Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La danza de la muerte (página 2)




Enviado por Mario Alberto Geller



Partes: 1, 2, 3

agradeciendo al coronel su amplia y generosa
colaboración en el plan de búsqueda y traslado de
técnicos especializados. Justamente Eichmann y Guth
entraron a la Argentina como técnicos, Pavelic y Schroeder
como ingenieros, Sakic, Roschmann, Schwamberger y Mengele como
mecánicos, así consta en los registros de su
entrada al país. Ante la dificultad de obtener empleos
dignos para estos especializados, Fuldner en 1950 creó
CAPRI, una empresa ligada a la estatal Agua y Energía que
ganó una licitación dentro del plan quinquenal
peronista para medir ríos en Tucumán. Hasta
allí se dirigió Eichmann con otros ex camaradas de
las SS ahora devenidos en técnicos de CAPRI. En mayo de
1960, cuando Eichmann fue capturado en Buenos Aires por un
comando secreto israelí, Coordinación Federal se
acercó a la casa de Fuldner en el coqueto barrio de
Palermo Chico intentando rastrear el paradero del jerarca
nazi.Fuldner se acordaba perfectamente de la fecha de ingreso al
país de Eichmann, el 14 de julio de 1950 a bordo del
Giovanna C, como consta en su declaración ante
Coordinación Federal aquel día.Fuldner murió
en 1992 en Madrid. Allí su hija negó recientemente
ante un periodista español las actividades a favor de los
nazis de su padre. Hoy el único sobreviviente de aquellas
reuniones con Perón en la Casa Rosada es Rodolfo Freude,
quien a los 76 años administra un importante imperio
económico. Apodado cariñosamente Rudi por
Perón en aquella época, Freude guarda hoy un
hermético silencio desde sus oficinas del piso 19 de
Corrientes 327. Una empleada judía que comparte la cochera
del edificio y que prefiere no ser identificada admite que
tiembla cuando se cruza con el recio ex jefe de la
División Informaciones enfilando hacia su automóvil
al final de cada día….. ".

Luego continuó con algunos de los siguientes,
deteniéndose en las partes más
significativas:

"El Mundo – Crónica – 8 de Mayo de 2005,
número 499

«Tras la capitulación de Alemania, en marzo
de 1945, Perón confió a Rodolfo Freude, su
guardaespaldas y jefe de la policía secreta, la
creación de una agencia con sucursales en España
Italia y Suiza, para facilitar la huida de los jerarcas nazis,
una tarea a la que contribuyeron el papa Pío XII y los
responsables de la Cruz Roja. Freude eligió como brazo
operativo a Carlos Fuldner, otro argentino de origen
alemán que en 1922 volvió a la tierra de sus
antepasados seducido por la propaganda nazi. Dos magnates
germano-argentinos, Luwdig Freude, padre de Rodolfo y principal
accionista de la compañía naviera Nordisk GA y
Friedich Schlottmann, propietario de la gigantesca fábrica
textil Sedalana, aportaron el dinero para la falsificación
de los documentos y el éxodo de 300 agentes
hitlerianos.".

"La Capital – Año CXXXVIII Nº 48917 –
 domingo, 30 de octubre de
2005  

Osvaldo Aguirre / La Capital

-¿El anticomunismo es lo que relaciona a los nazis con
los argentinos que los ayudan?

-Eso es lo que abre la compuerta. Esos primeros criminales que
se reúnen en la Casa Rosada para organizar el gran escape
que vendría después eran personas que habían
llegado con la ayuda de la Iglesia argentina. El engranaje
principal pasa a ser Carlos Horst Fuldner, que nació en el
barrio de Belgrano, en Buenos Aires, de padres alemanes y llega a
Alemania siendo un adolescente. Se une a las SS y al final de la
guerra viaja constantemente entre Berlín y Madrid
organizando una ruta de escape. Fuldner tenía un pasaporte
alemán y otro argentino y es la persona que tiene estas
reuniones en la Casa Rosada, donde están Perón,
Rodolfo Freude, que era el jefe de la División de
Informaciones, Pierre Daye, un criminal de guerra belga muy
importante que llega a la Argentina ayudado por Caggiano y
monseñor Barrere, que era el obispo de Tucumán.
Ellos arman la ruta que en el año 1948 se perfecciona con
Fuldner en Europa y con un pasaporte oficial argentino, que dice
"enviado especial de la presidencia". Y Fuldner es el que se
dedica a rescatar a criminales pesados de la SS como Adolf
Eichmann. Los franceses, los croatas y los belgas son criminales
de guerra terribles. pero tienen la virtud, para el gobierno
argentino, de que son católicos. Yo entrevisté a
Wilfred von Owen, que fue secretario privado del ministro de
propaganda nazi, Joseph Goebbels.

