Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Delincuencia juvenil y consumo de drogas en el Perú (página 2)



Partes: 1, 2

DESARROLLO

La violencia en
el Perú y el mundo

La violencia es un fenómeno social que va en
aumento en las principales ciudades de todo el mundo. En Europa Occidental
los delitos
menores y las conductas antisociales han crecido
rápidamente, mientras que la incidencia de delitos graves
ha sido controlada gracias a la aplicación de medidas
modernas de mantenimiento
del orden y de la justicia
penal, así como al establecimiento de sofisticadas formas
de cooperación internacional. En los países en
desarrollo y
en Europa Oriental están aumentando tanto los delitos
menores como los crímenes violentos. Incluso en Asia, donde se
registró una disminución de los delitos en general
entre 1975 y 1990, se ha registrado un crecimiento considerable
de los delitos contra la propiedad, de
la delincuencia
organizada y el tráfico de drogas en las
ciudades de más de 100.000 habitantes (Vanderschueren,
2000).

El mismo autor expresa que las pautas delictivas
están cambiando. Por un lado, los delincuentes son cada
vez más jóvenes, debido, en parte, a la
proliferación de niños de la
calle y de bandas callejeras. Por otro, los crímenes
violentos como los asesinatos, son cada vez más
comunes.

El Perú no escapa de dicha realidad. Los actos de
violencia se han incrementado notoriamente en las ciudades, y en
ella son partícipes frecuentemente, menores de
edad.

Causas de la
violencia en el Perú

El Perú confronta desde hace varios años,
problemas
económicos y sociales que afectan a los estratos
más vulnerables de la población, en especial la madre y el
niño. Así podemos señalar el incremento
acelerado y desorganizado de la población frente a
servicios
básicos deficitarios, un aumento en el costo de vida en
desmedro del poder
adquisitivo, el incremento de la tasa de desempleo y
subempleo, la desintegración familiar y el terrorismo;
problemática que se ve reflejada en los llamados por la
UNICEF como "Menores en circunstancias Especialmente
Difíciles", como son los niños
de la calle, víctimas de violencia armada, niños
trabajadores, maltratados, infractores, etc..

La población total del país es de 22,
639,443 habitantes (INEI, 1993). La pobreza afecta
a 13 millones de peruanos, quienes perciben ingresos
insuficientes para cubrir la canasta familiar y aprox. 4.5
millones viven en condición de extrema pobreza, de los
cuales 596 mil son niños menores de 04 años y un
millón cien mil, entre 5 y 14 años. Los más
de 15 años de violencia terrorista dejaron 30 mil
niños huérfanos, 12 mil discapacitados, sin contar
los niños muertos y sus funestas consecuencias en las
estructuras
sociales.

Las deficientes condiciones de vida agravada por la
existencia de familias con prole numerosa y abandonados por el
padre, impulsan a muchos niños a trabajar. El censo de
1993 (INEI), registró que uno de cada 14 niños son
trabajadores (435 mil). Estos niños crecerán por lo
general, sin mayores oportunidades de estudio y adquirirán
patrones de conducta
adaptativa a la realidad hostil que la calle les presenta, entre
ellas el consumo de
sustancias psicoactivas y la delincuencia.

Familia y
delincuencia juvenil

La familia como el
primer espacio de socialización del niño, ejerce gran
influencia en los patrones conductuales y relacionales con el
mundo que lo rodea. Por tanto cuando la familia no
desarrolla un vínculo funcional protector, promotor y
armónico, puede sobrevenir la
inadaptación.

Según Amando Vega (1994), las
características familiares más frecuentemente
asociadas con la delincuencia son:

  • La antisocialidad de los padres.
  • Supervisión y disciplina
    ineficaz.
  • Desavenencias y falta de armonía familiar,
    pobres relaciones entre padres e hijos.
  • Familias numerosas y marginación
    social.

Vacca (1998), explica que una familia disfuncional puede
conducir a uno o más de sus integrantes a desarrollar una
determinada patología, definiéndola como "un
patrón de conductas desadaptativas e indeterminadas que
presenta de manera permanente uno o varios integrantes de una
familia, y que al relacionarse con su membrecía se genera
un clima propicio
para el surgimiento de patologías específicas e
inespecíficas".

