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Metodología Interdisciplinaria para la formación humanística en la carrera de Estudios Socioculturales, desde la disciplina Historia y Cultura (página 2)



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DESARROLLO:

Interdisciplinariedad y Formación humanista e
integral: Historia y puntos de
contacto

La interdisciplinariedad es una de las
temáticas más controvertidas desde las
últimas décadas del siglo XX, tanto en el
ámbito educacional, como en el de las ciencias en
general; de donde se infiere que no cuenta de total consenso en
lo que respecta a su significación.

Para unos estudiosos, tiene su razón de ser en la
búsqueda de un nuevo estadio de la ciencia, o
de una gran teoría
caracterizada por una reunificación del saber en un
paradigma o
modelo que
pueda ser aplicado a todos los ámbitos del conocimiento,
mientras que, para otros, la interdisciplinariedad surge por la
dificultad, acrecentada cada vez más, para delimitar
cuáles cuestiones son objeto de un determinado campo del
saber y cuáles de otro; es decir, la urgencia en la
delimitación de sus fronteras, pues las especialidades que
pugnan por ámbitos de intervención profesional han
ido en aumento en nuestros días.

Es una necesidad ante una realidad objeto de estudio que
cada vez se nos descubre más compleja y requiere de la
colaboración de las más diversas disciplinas para
su comprensión y explicación científica. En
esta interdisciplinariedad, la comprensión no sería
sistémica, y por supuesto que la comprensión
sistémica gana en cientificidad. La tendencia a redefinir
o reagrupar nuevas áreas del conocimiento en torno a los
límites
en pugna –que mantienen especialidades más
tradicionales- es un hecho que va en aumento desde la
década de los 70. Precisamente, a partir de esa misma
década es que la interdisciplinariedad aparece
reivindicada como una compensación epistemológica
llamada a "curar" todos los males que afectan la conciencia
científica de nuestros tiempos.

Realmente, la conceptuación de la
interdisciplinariedad es una problemática que cobró
auge en el siglo XX; aunque es justo reconocer que existieron
algunos intentos significativos en épocas anteriores. Por
solo mencionar algunos, Platón
(427-347 a.c.) fue, tal vez, uno de los primeros que
planteó la necesidad de una ciencia
unificada, labor que –para él- debía
desempeñar la filosofía.

Siempre ha existido una "cierta aspiración" a la
unidad del saber, en mayor o menor medida; de este modo, ya en la
época clásica, los griegos denominaron
«paideia cíclica» o «enciclopedia»
al conjunto de todas las ciencias, que los romanos denominaron
como «doctrinarum orbem». También los
clásicos supieron diferenciar una concepción global
rigurosa de los intentos superficiales, de aquí por
ejemplo el descrédito en que fueron sumidos los
«sofistas», quienes se atrevían a opinar sobre
cualquier cosa, sin mayor preparación.

No obstante, ya en el siglo XX es cuando la defensa de
la interdisciplinariedad cobra mayor auge y rigor frente a la
ingenuidad de las propuestas anteriores, basadas más en
una nostalgia ante la "totalidad perdida" que aporta el contexto
de la postmodernidad
del que es uno de sus paradigmas,
contra el de los racionalistas, mecanicistas y positivistas de la
modernidad
burguesa, y actualmente, sus neopositivistas. Nostalgia,
igualmente, de una meta utópica como es la búsqueda
de un saber absoluto, una especie de "ciencia de las ciencias,"
papel atribuido antes a la filosofía, por sus antecedentes
históricos y epistemológicos. La defensa de mayores
cotas de interdisciplinariedad también se utilizó
para imponer criterios de cientificidad y modelos de
hacer ciencia. Fue el recurso empleado por aquellas áreas
del conocimiento que, en un momento histórico determinado,
gozaban de menor poder para la
consecución de un mayor status y prestigio; este fue el
caso de las denominadas Ciencias
Sociales, claro, la realidad social más compleja y
rica urgía más de la
interdisciplinariedad.

La UNAH, como las restantes universidades, precisa de la
formación de individuos calificados para el ejercicio
profesional, y para ello es imprescindible que quienes los
preparan, es decir los profesores, dominen, apliquen y
desarrollen la gestión del
conocimiento, en su propia preparación y con los
estudiantes, articulando e integrando armónicamente las
asignaturas a partir de los nodos conceptuales y al aplicar
convenientemente las TIC y el uso
de herramientas
adecuadas para este propósito; pero debe hacerse
conscientemente, de esta forma se cumplimentará el
compromiso de generar conocimientos útiles para el
desarrollo de
las comunidades; y lograr de este modo la necesaria
articulación entre información y conocimiento en la "Nueva
Universidad" de
principios del
actual siglo XXI.

La formación humanista y humanística en el
ámbito curricular de la enseñanza
universitaria contemporánea debe estar encaminada
a:

  • Cultivar la sensibilidad ante los valores
    en las artes, así como en las restantes manifestaciones
    de la cultura, y
    en la vida.
  • Una actitud
    investigativa con énfasis en la
    autosuperación.
  • Incentivar sus habilidades creadoras.
  • Independencia cognoscitiva,
    autorregulación, pensamiento
    científico.

Metodología Interdisciplinaria para la
formación humanista e integral en los estudiantes de la
Licenciatura en Estudios Culturales, en la UNAH, a partir de la
Disciplina
Historia y Cultura

En este capítulo se fundamenta, sobre las bases
científicas ya sentadas, una metodología interdisciplinaria para la
formación humanista e integral de los estudiantes que
cursan la carrera de Estudios Culturales en la UNAH, a partir de
las asignaturas que conforman la disciplina Historia y Cultura, y
en otras disciplinas de la carrera, también
imprescindibles en este análisis. Esta metodología se
sustenta en cuatro acciones
fundamentales que son: el rediseño curricular de la
disciplina, el análisis de los nodos conceptuales que
sustentan el enfoque interdisciplinario de la misma, la capacitación teórica y
metodológica de los profesores y finalmente, la
concepción y aplicación de la "clase taller"
a partir de tareas integradoras como eje del trabajo
interdisciplinario.

¿Por qué una Metodología? Porque
evidencia la coherencia con que se deben articular los objetivos
propuestos, los métodos y
procedimientos
como vía o camino para lograrlos, las formas de organización y los medios, en
consonancia con los contenidos, es decir, los conocimientos,
habilidades, capacidades y valores;
así como las formas de evaluación
que se emplearán para comprobar la efectividad del
proceso,
teniendo en cuenta su carácter dinámico y
sistémico.

3.1.- Principios teóricos y
metodológicos en que se sustenta la
Metodología.

La actividad humana, muy en particular la
científica, se organiza sobre la base de principios, que
abarcan las ideas más generales que orientan el
pensamiento y la conducta del ser
humano, son proposiciones de las que se pueden derivar otras
ideas más específicas. «Los principios son
expresión de necesidad, en un sentido lógico
constituyen como acto reflejo de la conciencia del hombre, una
intelección de fenómenos objetivamente existentes;
son la generalización de esa intelección» (J.
Mari Lois, 2003: 164)

Debe tenerse en cuenta además que un principio,
desde otra óptica,
es un elemento relativamente sencillo, cuyo contenido puede
extenderse a todo el universo del
sistema al que se
refiere, y a la vez, posee un cierto carácter normativo,
pues la conjunción sistémica de todos los
principios permite preestablecer una manera de actuar en
determinadas condiciones como un presupuesto de la
acción
o del pensamiento, y es aquí, ciertamente, donde radica su
valor
metodológico, porque permite la
organización de los elementos antes expuestos
(pensamiento y acción) sobre la base de su contenido.
Existen diferentes clasificaciones de principios, al atenerse a
diversos puntos de vista; a partir del carácter
teórico y didáctico de esta Metodología se
enuncia un sistema de principios reconceptuados y
recontextualizados por la autora de esta Tesis, en
función
de lo que se pretende lograr.

Principio de la determinación social de
la
educación.

«Una concepción integral de la educación debe
incluir la perspectiva sociológica, desde la cual la
educación quede comprendida como un proceso comunicativo,
personal y
masivo. Desde esta perspectiva (…) es que podemos incluir y
comprender el significado de la educación, como procesos de
asimilación y objetivación (…) es decir,
entenderla como una relación social, como actividad humana
práctica» (J. Mari Lois, 2003 : 166).

