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La mama (página 2)




Enviado por Christian Lago



Partes: 1, 2

D. INFLAMACIONES

1. Mastitis
aguda

Se produce durante la lactancia
materna, la mayoría en el primer mes. Durante la
lactancia la mama es sensible a la infección
bacteriana pro el desarrollo
de gritas y fisuras en los pezones. Los staphylococus
aureus
o los estreptococos invaden el tejido mamario. Los
síntomas se presentan con una mama doloros y fiebre.

2. Mastitis periductal

En este proceso
las mujeres igual que los hombres, presentan un masa
subareolar y eritematosa y dolorosa, que se interpreta como
un proceso infeccioso. Existe una extraña
relación con el tabaquismo.
Se ha sugerido que un déficit de vitamina A asociado
al tabaquismo o sustancias tóxicas del tabaco
alteran la diferenciación del epitelio
ductal.

3. Ectasia de los conductos
mamarios

Este trastorno tiende a producirse en la quinta o
sexta década de vida. Generalmente se produce en
mujeres multíparas y no se asocia al tabaquismo. Los
pacientes presentan una masa periareolar palpable mal
definida con retracción cutánea y
secreción espesa blanquecina por el
pezón.

Figura 1. Presentaciones cllínicas comunes
de mastopatía. Durante un periodo de 10 años, 372
mujeres de 40 años de edad acudieron a 539 visitas en una
organización de mantenimiento
de la salud para los
síntomas de mama enumerados.

4. Necrosis grasa

Puede presentarse como una masa palpable indolora,
engrosamiento o retracción cutánea, zona de
densidad
mamográfica o calcificaciones
mamográfica.

5. Mastopatía linfocítica (Lobulitis
linfocítica eclerosante)

Se presenta como una o múltiples masas duras
palpables. Las lesiones son tan duras que puede ser
difícil obtener tejido por biopsia con aguja.
Microscópicamente muestran una estroma colagenizada
alrededor de conductos y lobulillos atróficos. La
membrana basal epitelial con frecuencia está engrosada.
El epitelio y los vasos sanguíneosestán rodeados
por un prominente infiltrado linfocítico.

6. Mastitis granulomatosa

Son causados por enfermedades raras. Se
producen hongos,
microbacterias más frecuentemente en pacientes
inmunodeprimidas o en el contexto de prótesis
mamarias o piercing en los pezones. Es una enfermedad
infrecuente limitada a la mama que presenta granulomas que
afectan al epitelio lobulillar. Sólo afecta a mujeres
que han tenido hijos.

  1. 1. Cambios mamarios no proliferativos (cambios
    fibroquísticos)

    Estas lesiones llaman la atención cuando parecen un carcinoma al
    producir bultos palpables, zonas de densidad o
    calcificaciones mamográficas o secreción por el
    pezón. Por palpación las áreas afectadas
    pueden tener un aumento de consistencia difusa mal definida,
    además de nodularidades discretas que pueden
    dificultar la detección de otras masas mamarias. Los
    quistes son la causa más común de una masa
    palpable y un signo de alarma cuando son solitarios, firmes y
    no movibles. Las calcificaciones se encuentran con frecuencia
    en quistes y adenosis y suelen formar grupos
    mamográficamente sospechosos.

    2. Mastopatía proliferativa sin
    atipia

    Estas alteraciones raras veces forman masas
    palpables. Se detectan comúnmente como zonas de
    densidad mamográficas, calcificaciones o hallazgos
    casuales en biopsias realizadas por otras causas.

    Este grupo de
    trastornos se caracteriza por una proliferación del
    epitelio ductal y/o de la estroma sin anomalías
    celulares indicativas de malignidad.

    3. Mastopatía proliferativa con
    atipia

    Esta enfermedad incluye la hiperplasia ductal
    atípica (HDA) y la hiperplasia lobulillar
    atípica (HLA). La hiperplasia atípica es una
    proliferación celular parecida al carcinoma ductal in
    situ (CDIS) o al carcinoma lobulillar in situ (CLIS), pero
    sin suficientes signos
    cualitativos o cuantitativos como para diagnosticar un
    carcinoma in situ.

