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El problema del niño agresivo (página 2)




Enviado por Christian Lago



Partes: 1, 2

  • Teorías Reactivas

Son teorías que ponen el origen de la
agresión en el medio
ambiente que rodea al individuo, y
percibe dicha agresión como una reacción de
emergencia frente a los sucesos ambientales. A su vez las
teorías reactivas podemos clasificarlas en
teorías del Impulso y teoría del Aprendizaje
Social.

Las teorías del Impulso comenzaron con la
hipótesis de la
frustración-agresión de Dollar y Millar (1939) y
posteriormente han sido desarrolladas por Berkoviitz (1962) y
Feshbach (1970) entre otros. Según esta
hipótesis, la
agresión es una respuesta muy probable a una
situación frustrante, es la respuesta natural
predominante a la frustración.

La hipótesis afirma que la frustración
activa un impulso agresivo que solo se reduce mediante alguna
forma de respuesta agresiva. Sin embargo, cada vez se ha hecho
más evidente que la hipótesis de la
frustración-agresión no puede explicar todas las
conductas agresivas. De modo que parece ser que la que la
frustración facilita la agresión, pero no es una
condición necesaria para ella. La frustración es
solo un factor; y no necesariamente el mas importante que
afecta la a la expresión de la agresión (Bandura,
1973).

La teoría del aprendizaje social afirma que las
conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u
observación de la conducta de
modelos
agresivos. Enfatiza aspectos tales como aprendizaje
observacional, reforzamiento de la agresión y
generalización de la agresión.

El Aprendizaje Social considera la frustración
como una condición facilitadota, no necesaria, de la
agresión. Es decir la frustración produce un
estado
general de de activación emocional que puede conducir a
una variedad de respuestas, según los tipos de
reacciones ante la frustración que se hayan aprendido
previamente, y según las consecuencias reforzantes
típicamente asociadas a diferentes tipos de acción.

Para explicar el proceso de
aprendizaje del comportamiento agresivo se recurre a las
siguientes variables:

Modelado: La imitación tiene un papel
fundamental en la adquisición y el mantenimiento de las conductas agresivas en
los niños. Según la teoría
del Aprendizaje social, la expocision a modelos agresivos
debe conducir a comportamientos agresivos por parte de los
niños. Esta opinión esta respaldada por
diversos estudios que muestran que se producen aumentos de la
agresión después de la expocision a modelos
agresivos, aun cuando el individuo puede o no sufrir
frustraciones. Congruentemente con esta teoría, los
niño de clases inferiores manifiestan mas agresiones
físicas manifiestas que los niños de clase
media, debido probablemente, a que el modelo de
las clases inferiores típicamente mas agresivo directa
y manifiestamente.

Reforzamiento: El reforzamiento
desempeña también un papel muy importante en la
expresión de la agresión. SI u niño
descubre que puede ponerse en primer lugar de la fila,
mediante su comportamiento agresivo, o que l e agrada herir
los sentimientos de los demás, es muy probable que
siga utilizando los métodos agresivos, si no lo controlan
otras personas.

Los Factores situacionales: También
pueden controlar la expresión de los actos agresivos.
La conducta agresiva varia con el ambiente
social, los objetivos
y el papel desempeñado por el agresor en potencia.

Los factores cognoscitivos: Desempeñan
también un papel importante en la adquisición y
mantenimiento de al conducta agresiva. Estos factores
cognoscitivos pueden ayudar al niño a autorregularse.
Por ejemplo, puede anticipar las consecuencias de
alternativas a la agresión ante la situación
problemática, o puede reinterpretar la conducta o las
intenciones de los demás, o puede estar conciente de
lo que se refuerza en otros ambientes o puede aprender a
observar, recordar o ensayar mentalmente el modo en que otras
personas se enfrentan a las situaciones
difíciles.

4.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CONDUCTA AGRESIVA

Uno de los factores que influyen en la emisión de
la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo, ya
que es el responsable de los modelos a que haya sido expuesto,
así como de los procesos de
reforzamientos que haya sido sometido. Si en el abundan modelos
agresivos, la adquisición de estos modelos desadaptados
será muy fácil.

La familia es,
durante la infancia, uno
de los elementos más importantes del ámbito
sociocultural del niño. Las interacciones entre padres e
hijos van moldeando la conducta agresiva mediante las
consecuencias reforzantes inherentes a su conducta.