Cuando le pregunté si había tenido contacto con
los nacionalistas argentinos, puso cara de asco: "eran
católicos, y yo soy pagano", me dijo.

…".

"Diario Castellanos   Jueves 2 de Octubre de 2003 –
Rafaela, Argentina

Ludwig Freude fue el principal aportista de fondos para
la campaña electoral de Perón y su retoño
cosechó los puestos públicos ya mencionados. Desde
la CIDE de entonces y Migraciones fue montada una
operación de "rescate" de criminales nazis
acompañada por los cardenales Copello y Caggiano, con la
anuencia del Vaticano. Carlos Fuldner, también germano
-argentino y capitán de las SS- fue incorporado por Freude
al plantel de espías, una de cuyas misiones era "perturbar
los actos de los partidos políticos opositores". Fuldner
organizó el viaje a la Argentina de Adolf Eichmann, Josef
Mengele, Erik Priebke, Josef Schwamberger y Gerhard Bohne, entre
otros, bajo la directa supervisión de Perón. La
cuadrilla nazi empleada en el espionaje se completaba con Jacques
de Mahieu -Wafen SS-; Branko Benzón -criminal de guerra
croata, luego médico personal de Perón-; George
Gilbaud, pro nazi francés, que recibió el encargo
de reestructurar el sistema bancario argentino, fue asesor de
Miranda y confidente del "líder".

… ".

"Foro Segunda Guerra Mundial – El Presidente
Perón era ODESSA

Publicado: Dom Abr 08, 2007 4:40 pm

El día 10 de marzo de 1.945 los ejércitos
aliados, en su imparable avance, ocupan la ribera occidental del
Rhin desde los Países Bajos hasta la ciudad de Koblenz.
Sólo faltan siete semanas para que Hitler se suicide en su
Búnker en Berlín, y ocho para que la
rendición incondicional de Alemania sea una
realidad.

Ese mismo día, aterriza en el Aeropuerto de
Madrid (Barajas) un avión procedente de Alemania con un
cargamento de obras de arte. En ese avión viajaba Carlos
Horst Alberto Fuldner Bruener, nacido en Buenos Aires, capital de
las SS y quien había combatido con el grado de teniente en
la División Azul, cuyas funciones eran, entre otras, las
de intérprete y enlace entre españoles y
alemanes.

Una vez en España, se instala en la ciudad de El
Escorial, a unos 50 Kilómetros de Madrid, protegido por
sus antiguos compañeros de armas junto con el cargamento
de obras de arte que acompañaba.

Posteriormente se traslada a Madrid, a un piso en la
Calle del Duque de Sesto, según informan los servicios de
espionaje de los Alíados, que en vano intentan varias
veces detenerlo para ponerlo a disposición de sus
Tribunales de "justicia". Pero Fuldner disponía de
suficiente habilidad y recursos económicos, en parte fruto
de las obras de arte que consigue vender, y sobre todo unas
excelentes relaciones personales; entre los más
destacados, Rafael Finat (Conde de Malladle), los hermanos
Dominguín, el Vizconde de Uzqueta, Radu Ghenea, este
último embajador del gobierno pro – germano de
Rumania en Madrid. También se reúne asiduamente en
el elitista restaurante Horcher de Madrid (propiedad del
alemán Otto Horcher), con el belga Pierre Daye y con el
francés Charles Lesca o L’Escat; todos ellos
fugitivos de los aliados, así como con Branco Benzon, ex
embajador de Croacia en Berlín y ahora residente en
Madrid.

A finales de 1.947 viajó de Madrid a Buenos
Aires, Carlos Fuldner. Poco después, este ex –
capitán de las Waffen – SS reaparece
públicamente en Europa como un influyente funcionario de
la Dirección General de Inmigraciones y adscrito a la
División de Informaciones que dirigía Rodolfo
Fraude (El pasaporte de Fuldner decía de él:
"Envíado especial del Presidente de la República
Argentina").

Fuldner debía encargarse de la operación
de rescate de emigrados. Héctor Magistralli, secretario
general de la Dirección de Migraciones argentina,
declaró que la misión del germano – argentino
era "buscar confidencialmente a esa clase de personas, que en la
generalidad de los casos, eran sacadas subrepticiamente de
Alemania y llegaban al país con documentación
ajena, con conocimiento del Presidente de la
Nación".

Fuldner, con el beneplácito del jefe de la
policía y del ministro de Justicia, estableció su
centro de operaciones en Suiza. El interés del estado
Helvético era similar al de Franco, es decir, quitarse de
encima el compromiso de los refugiados alemanes. Aunque parte de
la amabilidad suiza se debía a los sobornos que
distribuían generosamente Fuldner y sus ayudantes por
hacer la vista gorda o apoyarles en sus gestiones.