    4. Significado clínico de los cambios
    epiteliales benignos

    Múltiples estudios epidemiológicos han
    clasificado los cambios histiológicos benignos de la
    mama y determinado el riesgo
    posterior que dichas alteraciones suponen para desarrollar un
    cáncer invasivo ulterior. Los cambios no
    proliferativos no aumentan el riesgo de cáncer. La
    mastopatía proliferativa se asocia a un ligero aumento
    del riesgo. La mastopatía proliferativa con atipia
    conlleva un moderado aumento del riesgo. El carcinoma in situ
    se asocia a un riesgo importante si no se trata.

  2. LESIONES EPITELIALES BENIGNAS
  3. CARCINOMA DE MAMA

El carcinoma es la neoplasia maligna más
común de la mama y el cáncer de
mama es la neoplasia maligna no cutánea más
común en mujeres.

1. Incidencia y epidemiología

A principios de
la década de los 80 se introdujo el cribado con
mamografía y el número de mujeres de edad
apropiada sometidas al cribado aumentó constantemente
hasta las tasas actuales descritas del 60 al 80%. El cribado
aumenta la detección de carcinomas invasores
pequeños y carcinomas in situ. Durante este periodo, el
número de mujeres con un carcinoma grande o localmente
avanzado disminuyó, mientras que el número de
mujeres con sólo un carcinoma in situ o carcinomas
pequeños sin afectación ganglionar aumento de
forma destacada.

Los factores de riesgo más comunes en el
desarrollo de un cáncer de mama, identificados por
estudios epidemiológicos, se han combinado en un
modelo
estadístico para calcular el riesgo absoluto de una
mujer
individual de desarrollar cáncer en los próximos
siguientes 5 años o hacia los 90 años de
edad.

El cáncer de mama raramente se encuentra antes
de los 25 años de edad, salvo en ciertos casos.
La incidencia aumenta a lo largo de la vida de la mujer. Un
77% de los casos se producen en mujeres mayores de 50
años.

Las mujeres que tienen la menarquía con
menos de 11 años presentan un riesgo aumentado del 20%
en comparación con las mujeres que llegan a la
menarquía con más de 14 años.

Figura . Incidencia de cáncer de mama y
tasas de mortalidad en mujeres de más de 50 años de
edad. Las tasas son por 100.000 mujeres y ajustadas a la edad del
millón estándar de población de EE.UU. de 2000.

Figura . Cambio en el estadio de
presentación del cáncer de mama 1983 a
1996.

Las mujeres con el primer embarazo a
término con menos de 20 años tienen la mitad del
riesgo de las mujeres nuliparas o las mujeres que tuvieron el
primer hijo con más de 35 años.

El riesgo de cáncer de mama aumenta con el
número de familiares de primer grado afectadas.
Sin embargo, la mayoría de cánceres se producen
en mujeres sin antecedentes, pues sólo el 13% de la
mujeres con cáncer de mama tienen un familiar de primer
grado afectada y sólo un 1% dos o más.

Se asocia mayor riesgo cuando hay biopsias de
mama
previas que muestran una hiperplasia
atípica.

Aunque la incidencia global de cáncer de mama
es menor en mujeres de origen afroamericano, las mujeres de
este grupo se presentan en una fase más avanzada y
tienen una mayor tasa de mortalidad en comparación con
las mujeres de raza blanca.

Exposición a estrógenos, el
tratamiento hormonal sustitutivo posmenopáusico aumenta
ligeramente el
cáncer de mama en las usuarias habituales, pero
podría no aumentar el riesgo de muerte.
Estrógenos y progesterona administrados conjuntamente
aumentan el riesgo más que los estrógenos solos.
Se ha descrito un aumento de carcinomas con receptores
estrogénicos positivos en este grupo de pacientes. La
reducción de los estrógenos endógenos con
una ooforectomía disminuye el riesgo de desarrollar un
cáncer de mama en hasta el 75%.