El niño probablemente, generalice lo que aprende
acerca de la utilidad y
beneficios de la agresión a otras situaciones,. En estas
circunstancias, el pone a prueba las consecuencias de su conducta
agresiva. Las familias que permiten el control de las
conductas mediante el dolor, tienen una alta probabilidad de
producir niños que muestren altas tasas de respuestas
nocivas. La conducta agresiva del niño acaba con gran
parte de la estimulación aversiva que recibe.

Dentro de la familia,
además de los modelos y refuerzos, son responsables de la
conducta agresiva el tipo de disciplina a
que se le someta. Se ha demostrado que una combinación de
disciplinas relajadas y pocos exigentes con actitudes
hostiles por parte de ambos padres fomenta el comportamiento
agresivo en los hijos. El padre poco exigente es aquel que hace
siempre lo que el niño quiere, accede a sus demandas, le
permite una gran cantidad de libertad, y en
casos extremos le descuidad y le abandona.

El padre que tiene actitudes hostiles, principalmente no
acepta al niño y lo desaprueba, no suele darle afecto,
comprensión o explicación y tiende a utilizar con
frecuencia el castigo físico, al tiempo que no
da razones cuando ejerce su autoridad.
Incluso puede utilizar otras modalidades de agresión como
la que ocurre cuando insultamos al niño por no hacer
adecuadamente las cosas, o cuando lo comparamos con el amigo o
con el hermano, etc. Tras un largo periodo de tiempo, esta
combinación produce nuños rebeldes, irresponsables
y agresivos.

Otro factor familiar influyente es la incongruencia en
el comportamiento de los padres. Incongruencia en el
comportamiento de los padres se da cuando los padres desaprueban
la agresión y, cuando esta ocurre, la castigan con su
propia agresión física o amenaza al
niño. Los padres que desaprueban la agresión y que
la detienen, pero con medios
diferentes al castigo físico, tienen menos probabilidad de
fomentar acciones
agresivas posteriores.

Es decir una atmósfera tolerante
en la que el niño sabe que la agresión es una
estrategia poco
apropiada para salirse con la suya, en la que ese le reprime con
mano firme pero suave y es capas de establecer imites que no se
puede en absoluto traspasar, proporción el mejor antídoto a largo plazo para un estilo
agresivo de vida. Enseñarle al niño medios
alternativos acabara también con la necesidad de recurrir
a peleas.

La inconsistencia en el comportamiento de los padres no
solo puede darse a nivel de comportamientos e instrucciones, sino
también a nivel del mismo comportamiento. En este sentido
puede ocurrir, que respecto del comportamiento agresivo del
niño, los padres unas veces los castiguen por pegar a otro
y otras veces le ignoren, por lo que no le dan pautas
consistentes. Incluso a veces pude ocurrir que los padres entre
si no sean consistentes, lo que ocurre cuando el padre
regaña al niño pero no lo hace la madre.

De este modo, el niño experimenta una
sensación de incoherencia acerca de lo que debe hacer y de
lo que no debe hacer. Se ofrece incoherencia al niño,
también cuando se le entrena en un proceso de discriminación en el sentido de que los
padres castiguen consistentemente la agresión dirigida
hacia ellos pero a la ves refuercen positivamente la conducta
agresiva de sus hijos hacia personas ajenas a su
hogar.

Las relaciones deterioradas entre los propios padres
provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportase
agresivamente.

Otro factor reside en las restricciones inmediatas que
los padres imponen a su hijo. Restricciones no razonables y
excesivos "haz y no hagas" provocan una atmósfera opresiva
que induce al niño a comportarse agresivamente. Por
ultimo, en el ámbito familiar, puede fomentarse la
agresividad con expresiones que la fomenten. Estas son
expresiones del tipo "pero ¿pero no puede ser mas hombre?".

El ambiente mas amplio en que el niño vive
también puede actuar como un poderoso reforzador de la
conducta agresiva. El niño puede residir en un barrio
donde la agresividad es vista como un atributo muy preciado. En
tal ambiente el niño es apreciado cuando se le conoce como
un luchador conocido y muy afortunado. Los agresores afortunados
son modelos a quienes imitaran los compañeros.