El mismo autor refiere que los diversos tipos de
familias disfuncionales propiciarán un clima
psicopatológico al interior de la misma, que
afectará en diferente grado a los miembros del
núcleo familiar, condicionando patologías
específicas:

  • Familias disfuncionales
    neurotigénicas
  • Familias disfuncionales
    psicotigénicas
  • Familias disfuncionales psicopatogénicas,
    y
  • Familias disfuncionales
    adictogénicas

Cada una de las cuales y en contacto con los factores
de riesgo
compatibles con cada uno de sus miembros y/o su
factor predictivo correspondiente pueden incubar y
desencadenar los cuadros psicopatológicos respectivos. Por
tanto, la adicción tendría lugar por la
conjunción de una serie de factores de riesgo que
predisponen, exponen o facilitan que una persona
desarrolle un vínculo patológico con una SPA,
actividad, aparato o persona que desencadene en una posterior
adicción. La posibilidad de "engancharse" y generar una
adicción se potencializa si el individuo
posee un Factor Predictivo Positivo, referido a una
predisposición orgánica heredada (bioquímica, neurológica,
fisiológica y psicológica), dependiendo
también del tipo de adicción desarrollada, por
ejemplo, en el caso de SPA, se observa que los consumidores de
PBC, desarrollan rápidamente una psicopatización
secundaria. Dicha posibilidad disminuye si dicho individuo posee
factores de protección suficientes para enfrentar con
éxito
los riesgos a que
todos en cierto momento, estamos expuestos. Por ejemplo podemos
citar como factores protectores el hecho de tener un trabajo
satisfactorio, pertenecer a clubes deportivos, organizar
racionalmente su tiempo, ser
asertivo, etc.

Entre los factores de riesgo tenemos los macrosociales,
que son aquellos propios de la estructura
social, como la actitud
permisiva de la sociedad
frente a algunas sustancias, la presión de
grupo, la
accesibilidad para obtener una droga, los
mensajes publicitarios que promueven el consumo y el gasto, la
exclusión
social, la corrupción, la pobreza, la falta de
oportunidades de trabajo, estudio y autorrealización en
general, etc.

Los factores microsociales, están referidos al
sistema familiar,
la distribución de roles y responsabilidades,
las creencias, los patrones de crianza, etc. Principalmente las
familias denominadas "Familias Disfuncionales
Adictógenas", son aquellas que promueven el uso de drogas
convencionales y no convencionales. En este caso se observa
maltrato entre los miembros, abuso de drogas legales o ilegales,
comportamientos obsesivos y compulsivos, alianzas
patológicas, rigidez en las normas y
problemas de comunicación, entre otros.

La característica de personalidad
del individuo puede ser un factor de riesgo individual, cuando
existen rasgos disfuncionales como baja tolerancia al
estrés,
baja autoestima,
deficiente repertorio de habilidades sociales, impulsividad,
así como sentimientos de soledad, curiosidad y falta de
apoyo emocional.

Es así que se puede afirmar que la
adquisición de una conducta adictiva, convencional o no,
posee una etiología multicausal, es decir, tiene lugar
debido a una combinación de factores individuales y
ambientales que se deben tener en cuenta en la prevención
y tratamiento con la finalidad de controlar y/o disminuir y
extinguir – según el caso – aquellos elementos de riesgo y
predictivos, y reforzar, promover e incrementar los factores
protectores o funcionales.

Características psicosociales del
adolescente infractor

Los adolescentes
infractores poseen una personalidad marcada por la
marginación, el abandono afectivo, las carencias
económicas y culturales y el maltrato en general, lo cual
lo convierte en una persona impulsiva, rebelde, resentida,
influenciable e insegura, siendo vulnerable a los
múltiples estímulos que la calle ofrece, lo que le
permitirá "integrarse" y cubrir necesidades afectivas
insatisfechas. Es así que comienzan a probar licor y otras
drogas como marihuana y
terokal, para luego probar drogas más fuertes como PBC,
consumiéndolas muchas veces para "darse valor" en la
comisión del delito, y la
falta de la misma, con la ansiedad que esto les causa,
será una de las causas para agenciarse de dinero
rápidamente, a través del delito.

En una investigación inédita del Equipo
Multidisciplinario del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima
(1995), realizada a 197 adolescentes que cumplían la
medida socioeducativa de internación por haber realizado
un acto infractor, se determinaron algunas características
psicosociales específicas a esta
población:

  • La mayoría de adolescentes presentaban fugas
    del hogar entre los 07 y 15 años de edad,
    despegándose paulatinamente del núcleo familiar y
    acercándose a la calle, integrándose a otros
    menores de similares características.
  • Inclusión temprana en el medio laboral
    informal como lustrabotas, lavar carros, cobrador de combi,
    pedir limosna, venta de
    caramelos, etc.
  • Consumo de diversas drogas, el alcohol es
    el más referido, el cual es consumido en fiestas o
    discotecas. El terokal es común en estos grupos,
    especialmente los llamados "pirañitas" y la pasta
    básica de coca es más frecuente en adolescentes
    de mayor edad y mayor experiencia en el delito.
  • El lenguaje se
    presenta limitado, simple y directo, utilizando jergas y
    modismos.
  • Presentan una tendencia a vivir el presente, buscando
    gratificaciones inmediatas, debido a experiencias pasadas
    frustrantes y una percepción pesimista del
    futuro.
  • Locus de control
    externo, consideran que los sucesos de un individuo
    están determinados por el "destino o
    suerte".
  • Bajo nivel de escolaridad (55% de la muestra no
    concluyó el nivel de primaria).
  • Inicio sexual temprano.
  • Déficit en su formación
    valorativa.
  • Procedencia de zonas urbanas marginales de la ciudad
    de Lima (San Juan de Lurigancho, Comas, Villa María del
    Triunfo, etc.).
  • Hijos de padres migrantes.
  • Escasa disposición para el aprendizaje,
    por posible déficit alimenticio, escasa
    estimulación, carga laboral temprana, déficit en
    la atención).
  • Procedencia de hogares disfuncionales y
    desorganizados. Gran porcentaje refiere problemas de violencia
    en el núcleo familiar.
  • Familia numerosa (generalmente posee entre 04 y 09
    hermanos).
  • Carencia de modelos de
    conducta e identificación adecuados. Muchos de los
    padres han cometido actos contra la ley, consumo de
    alcohol y otras drogas, violencia, etc.
  • Personalidad inestable e inmadura, con rasgos
    impulsivos, suspicacia y hostilidad.
  • Baja autoestima.

Craft (1974), señala que el psicópata se
caracteriza por ser incapaz de responder emocionalmente en
situaciones en las que se esperaría que personas normales
lo hicieran y por poseer una irresistible tendencia a actuar
impulsivamente. Los rasgos más saltantes serían la
agresividad, la ausencia de sentimientos de culpa ante el
comportamiento
inadecuado, imposibilidad de modificación conductual
mediante castigo y la falta de motivación
hacia proyectos
altruistas.

Drogas y delincuencia
juvenil

La problemática del consumo de drogas y su
relación con la violencia juvenil es un tema que cada vez
adquiere mayor importancia en la sociedad. La edad de inicio en
el consumo ha disminuido y existe un aumento en la ingesta de
diferentes drogas asociado a conductas desadaptadas. Es
así que la inadaptación social puede llevar al
consumo de drogas o viceversa, en el primer caso hablamos de
"psicopatía primaria" y en el segundo de
"psicopatía secundaria".

La psicopatía, también denominada
trastorno antisocial de la
personalidad o trastorno disocial de la personalidad (CIE –
10), se caracteriza por continuos actos delictivos o antisociales
y supone una incapacidad para adaptarse a las normas
sociales.

F91 Trastornos disociales (CIE – 10)

"Los trastornos disociales se caracterizan por una forma
persistente y reiterada de comportamiento disocial, agresivo o
retador. En sus grados más extremos puede llegar a
violaciones de las normas, mayores de las que serían
aceptables para el carácter y la edad del individuo afectado y
las características de la sociedad en la que vive. Se
trata por tanto de desviaciones más graves que la simple
"maldad" infantil o rebeldía adolescente. Los actos
antisociales o criminales aislados no son, por si mismos base
para el diagnóstico, que implica una forma duradera de
comportamiento".

"Los trastornos disociales suelen estar relacionados con
un ambiente
psicosocial desfavorable, entre ellos relaciones familiares no
satisfactorias y fracaso escolar, y se presenta con más
frecuencia en chicos. La distinción entre los trastornos
disociales y los trastornos de las emociones es bien
definida, mientras que su diferenciación del trastorno
hipercinético es menos clara y es frecuente un
solapamiento entre ambos".

Pautas para el
diagnóstico (CIE – 10)

"Se debe tener en cuenta el nivel del desarrollo del
niño. Las rabietas, por ejemplo, forman parte de un
desarrollo normal a la edad de tres años y su mera
presencia no debería ser una indicación para el
diagnóstico. Del mismo modo, la violación de los
derechos
cívicos de otras personas (como un crimen violento), no se
encuentra al alcance de la mayoría de los niños de
siete años de edad, y por lo tanto, no constituye una
pauta diagnóstica para este grupo de edad".