Con ayuda de Benito Llambí, compañero de
armas de Perón y embajador en Berna, Fuldner
consiguió crear rutas de escape pare los alemanes que
habían quedado atrapados en su país una vez ocupado
por los aliados. Para ello contó con la eficaz
colaboración del Vaticano y de los agentes de la DAIE en
Italia. Eichmann, Mengele, Priebke, Gerhard Bohne, Josef
Schwammberger y otros nazis, utilizaron esta
vía.

Los contactos de Fuldner fueron muy eficaces en la tarea
de localizar a los nazis "ocultos", y ofrecerles la vía de
escape. Según informes confidenciales norteamericanos, en
sólo dos semanas se produjeron diez entradas ilegales de
alemanes en Suiza. Los billetes de la compañía
holandesa KLM a Buenos Aires, eran pagados en muchas ocasiones
por la legación argentina en Roma. Las operaciones de
fuga, tenían además, otros patrocinadores que
aportaban fondos. Según la policía suiza, poderosos
industriales desde la propia Alemania y Austria.

En septiembre de 1.949, fue cerrada por las autoridades
suiza la oficina de emigración argentina en la Marktgasse
de Berna, pero su misión estaba cumplida: mas de 300
emigrados habían escapado ya a Argentina….".

"El Protagonista – DOMINGO, ENERO 07, 2007
– La auténtica Odessa

Fuente: UKI GOÑI

El capitán SS Carlos Fuldner en su pasaporte
alemán, 1935. (MRE)Yo lo ignoraba al abordar la labor,
pero algunas piezas de ese rompecabezas las había tenido
casi literalmente frente a mi puerta desde siempre. Sin saberlo,
al mirar por la ventana de mi apartamento, durante años
había estado viendo pasear por la acera al nieto de Fritz
Thyssen, el magnate de la industria alemana que financió
el ascenso de Hitler al poder en la década de 1930. Cuatro
puertas más abajo, junto a la residencia del embajador
suizo, está el chalet en el que vivió el
capitán de las SS Carlos Fuldner, el agente de Himmler que
coordinó la principal ruta de huida nazi y que
protegió a Eichmann, entre otros. Era como si hubiera
estado en Berlín, Munich o Viena. Pero no:
estábamos en la tranquila zona de las embajadas de Buenos
Aires. La calle sigue ignorado su siniestro pasado. Tampoco yo
era consciente de la presencia del notorio vecino cuando, de
niño, en la década de 1960, pasaba en bicicleta
frente a la casa de Fuldner. ¡Qué gran oportunidad
perdida para haberlo entrevistado!

Las lujosas casas y las elegantes y sinuosas calles del
barrio de Palermo Chico desmienten la creencia de que los
colaboradores de Hitler estuvieron poco menos que condenados a
vivir en la miseria durante su largo «exilio» en
Argentina. La mayoría podía presumir de vivir en
los lugares más selectos en una ciudad que, con
razón, se enorgullecía de ser «el
París de Sudamérica». Algunos, como Fritz
Thyssen, que murió en Buenos Aires en 1951, lamentaron
haber ayudado al nazismo. El magnate tuvo un enfrentamiento con
el Führer y pasó gran parte del último
período de la guerra en campos de concentración
alemanes. Otros, como Fuldner, mantuvieron su lealtad a la causa
mucho después de la muerte de Hitler. Desde mi ventana, al
otro lado de la avenida, casi puedo ver la atractiva casa de
ladrillo rojo donde hasta no hace mucho vivió Thilo
Martens. Éste era un millonario alemán que
introdujo ilegalmente en Argentina las modernísimas radios
que utilizaban los agentes de Hitler para comunicarse con
Berlín. Después de la guerra, Martens habría
gestionado transferencias de dinero para algunos de los
más notorios nazis que huyeron a Buenos Aires con la ayuda
de Fuldner. Pero su pasado nazi no impidió que el anciano
colaboracionista fuese secuestrado por los generales de la
dictadura genocida que gobernó Argentina durante el
período 1976-1983, quienes se embolsaron una parte
sustancial de su fortuna….".

"Clarín.com  »  Edición
Domingo
28.03.1999  »  Zona  »
  

Evita y las cuentas secretas en
Suiza

TESTIMONIOS

Evita y las cuentas secretas en Suiza

Una comisión suiza investiga si Eva Perón
abrió, durante su único viaje a Europa en 1947,
cuentas secretas en Berna y Zurich. Por entonces, el
gobierno abrió en ese país una oficina que
ayudó a jerarcas nazis a huir a la Argentina.

