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La neurociencia del ego (página 2)




Enviado por Felix Larocca



Partes: 1, 2, 3

Concibiendo este sistema de
auto-percepciones, encontramos que en sí está
constituido por muchos conceptos adicionales.

Por ejemplo, está dotado de un sentido de uniformidad
unitaria y cohesiva, a pesar de las múltiples impresiones
y experiencias que en éste convergen.

Además de lo dicho, el ego posee una sensación
de continuidad y de permanencia en la medida del tiempo. Una
noción de estar en control de sus actividades y acciones, de
estar fijado en nuestro cuerpo, que es consciente de su valor,
dignidad y
mortalidad/inmortalidad. Y, que cada uno de esos aspectos de su
función puede que sean mediadas por diferentes partes o
por diferentes centros del cerebro.

Como hemos notado anteriormente, existe un aspecto
único de este ego, que es más extraño que
los otros, y éste consiste en que este sistema está
consciente de sí mismo, como entidad particular y
autónoma.

Para muchos neurocientíficos la última habilidad
depende, casi exclusivamente, de las actividades críticas
de neuronas espejo.

Como todos sabemos, el descubrimiento accidental de las
neuronas espejo, fue hecho por G. Rizzolati, V. Gallese y I.
Iaccoboni, cuando grababan las actividades eléctricas del
cerebro de ciertos monos en su laboratorio en
Italia.

Por ejemplo, cuando un mono deseaba aprehender un grano de
maní, una neurona en su
corteza pre-motora cerebral se activaba. Otra neurona se activaba
cuando el mismo mono oprimía un botón y otra cuando
levantaba una palanca. La presencia de estas neuronas de comando
y su existencia, en el control de los movimientos voluntarios, ya
eran conocidas por muchos años. Lo que sería nuevo
es que un subconjunto de estas neuronas poseía una
propiedad
peculiar y propia. Éstas se activaban no sólo
cuando el mono intentaba agarrar el maní, sino que se
activaban cuando viese a otro mono repitiendo la misma acción.

Jane Goodall

Los investigadores, las llamaron: neuronas espejo o "neuronas,
mono ve, mono hace".

Lo que constituye de esta observación algo tan extraordinario,
sería el hecho que implica que una neurona y los circuitos de
que forma parte, no solamente estaba generando un comando
altamente específico ("agarrar un maní"), sino que
sería capaz de adoptar el punto de vista de otro mono.

En otras palabras, que estaba haciendo una simulación
interna y refleja de la acción del otro simio, como si
estuviera tratando de entender lo que el otro mono hiciera,
reflejándolo (como espejo) en su mente.

En simples palabras, que actuaba como una neurona de "leer
mentes".

Neuronas en el cingulado anterior responden cuando a una
persona se le
inserta una aguja en la piel.
Éstas se conocen como neuronas sensoriales de dolor.
Investigadores en la universidad de
Toronto demostraron, que las últimas se activan con
rapidez viva cuando la misma persona observa que otro está
siendo punzado. Puede decirse que son "neuronas
telepáticas" porque transmiten mensajes a la
distancia.

Lo primordial aquí es el reconocimiento,
neurológico, de que la actividad refleja no reconoce la
diferencia entre los elementos que la causan. En ambas
respuestas, el estímulo es real.

Los primates, incluyendo nuestra especie, son criaturas de
inteligencia
muy desarrollada, ya que somos expertos en adivinar las
intenciones ajenas. Lo que se logra por medio de la
simulación en la mente de los designios de otros.

Lo que no entendemos bien son los procesos que
median las corazonadas que nos alertan y que nos protegen del mal
que hacia nosotros otros ocultan.

Lo que sí reconocemos es que sin esas intuiciones, a
veces, hubiésemos sucumbido a malos designios ajenos.

La emergencia del entendimiento de las funciones de las
neuronas espejos en los homínidos, puede que haya jugado
un papel crucial en el entendimiento de los peligros que
provienen de otros seres vivos, limitando nuestra
vulnerabilidad.

Asimismo, se entiende que éstas desempeñan un
rol crucial en actividades que son esencialmente humanas, como
son la empatía, el aprendizaje
por imitación (en lugar de tanteo, por tanteo) y la
transmisión de lo que conocemos como "cultura".

Con lo antedicho hemos yacido las bases para la tesis que hoy
nos ocupa.

La naturaleza del
ego

Cuando pensamos en nosotros mismos, cuando reflexionamos en
nuestro "yo" como individuos separados y distintos a
otros…

¿Qué entra en nuestra mente y de qué nos
volvemos conscientes?

Nos encontramos en un mundo extraordinario que abarca la
introspección y el auto-análisis. Es como si estuviéramos
examinándonos a nosotros mismos — como si
estuviéramos observándonos a nosotros mismos —
como otros hacen — cuando a nosotros ellos observan.

En otras palabras, que nos convertimos en
observadores/observándonos a nosotros mismos.

Pero ¿Cómo es que esta acción
procede?

Un poco de neurociencia aplicada puede sernos de asistencia
con esta cuestión.

La evolución se aprovecha de organizaciones ya
existentes para desarrollar estructuras y
adaptaciones nuevas. Una vez que la actividad coordinada de los
elementos visuales acopladas al control muscular, se despiertan;
es el momento cuando las neuronas espejo entran en acción,
permitiéndonos lograr nuevas posibilidades de
respuestas.

