Luego surgen las relaciones sociales, apareciendo
una construcción cognoscitiva cuyo origen
es diferente. Consolidar, preservar y perpetuar la incipiente
sociedad
requiere de un cuerpo ideológico que le ofrezca
coherencia, razones lógicas pertinentes y de
explicaciones que justifiquen el actuar de sus
integrantes.En las incipientes relaciones sociales, por razones
concretas, reales y de orden naturales, la mujer
en razón a la gestación, crianza y vejez,
requieren de apoyo para sobrevivir, en un mundo social sin
normas ni
preceptos humanísticos ni organizadores de las
relaciones sociales no se disponían de argumentos con
los que vincular la descendencia ni para conformar la
familia. Quien estuvo en condiciones para generarlo fue
la mujer, por
razón obvia. La necesidad real, la condición
reproductora evidente y la capacidad lingüística e intelectual
alcanzada por la humanidad para generar conceptos muy
complejos, permitió al sexo
femenino elaborar todo un cuerpo descriptivo y explicativo
que dio coherencia a la conformación de la primera
comunidad
regida por acuerdos normativos entre sus miembros.La incipiente sociedad se organizó en
grupo
familiar o Gen, trasmitiendo la posición que ocupa en
la jerarquía social a través de la figura del
linaje, o sea, el mantenimiento de las líneas de
descendencia de desde un tronco común.La palabra latina gens, que Morgan emplea para
este grupo de consanguíneos, procede, como la palabra
griega del mismo significado, genos, de la raíz aria
común gan (en alemán -donde, según la
regla, la g aria debe ser reemplazada por la k- kan), que
significa "engendrar". Las palabras gens en
latín, genos en griego, dschanas en sánscrito,
kuni en gótico (según la regla anterior), kyn
en antiguo escandinavo y anglosajón, kin en inglés, y künns en
medio-alto-alemán, significan de igual modo linaje,
descendencia. Pero gens en latín o genos en
griego se emplean esencialmente para designar ese grupo que
se jacta de constituir una descendencia común (del
padre común de la tribu, en el presente caso) y que
está unido por ciertas instituciones sociales y religiosas, formando
una comunidad particular, cuyo origen y cuya naturaleza
han estado
oscuros hasta ahora, a pesar de todo, para nuestros
historiadores. Ya hemos visto anteriormente, en la
familia
punalúa, lo que es en su forma primitiva la
gens. Componerse de todas las personas que, por el
matrimonio
punalúa y según las concepciones que en
él dominan necesariamente, forman la descendencia
reconocida de una antecesora determinada, fundadora de la
gens. Siendo incierta la paternidad en esta forma
de familia, sólo cuenta la filiación
femenina. (Engel, 1884.) (el
subrayado es nuestro)Se destaca en esta cita bibliográfica que las
bases sobre las cuales se desarrolla una sociedad, son reales
y concretas, y se consolidan en el paso del tiempo, al
trasmitirse a la descendencia.El mecanismo socio político que impulsa la
perpetuación del orden establecido era el linaje,
concepto muy
complejo y elaborado que requiere de un gran desarrollo
intelectual.La mujer fue quien tuvo la necesidad y estuvo en
posición real y concreta para formular las primeras
elaboraciones teóricas ideológicas que le
asegurarán alimento y protección, primero para
solventar su necesidad pero luego para adquirir una
posición aventajada sobre el grupo. La mujer es quien
con certeza puede asegurar que sus hijos le "pertenecen".
El hombre,
en condiciones naturales, y sin código de control
moral,
queda en desventaja para obtener para apropiarse de los
excedentes sociales de producción, por lo que las mujeres
pudieron tomar ventajas en la conformación de la
sociedad matriarcal. Para ello, tuvo que elaborar elementos
teóricos – ideológicos que mantuvieran y
consolidaran la obligación para con ella.Es necesario resaltar en este punto que la humanidad
se comenzó por desarrollar un constructo
interpretativo en base a su relación directa con su
mundo natural. Luego aparece otro origen cuyas raíces
se basan en la construcción de relaciones sociales
complejas, donde, por razones de índole subjetiva
conforman y consolidan relaciones sociales estables, seguras
y durables.Lentamente, de manera progresiva e inexorable, en la
producción de conocimiento, la interacción con la realidad como
generadora de conocimiento, ha sido soslayada por el
desarrollo ideológico como mecanismos para socializar
al hombre. No
quiere decir que fue totalmente abandonado, sino que las
condiciones impuestas y ventajas que el proceso
urbanizador promovido por el mercantilismo desde siglo X, aproximadamente,
facilito que la ideología "civilizadora" calara entre
la población difundiéndose por los
grupos
dominantes y aceptándose como condiciones por la
población.Por otra parte, los conflictos
generados entre los nuevos descubrimientos y los dogmas
oficiales generaron temor entre los señores feudales,
de perder sus privilegios, los cuales impusieron sus credos y
doctrinas literalmente con sangre y
fuego.Lo normativo e institucional ha contribuido
indiscutiblemente a la construcción de la sociedad que
conocemos. Podemos suponer que la represión
inquisidora, en todo sentido, y la ortodoxia
epistémica han generado un gran retraso en el progreso
cognoscitivo, técnico y científico, en el
perfeccionamiento interpretativo de la realidad y por ende,
del desarrollo de la noción de individuo.
La conciencia
de ser un ente con capacidad para abstraer e intervenir el
contexto, el hombre la vio pospuesta debido a la
superposición domesticadora de lo social sobre el
hombre y sus necesidades como ser vivo y como
expresión cultural. Quien como respuesta a tal grado
de enajenación y frustración exhibe
en la actualidad una respuesta excesiva de individualismo
enfermizo.La praxis
como mecanismo de construcción del hombre y su
cultura,
fue relegada a un segundo plano, aduciéndose que
el
conocimiento valido estaba escrito y validado como
"verdad", por instancias muy superior al Hombre. Potenciando
al conocimiento incrementando su valor
"domesticador" del hombre. Este mecanismo ha permitido la
conformación de la sociedad que actualmente conocemos
pero en contraposición subyugo el desarrollo
individual, a cambio de
la seguridad
que ofrece el orden social.Cada día más el hombre requiere
explicaciones objetivas y concretas con las cuales pueda
solucionar sus múltiples problemas
existenciales, organizacionales y sociales, así como
desarrollar su individualidad por encima del individualismo
que surge de la normalización, regulación y
nivelación que imponen los mecanismos de socialización.El desarrollo tecnológico y comunicacional
alcanzado a partir de las últimas dos décadas
del siglo XX, confronta abiertamente al Hombre, con la
realidad. Aparecen nuevas posibilidades para expresarse a
titulo personal, por
encima de los mecanismos de control social. En esta nueva
encrucijada se vuelve a encontrar limitado por la ortodoxia
epistémica que regula la interpretación de si mismo y de su
realidad. Brotan nuevos temores ante el uso de las nuevas
tecnologías, ante la posibilidad de poder
expresar libremente ideas, y sobre todo, entra en
contradicción consigo mismo ante la necesidad y
posibilidad de expresión y la sola idea de que sus
planteamientos sean rechazados.Poco a poco, pero inexorablemente la tendencia
social, las exigencias laborales pero sobre todo, la
versatilidad de las nuevas tecnologías para
incrementar la productividad
personal, hacen que el miedo al cambio de paso a la
incorporación de la informática en la vida cotidiana. Las
contradicciones se reducen ante el hecho de la riqueza
expresiva individual y la libertad
de opinar presente en Internet.
Así como me puedo expresar, mis planteamientos,
directa indirectamente o indirectamente, pueden ser
validados. No me encuentro solo, me consigo con otros seres
humanos con los que me identifico, manteniendo el anonimato.
Paso a paso, probando y validando mis conceptos me
identifico, me reafirmo, me valido como individuo.Independientemente de los frenos
epistemológicos y formales, la humanidad toma
conciencia de su propia enajenación y de la escasa
validez de los viejos paradigmas
ideológicos que le determinan su actuar en sociedad.