Juan Gasparini: Especial desde Ginebra

Los contactos de Eva Perón con un grupo de
banqueros suizos durante su visita a Europa en 1947 están
siendo investigados hoy por la Comisión Bergier, encargada
de determinar, por mandato del gobierno y del Parlamento suizos,
si en aquella oportunidad Eva Perón abrió cuentas
bancarias secretas en Berna y Zurich, las dos ciudades que
visitó.Los expertos suizos, bajo la dirección del
historiador Jean-Francois Bergier, han solicitado el documental
que sobre aquella visita de Eva Perón hizo el periodista
suizo Frank Garbely en Suiza, Italia, Alemania y la Argentina. El
filme fue presentado por la televisión suiza que emite su
señal en alemán el 23 de noviembre del año
pasado y también en un festival celebrado en la ciudad de
Soleure en enero último.Por el mismo documental se ha
interesado también la Secretaría de Inteligencia
del Estado de la Argentina (SIDE), cuyo agente en Ginebra, el ex
intendente de la Ciudad de Buenos Aires Leopoldo Frenkel,
solicitó una copia y la envió a Buenos
Aires.Cuentas suizas, refugios nazisLa repercusión que
tuvo el documental hizo que el diputado socialista por Ginebra,
Jean Ziegler, interpelara al gobierno federal suizo al que
exigió el bloqueo preventivo de las eventuales cuentas de
Eva Perón que pudieran descubrirse en Suiza. La
película, titulada Secretos de Evita: el viaje a Suiza,
muestra la conexión entre el recorrido de Eva Perón
por Europa y la apertura de una oficina en Berna para coordinar
la emigración a la Argentina de europeos con antecedentes
nazis, incluyendo alemanes que habían cometido
crímenes durante la Segunda Guerra Mundial que acababa de
finalizar.Entre otros antecedentes relevados por los
investigadores suizos se ha establecido que, paralelamente a la
existencia de la sede oficial de la Embajada argentina en Berna,
se inauguró en la capital suiza un despacho en el 49 de la
calle Marktgasse, para canalizar la fuga de técnicos
alemanes a la Argentina. Allí trabajaron varios
funcionarios argentinos, algunos de ellos con doble nacionalidad,
como Carlos Fuldner, Herbert Helferich, Georg Weiss, Enrique
Moss, ex cónsul en Berlín, y un teniente coronel de
apellido Ahrens, todos, según los servicios secretos
suizos, intrigantes aventureros y nazis a 110 por ciento. Weiss
era miembro de la Gestapo y Fuldner capitán de la SS y
agente de Heinrich Himmler, reciclado en la División
Informaciones de la Casa Rosada.Las actividades de esta
enigmática oficina dependían de la Presidencia de
la República, siendo su responsable directo Rodolfo
Freude, miembro de la secretaría privada del primer
mandatario Juan Perón. Se trata del hijo de Ludwig Freude,
otrora magnate de la industria de la construcción en
Argentina, considerado por varios documentos oficiales
recientemente desclasificados en Estados Unidos, Inglaterra y
Suiza, como testaferro del ministro de Relaciones Exteriores de
Hitler, el barón Von Ribbentrop. Rudolf Freude vive
aún en Buenos Aires.¿Por qué Suiza
favoreció el tránsito de perseguidos alemanes a la
Argentina? Los indicios que están surgiendo de la
Comisión Bergier indican que, a cambio, Suiza se
benefició con el conocimiento de los avances
tecnológicos alemanes, de los cuales eran portadores
algunos fugitivos. La oficina de la Marktgasse estuvo activa
hasta 1950 y desde ella se financió incluso el escape de
alemanes escondidos entre las ruinas del Tercer Reich. Los
técnicos de Hitler de paso hacia la Argentina eran
interrogados en Suiza, debiendo acreditar sus conocimientos. Uno
de los administradores de ese tráfico fue el oficial de
inteligencia del ejército suizo, Paul Schaufelberger,
oficial de informaciones con grado de mayor, luego ascendido a
coronel.Técnicas militaresUn mes atrás, la silueta
de Schaufelberger emergió en el diario Le Temps de
Ginebra. Especialista en técnicas militares, trabó
una oscura relación con la Argentina. Desde 1942
dirigió un comando independiente del ejército
helvético, encargado de averiguar los avances
científicos de sus colegas alemanes. Fue oficial tratante
de informadores alemanes en Alemania que espiaban para Suiza.
Conoció la existencia de los cohetes V-1 y V-2 con los que
Alemania intentó modificar el curso de la guerra un
año antes que los británicos, los que recién
dispusieron de estos datos en 1943. Al concluir la guerra su
preocupación eran los planos de aviones a reacción
y los nuevos modelos de misiles. Un proyecto suizo contó
con sus conocimientos en 1951. Su esposa, lo
acompañó en su fulgurante carrera militar, llegando
ella al grado de coronela suiza.En 1951, la Embajada de Suiza en
Argentina trasmitió una invitación personal del
general Juan Perón para que el coronel de Estado Mayor
Paul Schaufelberger visitara la Argentina. ¿Cuál
fue el objetivo de esa invitación y qué
ocurrió realmente? ¿Agradecimiento por los
servicios prestados o un intercambio personal de informaciones
como prefería Schaufelberger, que apetecía de la
conversación antes que de los informes escritos? La
Comisión Bergier, que encontró la sugestiva
invitación, deberá pronto develar el misterio.Las
vacaciones suizas de MengeleEntre los técnicos alemanes
que emigraron a la Argentina, estuvieron Adolf Heichmann, Josef
Schwamberger, Eduard Roschmann y el croata Ante Pavelic. Algunos
llegaron como ingenieros. Otros como mecánicos. Fue el
caso de Josef Mengele, el ángel de la muerte, que
experimentó con la especie humana en el campo de
concentración de Auschwitz.Mengele arribó a Buenos
Aires con un pasaporte obtenido en la Cruz Roja a nombre de
Helmut Gregor, documento de identidad que le fue proporcionado
por un diplomático suizo en Génova el 21 de marzo
de 1949, antes de embarcar. El semanario israelita de Zurich
Israelitische Wochenblatt acaba de revelar que viviendo en la
Argentina, Mengele volvía periódicamente a Suiza
para pasar sus vacaciones y ver a su hijo Rolf, que
residía cerca de Ginebra, y a su esposa, Martha. Esta se
desplazaba desde Alemania a un departamento alquilado en Zurich
para encontrarse con su marido. Los movimientos de la familia
Mengele eran conocidos por la policía helvética y
también por la policía alemana, que no hicieron
nada para llevarlo ante los tribunales que lo buscaban
afanosamente. Sintiéndose quizá acosado por los
cazadores de nazis, Mengele abandonó la Argentina para
guarecerse en Brasil, donde murió ahogado en el
mar….".

