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Revelado de huellas lofoscópicas en papel (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

Dentro de la bibliografía consultada en
relación con el tema, se menciona la investigación del japonés S. Takagi,
quien con sus estudios determina la existencia de tres zonas
básicas de transpiración, las cuales describe como
a continuación de menciona:

La Zona 1: "está formada por la palma de la mano
y la planta del pie que transpira mucho. En la palma de la mano
la transpiración varía considerablemente en las
personas. La planta de los pies es algunas veces menos
húmeda, pero en ocasiones la relación está
invertida en determinados sujetos. Pero, de todos modos, la mayor
transpiración insensible en todo el cuerpo está en
la palma de la mano y en el pie."

La Zona 2: "comprende la frente, el cuello y las
mejillas; la frente es la que ofrece la tasa más alta de
transpiración, todas las partes descubiertas de la
piel,
expuestas al aire, tienen una
tasa de transpiración más alta, por lo que se
incluyen en esta zona."

La Zona 3: "abarca todas las regiones corporales
habitualmente cubiertas por ropas, en esta zona la tasa de
transpiración es más baja y casi
uniforme."

Claro que este tipo de clasificación varía
tremendamente con cada región y grupo
biológico humano correspondiente, por diversas variables,
como lo puede ser simplemente el clima y/o la
constitución física dada por las
diversas regiones geográficas habitadas por el
hombre.

Un dato a mencionar por su importancia es el hecho de
que la temperatura
cutánea va a ser más alta o elevada en la cabeza,
en la frente, el pecho, el cuello, la cara interna de las
extremidades, la palma de la mano, y la planta de los pies;
porque si bien recordamos, todas estas zonas se encuentran
más irrigadas por una gran cantidad de vasos
sanguíneos. El hecho anterior es importante ya que es
mencionado por el Dr. Guyton, en su libro Fisiología Humana, haciendo referencia a
que "el mecanismo de transpiración de la mano y de la
planta de los pies es de 5 a 20 veces mayor que en cualquier otra
superficie del cuerpo."

Ya que se ha comprendido que la sudoración es un
mecanismo fisiológico del cuerpo humano,
se tiene que la sudoración como mecanismo
fisiológico, requiere de la secreción activa de
líquido, por parte de las glándulas del sudor y su
expulsión al interior de los conductos los cuales lo
llevan a la superficie de la piel. "El sudor es bombeado a la
superficie por la contracción periódica de las
células
similares al músculo liso de los conductos. La producción y acarreo del sudor a la
superficie cuentan con la estimulación de los nervios
simpáticos."

"El sudor es una verdadera secreción y no
simplemente un filtrado." Se ha hablado del sudor como medio
fisiológico termorregulador de la temperatura del
organismo, pero un punto que no debe de escapar y que se debe
mencionar por su importancia es la composición del sudor;
de allí el siguiente concepto: El
sudor es un líquido compuesto por agua, sales
minerales y
toxinas. El sudor está producido por las glándulas
sudoríparas, que se encuentran situadas en el tejido
subcutáneo, en la epidermis. La sudoración es un
fenómeno fisiológico destinado a mantener estable
la temperatura corporal.

Aunque en condiciones normales sólo
deberíamos sudar en exceso si practicamos deporte o sufrimos un calor
desmedido, hay personas cuya transpiración es muy intensa
en cualquier circunstancia. Sus manos, axilas, rostro y
cráneo parecen constantemente empapados, hasta el extremo
de que el sudor es para estas personas una traba que condiciona
su vida social, laboral y
afectiva. La hiperhidrosis o producción excesiva de sudor
es un trastorno traumático para quienes lo padecen, y no
tiene nada que ver con una higiene
deficiente.

Además, existen otros factores que influyen en la
cantidad de sudor que transpiramos los cuales son de orden
psicológico, entre éstos se encuentran: el miedo y
la ansiedad. Al abordar este tema diremos que no hay nadie que no
haya experimentado en algún momento de su vida
algún grado de ansiedad y/o miedo. El miedo y la ansiedad,
considerados tanto en forma aislada, así como parte de una
determinada patología, constituyen por sí un
estado emotivo
especial, en cuya consecuencia, en la mayoría de casos
nuestra transpiración puede acelerarse y aumentarse. Sin
embargo, en una minoría de casos, dichos estados
emocionales pueden en cambio
provocar en el organismo una reacción contraria a la antes
mencionada, ya que en algunos sujetos el miedo y la ansiedad
suelen provocar una baja en la temperatura corporal, bajar la
presión
arterial y en consecuencia inhibir la sudoración de la
persona. Por
ejemplo: El estudiante que va a someterse a un examen, suele
despertarse varias veces durante el curso de la noche anterior,
convencido de haber oído un
ruido
extraño. Lo que es menos conocido, es que sensaciones como
mareo extremo, visión de puntitos luminosos, visión
borrosa, entumecimiento y hormigueo, músculos
rígidos y casi paralizados, y dificultad para respirar que
llega hasta la sensación de ahogo o asfixia pueden ser
también parte de la ansiedad.

Cuando estas sensaciones suceden y la persona no
comprende por qué la ansiedad puede incrementarse hasta
niveles de pánico,
ya que la persona imagina estar padeciendo de alguna enfermedad.
La ansiedad es una respuesta al peligro o amenaza.
Científicamente la ansiedad inmediata o a corto plazo es
llamada respuesta de lucha-huida. Se llama así porque
todos los efectos están dirigidos a combatir el peligro o
a escapar del mismo. Así, el propósito de la
ansiedad es proteger al organismo. Es una respuesta ancestral,
cuando nuestros antepasados vivían en cuevas, era vital
que cuando se enfrentaban a algún peligro, ocurriera una
respuesta automática que les hiciera realizar una acción
inmediata (ataque o huida). Hoy en día, este mecanismo es
también necesario. Por ejemplo: al cruzar una calle, un
vehículo se acerca tanto a nosotros y al mismo tiempo toca la
bocina. Si no experimentáramos ninguna ansiedad en ese
momento, no nos pondríamos a salvo, al tener una respuesta
de lucha-huida, nos apartamos inmediatamente del vehículo
en cuestión. Por tanto, esto es muy simple: el
propósito de la ansiedad es proteger al organismo, no
dañarlo, consiguiendo que el organismo esté
preparado para la acción inmediata,
resguardándolo.

Cuando algún tipo de peligro es percibido o
anticipado, el cerebro
envía un mensaje a una sección de nervios llamada
S.N.A. (sistema nervioso
autónomo). El S.N.A. tiene dos ramas llamadas el S.N.S.
(sistema nervioso
simpático) y el S.N.P. (sistema nervioso
parasimpático). Estas dos ramas del sistema nervioso
están directamente implicadas en el control de los
niveles de energía corporal y de la preparación
para la acción.

  • S.N.S. (sistema nervioso simpático): es el
    sistema de lucha-huida que libera energía y hace que el
    cuerpo este preparado para la acción.
  • S.N.P. (sistema nervioso parasimpático): es el
    sistema de restauración que devuelve el cuerpo a un
    estado normal.