Exposición a radiaciones, las mujeres
expuestas a radioterapia o radiación después de la
explosión de una bomba atómica tienen una mayor
incidencia de cáncer de mama. El riesgo aumenta cuanto
menor es la edad y mayor la dosis de
radiación.

Carcinoma de la mama contralateral o del
endometrio,
el riesgo aumenta debido probablemente a
factores de riesgo hormonal compartidos para estos
tumores.

2. Etiología y
patogénesis

Los factores de riesgo mayores para desarrollar un
cáncer de mama son hormonales y genéticos
(antecedentes familiares). Por tanto los carcinomas de mama
pueden dividirse en casos esporádicos, relacionados con
la exposición hormonal, y casos
hereditarios, asociados a antecedentes familiares o mutaciones
en línea germinal. El carcinoma hereditario se ha
estudiado intensamente para poder
identificar mutaciones genéticas específicas y de
que estas alteraciones explicarán las causas de todos
los cánceres de mama.

  • Cáncer de mama
    hereditario

Alrededor del 25% de los cánceres familiares
pueden atribuirse a dos genes autosómicos dominantes de alta
penetrancia: BRCA1 y BRCA2. La probabilidad de
tener un cáncer de mama debido a una mutación de
estos genes aumenta si existen familiares de primer grado
afectados, si las personas resultan afectadas antes de la
menopausia y/o si tienen múltiples cánceres, si
existe un caso de cáncer de mama masculina o si los
familiares desarrollan un cáncer de ovario. El riesgo
general en las portadoras es del 60-85% y se presenta 20
años antes en comparación con mujeres que no
presentan estas mutaciones.

  • Cáncer de mama
    esporádico

Los factores de riesgo de cáncer de mama
esporádico están relacionados con la
exposición hormonal: sexo, edad
de menarquía y menopausia, historia reproductora,
lactancia materna y estrógenos exógenos. La
mayoría de estos cánceres se producen en mujeres
posmenopáusicas. Los metabolitos estrógenicos
pueden producir mutaciones o generar radicales libres que
dañan el ADN. A
través de sus acciones
hormonales los estrógenos dirigen la
proliferación de lesiones premalignas y de
cánceres.

  • Mecanismos de la
    carcinogénesis

La gran variedad de aspectos histológicos de la
mastopatía atípica y proliferativa, además
de los carcinomas, son las manifestaciones externas de
centenares de cambios biológicos que se producen en
estas lesiones y apuntan hacia las vías complejas y
variables de
la carcinogénesis.

Un modelo general de carcinogénesis postula que
una célula normal debe alcanzar siete nuevas
funciones,
como la inestabilidad genética, para ser maligna. Cada una de
las nuevas funciones puede alcanzarse por un cambio en
uno de muchos genes. Por otro lado una alteración
celular puede afectar a más de una de estas
aptitudes.

Las alteraciones morfológicas de la mama
asociadas al aumento del riesgo menor de cáncer son
lesiones con un mayor número de células
epiteliales. Esto indica que estas alteraciones precoces se
relacionan con la evasión de señales inhibidoras del crecimiento, la
evasión de la apoptosis y la autosuficiencia de las
señales de crecimiento. Las características
morfológicas y biológicas de los carcinomas
normalmente se establecen en la fase in situ, ya que en
la mayoría de casos la lesión in situ se parece
mucho al carcinoma invasivo acompañante.

  1. Los carcinomas se dividen en carcinomas in situ y
    carcinomas invasores. El carcinoma in situ hace referencia a
    una población neoplásica de células
    limitada a conductos y lobulillos por la membrana basal, que
    se pueden extender hasta la piel
    suprayacente sin atravesar la membrana basal y aparecen
    clínicamente como enfermedad de Pager. El carcinoma
    invasor ha invadido más allá de la membrana
    basal hasta la estroma, donde las células
    también pueden invadir los vasos sanguíneos y
    luego llegar a los ganglios linfáticos regionales y a
    distancia.

    1. Carcinoma in situ (Carcinoma ductal in
    situ CDIS)

    El CDIS está formado por una población
    maligna de células limitada a conductos y lobulillos
    por la membrana basal. Las células mioepiteliales
    están conservadas, aunque pueden disminuir de
    número. El CDIS es una proliferación de clonas
    y suele afectar a un único sistema
    ductal. Sin embargo las células pueden diseminarse por
    conductos y lobulillos y producir lesiones amplias que
    afecten a todo un sector de una mama. Cuando el CDIS afecta a
    los lobulillos, los acini con frecuencia están
    distorsionados y desdoblados y tienen el aspecto de conductos
    pequeños.

    La mayoría de casos de CDIS no pueden
    detectarse por palpación o inspección visual
    del tejido afectado.

    2. Carcinoma lobulillar in situ
    (CLIS)

    El CLIS siempre es un hallazgo casual en una biopsia
    realizada por otra causa. El CLIS es más común
    en mujeres jóvenes, y del 80 al 90% de los casos se
    producen antes de la menopausia. Debido a que el CLIS es
    frecuentemente multicéntrico y bilateral y los
    carcinomas posteriores se producen con la misma frecuencia en
    las dos mamas, se ha sugerido que el CLIS no es una neoplasia
    real sino un marcador de riesgo de cáncer de mama. Sin
    embargo, las células del CLIS y del carcinoma
    lobulillar invasor tienen un aspecto idéntico y en
    ambos carecen de la expresión de e-cadherina la
    proteína transmembrana responsable de la
    adhesión de células epiteliales.

    Figura . Carcinoma ductal in situ. Un tipo de
    CDSI de tipo comedo llena diversos conductos adyacentes y se
    caracteriza por grandes zonas centrales de necrosis con
    detritus calcificados.

    Figura . Carcinoma lobulillar in situ. Una
    población monomórfica de células
    pequeñas, redondas, poco cohesivas, llena y expande
    los acini de un lobulillo.

    3. Carcinoma invasor (infiltrante)

    En mujeres jóvenes o mayores no sometidas a
    un cribado con mamografía, el carcinoma invasor casi
    siempre se presenta como una masa palpable. Para cuando un
    cáncer llega a palparse, casi la mitad de las
    pacientes tienen metástasis ganglionares axilares. Los
    carcinomas más grandes pueden fijarse a la pared
    torácica o producir retracción en la piel. Los
    ganglios linfáticos pueden afectarse hasta tal punto
    que pueden bloquear el área local de drenaje
    cutáneo y producir un linfedema y engrosamiento de la
    piel, conocido como piel de naranja.

    En mujeres mayores sometidas a una
    mamografía, los carcinomas invasores se presentan
    más comúnmente como una zona de cáncer
    palpable. Menos del 20% tendrán metástasis
    ganglionares. Los carcinomas invasores que se presentan como
    calcificaciones mamográficas sin zona de densidad
    asociada son muy pequeños y las metástasis son
    infrecuentes.

    4. Carcinoma invasor, tipo no especial
    (TNE)

    Representan del 70 al 80% de la mayoría de
    carcinomas. A exploración microscópica la
    mayoría de carcinomas son firmes a duros y de bordes
    irregulares. En el centro del carcinoma existen
    pequeños focos punteados o estrías de estroma
    elastótica blanca y ocasionalmente pequeños
    focos de calcificación.

    Los tumores bien diferenciados consisten en
    túmulos revestidos por células
    mínimamente atípicas y ocasionalmente puede ser
    difícil diferenciarlos de lesiones esclerosantes
    benignas.

    5. Carcinoma lobulillar invasor

    Suelen presentarse como carcinomas de TNE, como una
    masa palpable o una zona de densidad mamográfica. Sin
    embargo alrededor de una cuarta parte de los casos tienen un
    patrón difuso de invasión sin desmoplasia
    prominente y pueden producir sólo un ligero
    engrosamiento de un área de la mama o cambios sutiles
    en la arquitectura
    de la mamografía. También puede ser
    difícil detectar metástasis clínica y
    radiológicamente por este tipo de
    invasión.