"Saber & Poder – Viernes, mayo 05, 2006

HOSPITALIDAD

El rescate del material humano sobrante del Tercer Reich
trajo aparejado el problema de encontrar trabajo para los
recién llegados, que en una gran cantidad de casos eran
oficiales SS sin conocimientos profesionales o experiencia previa
en el mundo laboral. En 1950 por lo tanto, Carlos Fuldner
constituyó la Compañía Argentina para
Proyectos y Realizaciones Industriales (CAPRI). Nacida bajo la
inspiración de Ludwig Freude (…) el directorio
incluía entre sus miembros al ex espía nazi y amigo
de Perón, August Siebrecht. El hecho de que CAPRI era una
bolsa de trabajo para nazis desocupados era tan conocido en la
comunidad alemana que se la rebautizó como la
Compañía Alemana Para Recién Inmigrados
(…) La compañía tenía sus oficinas en la
avenida Córdoba 374, junto con la institución
bancaria Fuldner y Compañía, que atendía en
el quinto piso del edificio.

Actuaba en el ámbito del ente estatal Agua y
Energía Eléctrica bajo un decreto regulatorio del
año 1947. Hasta 1955 se dedicó al estudio del curso
de ríos en la provincia de Tucumán (…) bajo una
adjudicación ganada por Fuldner dentro del plan quinquenal
peronista. A CAPRI se unió también Carlos Schulz
tras perder su puesto como edecán del coronel Domingo
Mercante. Schulz organizó el trabajo de campo en
Tucumán, proveyendo a sus empleados de documentos de
identidad "CAPRI" firmados por el jefe de policía de la
provincia, una ocurrencia ingeniosa que facilitó luego la
obtención de documentos oficiales argentinos para varios
fugitivos. Schultz organizó también la sucursal de
CAPRI en el pueblo abandonado de Cadillal, a 32 km. de la ciudad
de Tucumán, abriendo una casilla de correo allí
donde llegaban las cédulas de identidad obtenidas para los
alemanes, incluyendo una a nombre de Ricardo Klement, el alias
tras el cual se escudaba la siniestra figura de Adolf Eichmann,
ordenador del transporte de judíos a los campos de
concentración del nazismo durante la
guerra….".

