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Pensamiento Ético de Edmund D. Pellegrino (página 2)



Partes: 1, 2

Métodos Empleados:

  • Análisis documental.
    Permitió la profundización en el estudio de los
    documentos
    (ensayos,
    entrevistas,
    discursos) y
    el análisis de las ideas esenciales, el
    establecimiento de relaciones entre ellas y su
    contextualización.
  • Análisis-síntesis.
    Empleado en el estudio de las fuentes
    bibliográficas para la conformación del marco
    teórico y para poder
    arribar a conclusiones.
  • Inducción-deducción.
    Utilizado para analizar los criterios del autor como punto de
    partida en el descubrimiento de regularidades, inferencias y
    generalizaciones de los presupuestos
    teóricos del trabajo.

Metódica:

Se realizó gestión
documental a través de la elaboración de fichas
bibliográficas y de contenido, además, la
búsqueda de documentos, utilizando una recopilación
retrospectiva de los mismos; la bibliografía consultada nos
permitió profundizar en el
conocimiento del tema abordado.

Control Semántico:

Conceptos esenciales asumidos por la autora en el
desarrollo del
trabajo:

  • Complicidad moral: Tiene mucha
    relación con la ética
    médica y asume características especiales,
    cuando el conocimiento
    y la capacidad del médico se encaminan a lograr el bien
    de la persona que
    atiende. En poblaciones vulnerables, presidiarios, enfermos
    mentales, militares etc., el médico siempre ha de
    mantener lealtad a los principios de
    la medicina y
    valorar muy bien la distancia moral.
  • Distancia moral: Se hace necesario
    evaluar siempre el estado
    moral de un acto. Es la distancia que existe entre el daño
    actual o potencial a la persona atendida, la distancia se mide
    por el grado de participación intencional del
    médico para hacer daño, estado moral
    del acto, seriedad del daño y hasta qué punto la
    acción del participante es necesaria y
    qué proporción existirá entre el
    daño y beneficio.
  • Responsabilidad moral: el acto
    médico en todo momento exige responsabilidad moral, y sobre todo esa
    responsabilidad cobra mayor importancia en los deberes sociales
    de la medicina que nunca han de pactar con el acto inmoral que
    contradiga los principios esenciales de la
    profesión.
  • Metamorfosis: Este término se
    utiliza en función
    de la ética
    médica, la que necesita ser discutida, valorada y
    enriquecida constantemente, ya que enfrenta nuevos
    desafíos, dilemas, que obligatoriamente la harán
    cambiar.

CAPÍTULO 1:

CONSIDERACIONES
SOBRE ÉTICA MÉDICA DEL DR. PELLEGRINO A PARTIR DE
UNA VISIÓN RETROSPECTIVA.

El doctor Edmundo Pellegrino, trata sobre el enorme
cambio en
la ciencia y
la salud de las
últimas décadas, lo cual ha conducido a una
reformulación de la ética médica. Trata
además sobre el desarrollo de la teoría
de los principios, que se complementan con las teorías
basadas en virtud, la ética del cuidado y la
casuística. Pellegrino demostrará que no
está claro a donde irá a desembocar la continua
metamorfosis de la ética médica en los
próximos años.

Pellegrino es un médico que lleva más de
50 años en la profesión y trata de demostrar que
cuando inició su labor en la ética médica
era como se hacía siglos atrás, es decir, enmarcada
en preceptos morales que parecían inmutables y
patentiza:

"todo cambiaba y metamorfoseaba en la medicina, menos la
ética médica."

Lo más interesante según el doctor es que
a partir del ¨hoy¨ este marco de referencia se halla en
tensión y reafirma.

"La ética médica se ha transformado en
objeto de la más amplia preocupación
pública"

Críticamente el autor plantea que esta
reformulación y cuestionamiento está siendo
presionado por conflictos
morales que emergen de la cultura
norteamericana que serán reflejados en otros
capítulos. Pellegrino más adelante planteará
la idea que el aspecto sobre ética médica no es
predecible de aquí a diez años por causas sociales,
políticas, económicas,
etc.

Para Pellegrino es esencial para el estudio de la
ética médica la investigación filosófica, pues tiene
que armarse obligatoriamente de una filosofía moral que es
a su vez vulnerable a los cambios de moda y de
opinión filosófica. La ética médica
debe enfrentar desafíos de gran significación y uno
de los que le es imprescindible es la correcta orientación
de nuestro razonar que necesita como apoyo una estructura
filosófica.

El autor ve como incorrecto que las decisiones morales y
sobre todo en ética médica se dejen a la
intuición o preferencias viscerales, para él es muy
importante que los médicos reconozcan que los filósofos y teorías
filosóficas ejercen gran poder e influencia en las
transformaciones de la ética médica:

"la ética médica no es privativa de los
miembros de la profesión…"

Aclara además que los miembros de la
profesión tampoco pueden entregar todo a esto, ya que se
convertiría en una ética médica puramente
conceptual.

Los médicos han de estar convencidos de cuales
son los argumentos filosóficos en que se basan sus colegas
cuando promulgan cambios drásticos en nuestra
tradición ética.

Refiriéndose al momento actual y a manera de
ejemplo el doctor Pellegrino plantean que muchas medidas hoy en
día tratan de legitimar dilemas actuales relacionados
con:

_suicidio con ayuda del medico.

eutanasia
voluntaria e involuntaria.

_racionamiento del cuidado medico.

_compra venta de
órganos para trasplantes.

_arriendo de úteros o de huevos y
espermatozoides.

Pellegrino es de la idea que todas estas medidas a
dilemas como los citados anteriormente cuentan con razonamientos
profundamente enraigados en algún giro conceptual o
tendencia filosófica dentro de la concepción moral
y por ello se necesita de la contrapartida con argumentos
sólidos ya que el que duda o no acepta un cambio en la
ética médica argumentar el porqué, discrepa
y para ello no basta con la pasión, es necesario la
aprehensión de la fuentes filosóficas de los
métodos de
razonamiento que colegas están transformando en
práctica clínica:

"la competencia como
médicos no garantiza automáticamente autoridad o
rectitud moral"

Etapas de la
metamorfosis de la ética médica según el
autor.

La visión de Pellegrino de estas cuatro etapas es
la de un médico como refiere él mismo y no la de un
filósofo, pero la de un médico abierto a la
reflexión crítica
sobre asuntos médicos, un médico fuertemente
atraído por los modelos
tradicionales y clásicos de la ética
normativa.

El autor refiere cuatro etapas fundamentales:

  • Una primera que caracteriza como largo y tranquilo
    período en que la tradición hipocrática,
    enriquecida a lo largo de los siglos por el estoicismo,
    tradiciones religiosas, entendido como algo dado y que
    prevaleció hasta casi 1960 (cuando el autor comienza a
    enseñar esta disciplina)
  • Una segunda etapa a mediados de los años 60,
    etapa de investigaciones
    filosóficas, de teorías morales basadas en
    principios que comienzan a transformar la ética
    médica.
  • Una tercera etapa que según el autor
    está llegando a su final en la actualidad y que el
    denomina ¨antiprincipalismo¨, es decir teorías
    morales que compiten unas con otras desafiando la
    primacía de los principios.
  • Una cuarta etapa que según Pellegrino comienza
    ahora, etapa de crisis en
    que los conflictos conceptuales y el escepticismo en
    filosofía moral ponen en jaque la idea misma de una
    ética universal y normativa en la medicina.

El término metamorfosis es utilizado en este
artículo como metáfora, como dispositivo
heurístico y no se le debe equiparar al modelo
biológico que implica el progreso de una etapa de larva a
la madurez. Uno de los puntos en disputa es precisamente en
qué consiste la madurez en ética
médica.

Pellegrino plantea que la medicina sufre cambios,
fragmentación, institucionalización y sobre todo
despersonalización del cuidado de la salud y por ello
crece el número y complejidad de los problemas en
ética médica, según va creciendo la tecnología
médica, nos enfrentamos a nuevos desafíos para
los valores
tradicionales.

Según el autor apareció la duda acerca de
los fundamentos morales tradicionales de la sociedad en
general, y la medicina en particular, pero además crece la
demanda de
modelos alternativos para la enseñanza y práctica de la
ética medica. Vuelve a reiterar el autor la importancia de
la evolución filosófica en lo que
respecta a valores
humanos y confiere gran importancia a la evolución
filosófica desde Rossnla con su teoría de
principios de prima facie, seguido de Beauchamp y Childress con
los principios de ética biomédica y explica la
correspondencia entre estas teorías con las obligaciones
hipocráticas, para hacerlo más explícito el
autor ejemplifica que hay dos principios de prima facie que son
la beneficencia y la no maleficencia idénticos a las
obligaciones hipocráticas de hacer el bien y con respecto
a la autonomía y la justicia el
autor refiere que la primera se ha entendido mal y se ha
confundido con la no beneficencia y que esta contradecía
la ética tradicional de Hipócrates centrada en el
paternalismo. Lo más actual respecto a la autonomía
se relaciona con el consentimiento informado y muchos
profesionales que se dedican a la práctica clínica
no están convencidos de la legitimidad de la
autonomía como principio primario, temen que su
absolutización llegue a desplazar el buen juicio del
médico o estimule el despejo moral del médico o que
este se vuelva en contra del bien del paciente.

Respecto al principio de justicia, el más remoto
a Hipócrates, que se centra en el bien del paciente y no
en bien de la sociedad, la justicia entra a jugar su papel sobre
todo en relación a los deberes forenses del médico
y en la actualidad este principio cobra más fuerza cuando
son más grandes las disparidades en la distribución del cuidado de la salud.
Pellegrino plantea que cada vez aumenta la posibilidad de que el
médico se transforme en agente de metas fiscales o
sociales, más que en agente cuya responsabilidad es cada
paciente

El Doctor Pellegrino atribuye a la responsabilidad
médica un papel primordial y siente la necesidad de buscar
alternativas para la ética médica basada en
principios, y vuelve a alertar que la metamorfosis en
ética médica ha sido rápida y profunda, pero
no ha llegado al fin.

Reconoce que es algo problemático la influencia
de estas teorías en el futuro de la ética
médica; pero plantea:

"Claro está que en la próxima
década los médicos que han adecuado sus
pensamientos a los cuatro principios, tendrán que
discernir el lugar que corresponde a cada alternativa
propuesta…"

Tendrán que decidir si el principalismo puede y
debe sobrevivir, en que forma y en que medidas las opciones de
alternativas deben suplementarlo o reemplazarlo.

