(Una meditación sobre el caso
argentino)
"Internalizar la variable ambiental en los
procesos
productivos".Así, reza en la descripción de uno de los programas
presupuestarios que viene ejecutando en este 2007 que va
terminando, la Secretaria de Ambiente y
Desarrollo
Sustentable, del Poder
Ejecutivo federal argentino. Ello consta en el anexo de la
Decisión Administrativa Distributiva Analítica del
Presupuesto
(D.A.D.A.P.), documento que es casi desconocido, aunque en los
últimos años esté disponible en la Red.
Independientemente de su escaso grado de
divulgación (una suerte de invitación a conocerlo),
el concepto citado,
expresado con sencillez, encierra una densa carga significativa,
que nos recuerda aquello, que "del dicho al hecho es muy
largo el trecho". Sin soslayar las voces detractoras o
minimizadoras, nosotros adherimos a las tesis del
"cambio
climático" y del petrocolapso, íntimamente
interrelacionadas y de alcance planetario. Se nos hace que el
apotegma citado, es un adecuado punto de partida, para columbrar
los desafíos que tenemos por delante, y entendemos que
esos desafíos, comportan profundos cambios a nuestros
comportamientos habituales, que ultrapasan las conductas
económicas y hacen a nuestra condición de animales
generadores de cultura.
En la disyuntiva entre las soluciones
provenientes de la ciencia y
la tecnología y las que comportan un cambio
cultural, sin desdeñar el carácter instrumental de la
tecnologías apropiadas o disruptivas, nos
pronunciamos por la complicada y costosa senda del ámbito
cultural.
Sostenemos que estamos frente a dos megaproblemas, que
incluso arrojan un manto de dudas sobre la viabilidad de la
aventura humana sobre el Planeta. Vamos a tratar en la medida de
la posible de hacer pocas citas de antecedentes o anticipos de
que esto podía suceder, porque lo que importa es
compartir ideas, para ver como desde las fronteras de la
República Argentinas, las actuales generaciones vivas
puedan hacer algún aporte desde sus respectivas
cotidianidades, para revertir o atenuar el cataclismo que se
pregona.
No puede dejar de estar un problema de esta magnitud
fuera de las luchas por la preeminencia planetaria ni exento de
componentes ideológicas. Sabemos lo difícil que
resulta poner de acuerdo a personas y más aun cuando estas
personas, manifiestan vocación política. Es mas, hay
quienes niegan este problema o manifiestan que es una suerte de
invento de ciertos ideólogos.
Más por debajo o por encima de estas
discrepancias-propias de la condición humana- hay un
creciente reconocimiento al menos en ciertos centros que suelen
incidir en la determinación de la agenda mundial, en que
hay que acentuar las medidas que se viene tomando hasta
ahora.
Hay circunstancias, que permiten acentuar la percepción
de la profundidad de lo que nos convoca en esta comunicación. Días atrás
tuvimos la dicha de ser invitados a una jornada sobre
pequeñas poblaciones, que se realizo en un pueblo
de la Provincia de Buenos Aires, en
el partido de 9 de julio: Patricios. El tema para el que fuimos
convocados eran el siglo y medio de ferrocarriles en la
Argentina.
Impactados por la premisa que hemos citado mas arriba,
comenzamos a meditar en voz alta, relacionando la necesidad de
internalizar la variable ambiental a la Economía, con el
sesquicentenario que conmemorábamos. De allí se
desprendió que como trasfondo de ese siglo y medio,
emergía la decantación de una cotidianidad
sostenida por los hidrocarburos
(Primero el carbón mineral, y luego el
petróleo).
Traemos a colación esa inferencia, porque a los
efectos de lo que nos sobrepreocupa, se hace relevante, asumir
que hay una cultura decantada sobre la abundancia de
hidrocarburos, para sustentar nuestros estilos de vida
cotidianos. Invitamos a pensar que comportaría, tener de
hacer un cambio súbito en esta inercia, que se
internalizó no solo en nuestras existencias sino en las
generaciones de hasta nuestros tatarabuelos o choznos
.Aquí recordamos aquel "residuo" del que hablaba
Pareto, que él denominaba "neofobia" (temor a lo
nuevo).
En nuestros abordajes a la realidad argentina,
indesglosables del acontecer planetario (los que por razones de
brevedad están a consulta en el vinculo http://choloar.tripod.com/trabajos.htm ), nos viene
resultando de suma utilidad a los
efectos expositivos la noción de "gama", "espectro" o
"arco iris". Sobre todo cuando se ha asumido lo difuso que son
los limites en los aconteceres del espíritu. Por supuesto
que la alegoría del espectro tiene limitaciones. Para
empezar porque la cotidianidad es dinámica y el espectro sólo es un
fotograma de una realidad que si tomamos el canon
cinematográfico o televisivo que da dinamismo a las
imágenes, el guarismo es de treinta (30)
imágenes por segundo.
Mas en los días que corren(principios de
diciembre de 2007 del calendario gregoriano),parecieran
insinuarse al menos en nuestro abordaje: uno de los polos, el que
conforman el Grupo de los
8, la
Organización Mundial del Comercio; el
Sistema de las
Naciones
Unidas y las empresas
transnacionales, cuyas sedes es cada vez menos relevante saber
donde están, atento el "estado del
arte" de las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TICs), que en mucho está
contribuyendo a ello.
En el otro polo (admitiendo posiciones intermedias y
cambiantes entre ambos) están las personas o grupos que con
distintos grados de intercomunicación entre si,
predican o practican formas estilos de vida, que son
reluctantes implícita o explícitamente a los
paradigmas de
la cultura occidental o euro-americana, de algún modo
gruesamente etiquetada como el "american way of
life".Demás esta decir que las luchas por el poder y las
controversias ideológicas sazonan todo este
dinámico y traumático acontecer.
Un párrafo
mas arriba hicimos mención a las TICs. No debiera
soslayarse el papel que estas herramientas
juegan- mientras sigan siendo de una relativa libre
disponibilidad- para conectar espíritus afines. Cuando uno
se percata que en distantes lugares del planeta existen personas
con inquietudes casi calcadas de las propias, comienza a
hipotizar si esto no ha sido realidad así desde vaya a
saber cuanto tiempo
atrás, y que ahora se hace visible. La Antropología cultural o Etnología,
en sus diferentes vertientes, parecen ayudar a sostener esas
hipótesis.
En su momento Julio Verne escribió: "Todo lo que
un hombre pueda
imaginar, otro podrá realizarlo". Por lo que expresamos
antes podríamos reformular ese pensamiento
diciendo que: " todo lo que una persona pueda
imaginar, otra ya lo imaginó e incluso ya lo ha llevado o
lo esta llevando a la practica". Y se nos hace que cuando mas
lenguas uno pueda leer, más se confirma este
supuesto.
Pero vamos a nuestro" lugar en el Mundo", que es la
Argentina, en el área metropolitana de Buenos Aires, sobre
la banda occidental del Río de La Plata.
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