"INTRODUCCIÓN

Ignacio Klich

En lo que hace a la documentación para el
ingreso, a diferencia de lo publicado por la prensa sobre el
arribo de Adolf Eichmann y/o Josef Mengele a Buenos Aires con
pasaportes argentinos, la mayoría de los casos estudiados
por Jackisch llegó con papeles de la Cruz Roja, documentos
que también aceptaba México; con pasaportes de sus
propios países o de otros; y también con
documentación deficiente. Esto no significa afirmar que
algunos no hubieran tenido documentos argentinos a su
disposición, como los argentinos nativos Charles Lescat y
Carlos Fuldner (buscado por los franceses como posible criminal
de guerra el primero, y para ser interrogado por
británicos y estadounidenses en su calidad de ex miembro
de la inteligencia nazi en España el segundo), o el
diseñador aeronáutico alemán Kurt Tank y
miembros de su equipo. A modo de contraste, por más
plausible que parezca, la insinuación del abogado de
Priebke en la Argentina, Pedro Bianchi, en el sentido de que
había jugado un papel en la entrega de 2.000 pasaportes en
blanco para fugitivos nazis, durante su actuación como el
embajador más joven de Perón en Europa, es algo que
queda por confirmar debido a la llamativa ausencia de un legajo
personal de Bianchi en el archivo de la Cancillería. Y la
historia de los pasaportes en blanco en sí tiene cierto
sabor a refrito de un memorando del Ministerio del Interior
argentino de la década de 1960, plagado de inexactitudes
de todo tipo. En lo que respecta a los llegados con
"documentación deficiente", en referencia al hecho de que
no habían cumplido con uno o más de los requisitos
argentinos para el ingreso al país, completar
satisfactoriamente esta área de investigación
requiere tomar el conjunto de hallazgos de todas las demás
unidades que revelan interesantes elementos de relevancia para
este tema, y proceder luego a un análisis desapasionado
que evite generar la impresión de que todos los
beneficiarios de esta actitud acogedora automáticamente
resultaron ser criminales de guerra fugitivos. Una
equiparación de esta naturaleza se ve refutada por algunos
de los que ingresaron al país autorizadamente con
documentación deficiente….".

"La conexión nazi del general
Perón

El principio del hilo entre Sofindus y Perón
aparece en 1946, cuando el presidente argentino creó los
servicios de inteligencia y puso al frente a Rodolfo Rudi
Freude, hijo del alemán Ludwig Freude, un multimillonario
amigo de Perón. Con el fin de coordinar el traslado de los
nazis perseguidos a Argentina, Perón designó en
1947 a Horst Alberto Carlos Fuldner, excapitán de las SS
de origen argentino, y creó en Génova la
Delegación Argentina de Inmigración en
Europa.

LAS RUTAS DE FUGA

Fuldner, que nació y pasó su niñez
en Buenos Aires, recibió formación militar en
Alemania y fue agente particular del jefe de las SS Heinrich
Himmler. Debido a ese cargo, participó en las actividades
de Sofindus en Madrid. Finalizada la guerra y con un pasaporte de
enviado especial del presidente de Argentina ,
Fuldner se convirtió en una pieza clave para lograr las
autorizaciones, articular las coberturas y trazar las rutas
utilizadas por los fugitivos que se refugiarían en
Argentina, entre los que cabe destacar a Josef Mengele, el
médico de Auschwitz; Adolf Eichmann, teniente coronel de
las SS y ejecutor de la Solución Final; Gerhard Bohne,
administrador del programa de eutanasia de Hitler; Erich Priebke,
implicado en la matanza de las Fosas Ardeatinas de Roma, y Joseph
Schwammberger, responsable de la represión de
judíos en Polonia. En 1947, bajo el paraguas institucional
de Freude y con la participación de Fuldner, el entonces
embajador en Berna y hoy difunto Benito Llambí
abrió un Centro Argentino de Emigración en la
capital helvética. Allí se tramitaron visados y
salvoconductos para que unos 300 criminales nazis viajaran a
Buenos Aires con papeles de identidad extendidos a hombres
falsos. Los archivos federales suizos atestiguan el paso de
Fuldner por aquella central de reclutamiento, que funcionó
hasta 1949.

Una vez en Argentina, Fuldner –que murió en
Madrid en 1992– continuó asistiendo a los nazis
fugados."

El país del Martes/29-May-2007

Eichmann volvería a escuchar hablar de Argentina,
y mucho. Terminada la guerra, el mundo comenzaba gradualmente a
entender la dimensión de lo que terminaría
llamándose Holocausto. Eichmann tuvo suerte de no caer en
manos rusas, ya que los soviéticos colgaron sin más
trámites a prácticamente todo el que vistiera el
uniforme negro de la SS. En 1948, el director de Asuntos
Judíos pedía asilo en Argentina por medio de Carlos
Fuldner, el asesor especial de Juan Domingo Perón para la
"inmigración de nazis, ustachas, rexistas y demás
traidores a sus países ocupados por los nazis". El
trámite de Eichmann tiene fecha de dos meses posterior al
de Schammberger y menos de un mes de los de Priebke y
Mengele."

El país del Domingo/15-Dic-2002

LA HISTORIA DE LA LLEGADA DE LOS NAZIS A
ARGENTINA

Uki Goñi: La Odessa que creó
Perón

"…

–¿Y lo dejaron investigar?