Para el autor es fundamental analizar el periodo de
antiprincipalismo y las críticas que hacen al respecto
diferentes estudiosos y llega a la conclusión que los
principios sobrevivirán pero no en la forma actual, no se
mantendrán incólume, pero a pesar de sus
limitaciones no desaparecerán y para fundamentar esto
Pellegrino plantea:

  1. En cualquier sistema
    ético hay implícitamente "Principio" es decir,
    fuentes fundamentales de los cuales derivamos las pautas para
    la acción: deberes y reglas, y pone el ejemplo de la
    ética hipocrática basada en la virtud, su
    juramento proveía de pautas que consistían en
    reglas y principios específicos.
  2. Cualquier teoría que se presente como
    alternativa al principalismo tendrá a su vez severas
    limitaciones.

    El doctor Pellegrino plantea además que los
    principios no son incompatibles con otras teorías lo
    que hay que ir de principios universales a las decisiones
    morales singulares y luego volver a ellos lo cual se
    demuestra a través de las teorías que compiten
    con el principalismo, esas teorías son:

    • Teoría de la Virtud: Por sí sola no
      provee de pautas suficientemente claras para la
      acción, es demasiado privada y susceptible de
      funciones
      personales de la virtud o de la persona virtuosa. La virtud
      de la comunidad
      de valores
      que sustentan su práctica. Respecto a la virtud el
      doctor señala que es una teoría
      implícita y dominante de la Ética Medica
      tradicional hasta comienzo de los años
      30
    • Teoría del cuidado solícito: La
      ética del cuidado solícito, esta sujeta
      también a la fundamentación en principios o
      una regla para construir una pauta confiable al momento de
      tomar decisiones específicas.
    • Teoría de la casuística, el doctor
      Pellegrino ubica su aparición desde la época
      medieval, se basa en la búsqueda de casos concretos
      y singulares que son ejemplos obvios de un principio en los
      que exista consenso generalizado o total para
      después desplazarse a casos más dudosos. Esta
      Teoría trata de evitar enfrentamiento con el
      pluralismo moral de la sociedad contemporánea .La
      casuística puede funcionar como método para el análisis de
      casos particulares, pero no provee una pauta confiable ni
      en la teoría ni en la práctica
      moral.

    Todas estas Teorías, con sus alternativas y
    limitaciones, pueden enriquecer cualquier teoría de la
    Ética Médica; pero ninguna es independiente de
    los principios, reglas y obligaciones.

    Es necesario una infraestructura filosófica
    comprensiva que sostenga la Ética Médica, capaz
    de ligar las grandes tradiciones morales con los principios,
    reglas y también con el nuevo énfasis en la
    psicología moral, en las condiciones
    actuales es cosa difícil por el estado deplorable de
    la filosofía y de la ética contemporánea
    donde hay grandes dosis de nihilismo
    y escepticismo y respecto a esto Pellegrino pone como ejemplo
    a Nietsche quien plantea que la idea de una verdad
    única es una ilusión…, o la
    occidentalización de la Ética Medica que ha
    remplazado a la ética hipocrática.

    El doctor Pellegrino plantea que la tesis de
    los cuatro principios proporciona ventajas si ellos se fundan
    en la realidad de la relación médico paciente y
    en esto ha contribuido la bioética clínica, no agotada y
    que provee la investigación empírica y las
    valoraciones que toda teoría ética necesita si
    no desea legitimar prácticas que distorsionan la
    realidad y la relación médico
    paciente.

    Para finalizar su trabajo el Dr. precisa que no
    está en absoluto clara la continua metamorfosis de la
    Ética Médica en los años
    próximos, pero médicos y profesionales de la
    salud deberán familiarizarse con los giros de la
    filosofía moral contemporánea si quieren
    influir en la transformación de la Ética de la
    profesión. Para ello será necesario dialogar
    con los filósofos morales y esto alimentará a
    todos y proporcionará análisis y decisiones
    morales cada más correctas.

    CAPÍTULO 2:

    LA
    RESPONSABILIDAD MORAL FRENTE AL DEBER SOCIAL Y A LA
    COMPLICIDAD MORAL.

    El Dr. Pellegrino opina que las relaciones
    humanas en el mundo actual son cada vez más
    complejas lo que ha conllevado a actos cada vez más
    incorrectos y en muchas ocasiones difícil de evitar,
    refiere que para realizar un deber se entra en conflicto
    e incluso nos hacemos cómplices de un acto incorrecto
    y entonces en esa complicidad está la responsabilidad
    moral.

    Esa complicidad moral en ética médica
    tiene características muy especiales que van desde, el
    conocimiento y capacidad del médico para hacer el bien
    de la persona que atiende y su experiencia y conocimiento
    médico para facilitar el logro de algunas metas
    sociales

    Ejemplo: Atender personal
    militar, discapacitados mentales, la presencia de expertos en
    tribunales de justicia, cooperar en la implementación
    de políticas públicas etc.

    (…) "los médicos se enfrentan a una
    posición de lealtad divina. Como ciudadanos o como
    agentes de una institución".