Dentro de esta arista social, enfatizamos los aspectos
culturales y específicamente, comunicológicos,
debido a que es precisamente la cultura quien le posibilita al
ser humano acumular, crear y trasmitir conocimientos. Asume, por
tanto, una concepción integradora del hombre como ser de
pensamiento, acción y emoción. Esa
asimilación de conocimientos se realiza de modo activo y
al mismo tiempo
selectiva y simultáneamente, asimila trascendentales
orientaciones de valor, desarrolla habilidades, los contenidos de
la superestructura y con esta determinadas formas de conciencia
social, que al incorporarlas al plano individual, se pueden
modificar e inclusive, cambiarse por completo, lo que nos
demuestra el importante papel que desempeña la dirección del proceso de enseñanza.

Este enfoque presupone abordar la educación como
parte de la realidad, en sus múltiples dimensiones:
antropológica, social, histórica,
psicológica y enfatizamos los aspectos culturales y
específicamente, comunicológicos, debido a que
es:

La personalidad
como integración de conocimientos y
sentimientos:
El contenido y los objetivos de los procesos
educativos de ningún modo pueden derivarse de una
"imagen ideal"
del ser humano que reúna todas las "virtudes posibles",
sino que están influenciados, en gran medida, por las
condiciones históricas de la sociedad en
que se desarrollan y de la "reproducción social", lo cual sugiere que
la educación debe tender a formar "la mejor" personalidad
posible, en dependencia de las condiciones históricas
concretas. En la medida que la formación humanista e
integral de los futuros especialistas en Estudios Culturales sea
más sólida, serán más sensibles y
estarán mejor preparados para incidir en su objeto de
estudio y de trabajo con mayor eficacia. Dichas
cualidades deben estar presentes tanto en el diseño,
como en la ejecución y evaluación de todas las
actividades que se realicen, lo que posibilitará
profundizar en su preparación.

En ese contexto, cabe al Departamento de Humanidades, a
la disciplina Historia y Cultura y a todos y cada uno de los
profesores, preparar a los estudiantes para enfrentar los
problemas que
surjan tanto dentro como fuera del contexto escolar, y contribuir
al desarrollo de sus capacidades cognitivas y creadoras, y de las
habilidades que les sirvan para la asimilación y
recombinación de nuevos requerimientos científicos,
al garantizar «…condiciones de participación y
producción» (C. Álvarez: 1994:
23)

El maestro como facilitador del esfuerzo
educativo:

« Hay que lograr el aprendizaje de
lo imaginario, hacer que cada niño o joven viva una
experiencia de creación, partiendo desde las más
tempranas edades de la fuerza de la
oralidad que se sustenta en la voz y la emoción del
relato, de ahí las capacidades que debe poseer el maestro
o profesor de
lengua y
literatura, y de
las humanidades, en general (…) Si amarlas es conocerlas en su
vasta intimidad somos del criterio de que sí pueden
enseñarse, sin embargo, no siempre los resultados son
alentadores. Toda ciencia debe ser traducible para ser universal
y el dominio de la
palabra por nuestros niños y
jóvenes es indispensable. La escuela y las
Casas de Cultura y otras instituciones
de la comunidad
tienen esa noble misión,
pero ¿cómo? » (R. Mañalich, 2002:
146).

¿Puede existir una educación
problematizadora, cuestionadora, creativa si el profesor no posee
estas cualidades, ni propicia su desarrollo en los educandos? La
respuesta es evidente: el profesor debe actuar como facilitador,
diseñar el proceso de aprendizaje de
forma que propicie espacios para la individualización del
conocimiento, para hacerse cuestionamientos, formularse preguntas
y al mismo tiempo para la confrontación alumno-alumno.
Solo así logrará descubrirles nuevos escenarios,
"desmitificar símbolos", asumir y a su vez
"problematizar" (puesto que sus cuestionamientos, a su vez,
puedan ser cuestionados, lo importante es siempre la
fundamentación) sus respuestas, conscientes de que pueden
ser aceptadas o rechazadas, o más aún: simplemente
polemizadas, sobre todo enriquecidas en el debate y en un
diálogo
retroalimentario porque la capacidad crítica
es uno de los fundamentos de la creatividad.
Serían buenas alternativas para ello estimular su
iniciativa y confianza en sí mismos, su dinamismo en la
solución de problemas, su capacidad para polemizar, y
criticar pero sobre sólidos fundamentos y siempre con
flexibilidad al diálogo retroalimentario como vía
en la construcción colectiva de conocimientos. El
comentario anterior incita, a la autora de esta tesis, a aportar
dentro del principio anterior, el siguiente:

Educar a partir de una cultura general
integral

Para emprender esta labor lo primero es
«…"humanizar" al profesor, al claustro; que como es
sabido no es una problemática que solo se haga evidente en
la UNAH, sino en casi todos los centros docentes del
país y tal vez del mundo».

Humanizarlos desde un enfoque cultural y
personológico; el principio es básico: "para
educar, hay que estar más educado." El educador ha de ser
más educado incluso que aquel a quien pretende
educar.

Todo lo que se enseña debe poseer un sentido
humano, se debe inculcar y promover en los estudiantes una
concepción humanista del mundo, en la que como seres
humanos se reconozcan como sujetos, protagonistas, en tanto
profesionales de la construcción social; adquieran una
plataforma cultural, habilidades, sentimientos, convicciones para
que eleven su sentido de la responsabilidad que deben consolidar junto a otros
valores y conceptos tales como la honestidad,
sencillez, justicia,
equidad,
libertad,
solidaridad,
autonomía y compromiso; por eso la transformación
que demanda hoy la
enseñanza va acompañada de una "cultura de cambio", que
exige una enseñanza centrada en el desarrollo
personal y en las potencialidades e intereses de cada
individuo; que
el alumno comprenda el significado de lo que aprende, que vea ese
aprendizaje como funcional, integrador, generalizador,
útil para diversos contextos y necesidades; la cultura
general integral requiere además que sea poseedor de un
pensamiento independiente y de una cultura de la diversidad,
así como también del respeto al otro.
Todo esto queda comprendido dentro de la formación
humanista que es un concepto
más amplio que implica una formación dirigida a la
integralidad del conocimiento, al cultivo de la sensibilidad y la
espiritualidad, a la interpretación y explicación de los
procesos históricos, sociales y culturales, relacionados
con el hombre; el
desarrollo de un estilo de pensamiento y actuación para
transformar la realidad. Se basa en el conocimiento integral del
hombre y del mundo en que vive. En la comprensión del
sentido de la vida y el carácter multifacético de
su formación.

Por todo lo anterior, en esta investigación se considera que la
formación humanista e integral constituye un eje
transversal dentro de esta carrera
porque la atraviesa y
está presente desde el primer semestre hasta el
último.

La comunicación horizontal en el proceso
enseñanza-aprendizaje:

En sentido general, muchos profesores deben replantearse
su trabajo, tanto en el plano ético como en el
pedagógico. En el primero, deben asumir una postura
más flexible y comprensiva, respetar la
personalidad de los alumnos, admitir en ellos su capacidad de
análisis y valoración, incluso hasta de su
proceder, en esencia, suprimir el dogmatismo y el autoritarismo;
el profesor, sin dejar de serlo, debe ir al aula a "aprender"
también, aprender a escuchar a sus alumnos, incentivarlos
y tratar de comprenderlos. En el segundo, reorganizar sus
métodos para conducir o facilitar el aprendizaje,
personalizarlo y demostrar conocimientos, no solo de su materia, sino
de todas aquellas afines que necesite para su labor. Es preciso
superar la contradicción existente entre maestros y
alumnos sin que por ello se diluya el papel del maestro, quien
indudablemente tiene saberes específicos que aportar,
apoyado en su caudal metodológico para facilitar los
aprendizajes escolares. Estar consciente de que para educar
integralmente su personalidad, es imprescindible que ante cada
nuevo contenido el alumno se pueda responder preguntas claves
como: por qué, para qué, cómo,
cuándo…y que logre incorporar y aplicar creadoramente
ese conocimiento y creatividad fundamentada, a la
transformación evolutiva de la realidad, a niveles
superiores de satisfacción y realización
integral.

Educación en el trabajo y
trabajo educativo

La relación educación-trabajo es
objetivación de contenidos humanos y asimilación de
esos contenidos, por lo que debe ser de ambas partes. Por tal
motivo, la escuela debe garantizar la existencia de una "cultura
laboral
moderna" en los individuos. En el caso de las labores
científicas, pero también en toda la cultura
laboral de toda índole la generalización de una
cultura científica debe garantizarse como el resultado de
la actividad práctica, del trabajo profesional y como un
proceso del conocimiento teórico determinado por aquella.
En este sentido los proyectos de
trabajo educativo pueden desempeñar un importante papel,
siempre y cuando en su diseño y ejecución los
estudiantes sean los actores principales, bajo la sabia tutela de los
profesores guías que no por gusto son seleccionados entre
los más experimentados desde el punto de vista
psicopedagógico.

Se insiste en el desarrollo de la creatividad para la
solución de problemas imprevistos y también, en la
formación científica, el desarrollo de una
capacidad previsora de problemas, y se afirma que la
educación debe ser formadora de una "competencia
moral" para
todo tipo de trabajo; «una vía prometedora es
acercar la enseñanza a la realidad social y aumentar la
polivalencia de la formación dispensada; con un perfil
amplio (…) La vinculación de los jóvenes a los
procesos laborales fortalece también la educación
de la cooperación y autodirección y debe constituir
el fundamento sobre el que se organicen los sistemas
escolarizados» (J. Mari Lois, 2003: 171-172).

La integralidad y sistematicidad de las actividades
educativas:

«La formación interdisciplinaria vista
desde los nexos entre (…) las restantes disciplinas del
año a partir del diseño de tareas integradoras al
concebir la práctica laboral como eje central y el trabajo
extracurricular como preparación para el vínculo
con la comunidad» (R. Mañalich, 2005:
46).

La cita anterior muestra
cómo la sistematicidad de las actividades relacionadas con
la práctica laboral y el trabajo extracurricular
también debe preverse desde el propio proceso docente,
parte de la formación interdisciplinaria de los
estudiantes, quienes deben habituarse a considerar el trabajo
concreto algo
tan cotidiano como asistir a clases, deben comprender que
también implica generar una "estética del trabajo", o sea que lo sientan
una necesidad y si es posible, hasta un disfrute, por eso es
importante que se tengan en cuenta sus gustos al asumir Tesis y
demás, no se pueden sacrificar sus gustos por las que los
Decanos, Jefes de Departamentos y profesores consideran, en
muchos casos estrechamente como "necesidades," hay que buscar la
conciliación flexible que siempre la hay, y puede resultar
muy provechoso para su desempeño profesional, si lo realizan
adecuadamente y con regularidad, siempre que se logren conciliar
temas y trabajos que les interesen. A ello se debe sumar la
importancia de que desde los niveles precedentes (primaria,
secundaria y preuniversitario) los escolares realicen
sistemáticamente las labores productivas, de mantenimiento
y de servicio, para
que adquieran responsabilidad y sentido del deber y ya lo tengan
incorporado al arribar al nivel universitario.

«Es preciso hacer énfasis en que la
integralidad y la sistematicidad no es sólo entre
disciplinas, sino también entre los diversos niveles de
enseñanza en el país, así como con la familia, la
educación popular y la educación comunitaria sobre
todo, y la educación oficial como por ejemplo, por los
medios masivos de comunicación y por todos los restantes
medios (galerías, teatros, etc.), las organizaciones e
instituciones».

La integralidad tiene relación directa con todo
el proceso docente, su concepción, planificación, organización,
ejecución y evaluación de los resultados, donde
todas las actividades tanto escolares como extraescolares deben
responder a resultados exitosos en el proceso docente-educativo;
tan importantes unas como las otras, sobre todo en su
complementariedad, mucho tiene que ver también con el
trabajo científico y metodológico de la escuela, en
función tanto de la formación ética como
laboral. No se puede perder de vista que el componente laboral
debe recibir una atención priorizada dentro de la actividad
escolar.

La concepción de una asignatura en
específico, de todas las asignaturas de un año y
todas las de la carrera, así como el trabajo
didáctico que en ellas se desarrolle, tiene por finalidad
"profesionalizar" una cultura; en el caso del nivel
universitario, tiende más a la cultura profesional. Por
tal motivo, los colectivos de año y de disciplina deben
plantearse la evaluación final integradora, donde la
solución de problemas debe implicar varias asignaturas y
así consignarse en la evaluación, lo que implica un
alto nivel de creatividad y un esfuerzo significativo de
preparación y orientación por parte de los
profesores, y al mismo tiempo un reto y un fuerte estímulo
para los estudiantes.

La integralidad pudiera decirse que se prolonga en otro
principio que hasta ahora solo se ha contemplado en la educación
superior, aunque los resultados alcanzados hasta el momento
no son los esperados, porque eso hay que irlo enriqueciendo
gradualmente durante todo el sistema de enseñanza desde
los primeros niveles; ya en el círculo infantil el
niño "investiga" su entorno, y lo hace por naturaleza, a
pesar de que la familia y los
maestros, a menudo, insisten en frustrarle esa sana
inclinación con prohibiciones constantes y a menudo,
arbitrarias y sin explicaciones; esto es:

La unidad de lo académico, lo investigativo y
lo laboral:
En líneas generales, se hace evidente que
en la enseñanza universitaria, al menos en la carrera en
que se apoya esta investigación, esta unidad es más
formal que real, es más bien una aspiración que aun
no se ha logrado materializar del todo. En muchos casos, se
limita lo académico a las conferencias, seminarios, clases
prácticas, los exámenes finales y los trabajos de
control en
clases; lo investigativo se reserva a los Trabajos de Curso como
forma de evaluación final de algunas asignaturas y a las
Jornadas Científicas Estudiantiles, y lo laboral como las
prácticas que los estudiantes realizan una vez por semana
o varias semanas concentradas en el semestre.

En cambio son múltiples las posibilidades que nos
brinda esta unidad. La esencia de este principio entraña
una forma diferente de entender y llevar a vías de hecho
el acto educativo que, entre otras variantes, puede tener en
cuenta las siguientes:

– Integración de la docencia con
lo laboral y lo investigativo:

Desde el inicio del curso debe orientárseles la
determinación de un problema de investigación, en
el centro de práctica laboral, cuya solución
implique la consulta y profundización de contenidos
estudiados en diferente asignaturas, por ejemplo:
Metodología de la
Investigación, Antropología, Cultura Cubana, Estudio de
Comunidades, Computación y Estadística, por solo mencionar
algunas.

– Investigación como acción participativa
retroalimentaria y transformadora a niveles superiores de
satisfacción y realización integral que implique la
inclusión de los otros dos campos de despliegue del
educando. En este sentido:

Si se les asigna, por ejemplo, una institución
cultural y deben diseñar y asesorar la ejecución de
un programa de
Animación o de Intervención Cultural, deben aplicar
un diagnóstico mediante el cual indaguen en
torno a las necesidades y expectativas de diferentes grupos sociales y
sobre esta base hacer el resto; necesariamente tienen que
integrar, retroalimentarse y aplicar. Ejemplo fehaciente de esto
han sido los Trabajos de Curso de las asignaturas Historia y
Cultura Cubanas que se han defendido en la UNEAC Nacional y en la
UNEAC Provincial, experiencias enriquecedoras que han contado con
la participación de funcionarios y artistas.

Impartir docencia como Alumnos Ayudantes en asignaturas
en las que esta integración es insoslayable, o como
Monitores en
clases, en las exposiciones en Seminarios, en sus estudios en
equipo y trabajos en colectivos y en sus participaciones,
exposiciones y debates en eventos
científicos dentro y fuera de la escuela, en
confrontación más allá. Esto es muy bueno; y
un ejemplo de lo provechosa que puede resultar esta experiencia
en ambientes extraescolares ha sido la participación de
los profesores y estudiantes de la carrera en Forums y Simposios
como los de los municipios Plaza, San José y Güines;
lo que ha representado para los estudiantes práctica
docente – investigativa – laboral, "todo en uno", en
fin, toda una escuela para todos.

El Departamento de Estudios Socioculturales
diseñó un Diplomado sobre Estudios Culturales que
se está ofertando a funcionarios y especialistas de
cultura, a profesores de la universidad, a recién
egresados, así como también a diferentes
países latinoamericanos; el cual constituirá una
escuela formadora para nuestros profesores que repercutirá
en nuestros estudiantes.

Muchas pudieran ser las variantes, en dependencia de la
creatividad del claustro, de los colectivos de año y/o de
disciplina, de los profesores de la facultad y de los propios
estudiantes, quienes pueden potenciar aun más estas
variantes, siempre que esta creatividad esté bien
fundamentada, y estén convencidos de la importancia y
necesidad de la integración.