–No querían, hicieron lo imposible para
alejarme pero temían un escándalo. Allí
descubrí que cada inmigrante tiene un legajo y en cada
libro de llegadas quedaba anotado el número de legajo.
Así encontré las llegadas y los números de
Mengele, Eichmann, Priebke, y pedí los legajos. No
estaban, habían desaparecido. Los habían limpiado.
Se armó un gran revuelo, y un día un funcionario me
dice, "¿qué quiere que haga? ¿que le
admitamos que nos ordenaron quemarlos en 1996? Nunca lo
admitiremos." Aún así, hubo información
valiosísima. Por ejemplo, que los expedientes de
inmigración de Mengele y Priebke tienen números
consecutivos, lo que muestra que fueron abiertos por una misma
persona, al mismo tiempo. Esto ocurre muy frecuentemente, con
varios criminales de guerra. También aparece claramente
que el año de mayor actividad es 1948, cuando el
capitán de las SS Carlos Fuldner está en Suiza
trayendo nazis. Por ejemplo, ese año se abre el expediente
de Eichmann, que llega en 1950.

–O sea que la leyenda negra se quedó corta.
No fue que llegaron sino que los trajeron.

–Por eso el libro se llama la auténtica
Odessa, porque acá se trata de una organización que
nace de las reuniones que Perón, el propio Presidente de
la Nación, tuvo en la sala de gabinete de la Casa Rosada
con loscriminales de guerra. Los papeles muestran que
Perón financió esta empresa, que envió a
Fuldner a tener reuniones para organizar todo esto al más
alto nivel en Suiza, con un pasaporte oficial que decía
"enviado especial del Presidente de Argentina". Lo
fantástico es que esto estuvo oculto por 50 años. A
mí no me interesa el tema nazis, lo que yo quería
demostrar es que en este país vivimos sobre un iceberg
gigantesco que todos desconocemos, que pretendemos no ver. En mi
libro anterior, "Perón y los alemanes", documento la
historia del nacionalista argentino Juan Carlos Goyeneche que es
enviado durante la guerra como enviado de Perón para
juntar apoyo a un golpe contra el gobierno de Castillo. Goyeneche
se entrevistó con Himmler, con Ribbentrop, tal vez con
Hitler, con Mussolini, pidiendo financiamiento para el golpe.
Mussolini acepta y manda una carta a Castillo en estos
términos que llega a Buenos Aires el mismo día del
golpe de 1943. Siempre se dijo que el golpe del GOU había
sido financiado por el Eje y cuando se ven estos documentos…
Pero los mismos mlitares que derrocaron a Perón en 1955
nombran a Goyeneche secretario de información
pública."…".


Domingo 16 de febrero de 1997

Una historia que genera controversias

La rama nazi de Perón

"…

El nexo entre los allegados -en Migraciones- y la
oficina de Rodolfo Freude -en la presidencia- era Carlos Horst
Fuldner, un germano-argentino que había sido
capitán de la SS en Alemania. De vuelta en la Argentina,
Fuldner fundó la empresa CAPRI, donde consiguió
empleo Adolf Eichmann, el arquitecto del holocausto judío
de Hitler. Eichmann fue raptado de la argentina por un comando
israelí en 1960, juzgado en Jerusalén y ejecutado
en 1962. Sus últimas palabras antes de ser colgado fueron:
"¡Viva Alemania! ¡Viva Argentina! ¡Viva
Austria! ¡No olvidaré!" "Perón, que
había ordenado el operativo de salida clandestina, con
Santiago Peralta tenía un hombre de su máxima
confianza a la cabeza de las autoridades migratorias," escribe
Meding. "Por el lado del gobierno, Rudi Freude, secretario de la
Presidencia al principio del mandato de Perón, se
encargaba de allanar el camino desde Alemania a la Argentina, con
el apoyo tanto de Guillermo Staudt, hijo del importante
industrial Ricardo Staudt, como también de Horst Fuldner,
que atendía la organización de la operación
secreta en Italia….".


ARCHIVO

Domingo 27 de setiembre de
1998

Los lazos de Perón con el Tercer
Reich

"…

Horst Alberto Carlos Fuldner, alto, rubio, bien vestido,
tenía 34 años y su vida hasta ese momento
había sido bastante agitada. Nacido en la ciudad de Buenos
Aires el 16 de diciembre 1910, hijo de inmigrantes alemanes que
luego regresarían a Alemania. Fuldner fue un temprano
adherente al nazismo.

A los 21 años ingresó en las SS con el
número 31.710. Medía 1,76 metro, calzaba zapatos
talle 44, profesión: "exportador". Hablaba correctamente
alemán, castellano, francés e inglés. En
marzo de 1932 era admitido al NSDAP (Partido Nazi), en Munich con
el número 999.254. Para 1933 se había mudado a
Kassel. Debe de haber causado buena impresión ya que fue
ascendido rápidamente hasta el grado de
sturmhauptführer en septiembre de 1934.

Durante ese año fue enviado a Prusia del Este y
trabajó para la newsletter de las SS. Compró un
auto cero kilómetro con dinero de la organización y
tuvo problemas en devolver el préstamo, arrastrando una
deuda de 5000 marcos. Fue asignado a tareas administrativas. A
pesar de la preocupación que generaban los negociados en
que se involucraba se lo consideraba astuto y
eficiente.