    Como médicos están
    simultáneamente comprometidos con la ética del
    cuidado del paciente y con la responsabilidad que les cabe
    ante todos los deberes sociales de la medicina.

    En este trabajo insistirá el Dr. Pellegrino
    con la responsabilidad moral del médico que nunca
    puede corresponderse con un acto inmoral.

    Refiriéndose a la complicidad moral en
    medicina el profesor
    plantea que puede analizarse desde dos puntos de
    vista:

    Cuando es moralmente nefasta, es decir, participar
    en actos incorrectos de forma directa, intencional y
    contraviniendo el propósito de la medicina o
    moralmente problemática, cuando la complicidad moral
    se entremezcla con objetivos
    médicos en ocasiones bien intencionados.

    En el primer caso el Dr. Pellegrino se refiere a
    genocidios, torturas a prisioneros políticos,
    interrogatorios con el uso de psicofármacos, otras
    formas de "lavado de cerebro",
    falsificación de diagnósticos o certificados de
    defunción, violación a los derechos
    humanos por encubrimiento de autopsias,
    reanimación de víctimas para prolongar torturas
    etc.

    El Dr. opina que respecto a lo anterior el
    médico está actuando en actos incorrectos
    generados por terceros y su participación en los
    mismos es deliberada consciente y están utilizando su
    saber médico para fines que van en contra del
    bienestar del paciente, el Dr. reafirma que asociarse a estos
    actos de maldad distorsionan el propósito y los
    objetivos de la medicina ya que no existe credibilidad moral
    en estas grotescas formas de cooperación a menos que
    aceptemos la inoperante y débil justificación
    moral que se le adjudica a la tortura para fines que
    atañen a la seguridad
    nacional.

    Respecto al segundo grupo
    Pellegrino plantea que hay situaciones en las cuales el
    conocimiento y experiencia médica se utilizan para
    fines correctos; pero en las cuales la legislación o
    la convención social requiere que los médicos
    sirvan apropósitos ajenos al bienestar de la persona
    que atienden, aquí el conocimiento médico no es
    intrínsecamente inmoral, sin embargo, con la
    intención de servir a propósitos ajenos a las
    relaciones médicas se puede incurrir en daños
    porque el bienestar del paciente se haya supeditado a un
    propósito ajeno a la relación
    médica.

    Ejemplo: Áreas judiciales,
    psiquiátricas, militares, incluso en áreas
    menos institucionalizadas, en estas últimas cuando el
    médico actúa como "guardián de un
    sistema administración de salud preventiva, o
    en una práctica privada"

    En cualquiera de estos casos, apunta Pellegrino, el
    médico no puede separarse de su responsabilidad moral,
    deberá utilizar sus conocimientos médicos
    siempre en pos del bienestar del paciente, el médico
    es el que tendrá la posibilidad de prescribir,
    solicitar exámenes, aprobar servicios,
    realizar diagnósticos que indiquen la capacidad o no
    para que un paciente participe en un juicio, cumpla deberes
    militares, e incluso darle alta a un paciente, todo esto le
    confiere a ese médico gran responsabilidad en toma de
    decisiones en el lugar o institución que
    esté ejerciendo su profesión.

    A manera de ilustración Pellegrino citando a Lifton
    el cual realizó estudios sobre la ética de los
    médicos nazis plantea:

    (…) el régimen de Hittler
    utilizó a la profesión médica para
    apoyar su ideología de la superioridad Aria, para
    así darle una pátina de humanidad a sus
    programas
    de genocidio y eliminación de los
    "inservibles"…

    La participación del médico como
    guardián o en la realización de una política
    económica dentro de un sistema privado de salud
    afecta su accionar verdaderamente médico si se
    compromete de manera total con estos fines, es ahí en
    que la complicidad moral del médico, su
    comprometimiento, dificulta la posibilidad de que ese
    médico culpe a la sociedad por algún
    daño que pueda surgir.

    Insiste Pellegrino en que el médico
    será en cualquier medio y con cualquier paciente, ya
    sean prisioneros políticos, condenados a muerte u
    otros, su confianza, ya que ellos confían en la
    ética médica por encima de cualquier
    compromiso, el médico irradia esperanza, es la
    posibilidad de evitar formas de torturas extremas, de que el
    fallo que el brinde evite el retorno al campo de batalla e
    incluso puede proporcionar una petición por demencia,
    el Dr. Pellegrino plantea que es difícil tener la
    expectativa de que el médico será fiel a su
    benéfico compromiso hipocrático, estando
    comprometido además su convicción a otro
    rol.

    Se alerta sobre la importancia de la complicidad
    porque aunque sea mínima respecto a la realidad
    será moralmente despreciable y afectará al
    médico y a la profesión médica y al
    respecto apunta:

    "No actuar como una comunidad moral
    comportándose en oposición al uso de la
    profesión médica con fines maléficos es
    comprometer a toda la profesión y asignarle
    además, grado de complicidad moral nefasta como el
    médico que estuvo involucrado".

    Nada puede justificar o hacer ver como
    benéfico la participación de un médico
    en actos como la tortura hacia personas que en esas instituciones son pacientes, esto
    evidentemente deforma el humanismo
    médico.

    "Una resistencia organizada de toda la
    profesión médica habría frustrado el
    programa de
    genocidio impuesto por
    Hittler".

    Pellegrino alerta en que hay que prestar mucha
    atención cuando la complicidad toma
    dimensiones adicionales en la práctica de la medicina
    institucionalizada y cae en conflictos con la ética
    médica, pone ejemplos cuando en instituciones
    militares, cárceles, hospitales psiquiátricos
    etc., el médico elige un rol dual y responde a algunos
    propósitos institucionales, también cuando el
    médico se identifica con la institución y los
    objetivos de la misma, psiquiatra que puedan simpatizar con
    los intereses que impone la sociedad, o médicos
    militares que simpatizan con los propósitos objetivos
    de una guerra.

    Pellegrino plantea que los médicos que
    atienden pacientes psiquiátricos, militares, convictos
    (estos últimos condenados a muerte o no), tienen
    siempre obligación moral de atender a sus necesidades
    físicas y psicológicas y establecer adecuada
    relación medico –paciente y es por ello que
    pueden establecerse relaciones de confianza entre el medico y
    las personas que atiende.

    Respecto a esto, Pellegrino va citando ejemplos de
    actuaciones éticas derivadas
    de estas y que para nada constituyen actos inmorales: "un
    prisionero condenado a muerte podría desarrollar tanta
    confianza con su medico que podría solicitar su
    presencia en el momento de la ejecución.

    Pellegrino resalta además que existen algunas
    funciones estatales en las cuales los médicos no
    tienen que participar jamás porque se oponen a los
    propósitos de la medicina y a la expectativa
    pública sujeta a la ética médica y al
    Juramento Hipocrático. Ningún médico
    puede administrar en forma ética drogas
    psicotrópicas bajo circunstancias que no se ajusten a
    la ética y principios de la profesión,
    así como administrar dosis letales en una
    ejecución ordenada por el estado.

    "Ser testigo de una ejecución es un paso
    más alejado que el acto de dar muerte, pero
    también produce daño ya sea al sanear el acto
    de dar muerte médica, lo que es una clara
    violación del propósito primordial de la
    medicina".

    Son para Pellegrino conceptos muy importantes los
    referidos a Complicidad Moral y Distancia Moral y para ello
    demuestra lo anterior a partir de dos casos:

    1. Cuando el participante no comparte la
      intención de hacer daño el acto en sí
      es bueno o moralmente neutro, las acciones
      del participante no son necesarias o causales, sino que
      sólo facilita el bien y su cooperación
      podría estar justificada.
    2. Cuando el participante comparte la
      intención de daño, cuando el daño es
      grave, cuando se requiere del participante para causar el
      daño y el bienestar del paciente es mínimo,
      la proximidad moral al mal está muy cerca como para
      justificarse.

    De todo esto se deriva que hay que preguntarse para
    estimar la distancia moral:

    ¿La acción en sí es buena, mala
    o moralmente indiferente?

    ¿Hasta que grado se debe
    compartir…?

    Y así el Dr. Pellegrino va refiriendo otras
    interrogantes y reafirma:

    "La distancia moral, por lo tanto, y la
    aceptación moral de un caso en particular de
    cooperación depende de la suma de la calidad moral
    de las respuestas a cada pregunta"

    Pellegrino apunta que como médico, se
    está ligado a una profesión que en su propia
    tradición, en sus auténticos propósitos,
    se orienta a la sanación, a la ayuda y al cuidado de
    los enfermos discapacitados, es por ello que para estas
    obligaciones se requiere de una evaluación cuidadosa de la distancia
    moral.

    Por otra parte plantea que los médicos tienen
    también deberes ante el estado y por ello no se deben
    exagerar ni poner en extremo uno u otro deber como pasa
    también en servicios privados, medicina
    académica y otras instancias en las cuales el
    médico puede ser cómplice de daño al
    paciente.

    En el trabajo
    al que nos estamos refiriéndole Dr. Pellegrino hace
    una caracterización de la medicina penal en Estados
    Unidos y como el procedimiento
    varía según el estado, en algunos se requiere
    de la participación del médico en las
    ejecuciones, o para determinar la capacidad mental de un
    prisionero para prestar declaración en un juicio o
    para ser ejecutado, muchos en este país se oponen a la
    participación de los médicos en estos actos
    excepto para certificar la causa de muerte.

    Sobre la psiquiatría forense y penal, el Dr.
    Refiere que existen dos procedimientos diferentes para
    actuar:

    • Determinando la capacidad para declarar en un
      juicio de ese criminal.
    • Su defensa por insania.

    Ambos procedimiento posibilitan complicidad y pueden
    causar daño al paciente, puede o no beneficiar al
    paciente; pero son necesarios ya que requieren de un
    especialista, es decir, Pellegrino plantea que en diferentes
    situaciones la beneficencia y maleficencia así como la
    distancia en el acto es más cercana o
    lejana:

    Ejemplos:

    • Si declara una persona legalmente demente o que
      lo estaba en el momento de efectuar el supuesto
      crimen
    • Si un cardiólogo evalúa riesgos
      físicos de un acusado para participar en el
      juicio
    • Cuando un psiquiatra examina al condenado a
      muerte para cumplir requisitos constitucionales en la
      ejecución de los dementes.

    Respecto al uso de órganos de criminales
    ejecutados, al igual que en los casos anteriores, el bien y
    el daño se encuentran a menudo unidos y opina el
    profesor que lo más usual es la violación del
    consentimiento informado de la persona que va a ser ejecutada
    dándole al hecho un tinte utilitarista.

    Referido a la medicina militar, donde las exigencias
    de la guerra, el mantener la fortaleza de la tropa e incluso
    el problema para tratar con enemigos civiles, presenta
    grandes dilemas para el médico de servicio:

    "El médico militar encara un conflicto
    adicional entre dos sistemas
    éticos (…), la ética médica
    tradicional y la ética de los militares americanos.
    Esta última exige obediencia a las órdenes,
    lealtad a los compañeros de armas, a su
    país y honor e integridad….

    Pero, el Dr. Pellegrino plantea que esta
    ética bien podría entrar en conflicto con la
    ética médica en la cual las lealtades primarias
    están orientadas al enfermo y al herido.

    En general el profesor se cuestiona ¿hasta
    qué punto la ética médica debe ser
    independiente de los designios de la ley o de las
    costumbres de las comunidades demasiado cerradas?¿es
    la ética médica un artefacto cultural o legal,
    o posee una cierta moralidad
    interna… después de estas y otras interrogantes
    el profesor refiere que en la ética médica se
    deben distinguir cuatro sentidos:

    1. Lo promulgado por la profesión
    2. La conciencia personal del
      médico
    3. Lo dictado por la cultura o la ley
    4. Aquello que es posible concluir mediante el
      análisis racional de la naturaleza misma de la medicina

    Refiriéndose al tercero el Dr. Pellegrino
    opina que si la medicina fuera meramente esto la sociedad
    perdería la valiosa función social de la
    medicina como crítica de la sociedad, por otro lado
    plantea que si la ética médica permanece leal a
    su orientación primaria la beneficencia puede llegar a
    ser una de las pocas reservas morales de una sociedad secular
    y democrática, sin ser maleable por el capricho
    social, político o cultural, advierte que no
    está defendiendo un elitismo profesional, sino un
    conjunto de normas
    morales que surgen de la naturaleza misma de la actividad
    médica: sanar, ayudar, cuidar etc.

    CAPÍTULO 3:

    CRITERIOS
    ACTUALES DEL DR. PELLEGRINO SOBRE
    BIOÉTICA.

    En una entrevista
    que concediera al Diario Médico el Dr. Edmund
    Pellegrino en el año 2005, a sus 85 años,
    cuando emprende un nuevo reto: dirigir el trabajo del Consejo
    Presidencial de Bioética de Estados Unidos y tras la
    clase que
    impartió en el Master de Bioética de la
    Universidad de Navarra, repasa importantes
    temas de la disciplina.

    Al preguntársele por qué aceptó
    presidir el Consejo Presidencial de Bioética con tan
    avanzada edad responde:

    "Pienso que es muy importante el trabajo del
    consejo, que consiste en describir a los ciudadanos cuales
    son las cuestiones éticas en juego en
    un buen número de frentes (…). La
    Bioética afecta a la vida de todo el mundo: no es una
    disciplina para expertos. Por eso, después de tantos
    años de experiencia clínica, pienso que debo
    contribuir a ese debate, no
    para imponer lo que pienso, sino para avivarlo.

    Y respecto a lo de mi edad… ¿por
    qué tendría que dejar de pensar a partir de los
    85?

    Con esto queda demostrado que el Dr. Pellegrino
    posee un gran vigor y deseo de continuar aportando a la
    Éica y la Bioética.

    Refiriéndose a la pregunta sobre fuentes que
    censuran la designación del Comité Presidencial
    no por el Congreso y que resulte partidista por ello,
    Pellegrino responde enérgicamente que los que afirman
    esto se equivocan y no lo conocen:

    "Yo no me vendo a nadie. Funciono como un individuo:
    no me dejo dar órdenes ni instrumentalizar (…)
    Esto no es como trabajar en un consejo asesor de ética
    (…), de hecho, no cobro ni un dólar por este
    puesto.

    Sobre: " La Medicina de Mejora", el Dr. Pellegrino
    se refiere a la mejora de características personales y
    sitúa el ejemplo de que ya tenemos en el deporte, conocimientos
    sobre cómo mejorar la musculatura y en futuro
    hablaremos de mejorar la capacidad mental, la ciencia
    tendrá las herramientas para hacerlo, así que a
    los bioéticos se nos planteará si podemos hacer
    todo lo que está a nuestro alcance y la respuesta
    según Pellegrino no podrá ser claramente
    afirmativa, en este aspecto el Dr. hace una pregunta que
    creemos es de vital importancia: ¿Hay alguna prueba de
    que una persona será mejor por ser más lista?.
    Pellegrino poniendo el ejemplo de hombres que fueron
    inteligentes y listos como el caso de Adolfo
    Hitler y otros tantos dictadores que acabaron con la vida
    de millones de personas hace que este aspecto no puede tener
    una respuesta acabada y sí estará contribuyendo
    a su estudio en profundidad. Más adelante significa
    que el simple hecho de que seamos capaces de hacer algo no
    significa necesariamente que debamos hacerlo, precisamente
    esto ha sido lo que provocó el nacimiento de la
    ética de la biotecnología: ¿debemos hacer
    todo lo que esté al alcance de la tecnología?
    ¿Quién decidirá que significa mejor?
    etc. …

    En otra parte de la
    entrevista el Dr. Pellegrino da su opinión sobre
    la Autonomía la cual considera se ha convertido en un
    tema crucial en el debate bioético:

    "La autonomía es la capacidad para el
    autogobierno, la autodecisión (…) está
    inscrita en la dignidad
    de la persona"

    Habla también que la autonomía se
    convirtió en objeto de la Bioética a mediados
    de los años 60 del siglo xx, al hacerse
    explícito que un paciente podía rechazar el
    tratamiento lo cual tuvo precedente judicial en los
    años 40 convirtiéndose en ley.

    El Dr. explica que como médico procura
    siempre informar al paciente, hacerle comprender su
    patología y los tratamientos posibles para que, en su
    caso pueda rechazar uno u otro. Es de la opinión que
    la autonomía ha evolucionado hacia su
    absolutización, y hay quienes piensan que si el
    paciente desea algo, el médico está obligado a
    proporcionárselo; pero, argumenta que el médico
    también es una persona y tiene derecho a su propia
    autonomía, aunque ello origine conflictos. De la misma
    forma que el médico no puede imponer nada a un
    paciente, el paciente no puede imponerse al
    médico.

    A manera de ilustración el Dr. Pellegrino
    dice:

    Si alguien pide al profesional que le ayude a
    suicidarse, el médico podrá decir: "No, soy un
    médico y eso va contra mi conciencia".

    En otro aspecto de esta interesante entrevista el
    Dr. Pellegrino da criterios sobre el consentimiento Informado
    y refiere:

    "El médico tiene la obligación de
    decir al paciente cuál considera que es la
    elección más acertada. No puede dejarle sin
    más ante tres o cuatro opciones terapéuticas y
    pedirle que decida sobre una. Como médicos, estamos
    dados a dar al paciente nuestro criterio, pero también
    la oportunidad de hacer cuantas preguntas precise y esto
    dependerá del nivel cultural y de la propia percepción sobre la enfermedad para que
    luego se pueda tomar una decisión, hacer lo contrario
    constituirá un abandono y recalca que la falta de
    tiempo no
    debe constituir una excusa.

    "…el médico debe encontrar siempre la
    ocasión para informar al paciente, porque es lo que
    marca la
    diferencia en la relación clínica".

    Cuando se le pregunta al Dr. Pellegrino qué
    hacer frente a casos difíciles, es de la
    opinión que ante casos complicados es importante
    anticiparse a los acontecimientos: …"que el
    médico discuta con el paciente desde la primera
    consulta, qué debería hacerse en esas
    circunstancias, porque así se podrá conseguir
    el objetivo
    asistencial, que es respetar al paciente.

    En otro momento el DR Pellegrino brinda su
    opinión sobre el llamado" testamento vital" y dice:
    "(…) el consejo que doy a mis pacientes es nombrar un
    representante que decida, en caso de problemas con el
    médico. Es una fórmula más eficaz y
    menos conflictiva que el documento de voluntades
    anticipada".

    Para aquellos pacientes que no tienen en
    quién apoyarse de verdad, será una
    fórmula idónea.

    El problema del testamento vital es, que es muy
    difícil de anticipar las posibles situaciones en las
    que se encontrará uno en el proceso de
    la
    muerte.

    Citándose a él mismo como ejemplo
    dice." Yo he otorgado un poder de representación a mi
    esposa: si algo me ocurre, ella decidirá con el
    médico".

    Otro tema analizado en la entrevista versa sobre
    la
    Clonación Terapéutica a lo que el profesor
    responde:

    "El recurso a las células embrionarias humanas no es
    ético, resulta científicamente cuestionable y
    simplemente innecesario. Soy partidario de la
    investigación, pero existe una fuente no
    problemática que son las células adultas. El
    embrión es un ser humano, digno de protección,
    y por eso soy contrario a la investigación que exija
    matar un embrión para obtener sus
    células".

    Nuevamente el Dr. reafirma que no se opone a la
    investigación, pero existe una fuente no
    problemática desde el punto de vista ético y
    con perspectivas clínicas que son las células
    adultas.

    Rechazo al mercantilismo en la asistencia
    sanitaria.

    En su intervención en la inauguración
    del Master en Bioética de la Universidad de Navarra y
    la conferencia
    titulada:" Las virtudes en la práctica médica"
    Pellegrino critica las actitudes
    mercantilistas en la asistencia sanitaria e insistió
    que la práctica médica debe centrarse en el
    enfermo:

    "La salud resulta demasiado crucial para dejarla en
    manos del mercado.
    Un paciente constituye un ser humano particular y vulnerable:
    hay que proporcionarle un bien físico y espiritual y
    no puede recibir el trato de un artículo de
    supermercado o una pieza asegurada". En otro momento de su
    intervención Pellegrino destaca las virtudes de la
    profesión sanitaria y la necesidad de sustituir el
    interés propio por el interés
    hacia el enfermo, la sinceridad y honestidad
    intelectual para reconocer las limitaciones del saber, la
    valentía y la justicia para servir con equidad a
    todos los convalecientes.

    Resalta además que la ética se
    encuentra por encima de la ley, y respecto al tema de
    Eutanasia, Pellegrino defendió que:"la
    autonomía no sólo reside en el enfermo, sino en
    la dignidad del ser humano. Así, se debe preservar
    también la dignidad del médico, con la
    posibilidad de la objeción de conciencia"

    Sobre los errores médicos, recomendó
    que se debe:" ser totalmente francos porque a largo plazo
    resulta mejor legal, moral y médicamente, incluso
    cuando se trata de una negligencia, hay que aceptar la
    responsabilidad".

    En la Revista
    Huellas número 8 de septiembre del 2006 en un debate
    acerca de: ¿La taquilla de la felicidad? No existe. El
    Dr. Pellegrino plantea:"es una cuestión que concierne
    a todos".

    "Las cuestiones de Bioética no conciernen
    sólo a una élite interesada, sino a todo el
    mundo. Todos, antes o después, nos encontramos ante
    una persona querida que sufre y tenemos que decidir lo que
    hay que hacer, debemos interrogarnos sobre qué es
    realmente su felicidad". Comienza así el recorrido del
    Dr. Pellegrino sobre el tema en cuestión y propone las
    siguientes interrogantes:

    ¿Qué nos hace felices?, ¿a caso
    la realización de nuestros deseos?, ¿podemos
    realmente decir que al satisfacer nuestros deseos estamos del
    todo satisfechos?, ¿no será quizás
    más verdadero advertir que un deseo siempre conduce a
    otro?

    El Dr. Pellegrino después de estas
    interrogantes concluye:

    (…)"la felicidad no se muestra
    necesariamente como un estado que dependa de la
    posesión de bienes,
    materiales
    o espirituales. Es algo más profundo, algo para lo que
    estamos hechos pero que rebasa nuestras posibilidades. La
    felicidad coincide con la satisfacción total, con el
    no tener más deseos que cumplir (…), estamos
    condenados a desear siempre, aunque destinados a acercarnos a
    Dios, la felicidad plena."

    Respondiendo acerca de la Declaración
    Universal de Bioética y la crítica acerca de la
    capacidad real de países del III mundo para aplicarla
    el Dr. respondió

    "Es difícil en efecto, fraguar una norma o
    una serie de recomendaciones aplicables en contextos
    socioeconómicos y culturales de los más
    diversos "

    "Pero lo que la UNESCO pretende es que la
    Bioética sea una preocupación universal porque
    afecta a todo el mundo (···) los
    problemas éticos se han globalizado: aunque
    quisiéramos no se pueden confinar a las fronteras de
    un país"

    Más adelante apunta que esta
    declaración pretende proteger a países que
    carecen de cultura bioética o de instituciones que
    velen por el cumplimiento de la dignidad humana,
    especialmente en las investigaciones.

    Sobre el papel que ha jugado la teología en
    la bioética en EEUU al contrario de otros
    países que la consideran elemento alterador del
    debate, Pellegrino plantea que esta es una postura
    típica de una visión política laicista y atea. En EEUU, la
    mayoría profesa un credo y por eso tenemos que
    considerar la perspectiva religiosa, pues al final la
    bioética versa sobre que esta bien y que esta mal, una
    cuestión también teológica.

    Señala además que, en el debate
    debemos recurrir a la razón y a la ley natural
    inscrita en la dignidad humana, no imponer un
    credo.

    CONCLUSIÓN

    Hacer un análisis reflexivo de los criterios
    más actuales de un bioticista crítico y
    profundo como Edmund Pellegrino en cada aspecto de la
    ética y bioética, tratados
    en este trabajo, puede contribuir a enriquecer nuestra
    visión para el desarrollo de una bioética que
    se corresponda a nuestras características y
    exigencias.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Navotti P. ¿La Taquilla de la felicidad?
      No existe. Revista Huellas no 8 01-09 -2006 Ciencia y
      Debate.
    2. Pellegrino E. D. Conferencia "Las virtudes en la
      práctica médica". Inauguración del
      Master en Bioética de la Universidad de Navarra.
      2007.
    3. Pellegrino E. D. Deber Social y Complicidad
      Moral. Cuaderno Regional de Bioética No 4.
      2006
    4. Pellegrino E. D. La biotecnología,
      mejoramiento humano y las interfaces de medicina.
      Boletín del Centro de Bioética y Dignidad
      Humana. 2004. Disponible en URL: .
    5. Pellegrino E. D. La metamorfosis de la
      ética médica. Una mirada retrospectiva a los
      últimos 30 años. Cuadernos Regionales:
      Bioética, temas y perspectivas. Cuaderno No. 1.
      2005
    6. Pellegrino E. D. Medicina de Mejora. Reto de la
      Bioética Diario Médico. 4 de Octubre de
      2005.

     

    Autora:

    Lic. Maritza Chaviano
    González

    Enviado Por:

    Lic. Alina del Pilar Mora Sanchez

    Maestría en Bioética II Edición – Diplomado en
    Fundamentos en Bioética.

  3. La necesidad y utilidad de los
    principios se hace cada vez más clara en la medida que
    tratamos de aplicar otras teorías a los casos
    concretos

Partes: 1, 2
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