La flexibilidad de la organización
escolar

«La flexibilidad debe penetrar también la
organización de los horarios, la estructura de
los programas, la
interrelación de las actividades escolares y
extraescolares, privilegiar el concepto de convertir en aula a
toda la comunidad e incorporar al proyecto
educativo a todos los sujetos sociales educadores»(J. Mari
Lois, 2003: 178) Hay que lograr "desenclaustrar" el aprendizaje,
estimular el autoaprendizaje, es mucho más
fructífero realizar una visita dirigida a un museo, una
galería de arte, un
recorrido por lugares de interés
histórico-cultural y a partir de ahí que los
estudiante exterioricen en forma oral, escrita o gráfica,
lo que sintieron, lo que les llegó, qué utilidad les
reportó; hacer que escenifiquen en una sala teatro, en una
comunidad un parlamento o escena de una obra determinada y
después dirijan el debate con un grupo de
vecinos de edades determinadas; esto implicará un trabajo
de mesa o taller de preparación previa, de montaje y
autoestudio profundo.

En este sentido, una propuesta muy bien concebida es la
que lidera la profesora R. Mañalich de la "clase taller"
como vía para el trabajo interdisciplinario en la
enseñanza de la lengua y la literatura. Es válido
precisar que dentro de la propia Facultad existen diversos y
buenos ejemplos que incluyen la creatividad bien fundamentada y
cuya validez científica se puede sustentar, en los que no
ahondamos por razones de espacio.

3.2. Fundamentación de la
Metodología Interdisciplinaria para la formación
humanista e integral de los estudiantes que cursan la carrera de
Estudios Culturales en la UNAH, a partir de la disciplina
Historia y Cultura.

Este constituye el presupuesto esencial de la
investigación; se sabe que resulta ambicioso,
difícil e imposible de lograr a corto plazo, pero si se
cumplimentan las actividades y tareas propuestas, tanto para
profesores como para los estudiantes y se lleva a cabo con mucho
amor,
dedicación y sistematicidad, progresivamente se irán
cosechando los frutos de esta labor; prueba de ello son los
resultados obtenidos en el grupo integrado por la autora de esta
Tesis, algunos profesores y estudiantes de la
carrera.

La Metodología se sustenta en cuatro acciones
fundamentales:

I.- El rediseño curricular de la
disciplina

II.-Análisis de los nodos conceptuales que
sustentan el rediseño interdisciplinario en las
asignaturas que conforman la disciplina Historia y Cultura y su
abordaje en otras disciplinas de la carrera.

III.-La capacitación teórica y
metodológica de los profesores.

IV.-La concepción y aplicación de la
"clase taller" a partir de tareas integradoras como eje del
trabajo interdisciplinario.

I .- Propuesta para el rediseño curricular de
la disciplina

En resumen, como se argumentó en el
Capítulo II, la disciplina debe convertirse en un campo o
área de diversas disciplinas en torno a la Historia y la
Cultura; a partir de ahí, la propuesta de rediseño
de la disciplina es:

Distribuir las asignaturas en tres
disciplinas:

La primera podría nombrarse Historia y
Apreciación e incluiría: las Artes Visuales,
la Música,
las Artes Escénicas y la Literatura, esta última en
su concepto más amplio que incluya, por ejemplo, periodismo,
ensayo,
testimonio, oralidad, etc.

La segunda podría nombrarse Cultura e
incluiría: Universal, Latinoamericana y del Caribe y
Cubana (dentro de esta última y refundidas las optativas:
Literatura, Artes Visuales, Artes Audiovisuales (que incluye TV y
Radio),
Música y Artes Escénicas (que incluye Danza y otras)
y Cultura Regional. ¿Por qué no cerrar esta
disciplina con Teoría de la Cultura?(incluiría
Animación y Promoción Cultural, Política Cultural y
tal vez hasta Programas y Proyectos de Desarrollo
Cultural).

La tercera sería Historia e
incluiría: de Cuba,
Regional, Local y Fuentes
Históricas Regionales. ¿Por qué no refundir
las tres últimas como Etnohistoria? ¿Por qué
no incluir en esta disciplina Geografía Regional?
¿Por qué no iniciar esta disciplina con Universal,
aunque sea un solo semestre? Debe tenerse en cuenta que para
comprender la cultura es necesario comprender su
historia.

Es válido insistir que entre estas tres
disciplinas es imprescindible un nexo interdisciplinario e
incluso transdisciplinario, por lo que esta
división solo constituye un arreglo pedagógico para
la distribución de los contenidos
temáticos y su ordenamiento, que sería mucho
más coherente si se parte de la Cultura Universal,
hasta llegar a la Regional y finalmente a la Local.
(Se sugiere consultar el Anexo XXIV sobre el artículo de
Manuel Romero Ramudo Formación humanista en la
enseñanza-aprendizaje de la Historia).

II.- Análisis de los nodos conceptuales que
sustentan el diseño interdisciplinario en las asignaturas
que conforman la disciplina Historia y Cultura y su abordaje en
otras disciplinas de la carrera.

En consonancia con la labor que viene desarrollando el
colectivo de profesores que lidera la autora de esta Tesis
-quienes imparten las asignaturas de la disciplina Historia y
Cultura- se aplicó la Metodología que propone la
profesora Rosario Mañalich, para desarrollar la modalidad
de la "Clase Taller". En la selección
de los textos se ha buscado la interdisciplinariedad y la
intertextualidad para ampliar horizontes culturales y lograr
vasos comunicantes entre las diversas materias curriculares,
fundamentalmente del área humanística. Se
operó con un lenguaje
común generalizado y un vínculo estrecho entre lo
científico y lo cotidiano, y se tomaron como ejes o
elementos claves los nodos cognitivos.

El nodo cognitivo interdisciplinario conecta nodos
principales de distintas disciplinas o asignaturas de una misma
disciplina. En este tópico solo se pretende ejemplificar
este punto de vista, pero cuando se inicie la aplicación
de la Metodología como tal, cada uno de los profesores
debe haber determinado los nodos conceptuales de su asignatura, y
a partir de ellos dirigir el trabajo
interdisciplinario.

En la "determinación del problema profesional" se
hace preciso fijar este con exactitud, si es en los estudiantes,
cuál es el objetivo, por
ejemplo en este caso incidiremos en los alumnos de tercer y
cuarto años de la carrera y se tomaron como asignaturas
rectoras Historia de Cuba II y Cultura Cubana II (1898-1958). Por
ejemplo al plantearse como objetivo: -Caracterizar la cultura
republicana como un proceso de continuidad y discontinuidad:
¿Cómo dirigir el aprendizaje de un extenso
período histórico -cultural, en este caso la
República?¿Cómo hacer que al apropiarse
del método
pueda de forma independiente el estudiante conocer otros
períodos, como por ejemplo, el período
revolucionario? (que estudian en el siguiente semestre)
¿Cómo lograr a través de la lectura
comentada, crítica y analítica la ampliación
de sus horizontes culturales y de su poder de
creatividad?

Así, período republicano, puede ser
considerado nodo principal, que a su vez conecta nodos
básicos
interrelacionados desde el punto de vista
histórico-cultural, como: posición asumida por la
intelectualidad, creación de órganos y medios de
difusión de la cultura, situación económica
imperante en distintos momentos del período, reconocidos
como "período de vacas gordas" o de "crisis
permanente", nuevas formas de expresión en determinadas
manifestaciones artísticas arquitectura,
pintura,
música, artes escénicas, literatura, cine, radio,
televisión, sistema de hábitos y
costumbres de todo tipo; otras artes y las ciencias.

Se puede trabajar, a partir de este nodo principal la
comunicación imaginal (Léase
comunicación gráfica, verbal, icónica,
paraverbal) mediante el trabajo conjunto dirigido al logro de los
objetivos de la disciplina, presentes en el programa, como
son:

Educativos:

«Consoliden su concepción científica
del mundo mediante el
conocimiento del proceso histórico – cultural,
aplicando los métodos y categorías de la
investigación en el campo de la
sociocultura.

Sean capaces de calificar y relacionar, en el orden
sociopolítico, las manifestaciones
artísticas y literarias producidas en el
área objeto de estudio». Sic. (Programa de la
disciplina Historia y Cultura, 2001: 2).

Instructivos:

«Enjuiciar críticamente las distintas
corrientes historiográficas,
culturológicas, políticas,
sociales e ideológicas a través de la
confrontación de opiniones y criterios
científicos.