Surge la necesidad de romper las cadenas ideológicas y
éticas, que atan y condicionan la
interpretación. Se restringe la esencia
dialéctica, crítica y creadora del Hombre, tomando
espontáneamente conciencia, de las cadenas
ideológicas y éticas que rigen sobre su
pensamiento, su albedrío y le
configuran un actuar socialmente condicionado.El Hombre actual aspira un mayor ámbito para
desarrollar su capacidad creadora y administrar a
conveniencia, su vida privada y colectiva, reconociendo los
límites de los derechos de
los congéneres y sus deberes para con la sociedad. El
anonimato informático le ha permitido adelantar pasos
en este sentido, pues al infringir la ética
espontánea que allí se han desarrollado, se
recibe respuesta que modela la conducta y
las ideas.El tomar conciencia de las implicaciones
epistémica en la producción y
utilización del conocimiento, al menos por quienes
conforman las instituciones de educación superior, elevaría la
capacidad interpretativa de la realidad de estudiantes y
egresados contribuyendo enormemente en el aflorar de una
sociedad sustentadas en personas analíticas,
preactivas, proponentes y socialmente comprometidas.
Pero……Al tomar con naturalidad la "prisión
epistémica cognoscitiva", como si no hubiese otra
forma de estructurar el conocimiento. Rige de manera
automática la noción de "verdad" como marco
positivo de comparación. Desdeñando todo
aquello que en el cotejo resulte indudablemente imperfecto,
no es digno de ser apreciado como "científicamente"
valido. La experiencia de compartir conceptos fundamentados
en supuestos no validados en contraste con la realidad, son
puestos en evidencia frente a la abrumadora y contundente
respuesta de quienes poseen argumentos sólidos
productos
de vivencias y comprobaciones.Tendemos a mantenernos dentro del esquema de
dominación epistémica. La imponemos a nuestra
descendencia como la única y la correcta manera de
pensar. Convirtiéndonos, ingenuamente, en
reproductores del esquema de dominación. Es
más, pretendemos ser tomados como "liberadores",
cuando cambiamos el esquema ideológico por otro
opuesto, pero igualmente, lo imponemos como una razón,
una "verdad", diferente a la imperante, quizás
más humana y socialmente validad, pero igualmente
dogmática, inapropiada y superpuesta a las necesidades
y requerimientos de los individuos."Admito que en cada momento somos prisioneros del
marco de nuestras teorías, nuestras expectativas,
nuestras experiencias pasadas, nuestro lenguaje.
Pero somos prisioneros en un sentido muy particular: si lo
procuramos, podemos liberarnos de nuestro encierro en
cualquier momento" (Popper, 1962:60)Podemos liberarnos como menciona Popper, pero
resulta difícil lograr concientizar la "amarras
epistémicas" que nos han grabado en el proceso de
socialización. Estamos atados bajo un eficiente
mecanismos de seguridad que conforma la manera como
estructuramos nuestro pensamiento, con "verdades"
confeccionados por "maestros del saber".- "La Verdad" o
noción de certeza.
Suponemos que cambiar un marco ideológico por
otro, nos dará la libertad. "Endiosamos" a quienes
suponemos dueños de la verdad, o saben más que
nosotros. Quienes poseen poder económico o detentan una
posición de autoridad,
dominan la voluntad de la masa, no por su supuesto poder, sino
por que se asumen como "dueños de la Verdad".
En términos prácticos, para la
población en general, el problema epistémico se
reduce a cambiar un grupo hegemónico por otro, una forma
de explotación por otra, una cultura ancestral enraizada
en creencias por otro credo. Pero liberarse de los dogmas y de
quién detentan las riendas de su devenir, no es nada
fácil, más cuando ciertos grupos de poder cuentan
con los recursos para
ofrecer una sensación de seguridad y estabilidad, a
cambio de mantenerse dentro de los parámetros sociales
aceptados.
La ruptura con la ortodoxia epistémica radica
en asumir el carácter siempre inconcluso del
conocimiento. Bagaje cognoscitivo en proceso de permanente
construcción, generado en una discusión
continúa entre la noción y la realidad.
Trascendiendo de la teoría como dogma, a otra, considerarla
como un instrumento conceptual que apoya la
interpretación de la "cosa", pero no la condiciona. En
el proceso educativo, el profesor se
compromete a modificar la ética de la relación
docente, de "pontificar e iluminar el saber del dicente", a
facilitador de un proceso de enseñanza aprendizaje.
Cambiando la concepción del alumno receptor al de actor
comprometido con su propia formación.
No se trata de un simple cambio ideológico,
sino una ruptura con la epistemología dominante en la estructura
del pensamiento y en las bases curriculares que soportan
la
educación y la relación docente, entre otras,
donde subyace la dominación cognoscitiva-
ideológica.
J.C. Yeanplong y J.C. Urse en su material de
instrucción "Epistemología", refieren una cita de
Bachelard: "Cuando se investigan las condiciones
psicológicas del progreso de la ciencia,
se llega pronto a la convicción de que hay que plantear
el problema del conocimiento en término de
obstáculos. (Yeanplong, 2003,15).
"Son entorpecimientos, confusiones, causas de
estancamiento y hasta de retroceso e inercia, que aparecen en
el proceso de conocer, impidiendo al sujeto avanzar en esa
tarea, y que son inherentes a esa actividad, porque cuando se
trata de conocer, nunca se puede partir de cero, siempre hay
algún conocimiento previo. Por eso dice: frente al
misterio de lo real el alma no
puede, por decreto, tornarse ingenua. Es entonces imposible
hacer, de golpe, tabla rasa de los conocimientos usuales.
Frente a lo real, lo que cree saberse claramente ofusca lo que
debiera saberse [p.16]. Es decir: cargamos con las
concepciones, ideas, conocimientos cotidianos y
prácticos de nuestra época, de nuestra cultura,
de nuestra clase
social, etc., que actúan como prejuicios a la hora de
acrecentar el conocimiento
científico; no obstante, cada nuevo conocimiento se
construye a partir de lo que ya conocemos o creemos conocer."
(Urse, 2001,17),
La cita precedente nos permite dejar claramente
establecido lo que queremos significar con la dominación
epistémica. Lo que hemos "aprendido" domina la
apreciación de lo real. El aspecto importante a resaltar
es el origen de lo que "creemos" y asumimos como verdad. El
conocimiento precedente lo utilizamos para comprender lo
observado, sin ponerlo en tela de juicio las diferencias con la
realidad; es frecuente descartar la información y evidencias
reales, en aras de mantener el preconcepto, limitando
así nuestra capacidad de intervención. Eso es la
dominación epistémica en pleno
funcionamiento.
Al catalogar como "creencia" lo que supuestamente
sabemos, obviamos la evidencia real, dando por cierta una cosa
que no esta comprobada o demostrada. Atribuyéndole la
connotación de "verdad" y reforzando la
afirmación con la frase "Yo creo", pretendemos que
nuestro interlocutor acepte nuestros planteamientos como
"palabras ciertas"
Lo que hemos "aprendido" domina la apreciación
de lo real. El aspecto importante a resaltar en cuanto a el
abordaje interpretativo de la realidad es que convertimos los
supuesto de lo que "creemos" en "verdades". Etiquetando lo que
definimos como tal, para afianzar y dar por cierta nuestra
apreciación, a una cosa que no esta comprobada o
demostrada, pero damos por verdadera o revelada. En su Diccionario
de Filosofía Abbagnano define creencia como "la actitud del
que reconoce por verdadera una proposición y, por lo
tanto, la disposición positiva respecto a la validez de
una noción cualquiera… de análoga manera,
no tiene necesariamente un alcance religioso, no es
necesariamente la verdad revelada, o sea fe, pero por otra
parte no excluye esta determinación" (Óp. cit.)
(Subrayado es nuestro)
La vulgarización de la palabra "creencia" se
utiliza para darle fuerza a la
aseveración que se propone, haciéndola merecedora
de una validez o veracidad a toda prueba. Vocablo que se
utiliza en lenguaje supuestamente "científico y
académico" sin plena conciencia de su implicaciones
epistémicas, o quizás, con la clara
intención de "pontificar el saber".
Lo cual nos remite al concepto de verdad, que se asume
como aceptación o conformidad con el concepto que de la
"cosa", se forma la mente. "El vocablo "verdad" se usa en dos
sentidos: para referirse a una proposición que es
verdadera a diferencia de "falsa". En el segundo caso se dice
de una realidad que es verdadera a diferencia de "aparente",
"ilusoria", "irreal, "inexistente", etc." (Ferrater Mora,
2004)
La verdad es conceptualizada según Abbagnano de
5 maneras:
- La verdad como correspondencia y
relación: Concepto más antiguo, Platón lo uso por primera vez para
referirse al Discurso
de Cratilo: Verdadero es el discurso que dice las cosas como
son y falso como no son. - Como revelación: La evidencia es
considerada a su vez como definición y como criterio
de gravedad. Pero la evidencia es revelación o
manifestación. (San
Agustín) - Como conformidad a una regla: Esta
concepción fue enunciada por primera ves por Platón
"Tomando como fundamento el concepto que juzgó el
más solidó" (Kant) - Como coherencia: Aparece en el movimiento
idealista. Lo contradictorio no puede ser real. La verdad o
realidad es coherencia perfecta. Coherencia atribuida a la
realidad última o Conciencia Infinita.