    Figura . Carcinoma lobulillar invasor. Filas
    paralelas de células pequeñas regulares con
    poco citoplasma infiltran linealmente o en grupos celulares
    pequeños.

    Figura . Carcinoma medular.
    Las células son muy pleomórficas con mitosis
    frecuentes y crecimiento como láminas de
    células cohesivas. Hay un llamativo infiltrado de
    linfocito y células plasmáticas.

    Se ha descrito que los carcinomas lobulillares tiene
    una mayor incidencia de bilateridad. Se ha descrito
    también un aumento en la incidencia entre mujeres
    posmenopáusicas. Microscópicamente, los tumores
    son firmes o duros, de bordes irregulares. El tejido puede
    notarse engrosado y no puede definirse una masa tumoral
    delimitada. Su principal característica
    histológica de los carcinomas lobulillares es el
    patrón de células infiltrantes en hilera, con
    frecuencia de sólo una célula de anchura o en
    grupos.

    6. Carcinoma medular

    Se presenta como una masa bien circunscrita y puede
    confundirse con un fibroadenoma. Estos tumores no tienen la
    desmoplasia llamativa del carcinoma habitual y por tanto, son
    más característicamente blandos a la
    palpación externa y al corte. El tumor tiene una
    consistencia blanda, carnosa y está bien
    circunscrito.

    7. Carcinoma mucinoso (coloide)

    Se presenta del 1 al 6% de todos los carcinomas de
    mama. Se suele presentar también como una masa
    circunscrita. Tiende a producirse en mujeres mayores y puede
    crecer lentamente durante varios años.

    El tumor es extremadamente blando y tiene la
    consistencia y el aspecto de una gelatina pálida gris
    azulada. Las células tumorales están agrupadas
    y en pequeñas islas de células en grandes lagos
    de mucina que empujan hacia la estroma adyacente.

    8. Carcinoma tubular

    Los carcinomas tubulares representan el 2% de todos
    los carcinomas de mama antes del cribado con
    mamografía. Suelen detectarse como zonas de densidad
    mamográficas irregulares. Las mujeres normalmente lo
    presentan en la segunda mitad de la década de los 40
    años. Los tumores son multifocales en una mama en el
    10 al 56% de los casos y bilaterales en el 9 al
    38%.

    Los tumores constan de túmulos bien formados
    y a veces se confunde con lesiones esclerosantes benignas.
    Sin embargo, no existe una capa de células tumorales
    están en contacto directo con la estroma.
    También pueden existir espacios
    cribiformes.

    Figura . Carcinoma tubular. El
    carcinoma debe estar totalmente compuesto de túmulos
    bien formados revestidos de una sola capa de células
    bien diferenciadas.

    Figura . Carcinoma
    metaplásico. Patrón de crecimiento
    seudosarcomatoso formado por células fusiformes
    agrupadas en algunos fascículos.

    9. Carcinoma papilar invasor

    Representan el 1% de los cánceres invasores.
    La arquitectura papilar se observa más
    comúnmente en el CDIS. La presentación
    clínica es similar a la de los carcinomas de
    TNE.

    10. Carcinoma metaplásico

    Incluye una amplia variedad de tipos raros de
    cáncer de mama como adenocarcinomas convencionales con
    estroma condroide, carcinomas de células escamosas y
    carcinomas con componente importante de células
    fusiformes que podría dificultar su
    diferenciación de los sarcomas.

  2. CLASIFICACIÓN DEL CARCINOMA DE
    MAMA

    El pronóstico de las mujeres con
    cáncer de mama varía ampliamente. Los
    principales factores pronósticos son los
    siguientes:

    1. Carcinoma invasor o enfermedad in
    situ

    Las muertes de cáncer de mama asociadas al
    CDIS se deben al desarrollo posterior de un carcinoma invasor
    o a áreas de invasión no detectadas en el
    momento del diagnóstico. La gran mayoría de
    mujeres con un CDIS tratado adecuadamente se
    curarán.