El sistema nervioso simpático (S.N.S.), es un
sistema de todo o nada, cuando es activado todas sus partes
responden. Es decir, o todos los síntomas son
experimentados o ningún síntoma es experimentado;
es raro que ocurran cambios sólo en una parte del cuerpo.
Esto puede explicar por qué la mayoría de los
ataques de pánico implican muchos síntomas y no
sólo uno o dos.

Uno de los efectos principales del S.N.S, es que libera
dos productos
químicos, adrenalina y noradrenalina, de las
glándulas adrenales o suprarrenales que se hallan en la
parte superior de los riñones. Estos productos
químicos son mensajeros del S.N.S., para continuar la
actividad; de modo que una vez iniciada la actividad por el
S.N.S. continúa y se incrementa durante algún
tiempo. Es muy importante comprender que la actividad del S.N.S.
se detiene de dos formas: la primera porque los mensajeros
químicos (adrenalina y noradrenalina) son destruidos
finalmente por otros productos químicos del cuerpo; y la
segunda, porque se activa el S.N.P. (que generalmente tiene
efectos opuestos al S.N.S.) y restaura una sensación de
relajación.

Es muy importante, tener en cuenta que al final el
cuerpo tendrá bastante de la respuesta lucha-huida y
activará el S.N.P. para restaurar la sensación de
relajación. Es decir la ansiedad no puede continuar para
siempre o aumentar en espiral hasta niveles siempre crecientes y
posiblemente dañinos. El sistema nervioso
parasimpático es un protector interior que evita que el
sistema nervioso simpático se extralimite.

Otra cosa importante es que los mensajeros
químicos (adrenalina y noradrenalina), tardan algún
tiempo en ser destruidos. Así, incluso después de
que el peligro ha pasado y el sistema simpático ha parado
de responder, es probable que el individuo se
sienta inquieto o agresivo por algún tiempo debido a que
los productos químicos están flotando aún en
su sistema. Es muy común que durante ese período el
sujeto continúe transpirando acelerada y excesivamente; y
que de ser así el sudor que transpire tenga distinta
salinidad que la que tiene el sudor que transpira después
de una extenuante sesión de ejercicios corporales. De
hecho es una función
adaptativa.

La anterior explicación respecto a la
fisiología y psicología del miedo
y la ansiedad, no es la única, como tampoco es
única, ni uniforme la reacción que el miedo y la
ansiedad causa en el ser humano. Ya que en algunos individuos la
actividad en el S.N.S., produce un incremento en el ritmo
cardiaco y en la fuerza del
latido del cardiaco. Esto es vital para la preparación de
la actividad ya que ayuda a aumentar la velocidad del
flujo sanguíneo y mejora de este modo el reparto de
oxigeno a los
tejidos y la
eliminación de productos de desecho de los tejidos, entre
éstos el sudor. Esta es la razón por lo que es
típico sentir que el corazón
late a ritmo acelerado o que late con fuerza durante los
períodos de elevada ansiedad o pánico.
Además de la mayor actividad en el corazón,
también hay un cambio en el flujo sanguíneo.
Básicamente, la sangre es
retirada de los sitios donde no se necesita (mediante un
estrechamiento de los vasos sanguíneos) y dirigida hacia
los sitios dónde se necesita más (mediante una
dilatación de los vasos sanguíneos). Por ejemplo:
la sangre se retira de la piel y de los dedos de las manos y de
los pies. Esto es útil porque si el organismo es atacado y
sufre un corte, es menos probable que se desangre hasta morir.
Por eso, durante la ansiedad la piel se ve pálida y
fría, los dedos se vuelven fríos y algunas veces
experimentan entumecimiento y hormigueo.

La activación del S.N.S. produce otros efectos,
ninguno de los cuales es dañino. Por ejemplo: las pupilas
se dilatan para dejar que entre más luz, lo cual
puede producir visión borrosa y puntitos luminosos
enfrente de los ojos entre otras cosas. Hay una
disminución de la salivación, lo que hace que la
boca esté seca. Hay una menor actividad en el sistema
digestivo, lo cuál produce frecuentemente nausea,
pesadez de estómago e incluso
estreñimiento.

En algunos casos la persona no puede encontrar una
explicación a que las percepciones o simples sensaciones,
provoquen en ellos una reacción emocional exagerada. En
estos casos el sujeto se cuestiona el por qué de estar
ansioso si no existe estímulo externo que justifique su
ansiedad. Es decir, el individuo se encuentra consciente de no
percibir ningún estímulo o presión que le
provoque miedo, angustia o ansiedad. Probablemente el individuo
simplemente se encuentra en un lugar distinto de aquel en que
lleva a cabo sus actividades cotidianas, pues por ejemplo se
halla en el interior de una agencia bancaria con motivo de cierta
diligencia. El interés
del sujeto en efectuar la diligencia en la institución
bancaria si bien es cierto para el efecto coloca al sujeto en un
lugar distinto de su hogar o lugar de trabajo, y
efectuará la gestión
con la ayuda de un empleado de la agencia bancaria,
también es cierto que no se trata de una situación
que le hagan sentir miedo o ansiedad; sin embargo, en el
individuo se produce una sintomatología similar, propia o
parecida a la que se produce en su organismo como consecuencia de
una reacción emocional causada por el miedo, ansiedad o
pánico. A primera instancia el individuo cree que algo
está funcionando mal en su organismo, pues sufre de una
reacción emocional excesiva pese a la ausencia de
estímulo que la cause o que la justifique. Este es el caso
de una persona excesivamente tímida, introvertida y
nerviosa, a quien el simple hecho de tener que dirigirse a un
extraño, es suficiente para que en él se produzca
una alteración en su organismo. Es el caso típico
de la persona que durante la conversación con el
extraño ante quien promoverá la diligencia que le
interesa, se le observa una notoria sudoración pese a
estar en un ambiente
fresco, se muestra
visiblemente emocionado y su expresión verbal revela una
actitud
titubeante e insegura, revelado por el tartamudeo o
contradicciones en que incurre al hablar.

Existen otros trastornos relacionados con la
sudoración, es por eso que cuando se suda excesivamente se
habla de hiperhidrosis, producción excesiva de sudor, que
puede ser generalizada o sistémica y localizada. La
hiperhidrosis sistémica se observa en muchas
circunstancias: embarazo,
obesidad,
menopausia, ansiedad, hipertiroidismo, consumo de
alcohol o de
opiáceos, y también en muchas enfermedades, como tumores,
infecciones, etc.

Pero la que más problemas
genera es la hiperhidrosis localizada, también denominada
emocional, porque se desencadena por estímulos estresantes
y emocionales. Afecta a las palmas de las manos, plantas de los
pies, axilas y a la región craneofacial. Se ignora lo que
la ocasiona y se piensa que es una hiperactividad del sistema
vegetativo simpático. La padece una de cada 10,000
personas y por lo general se manifiesta ya en la infancia y
persiste casi siempre durante toda la vida. En la mitad de los
casos hay un factor desencadenante, por lo general de tipo
emocional, aunque también puede generarlo el calor, el
ejercicio físico o la alimentación. La
hiperhidrosis localizada desaparece por la noche.