(Bratley) - Como utilidad:
El primero en formularla fue Nietzche: Verdadero no significa
en general sino lo apto para la conservación de la
humanidad.
En todo caso la verdad es una apreciación
subjetiva de la realidad, asociada a la creencia que la
interpreta objetivamente. Se utiliza en el discurso para
reforzar los criterios expuestos y para que sean asumidos como
validos.
En todo caso la verdad como concepto no es
suficientemente sólida para soportar un análisis serio de la realidad, ni ser
producto de
un trabajo
científico que pretenda darle solución a una
problemática concreta. Tampoco se confirma su
"veracidad" con la utilidad teórica aparente sino con la
aplicación comprobada y operativa del concepto, lo cual
lo califica de interpretación o apreciación muy
próxima a la realidad.
Los dogmas religiosos del cristianismo
se apoyan en la concepción platónica de la verdad
y las bases epistémicas que subyacen en el Mito de la
Caverna. Se sustentan en el conocimiento develado e impuesto contra
toda evidencia real o razonamiento lógico. Los
descubrimientos y nuevas concepciones que sobre el mundo y su
realidad comenzaron a florecer en la edad media
entraron en contradicción con los preceptos establecidos
en la Biblia, imponiéndose estos, por medios
coercitivos.
Las evidencias concretas de la realidad hacia
difícil sostener por la razón los supuestos
bíblicos. La imposición de la "verdad" condujo al
exterminio de los "herejes", personas que contradecían
de alguna manera la versión oficial. La
Inquisición quemó a un grupo importante de
pensadores disidentes, pero a pesar de ella, continuo
desarrollándose nuevos conocimientos.
La contradicción generada entre el florecer de
la ideología que sustentaba el mercantilismo y el
pensamiento burgués, con la moral
católica, así como también los nuevos
aportes cognoscitivos, dio pie para que en el siglo XI,
Tomás de Aquino (1225-1274), religioso, pensador e
ideólogo, integrara el pensamiento platónico y el
aristotélico, mediatizando los resultados de los nuevos
aportes, al denominarlos "verdades" develadas por voluntad
divina. De esta manera redujo el conocimiento y su
producción, al confinarlas al claustro religioso y luego
al académico.
Para la época, Tomas de Aquino enfrento al
pensamiento de Averoes (Abul Walid Muhammad ibn Rusd), quien
nació el año 1126 y murió en 1198,
filósofo, físico, jurista y teólogo
hispanoárabe, quien Introdujo el pensamiento
aristotélico en Occidente Para enfrentar una posible
perdida del control "intelectual" de las masas y del poder
político religioso por parte de la iglesia
romana, Tomás de Aquino, platoniza la praxis
aristotélica; de esta manera, la ciencia se
mediatiza, convirtiéndose en privilegio de la academia,
accesible a un limitado grupo de personas.
"También Santo Tomás difiere de
Alberto Magno (1200-1280). Admite dos caminos para alcanzar la
verdad: uno representado por la fe, el otro por la
razón, pero el primero es de orden sobrenatural, no
está sujeto a error; el segundo, en cambio, por su
naturaleza, puede llevarnos a juicios ilusorios o
equivocados. Por lo tanto es necesario, siempre que esto
sea posible, asumir la fe como criterio de verdad de la
razón. Si las conclusiones de la una coinciden con
la de la otra, estamos seguros de que
nuestro razonamiento ha sido exacto; si están en
desacuerdo estamos seguros que nuestro razonamiento oculta
alguna inexactitud, y por lo tanto tenemos el deber de volver a
serlo tantas veces como sea necesario, para lograr corregir el
error cometido" (Geymonat, 1998:185) (El subrayado es
nuestro)
Frente al peligro que representaba una disidencia en
el área cognoscitiva se formularon soluciones
ciertamente inteligentes dentro de la corriente de pensamiento
dogmático. Se estableció que el conocimiento
develado por la ciencia fáctica era también obra
divina. Si Dios lo permite se llega a la "verdad". De esta
manera, la ciencia fue mediatizada prácticamente desde
su inicio, convirtiéndose, en dogma, dominando la nueva
producción del saber, se institucionaliza y enmarca en
el más riguroso academicismo.
"Tomás de Aquino y Alberto Magno fueron los
principales ideólogos de esa concepción y
lograron combinar el sistema
comprensivo de la naturaleza con la teología y la
ética cristiana"(Ginés, 1993:24)
Muy poco fue el aporte de la edad media para
enriquecer el campo de las ciencias
naturales, si exceptuamos a Alberto Magno, pues la
"autoridad de los maestros" fue siempre esgrimida como
argumento de verdad y certeza (Ginés,
1993:52)
La educación se institucionalizó para
convertirse en el medio de socialización más
efectivo. En el siglo XV se funda la Academia de Florencia por
Marsilio de Ficino y Cosme de Médicis.
"… reunió un círculo de personas
que veían la posibilidad de renovar al hombre y a su
vida religiosa mediante un retorno a las doctrinas genuinas del
platonismo antiguo…" (Abbagnano, 1997:9)
"La evolución histórica nos lleva a
Descartes
(1596-1650) a quien se le conoce como "el padre de la
tradición subjetivista e idealista (como Bacon lo fuera
de la objetiva y realista) en la filosofía
moderna" (Durant, 1980:189).
Desde su nacimiento la ciencia se vio condicionada a
las restricciones epistemológicas impuestas por la
razón cristiana. El conocimiento oficial se superpone a
cualquier evidencia distinta por más soporte concreto y
material que este disponga, para validarlo.
Durante el siglo XX el gran desarrollo alcanzado por
los medios de intervención en la naturaleza, las
comunicaciones y el desarrollo
científico, pero sobre todo, la perdida de poder
eclesiástico sobre el Estado,
permite que la postura epistémica tradicional se abra
paso de manera silenciosa pero segura y progresiva, en
primera instancia entre la comunidad científica y
generadora de innovaciones tecnológicas. En limitados
círculos de investigación científica, se
apartan del uso dogmático y tradicional del
conocimiento, impulsados por la realidad concreta en la que
desarrollan sus investigaciones. Realizando aportes en el
campo filosófico, y poniendo en tela de juicio los
preceptos morales tradicionales. Ejemplo: la ingeniería
genética.El objetivo
fundamental de la postura epistémica tradicional y el
cuerpo ideológico que transmite es obtener una
estructura de pensamiento y una conducta ética
socializada entre los individuos que conforman el
colectivo.Al desarrollarse dentro de una ética social
dada, el hombre aprende y actúa de forma inconsciente,
a comportarse en el colectivo. Su conducta puede ser
interpretada y valorada, únicamente, si es acotada
histórica y culturalmente. Siente seguridad mientras
se mantenga dentro de estos parámetros socialmente
definidos. Asume como suyos los paradigmas conductuales y los
trasmite a su descendencia. Confiriéndole a la
dinámica social el carácter de
reproductor cultural, a través de la impronta
ética o conducta socialmente aceptada.La sociedad se reproduce a sí misma en la
misma medida que configura entre sus miembros su
ética, fundamentada en principios y
valores
que le son propios. Proceso que le otorga perpetuidad
automática, hasta tanto no surja en su seno una nueva
forma de producción, acumulación y
apropiación del excedente social de producción.