    2. Metástasis a distancia

    Cuando existe metástasis a distancia la
    curación es improbable, aunque pueden lograrse
    remisiones a largo plazo y paliación, especialmente en
    mujeres con tumores con respuesta hormonal. Los focos de
    diseminación preferidos son pulmones, huesos,
    hígado, glándulas suprarrenales, cerebro y
    meninges.

    3. Metástasis ganglionares

    El estado de
    los ganglios axilares es el factor pronóstico
    más importante del carcinoma invasor en ausencia de
    metástasis a distancia. La evaluación clínica de las
    adenopatías es muy inexacta, con resultados falsos
    positivos y falsos negativos, por tanto en necesario realizar
    la biopsia para una evaluación precisa.

    4. Tamaño tumoral

    El tamaño del carcinoma es el segundo factor
    pronóstico más importante. El riesgo de
    adenopatía aumenta con el tamaño del carcinoma.
    Las mujeres con carcinomas menores de 1 cm. de
    diámetro sin adenopatías tienen un
    pronóstico que se aproxima al de las mujeres sin
    cáncer de mama.

    5. Enfermedad localmente avanzada

    Los tumores que invaden la piel o el músculo
    esquelético se asocian frecuentemente a una enfermedad
    a distancia concurrente o posterior.

    6. Carcinoma inflamatorio

    Las mujeres con un cuadro clínico de inflamación de la mama y
    tumefacción de la piel tienen un pronóstico
    especialmente malo y la tasa de supervivencia a los 3
    años es de sólo el 3 al 10%.

  3. FACTORES PRONÓSTICOS Y PREDICTIVOS

    1. Fibroadenoma

    Es el tumor benigno más común de la
    mama femenina. Se produce a cualquier edad. Son más
    comunes antes de los 30 años. Son frecuentemente
    múltiples y bilaterales. Las mujeres jóvenes
    normalmente presentan una masa palpable y las mujeres mayores
    una zona de densidad o calcificaciones mamográficas.
    El epitelio del fibroadenoma responde a las hormonas y
    puede aumentar ligeramente de tamaño durante la fase
    tardía de cada ciclo
    menstrual.

    Los fibroadenomas suelen crecer como nódulos
    esféricos claramente bien delimitados y movibles en la
    sustancia mamaria circundante. Tienen un tamaño
    variable, desde menos de 1 cm. de diámetro hasta
    tumores grandes que pueden sustituir gran parte de la
    mama.

    Figura . Fibroadenoma. La lesión
    consiste en una proliferación de estroma
    intralobulillar que rodea y con frecuencia empuja y
    distorsiona el epitelio asociado. El borde está
    claramente delimitado del tejido circundante.

    Derivan de la estroma intralobulillar. Se presentan
    generalmente en la sexta década. La mayoría se
    presenta como una masa palpable, pero algunos se detectan
    mamográficamente.

    Los tumores varían de tamaño, desde
    unos centímetros de diámetro hasta lesiones
    masivas que afectan a toda la mama. Las lesiones más
    grandes con frecuencia tienen protrusiones bulbosas por la
    presencia de nódulos de estroma proliferante
    revestidos de epitelio.

    Los tumores filodes deben extirparse con bordes
    amplios o con una masectomía para evitar el alto
    riesgo de recidivas locales. No está indicado disecar
    los ganglios axilares porque es mínima la incidencia
    de metástasis ganglionares, al igual que en otras
    neoplasias malignas de la estroma.

    3. Sarcomas

    Los tumores del tejido conjuntivo extrínseco
    de la mama incluyen los mismos tipos de lesiones benignas y
    malignas que se ven en otras partes del cuerpo. Las lesiones
    malignas incluyen angiosarcoma, rabdomiosarcoma, liposarcoma,
    leiomiosarcoma, condrosarcoma y osteosarcoma. La
    diferenciación sarcomatosa también se produce
    en tumores filodes y en carcinomas.