En la afección plantar origina mal olor,
ampollas, maceración de la piel, infecciones locales,
micosis y deteriora los calcetines y el calzado. La axilar
humedece la zona, la irrita, también produce mal olor y
deteriora el vestuario. El tratamiento local la mejora pero no
consigue eliminarla del todo. La craneofacial se caracteriza por
una sudoración excesiva de frente y cara, se desencadena
tras un estrés
mínimo y los que la padecen se ven obligados a estar
secándose el rostro continuamente. Para quienes utilizan
cosméticos, maquillajes, es un problema serio.

La hiperhidrosis palmar es un verdadero problema social
para el que la sufre, sobre todo las formas graves y si se trata
de un cargo público, representantes, dependientes,
pintores, dibujantes. Las personas afectadas pueden volverse
retraídas, evitan dar la mano e incluso llegan a evadir la
vida social.

 

4.6.2. Composición del sudor
humano

Elemento

Gramos por ciento

Agua

99.0742

Sólidos

0.258 – 0.779

Sólidos
orgánicos

0.030 – 0.290

Cenizas

0.144 – 0.566

Cloro

0.059 – 0.346

Ácido
fáctico

0.070

Sulfatos

0.004

Sodio

0.150

Potasio

0.017

Urea

0.030

Glucosa

0.004

Según la muestra que sea tomada, el sudor va a
contener en general, laminillas epiteliales y algo de restos
sebáceos, generalmente es ácido, pero su pH puede
oscilar entre cuatro y ocho en relación con el grado de
neutralización del ácido láctico. El
único componente que se encuentra en abundancia es el
cloruro de sodio, la cantidad del cual puede variar dentro del
carácter siempre hipotónico del
sudor.

En cuanto a los otros componentes del sudor, es de
señalar que la urea se halla presente a la misma
concentración de la sangre y que el ácido
láctico parece formarse en las mismas glándulas
sudoríparas. "La sudoración o sudación sobre
la superficie general del cuerpo tiene variaciones que son desde
normales hasta patológicas, individuales, posturales,
sexuales, por factores físicos y psíquicos, por
trabajo mental o muscular, etc."

Desde el punto de vista de la Criminalística y de la Psicología
criminal, es posible hablar de tres tipos básicos de la
sudoración, los cuales son los siguientes:

  1. En el hombre
    normal o sano. "El hombre saludable y despierto, en estado de
    reposo, es decir, en situación natural y en descanso,
    según la familia
    étnica a la que pertenezca y el país donde
    resida, tiene un sudor propio a todas esas condiciones. Esa es
    su individualidad sudoral, tan personal y
    característica."
  2. En el hombre enfermo: "Este tipo de sudoración
    está dada generalmente por enfermedades que
    acompañan un cuadro donde la temperatura corporal se
    encuentra elevada, y el sistema termorregulador se encuentra
    más frecuentemente activo."
  3. En el hombre delincuente: "El hombre que perpetra un
    crimen o comete un delito
    cualquiera, está bajo una tensión emocional en un
    estado "sui generis" y por ende perspira más
    profundamente, por lo cual está funcionalmente preparado
    para producir buenas impresiones latentes."

Se ha observado que la sudoración dactilar es
frecuentemente vista en las oficinas de identificación
donde los sospechosos y acusados son conducidos para la
obtención de sus impresiones dactilares, las cuales
deberán ser comparadas con las encontradas en el lugar del
hecho. Además las gotitas de sudor aparecen sobre el labio
superior, encima de la boca, sobre la frente y la mano. En
determinados casos la sudación dactilar es tan intensa que
repele la tinta dactilográfica y pone a prueba la
habilidad del identificador para lograr un dactilograma
uniforme."

Retomando un poco lo visto en el capitulo anterior
tenemos que las huellas dactilares son marcas que quedan
en una superficie, estas marcas corresponden al patrón de
la piel de los dedos que tocaron dicha superficie, algunas de
estas impresiones, como las huellas latentes, son
depósitos de materiales
aceitosos o de sudor que normalmente cubren la piel. Tenemos que
a través de las crestas papilares "se abren paso los
orificios externos de las glándulas excretoras del sudor o
glándulas sudoríparas, que al depositar
continuamente su producto de
excreción, humedecen las crestas."

Al tocar cualquier objeto, las crestas humedecidas
tenuemente por el sudor, dejan una marca apenas
visible, la huella papilar o huella dactilar en el caso de los
dedos. Es importante resaltar que tanto el vigor que incide en la
fuerza del indicio dermopapilar, el poder de
desarrollo o
la energía reveladora de la huella dactilar, dependen
directamente de las glándulas sudoríparas. "Si las
estructuras
que elaboran el sudor, el órgano glandular, está
inactivo, las huellas carecen de vigor, son pobrísimas, se
amortiguan y desaparecen rápidamente."

Dentro de este apartado, tendríamos que
respondernos entonces a la interrogante de cómo se forman
las huellas dactilares?, siendo la respuesta, que estas huellas
son formadas por el sudor exudado por las glándulas
sudoríparas y por una pequeña cantidad de aceite exudado
por las glándulas sebáceas adyacentes a los
folículos pilosos. La superficie palmar de las manos y de
los dedos así como la planta de los pies contienen un
número considerable de esas glándulas
sudoríparas cuya actividad es mayor o menor según
la temperatura ambiental.

Como ya hemos visto no hay glándulas
sebáceas en las palmas de las manos y dados, así
como en la planta de los pies. El aceite que aparece en las
huellas latentes es procedente de otras partes de cuerpo, tales
como la cara, cuello, pelo, piel cabelluda, etc. que al ser
tocadas estas partes del cuerpo con las manos recogen siempre
algún aceite.

Al tener las manos contacto con algún objeto
éstas depositan el sudor que contienen sobre el mismo; al
efectuarse este contacto se producen los dibujos que
forman las crestas papilares, que tienen los orificios por donde
exudan el sudor extendiendo sobre esa superficie su
secreción. Así pues, todos los objetos lisos,
pulimentados, tocados por las manos tienen más o menos
reproducidos sobre ellos los dibujos papilares, naturalmente
invisibles pero que por fortuna pueden ser revelados por
distintos procedimientos.

El sudor tiene gran importancia dentro del estudio de la
investigación Criminalística, ya que
a partir de él se puede hacer la determinación de
drogas de
consumo y opiáceos, hay que recordar que la principal
vía de eliminación de estás es por la orina
en un porcentaje del 50 a 60%, aunque se excreción por
sudor es mínima, en la investigación criminal es de
importancia significativa hacer un estudio complejo para su
determinación. Entre las principales drogas, tenemos a las
feniletilaminas, donde destacan las anfetaminas y
las metanfetaminas.

También podemos encontrar en el sudor, rastros de
plomo, en especial en aquellas personas que son fabricantes de
vidrio,
ceramistas que trabajen con pigmentos y barnices, así como
pintores. El arsénico, que tiene un aspecto muy parecido a
la harina y al azúcar,
es utilizado principalmente en actos suicidas, las
manifestaciones clínicas por envenenamiento con este
producto pueden confundirse con las enfermedades
gastrointestinales, actualmente se usa como plaguicida y puede
encontrarse en hortalizas y frutos.

El sudor como medio de identificación es de gran
ayuda en el estudio del ADN, al igual que
los cabellos, rastros de saliva, semen, manchas de sangre y
restos óseos recogidos en el escenario del
crimen.

Es por eso que lo antes analizado, es de suma
importancia para el Criminalista, así como el perito en
Dactiloscopía, ya que si cuentan con los debidos soportes
técnicos y científicos, comprenderá
cómo realizar una mejor investigación, así
como denotará todas estas variables que en un determinado
momento pueden incidir en una buena o mala toma de impresiones
dactilares.

CAPÍTULO
V

FACTOR DE SOPORTE Y REACTIVOS, SOLUCIONES E
INSTRUMENTOS EN LA PRUEBA LOFOSCÓPICA

5.1. El papel

Dentro del trabajo criminalístico es de suma
importancia conocer los diversos tipos de soportes que existen,
pero en especial en este caso, por el tipo de
investigación que se lleva a cabo, sólo nos
referiremos al papel como uno de los soportes más
empleados, donde por la importancia que reviste, es muy frecuente
encontrar huellas latentes sobre él. Al hablar de
lofoscopía y por el titulo del presente capítulo,
se verá la relación directa que hay entre
ésta, el soporte y los distintos métodos
existentes para el revelado de huellas latentes, igualmente
mencionaremos las características fisicoquímicas de
algunos de los diversos reactivos utilizados para el revelado de
huellas latentes sobre papel.

El papel, es un "material en forma de hojas delgadas que
se fabrica entretejiendo fibras de celulosa
vegetal. El papel se emplea para la escritura y la
impresión, para el embalaje y el empaquetado, y para
numerosos fines especializados que van desde la filtración
de precipitados en disoluciones hasta la fabricación de
determinados materiales de construcción. El papel es un material
básico para la civilización del siglo XXI, y el
desarrollo de maquinaria para su producción a gran
escala ha
sido, en gran medida, responsable del aumento en los niveles de
alfabetización y educación en todo el
mundo."

5.1.1. Antecedentes históricos

Ahora bien, al conocer la definición de lo que es
el papel, se mencionarán algunos de los aspectos
históricos del mismo, por lo cual tenemos que,
según la tradición, el primero en fabricar papel,
en el año 105, fue Cai Lun (o Tsai-Lun), un eunuco de la
corte Han oriental del emperador chino Hedi (o Ho TI). El
material empleado fue probablemente corteza de morera, y el papel
se fabrico con un molde de tiras de bambú. "El papel
más antiguo conservado se fabricó con trapos
alrededor del año 150. Durante unos 500 años, el
arte de la
fabricación de papel estuvo limitado a China; en el
año 610 se introdujo en Japón,
y alrededor del 750 en Asia central. El
papel apareció en Egipto
alrededor del año 800, pero no se fabricó
allí hasta el año 900."

El empleo del
papel fue introducido en Europa por los
árabes, y la fábrica de papel se estableció
en España
alrededor del año 1150. "A lo largo de los siglos
siguientes, la técnica se extendió a la
mayoría de los países europeos. La introducción de la imprenta de
tipos móviles a mediados del siglo XV abarató
enormemente la impresión de libros y
supuso un gran estímulo para la fabricación de
papel."

El proceso
básico de la fabricación de papel no ha cambiado a
lo largo de más de 2.000 años, e implica dos
etapas: trocear la materia prima
en agua para formar una suspensión de fibras individuales
y formar láminas de fibras entrelazadas extendiendo dicha
suspensión sobre una superficie porosa adecuada que pueda
filtrar el agua
sobrante.

En la fabricación manual del papel,
la materia prima
(paja, hojas, corteza, trapos u otros materiales fibrosos) se
coloca en una tina o batea y se golpea con un mazo pesado para
separar las fibras. Durante la primera parte de la
operación, el material se lava con agua limpia para
eliminar las impurezas, pero cuando las fibras se han troceado lo
suficiente, se mantienen en suspensión sin cambiar el agua
de la tina. En ese momento, el material líquido, llamado
pasta primaria, está listo para fabricar el papel. La
principal herramienta del papelero es el molde, una tela
metálica reforzada con mallas cuadradas o rectangulares.
El molde se coloca en un bastidor móvil de madera, y el
papelero sumerge el molde y el bastidor en una tina llena de esta
pasta. Cuando los saca, la superficie del molde queda cubierta
por una delgada película de pasta primaria. El molde se
agita en todos los sentidos, lo
que produce dos efectos: distribuye de forma uniforme la mezcla
sobre su superficie y hace que las fibras adyacentes se
entrelacen, proporcionando así resistencia a la
hoja. Mientras se agita el molde, gran parte del agua de la
mezcla se filtra a través de la tela metálica. A
continuación se deja descansar el molde, con la hoja de
papel mojado, hasta que ésta tiene suficiente
cohesión para poder retirarse del bastidor.

Una vez retirado el bastidor del molde, se da la vuelta
a este último y se deposita con suavidad la hoja de papel
sobre una capa de fieltro. Después se coloca otro fieltro
sobre la hoja, se vuelve a poner una hoja encima y así
sucesivamente. Cuando se han colocado unas cuantas hojas de papel
alternadas con fieltros, la pila de hojas se sitúa en una
prensa
hidráulica y se somete a una gran presión, con lo
que se expulsa la mayor parte del agua que queda en el papel. A
continuación, las hojas de papel se separan de los
fieltros, se apilan y se prensan. El proceso de prensado se
repite varias veces, variando el orden y la posición
relativa de las hojas. Este proceso se denomina intercambio, y su
repetición mejora la superficie del papel terminado. La
etapa final de la fabricación del papel es el secado. El
papel se cuelga de una cuerda en grupos de cuatro
o cinco hojas en un secadero especial hasta que la humedad se
evapora casi por completo.

Los papeles que vayan a emplearse para escribir o
imprimir exigen un tratamiento adicional después del
secado, porque de lo contrario absorberían la tinta, y el
texto y las
imágenes quedarían borrosas. El
tratamiento consiste en conferirle aspecto al papel
sumergiéndolo en una disolución de cola animal,
secar el papel aprestado y prensar las hojas entre láminas
de metal o de cartón liso. La intensidad del prensado
determinan la textura de la superficie del papel. Los papeles de
textura rugosa se prensan ligeramente durante un período
relativamente corto, mientras que los de superficie lisa se
prensan con más fuerza y durante más
tiempo.

Aunque los procedimientos esenciales de la
fabricación mecanizada de papel son los mismos que los de
la fabricación manual, el proceso mecánico es
bastante más complicado. La primera etapa es la
preparación de la materia prima. Los materiales más
usados hoy día son los trapos de algodón
o lino y la pulpa de madera. En la actualidad, más del 95%
del papel se fabrica con celulosa de madera. Para los papeles
más usados, como el papel prensa empleado en los
periódicos, se utiliza sólo pulpa de madera
triturada; para productos de más calidad se emplea
pulpa de madera química, o una mezcla
de pulpa y fibra de trapos, y para los papeles de calidad se
utiliza sólo fibra de trapos.