Este mecanismo de reproducción cultural y modelador de la
conducta se configura entre sus integrantes bajos los
preceptos y ortodoxia del enfoque epistémica
tradicional.La ideología que sustenta la sociedad,
incluye el cuerpo de conocimientos, normas, valores,
creencias, nociones políticas, así como
también su ordenación, jerarquía y
coordinación, ofrece suficiente soporte
y coherencia a todo el cuerpo social. Este marco
discursivo no solamente justifica la conducta y el desempeño, individual colectivo, sino
que también, condiciona la creación y la
estructura lógica de pensamiento.El enfoque epistémico, define la estructura y
la forma como se aplica el marco ideológico. La
dominación epistémica, define la manera como se
emplean los principios y valores que subyacen en la
dinámica social, definiendo la conducta de sus
integrantes. Al apreciar por la forma a los
congéneres, aplicando radicalmente la escala
estereotipada de valores, se orienta la respuesta individual
al esquema socialmente aceptado, el cual opera de manera
superpuesta a la voluntad de las personas.Un marco ideológico dado pudiera oponerse
radicalmente al que sustenta el status quo, pero no alterara
sustancialmente al cuerpo social y sus relaciones de poder
internas, mientras el esquema epistémico y los
valores éticos prevalezcan. Un cambio social
importante y trascendental conlleva la ruptura
epistémica en el campo de la dominación
cognoscitiva, en la postura de los líderes frente a la
población, asumiendo el rol de proponente y
organizador, y en lo educativo. Para posteriormente
instrumentarse en la población, a través de
acciones
concretas del Estado en la forma de prestación de
servicios.El cuerpo ideológico y la conducta
socialmente aceptada se difunden a través del proceso
educativo formal e informal, validándose
continuamente, con la reafirmación positiva que recibe
el individuo, al actuar dentro de los límites
establecidos, por el cuerpo social.La liberación personal radica en una ruptura
epistémica con la dominación escolástica
y dogmática tradicional, asumiendo la praxis y la
interpretación de la realidad con el objetivo de
transformarla.La educación, tradicionalmente sustentada en
la corriente epistémica platónica, limita el
desarrollo de interpretaciones consustanciadas en la realidad
misma, pues el marco ideológico subyuga y
constriñe el pensamiento entre sus límites del
conocimiento aceptado. Así, la investigación y la generación
del nuevo conocimiento, se encuentran constreñidas,
por el discurso implícito y explicito de la
academia.La educación difunde la ideología y el
conocimiento pertinente, útil y necesario para la
sociedad, así como certifica el modelo
conductual cónsono con sus exigencias culturales,
adecuando la conducta individual, a su racionalidad
socioeconómica. Pero también, mistifica su rol,
atribuyéndose para sí y para el conocimiento,
la connotación de aséptica,
ideológicamente pura, verdadera, y única,
reduciendo así, la capacidad individual para generar
interpretaciones pertinentes, útiles y efectivas de la
realidad.La educación y su contenido están
básicamente comprometidos con la perpetuación
del orden socio-económico al cual
pertenece. Forma parte del instrumento
político, en armonía con la racionalidad
económica, con los objetivos
que subyacen en la dinámica social y con la conducta
esperada de los individuos, la cual se valida en un proceso
continuo y permanente de retroalimentación."Si echamos una ojeada sobre la evolución
del hecho educativo a lo largo del tiempo, comprobamos
fácilmente que los progresos de la educación
acompañan a los de la economía y, en consecuencia, a la
evolución de las técnicas de producción, sin que
sea siempre fácil distinguir las causalidades
respectivas en la complejidad de las
interacciones…. La idea que consiste en
presentar las instituciones de enseñanza como fuerzas
puramente conservadoras, incluso represivas no es
exacta. Sin duda, toda institución es
por naturaleza estabilizadora, y, por otra parte, la
actividad misma de la enseñanza comporta una tendencia
a la repetición, una búsqueda y un culto de la
forma, de la fórmula y de la formulación, lo
mismo que la actividad jurídica. Este
doble rasgo deviene más claro en épocas de
mutación rápida: entonces la educación
parece contrariar el movimiento que ella provoca"
(Faure, 1978,28)La educación juega un importante papel como
institución social en una doble dimensión. Como
agencia de capacitación, transfiere habilidades y
destrezas a los integrantes de la comunidad, y como agencia
socializadora transmite los valores, principios y contenido
ideológico cultural, histórica y socialmente
determinado, pero sobre todo, configura una sumisión y
sujeción epistémica al conocimiento y a quienes
reconoce como autoridad. La institución
educación es esencialmente conservadora, al anteponer
a la realidad, el conocimiento, los valores, los principios
rectores, ideales, todo el marco ideológico que
sustenta el status quo, a través de la postura
epistémica que ha asumido la educativa desde hace mas
de 1000 años. No se refiere específicamente a
la ideología que vehicula sino a la postura
epistemología que utiliza para difundir sus
contenidos.La política es la actividad esencial para la
conformación y consolidación de la
dominación epistémica. La educación,
como instrumento político, es el instrumento
idóneo para configurar el individuo que requiere la
sociedad. La definimos como el arte de
manipular la voluntad de otros en función de intereses
particulares. Pospone, impone, tergiversa, halaga,
manipula, negocia, transige, media, acuerda, ordena,
organiza, desorganiza, entorpece, facilita y cualquier otra
habilidad o subterfugio que permita alcanzar su objetivo,
utilizando la oratoria,
el carisma, el convencimiento, la seguridad personal, entre
otras, paran lograr sus fines.La racionalidad política, sus argumentos, su
lógica y estructura corresponden a un determinado
momento económico, es el resultado de la
correlación de fuerzas que son definidas por la
acumulación de riquezas. El poder es
básicamente económico, lo político es su
expresión. Quien posee el suficiente poder
despliega también los argumentos para instrumentarlo,
para imponerlo.El "poder" significa la plena capacidad de ejercer e
imponer la voluntad, apoyado en la acumulación de
riquezas y la fuerza para aplicarlo. Aunque
frecuentemente se utiliza este término para
categorizar los poderes públicos del Estado, la
capacidad para orientar la vida privada y del colectivo,
radica en la posesión de un volumen tal
de riqueza que se puede anteponer a la voluntad individual o
grupal.La política es el arte de alinear la voluntad
de un colectivo social, en función al interés de los grupos
hegemónicos de la sociedad, de manera expedita,
concertada, fluida, de lo contrario, imponer los argumentos a
través de mecanismos coercitivos, pudiera generar el
conflicto
y la confrontación abierta.El poder para Weber:
(Alemania
1864-1920) consiste en la probabilidad
que tiene un hombre o una agrupación, de imponer su
voluntad en una acción comunitaria. La
aspiración a tener poder viene motivada por el honor
social que este produce. La forma en que se
distribuye el honor social dentro de una comunidad hace
surgir un orden dentro de la sociedad, relacionado con el
orden jurídico y económico –forma de
distribuir y utilizar los bienes y
servicios económicos. (Weber,
1921).Distingue el poder político de las otras
formas de poder, otorgándole autonomía sobre
cualquier otra consideración parte de la premisa del
Poder derivado de Dios, lo cual dificulta la
apreciación de su origen real, a través del
cual es ejercido, por la coacción física
legítima, la amenaza y a ejercer coerción en
caso de trasgresión al orden, a la norma o al
mandato.Resaltamos que el ejercicio del poder a
través del Estado evidencia, en lo político
ideológico, la dominación epistémica
tanto en su contenido como en su acción directa de
presión sobre los
individuos.El Estado es el resultado de las luchas de poder
económico por la apropiación de los excedentes
de producción, se coloca entre los poderosos grupos
sociales y la mayoría, mistificando la
relación de apropiación, colocándose
como una institución supra social.Desde el origen del Estado, la legitimidad y
legalidad
para ejercer dominio sobre
la sociedad, se invistió de divinidad, derivando el
poder directamente de Dios. El imperio de las doctrinas y del
conocimiento oficial se impuso bajo preceptos totalmente
platónico.Los Enciclopedistas de la segunda mitad del siglo
XVIII, recogieron el conocimiento de la época en un
"Diccionario Razonado de Ciencias,
Artes y oficios" esgrimieron razones para que el poder
radicara en el pueblo, impulsando el advenimiento "siglos de
las Luces" y sirviendo de soporte al ideario burgués
impulsor de la Revolución Francesa", todo este bagaje
de información se continuo ofreciendo como
"verdades"La obra entró a formar parte del
Índice de libros
prohibidos por la Iglesia católica en
1759.En este mismo año se les retiró a los
impresores los permisos del Estado para seguir publicando la
obra y d´Alembert abandona el proyecto.
Todo esto no fue obstáculo para que se prosiguiese su
elaboración de forma semiclandestina hasta [[1772],
bajo la vigilancia complaciente de determinadas autoridades,
y se completasen los diecisiete volúmenes de la obra.