    Los angiosarcomas de la mama aparecen
    espontáneamente o como complicación de la
    radioterapia. Existe un riesgo de angiosarcoma del 0,3 al 4%
    después de radioterapia por cáncer de mama. La
    mayor parte de los casos aparecen 5 a 10 años
    después del tratamiento.

    4. Otras lesiones estromales

    La hiperplasia estromal seudoangiomatosa (HEPSA) y
    los tumores fibrosos se presentan comúnmente como
    masas palpables circunscritas o zonas de densidad
    mamográfica en mujeres premenopáusicas o
    mujeres mayores en tratamiento hormonal sustitutivo.
    Histológicamente son poliferaciones benignas de
    estroma interlobulillar. La fibromatosis se debe a una
    proliferación clonal de fibroblastos y
    miofibroblastos. Se presenta como una masa irregular que
    puede afectar la piel y músculo y que se parece
    estrechamente a un carcinoma invasivo.

  4. TUMORES ESTROMALES
  5. OTROS TUMORES MALIGNOS DE LA MAMA

Los tumores malignos pueden originarse en la piel de
la mama, glándulas sudoríparas, glándulas
sebáceas e infundíbulos de pelo; estos tumores
son idénticos a sus homólogos de otras zonas del
cuerpo. Los linfomas pueden originarse primariamente en la mama
o las mamas pueden afectarse secundariamente por un linfoma
sistémico. La mayoría son de células
grandes de tipo B. Las mujeres jóvenes con linfoma de
Burkitt pueden presentar una afectación masiva bilateral
de las mamas y con frecuencia están embarazadas o en
periodos de lactancia. Las metástasis a la mama son
raras y comúnmente proceden de un carcinoma de la mama
contralateral. Las metástasis no mamarias más
frecuentes proceden de melanomas y cánceres de
pulmón.

2. LA MAMA MASCULINA

A. PATOLOGÍA

La mama normal masculina consta del pezón y
de un sistema ductal rudimentario que finaliza en brotes
terminales sin formación de lobulillos. Sólo se
producen dos procesos
con una frecuencia suficiente como para que sean
considerados.

1. Ginecomastia

La ginecomastia puede ser uni o bilateral y se
presenta como una dilatación subareolar parecida a un
botón. En casos avanzados, la tumefacción puede
recordar la mama femenina adolescente. La lesión debe
diferenciarse sólo del raro carcinoma de mama
masculina. La ginecomastia es un indicador importante de
hiperestroninsmo, indicativo de cirrosis hepatítica o
de la posible existencia de un tumor testicular
funcionante.

Existe una proliferación de tejido conjuntivo
colágeno denso, pero más llamativas son las
alteraciones en el epitelio ductal. Se produce una destacada
hiperplasia micropapilar del revestimiento ductal. Las
células individuales son bastante regulares y
columnares a cúbicas con núcleos regulares. La
formación de lobulillos es rara.

2. Carcinoma

El carcinoma de la mama masculina es infrecuente,
con un índice de incidencia respecto al cáncer
de mama femenino inferior a 1:100 o un riesgo de 0,11% en
comparación con el 13% en mujeres. Se produce
alrededor de 1 500 casos y 400 muertes cada año. Los
factores de riesgo son similares a los de la mujer e incluye
familiares de primer grado con cáncer de mama,
disminución de la función testicular, exposición a
estrógenos exógenos, mayor edad infertilidad,
obesidad,
mastopatía benigna previa, exposición a
radiaciones ionizantes y residir en países
accidentales.

Debido a que el epitelio de la mama masculina se
limita a grandes conductos cerca del pezón, los
carcinomas suelen presentarse como una masa subareolar
palpable de 2 a 3 cm. de diámetro. La secreción
por el pezón es un síntoma común. El
carcinoma se sitúa cerca de la piel suprayacente y de
la pared torácica subyacente, e incluso los carcinomas
pequeños pueden invadir estas estructuras. La ulceración a
través de la piel es más común que en
las mujeres. La diseminación sigue el mismo
patrón que en las mujeres, y existe afectación
de ganglios axilares en casi la mitad de los casos en el
momento de descubrir la lesión.

 

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