El trastorno bipolar (antes llamado maníaco
depresivo) consiste en cambios en el estado de
ánimo que oscilan entre dos polos opuestos, alternando
entre depresión
y manía o hipomanía.
Todo el mundo tiene altibajos en su estado de
ánimo y es normal sentirse a veces animado y alegre y
otras veces más triste y taciturno. En el trastorno
bipolar, sin embargo, estos cambios son exagerados o totalmente
fuera de lugar en relación con los acontecimientos que
están teniendo lugar en sus vidas y afectan a la conducta, el
pensamiento,
los sentimientos, la salud física y el
funcionamiento general de estas personas.
Suele comenzar entre los 20 y 30 años de edad,
generalmente con un episodio depresivo (en el 75 % de las mujeres
y el 67% de los hombres)y puede haber varios episodios depresivos
antes de que aparezca un episodio maníaco.
Entre un episodio y otro suele haber periodos de
normalidad, aunque existen diferencias según cada persona: por
ejemplo, a veces no hay periodos de normalidad, sino estados
depresivos y maníacos que varían en intensidad y
gravedad; otras veces predomina un estado depresivo constante
cuyos síntomas varían en intensidad, interrumpidos
por algunos episodios maníacos o hipomaníacos. Por
término medio suelen tener unos 10 episodios de
manía o depresión durante toda su vida, aunque sin
tratamiento la frecuencia aumenta con la edad. Los episodios
pueden durar días, semanas, meses o incluso años.
Por término medio, los episodios maníacos, sin
tratamiento, duran unos pocos meses y la depresión unos
seis meses. En muchos casos es estacional: la depresión es
más frecuente en otoño e invierno y la manía
en primavera o verano.
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO
- DEFINICIÓN.
Este desorden se clasifica como un tipo de trastorno
afectivo que excede los altibajos normales, convirtiéndose
en un serio trastorno clínico y una importante
preocupación relacionada con la salud. El trastorno
bipolar se caracteriza por episodios periódicos de gran
júbilo y felicidad, ánimo eufórico o
irritabilidad (también llamados fase maníaca) a los
que se contraponen episodios periódicos de síntomas
depresivos clásicos.
La depresión es un trastorno del estado de
ánimo que afecta el cuerpo, el estado de ánimo y
los pensamientos del adolescente. Puede afectar y alterar los
patrones de alimentación, sueño y pensamiento.
No es lo mismo que sentir tristeza o estar decaído, ni
tampoco es indicio de debilidad personal, ni
constituye un estado que pueda disiparse o modificarse a
voluntad. Los adolescentes
que sufren una enfermedad depresiva no pueden simplemente
"recobrar el ánimo" y reponerse. A menudo es necesario
realizar un tratamiento que incluso suele ser decisivo para la
recuperación.
Existen tres tipos de depresión que pueden
clasificarse en tres categorías principales:
depresión grave (depresión
clínica)
trastorno bipolar
trastorno distímico (distimia)
- ¿A quiénes afecta el trastorno
bipolar?
Por año, más de 2,3 millones de
estadounidenses adultos mayores de 18 años padecen esta
enfermedad. Entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes
adultos que sufren de trastorno bipolar declaran haber tenido su
primer episodio maníaco antes de los 20
años.
Cuando los síntomas aparecen antes de los 12
años, a menudo se los confunde con el trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (ADHD), un
síndrome que generalmente se caracteriza por dificultades
serias y persistentes que producen falta de atención o
concentración, impulsividad e hiperactividad.
El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y
mujeres (aunque las mujeres son más propensas a la
depresión que a la manía) y comienza a menudo en la
adolescencia o
juventud. Se
ha mejorado la detección del trastorno bipolar en los
niños
pequeños, aunque continúa siendo difícil
diagnosticarlo.
El trastorno bipolar suele manifestarse en miembros de
una misma familia y se cree
que, en algunos casos, se trata de una enfermedad hereditaria.
Los antecedentes familiares de abuso de drogas
también aumentan el riesgo de
desarrollar este síndrome. Los investigadores
continúan intentando identificar uno o más genes
que puedan ser responsables de este trastorno.
La desrealización se manifiesta por
distorsión del tiempo o del
espacio con percepción
alterada del ambiente
externo, las cosas parecen estar mas alejadas o mas cerca, mas
grande o mas pequeñas, flotando o hundiéndose, como
extraño a si mismo.
Página siguiente |