Además de los factores socioculturales
también influyen factores orgánicos en el
comportamiento agresivo. En este sentido factores hormonales y
mecanismos cerebrales influyen en la conducta agresiva. Estos
mecanismos son activados y producen los cambios corporales cuando
el individuo experimenta emociones como
rabia, excitación miedo. Por tanto, factores
físicos tales como una lesión cerebral o una
disfunción también pueden provocar comportamientos
agresivos.

También estados de mala nutrición o problemas de
salud
específicos pueden originar en el niño una menor
tolerancia a
la frustración por no conseguir pequeñas metas, y
por tanto pueden incrementarse las conductas
agresivas.

Otro factor del comportamiento agresivo es el
déficit de habilidades necesarias para afrontar
situaciones frustrantes. Bandura (1973) indico que la ausencia de
estrategias
verbales para afrontar el estrés a
menudo conduce a la agresión. Hay datos
experimentales que muestran que las mediaciones cognitivas
insuficientes pueden conducir a la agresión. Camp (1977)
encontró que los chicos agresivos mostraban deficiencias
en el empleo de de
habilidades lingüísticas para controlar su conducta;
responden impulsivamente en lugar de responder tras la
reflexión.

No solo el déficit en habilidades de
mediación verbal se relaciona con la emisión de
comportamientos agresivos. Es responsable también el
déficit en habilidades sociales (HHSS) para resolver
conflictos.
Las HHSS se aprenden a lo largo de las relaciones que se
establecen entre niños y adultos u otros niños. Se
adquieren gracias a las experiencias de aprendizaje. Por lo que
es necesario mezclarse con niños de la misma edad para
aprender sobre la agresión, el desarrollo de
la sociabilidad, etc.

5.
TRATAMIENTO DE LA CONDUCTA AGRESIVA

Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su
reducción o eliminación, sino que también es
necesario fortalecer comportamientos alternativos a la
agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la
agresión, resulta imprescindible hablar también de
cómo incrementar comportamientos alternativos. Son varios
los procedimientos
con que se cuenta para ambos objetivos, entre ellos tenemos
a:

A. Procedimientos para controlar
antecedentes

Los antecedentes se refieren a factores de la
situación inmediata que se produce antes de que el
niño emita la conducta agresiva. Controlamos los
antecedentes manipulando los estímulos ambientales que
elicitan la conducta agresiva, así como aquellos que
elicitan conductas alternativas. Algunas formas de
manipulación de antecedentes son las
siguientes:

  1. Se puede controlar los antecedentes eliminando la
    presencia de estímulos discriminativos. Por ejemplo en
    casa, no dejando por mucho tiempo solos a dos hermanos cuando
    suele ocurrir que uno de ellos suele agredir al
    otro.

  2. Reducción de estímulos
    discriminativos

    Se puede facilitar la emisión de
    comportamientos alternativos a la agresión exponiendo
    al niño a modelos que tengan prestigio para el,
    manifestando conductas alternativas a la agresión. Y
    no solo mostrando esas conductas alternativas sino mostrando
    también como dicho comportamiento es
    recompensado.

  3. Modelamiento de comportamiento no
    agresivo

    Un procedimiento
    útil para reducir la frecuencia de emisiones agresivas
    consiste en que, especialmente, los padres y maestros no
    modelen este tipo de comportamiento. Así pues cunado
    intentamos regañar al niño por algo que ha
    hecho, intentaremos no modelar conductas
    agresivas.

  4. Reducir la expocision a modelos
    agresivos
  5. Reducción se estimulación
    aversiva

Puesto que el comportamiento agresivo puede ser
instigado por la presencia de diversos estímulos
aversivos como conflictos, expresiones humillantes o carencia
de cuidados necesarios durante la infancia, un modo de reducir
el comportamiento agresivo consiste en reducir la presencia de
este tipo de estimulación.

B. Procedimientos para controlar las
consecuencias

Las consecuencias se refieren a lo que ocurre
inmediatamente después de que el niño emita la
conducta agresiva.

Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las
consecuencias que le siguen contamos con una serie de
procedimientos que podríamos agrupar en: a) procedimientos
de extinción; b) procedimiento de castigo, y c)
procedimiento de conductas alternativas.

Los dos primeros tienen como objetivo
reducir el comportamiento agresivo. El último tiene como
objetivo incrementar comportamientos alternativos a la
agresión. Los procedimientos de castigo pueden ser
positivos o negativos.

Hablamos de castigo negativo cuando el individuo deja de
estar en contacto con un evento positivo, tras haber emitido la
conducta inadaptada. Puede tratarse del procedimiento de
"Costo de
respuesta" o del procedimiento de "Tiempo Fuera". Hablamos de
castigo positivo cuando aplicamos una consecuencia aversiva tras
emitir la conducta agresiva. Son muchas las formas que puede
tomar dicha consecuencia. Por ejemplo, puede tratarse de un azote
o cualquier otro estimulo físico, o de una reprimenda o un
grito, o de un gesto de desaprobación, etc.

Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las
consecuencias que le siguen se cuenta con los siguientes
procedimientos:

  1. Se basa en la idea de que una conducta que se
    mantiene gracias a las recompensas que recibe, puede
    desaprenderse si deja de ser recompensada. Es decir, si una
    conducta dada ya no produce los efectos esperados, su
    influencia tiende a disminuir. Si el niño emite una
    conducta agresiva y no sucede nada, se dará cuenta de
    ello y abandonara ese modo de comportarse. Por tanto el
    procedimiento de extinción consiste simplemente en
    suprimir los reforzadores que mantienen la conducta
    agresiva.

  2. Extinción

    Castigamos una conducta aplicando consecuencias
    aversivas o eliminando eventos
    positivos una vez que el niño ha agredido. En el
    primer caso se trata de castigo positivo. En el segundo de
    castigo negativo. Son procedimiento de castigo negativo el
    procedimiento de Tiempo Fuera y el procedimiento de Costo de
    Respuesta.

    • Tiempo Fuera

    Es un procedimiento mediante el cual el
    niño que se comporta de modo agresivo es apartado
    físicamente de todas o muchas de las fuentes
    de reforzamiento durante un periodo de tiempo. Igual que
    con la extinción, el propósito es reducir la
    conducta agresiva. Pero se diferencia en que la
    extinción supone la supresión del refuerzo,
    mientras que en el tiempo Fuera el niño es apartado
    de la situación reforzante.

    • Costo de respuesta

    Consiste en retirar algún reforzador
    positivo contingentemente a la emisión de la
    conducta agresiva. Es especialmente eficaz cuando se
    combina con reforzamiento de conducta apropiada. De tal
    modo que lo que el niño pierde por omitir la
    conducta inapropiada es parte de lo conseguido por emitir
    la conducta apropiada. Por lo general se utiliza dentro de
    un contexto de economía de fichas,
    en el que se ganan puntos por emitir la conducta adecuada.
    También puede consistir el Coste de respuesta en
    perdida de privilegios como no ver televisión o no salir a
    recreo.

    • Castigo físico

    Al aplicar el castigo físico
    tendríamos que dar, por ejemplo, un azote una vez
    que el niño se ha comportado agresivamente.
    Concretamente en el caso del comportamiento agresivo, es al
    técnica menos indicada por lo contraproducente que
    puede llegar a ser. Y es que ocurre que el castigo
    físico puede tener una serie de efectos colaterales
    que lo contraindican. De hecho, es el método menos afectivo para cambiar la
    conducta del niño.

    Presentamos algunas de las razones por la no se
    aconseja el castigo físico para este
    trastorno:

    • En primer lugar, imagínese la
      contradicción que representa el padre que da un
      azote a su hijo para decirle que deje de pegar al hermano.
      ¡Esta modelando precisamente la conducta que desea
      eliminar! Posiblemente el niño aprenda que el ataque
      físico es un medio legitimo de conseguir lo que se
      quiere y de controlar a los otros igual que lo hace su
      padre.
    • Los métodos físicos de castigo
      suelen conducir a la hostilidad a muchos de los
      niños a quienes se les aplica.
    • Si son los padres quienes aplican castigo
      físico constantemente puede ocurrir que estén
      enseñando al niño a que les tema y le
      desagraden, ya que cualquier estimulo asociado con el
      castigo tiende a convertirse en algo
      desagradable.
    • El castigo puede suprimir momentáneamente
      la conducta agresiva, pero los efectos a largo plazo son
      menos atractivos. Se ha demostrado que los delincuentes han
      sido normalmente victimas de más ataques de adultos
      que los no delincuentes.

    En definitiva, no es aconsejable la
    aplicación sistemática de castigo porque sus
    efectos son generalmente negativos; se imita la
    agresividad, aumenta la ansiedad del niño, y se
    incrementan las conductas de evitación, como
    minino.

    • Reprimendas

    Otra forma menos contraproducente de aplicar
    castigo positivo es mediante estímulos verbales como
    reprimendas o gritos. Puesto que las reprimendas no causan
    daños físicos es un tipo castigo menos
    censurable que el castigo físico. Si se utiliza
    sistemáticamente puede resultar una técnica
    eficaz para reducir la conducta agresiva.

    Las reprimendas pueden consistir en un simple
    ¡No!. Para que resulte eficaz:

    • Debe darse cada vez que se emita la conducta
      agresiva.
    • La persona
      que suministra la reprimenda debe estar cerca
      físicamente del niño, y especificarle
      claramente cual es la conducta por la que se le
      reprende.
    • Debe mirar al niño a los ojos, emplear una
      voz firme y sujetarle firmemente mientras le
      reprende.
    • Debe ser seguida de elogios por comportarse
      adecuadamente después de la reprimenda.
      • Sobrecorrección

    Esta técnica tiene como fin corregir las
    consecuencias de la conducta agresiva y facilitar que el
    agresor asuma al responsabilidad de tal conducta, Resulta
    útil en los casos en que ni la extinción, ni
    el costo de respuestas, ni el tiempo fuera, ni el
    reforzamiento de conductas incompatibles ha tenido afecto,
    La sobrecorrecion puede aplicarse en forma de
    sobrecorreccion restitutiva o en forma de practica positiva
    o en ambas juntas. Normalmente antes de aplicar la
    sobrecorreccion se da una reprimenda ("No pegues"), una
    descripción de la conducta inadaptada
    ("Estas insultando a tu hermana") o la manifestación
    de una regla ("No insultes a la gente").

    Sobrecorrección restitutiva:
    Aquí se requiere que el niño restituya el
    daño que ha originado y
    sobrecorrija o mejore el
    estado original de las cosas. Por ejemplo, por pegar
    a alguien, se le puede exigir al niño que acaricie
    el área lastimada durante treinta segundos y que
    después pida disculpas diez veces después
    de cada incidente. Este modo de actuar ante la conducta
    agresiva se conoce también como entrenamiento en el respeto a otros.

    Práctica positiva: Consiste en la
    repetición de una conducta deseable. Por ejemplo,
    si el niño ha dado patadas a los juguetes tendrá que colocar al
    juguete tirado en su lugar y, además, ordenar
    todos los juguetes presentes aunque no los haya
    tirado.

    6. PREVENCIÓN DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS
    EN LOS NIÑOS

    Para prevenir el comportamiento agresivo la mejor
    estrategia consiste en disponer el ambiente de modo que el
    niño no aprenda a comportarse agresivamente, y por el
    contrario, si lo dispongamos de modo que le resulte asequible
    el
    aprendizaje de conductas alternativas a la
    agresión. Usted puede disponer el ambiente modelando,
    instruyendo y reforzando conductas adaptativas al tiempo que
    no refuerza las conductas agresivas.

    Siempre que se encuentre ante una situación
    conflictiva ya sea ante su pareja o con su propio hijo o con
    cualquier otra persona, modele la calma por medio de la
    expresión facial, la postura, los gestos, lo que dice
    y el tono, la velocidad
    y el volumen con
    que dice las cosas. Modele también comportamientos
    asertivos para defender sus propios derechos.

    En ningún caso y bajo ningún pretexto,
    deje que desde pequeño el niño consiga lo que
    desea cuando patalea, grita o empuja a alguien. Espere a
    dárselo cuando lo pida de forma calmada. Si aun el
    niño no ha tenido la oportunidad de aprender como se
    pide calmadamente las cosas, déle instrucciones acerca
    de cómo debe hacerlo, y refuércele con una
    sonrisa, o un "así me gusta". Refuerce siempre
    cualquier intento que el niño, aunque muy
    pequeño, muestre de comportarse adaptativamente en
    situaciones conflictivas.

    7. INVESTIGACIONES

    A. Investigaciones a Nivel
    Nacional

    Espinosa (1996) investigo la relación entre
    conducta agresiva y ambiente familiar en niños de
    educación primaria, constatando que la
    presencia de un ambiente familiar adverso (problemas de
    pareja, familia extensa, maltrato
    infantil, indigencia) esta asociada a conductas agresivas
    en los niños, y que a mayores problemas familiares se
    correlaciona con una mayor dificultad infantil.

    Castro (1996) investigo acerca de las
    características familiares y psicosociales que
    influyen en la conducta agresiva de los niños
    preescolares del cono norte de Lima, hizo un estudio
    descriptivo analítico de corte transversal de treinta
    niños entre 3 y 6 años de edad con sus
    respectivos parientes (82 adultos), los instrumentos que
    empleo fueron: ficha de recolección de datos de la familia, un
    cuestionario de agresividad para niños
    (preferencias televisivas) y otra para adultos de Buss
    Durkee, los resultados a los que llego le permitieron
    establecer que existe relación entre los modelos de la
    conducta; padres familiares , la
    televisión y la conducta del niño. Por lo
    tanto concluyo que le puntaje de agresividad del niño
    tiene que ver con una mala relación con sus familiares
    (agresiva-autoritaria) encontró además una
    relación estadísticamente significativa
    (p<0,01) entre la agresividad del niño sus
    preferencias por programas
    infantiles de televisión (programas infantiles
    agresivos), además hallo que en las familias
    conformadas por mas de 5 miembros presentaba un agresividad
    alta.

    B. Investigaciones a Nivel
    Internacional

    Frías, Ríos, Martínez y
    Palacios (1992) investigaron la relación entre el
    aprovechamiento escolar y la conducta agresiva, a cien
    niños de 1er grado de primaria, hallando una
    correlación negativa entre ambos, así a mayor
    nivel de agresión existía menor aprovechamiento
    escolar.

    Henenkohl, Egolf y Henenkohl (1997) evaluaron
    antecedentes preescolares para la conducta antisocial
    adolescente en un seguimiento de 16 años a 457
    niños preescolares con y sin maltrato. Los sujetos
    fueron detectados entre los 18 meses y 6 años de edad
    en una evaluación preescolar
    (referida ala dinámica familiar y a la estrategia de
    afronte en familias abusadoras y no abusadoras)
    evidenciándose que la disciplina física severa,
    una negativa calida en la interacciones madre-hijo, y la
    experiencia de abuso
    sexual, están relacionados con una mayor conducta
    antisocial adolescente en niños que provienen de
    familias abusadoras comparado con niños que provienen
    de famillas no abusadoras.

    8. CONCLUSIONES

    • La agresividad es cualquier forma de conducta
      que pretende causar daño físico o
      psicológico a alguien u objeto, ya sea este
      animado o inanimado.
    • Las conductas agresivas son conductas
      intencionadas, que pueden causar daño ya sea
      físico o psíquico. Conductas como pegar a
      otros, burlarse de ellos, ofenderlos tener rabietas o
      utilizar palabras inadecuadas para llamar a los
      demás.
    • La conducta agresiva es un comportamiento
      dependiente de factores situacionales y organismicos. Se
      acepta factores hereditarios, pero se da primordial
      importancia a factores ambientales.
    • Tratar la conducta agresiva no implica
      simplemente su reducción o eliminación,
      sino que también es necesario fortalecer
      comportamientos alternativos a la agresión. Por lo
      tanto hablar de cómo tratar la agresión,
      resulta imprescindible hablar también de
      cómo incrementar comportamientos
      alternativos.
    • Para prevenir el comportamiento agresivo la
      mejor estrategia consiste en disponer el ambiente de modo
      que el niño no aprenda a comportarse
      agresivamente, y por el contrario, si lo dispongamos de
      modo que le resulte asequible el aprendizaje de conductas
      alternativas a la agresión.

    9. REFERENCIAS

    • El niño agresivo y
      desatento.
      Bárbara HANKE, Günter HUBER,
      Heinz MANDL. Editorial Kapelusz. 1979. Buenos
      Aires. 159 p.
    • Agresión: causas, consecuencias y
      control.
      Leonard BERKOWITZ. Biblioteca de Psicología. Bilbao. 1996. 480
      p.
    • Agresividad infantil. SERRANO
      PINTADO, Isabel. Madrid.
      Ediciones Pirámide. 2000. 187 p.
    • Agresividad y violencia en el niño y el
      adolescente.
      Barcelona. Editorial Grijalbo.
      1988.
    • Agresividad en niños y niñas:
      ayudas, tratamiento, apoyos en la familia y en la escuela.
      TRAIN, Alan. Madrid.
      Editorial Narcea. 2001.187 p.
    • Agresividad Infantil. Marsellach,
      G. 2005.
    • Agresividad infantil. Mateo, E.
      1998.
      Universidad Nacional Federico
      Villareal. Lima-Perú.
    • Agresividad entre escolares.
      Paniagua, E.
    • Agresividad infantil. Quintana, A.
      2003. Universidad Nacional Federico Villareal.
      Lima-Perú.
    • Conductas agresivas en edad
      escolar
      . Editorial Pirámide. Madrid.
      1997.
    • Televisión, violencia e infancia. El
      impacto de los medios
      . GARCÍA, M.C.
      editorial Gedisa. Barcelona. 2000.

    10.
    ANEXO

    Presentamos el caso de Heriberto, que presenta
    una conducta agresiva.

    • El problema

    La señora M., una mujer de
    alrededor de 50 años, muy entregada a su labor, se
    encargó a principios
    del año lectivo de la división 8ª, una
    clase mixta de 28 alumnos. Uno de los alumnos, Heriberto S.
    le llamó la atención en seguida por su aspecto
    descuidado (cabello despeinado, ropa desaliñada). El
    escaso rendimiento y el comportamiento agresivo e
    indisciplinado del alumno para con ella causan grandes
    dificultades. Mientras tanto, en el segundo semestre del
    8° año, las dificultades se volvieron
    prácticamente inaguantables.

    • El caso desde el punto de vista de la
      maestra

    Heriberto tiene 14 años, es alto y flaco;
    parece mayor de lo que es. Sus rendimientos son
    insuficientes en todas las materias: (lenguaje
    5, matemática 6, ciencia
    naturales 6)* no participa de ninguna manera en clase, no
    anota nada en su cuaderno, ni hace los deberes en su casa y
    cuando se trata de composiciones, suele entregar una hoja
    en blanco.

    Nunca asiste a las clases de la tarde, y muchas
    veces falta también a la mañana (64
    inasistencias en el primer semestre del 8° año).
    Durante los recreos no es posible que salga del aula. Lo
    que hace, en cambio,
    es poner en marcha su pasacassettes, que siempre trae a la
    escuela, a pesar de que esté prohibido hacerlo, y se
    divierte escuchando música beat considerada
    "horrible" por la señora M.

    La relación entre Heriberto y la
    señora M. es muy tensa. Sus inalcanzables esfuerzos
    por lograr la participación de Heriberto en la
    enseñanza encuentran en él una
    gran resistencia, o mejor dicho, rechazo.
    Heriberto, que por lo general está sentado en su
    asiento, ausente y apático, cuando la maestra le
    dirige la palabra, reacciona con suma violencia o
    agresividad. Respuestas tales como: "Déjame en paz,
    puerca", "Esa basura
    no me interesa", "No te metas en lo que no te importa,
    vieja bruja" y peores, están a la orden del
    día. La señora M. no puede permitir esto,
    aunque más no fuere por los demás alumnos,
    prescindiendo que de ella se irrita mucho. No se le ocurre
    otra alternativa que increpar a Heriberto a su vez
    ("haragán", "insolente", etc) y amenazar con
    informar al rector y a sus padres. En el transcurso de
    estos enfrentamientos cada vez más ásperos,
    Heriberto ha atacado ya varias veces físicamente a
    la señora M. Además, la tutea no sólo
    cuando se enoja, sino siempre.

    Los compañeros tratan de evitar a Heriberto
    en la medida de lo posible. Lo rechazan. Nadie quiere
    relacionarse con él ni sentarse a su lado.
    Heriberto, a su vez, no busca algún contacto con
    ellos, ni amistoso ni agresivo. Parece estar contento
    cuando lo dejan en paz.

    El comportamiento de Heriberto en la escuela
    permite destacar tres áreas problemáticas:
    falta de rendimiento asociada a deficiente moral de
    trabajo,
    infracciones del reglamento escolar y comportamiento
    agresivo, falta de contactos.

    • Información adicional

    La señora M. busca información acerca del desarrollo
    escolar de Heriberto, a través de sus boletines
    anteriores y de las anotaciones realizadas en su ficha.
    Debido a varios cambios de domicilio, Heriberto a
    frecuentado tres escuelas distintas de la
    ciudad.

    CALIFICACIONES

    Año

    Lenguaje

    Matemática

    Ciencias naturales

    Inasistencias

    8° (1er semestre)

    4

    3

    3

    3

    3

    5

    4

    5

    5

    4

    4

    4

    5

    6

    5

    6

    3

    3

    3

    4

    5

    5

    5

    6

    9

    14

    9

    1

    4

    7

    18

    64

    • Conclusiones

    La protesta y el imponerse mediante agresiones
    contra las autoridades pertenecen a los síntomas
    normales de la fase de la pubertad. También Heriberto reacciona
    agresivamente a las exigencias de su medio y a las
    órdenes que debe cumplir. Pero no muestra
    agresiones como medios de imponer en forma activa sus
    propios intereses. Las agresiones de Heriberto son
    primordialmente de índole defensivo-reactiva.
    Reacciona con especial agresividad cuando es incitado por
    la maestra a salir de su pasividad. Parece que el problema
    del ser agresivo está arraigado en Heriberto incluso
    en su pasividad.

    A través de sus esfuerzos, sin duda bien
    intencionados, por sacarlo de su actitud
    pasiva, la señora M. desvaloriza la forma de
    adaptación de Heriberto y lo amenaza
    drásticamente. De esta manera provoca su defensa
    agresiva, proceso que va empeorando de la manera descripta.
    De esta situación pueden inferirse dificultades
    adicionales: echa de menos la dedicación
    cariñosa tanto en la maestra, que solamente le
    dedica su atención cuando tiene algo que
    reprocharle, como en su madre.

    • Medidas

    Dada las condiciones actuales, la permanencia de
    Heriberto en su clase tiene poco sentido. Probablemente
    sería indicado un cambio de escuela para evitar
    nuevos empeoramientos e interrumpir el proceso (mutuo) de
    rotulación. En lo posible, Heriberto debería
    ser educado en lo sucesivo por un maestro
    comprensivo.

    Las preocupaciones por ayudar a Heriberto
    deberían centrarse en el área del aprendizaje
    social. Heriberto tiene que sentir que se lo acepta como
    persona y que es comprendido. Así tal vez
    sería posible que ganara confianza en sí
    mismo y en quienes lo rodean. Las tentativas de establecer
    un contacto con el muchacho deberían dirigirse a sus
    intereses, por ejemplo, la música beat.

    CAUSAS DEL AUMENTO DE LA AGRESIVIDAD

    Cada vez más, las madres consideran que es
    necesario ir a trabajar fuera de casa. Para ello deben dejar
    a sus hijos con otras personas. Esto produce en la madre
    cierta ansiedad pues, se preocupa por su hijo, ya que este,
    está con otra persona, que no es su madre; y es
    importante que el niño pase sus primeros años
    de vida con ella. Cuanto más tiempo dedique al
    niño en sus primeros años, más se
    seguro se
    sentirá, además será más capaz de
    avanzar hacia la independencia.

    Pero a pesar de ello, se sabe que gran parte de la
    agresividad de los hijos, es generada por los propios padres,
    debido al excesivo apego o sobreprotección, durante
    demasiado tiempo, porque no permiten que se produzca el
    proceso natural de separación.

    Cuando la madre vive bajo presiones, su ansiedad
    será sentida por el niño, lo que lo convierte
    en el objeto de sus frustraciones. También puede ser
    que la madre quiera trabajar, porque no es capaz de entender
    que el niño tiene prioridad sobre sus aspiraciones
    profesionales. Este resentimiento que experimenta por tenerse
    que negar oportunidades se transmitirá de modo
    inevitable al pequeño.

    Una salida para evitar, que los hijos se queden en
    casa con otras personas, es poniéndolos en grupos de
    juego o
    escuelas infantiles conocido como "wawahuasi". Es allí
    donde los padres suponen, que el niño podrá
    relacionarse con otros niños de su edad y que estando
    en grupo
    será capaz de aprender a negociar e interactuar con
    los demás. Además resuelven el problema de
    negarse las oportunidades de trabajo que se les presentan a
    los padres.

    Sin embargo, es en la escuela infantil, donde el
    niño desarrollará su capacidad de
    agresividad.

     

    Enviado por:

    Christian Lago

  3. Procedimientos de castigo

Partes: 1, 2
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