciente debe
ingerir alimentos en pequeñas dosis a lo largo de todo el
día para no sobrepasar la capacidad de
metabolización de la insulina. Son preferibles los
polisacáridos a los azúcares sencillos, debido a
que los primeros deben ser divididos a azúcares más
sencillos en el estómago, y por tanto el ascenso en el
nivel de azúcar en la sangre se produce de manera
más progresiva.
La mayoría de los pacientes diabéticos
tipo 2 tienen cierto grado de sobrepeso; la base del tratamiento
es la dieta, el ejercicio y la pérdida de peso (que
disminuye la resistencia de los tejidos a la acción de la
insulina). Si, a pesar de todo, persiste un nivel elevado de
glucosa en la sangre, se puede añadir al tratamiento
insulina.
Los pacientes que no requieren insulina, o los que
tienen problemas con las inyecciones de insulina, pueden utilizar
medicamentos por vía oral para controlar su
diabetes.
En la actualidad, hay bombas de
infusión de insulina que se introducen en el organismo y
liberan la hormona a un ritmo predeterminado. Esto permite
realizar un control más exhaustivo de los niveles de
glucosa en la sangre; sin embargo, hay complicaciones asociadas a
este tratamiento, como son la cetoacidosis y las infecciones en
relación con la bomba de infusión
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