Influencias de la política neoliberal y keynesiana en el gasto público de México
Introducción
El Gobierno mexicano
sigue al pie de la letra las indicaciones de la OMC y FMI en la
aplicación de las bases del neoliberalismo. Ha vendido la mayor parte de las
empresas que
se encontraban en manos del estado como
condición para recibir apoyo financiero y se ha ocupado a
ciegas del control de la
inflación sin importar los efectos sociales que puede
traer la contracción monetaria. Estimula la presencia de
un tipo de cambio
sobrevaluado favorable a los importadores de la nación,
descuida en forma absoluta la creación de empleos en el
país y fomenta compromisos con políticas
protectoras de los derechos de los mexicanos
ilegales en el exterior. Alienta en forma permisiva la
desatención a las leyes
antimonopolio permitiendo la presencia exagerada de violaciones a
los derechos de mercado con
ganancias extraordinarias y acumulación desmedida de
capitales en perjuicio de los consumidores. La tarea del Gobierno
se ha limitado a realizar las actividades básicas de
la
administración de la nación
y a la realización de obras de infraestructura al servicio de
los mexicanos, principalmente al fomento y seguridad de las
actividades de las empresas impulsando sus márgenes de
rentabilidad.
El apego exagerado a los principios
neoclásicos lo ha llevado a adoptar los postulados
keynesianos ocupándose de estimular la demanda
efectiva y regalar dinero a la
población marginada, para estimular el
consumo a
través de la creación de empleos improductivos
.
El objetivo del
presente trabajo es
mostrar que el gobierno mexicano ante las empresas es promotor de
la acumulación de capital
incentivando los monopolios extranjeros y nacionales. Respeta los
principios del neoliberalismo y a la vez impulsa la demanda
efectiva al repartir dinero a través de la creación
de empleos improductivos mediante el pago de salarios,
subsidios becas y pensiones que bajan la presión
del desempleo y
evitan el desplome de la demanda efectiva que atenta con frenar
el proceso de
acumulación y concentración de capital de los
monopolios nacionales y extranjeros..
Marco Teórico
El neoliberalismo se presenta como evolución de la teoría
económica clásica y da respuesta a los problemas
actuales, enfrentado al estado democrático a través
de la imposición de sus objetivos
primordiales como el individualismo, la atomización social
y el predomino de las elites, sin preocupación alguna por
la justicia
social. Los supuestos de un escenario neutral donde
interactúan iguales con especial atención al bienestar social es una falacia
ante la presencia de monopolios que expresan la avaricia del
capital en el control de los mercados
Como una posible solución al problema del
desempleo es la flexibilización laboral con la
total libertad en el
mercado del trabajo sin las presiones sindicales ni normativas
legales o intervenciones estatales, reguladoras de las relaciones
a la explotación excesiva de los recursos
naturales y la mano de obra en beneficio de las élites
monopólicas.
El control de la inflación se convierte en
prioridad para el estado al
demostrar que su presencia es desquiciadora de los nichos de las
empresas para hacer negocios y que
el dinero y la
ganancia son asuntos demasiado importantes para dejarlos
exclusivamente en manos del estado
Al quedar fuera de los negocios productivos, generadores
de ganancias, a cargo exclusivamente de las empresas, el Estado
debe ocuparse de garantizar la seguridad de la propiedad
privada, administración de la justicia, construcción y mantenimiento
de obras públicas que al no ser rentables pero necesarias,
garantizan el proceso de concentración de capital y el
progreso social. El liberalismo
económico se justifica en función de
los intereses de la élite empresarial como grupo social
dominante donde los intereses de la sociedad en
general son irrelevantes.
No obstante que el neoliberalismo impone una reforma
política
para minimizar el estado y excluir su injerencia en el proceso
económico privatizando todos sus activos y
contrayendo drásticamente el gasto social, se identifica
con tres "tipos de políticas: la económica
orientada a la expansión de mercado de bienes y
capitales, la gubernamental ocupada en reducir áreas
consideradas irrelevantes para la continuidad del desarrollo
capitalista, y la cultural ocupada del fortalecimiento de
los valores
"posmateriales", como la autonomía, la
autorrealización, el cultivo de los valores
tradicionales, el patriotismo, la ética
convencional de la familia y
la cultura
popular. Esta última como condición indispensable
en la población trabajadora para renovar la fuerza de
trabajo, dispuesta a aportar valor y
calidad al
consumidor en los
bienes y servicios que
produce, como requisito fundamental en el proceso de
concentración de capital.
El neoliberalismo impone una economía de mercado
interna, a través de la liberalización de precios y de
mercados; y externa, basada en la apertura comercial y
financiera. En las relaciones
laborales el trabajo se
reorganiza alrededor de la flexibilidad del salario conforme
a sus pautas, hecho que impone a las empresas a través del
estado la necesidad de neutralizar a los carteles sindicales y la
reducción de la clase obrera,
como realidad político-organizativa, de una fuerza de
trabajo, a un agregado de individuos.
La subordinación del estado y la sociedad ante el
neoliberalismo puede ser de dos tipos. La positiva cuando el
sistema
administrativo crea las mejores precondiciones oportunas para el
desarrollo
económico social y político y la negativa
cuando la administración se relaciona con el sistema
capitalista de un modo que limita el crecimiento
económico y social y aísla de dicho sistema el
progreso y el desarrollo.
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