(Wikipedia, 2007)Los Enciclopedistas, entre ellos J.J. Rousseau
(1712-1778), elaboradores de la ideología que
sustentan la racionalidad burguesa-capitalista durante la
Revolución, como se extrae de las
siguientes citas:Lo que sigue es la transformación de la
sociedad. El programa del
Contrato
Social se basa en el establecimiento de "una forma de
asociación (…) mediante la cual cada uno, al unirse
a todos, no obedezca, sin embargo, más que a sí
mismo y quede tan libre como antes" RousseauSe trata pues, de una nueva modalidad de contrato
social que devuelva al hombre su estado 'natural' sin que por
ello deba dejar de pertenecer a una comunidad. No es, como
quiere Hobbes, un contrato entre individuos, ni de los
individuos con un gobernante, como propone Locke: es
un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con
la comunidad. Cada uno de los asociados se une a todos y a
ninguno en particular.Este pacto, crea la voluntad general que ni es
arbitraria ni se confunde con las con la suma de las
voluntades egoístas de las voluntades individuales de
los particulares. Entonces aparece el concepto de soberanía, el soberano es la
voluntad general, la cual es inalienable (no se delega,
el gobierno
no es sino un ejecutor de la ley que emana
de la voluntad general, y puede ser siempre substituido), es
indivisible (no hay división de poderes, como
postulan Locke y Montesquieu.Rousseau entiende establecer de este modo
simultánemante, la soberanía popular y la
libertad individual. Porque, al hacer contrato con la
comunidad, cada individuo está realizando
también un contrato con sí mismo, en tanto
que al obedecer a la "voluntad general", está
siguiendo su propia voluntad.
(Idóneos)Posteriormente la correlación de poder en
manos ya de la burguesía, redujo con sus argumentos,
la base de representación popular, a quienes
poseían bienes y tierras, a los
propietarios. Durante estos dos últimos
siglos, las luchas populares y conceptos como la
democratización en las tomas de decisiones
políticas, han expandido la participación a la
totalidad de las personas que conforman la sociedad, pero el
dominio legal a través del Estado, se ejerce aun en
nuestros días, bajo el enfoque epistémico
platónico.El concepto moderno de Estado, al igual como en
épocas anteriores, entre sus propósitos se
encuentra la perpetuación del orden establecido
asumiendo funciones de
seguridad, represión, educación, salud y comunicación. Para preservar el orden
social, el marco legal, la moral, los principios y valores,
las costumbres, la cultura inherente se trasmite como un
dogma, utilizando mecanismos, sutiles y de coerción,
orquestado bajo la imposición ideológica. La
coherencia social se garantiza mediante la coacción
epistemológica. Las leyes,
normas, moral y evaluación y valoración del
actuar de los miembros de la población se ordena,
trasmite y reproduce como una "verdad" absoluta la cual no
puede ser sometida a critica ni contravención. La
ortodoxia platónica en todo su esplendor. No se limita
a la producción y gerencia
del conocimiento en el plano estrictamente académico,
es especialmente un instrumento de dominación de
Estado, independientemente del marco ideológico que lo
sustenta. La "verdad" se impone por su validez oficial.
Allí radica el problema. Se abandona la realidad
sustituyéndola por razones lógica que se
imponen en razón a su supuesto valor humanitario, por
ser justas, o simplemente "verdad"El Rey deriva su poder de Dios, ungido por su
representación en la
tierra. En el reside la soberanía,
detentado la máxima posición
política. "La voluntad del soberano es Ley
para el pueblo" dicho que refleja el poder absoluto, sobre la
vida y la muerte
de sus súbditos, y claro, llegando hasta controlar el
pensamiento de la gente.La forma pertinente al sistema capitalista es el
Estado Republicano, democrático, con separación
de poderes descrita por Jean-Jacques Rousseau en el Contrato
Social o Principios de Derecho Político (Encarta,
2003). En su forma utópica, la
soberanía radica en quienes detenten la propiedad
de la tierra y
los medios de producción, gozando del derecho de
elegir y ser elegidos para cargos públicos, excluyendo
por consiguiente a la mayoría. A pesar que el Estado
Republicano es una concepción burguesa, planteada y
ejecutada por hombres supuestamente ilustrados, quienes
pregonaban la libertad, la igualdad y
la fraternidad, la concentración de poder y su
ejercicio, es claramente dominante de la voluntad del
colectivo.Aún hoy en día, el control del Estado
es una aspiración más que una realidad. Quienes
han detentado históricamente el poder económico
y político, han limitado el acceso de la
mayoría a la toma de
decisiones, creando ilusiones de participación a
través del sistema
político y del mecanismo formal de
elección.La regularización de la
personalidad jurídica del Estado bajo la forma de
Constitución, deriva o debería
derivar su poder de la voluntad soberana del pueblo, pero en
realidad, el poder real se encuentra en quien posea o detente
la mayor riqueza. Este poder económico se
esconde detrás del Político, derivando en
Leyes, Reglamentos y Normas Oficiales lo mecanismos legales
que garanticen el flujo de acumulación de riqueza y la
perpetuación del sistema en que sustentan la
apropiación. Es el marco legal doctrinario elaborado a
espalda de la realidad del ciudadano común, se redacta
y ejecuta como un compendio para comparar el hacer humano,
para decidir si muestra una
conducta buena o mala, correcta o incorrecta, legal o
no.Marco positivo contra el que se compara y cataloga
la conducta de los integrantes de la sociedad. Es una forma
particular de ejercer el dominio epistemológico
platónico, pues los elementos establecidos como marco
para juzgar la conducta, se gravan a un nivel tan
subconsciente que forman parte de la personalidad de las personas. Nadie desea ser
malo ni pecador, y para ello, todas las acciones, por
más cruentas que sean, se justifican en el esquema de
valoración de la conducta
humana. Se llega a calificar, a considerar que las
oportunidades que ofrecen la sociedad son para todos, quienes
no las aprovechen, son débiles, inferiores, temerosos,
o cualquier otro epíteto que resalte y justifique la
conducta de fuerte. Sin que el Estado realmente garantice el
acceso a todos los servicios
públicos al grueso de la
población.Se han justificados guerras
para civilizar, libertar, para llevar justicia,
por la verdad, por credos, por cualquier "buena" excusa que
coloque al agresor en una posición de libertador, de
bueno, héroe o cualquier categoría superior,
digna de emulación, elogios y respeto.
Aunque en realidad su discurso esconde intereses
económico, políticos de dominación,
expansión territorial, o fortalecer su posición
geopolítica. Exponiendo su
justificación como una "verdad ineludible",
creyéndosela y transfiriéndola a quienes
padecen de "ingenuidad epistémica".Los héroes "buenos, desinteresados, blancos,
bellos, poderosos e identificados con cierta nacionalidad; únicamente existen en las
tiras de dibujos
animados. Con valores "positivos" dignos de emulación.
Esta "inocente" diversión infantil programa y
condiciona desde la más tierna edad una conducta
deseable, cónsona con los intereses de quienes la
diseñan y difunden. Configurando en la conducta de los
individuos la noción de espontaneidad y naturalidad en
su estructura de pensamiento y de desempeño social.
Privando la forma y el pensamiento superfluo sobre la esencia
de la acción.La conducta socialmente definida y aceptada es
apreciada y valorada por el estereotipo aceptado, construido
sobre elementos formales y superficiales, basados en los
esquemas de belleza, color,
aspecto, signos
positivos en general. Generando en la sociedad, un gran
numero de excluidos, resentidos, que claro esta, no
reúnen las condiciones exigidas.La superficialidad de la valoración con la
que se juzga la realidad, esconde intereses políticos,
económicos y sociales que orientan la respuesta del
colectivo en cierta dirección. Claro que favorece, directa
o indirectamente, a los grupos que son especialmente
beneficiados por las relaciones sociales.Al encontrarse implícita, transparente a la
mayoría de las personas, la impronta
epistémica, la ideología imperante y el
marco
teórico conceptual que rige el actuar en sociedad,
la misma se asume espontánea y condicionada por la
naturaleza
humana.Por lo tanto, al disponer de una noción
sesgada, interesada y distorsionada de la realidad, la
capacidad para actuar acertadamente en ella, se encuentra
limitada. De intentar alcanzar los objetivos concretos de
trasformación o reducción de situaciones
indeseables, solamente podrían lograrse de acuerdo al
poder y relevancia que tenga el proponente. Pues, quienes
tengan una visión objetiva de la realidad e impulsen
soluciones reales y concretas a los problemas existentes,
afectaran indudablemente la relación de fuerzas
presenten en la situación bajo
análisis.Como solución ante una interpretación
deficiente y para solventar la dura competencia que significa una discusión
entre personas que se suponen dueños de verdades y
creencias con poco sustento concreto y material, se recure a
"trampas, a implementar soluciones "creativas",
llegándose a irrespetar al contrario siendo más
"vivo".Claro, aceptar la competencia abierta
significaría, correr el riesgo de
quien disponga mayor conocimiento sustentado en la realidad,
desplace a quien exponga como criterio, ideas mágicas
e ingenuas, sustentadas en creencias.La inseguridad que genera la apreciación
subjetiva de la realidad, por la dificulta de intervenir con
propiedad, produce respuestas agresivas e irreflexivas. Si se
dispone de una alta cuota de poder o de autoridad, las ideas
se imponen como criterio del dominante, sin que medie el
más mínimo respeto por los afectados. Esta
posición frente a la realidad, conduce a cometer
injusticia, irrespeto, discriminación, resentimiento,
desanimo, desmoralización, en especial, en las
instituciones universitarias donde supuestamente prevalece el
análisis, la discusión de ideas, la democracia, etc.La impronta cultural que sustenta la relación
cognoscitiva de las personas que integran una sociedad, se
encuentra gravada en la estructura de pensamiento del
colectivo. Es imposible, pretender concientizar masivamente
la dominación epistémica, pues se afecta la
sensación de seguridad que comparte la
población. Pero es factible, modificar progresivamente
los valores, la ideología y las relaciones entre
gobernantes y sociedad, permitiendo una mayor
participación de la ciudadanía en las tomas de decisiones y
en la obtención de beneficios individuales, en base a
la participación directa e intencional en la
obtención del sustento y en la participación en
política real.El problema no es como solventar la
concientización masiva de las mayorías pero si
es una grave situación la orientación
epistemológica de quienes se denominan líderes
ilustrados de la sociedad. Significa también un grave
inconveniente en la formación de hombres
críticos, proactivos, emprendedores e innovadores, la
ortodoxia epistémica de las universidades,
instituciones políticas y la de sus líderes.