Los trapos empleados para la fabricación de papel
se limpian mecánicamente para quitarles el polvo y otras
materias extrañas. Tras esta limpieza, se cuecen en una
gran caldera giratoria a presión, donde se hierven con cal
durante varias horas. La cal se combina con las grasas y otras
impurezas de los trapos para formar jabones insolubles, que se
pueden eliminar más tarde mediante un aclarado, y al mismo
tiempo reduce cualquier tinte de los trapos a compuestos
incoloros. A continuación, los trapos se transfieran a una
máquina denominada pila desfibradora, una cuba larga
dividida longitudinalmente de forma que haya un canal continuo
alrededor de la misma. En una mitad de la pila hay un cilindro
horizontal con cuchillas que gira rápidamente; la base
curva de la pila también está equipada con
cuchillas. La mezcla de trapos y agua pasa entre el cilindro y la
base, y los trapos quedan reducidos a fibras, en la otra mitad de
la pila, un cilindro hueco de lavado cubierto con una fina tela
metálica recoge el agua de la pila y deja atrás los
trapos y fibras. A medida que la muda de trapos y agua va
fluyendo alrededor de la pila desfibradora, la suciedad se
elimina y los trapos se van macerando hasta que acaban separados
en fibras individuales. A continuación, la pasta primaria
se pasa por una o más desfibradoras secundarias para
trocear aún más las fibras. En ese momento se
añaden los colorantes, las sustancias para aprestarlo,
como la colofonia o la cola, y los materiales de relleno, como
sulfato de caldo o caolín, que aumentan el peso y la
consistencia del papel terminado.

"La preparación de la madera para la
fabricación de papel se efectúa de dos formas
diferentes. En el proceso de trituración, los bloques de
madera se aprietan contra una muela abrasiva giratoria que va
arrancando fibras. Las fibras obtenidas son cortas y sólo
se emplean para producir papel prensa barato o para mudadas con
otro tipo de fibras de madera en la fabricación de papel
de alta calidad. En los procesos de
tipo químico, las astillas de madera se tratan con
disolventes que eliminan la materia resinosa y la lignina y dejan
fibras puras de celulosa. El proceso químico más
antiguo fue introducido en 1851, y emplea una disolución
de soda cáustica (hidróxido de sodio) como
disolvente. La madera se cuece o digiere en esta solución
en una caldera a presión. Las fibras producidas con este
proceso no son muy resistentes, pero se utilizan mezcladas con
otras fibras de madera. Un proceso empleado con frecuencia en la
actualidad utiliza como disolvente sulfato de sodio o de
magnesio."

"Los papeles especiales se someten a tratamientos
adicionales. El papel súper satinado es sometido a un
proceso posterior de satinado a alta presión entre
rodillos metálicos y otros rodillos cubiertos de papel. El
papel estucado, como el empleado para la reproducción fototipográfica de
calidad, se apresta con arcilla o cola y se satina."

"Desde 1995 se fábrica papel con fibras de nylon,
dacrón y orlón, y con mezclas de
estas fibras y pulpa de madera. Este tipo de papel se produce con
las máquinas
habituales de fabricación de papel y puede tener una gran
variedad de aspectos y características, desde el papel
brillante parecido al normal hasta materiales que parecen
tejidos. Las características únicas de los papeles
de fibra sintética hacen que tengan muchas aplicaciones
para las que el papel corriente no resulta adecuado, en
particular como aislantes eléctricos, filtros para
aparatos de aire
acondicionado, cintas magnéticas para grabación
de sonido,
tejidos para calzados o entretelas de prendas de
vestir."

"El aumento de la demanda de
papel para la vida cotidiana ha multiplicado la posibilidad de
utilizar papel de desecho y cartón como pasta de papel;
con ello se consigue un gran ahorro de
energía en el proceso de fabricación de la pasta
primaria y la ventaja de no tener que utilizar madera de los
bosques. Las técnicas
de reciclaje han
evolucionado con mucha rapidez: desde la II Guerra Mundial, y
los dos sistemas
principales de recuperación se aplican sobre papel
impreso, que incluye el lavatorio de la tinta, y sobre papel de
envoltorio y cartón, de mayor rugosidad y porosidad y con
ausencia de grabados."

Debemos mencionar que aunque ya se haya hablado del
papel, haremos un paréntesis para poder establecer las
diferentes clases de Papel Bond existentes en el mercado; por
qué esto? porque la toma de las muestras de las huellas
lofoscópicas de ésta investigación fueron
hechas sobre este tipo de papel.

Así tenemos el papel bond premier 20 libras 75
gramos/m2, el cual tiene como características "una
excelente textura, soporte, además de un precio
accesible, el cual se presenta en tamaño estándar o
medida especial sobre medida." Tenemos el papel bond de
precisión, 20 libras 75 gramos/m2, este tipo de papel se
caracteriza por "tener una textura lisa de doble calandrado con
una blancura superior, se presenta en tamaño
estándar o medida especial sobre pedido." Finalmente
tenemos papel bond "prime white" 20 libras 75 gramos/m2, sus
características son que tienen el más alto grado de
blancura, es extra liso y de alta resistencia, se maneja hoja
estándar o especial sobre pedido.

Al hablar de papel, no se debe olvidar que tanto el
espesor, la densidad aparente
y el volumen,
también forman parte de las características propias
del mismo. Así tenemos que el espesor, llamado
también calibre se define como la distancia perpendicular
que existe entre las dos caras del papel bajo condiciones
específicas, su valor se
expresa en milímetros, micras y puntos que son
milésimas de pulgada.

Normalmente se determina el espesor del papel para
comprobar si corresponde al valor solicitado al comprarlo, sin
embargo resulta mucho más interesante comprobar la
uniformidad del espesor en diferentes puntos de una hoja y de una
hoja a otra de una misma partida, si se tiene en cuenta la forma
en que se fabrica la hoja de papel durante su fabricación
se puede comprender que su superficie no es perfectamente plana y
que puede presentar irregularidades que afectan directamente al
espesor.

La uniformidad del espesor varía según el
tipo y el grado de acabado del papel, por ejemplo, los papeles
marquilla que se emplean para dibujo, tienen
la superficie áspera, tienen una uniformidad más
bien deficiente en su espesor de un punto a otro, o bien entre
diferentes hojas, conforme van siendo más lisos los
papeles, la uniformidad de su calibre va siendo mayor, hasta
llegar a los papeles súper calandrados y los
recubrimientos en los que la uniformidad del espesor debe ser
alta.

Otro punto importante es también que no es lo
mismo papel que cartón, ya que el espesor del papel
depende de su peso base, sin embargo, papeles del mismo gramaje
pueden tener diferente espesor, dependiendo de su
composición fibrosa, la refinación que se le haya
dado a la pasta, la compresión a la que haya sido sometida
la hoja durante el proceso de fabricación, tanto en el
prensado como en el calandrado y la porosidad. El contenido de
humedad de la hoja también puede afectar su espesor. Esta
variación en el espesor para un peso base dado,
corresponde a una variación en la densidad aparente de la
hoja de papel que es una de sus propiedades fundamentales
más importantes.