2. Analizar el desarrollo particular de la evolución de la Historia y la
Cultura» Sic. (Programa de la disciplina Historia y
Cultura, 2001: 2)

Para dar cumplimiento a los mismos, que por ser de la
disciplina son válidos para todas las asignaturas que la
integran, son aplicables procedimientos de comprensión
lectora, producción textual en forma oral y escrita y
el desarrollo de habilidades como explicar, argumentar, valorar,
por solo citar algunas.

De igual forma, es posible ilustrar el modo de trabajar
la conformación del cuadro del mundo, si se tienen
en cuenta los puntos de contacto de conocimientos en torno a
conceptos o habilidades que constituyen, por su naturaleza
cognitiva, problemas de aprendizaje, los que en el caso de esta
disciplina se destacan por su carácter
histórico-cultural; de este modo pueden orientarse
actividades tendentes a la búsqueda de la
integración de los conocimientos por medio del trabajo
interdisciplinario, por ejemplo:

– Apreciación de las Artes Visuales,
Apreciación de la Literatura y Literatura
Cubana en estrecha correspondencia con manifestaciones de las
Artes Escénicas y de las Artes Audiovisuales.

– Historia y Geografía Regionales y Cultura
(dentro de esta última además de las artes, tener
presentes otros elementos como: la religiosidad, la
política, el sistema de hábitos y costumbres y las
ciencias).

Esto puede lograrse si se conectan conceptos o modos
principales de operar de distintas disciplinas; así, la
República (para continuar con el ejemplo anterior), un
concepto esencial por la implicación que tiene en las
asignaturas de la disciplina como materias humanísticas
(Historia, Cultura, Arte, entre otras) al integrar su estudio
como período histórico-cultural, adquiere
connotación interdisciplinaria, tal vez incluso,
transdisciplinaria. Ciencia cuyo objeto de estudio es el sistema
de leyes y nexos que
identifican a la República…¿válido para
otras Repúblicas?(siempre casuístico, por supuesto.
No sería la primera ciencia que se especializa en
períodos históricos, quizás no tan
relativamente breves, pero sí de una complejidad bien
meritoria para ello.

También existe la necesidad de trabajar, mediante
esta temática, el estudio de la vida y obra de importantes
figuras o personalidades, que se puede satisfacer mediante
los seminarios, las diversas asignaturas, etc. por ejemplo
Villena y Carpentier en literatura, Amelia Peláez y
Víctor Manuel en Artes Visuales, Mella, Roa, Juan
Marinello en Historia y Cultura; de trabajar, mediante esta
temática, el estudio de la vida y obra de importantes
figuras o personalidades, precisamente éste es un
período de nuestra historia y cultura muy rico para ello,
entre las que podrían seleccionarse: Raúl Roa, Juan
Marinello, Julio A. Mella, Rubén Martínez Villena,
Víctor Manuel, Amelia Peláez, Alejo
Carpentier, constituyen una cifra ínfima entre los
intelectuales
destacados del período. (Ver otros ejemplos en Anexo XVII
).

Sin embargo, en los acercamientos al concepto de
interdisciplinariedad es preciso insistir en su valor en cuanto a
la aproximación a la construcción del conocimiento
y a una forma particular de pensar; de este modo, se propicia
algo esencial: una vía clave socializada más que
individualizada de creación y capacitación para el
trabajo en
equipo, con diferentes puntos de vista y enfoques en estas
materias hechas a la pluralidad de acercamientos y a la
"coloratura subjetiva". Muchas veces las causas del fracaso de la
interdisciplinariedad residen en objetivos y metas muy ambiciosos
y poco viables, inconsistencia de las políticas educativas
y factores de carácter subjetivo que deben ser eliminados,
aunque también existen factores objetivos, porque
objetivamente, son profesionales que no están preparados
para la interdisciplinariedad por la propia tradicional
inconsistencia de las políticas educativas, y estas
tradiciones alcanzan un peso objetivo, aunque sea inmaterial pero
objetivo, ciertamente. Las relaciones interdisciplinarias son
vías que contribuyen al logro de un sistema, porque
diversas ciencias pueden abordar un mismo fenómeno desde
distintos conceptos e integrarse en un todo sistémico,
incluso a una nueva ciencia, ya en este caso sería
más que interdisciplinario, transdisciplinario. Lo
esencial en la interdisciplinariedad es el carácter
sistémico y por tanto, altamente científico que se
alcanza en la contextualización entre las asignaturas, lo
que en la posición que se defiende en este trabajo es
considerado como un aspecto esencial de las mismas.

III.-La capacitación teórica y
metodológica de los profesores

¿Cómo perfeccionar la formación
humanística del profesorado desde el actual currículo de la carrera de Estudios
Culturales en la UNAH y las demás carreras de humanidades
en la facultad?
(Ver Anexo XXIII)

En el capítulo I se abordó la
concepción del currículo como instrumento de
formación profesional y cómo debía poseer un
carácter flexible y abierto a "continuos" análisis
y modificaciones, alejado de todo dogmatismo. En este sentido,
resulta necesario que se cumplan las siguientes
sugerencias:

1.- Cada colectivo de disciplina deberá realizar
un estudio profundo y crítico de los programas que
conforman la disciplina en el que se efectúen precisiones
teóricas sobre la interdisciplinariedad; posteriormente,
este análisis se someterá a consideración de
la Dirección del Departamento de Humanidades y al Consejo
Científico de la Facultad.

Es preciso insistir en lo que se sugirió en el
capítulo II acerca de la necesaria e impostergable
reorientación de las restantes disciplinas hacia los
Estudios Culturales, mediante un enfoque interdisciplinario y
más bien, hasta transdisciplinario.

2.- En el Plan
Metodológico del Departamento de Humanidades se
contemplará como una línea el trabajo
didáctico-metodológico en la búsqueda de
regularidades que tipifiquen una didáctica de las humanidades. Estas
"regularidades" y "tipificación" serán
casuísticas y en ningún modo deberán ser
absolutizadas dogmáticamente.

3.- A partir de esta Tesis, se irá instrumentando
en el Departamento de Humanidades, con vistas a generalizarlo
posteriormente a las restantes carreras humanísticas, la
Metodología Interdisciplinaria diseñada que se
concreta desde la concepción de cada asignatura, una
reformulación de sus objetivos, contenidos, formas de
evaluación, etc. y, especialmente, la "clase taller", a
partir de talleres Integradores de carácter
interdisciplinario donde se trabaje con los profesores en la
determinación de los nodos conceptuales de sus asignaturas
y la elaboración (en grupos o equipos) de tareas
integradoras como eje interdisciplinario.

La capacitación teórica y
metodológica de los profesores es una de las resultantes
de esta Tesis que se estructurará a partir de lo sugerido
por la profesora Rosario Mañalich en su libro
Didáctica de las Humanidades, donde se indica al
respecto «…se estructuraría sobre la base de un
sistema lógico, coherente, sistematizado, flexible y
abierto y contempla el trabajo metodológico y la
educación postgraduada» (2005: 45-46).

Para lograr lo expuesto anteriormente es necesario
desarrollar un programa de capacitación propio y
autopreparación constante. Esta labor debe partir del
reconocimiento de la autopreparación como actitud ante el
conocimiento interdisciplinario, tanto por los docentes como por
los estudiantes.

El programa comprende:

A.- Impartir los siguientes Postgrados:

Didáctica de las Humanidades. Este postgrado se
regirá por el programa elaborado por la Dra. Angelina
Roméu Escobar, puesto en vigor en enero del 2005. (Ver
Anexo XVIII)

Interdisciplinariedad. Formación humanista y
humanística. Principales nodos interdisciplinarios en la
enseñanza de las humanidades. La Clase Taller y
Creatividad. Este postgrado fue diseñado por la autora de
esta Tesis, asesorado por la Prof. Titular Rosario
Mañalich Suárez , 2005 (Ver Anexo XXI)

Enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural de la
Lingüística del habla. Este postgrado
se regirá por el programa elaborado por la Dra. Angelina
Roméu Escobar. (Ver Anexo XVI)

Cultura y Axiología. Este postgrado se regirá
por el programa elaborado por la Dra. Lissette Mendoza
Portales

B.- Diplomado de Estudios Culturales (Ver Anexo
XIX)

Comprende ocho asignaturas y da la posibilidad de
obtener 4 créditos para una futura maestría
que se está preparando. El programa fue diseñado
por el Doctor V. Avelino Couceiro Rdguez., en 2005

¿Qué barreras o problemas debemos
remover entre las instancias superiores, los profesores y
estudiantes, para que sea posible la
interdisciplinariedad?

1.- La falta de preparación por parte de las
propias Facultades que conciben los planes de estudio para esta
carrera, pero que no están en función de la carrera
en sí; porque no somos aun una sociedad científica,
ni mucho menos interdisciplinaria y debemos ir enmendando estas
deficiencias sobre la marcha; en consecuencia esta falta de
preparación también afecta a los profesores, tanto
cultural, como en el dominio de su materia y de otras afines y
necesarias para el adecuado desempeño de su labor,
así como también su insuficiencia
lingüística, didáctica y metodológica, lo que
origina en muchos casos poco interés.

2.- Falta de tiempo para dedicarle a esta
preparación y autopreparación. En muchos casos esto
ocurre porque quienes planifican el fondo de tiempo de los
profesores lo hacen fría y mecánicamente: tantos
grupos, tantas horas de clases y de acuerdo con estos
parámetros deciden que están o no bajos de carga
docente; sin valorar la experiencia profesional y el tiempo que
lleva impartiendo la asignatura y esto no debe medirse
así, sino por la calidad y
resultados; acorralar las actividades más bien
burocráticas que pudieran resolverse de modo más
ágil, operativo y controlar y exigir más la
investigación, la superación, la
autopreparación tanto de su materia como de las afines,
también importantes para el adecuado ejercicio de la
docencia.

3.- Falta de apoyo logístico o aseguramiento.
Este tópico tiene mucho que ver con las condiciones
objetivas, cuya insuficiencia muchas veces desestimula a
profesores y estudiantes. Se debe insistir y luchar por crear las
aulas especializadas, tan necesarias en esta especialidad tanto
para poder apreciar y disfrutar a plenitud una obra
artística como para enjuiciar adecuadamente el
condicionamiento histórico-social en que se enmarca una
obra literaria, para utilizar convenientemente los adelantos que
las Nuevas Técnicas
de Información Científica (NTIC) proporcionan. De
igual modo, las visitas a museos, galerías, teatros y
lugares de interés histórico, cultural o social, en
muchas ocasiones son insustituibles por los resultados que se
pueden obtener para la cultura integral a la que
aspiramos.

4.- Falta de comprensión y apoyo a esta labor,
por las instancias superiores. Esto tiene mucho que ver con lo
expuesto en tópicos anteriores. Las "instancias
superiores" de todos los niveles, científicas, en las
Facultades (que como ya se dijo no orientan los planes en
función de la carrera), administrativas, tanto a nivel de
centros como en las instancias municipales y provinciales, ya sea
de cultura o del Poder Popular quienes en ocasiones asumen estas
direcciones sin la base o preparación requerida, a los
propios profesores que carecen de esta base y de esta
visión y no obstante, pretenden imponerse, a pesar de la
falta de experiencia y de visión para ello, simplemente a
partir de "lo orientado" y una "lógica"
de lo "ya establecido" que no admite, en muchos casos, la
evolución de la carrera hacia sí misma.

5.- Para llevar a cabo exitosamente la
preparación de los profesores resulta imprescindible la
adecuada capacitación docente, en primerísimo
lugar, de quienes van a conducir los talleres; por eso esta
propuesta cuenta, de antemano, con los criterios de
especialistas, su apoyo a través del asesoramiento a todo
el proceso que incluye tanto el diseño de los postgrados
que se impartirán, como la bibliografía de consulta,
las guías y folletos que se están elaborando y la
sabia conducción de talleres preparatorios y conferencias
magistrales.

6.- Falta de control y/o sistematicidad del trabajo, una
vez que sea puesto en práctica. También este
elemento resulta de vital importancia y se deben contemplar ambos
aspectos que después se materializarán en la
práctica porque el control posibilitará la retroalimentación constante del proceso, a
partir de la matriz
DAFO.

No se puede perder de vista que el aprendizaje o
formación interdisciplinaria tanto de profesores, como de
estudiantes, debe atender hacia las situaciones que se presentan
con frecuencia en el aula, en la vida cotidiana, y hasta en
situaciones infrecuentes.

¿Cómo lograr una graduación
adecuada del sistema de conocimientos, de modo que se vaya de lo
más abstracto o general que de repente, lo descubran que
subyace y se manifiesta en su realidad concreta de cada
día?

Eso es altamente pedagógico como método de
enseñanza. Para ello, debe lograrse en primer lugar,
"educar" a los profesores, sensibilizarlos y convencerlos, al
demostrarles lo útil y necesaria que puede resultar esta
graduación y que solo es posible mediante el trabajo
conjunto, sistémico y sistemático del colectivo de
disciplina de forma interactuante y retroalimentaria con las
restantes disciplinas, incluidas también las facultades
implícitas: Psicología, Sociología, Artes y Letras, Comunicación
Social, etc. que luego se revierta en Talleres Integradores
Interdisciplinarios, en varias sesiones que no están
determinadas por las horas presenciales, (podrían
instrumentarse diversas formas de intercambio, por ejemplo,
la
comunicación digital), sino por los resultados de
trabajo. Lo más importante, en este sentido es seleccionar
muy bien los sujetos con quienes se va a trabajar esta
concepción, que sean los mejor preparados para
ello.

¿Cómo vertebrar un currículo
integral que revele los nexos, las transiciones, las
contradicciones en el proceso de comprensión y
construcción de textos, de modo que los saberes de los
estudiantes abarquen una competencia interdisciplinaria y un modo
cada vez más complejo de pensar y analizar los procesos
objeto de estudio? y ¿Cómo implicar a los
profesores en la formación humanista, integral e
interdisciplinaria de los estudiantes, si en su curriculum no
se incluyó dicha formación?

Estas tareas resultan bastante difíciles,
máxime si se tiene en cuenta que casi ningún
profesor en su formación recibió ese
"currículo integral", dado lo nuevo de la carrera y la
casi nula interdisciplinariedad genuina en nuestro sistema de
enseñanza especializada, ni posee esa "competencia
interdisciplinaria"; por tanto, debe partirse, en primer lugar,
de la adecuada capacitación de los profesores, por
diferentes vías, como se precisó en el
tópico anterior.

Ejercitar a los profesores en la determinación de
los nodos conceptuales de su materia y posteriormente,
desarrollar habilidades al preparar sistemas de ejercicios y
tareas por temas que exijan a los estudiantes:

a.-Cuestionarse

b.- Problematizar

c.- Establecer nexos y relaciones entre las distintas
materias

d.-Crear sus propios textos en los que expresen sus
puntos de vista u ofrezcan solución a problemáticas
planteadas, no solo desde lo cognoscitivo sino también
desde lo laboral, son dos aspectos de un mismo fenómeno,
indisolubles uno del otro, pues se conoce trabajando y se trabaja
aprendiendo y, por supuesto, que los obligue a investigar, cada
vez más científicamente, realizar una amplia y
variada revisión bibliográfica, así como el
empleo
adecuado de las restantes técnicas y métodos de
investigación y que para ello deban emplear
además las Nuevas Técnicas de Información
Científica (NTIC).

IV.- La concepción y aplicación de la
"clase taller" a partir de tareas integradoras como eje del
trabajo interdisciplinario

1. Importancia de esta concepción dentro del
proceso de enseñanza – aprendizaje:

a.- Se descubre ante los alumnos de un modo
problémico, productivo, sistémico y
sistemático, participativo, democrático, motivador,
realizador, comprometido y creador. Los alumnos crecen
intelectualmente a un ritmo mayor, hay más diversidad, por
suerte no hay dos sujetos iguales y esta nueva forma permite
atender las diferencias cognoscitivas, de actitudes y de
intereses.

b.- Se develan respuestas a medida que surgen las
preguntas ¿cómo lograrlo? El papel del colectivo de
profesores radica en el trabajo conjunto, sistémico y
sistemático del colectivo de disciplina de forma
interactuante y retroalimentaria al orientar, facilitar,
estimular, incitar el protagonismo estudiantil, el
cuestionamiento, el aprendizaje desarrollador, sugerir, brindar
soluciones y
caminos alternativos en el proceso de aprendizaje con la investigación científica;
también potencia la
formación individualizada al diseñar y adaptar el
aprendizaje a las necesidades individuales de los alumnos (ritmo
de aprendizaje, personalidad, estilo de
vida, nivel de generalización y abstracción
etc.).

c.- Presupone aprender a relacionar y entrecruzar
saberes desde la solidez de los conocimientos precedentes y del
protagonismo de los participantes, al enfrentar problemas
científicos y producir saberes interdisciplinarios
integrados; a partir de la tarea integradora como eje integrador
interdisciplinario. (Ver síntesis
del tópico en Anexo XXII).

d.- La formación con ayuda de la
informatización. Los programas de computación (como
es MICRO-CAMPUS o los software educativos),
podrían ayudar… siempre que exista una adecuada
infraestructura para eso.

2. Aplicación de la "clase taller" a partir de un
programa de tareas integradoras como eje del trabajo
interdisciplinario: Entorno preparado para
"hacer"

El experimento referido, de carácter
esencialmente empírico, servirá como antecedente y
elemento motivador en la preparación de la clase taller y
de las tareas integradoras, pues los profesores de distintas
asignaturas que participaron en él han trabajado de forma
integradora, desde el diseño de los objetivos, la
selección de los contenidos como las formas de
evaluación, creativas y novedosas; las tareas fueron
concebidas de modo que los alumnos se vieran precisados a
recurrir a contenidos estudiados en diferentes asignaturas y en
su ejecución debían combinar los tres componentes
académico – laboral – investigativo. En la
puesta en práctica se combinaron diversas formas de
aprendizaje dentro y fuera del aula y han empleado diversos
métodos y medios o herramientas, entre ellas la
computación. El colectivo de profesores contribuyó
a la orientación y preparación previa para
facilitar el aprendizaje. Si decidían trabajar en equipo,
se les exigía que trabajaran en pequeños
grupos.

3. Ventajas de esta nueva metodología de
trabajo:

A. Se combinan el trabajo individual y
colectivo.

"Hacer" en grupos grandes resulta muy difícil,
máxime si cada asignatura por su lado exige consulta
bibliográfica, realización de tareas y otros
trabajos investigativos. ¿Qué hacer entonces?
Combinar diversas formas de aprendizaje: individual, por parejas,
u otras; también se tendrá en cuenta, en
determinados temas, trabajar la variante ponentes-oponentes que
posibilitará el análisis crítico desde
diferentes aristas. Organizar el trabajo en pequeños
grupos los que deberán determinar el tema, las
herramientas y el espacio de tiempo u horario en que se
reunirán y finalmente, devolverán ante el grupo el
fruto de su investigación, realizada en el tiempo
acordado.

De este modo se logra mayor concentración porque
existe un interés auténtico y este se acrecienta
cuando se elige el tema sobre el que se desea investigar y la o
las actividades y herramientas a emplear con libertad, da
más confianza, integran conocimientos de diferentes
asignaturas y disciplinas, eligen el ritmo del aprendizaje, hay
mayor organización, disciplina y autodisciplina, recopilan
datos para dar
respuestas a trabajos, retroalimentan la información, pues
al evaluar el trabajo deberán ser analíticos y
críticos; se medirá además el nivel de
actualización, claridad de la exposición, etc.

B. Se reduce la distancia entre estudio, trabajo y
diversión.

Dentro de estudio están incluidas la
realización de tareas y la consulta bibliográfica
en función de investigaciones
que abarquen contenidos de varias asignaturas y dentro de
trabajo queda incluida la investigación
científica, mientras que la diversión
está dada por la variante que escojan para resumirlo y
presentarlo ante el grupo que puede ser un gráfico,
dibujo,
carta, poema,
canción, reportaje, representación escénica,
página
web, panel , mesa redonda,
feria-exposición, ensayo u otras, siempre que se ajuste al
tema escogido.

C. En este tipo de tareas ocurre interacción interdisciplinaria al realizar
ejercicios en clases y tareas investigativas donde deban
estudiar, emplear conocimientos y habilidades de diferentes
asignaturas y a partir de ellos, al buscar y procesar
información, deberán: hallar respuestas,
cuestionarse críticamente las fuentes consultadas, hacer
predicciones e inferencias y extrapolar conocimientos. Lo que les
posibilitará confeccionar trabajos evaluativos
integradores. La interdisciplinariedad, asociada a la creatividad
de los maestros, constituye una herramienta que les permite mayor
eficiencia,
tanto de forma directa (al seleccionar las herramientas que
utilizará sobre la base de su propia experiencia o la del
colectivo pedagógico) y, de forma indirecta (al asumir
nuevas funciones).

Requisitos para obtener resultados en la
aplicación de la Metodología para la
formación humanista e integral de los
estudiantes:

  • Apoyo Activo de la Dirección
  • Enfoque no autoritario
  • Lograr una formación humanista e
    interdisciplinaria en cada profesor, a partir del trabajo con
    los nodos conceptuales de su asignatura, integrada con las
    restantes asignaturas.
  • Aseguramiento de las condiciones objetivas y
    subjetivas.
  • Dejar tiempo y libertad para reestructurar la
    docencia tradicional.
  • Capacitación permanente que contribuya a
    mantener orientados y estimulados a los profesores que llevan a
    cabo la labor interdisciplinaria

Apoyo Activo de la Dirección

El éxito
depende de que la Dirección se involucre en el cambio. Es
necesario que todos apoyen, en primerísimo lugar, que
comprendan la urgencia de este cambio y que pueden entorpecerlo
interponiendo actividades en el tiempo destinado a la
superación de los profesores y por el contrario, ayuda
mucho si lo viabilizan al incluirlo en los planes de trabajo y
tenerlo en cuenta al planificar otras tareas. Será
efectivo en la medida en que exista garantía de apoyo al
tomar medidas para que los profesores dispongan del tiempo y la
capacitación necesarios; entre ellas:

Planificación: que se respete, incentive y
compruebe el tiempo de autopreparación y
preparación del profesor. Apoyar, moral y materialmente y
facilitar las tareas.

Mirar el futuro: retroalimentarse constantemente con sus
propias disciplinas y con las restantes disciplinas, pues la
Dirección debe hablar el mismo "lenguaje" que aquellos a
quienes dirige, o sea, también debe superarse a sí
misma.

Acciones:

-Detección de debilidades, amenazas, fortalezas y
oportunidades, es decir, la matriz DAFO es perfectamente
aplicable, pues un estudio consecuentemente científico
tiene que tener en cuenta también los factores
externos.

-Libre acceso a la información: bibliotecas,
instituciones especializadas, expertos, comunidades, sitios
web, Internet, en fin,
otras.

-Evaluación, entendida como valoración
constructiva hacia fines superiores, y registro del
trabajo que se va desarrollando y los resultados
obtenidos.

Enfoque no autoritario

No obligar a la utilización de una determinada
herramienta, pero sí orientar, sugerir, velar porque los
estudiantes aprendan y descubran las herramientas necesarias para
cada investigación, para cada trabajo, la acertada a cada
caso; darles los elementos necesarios para que piensen, sientan y
actúen por sí mismos.

Comprender que la interdisciplinariedad es poco conocida
y empleada en la docencia (comprenderlo para dejarlo atrás
críticamente) y, por supuesto, alcanzar niveles superiores
de desarrollo en que la interdisciplinariedad se conozca
más y se emplee más en la docencia.

Mantener un entorno en que los resultados se sucedan de
una manera genuina, natural, auténtica. Crear un "caldo de
cultivo" de innovaciones, estimular una genuina creatividad e
iniciativa de los estudiantes para su formación
vocacional.

Lograr una formación humanista e
interdisciplinaria en cada profesor, a partir de su
asignatura, y en consecuencia retroalimentaria, en cada
estudiante; y a partir de su asignatura, "desde y hacia las
restantes disciplinas"

Seleccionar a los que empezarán
¿cómo lograr incorporar la mayor cantidad posible
de profesores? Lo más importante en este caso, puede ser,
iniciar la selección por aquellos que ya están
trabajando en este sentido, empíricamente, e ir
estimulando a los demás para que se sumen, crear equipos de
trabajo sin imposiciones, ni dogmatismo; así se
irán creando por grupos afines y el trabajo se
desarrollará con los medios y formas que a ninguno de
ellos les cree otros problemas, que lo puedan hacer bien y a
gusto.

Comenzar por la
motivación a los profesores en los colectivos de
año y de disciplina y en las actividades
metodológicas departamentales, para que se incorporen de
forma activa y entusiasta a los Postgrados y al Diplomado que se
está impartiendo (ya de hecho algunos se han incorporado),
y de manera retroalimentaria vamos a ir sumando a los
especialistas de la provincia de Cultura y de los distintos
municipios de Cultura interesados, para actualizarlos mediante la
preparación teórica y metodológica, y de
esta forma puedan realizar mejor sus funciones.

Dar tiempo, espacio y otras condiciones mínimas
elementales para:

Efectuar los talleres integradores de carácter
interdisciplinario. Trabajar con otros profesores del
departamento y de otros departamentos (talleres y también
trabajo casuístico, personalizado)

Trabajar con dirigentes y expertos de cultura
municipales, provinciales y otros empleadores. Invitarlos a
sesiones metodológicas de los colectivos o el
Departamento, así como también a seminarios y
talleres en los que los alumnos presenten el resultado de sus
trabajos individuales o de equipos, ya sea en la universidad o en
las Sedes Universitarias Municipales (SUM).

Intercambiar con otras universidades que ya hayan
iniciado este tipo de experiencia u otra similar, de manera
retroalimentaria, hurgar qué han hecho las restantes
Universidades del país al respecto.

Investigar en centros de investigación,
bibliotecas e Internet experiencias similares y herramientas
empleadas.

Aseguramiento de las condiciones objetivas y
subjetivas,

Esto requiere: Comprometer a los profesores de la
disciplina Historia y Cultura (deben ser los primeros
capacitados) y, al mismo tiempo invitar y estimular a los
restantes, que no deben faltar, por ejemplo, Metodología
de la Investigación.

Deben disponer de los programas de la disciplina, el
libro de Didáctica de las Humanidades (en un disquete),
entre otros textos, (publicados o inéditos), relacionados
con las asignaturas y todo el material necesario para preparar
las actividades en los Talleres interdisciplinarios y otras
modalidades. También podrán, en los Talleres,
elaborar en colectivo colecciones de preguntas y tareas
integradoras para emplear en clases o indicar como estudio
independiente e incluso, indicaciones metodológicas a
partir de las experiencias prácticas que ayudarán
en la conducción de las tareas integradoras a los menos
experimentados o más inseguros.

Capacitación por fases, de acuerdo con
necesidades, habilidades, sin olvidar a los otros actores
(estudiantes, especialistas de cultura y otros).

Evaluación-Retroalimentación, ya se hizo
alusión a la evaluación que debe ser entendida como
"valoración constructiva hacia fines superiores", por
tanto, profesores y alumnos deben percibirla como un proceso, una
retroalimentación, una posibilidad para modificar el
proceso, en el caso de los errores o en el reforzamiento de los
éxitos y así poder orientar sus propios
métodos de autorregulación y
autoevaluación.

Dejar tiempo y libertad para reestructurar la
docencia.

La preparación de actividades y tareas con
carácter interdisciplinario exige más tiempo que
otras formas tradicionales, por tanto, se requiere:

– Trabajo en colectivo para retroalimentarse e
intercambiar puntos de vista, seleccionar textos, actividades y
tareas y precisar el papel a desempeñar por cada profesor,
según su asignatura.

– Propiciar el estudio y la consulta
bibliográfica (de textos de otras asignaturas y de cultura
general) en los profesores, y entrevistas y
consultas a expertos. para perfeccionar su formación
humanista.

– Observar/ Investigar/ practicar/ generar/
evaluar.

– Integración de las NTIC a las
metodologías tradicionales, de igual modo, consultar los
textos de Metodología de la investigación donde
aparecen conceptuaciones y aportes novedosos de otros
investigadores y los Trabajos de Curso y de Diploma de nuestros
propios estudiantes.

Capacitación permanente que contribuya a
mantener orientados y estimulados a los profesores que llevan a
cabo la labor interdisciplinaria

Primer nivel:

Trabajar en forma continua, sistémica y
sistemática:

– Formación estructurada (actividades
metodológicas en los colectivos de disciplina y en el
Departamento, en función de la
interdisciplinariedad).

– Clases demostrativas y abiertas, siempre se
escogerán las más "interdisciplinarias"

– Comprobar periódicamente el grado de
estimulación e interés, por parte de estudiantes y
profesores.

– Investigar mediante conexión a Internet y otras
fuentes (búsqueda/ selección de
herramientas).

Segundo nivel:

Asistir a, o impartir talleres en las comunidades e
instituciones donde realizan la práctica laboral. (pueden
ser impartidos por los propios estudiantes y los profesores
asistir a evaluar su realización, y sobre todo, a
retroalimentarse, estas actividades deben ser retroalimentarias
par los profesores y también como parte de su
superación).

Asistir a, o impartir clases pilotos, con
aprovechamiento retroalimentario.

Evaluar resultados (de forma, oral, escrita y digital)
de la integración de conocimientos de las diferentes
asignaturas y disciplinas, en correspondencia con los nodos
conceptuales, con aprovechamiento retroalimentario.

Debates entre profesores de distintos departamentos y de
otras Facultades y Universidades, acerca de la
interdisciplinariedad y su aplicación (tanto a nivel
científico como empírico).

Consideraciones finales

La Metodología Interdisciplinaria, cuyo
diseño parte desde la disciplina Historia y Cultura, de la
carrera Licenciatura en Estudios Culturales y que fundamenta la
formación humanista e integral de los estudiantes, a
partir del estudio de caso en la UNAH es válida en tanto
que: Los fundamentos teóricos, conceptuales y
metodológicos que han servido de basamento al enfoque
interdisciplinario que la sustentan reafirman que la
interdisciplinariedad es una necesidad imprescindible del
desarrollo científico-técnico y social; cuya
importancia se basa en la capacidad genuina para el
(auto)enriquecimiento y la asimilación de nuevas
disciplinas a nuevos saberes a partir de los puntos de encuentro
y cooperación de las disciplinas, lo que por
definición, implica respeto a las disciplinas en
sí; tal vez sea el grado superior, pero es lo más
importante, lo que la define; y es necesario saber hallar los
nodos cognitivos imprescindibles para agruparlas mediante una
verdadera integración. Todo ello exige tanto de educandos
como de educadores, una conciencia humanista e integral en el
ámbito curricular de la enseñanza universitaria
contemporánea que desarrolle un estilo de pensamiento y de
actuación que lo perfeccione como ser humano, encaminada
a: cultivar la sensibilidad ante la belleza en el arte y en la
vida; una actitud investigativa con énfasis en la
autopreparación, pues no es posible establecer relaciones
si no se domina el contenido; prepararlo para que sepa, piense,
actúe; hacerlo un creador; formarlo
polifacéticamente en su potencialidad intelectual, en su
independencia cognoscitiva, en su autorregulación, en su
pensamiento científico, en un mundo conformado en sus
ideales éticos y estéticos, en lo emocional y lo
afectivo.

Resulta difícil que los profesores produzcan
buenos resultados si no tienen tiempo, espacio y condiciones
mínimas, no existe capacitación permanente, no
existe apoyo metodológico y logístico y no tienen
motivaciones debidamente encaminadas. De este modo, los
resultados tardarán en aparecer; por eso resulta tan
importante el apoyo activo y la integración de la
dirección a esta útil y hermosa labor.

Algunos profesores rechazan el trabajo en equipo, como
la labor interdisciplinaria y creadora es una tarea grupal,
sí lo van a asimilar seleccionando sus propios grupos, en
función de lo que se aportarán
recíprocamente y cómo se retroalimentarán y,
por ello son necesarios los Postgrados, Diplomados,
Maestrías, Doctorados y categorías
Científicas y otras formas de superación;
así como las actividades en los colectivos de año,
colectivos de disciplinas y en los departamentos, reorientadas
hacia la interdisciplinariedad.

Al principio, solo una minoría de profesores se
implicará en este desafío, pero si se les motiva
convenientemente y perciben los resultados que se van obteniendo,
se irán sumando y les gustará aprender formas
novedosas de enseñanza.

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MSc. María Isabel González
Albear

Investigadora Agregada y Profesora Asistente. Directora
de Investigación Científico-Técnica de la
UNAH

Residencia: Edificio 13,Apartamento 21. Reparto Alberro.
Municipio Cotorro. Ciudad de La Habana, Cuba.

(3/ MARZO/ 2006)

Datos de la autora:

M. Sc. María Isabel González Albear.
Ciudadanía Cubana.

Directora de Información
Científico-Tecnológica de la Universidad Agraria de
La Habana, Profesora de Cultura y Literatura Cubanas en dicha
universidad. Ha participado en diferentes eventos nacionales e
internacionales relacionados con la Didáctica de la Lengua
y la Literatura, así como también con el Arte y la
Literatura. Es Investigadora Agragada.

Ha escrito, en condición de autora y/o coatora
diferentes libros
relacionados con su especialidad. Tiene 39 años de
experiencia en la docencia y más de 20 en la
Enseñanza Universitaria.

Partes: 1, 2
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