Estos se mantienen aferrados cerrados a una ruptura
intelectual, imponiendo sus criterios, llegando hasta
utilizar mecanismos coercitivos.El propósito de este trabajo radica en
mostrar como las instituciones universitarias,
históricamente, han quedado retrazadas al continuar
pontificando bajo la ortodoxia del enfoque epistémico
Platónico. Exponer al debate
público la dominación epistémica que aun
subyace, en las instituciones de educación superior y
la imposibilidad de las mismas, para contribuir en la
construcción de un venezolano participativo, promotor,
productivo, efectivo, responsable, ciudadano, interesado en
la problemática socioeconómica nacional y en la
construcción de una sociedad fundamentada en
principios y valores de igualdad, democracia, respeto,
inclusión, así como también, segura,
eficiente, etc.Pero a nuestro juicio, la universidad tradicional venezolana, al menos
en el corto plazo, no puede adaptarse epistémica,
ideológica ni metodológicamente, para
contribuir en la conformación de la sociedad que
pretende emerger.- Epistemología, ciencia,
política y educaciónPara interpretar la imposibilidad institucional que
presenta la Universidad para responder efectiva y
pertinentemente en la formación del nuevo ciudadano,
debemos analizar su origen y las bases filosóficas
sobre las cuales soporta su acción.La Universidad es una institución educativa
con mayor antigüedad y ha perdurado desde los comienzos
del renacimiento europeo, surgiendo de escuelas
que habían alcanzado el grado de Studium Generale
existentes desde la Edad Media en algunos monasterios
(Bologna, Sorbonne, Córdoba, San Millán,
etc.).La Universidad de Bologna (Italia) es
la primera en haber sido fundada (1088) famosa desde la Edad
Media por sus escuelas de Humanidades y Derecho. Le
siguió la Sorbonne de París, fundada a mediados
del siglo XII, por Robert de Sorbon, capellán y
confesor del Rey San Luis de Francia
gozando de gran prestigio por su escuela de
teología.La Universidad de Oxford data del año 1167,
documentos de
la época acreditados a Enrique II de Inglaterra, dan constancia de su existencia,
pues no existen actas de su fundación. En ellos
prohibió a los estudiantes ingleses la asistencia a la
Universidad de París. Oxford fue considerada escuela
superior en teología y humanidades, desde su inicio,
aunque desde el siglo XVI, aborda otros temas que le dan la
calificación de una universidad científica,
dedicada a la investigación.El Rey Alfonso IX de España
fundó la actual Universidad de Salamanca, en 1218.
Obteniendo en 1255, la validez universal a sus
títulos, gracias al papa Alejandro IV.En este breve recuento histórico sobre el
origen de las universidades europea, fundamento de las del
muevo mundo, muestra la vinculación entre la
institución y la religión católica. La cual
determinó su carácter escolástico y
dogmático. Sellando la relación
epistémica que subyace aun en las universidades del
Muevo Mundo.Gracias a la unión que hay entre nuestra
Iglesia y nuestro Estado, los teólogos
católicos casi han conseguido mantener la
instrucción pública a su mismo nivel.
Aún las ramas de la ciencia que parecen menos
relacionadas con la religión, no pueden escapar de la
férula de los teólogos, y el mismo
espíritu que hizo a Galileo retractarse de rodillas de
sus descubrimientos astronómicos todavía obliga
a nuestros profesores a enseñar el sistema de
Copérnico como una hipótesis.La verdad es que al lado de los teólogos
católicos ninguna empresa de la
inteligencia humana es inseparable de la
religión. Desde el comienzo del cristianismo la
doctrina cristiana ha estado siempre mezclada con las
opiniones filosóficas de los que la enseñaban.
Las mismas Sagradas Escrituras, a pesar de su inmenso valor
para la formación moral, frecuentemente tocan de paso
algunos temas que no guardan relación con su principal
objeto y tratan de la Naturaleza y de la sociedad
civil de acuerdo con las ideas de un pueblo rudo en un
período verdaderamente primitivo de su historia.De aquí la intrusión de los
teólogos en todas las ramas del conocimiento humano,
que todavía defienden los poderes civiles en gran
parte de Europa,
pero en ningún otro lugar tan monstruosamente como en
España. La astronomía tiene que pedir permiso a
los inquisidores para ver con sus propios ojos. La anatomía es juzgada sospechosa y
vigilada de cerca siempre que toma el escalpelo, y la
medicina
tuvo no poco que sufrir cuando se esforzaba en borrar del
catálogo de pecados mortales el uso de la quina y la
vacunación. No sólo hay que creer lo que cree
la Inquisición, sino que hay que dar fe
implícita a las teorías y explicaciones de sus
teólogos. (Blanco, 1775)La cita anterior que data de 1775, resumen el
carácter dogmático del origen de la
institución universitaria, convalidando, por la fecha
en que se generó, lo pertinaz de la ortodoxia
epistémica. A tal nivel, que a pesar del tiempo
trascurrido hasta la fecha, del desarrollo
tecnológico, científicos y humanísticos,
continua presente el predominio del mundo de las ideas en la
conformación del pensamiento universitario
actual.Las universidades venezolanas al igual que las
europeas tuvieron sus orígenes en la religión
católica, manteniendo la impronta epistémica
que surge de los seminarios.La hoy denominada Universidad Central de Venezuela
(UCV) "Nacida en 1721 por orden de la real
cédula del Rey Felipe V de España bajo
el nombre de la Real y Pontificia Universidad de Caracas
tomando los espacios del seminario
Santa Rosa y luego del convento San Francisco, en un
principio se impartían clases de Teología,
Medicina, Filosofía y Derecho exclusivamente en el
idioma latín. Fue denominada "Real y Pontificia" por
estar bajo la tutela y
protección del Monarca español y del Sumo Pontífice".