El espesor es una propiedad muy
importante desde el punto de vista de la transformación y
el uso final del papel, su importancia se debe a que al variar el
espesor, el manejo del papel en las máquinas se dificulta;
además se ven afectadas en este caso todas lo propiedades
físicas y eléctricas del papel, pudiendo provocar
problemas en su uso.

La densidad del papel es probablemente el problema
fundamental más importante; esta propiedad nos proporciona
información sobre la estructura de
la hoja y está relacionada con la mayoría de las
propiedades del papel, especialmente porosidad, rigidez, dureza y
resistencia, aunque de hecho influye en todas las propiedades
ópticas y físicas excepto el peso base,
también afecta la absorción y la facilidad para ser
impreso.

Mientras que el peso especifico o volumen, es
recíproco de la densidad, o sea el volumen en cm3 de un
gramo de papel, en algunos casos se acostumbra utilizar volumen
cuando se trata de papeles voluminosos, pero puede considerarse
un equivalente de la densidad aparente y lo que influye en que
una se aplica también a la otra.

La densidad aparente del papel se ve afectada por muchos
factores, que se pueden dividir así: Los factores que
afectan el número de uniones entre fibras, entre
éstos son importantes el diámetro y la flexibilidad
de las fibras, el grado de refinación, el prensado a la
hoja húmeda y la cantidad de hemicelulosas; la presencia
de materiales que llenan los vados en la hoja, los principales
son: cargas, colorantes y almidón.

5.1.2. Cronología de la historia del
papel

  • 300 A.C. En China, se escribía sobre una
    superficie de residuos de seda.
  • 100 A.C. Probablemente en China, se produce el
    papel.
  • 105 D.C. En China, Tsai-Lun, desarrolla un método
    para elaborar papel.
  • 300 Producción de papel en Asia
    Central.
  • 500 Producción de papel en Corea.
  • 610 Producción de papel en
    Japón.
  • 650 Producción de papel en Nepal.
  • 794 Producción de papel en Bagdad, Irak.
  • 850 La fabricación del papel se
    extendió de China a Nepal y la India.
  • 900 Producción de papel en el Cairo,
    Egipto.
  • 1036 Producción de papel en Córdoba,
    España.
  • 1100 La fabricación de papel se
    extendió de Bagdad a El Cairo.
  • 1144 Producción de papel en Xatvia,
    España.
  • 1189 Producción de papel en Hérault,
    Francia.
  • 1260 Fabriano, produce papel en Italia.
  • 1388 Producción de papel en Augsburg, Alemania.
  • 1390 Producción de papel en Nuremberg,
    Alemania.
  • 1400 Producción de papel en Marly,
    Suiza.
  • 1411 Producción de papel en
    Portugal.
  • 1428 Producción de papel en Gennap,
    Holanda.
  • 1443 Producción de papel en el taller
    Allenwinden, en Basle, Suiza.
  • 1490 Jhon Tate, produce papel en Hertfordshire,
    Inglaterra.
  • 1491 Producción de papel en
    Polonia.
  • 1499 Producción de papel en
    Bohemia.
  • 1532 Producción de papel en Motala,
    Suecia.
  • 1536 Producción de papel en
    Bavaria.
  • 1540 Producción de papel en
    Dinamarca.
  • 1546 Producción de papel en
    Rumania.
  • 1558 John Spilman, elabora papel en Dartford,
    Kent.
  • 1565 Producción de papel en Rusia.
  • 1570 Sten Bille, produce papel en
    Dinamarca.
  • 1590 Producción de papel en Darly,
    Escocia.
  • 1610 Producción de papel en Wookeyhole,
    Inglaterra.
  • 1620 La familia Romani
    establece un taller en Capellades, España.
  • 1690 William Rittenhouse, produce papel en
    Germanstown, USA.
  • 1693 Producción de papel en Lessebo,
    Suecia.
  • 1698 Producción de papel en Oslo,
    Noruega.
  • 1706 Producción de papel en Wales.
  • 1726 William Bradford, produce papel en New Jersey,
    USA.
  • 1802 Producción de papel en Québec,
    Canadá.
  • 1818 En Finlandia, se establece el taller de papel,
    Tervakoski.
  • 1900 Producción papel en Florida,
    USA.

5.1.3. El calandrado

La densidad del papel o cartón es su peso por
unidad de volumen, se calcula dividiendo el peso basado en gramos
por centímetro cuadrado entre el espesor en micras. Es
más correcto utilizar el término densidad aparente,
debido a que se incluye en el volumen el aire que existe en el
papel atrapado entre las fibras.

Algunos valores
normales de densidad aparente del papel en gramos por
centímetro cúbico van de 0.5 en papeles voluminosos
hasta 0.75 para papeles con alto número de uniones
(más comprimidos) como el bond, algunos papeles como el
couché y el glassine, tienen densidades de 1.0 gramos por
centímetro cúbico o mayores. La celulosa tiene una
densidad de 1.5 lo que indica que la mayoría de los
papeles no recubiertos, contienen más del 50% de
aire.

Una vez que hemos visto lo que es el papel, su origen,
forma de manufacturarse y tipos de papel, procederemos a ver cual
es la relación que guarda con la impresión de
dactilogramas, quirogramas y pelmatogramas latentes y los
diferentes reactivos que existen para poder hacer a estas
visibles al ojo humano.

Retomando algunos aspectos anteriormente vistos
recordemos que las huellas dactilares, palmares y plantares son,
hasta hoy irrefutables identificadores de las personas, resulta
realmente difícil que quién ha estado en un lugar
pueda borrar por completo los rastros que su presencia ha
dejado.

El delito perfecto (muy a pesar de los avances
técnicos empleados por la delincuencia)
sólo existe en la medida en que subsisten la
imperfección en los métodos investigativos y la
falta de elementos apropiados para revelar las pruebas
indiciarias. Dentro de la técnica policial revelar huellas
lofoscópicas constituye una prueba definitoria o
irrebatible de la presencia del delincuente en la escena de un
delito determinado.

Las pericias de identidad
preparadas con base a ellas, que se fundamentan en principios
científicos irreversibles, hacen plena prueba de sus
conclusiones. Muchos fallos judiciales, la doctrina y la jurisprudencia, lo demuestran con frecuencia
alentadora.

Se puede hallar restos papilares visibles y/o latentes,
los primeros los observarán, como es lógico a
simple vista en el caso que el delincuente hubiera manchado sus
manos o pies con sangre, pintura,
grasa, o cualquier otro colorante o sustancia arcillosa que
permita dejar sus huellas en ella.

Los rastros latentes son producidos por las
glándulas sudoríparas y sebáceas al excretar
su contenido por los poros, de manera tal que se
reproducirá fielmente el dibujo papilar en la zona que se
haya apoyado.

Las huellas visibles se transportarán al laboratorio,
si el o los objetos que las contienen, no pudieran transportarse,
se procederá al fotografiado directo, para su posterior
revelado por el técnico apropiado, se debe practicar en
primer lugar un minucioso examen de la escena del crimen,
tratando de reconstruir el camino seguido por el delincuente de
principio a fin. Para ello se valdrá de las constancias
sumarias o del relato de la victima, pero más que nada de
las deducciones que su propia observación le aconseje al
perito.

No debemos olvidar, que por más acucioso e
inteligente que sea el delincuente, siempre tendrá un
momento de distracción en el cual dejará estampada
su personalidad
física.

Como ya hemos visto, las huellas lofoscópicas son
las que resultan del contado del pulpejo de los dedos, las palmas
de las manos o plantas de los pies con la superficie de un
objeto, cualquiera que sea y dependiendo de la presión que
se lleve a cabo sobre esta superficie, de la naturaleza del
cuerpo tocado, y de los materiales o substancias colorantes
impregnados sobre la piel, se tienen los siguientes tipos de
rastros:

Rastros Latentes: El revelado, fotografía
y recolección de huellas lofoscópicas en el lugar
de los hechos, donde se cometieron actos presuntamente
delictivos, forman parte de una identificación
lofoscópica, cuyo objetivo es
revelar las huellas latentes, con el fin de hacerlas visibles, de
manera que se les pueda conservar y comparar, ya que este tipo de
rastros son aquellos que son producidos por la secreción
natural de los poros de la piel y que a simple vista no se
observan. Con el objeto de hacer visibles estos indicios se
utilizan diversos reactivos y soluciones químicas que
más adelante se detallarán. Cuando una huella es
visible a simple vista, hay que fotografiarla antes de cualquier
intento para su traslado al laboratorio. Este tipo de huellas
pueden encontrarse sobre objetos tales corno: superficies lisas,
pulimentadas, vidrio, madera barnizada, madera laqueada, papel,
metales,
plásticos,
etc., y para su revelado se requiere de algún
reactivo.

Rastros Bajorrelieve: Este tipo de rastros se encuentran
en materias blandas, endurecidas o ambas, pero por la
secreción emanada de los poros se resaltan las eminencias
papilares, pudiendo estudiarse en estas las salientes de las
crestas, y sus depresiones con facilidad. Este tipo de rastros se
encuentran, por ejemplo sobre bloques de cemento, yeso,
lodo, arena, no requiriendo de ningún reactivo para su
estudio, ya que las salientes pueden apreciarse a simple vista, y
con la ventaja de que al secar estos materiales, queden impresas
definitivamente, si al imprimir la huella estos materiales se
encontraban frescos.

Impresiones Visibles: Estas impresiones son visibles
cuando la piel se encontraba impregnada de substancias
colorantes, o cuando la superficie tocada, estaba recién
pintada, o barnizada, y que por dichas circunstancias se observa
el dibujo papilar, y debido a la multitud de detalles que
integran el dibujo, es conveniente reactivarlos para un mejor
estudio. Este tipo de rastros se encuentran en superficies tales
como: papel, madera, metal, vidrio, cuero, piel
humana, etc., llevando a cabo la impresión con sustancias
colorantes, ya sean sólidas, o liquidas, tales como
sangre, pintura, tinta, etc.

Tenemos así que para el revelado de huellas
latentes existen dos métodos básicos o principales:
físico y químico, respectivamente. Los primeros se
caracterizan porque en su mayoría son reveladores que se
presentan en polvo; mientras que los segundos se dividen en
líquidos y gaseosos, aunque hay que recordar que no son
los únicos, ya que por ejemplo el revelado a partir de
técnica láser, por
sus características, no coincide en ninguno de los dos
métodos antes mencionados.

5.2. Reactivos y soluciones para revelado
lofoscópico

5.2.1. Reveladores físicos
pulverulentos

Como ya se expuso, el sudor al ser secretado contiene
agua y otras sustancias. El agua tiene por resultado que se
aproveche la utilización de ciertos polvos, principalmente
hidrofilillos, en el revelado de huellas latentes
lofoscópicas.

Tenemos así que dentro de los primeros esbozos
del revelado de huellas latentes, los técnicos o personas
encargadas de realizar tal trabajo, se veían en la
necesidad de preparar sus propios polvos reveladores. Esta
técnica tenía varios inconvenientes, ya que esos
polvos eran utilizados indistintamente para el revelado de todo
tipo de huellas. Con el paso del tiempo la práctica, la
necesidad y el desarrollo de nuevos productos, fueron los
indicadores o
detonantes para utilizar diferentes polvos para cada caso en
particular, puesto que éstos fueron haciéndose
selectivos y especializándose para ciertos materiales y/o
soportes de huellas lofoscópicas.

Dentro del incipiente uso de polvos para revelar huellas
latentes sobre superficies claras, fue muy usado para este fin el
polvo negro de humo y el carbón molido muy fino; para las
superficies oscuras el polvo de grafito y ceniza de tabaco, entre los
principales.

A medida que las técnicas de revelado fueron
progresando, se perfeccionaron los reactivos para el revelado de
huellas latentes. Los comercios dedicados a la venta de objetos
utilizados en los servicios
policíacos y de identificación forense fueron
ofreciendo a la venta diferentes tipos de polvos, en variados
colores, muchos
de ellos excelentes reveladores.

a.) Negro de humo

Desarrollado en 1936, el polvo original Negro de humo
(Lightning Black) es conocido por su color
negro-carbón y por su propiedad de adherirse a la huella
latente, pero no al fondo de la superficie. Es un polvo pesado
que no flota en el aire y no ensucia al técnico así
como a la impresión. El polvo negro de humo es recomendado
para la mayoría de situaciones de revelado de huellas, su
aplicación puede realizarse con una brocha de fibra de
vidrio o una brocha de pelo de camello. Este polvo negro ha sido
el polvo de elección por parte de muchos técnicos
en huellas latentes y lofoscopistas por más de sesenta
años.

Este polvo es muy sensible al contacto por lo cual debe
manejarse cuidadosamente debe usarse seco y libre de
partículas oleosas, las cuales al reactivar huellas
formarán manchas compactas que inutilizaran la huella;
también se caracteriza por ser volátil y ennegrecer
demasiado los fondos, por lo que para su uso se recomienda
mezclarlo con tres partes de cuarzo pulverizado y cuatro partes
de licopodio, que le darán consistencia, produciendo el
contraste deseado sobre blancos o claros sin producir demasiado
color que impida que pueda apreciarse el rastro sobre superficies
claras o blancas tales como: vidrio, metal, papel, madera,
etc.

Figura: Polvo negro de humo.

b.) Polvos blancos

El polvo Blanco (Lightning White) es útil cuando
se desea tener un gran contraste sobre una superficie oscura. Se
debe usar siempre la misma brocha de fibra de vidrio en la
aplicación del polvo blanco para evitar la
contaminación de ésta con otros polvos de
colores. Se aplica el polvo Blanco sobre la superficie y se
levantan las huellas del mismo modo que se haría con el
polvo negro. Sin embargo, cuando se levanta una huella revelada
con cinta (tape transparente) o con un acetato, se debe utilizar
una tarjeta o acetato con fondo negro.

Los polvos en color blanco son útiles para hacer
revelados sobre fondos negros o cristales; "un buen polvo blanco
se puede preparar con dos onzas de plomo blanco, y media onza de
polvo de yeso francés." Es muy importante tener siempre en
cuenta que el plomo puede producir envenenamiento al ser
absorbido por el organismo. Comercialmente no se fabrican polvos
que contengan una base de plomo debido a su peligrosidad. Tampoco
están siendo preparados comercialmente polvos que
contengan mercurio, ya que este metal se vaporiza a la
temperatura ambiental, resultando altamente
tóxico.

Figura: Polvo blanco.

c.) Sangre de drago

Se cuenta también para revelar huellas latentes
con un polvo sumamente útil, el cual recibe el nombre de
"Sangre de Drago" o "Rojo de Drago"; éste se obtiene de la
resina de un árbol que se pulveriza muy finamente; su uso
no se limita exclusivamente al especto del revelado
lofoscópico, pues es utilizado también en la
manufactura
del grabado del zinc. Una de las grandes ventajas que representa
el utilizar sangre de drago es que, al aplicarle calor una vez
que se ha revelado alguna huella lofoscópica latente, se
tendrá su conservación por mucho tiempo.

Figura: Polvo sangre de drago.

d.) Polvos fluorescentes

Cuando se presentan huellas latentes sobre fondo
multicolor, tales como marquillas, portadas de revistas,
etcétera, lo indicado es utilizar un polvo fluorescente.
Su aplicación es idéntica a los polvos
convencionales y posteriormente de polvoreados los objetos, se
llevan a un cuarto oscuro exponiéndose a luz ultravioleta.
En caso de existir huellas, estas fluorescen al someterse a este
tipo de luz y puede ser fotografiada en la oscuridad. Una de sus
ventajas es que los colores del fondo no aparecerán en la
fotografía.

Figura: Polvos fluorescentes.

e.) Polvos magnéticos

Los Polvos Magnéticos para huellas latentes son
similar en apariencia a los polvos normales, pero contienen un
metal por lo que se adhieren a un imán. Cuando se
introduce un aplicador magnético dentro del frasco de
polvo, este se congrega en la punta del aplicador y toma la forma
de una "brocha". Cuando se termina de aplicar el polvo, se
sostiene el aplicador encima del frasco y con un pequeño
jalón en la parte alta del aplicador se alza el
imán, dejando caer el polvo en el frasco. Por esta
razón se gasta una pequeña cantidad de polvo en
cada aplicación.

El frasco de boca ancha evita el derramamiento de polvo
al momento de guardar grandes cantidades del mismo acumuladas en
forma de pelotas en la punta del aplicador magnético. Se
recomienda la aplicación de polvo magnético sobre
superficies de papel, papel brillante (tales como portadas
de revistas), pañuelos desechables, madera áspera o
pulida, piel, plásticos, vidrio, y caucho.
Trabaja excepcionalmente bien sobre cubiertas de plástico
después que han sido tratadas con cianoacrilato. Este tipo
de polvos contienen diminutas fracciones imantadas que se aplican
con un pincel igualmente imantado.

Figura: Polvos
magnéticos.

El descubrimiento de la brocha o aplicador de polvos
magnéticos se le atribuye a Herbert L. MacDonefi; se
considera un medio efectivo para el revelado de huellas latentes
sobre papel, vidrio, plástico y superficies en general no
metálicas.

Figura: Pinceles, aplicadores o brochas
para polvos magnéticos.

Los polvos magnéticos son un revelador apropiado
para superficies rugosas y porosas, siempre que reúna
las condiciones mínimas de limpieza. Los colores  que
suelen utilizarse son el "plata" para lugares oscuros, el "gris"
para áreas coloreadas ligeramente, el "negro" en dos tonos
(negro para sitios de cuero y plástico y negro azabache
para papel), "especial oro" para
zonas de aluminio o
cuero y color "especial blanco" empleado en los mismos
soportes que el carbonato de plomo.

Entre las ventajas de este revelador están que
apenas deja residuos alrededor de la huella revelada. Son
reactivos  limpios en contraposición a uno de los
alternativos: el "Negro de Marfil".  En algunas
superficies metálicas proporcionan resultados
óptimos (a pesar del  problema, más
teórico que real, que representa la atracción
imán-metal).  Uno de sus inconvenientes es su
ineficacia en el revelado de huellas producidas con cierta
antigüedad (salvo en el caso de soportes metálicos o
bien de  porcelana), otro inconveniente es que su
aplicación se dificulta en soportes verticales.

El costo, en caso
de  utilizarlos como revelador preferente, sería muy
elevado debido al alto precio de los polvos propiamente
dichos (no del ingenio mecánico que permite su
aplicación), y ello en base a que, si bien en teoría
deberían ser recuperados en su mayor parte, en la
práctica la pérdida que su aplicación
origina es importante.

f.) Otros reactivos con presentación en forma
de polvo

Hay además de los antes descritos, una cantidad
importante de polvos que han sido ensayados y utilizados en el
pasado, así como productos nuevos con gran éxito
técnico, entre los que destacan los siguientes: Antraceno
(polvo fluorescente), Rojo Sudán, Ceniza, Negro marfil,
Azul de metileno, Bermellón, Bióxido de manganeso,
Oxido de plomo, Oxido rojo de mercurio, Oxido de cobalto, Minio,
Grafito, Sulfato de calcio, Calomel, Yeso, Óxido
férrico, Polvo de oro, Kaolín, Carbonato de plomo,
Sulfato de plomo, Licopodio, Carbonato de magnesio, Nitrato de
mercurio, Óxido de magnesio, Potasio, Óxido
cúprico, Talco, Sulfuro, Óxido de zinc,
Betún de Judea, Cloruro de plata, Dióxido de
titanio, Pardo bismark, Ácido pardo, Fucsia, Cerusa,
Vesubina, etcétera.

Figura: Reactivos
pulverulentos.

Cabe aclarar que en la lista anterior sólo se
mencionaron algunos de los más conocidos reactivos,
existiendo una cantidad sorprendente de componentes en polvo para
su uso en lofoscopía. Para la aplicación de polvos
en el revelado de huellas latentes, se usan con muy buenos
resultados las brochas de pelo de camello, con cerdas de dos a
tres pulgadas de largo. No es recomendable el uso de brochas con
cerdas cortas ya que se corre el riesgo de alterar
o inutilizar la huella.

5.2.2. Aplicadores de reactivos en
polvo

a.) Brocha de fibra de
vidrio

Esta brocha se distingue por no contener fibras gruesas
ni aceites naturales, se suaviza con el uso, y es mucho
más resistente al desgaste que otras brochas. La brocha de
fibra de vidrio fue desarrollada en todo el mundo para la
aplicación de los polvos utilizados en la
investigación de huellas latentes. Las
características excepcionales de la brocha son su larga
vida, su capacidad para tomar y retener grandes cantidades de
polvo y el hecho de que las puntas de los filamentos se hacen
más suaves con el uso.

Figura: Brocha de fibra de
vidrio.

b.) Brocha de pelo de
camello

En vez de utilizar una brocha de fibra de vidrio para la
aplicación de polvos, algunos expertos o peritos prefieren
las brochas de pelo de camello. Las brochas de pelo de camello
pueden emplearse para la aplicación de polvos (no
magnéticos) de todos los colores.

Figura: Brocha de pelo de
camello.

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