Su vida personal, sin embargo, era un caos.
Fracasó en todo, incluso en su matrimonio. El 22 de
noviembre de 1934 se había casado con Hanne Kraus, una
alemana de 21 años. Pocos meses después
abandonó a su mujer embarazada y a su suegra. Según
sus amigos era extremadamente infeliz. A fines de 1935
entró en crisis y su talento para los negocios turbios lo
hizo caer en desgracia. Estafó a un empresario en Munich y
a una empresa naviera en Hamburgo. Desertó de las
SS.

En noviembre de 1935, con su pasaporte argentino, se
embarcó a bordo del buque Antonio Delfino rumbo a Buenos
Aires. Fue interceptado por el Cap Arcona que viajaba en
dirección a Hamburgo.

Intentó suicidarse. Envió un cable a
Himmler. Obligado a descender en el puerto de Bramenhave, fue
allí entregado a la policía secreta. Llevado
prisionero a Alemania fue enjuiciado por deserción
(fahnenflucht), por sustraer documentos de su propio legajo, por
deudas de juego y por robo de dinero.

Fuldner pasó algún tiempo en la
cárcel y en enero de 1936 fue degradado (oeffentlich
degradiert) y expulsado por sus camaradas. Su anillo con la
calavera de las SS fue ritualmente fundido, la máxima
humillación que podía sufrir un integrante de la
guardia nazi. En medio de este desorden nació su hija
Ingrid, el 26 de mayo de 1936. En 1937 se desecharon los cargos
de fraude en su contra. La última entrada en su legajo (un
documento con obvios signos de haber sido depurado) data de 1938
cuando pidió reingresar en las SS, solicitud que le fue
denegada.

Los datos de su vida posterior son menos detallados.
Antes de iniciarse la guerra habría vuelto un tiempo a la
Argentina, probablemente visitó los Estados Unidos
también. Luego sirvió como teniente e
intérprete castellano-alemán en la División
Azul, el cuerpo de 47.000 soldados españoles que bajo
mando alemán combatió en el frente ruso entre
agosto de 1941 y marzo de 1944. Viajaba frecuentemente a
Berlín.

En algún momento formó parte de la
megacorporación nazi Sofindus. Avenida del
Generalísimo 1, Madrid, que controlaba las más
importantes empresas alemanas de España. Para no perder la
costumbre, el SS argentino se halló nuevamente envuelto en
un desfalco que le haría perder el "empleo".

Pero aquel día de noviembre de 1944 cuando bajaba
la escalerilla del avión en Madrid, Fuldner renacía
de sus cenizas. Se hallaba ahora en una "misión especial"
del SD para la cual venía provisto de su pasaporte
alemán y su pasaporte argentino, a los que agregaba las
particulares debilidades financieras que distinguían su
carrera.

En la embajada alemana en Madrid, donde se vivían
momentos de gran ansiedad por el "amargo final" que se avecinaba,
Fuldner se reunió con el diplomático Josef Schoof y
con el secretario de legación Wilhelm Petersen, uno de los
enlaces nazis del nacionalista argentino Juan Carlos Goyeneche.
Fuldner les explicó que su misión comenzaría
recién después de concluida la guerra.

También se reunió con el agregado militar
alemán en Madrid, coronel Hans Doerr (éste
había tenido reuniones con el coronel argentino Carlos
Vélez durante 1944), pero rehusó revelarle detalles
de su misión: solamente confirmó que tenía
que ver con la posguerra. "Lo más importante es salvar la
situación presente", decía Fuldner.

Fuldner había llegado a Madrid con los bolsillos
repletos. Pagó 45.000 pesetas por un automóvil
apenas después de su arribo. El 23 de diciembre de 1944
volvió a Alemania, para regresar una vez más a
Madrid el 10 de marzo de 1945. Disponía de un avión
cargado de obras de arte (art prints) que deseaba vender en
España.

Vivió en la casa del vizconde de Uzqueta, Gonzalo
Serrano Fernández de Villavicencio, un ex miembro de la
División Azul. Por presión de los aliados, la
policía española comenzó su búsqueda.
Fue ocultado en El Escorial por antiguos compañeros de la
División Azul, vivió con una mujer alemana en la
calle Modesto Lafuente 33, huyó a la localidad de Tarrasa,
cerca de Barcelona.

Pasado el susto, comenzó a mostrarse
públicamente. Era amigo de los hermanos Dominguín,
los más famosos toreros de España,y del ex
embajador rumano en Madrid Radu Ghenea, con quien pronto
compartiría reuniones secretas en la Casa Rosada, en
Buenos Aires….".

Finalmente otro recorte llamó su
atención.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter