El "self" es un "auto-concepto" al que
Sherif y Sherif denomina como: el "yo
psicológico".
Cuando encuentre el equilibrio
entre lo psíquico y lo corporal, hallará una nueva
identidad.
Para lograrlo tendrá que pasar por tres duelos
básicos, según Aberastury y Knobel, y un cuarto
duelo por la bisexualidad infantil.
Estos son: el duelo por el cuerpo infantil, el duelo por
el rol y la identidad infantil, y el duelo por los padres de la
infancia. Los
duelos afectan tanto a los padres como a los hijos, son vividos
por los dos. Knobel dice que es "una ambivalencia dual". Por
ejemplo, esto se ve, en la angustia de los hijos por los padres
de la infancia, y la angustia que sienten luego los padres por
los hijos de la infancia; por miedo de estos a envejecer y a
enfrentarse a una muerte
próxima. Es tal vez por esto que se hace tan conflictiva
esta etapa.
El duelo por el cuerpo infantil consiste en ir aceptando
las modificaciones biológicas, ante las cuales siente
impotencia, ya que no puede hacer nada para frenar estos cambios.
Esto se refleja en cierta rebeldía en la esfera del
pensamiento.
Así siente un fenómeno de
despersonificación, se halla incómodo con su
cuerpo, como torpe, tira y rompe todo. Los movimientos que antes
hacía para alcanzar las cosas no dan los mismos
resultados, y sus padres le reprochan constantemente, le dicen
que tira todo. ¿Qué te pasa, que antes eras tan
cuidadoso? Como consecuencia de dichos reproches, trata de negar
la perdida de su identidad y su cuerpo infantil, para retener los
logros que tubo de chico. Esto lo hace mediante la
intelectualización y el pensamiento omnipotente, manejando
el tiempo como si
este fuera un objeto.
Las fluctuaciones constantes de la realidad, que lo
ponen en una nueva situación frente a sus padres, familia y mundo
externo, lo impulsa a elaborar esa pérdida, a ir
conformando su nueva personalidad,
y esto lo llevará al próximo duelo que es por la
identidad y rol infantil.
El niño en su infancia, acepta su relativa
impotencia, necesita de otras personas que cumplan sus funciones yoicas,
y su yo, mediante la proyección e introyección
configura su identificación. En la adolescencia,
sufre un "fracaso de personificación". No se da cuenta de
cómo debe actuar, ya que no es un niño pero tampoco
un adulto. Es lo suficientemente grande para ser un niño y
por tanto no puede mantener la dependencia infantil aunque
quisiera. Esto es debido a la actitud de sus
padres que ahora tienen para con él. Pero tampoco puede
asumir la independencia
adulta. Sufre una confusión de roles, recurre al
"mecanismo de defensa esquizoide" de delegar toda responsabilidad y obligaciones
en el grupo de pares
(barra), quedando así por fuera del proceso de
pensamiento; forma parte de las actividades del grupo, pero no se
hace cargo de sus consecuencias. Tiene un manejo omnipotente de
la irresponsabilidad, y "son otros lo que se hacen cargo por
él del principio de realidad". Ya que éste no se
hace cargo de sus actos y las consecuencias de ellos.
En este período hace posible un tipo de
pensamiento en el que despersonaliza a los seres humanos,
utilizándolos como objetos, como medios para
sus satisfacciones. Este manejo de las personas demuestra una
clara inestabilidad afectiva e indiferencia hacia los
demás.
Pero mediante la "barra", que cumple el rol de mecanismo
de defensa esquizoide, como ya explicamos anteriormente, es que
se siente seguro en esa
uniformidad que el grupo le da. Más tarde irá
adoptando roles cambiantes y participando activamente en el
grupo, y es así, que de a poco toma las responsabilidades
y las culpas grupales. Mediante estas proyecciones e
introyecciones es que va asimilando y desechando identificaciones
hasta llegar a formar una propia.
Aberastury y Knobel dicen que: "La exageración o
fijación de este proceso por no elaborar el duelo por la
identidad y por el rol infantil explica las conductas
psicópatas tratando a las personas como objetos, para
así lograr sus objetivos.
También se ve en el desafecto y crueldad con el
objeto…"
Normalmente el adolescente va aceptando las
pérdidas de su cuerpo infantil y su rol infantil; al mismo
tiempo que va cambiando la imagen de sus
padres infantiles, sustituyéndolas por la de los padres
actuales, en el próximo duelo.
El tercer duelo que es por los padres de la infancia, es
un momento crucial en el que poco a poco, el adolescente empieza
a separarse de sus padres. Lo que marcará el "fin de la
relación de dependencia" que mantenía con ellos. Es
más que obvio que sigue dependiendo de ellos, no
sólo económicamente, sino sentimentalmente, ya que
necesitan de la comprensión y la aprobación de
éstos (sentirse aceptado). Además tiene la
necesidad de una identidad fuera de la familia,
aunque inconscientemente, también se siente parte de ella.
Es una contradicción más de las muchas que
caracterizan esta etapa.
La búsqueda de un nuevo estatus, que le es
transferido a este por su cuerpo, mediante los cambios
corporales, lo llevan a una nueva búsqueda de identidad y
un nuevo rol por el infantil ya superado. La independencia de la
que hablamos es relativa, ya que si le dieran una verdadera
libertad e
independencia, este la sentiría como abandono. Es
menester, que el pasaje de la relación infantil que
tenía con los padres a la adolescencia (de una dependencia
total a una pseudo-independencia), sea lento. Esto
facilitará su independencia en un futuro, y hará
menos traumático el duelo.
Esta pseudo-independencia se ve claramente en la
necesidad de pedir prestado el auto a sus padres, en el momento
de pedir para llegar más tarde de la hora que estaba
pactada antes, ante la necesidad de pedirles dinero, etc.
Lo hacen, porque sienten la necesidad de aparentar una cierta
independencia económica frente a sus compañeros de
grupo, de sentirse casi un "adulto". Este proceso de
independencia y pérdida, es sentido tanto por el
adolescente como por los padres, ya que estos se dan cuenta de
que sus hijos están creciendo y con esto les viene a la
mente la idea próxima, en algún momento, de
la muerte. La
idea de esto les produce la necesidad de retener la
relación de padres infantiles que mantenían con su
hijo de la infancia. Esto lo hacen a través de la
dependencia económica, no permitiéndoles ciertos
gustos o salidas. Volvemos a recalcar que estos duelos son
vividos de igual forma tanto por los padres como por los
hijos.
Los cambios biológicos que se dan en la pubertad, le
imponen la sexualidad
genital e intensifican el duelo por el cuerpo infantil y el
sexo opuesto
perdido. Durante la infancia el niño se masturbaba
constantemente para negar la perdida del sexo opuesto, aunque
también a manera de exploración. En cambio en la
pubertad, se da primero a manera de exploración y
después como búsqueda de placer debido a
fantasías eróticas. Esto lo hace en soledad, por la
carga de culpa emocional que le proporciona el "súper-yo",
con todo el peso que le impone la sociedad.
La definición de su capacidad pro-creativa y su
rol en la pareja, (el duelo por la bisexualidad) se debe a la
resolución nuevamente del complejo de Edipo, el cual lo
llevará a buscar pareja fuera del núcleo familiar.
La aparición de los caracteres sexuales primarios (como ya
explicamos arriba), lo llevarán a la definición
sobre su rol en la relación de
procreación.
Por último el cuarto duelo es por la
bisexualidad, que es el pasaje del auto-erotismo a la
heterosexualidad, pasando por estados de homosexualidad. Esto parece obvio, pero le choca
mucho a la gente, ya que el adolescente primero se mira
así mismo y se explora (auto erotismo), luego debe fijarse
en el mismo sexo para compararse (homosexualidad), lo hace
mediante el juego y el
"toqueteo". Cuando hablamos de homosexualidad, no tenemos que
caer en el simplismo de tomarlo en el sentido de genitalidad,
aunque podría llegar a darse, no es lo normal. En los
hombres se ve en los juegos de
mano, y en la mujer en ese
ir constantemente del brazo con la amiga, en el baile entre
ellas, etc. Es bastante coherente que se fije primero en el mismo
sexo, y recién ahí tender a buscar una
relación en el sexo opuesto. No puede darse un corte tan
grande en el pasaje del autoerotismo a la
heterosexualidad.
La necesidad de elaborar los duelos lo obligan ha
recurrir normalmente a manejos psicopáticos que
identifican sus conductas. Estos pueden ser la necesidad de
delegar toda responsabilidad en el grupo, la necesidad de manejar
el tiempo a manera de objeto, etc.
Se produce un cortocircuito en el pensamiento, donde se
observa la exclusión de lo conceptual lógico
mediante la expresión a través de la acción,
lo que diferencia al adolescente normal del psicopático,
que persiste en este modo de conducta.
Aberastury y Knobel dicen que estos comportamientos son
normales en la adolescencia, y que sería anormal una
estabilidad en ésta. La inestabilidad constante,
acompañada de los comportamientos psicopáticos es
denominado por Knobel a manera de una entidad
"semi-patológica" o síndrome normal de la
adolescencia por las características que tiene esta
etapa.
La duración de la adolescencia, dice Sobrado,
depende de la sociedad y la cultura en la
que este se encuentre. Por eso no debe estudiársele al
adolescente igual que a un ciudadano arquetípico, porque
dependiendo del sector sociocultural y económico en que se
encuentre, hay variantes en las vivencias de estas edades que no
puede hacer menos que plantear desde otros ángulos.
Ejemplo: no es lo mismo un adolescente de las zonas rurales, del
urbano. En los primeros es más fácil el ingreso a
las tareas, de forma graduada y claramente especificadas, lo que
los ayuda a madurar más rápido. En cambio, los
segundos no tiene acceso gradual a los modos de producción, esto le causa cierta
frustración e inseguridad.
Aparte a la hora de buscar trabajo se les
dificulta mucho por la falta de experiencia, quedando así
relegado a ser mano de obra barata dentro de los medio de
producción, o peor aún un desocupado. De esta
manera, se provoca en él, un sentimiento de angustia e
inferioridad por no poder
conseguir un buen trabajo.
Pero todos los autores están de acuerdo en que
empieza con los cambios puberales y los caracteres sexuales
secundarios que se dan en la pubertad, y que termina con la
aceptación de la nueva identidad adulta.
Las causas, el porqué la crisis de
identidad se da en este período, son que el individuo no
puede desarrollar los requisitos de desarrollo
fisiológico, maduración mental y responsabilidad
social adecuada, acompasadamente; para experimentar y
atravesar esta etapa de su vida. No se puede hablar de superar
una crisis, sin que la identidad haya encontrado una forma
determinada para la vida ulterior de un modo más decisivo.
Para lograrlo, debe enfrentarse al mundo de los adultos, algo
para lo que no esta preparado aun; pues debe desprenderse de su
mundo infantil.
En resumen, el adolescente debe alcanzar un equilibrio
entre el yo psicológico y el yo corporal; debe tener un
grado de madurez como para aceptar una genitalidad adulta. Esto
consiste en la capacidad para procrear y hacerse cargo de ella,
con sus respectivas responsabilidades.
Cuando sea capaz de resolver en forma satisfactoria los
tres duelos, más el duelo por la bisexualidad infantil y
conseguir la independencia económica; allí
será el fin de su adolescencia.
Desde tiempos remotos, el ser humano se ha
reunido en grupos, en donde ha establecido
vínculos y relaciones en búsqueda de
satisfacciones; las cuáles pueden ser:
económicas, emocionales, circunstanciales y,
para el adolescente en nuestro caso, en la
búsqueda de homogeneidad como mecanismo de
defensa.El primer vínculo del que forma parte
en los primeros años de vida, es el que se da
con la familia. En dicho vínculo, mediante los
padres, va adquiriendo los primeros valores y con esto la creación
del "súper-yo". Éste es
básicamente, una internalización de las
figuras parentales (cuando comienza a no ser necesaria
la presencia física de éstos),
reflejada en un enriquecimiento del "yo" aumentando su
mecanismo defensivo, pero sobre todo en un buen
estructuramiento del "súper-yo" cuando los
valores son positivos; cuestión muy
importante para la correcta adaptación al medio
social.Este vínculo permanece casi inalterable
hasta la aparición de los primeros cambios
corporales que se dan en la pubertad, la que provoca un
cambio en la relación padre-hijo (lo cuál
ya explicamos), aquí comienzan los primeros
problemas de comunicación. Hay muchos padres
que no se dan cuenta que escuchar es el camino para
entender a sus hijos, que ya no quieren escuchar
consejos sobre cómo y cuales deben ser sus
experiencias, o sea que no quieren ser controlados en
su proceso de "independencia", en su crecimiento. Dicho
proceso es muy dinámico, pasan constantemente de
la dependencia a la independencia, rápidamente.
La mayoría de los padres no se adaptan a esta
situación (ellos también deben hacer el
duelo por el rol de los padres infantiles), pues toman
la actitud de refuerzo de la autoridad, cuando lo mejor sería
tomar una posición de espectadores activos. Este actuar debería
darse en los momentos en que el adolescente lo
necesite; habría que darle una libertad con
límites, ya que éste
aún exige contención.Para que lo dicho anteriormente sea viable, el
diálogo entre padres e hijos
tiene que darse cuando estos últimos son
pequeños, porque no se puede crear, implantar de
la nada, en la adolescencia.Conjugar todas estas condiciones es muy
importante, para que en este período de vida no
se entre en conflictos graves consigo mismo, el
ambiente y la sociedad.Esto lo lleva, como otro mecanismo de defensa,
a la tendencia grupal con sus pares; pues con
éstos se siente más cómodo e
identificado, lo cuál facilita la
comunicación. Gracias a esta
sobre-identificación el adolescente fortalece
los lazos de tal forma que es casi imposible separarlo
del grupo, llegando a considerar este grupo como
más importante que a la familia misma. No puede
apartarse de la barra ni de sus caprichos o ideales,
tendiendo también a seguir sus gustos y modas.
Los grupos juveniles que han decidido utilizar
más activamente su potencia de sociabilidad son los que se
vuelcan hacia agrupamientos de tipo tribal. Lo hacen en
forma no convencional, dejándose llevar por lo
pasional y la tensión habitual que le produce su
sociedad.Parte de la sociedad esta sub-dividida en
tribus urbanas, entendemos por tribus urbanas al
agrupamiento de personas que poseen determinado esquema
de actitudes, comportamientos y modos de
vestir, con un sentido de pertenencia existencial, por
el cual buscan salir del anonimato.La constitución de este tipo de
grupos es ancestral. Consiste en el establecimiento de
un círculo claramente marcado, que junta a los
que están dentro y separan los que están
fuera de él. Creándose así dos
identidades, la propia y la ajena, la de dentro del
grupo con determinado idiosincrasia o manera de pensar
y actuar, y los que están por fuera con otro
modo de actuar, pensar.Con la
globalización se produjo un "vaciamiento
cultural del lugar", con lo que se pierde uno de los
elementos tradicionales de constitución de la
identidad: lo propio del lugar y sus
costumbres.A tal punto que lo cercano, lo propio del
lugar se nos hace extraño y a veces incluso
ajeno, debilitándose así el modo
tradicional de construir la identidad. Además,
el ser humano se ha ido mediatizando a tal punto de
actuar según lo que los
medios de comunicación le muestran.
Actúa como una esponja de estos, hasta el hecho
de considerar lo que esta bien o mal, lo que es feo o
lindo, dejándose llevar por los
dictámenes de los medios. Ya sean: costumbres,
modas, comportamientos, etc.La sociedad occidental moderna, con su
estilo
de vida acelerado en el cual solo importa lo
material, ha empujado con fuerza los valores del individualismo,
favoreciendo el aislamiento del individuo. Este
aislamiento es tanto físico como mental; es
sentido como una "privación y un daño a la innata tendencia
comunitaria de la persona".Esto genera mucha angustia en los
jóvenes, ya que por lo general son más
pasibles de agruparse y sociabilizar que los adultos,
esto se debe a que los primeros tienen menos reprimida
la tendencia grupal. Por eso son más afectados
llevándolos a distintos tipos de
comportamientos, dependiendo del grado de angustia
generado en la persona. Como siempre pasa, surge un
movimiento que se opone a lo anterior;
en este caso resurgen las tribus urbanas, las cuales
aparecen en clara oposición al individualismo y
lo material. De esta forma las tribus urbanas se
identifican con lo expresivo, lo sentimental, y lo
antimaterial.Dichas tribus que resurgen por lo ya
explicado, se ven potenciadas por la influencia de los
medios
de comunicación, que son "poderosos
generadores de realidades sociales", al hablar acerca
de las tribus urbanas, sus características y
modo de pensar, actuar, y del desarrollo de algunos de
estos grupos y sus tendencias.Los expertos en el estudio de las tribus,
están en desacuerdo con la definición que
se le da de tribus a estos grupos de jóvenes,
por la falta de muchas características de las
tribus primitivas. Sin embargo, los medios de
comunicación han quedado "seducidos por el poder
evocador del término", llevando así
periódicamente a los medios y al "estrellato" a
cualquier grupo emergente.Los grupos juveniles tienen como rasgo
más sobresaliente lo tensivo-pasional,
confiriendo a su existencia mayor tensión en la
sociedad, y un grado de pasión excesivo,
tratando de buscar polémica. Y lo hacen
allí donde más se nota de la sociedad, en
el campo de las representaciones públicas de la
identidad: en el estilo, la moda
y lo material de ésta. Mediante la moda, buscan
diferenciarse del resto e identificarse (más
allá de los atributos negativos asociados al
grupo) con sus pares del grupo juvenil o tribu. Lo
hacen en busca de cierta autenticidad. Para ellos la
moda es un modus vivendi, no algo simplemente
comercial. Su moda o manera de vestir viene de la mano
de cierto tipo de conducta, que los diferencia de los
demás. Todo lo que esta fuera de su
círculo (tribu), se considera potencialmente
enemigo, y el estar juntos se debe a la necesidad de la
tribu de actuar con cierta cohesión grupal, que
les da homogeneidad y seguridad en el grupo. Los lazos que se
forman entre ellos son muy fuertes y pasionales, a tal
punto de sentir más la pertenencia al grupo que
a la familia.Las tribus urbanas tienen incorporado el
sentimiento de anomia en ellas, dicho
sentimiento lo expresan mediante manifestaciones de
desorden que reflejan crisis de valores.En la actualidad, en lo que se manifiestan una
oferta variada de bienes materiales y culturales, que generan
fácilmente irritación y
frustración en las personas por falta de medios
económicos, la reacción llega a ser de
tipo anómico, llevándolos a actos de
vandalismo.Otra característica importante de estos
grupos es el gamberrismo, el cual es un tipo de
actuación de destrucción de objetos
pertenecientes a lo público en una sociedad que
ejerce el culto al objeto. Una lucha compulsiva y de
tipo agresivo contra el consumismo. Un ejemplo claro de
esto, lo presenta el libro "Tribus Urbanas", en el cual el
rayar un auto o romper un espejo de éste, por el
simple hecho de satisfacción que le genera la
destrucción de lo público. Y entre
más nuevo y caro sea el auto mejor, ya que la
persona a la que se lo hizo es de un poder
económico importante. No queremos entrar en
ejemplos específicos de vandalismo, sino
en las causas que mueven a estos jóvenes
hacía este tipo de comportamiento.Esto último ligado a la tendencia
grupal, hacen que aparezca la modalidad denominada
vandalismo.La característica de este movimiento es
que va contra el orden social, como una actitud de
rebeldía ante las normas impuestas por la sociedad, como
manera de expresión.El adolescente, por sus rasgos de
inestabilidad y contradicción que lo
caracterizan, es muy propenso a ser influenciado por
los aspectos más negativos de la sociedad y
tomarlos como propios. Es por esto, que dicha sociedad
lo responsabiliza de la delincuencia, la prostitución, etc.;
dándose así un proceso de agravamiento de
la situación, una especie de círculo
vicioso (mecanismo esquizoide).La brecha entre las dos generaciones se
acentúa, generando ciertas conductas anormales,
que pueden devenir en una marginación de la
sociedad e incluso llevar al adolescente a la
psicopatía o a la delincuencia. Será muy
probable, que si éste tuvo problemas en la
formación de la identidad infantil, sea
más proclive a este comportamiento; y a una
identificación con modelos negativos, dadas la escasez de figuras positivas que brinda
la sociedad.La mayoría de los padres no se dan
cuenta de la influencia que tienen sobre sus hijos,
ya sea en la niñez o la adolescencia, en la
formación de la identidad y sus
comportamientos futuros de estos. Dicha influencia
se ve claramente en el comportamiento y las ideas
que tienen algunos adolescentes a los cuales
denominamos vándalos, los cuales tiene como
forma de expresión la agresión de la
propiedad pública o
privada.Por lo general la manera de llegar a este
tipo de comportamiento son varios, pero los
más importantes a nuestro entender
son:1-La insuficiente interiorización
de la figura paterna, la que impide al niño
aceptar una disciplina y reprimir los impulsos.
O sea, el Yo es dominado por el principio de
placer.2-La dificultad tanto de la familia como
de la Escuela para transferir a los
niños y jóvenes los
valores de tolerancia, convivencia, respeto por los demás y el
sentimiento de cooperación. Estos valores
son los que ha perdido la sociedad o mejor dicho ha
cambiado por otros como el individualismo y el
materialismo, en el cual una persona
es juzgada en una especie de "tanto tienes tanto
vales".3-La tendencia grupal, la que es alcanzada
debido al fracaso familiar en el rol de continente
de éste y lo lleva a instalarse en el grupo
por su falta de equilibrio en la identidad. Este
grupo la transfiere seguridad. Deposita en la barra
sus ansiedades y es capaz de proyectar en el grupo
sus aspectos más conflictivos y rechazados
de la personalidad.A continuación plantearemos en que
tendría que trabajarse sobre niños y
jóvenes a la hora de tratar de evitar este
tipo de comportamiento.Se les debe facilitar la percepción de que todos
estamos dentro de una sociedad y por lo tanto
necesitamos entendernos con los
demás(relaciones sociales) y debe asumirse
que es necesario el acatamiento de las normas
impuestas por la sociedad. Para así poder
moverse libremente y expresarse dentro de lo
establecido por la sociedad. Hay que hablarle y
tratar de inculcarle que cada persona debe hacerse
enteramente cargo de sus actos, sin delegar
responsabilidad en otros y sin excusas.Y por último pero no menos
importante la comunicación con estos por
parte de la Escuela y los padres en la forma de
expresión. Es muy importante enseñar
a expresarse mediante el uso de la palabra sin la
necesidad de llegar a la acción o de por lo
menos atrasarla lo más.Muchas de nuestras conclusiones de
cómo se llega al vandalismo y la manera en
como podría llegar a influirse en los
adolescentes son para evitar a que lleguen a este
tipo de comportamiento.Conclusiones
- Tendencia grupal y
vandalismo
La influencia
del medio
Libros
- ABERASTURY, A.; KNOBEL, M. La adolescencia
normal (1990) Editorial Paidós. Buenos
Aires - ERIKSON, Identidad, juventud y
Crisis - OBIOLS, Posmodernidad, Adolescencia y Escuela
Secundaria Buenos Aires
Enciclopedias
- GRSPET, C. GAY, J. Diccionario
Enciclopédico Ilustrado (2000) Editorial
Océano. Barcelona - Enciclopedia®
Microsoft® Encarta 2001. ©
1993-2000
Microsoft Corporation.
Páginas Web
- http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Vandalismo
Anexo
ENTREVISTA
Tema: Vandalismo en la Adolescencia
Materia: Psicología Evolutiva
Nombre:
…………………………………………………………………………….
Profesión:
……………………………………………………………………………
¿En donde trabaja?
………………………………………………………………….
Preguntas
- ¿Detecta usted cambios de conducta, entre la
infancia y la adolescencia? En caso de responder afirmativo
¿cuáles?- ¿Qué entiende usted por
vandalismo? - ¿Qué diferencias percibe usted entre el
vándalo y el adolescente normal? - Para usted ¿Cuáles son las principales
causas del vandalismo? - ¿Cómo se podría influir sobre
estas conductas, para anularlas lo más
posible?
Resultados:
Entrevistado 1:
Nombre: Susana Nasabay de
Curti
Profesión: Maestra
Lugar de trabajo: Escuela Nº 37. Santa
Catalina (Dpto. Soriano) Uruguay
Respuestas:
- Si hay cambios notorios entre la conducta infantil y
la adolescente. Son observables esos cambios entre los
años escolares desde que ingresan a 4 años hasta
llegar al 6° año escolar y luego continúan
cuando egresan, vayan ó no a enseñanza media. Son cambios "para peor".
Hay aumento de los juegos violentos, agresión contra su
propio cuerpo, contra la humanidad del otro, contra los bienes
y propiedades del otro ó del entorno. Ya sea al tirar
piedras, revolver billeteras, romper útiles, carteras,
vidrios, flores de jardín, ramas de árboles, etc., etc. Se agreden de hecho y
de palabra, insultan a sus mayores incluidos padres, maestros.
etc. - Vandalismo, entiendo yo, es todo lo que conlleva en
sí el deseo de destruir, de no respetar nada; todo
acto violento, a veces extremadamente violento, que procura
destruir sin mirar que ó a quien; rotura de vidrios,
etc. a pedradas o con palos, arrancar butacas o asientos en
un local, estadio, etc.; dañar jardines, monumentos,
edificios públicos o privados, ataque a comercios,
incendios
o quema de automóviles, destrucción de todo
tipo, etc., etc. Son manifestaciones concretas, observables
en la sociedad de hoy.El vándalo, sólo o en grupo, casi
muestra una
actitud provocativa, muchas veces con elementos contundentes
en sus manos, golpeándolos, empinándose la
botella a ojos vistas, gritando a otros (pares o mayores). Se
la toman con los que tienen algo ó más, con los
tranquilos, los estudiosos, etc. La mayoría de las
veces concretan además ataques verbales y otras veces
ataques violentos concretos.Pienso que tras ellos hay algo concretado con
excesos de alcohol,
drogas,
etc. - El adolescente normal, según creo, pertenece
al grupo que se ve más tranquilo, oyendo música
en las esquinas, etc.,. pero con onda tranqui, con vino o
cerveza de por
medio, indiferente pero no provocativo, pendientes de sus
cosas, gritando, bailando, etc., pero sin provocar ó sin
ánimo de atacar a otros, etc. - Las causas son múltiples, pienso
yo.
- La sociedad violenta en la que vivimos
- Televisión, cine,
Internet, etc.
Son vehículos por los cuales se recibe violencia y
en ellos se puede aprender todo tipo de actitudes, elementos,
formas de violencia. - Padres, madres, familias que no contienen, que
no educan, que no apoyan a sus hijos, que no los aman y por lo
tanto no los forman como miembros positivos de una comunidad,
porque no lo son ellos mismos muchas veces. - Desatención del niño, adolescente
ó joven por cuestiones de tiempo, económicas, de
educación, etc., todas ellas
encadenadas. - Falta de controles adecuados por autoridades,
etc. - Alcohol, drogas, falta de trabajo, exceso de tiempo
ocioso, etc. - Periodismo, programas
televisivos, etc., que incitan a la violencia. - Otros
- Para combatir estas causas creo que hay que realizar
cambios profundos en educación, familia, sociedad,
estado,
periodismo,
televisión, etc. Los educadores,
comunicadores, autoridades, todos los actores sociales deben
involucrarse. Habría que educar más y mejor a los
niños, adolescentes, familias. Debería haber
más oportunidades de trabajo, mejores salarios,
etc. Quizá el respeto, la promoción humana, industrial y grupal,
deberían atenderse en forma principal.
Entrevistado 2:
Nombre: Liliana Curti de
Castro
Profesión: Profesora de Idioma
Español
Lugar de trabajo: Liceo Prof. Dr. Justo P.
Rodríguez. Cardona (Dpto. Soriano) Uruguay
Respuestas:
- Creo que las conductas consideradas propias de la
adolescencia, se visualizan en los niños, cada vez de
más temprana edad. En un sentido general, creo que no
hay diferencias significativas. - Entiendo como vandalismo las acciones
realizadas con maldad, para destruir, sin respeto
alguno. - En realidad, en el medio en general en que trabajo no
he tenido contacto directo con esta problemática; tal
vez algún episodio aislado, que es probable que en otro
contexto no sea tan resonante. Probablemente en el imaginario
colectivo se identifique con aquel alumno desalineado y/o de
bajas calificaciones y problemas de conducta; pero
también un adolescente "común", estudiante
correcto y demás, un grupo pueda llegar conectar actos
de ese estilo. - Yo creo que la base de la formación de
la
personalidad del individuo continúa siendo la
familia, por lo tanto las identifico con las
familias. - Trabajando con la familia principalmente, no se si
donde las Instituciones educativas, ya que este tipo de
medidas recaen posiblemente en ellas.
Entrevistado 3:
Alicia Chiessa
Profesora de historia en el San Francisco
de Asís
1-Absolutamente. El niño esta pendiente de
divertirse y por lo general es obediente, esta es una etapa de
calma.
En la adolescencia se trastoca todo, hay como una
"ebullición" en contra de todo lo que te dicen tus padres.
No aceptan las pautas y normas de conducta especificadas por sus
padres, y depende de la familia el como actuar frente a
esta.
La adolescencia dura mucho tiempo en nuestro
país, esto se debe a que en nuestra sociedad los padres
están trabajando casi todo el día, tanto que por lo
general tratan de evitar conflictos con sus hijos, a veces
soportamos más de lo que haríamos si
estuviéramos menos exigidos con el trabajo,
diríamos basta a estos comportamientos. También se
debe a la idea que la sociedad quiere dar acerca de la juventud,
en vez de ver que cada etapa tiene su aspecto
positivo.
De la clase media
nuestra para arriba, la adolescencia dura mucho más que en
las clases bajas o en le gente del campo. En estos últimos
dura menos por la necesidad temprana que tienen de trabajar, por
eso maduran antes.
Otra causa relacionada con esta, es que los ancianos
trabajan hasta muy tarde y no dejan entrar a los jóvenes,
sin dar lugar a que estos hagan sus aportes.
2-El vandalismo lo defino como el ataque físico a
la propiedad privada, aduciendo causas políticas,
religiosas, deportivas, etc. , que en verdad más que
defender una idea, es una necesidad de expresarse.
El vandalismo es algo absolutamente inútil, es
una descarga de quien arremete con un pretexto y por lo general
provoca lo contrario a lo buscado .Tienen una visión
distorsionada de la realidad y tal vez inmadura por no saber como
funcionan las cosas.
Los jóvenes vandálicos muchas veces se
transforman en viejos yupis, dándose cuenta que lo que
querían en realidad era desahogarse.
3-El adolescente normal se revela con pulsiones
negativas fuertes, pero no siente la necesidad de romper las
cosas, tiene menos angustia que un vándalo.
El vándalo esta peleado con toda la sociedad, en
cambio el adolescente normal nunca agrediría a sus amigos
o pares.
4-La rebeldía de los vándalos es
canalizada en actos de agresión hacia otros. Los impulsos
que están en las personas son potenciados por el grupo,
con los cuales tienen un sentido de pertenencia que incluso a la
familia.(vale la pena aclarar que la entrevistada es hija y
hermana de psicóloga por los términos usados a
veces).
Un joven normal no va a sumarse a ello, ya que como dice
el dicho…uno elige las amistades.
5-Son multi-causales como ya hablamos.
Se precisa un acercamiento colectivo de diálogo
con personas preparadas y el medio familiar donde se encuentra
para que todo el contorno pueda arreglarse. Es algo afectivo no
intelectual.
Hay que generar actividades para canalizar las
energías negativas. Esto podría ser mediante
deportes de
contacto físico, el cual se base también en
principios de
amistad y en el
que toda esa bronca queda sólo en la cancha.
Y por último, lo pedagógico. Es
fundamental , ya sea desde la enseñanza de tipos de
conductas y valores , como en la puesta de límites por
parte de sus padres lo antes `posible sin llegar a la
represión. Darle una seguridad afectiva que le de una vida
placentera.
Muchas veces la culpa es de lo padres, ya que por
motivos de ausencia o cosas que no se hicieron (puesta de
límites) y a la sobre protección ,termina por ser
perjudicial para esta vida feliz.
Maikol Chocho
Bordagorri Sebastián
Chichet Federico
Chocho Maikol
Rosella Alejandro
DATOS
Los autores de esta obra son estudiantes de la carrera
"Profesorado de Física" en el IPA (Instituto de Profsores
Artigas).
Están cursando el Primer año, y el trabajo
fue presentado para la materia
Psicología
evolutiva (también llamada Psicología
I).
LUGAR
Montevideo, Uruguay
FECHA
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