(UCV, 2007)En Venezuela la Universidad de Los Andes (ULA)
tuvo sus orígenes en el año 1785, en fecha 29
de marzo, cuando el Obispo de Mérida Fray Juan Ramos
de Lora fundó una Casa de Estudios que elevada luego a
Seminario, cuyo nombre fue el de Real Colegio Seminario de
San Buenaventura de Mérida, habría de
convertirse en Instituto Universitario. El 21 de septiembre
de 1810 la Superior Junta Gubernativa de la provincia
expidió el decreto de creación de la Real
Universidad de San Buenaventura de Mérida de los
Caballeros, concediéndole al Seminario la gracia de
Universidad, con todos los privilegios de la de Caracas y con
la facultad de conferir "Todos los grados menores y mayores
en Filosofía, Medicina, Derecho Civil
y Canónigo y en Teología"
(ULA.2007)Su origen además de continuar la
tradición medieval europea, impregna de su
posición epistémica la gestión
del conocimiento. Evidente en el Artículo 1, de la
Ley de Universidades: La Universidad es fundamentalmente una
comunidad de intereses espirituales que reúne a
profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y
afianzar los valores trascendentales del hombre. (Venezuela,
1960) (Subrayado es nuestro).En el Artículo mencionado de la Ley de
Universidades, (08/09/1960) se observa que se conserva el
carácter primigenio de "comunidad de intereses,
agregándosele el término "espirituales" para
denotar el desarrollo de uno de los elementos de la
dicotomía en que, desde la Edad Media, se consideraba
constituido el Hombre. La "comunidad" conforma su figura
legal, indicando el carácter cerrado del grupo de
personas que la constituye.En el latín medieval UNIVERSITAS se
empleó originariamente para designar cualquier
comunidad o corporación considerada en su aspecto
colectivo. Cuando se usaba en su sentido moderno denotando un
cuerpo dedicado a la enseñanza y a la educación
requería la adicción de un complemento para
redondear su significado "UNIVERSITAS MAGISTRORUM ET
SCHOLARIUM", por ejemplo (Ibidem) (Subrayado es
nuestro)El otro aspecto medieval que se evidencia del
Articulo de la Ley es la "búsqueda de la verdad",
haciéndose referencia al concepto de conocimiento
develado, asumido por Tomas de Aquino. - La
universidad. - Epistemología
universitaria
A la educación se le ha mistificado su rol,
como hemos mencionado antes se le ha considerado la
dueña del saber, la autoridad para pontificar sobre las
"verdades" aceptadas, se le ha atribuido imparcialidad y pureza
en cuanto a su postura política, pero en realidad es una
institución que se ha superpuesto a la sociedad como
regente del conocimiento valido socialmente y pontifica al
respecto. Los docentes
asumen la actitud de "escultores", que al igual que sobre
arcilla fresca, labran sus saberes y valores éticos, en
los discentes.
Esta antigua actitud y los preceptos
filosóficos que la sostienen, aun prevalece en nuestra
institucionalidad educativa, que lejos de trasmitir un supuesto
conocimiento aséptico, tiene una altísima
connotación y vinculación con la racionalidad
económica, política y cultural, así como,
con la ideología que ofrece coherencia y subyace en toda
la estructura
social. Todo ello, bajo preceptos epistémicos que
labran el proceso lógico explicativo, el se convierte en
un mecanismo intrínseco de autolimitación
interpretativa.
La educación y específicamente la
educación superior no escapa de la ética social
imperante, ni de las aspiraciones de la población ni de
su estructura formal de pensamiento. La sociedad y sus
instituciones forman un todo coherente y armónico. Como
reflejo de la coherencia, los integrantes del proceso educativo
muestran una conducta en concordancia con lo requerido con la
dinámica socioeconómica: El mercado
laboral
requiere un cumplidor de ordenes, de nivel técnico,
así como cumplidor de ordenes, del horario, respetuoso,
responsable y conformista. Un profesional, analítico,
creativo, proactivo, identificado con la empresa,
proponente, emprendedor, no entrar entre las preferencias de
nuestro mercado laboral. Los educadores prefieren limitarse a
reflexiones teóricas antes que corres el riesgo de
interpretar la realidad. Los estudiantes prefieren repetir,
mantenerse seguro, ajenos
al riesgo que representa el análisis, la creatividad
y innovación, lo cual, les permite sentirse
seguros en la evaluación y su vida laboral posterior.
Todo ello en un aberrado equilibrio
que mantiene un sistema social y económico aferrado al
consumismo, al sector servicio muy
leer de la producción, la eficiencia y la
efectividad.
Independientemente de la posición
política que se asuma, o Venezuela produce, utiliza sus
múltiples recursos
naturales y humanos en función productiva, se hace
competitiva o el peligro de perder la nación y la sociedad que tenemos, se ira
haciendo mayor cada día que pase. Reflexionemos sobre el
futuro y sobre el instrumento "educación superior" que
disponemos:
- ¿Las universidades nacionales tienen
conciencia del peligro que para el desarrollo nacional y la
consolidación de la nación venezolana representa el viejo
esquema epistémico? - ¿Es suficiente responder a las limitadas
aspiraciones del venezolano y de su mercado laboral para
definir la pertinencia social de las universidades? - ¿Acaso no existe clara evidencia de la
dicotomía entre la sociedad que se necesita y las
instituciones de educación superior que plantean la
sociedad que quieren? - ¿Las universidades repiten y hacen, lo que
"saben y siempre han hecho"? - ¿Las universidades, se consideran
dueñas de la "verdad"? - Para que Venezuela pueda competir efectiva y
eficientemente en el campo del desarrollo socioeconómico
y propenda a convertirse en un país de primer orden,
¿Acaso su lideres en lo educativo, político y
económico, no requiere realmente reducir su dogmatismo,
el fundamentalismo doctrinario, la presunción de
sabiduría, así como, cambiar su actitud arrogante
y presuntuosa en relación con la gestión del conocimiento?
La respuesta a todas estas preguntas las debemos
buscar en la realidad misma de la institución y de la
respuesta que estamos ofreciendo a quien supuestamente se
sirve: el pueblo.
Para que Venezuela y su gente, podamos competir
efectivamente en el campo del desarrollo socioeconómico
y propenda a convertirse en un país de primer orden.
Entonces al menos su liderazgo
educativo, político y económico, debe reducir su
dogmatismo, el fundamentalismo doctrinario, la
presunción de sabiduría ante la realidad,
así como, la actitud arrogante y presuntuosa ante el
colectivo.
La arcaica cultura epistémica de la que se
nutre el infante desde su nacimiento, se ve reforzado por la
educación formal, fortalecida en la universidad y
validada por acción de control social y que le
acompaña, durante toda su vida.
La dominación epistemológica es un
mecanismo muy eficiente de vigilancia, control y
regulación, autoinfringido; que mantiene orientado a la
persona y en
sintonía con la conducta social aceptada, pero no
necesariamente la que necesitamos.
Dentro de estos límites establecidos por el
cuerpo ideológico de la sociedad, "todo marcha bien".
Claro, el enfoque epistémico determina la
aceptación del cuerpo ideológico y la
ética social, validándose en el quehacer diario.
Las controversias y conflictos que frecuentemente se presentan
no radican en hacer prevalecer la noción mas objetiva de
la realidad, sino quien tiene mayor poder para imponer sus
criterios.
La epistemia ortodoxa no permite comprender e
interpretar la realidad objetivamente, por lo que las
discusiones sobre cualquier punto de vista, se diluyen y
pierden importancias o por el contrario, producen graves
problemas interpersonales, sin que nadie se ponga de acuerdo.
En la academia, las discusiones "científicas" se dirimen
en base al conjunto teórico aceptado o por la
imposición de quien apabulle al colectivo. Las razones y
evidencias concretas son obviadas en aras de mantener el
"equilibrio académico" y sin entrar en conflictos con
quienes sustentan ideas contrarias.
La capacidad de la razón explicativa y su
potencial interventor, no tiene ninguna importancia, por el
contrario, al someter al análisis y la critica al
conocimiento académico, el nuevo concepto se convierte
en un elemento de perturbación del status quo y se
desecha a priori.
El temor a contrariar "lo establecido", limita a
quienes de alguna manera osan elaborar discursos
que lo contraríen. Limitando la creatividad y la
innovación en los centros de educación
superior.
La discusión académica sobre cualquier
tema, más que enriquecer los conceptos, métodos
e instrumentos de la propuesta se realiza con cierta
saña, propia de quienes ven peligrar su posición
en la comunidad. No se discute para enriquecer el tema en
cuestión sino por la defensa a ultranza de un prestigio
académico-personal, erróneamente
concebido.
No es propio del ambiente
universitario actual, que las ideas, opiniones y los resultados
de investigaciones sean sometidas a análisis y
discusión interna que incentive el desarrollo de la
producción científica, a menos que sean
presentadas en eventos de
carácter científicos, donde la
presentación y el debate tienen un tiempo muy
limitado.
De ser sometidos lo aportes investigativos a
análisis y discusión de grupos de personas
interesadas, se generaría además una sana
competencia que incentivaría la producción y la
creatividad. Pero la competencia por antonomasia está
execrada del ámbito académico. Es más
conveniente reprimir, desacreditar, relegar, cualquier trabajo
o propuesta científica que contrarié el
conocimiento aceptado.
La competencia es una aptitud y actitud, que por
más que este presente en la naturaleza humana, es
moralmente inaceptable por la religión católica.
El hombre es considerado una "creación divina", por lo
tanto, no debe mostrar una conducta animal que contraríe
tal creencia. Aun en nuestra sociedad la conducta competitiva
se enmaraña en un tejido ideológico de excusas y
suposiciones, que encubre cualquier acción de irrespeto
y menosprecio, como "viveza del venezolano".
La "intencionalidad" es también considerada
como un "bajo instinto" indigno del ser humano. Tener
intención, desear beneficio o causar prejuicio es
una actitud mal considerada. El deseo de perjudicar
expresamente a otra persona, puede conducir a acciones
delictivas, que se ven exacerbadas por el sentimiento de
menosprecio y resentimiento. Estas condiciones personales
tienen su origen en el desconocimiento o la no
aceptación de la responsabilidad individual en la competencia
abierta. No nos referimos exclusivamente a la conducta exhibida
por delincuentes, sino también por aquellas que con
altos niveles educativos, que muestran claros signos de
resentimiento, pues atribuyen sus "fracasos" a los
demás.
Al encubrir la intencionalidad y la competitividad que orientarían los logros
de metas concretas en el desempeño social,
político, profesional, no deja otra alternativa
psíquica que atribuir a los "otros", nuestra
frustración.
Aceptar la competencia y la intención permite
desarrollar, en el caso de universidades, reglas claras que
normen los distintos procesos
académicos y administrativos, entre ellos, la
elaboración, presentación y defensa de los
distintos trabajos que se realizan en una universidad. Pero
como evidencia de su carencia, lo formal prevalece como valor
ante lo sustantivo, lo importante.
Mientras no existan manuales de
procedimiento
con el suficiente desarrollo y amplitud, que abarquen todos los
aspectos que conllevan el devenir universitario, y estos se
apliquen con la suficiente claridad y equidad; en
la institución universitaria se continuaran produciendo
toda clase de desigualdades, frustraciones y resentimientos,
claro esta, justificándolas con cualquier tipo de
justificación "plausible".
Cuando lo formal, teórico y aparente se tiene
como lo realmente importante, se asume que cumplir los
requisitos es perentorio antes que generar las condiciones que
se requieren. Aprobar las asignaturas y los trabajos
encomendados es considerado suficiente para alcanzar el grado
académico, sin evaluar que se satisfagan las condiciones
requeridas por el perfil de egreso.
Otro elemento formativo no menos importante, es
construir la apreciación de la realidad a partir de sus
elementos constitutivos, sin tener en cuenta que la "cosa"
estudiada, basa su existencia en la satisfacción de una
necesidad presente en su entorno. Sus componentes y relaciones
internas no son más que un reflejo de su razón de
ser. Al tratar de interpretar la realidad a partir de sus
elementos, la capacidad interpretativa se pierde, debido de
carecer de guía o punto de partida que la
oriente.
Por ejemplo, la bombilla eléctrica inventada
por Thomas Alva Edison no ocurrió ni por la
conexión de piezas ni por azar, el inventor sabia
exactamente lo que buscaba. Probo diferentes elementos, y
ensayando logro combinar los adecuados, teniendo siempre como
horizonte lograr alumbrar de manara eficiente, efectiva y menos
peligrosa.
Cuando se administra un programa de formación,
se imparten una serie de asignaturas que van desde las
más sencillas y teóricas hasta las más
complejas, con cierto barniz de contacto con la realidad al
final de la carrera. Pero ¿dónde y cuándo
se instruye al estudiante en la misión
profesional, social y científica del medico, del
abogado, de ingeniero, etc.? Se pretende que lo deduzca por si
mismo al final de sus estudios, perdiéndose en la
maraña que significa ensamblaje una concepción a
partir de las partes. Esta forma de abordaje epistémico
de la realidad, prevalece en todo el quehacer universitario. Ni
se conforma un pensamiento holístico, totalizante; ni se
conforma una actitud analítica y crítica, pues no
se configura la interpretación, a partir del rol que la
"cosa" juega en su contexto.
Pero lo que se transmite en la formación de la
criticidad y análisis del futuro profesional, no permite
comprender la totalidad y dirigir en consecuencia sus esfuerzos
interpretativos a la "cosa" sino a su interior, no a al rol que
cumple en el entorno donde actúa y al cual
pertenece.
Es conveniente aclarar que el cuerpo ético e
ideológico que se adquiere en el proceso de
formación universitaria se valida y ratifica en un
contexto socio productivo. Si este exige una respuesta
educativa en concordancia con la acriticidad y conformismo, el
sistema responde en consecuencia. Así se completa el
círculo: la universidad esta generando el perfil de
egreso que la sociedad esta demandando y esta a su vez se
alimenta del egresado que produce. Eso es pertinencia social
real.
El control epistémico universitario, impregnado
en el pensamiento de sus miembros, permite que el marco
ideológico social, se superponga como mecanismo de
regulación de la sociedad. Validándose en la
dinámica socioeconómica y
retroalimentándose continuamente.
Como mencionamos anteriormente, la sociedad ha
prestado un gran servicio al hombre en cuanto a la seguridad
que le ha ofrecido para el incremento productivo de bienestar
material, pero el desarrollo del hombre analítico,
creativo, innovador, proactivo, participativo y comprometido,
no ha estado entre sus prioridades. Quienes han manejado el
poder no tienen entre sus objetivos el desarrollo del
individuo, sino mantener el flujo de apropiación de
excedentes de producción, aunque cambien o pretendan
cambiar, sus beneficiarios.
La sociedad actual venezolana se debate entre
preservar el status quo y asumir el cambio de su racionalidad
socioeconómica. Nuevas oportunidades se abren camino
para impulsar un cambio de mayor impacto dejando atrás
las viejas y obsoletas instituciones educativas. En la medida
que la confrontación entre lo conservador y el progreso
ocurra, se fragua en su seno, como un crisol social, una nueva
racionalidad y nuevas estructuras.
El Proceso de depuración tomará su
tiempo pero inexorablemente ocurrirá. Emergerá un
nuevo orden social, pero especialmente un hombre
intelectualmente maduro, disponiendo de un enorme contingente
de recursos cognoscitivos e interpretativos de la realidad, lo
que le permitirá interactuar de manera exitosa en su
contexto. Una sociedad proclive al desarrollo del individuo
sobre el exasperante individualismo actual.
La educación en general y la superior en
particular, requiere incrementar su efectividad, pertinencia y
eficiencia, con miras a egresar un hombre que propendan a la
creatividad y la innovación en la vida social,
profesional y académica.
La universidad que asuma un rol protagónico en
este sentido, tomara las riendas en la construcción de
una nueva institucionalidad. Abriendo camino para avanzar de
manera armónica y coherente con la Venezuela que emerge,
potenciando la soberanía social, territorial,
económica y política.
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Caracas.
Resumen
curricular
Pedro Gutiérrez Leal. Naci: Puertos de
Altagracia, Zulia, el 20/11/1947. Doctor en Desarrollo
Económico y Social (Paris I 1981). Diplome d'Etudes
Approfondies DEA en Desarrollo Rural en Países de
Economías Periféricas (Paris I, 1979). Ingeniero
Agrónomo (UCV. 1975). Director de la Dirección de
Investigación y postgrado UNA 2006-2007). Coordinador
del Área administración y Gerencia
Educativa y Profesor de Postgrado en la Maestría
en
Educación a Distancia.
Universidad Nacional Abierta (UNA) (2000-). Profesor de
Administración y Gerencia en la
Escuela Nacional de Administración y
Hacienda Pública (ENAHP) (1996-1999) Profesor del
núcleo de Postgrado de Administración y
Planificación
y Técnicas
de Producción de Conocimiento en la Universidad
Yacambú, Núcleo Inter universitario "Guillermo
Morón"Modalidad a Distancia On Line(1995-1999),.
Profesor de Planificación
Estratégica y Gerencia de
Empresas en las siguientes
instituciones: Universidad
Metropolitana, Uni.Vargas. Profesor de Economía
Venezolana y Desarrollo (IUPFAN – Postgrado. Prof.
Desarrollo Agrícola y Rural. Especialización en
Derecho y Reforma
Agraria. De Instituto Ibero Americano de Derecho y Reforma
Agraria (ULA). Asesor de empresas
(1990-1999) Co-diseñador Institución
Educación Superior (1999).
Pedro Gutiérrez Leal
Universidad Nacional Abierta (UNA)
Caracas, Venezuela
Mayo 07
Caracas: Ponencia aceptada y expuesta en las Jornadas de
Investigación y Postgrado 2007 de la Universidad Nacional
Abierta 12 al 14 de Noviembre 2007
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