Las neuronas espejo se encuentran representadas en abundancia
en la parte inferior del lóbulo parietal — una estructura que
experimentó, hace miles de años, una
expansión acelerada en todos los simios mayores —
nosotros incluidos entre ellos.

Prostitución simia

A medida que el cerebro siguiera evolucionando, este
lóbulo se dividió en dos giros — el
supra-marginal que nos permite la "reflexión" en
anticipación de nuestras acciones y el giro angular que
nos permite la reflexión hacia las actividades de nuestro
cuerpo (en el lado derecho) y de nuestro ego en el lado
izquierdo, formando parte del conjunto complejo de nuestras
actividades abstractas, incluyendo las del lenguaje
metafórico.

En otras palabras, que poseemos actividades que están
representadas en mapas visuales y
mapas motores, sobre
las que inciden las neuronas espejo.

¿Cómo aplican estos discernimientos al sentido
del autoconocimiento y la consciencia del ego?

El autoconocimiento puede concebirse como si usáramos
las neuronas espejo para percibirnos a nosotros como otros nos
perciben. Es como si usáramos las respuestas reflejas que
otros activan hacia nosotros para evaluarnos a nosotros
mismos.

Esencialmente, lo que entendemos como introspección. Es
estar consciente de que otros están conscientes de
nosotros.

Habitantes de la Isla Centinela — vistos a la distancia por
ellos permitida

Aquí, es donde se aplican las nociones ya estudiadas,
de la ToM o teoría
de la mente. La que en esencia significa, viendo el mundo, como
otros lo ven, o leyendo las mentes de los demás.

Lo antedicho, por supuesto, no es ni original ni es de mi
creación, sino que constituye una adaptación del
Zeitgeist neurológico que hoy nos gobierna — como
de antes lo hicieran las teorías del
psicoanálisis.

No es lo mismo: "pienso, luego existo"; que "existo, luego
pienso".

Lo que es esencial comprender es que somos básicamente
animales que,
debido a la insuficiencia relativa de nuestras resistencias
físicas, que crecimos — para sobrevivir — Y que lo
hicimos, dotados con bases intelectuales
de posibilidades enormes en áreas que todavía no
entendemos con la habilidad que nos agradaría, de poder
hacerlo así.

Nadie puede argumentar que la presencia de la capacidad de
hilvanar nuestro pasado tanto dinámico como
histórico, no nos capacita para unificar la
configuración de la consciencia y de la "arquitectura" del
ego.

Tampoco puede afirmarse que la habilidad de formular una ToM
constituye un don exclusivo de nuestra especie, ya que otros
animales poseen la destreza instintiva de separar extraños
que les infligirían dolor, de extraños que les
serían amigables — cualquier persona que se
acompaña de gatos, sabe a qué aquí me
refiero.

Isla Centinela del Norte

Nuestras ideas y nuestros conceptos están en
evolución constante. Las áreas de Broca y de
Wernicke hoy se consideran que residen fuera del lugar
anatómicamente establecido por sus descubridores,
necesitando revisiones topográficas.

Los estudios de ciertos síndromes neurológicos
con sus manifestaciones extraordinarias y expresiones
sorprendentes, negarían que todo lo que creemos conocer,
todo ya lo explica — por esa razón todas nuestras
hipótesis están sujetas a
revisión constante.

Reconocemos el impacto que en el desarrollo de
nuestro ego y en la evolución de nuestra personalidad
la acción de ciertos neurotransmisores imprime.

Como igualmente, entendemos que, en adición, los
efectos de la cultura, asimismo nos intervienen.

Los habitantes de la Isla Centinela del Norte, parte de la
India.
Rehúsan contacto con la civilización a cuyos
representantes repelen con hostilidad acerba. Nadie los
conoce.

¿Son ellos, por contraste con nosotros, distintos en
sus percepciones y en las concepciones de sus personas?

No lo sabemos, pero podemos intuirlo — aunque Darwin estuviera
equivocado cuando conociera a los habitantes de la Tierra del
Fuego.

Entonces, hoy se le añade a estos entendimientos, la
noción de que nuestras memorias: pasadas, presentes y
futuras poseen un rol crucial en el modo cómo nos
percibimos y de cómo nos entendemos a nosotros mismos para
la representación de este sistema funcional e intangible
que hoy tratamos de definir.

En resumen

No podemos dejar que nos pase un día sin que tratemos
de explicarnos y de entendernos a nosotros mismos.

Si, para quienes estudian los sentimientos y las emociones
humanas, el psicoanálisis proveyera una fuente de alcances
que crecieron a medida que otros argonautas de la mente,
exploraran, desde perspectivas múltiples, para dar nuevos
conocimientos. A nosotros, entonces, nos toca la
obligación de hacer lo mismo con las vistas que las
neurociencias cada día nos presentan, formando entre ellas
un substrato de nociones que nos asisten en la tarea de
comprendernos a nosotros mismos de una manera mejor.

Concluyéndolo todo:

El ego, es función anatómica.

Su localización cerebral, como consciencia, aun no ha
sido establecida. Pero su comprensión aplicada, nos
proporciona una herramienta eficaz en nuestras labores como
terapeutas.

Bibliografía

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    Intuiciones que Nos Protegen y Las Apariencias
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  • Larocca, F. E. F: (2007) La Serendipia Revisitada en
    Psikis.cl
  • Larocca, F. E. F: (2007) La Importancia de Entretejer la
    Historia
    Personal: El
    Hechizo Fascinante
    de la Coherencia del Ego en
    monografías.com

 

 

 

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2, 3
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