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Análisis literario del cuento "El Peatón" (Bradbury) (página 2)




Enviado por Rodrigo Prieto



Partes: 1, 2

Se produce un monólogo, el personaje habla con un
tu imaginario, que no hay respuesta. Hay una apelación
hacia los que están adentro de la casa, hacia esos seres
que supuestamente viven ahí. Su primera pregunta se
refiere a la
televisión, a los canales que supuestamente ven esas
personas que están en sus casas. Sus preguntas son bien
definidas, lo que nos indica que el personaje vive la realidad
del momento, él sabe que canales serían los
más mirados, mas preferidos. Esos son medios masivos
de comunicación, pero que absurdamente o
irónicamente provocan incomunicación en la vida
real, él siente que esos medios de
comunicación lo están alejando de las
demás personas. Las otras preguntas que hace son
anacrónicas, están fuera de contexto, de
época, como si el personaje está viviendo en esa
época pero en realidad perteneciera a otra. La actitud del
personaje con respecto a la actitud de las personas de esa ciudad
demuestra que él no se ajusta a la realidad. Utiliza un
polisíndeton, es la repetición de la
conjunción copulativa "y".

Los tres adjetivos que le da a la calle (silenciosa,
larga y desierta) contribuyen a que el personaje se sienta cada
vez más solo. Compara su sombra, que se mueve a medida que
se mueve él, con la sombra de un halcón en el
campo, se veía solamente su sombra y su figura en la
calle. Él está en una ciudad de tres millones de
habitantes, rodeado de casas, rodeado de personas que
están en esas casas, pero él se siente como si
estuviese en pleno desierto. Las calles son identificadas con
cauces secos, sin vida. El personaje busca una respuesta, busca
el diálogo,
pero como no obtiene respuesta termina hablando con las cosas,
con los objetos. Se pregunta que es lo que estarán viendo
la gente que atrapa tanto la atención. Ahí demuestra
también conocimiento
de la realidad, conocimiento de los programas que
están pasando a esa hora de la noche, como si supiera
cuales son las costumbres, la rutina de esos personajes. No
obtiene respuesta, lo que oye es un murmullo de risas pero no le
queda claro si era un murmullo de risas, porque si es
alegría es una alegría sofocada, apagada,
reprimida, no es una alegría espontánea, tierna,
como si las personas tuvieran miedo de reír, de
interrumpir el silencio. Al decir que las hierbas y las flores
tomaron cuenta del cemento, de la
acera, indica que la gente no camina por la vereda hace mucho
tiempo. Nos da
una indicación del tiempo, hace diez años que
camina de noche y de día, ese es el reflejo de su
realidad, diez años de soledad, jamás
encontró una persona que se
paseara como él.

El Sr. Mead llega al límite de la ciudad, donde
dos carreteras cruzaban la ciudad. Aquí se produce un
contraste entre la multitud de autos que
circulan durante el día y la ausencia de los mismos
durante la noche. Aquí el narrador nos describe el
movimiento de
los vehículos a través de imágenes
visuales, sonoras y auditivas. El movimiento de los
vehículos es descrito como oleadas, un movimiento
constante, que producen un sonido como el
susurro de insectos, es decir un sonido monótono,
constante y suave. Mientras trataban ultrapasarse los unos a los
otros exhalaban un aroma suave que es descrito como un incienso
débil. Para demostrarnos el contraste con la noche, el
narrador utiliza una comparación. Compara la carretera con
un arroyo seco con piedras en su cauce e iluminado por la
luna.

El protagonista decide regresar a su casa después
de su caminata y cuando está a una manzana de la misma se
encuentra con un auto. Esta es la primera vez que se encuentra
con alguien después de años de solitarias
caminatas. El vehículo lo ilumina con una luz potente y
blanca, ante la sorpresa del encuentro, el personaje queda
paralizado por la sorpresa y por la luz potente que lo deslumbra.
Esto lo podemos inferir a través de las palabras del
narrador que lo compara con una polilla nocturna.

A partir de este momento comienza un diálogo
entre el auto y el Sr. Mead. El diálogo sirve para darle
agilidad al relato. El narrador nos describe la voz que se dirige
al Sr. Mead como metálica, este es un indicio de que la
voz no es humana. Esta voz es imperativa y autoritaria, se dirige
al Sr. Mead de manera impersonal. El Sr. Mead acata las
órdenes. Es detenido por la policía como si fuera
sospechoso y es interrogado, como si hubiera cometido
algún acto ilegal, o estuviera actuando de manera
sospechosa.

Tras la tensión que se crea en el cuento por la
intervención de la policía, descubrimos que en esta
ciudad, solo hay un coche de policía para patrullar toda
la ciudad. Esto nos demuestra que el nivel de criminalidad de la
ciudad era casi nulo, o sea una sociedad que
había conseguido solucionar el problema de la
criminalidad. Esto es demostrado por la necesidad de disminuir la
flota policial de tres autos a uno.

El narrador cede la voz a los personajes y se inicia un
interrogatorio, en el diálogo se utiliza el estilo directo
y el estilo indirecto libre. El interrogatorio se inicia con una
serie de preguntas rutinarias: nombre, ocupación. El
diálogo transcurre en un ambiente
hostil e impersonal, del coche no se bajan los policías,
la luz del automóvil no le permite al hombre ver el
rostro de quien lo interpela. Cuando le preguntan la
profesión, él contesta que es escritor, el
comentario que realiza el coche de policía, un desocupado,
nos sugiere una sociedad donde no se lee.

El narrador compara al Sr. Mead con una pieza de museo
atravesada por una aguja. Esta comparación nos sugiere
algo que se encuentra en exhibición, algo exótico o
antiguo, pero la aguja nos recuerda a los insectos que son
atravesados por agujas y son expuestos en el museo. Realmente
esto nos ayuda a comprender el mal momento por el cual pasa el
protagonista.

El Sr. Mead parece aceptar el rótulo de sin
profesión, pero su respuesta es insegura. Esto nos permite
hacer una serie de preguntas, ¿cómo se
transmitirá el
conocimiento si no se leen libros?,
¿dónde se guardará el conocimiento?,
¿cómo se transmitirá?, ¿la historia como es transmitida
en esta sociedad?, estas son una serie de preguntas que no las
contesta el texto.

La explicación: que no escribía desde hace
mucho tiempo porque no se vendían libros ni revistas. Esto
ocurrió por la introducción de la tecnología en los
hogares de las personas. En este relato es el televisor el que
produce el cambio en las
personas y en su conducta. Las
personas se recluyen en sus casas, alejándose del mundo
exterior para encerrarse en sí mismos. El televisor se
transforma en el centro de sus vidas, las personas parecen
hipnotizadas por él. Se iluminan con la luz que emanan del
tubo fluorescente que roza sus rostros sin tocarlos en realidad.
Esto produce una atmósfera
sombría, las personas absorben los mensajes televisivos.
En la descripción no se menciona que las personas
dialoguen entre sí ni que comenten los programas ni que
reflexionen sobre los programas que ven. Hay una crítica
implícita a este medio de comunicación y a sus
efectos nocivos sobre los individuos. La televisión
es un medio de comunicación de masas y la población es mostrada como una masa
homogénea ávida de consumir la programación. La razón por la cual
no hay personas, no se encuentran en las calles es porque se
encuentran mirando la televisión. Esto hace que las personas no
se comuniquen entre sí y se transformen en espectadores
pasivos. Esta es la razón por la cual, las personas
parecen fantasmas y
las casas parecen tumbas.

Al retornar el diálogo, la voz suena como un
fonógrafo, una máquina, que hace un sonido a siseo,
la voz se va asemejando cada vez mas a la de una máquina.
Cuando el Sr. Mead explica que estaba caminando, lo hace con
nerviosismo, esto produce sorpresa en su interlocutor, que no lo
puede creer. La reiteración de la pregunta,
¿caminando?, nos da a entender el asombro que causa su
respuesta. Algo que para nosotros en nuestra sociedad actual es
perfectamente natural. El diálogo se centra en las razones
por las que el protagonista se encuentra caminando, el tono del
diálogo cambia. La tensión crece entre los
interlocutores cuando el escritor explica las razones por las
cuales camina. Después de certificarse de la dirección del Sr. Mead, le preguntan si
tiene en su casa un acondicionador de aire. La
respuesta del interrogado es afirmativa pero la tensión
llega al clímax cuando le preguntan si tiene un televisor.
Como éste no lo tiene aquí se produce un momento de
tensión aún más desagradable, como si el
mero hecho de tenerlo cometía una infracción
grave.

El interrogatorio continúa y el Sr. Mead se
mantiene impasible, el coche de policía repite las
respuestas dadas, como si las estuviera transmitiendo a alguien.
Todo este diálogo se desarrolla bajo la luz brillante de
los faroles del coche policial. Este enfrentamiento entre el Sr.
Mead y el coche de policía se desarrolla bajo la luz de la
luna, las estrellas y las casas como mudos testigos de lo que
sucede. Esto se desarrolla en el mundo externo en
oposición al mundo interno en el cual están
sumergidos los habitantes de esta ciudad. Para romper la
tensión del momento el hombre hace
una broma sobre el hecho de no tener una esposa, pero la broma no
es aceptada por el coche y le ordenan guardar silencio, de una
manera autoritaria, de manera que el escritor permaneció
en silencio esperando que lo dejaran irse a su casa. El coche
decide continuar con sus preguntas, aparentemente las respuestas
del Sr. Mead no fueron satisfactorias. En una sociedad donde las
personas se encuentran alineadas mirando programas televisivos,
mas extraño resulta que este tipo de alineación no
produzca extrañeza. Lo que resulta extraño es que
una persona necesite un motivo para salir a caminar de noche, el
hecho de que una persona sienta placer en realizar caminatas
nocturnas, es considerado como algo anormal. El coche profundiza
el interrogatorio para conocer el tiempo que el Sr. Mead incurre
en este hábito poco común. El escritor explica que
lo ha hecho durante años.

En este momento el narrador nos dice que el coche estaba
en el medio de la calle, esto significa que se fue acercando
mientras se producía el interrogatorio; se caracteriza la
voz como garganta de radio. La voz del
coche se caracteriza cada vez mas como la voz de una
máquina.

El diálogo parece terminar amablemente entre
ambos interlocutores pero, se le pide al Sr. Mead que se acerque
al coche, al acercarse éste, el auto se abre
automáticamente con una serie de ruidos metálicos y
la voz le ordena que entre. Esta acción
es totalmente impersonal, el auto se abre solo y al hombre se le
ordena que entre sin ningún tipo de explicación. El
hombre protesta, se niega a ser detenido, pero al fin acepta y
entra al coche. Se genera un pequeño enfrentamiento entre
el hombre y la máquina, pero al final el protagonista es
vencido y entra al coche. Al entrar al coche lo hace
tambaleándose, esto lo ha tomado por sorpresa, dentro del
vehículo descubre que este se encuentra vacío. Esto
no lo toma por sorpresa ya lo esperaba.

Se hace una sucinta descripción del interior del
coche, se encuentra preso y está equipada la parte trasera
del coche como un lugar para colocar prisioneros y
transportarlos. A través de las sensaciones nos permite
realizar inferencias: olor aséptico como el de un laboratorio o
una sala de cirugías de un hospital, la falta de
comodidad, los adjetivos usados nos hace pensar en un lugar
opresivo psicológicamente, agobiante y antinatural con
falta de calidez. El Sr. Mead no se sorprende de estar hablando
con una máquina por el contrario ya lo esperaba, su
reacción es la de aceptar las órdenes y se somete a
la máquina. El primer impulso de resistencia ante
la máquina fue vencido por la misma y deja que lo
lleven.

La voz de la máquina le habla de una coartada,
este es un término que se utiliza en las investigaciones
policiales cuando queremos probar la inocencia o la culpabilidad
de alguien. En este caso la falta de coartada, lo muestra como
culpable de cometer una infracción que es la de salir a
caminar.

El coche de policía aparece como un producto del
avance tecnológico del futuro, es una máquina que
contesta a las preguntas, como si tuviera o fuese un cerebro
electrónico. Esto lo podemos inferir de la alusión
que hace a las tarjetas
perforadas (ingresaban información, primeras computadoras)
y ojos eléctricos (procesan la
información).

Nuestro protagonista termina internado en un centro
psiquiátrico, por su conducta inapropiada para la realidad
futura.

La casa del protagonista está iluminada en
contraste con las otras casas.

 

 

 

Autor:

Rodrigo

rodrimanya74[arroba]hotmail.com

Partes: 1, 2
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