"Las formas de comportamiento en las que se basa el
diagnóstico pueden ser del tipo de las siguientes: grados
excesivos de peleas o intimidaciones, crueldad hacia otras
personas o animales,
destrucción grave de pertenencias ajenas, incendio, robo,
mentiras reiteradas, faltas a la
escuela y fugas
del hogar, rabietas frecuentes y graves, provocaciones,
desafíos y desobediencia graves y persistentes. Cualquiera
de estas categorías, si es intensa, es suficiente para el
diagnóstico, pero los actos disociales aislados no lo
son".

De acuerdo al Manual de
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales DSM, hoy DSM-IV de la APA (American Psychriatic
Association), los criterios diagnósticos para el Trastorno
Disocial (hasta los 17 años de edad), son los siguientes
(Se requiere la presencia de 03 criterios durante los
últimos 12 meses o por lo menos un criterio durante los
últimos 06 meses):

Agresión a personas y animales

  1. A menudo fanfarronea, amenaza o intimida a
    otros.
  2. A menudo inicia peleas físicas.
  3. A usado arma que pueda causar daño
    físico grave a otras personas (bate, ladrillo, navaja,
    botella rota, pistola, etc.).
  4. Ha manifestado crueldad física con las
    personas.
  5. Ha manifestado crueldad física con
    animales.
  6. Ha robado enfrentándose a la
    víctima.
  7. Ha forzado a alguien a una actividad
    sexual.

Destrucción de la propiedad

  1. Ha provocado deliberadamente incendios
    con la intención de causar daños
    graves.
  2. Ha destruido deliberadamente propiedades de otras
    personas.

Fraudulencia o robo

  1. Ha violentado el hogar, la casa o el auto de otra
    persona.
  2. A menudo miente para obtener bienes,
    favores o evitar obligaciones.
  3. Ha robado objetos de cierto valor, sin enfrentamiento
    con la víctima.

Violaciones graves a las normas

  1. A menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de
    las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento a los
    13 años de edad.
  2. Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos
    dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un lugar
    sustituto (o solo una vez sin regresar durante un largo
    tiempo).
  3. Suele hacerse "la vaca" en la escuela, iniciando la
    práctica antes de los 13 años.

Debido a la experiencia clínica de los
profesionales que trabajan en los centros juveniles del
país, también se tiene en cuenta en el
diagnóstico con los adolescentes infractores, la presencia
de cortes y cicatrices en la piel,
así como los tatuajes y su simbología.

La psicopatía primaria se presenta a edad
temprana, generalmente en la infancia y
adolescencia.
Se denomina primaria porque su aparición y desarrollo es
anterior al inicio de un consumo de drogas. Puede ser
pronosticada desde los 07 u 08 años de edad,
observándose algunos comportamientos que lo diferencian de
los demás niños de su edad como el desafío a
la autoridad de
los padres y al castigo físico, mentiras frecuentes,
crueldad con los animales y otros niños, etc. En los
hogares de estos niños se ha encontrado que existe
violencia por parte de uno de los padres, verbal, física o
sexual, constituyéndose en las llamadas "familias
disfuncionales psicopatogénicas".

En estos niños se ha encontrado altos niveles de
ansiedad, buscando juegos o
actividades que impliquen riesgo o peligro, sin medir las
consecuencias. Al llegar a la adolescencia se pueden presentar
fugas de la casa, enuresis nocturna, robo callejero o en la
calle, así como la búsqueda e integración a grupos marginales como
pandillas, barras bravas, etc.

Noyes (1990), describe a estos adolescentes como
belicosos, malhumorados, mentirosos, manipuladores, tercos,
desafiantes, jactanciosos, desvergonzados, insatisfechos,
resistentes a la autoridad familiar, desaprensivos.

La psicopatía secundaria se diferencia de la
primaria en su etiología, es decir en el origen del cuadro
y no en su fenomenología, puesto que ésta es
muy similar en ambos casos. Es así que el individuo que se
expone a una sustancia psicoactiva va desarrollando
características psicopáticas, lo que ha sido
denominado como un "proceso de
psicopatización" (Oliver, 1979). Este proceso consiste en
la adquisición de un sistema de comportamientos
antisociales que van surgiendo en el usuario de drogas, siendo
más evidente en el consumidor de
PBC.

El proceso de psicopatización afecta el metabolismo,
fisiología, psicología, comportamiento del
consumidor, pero principalmente existe un deterioro en su
sistema cognitivo, sustituyendo su conciencia social
e individual adaptada y productiva por otra que le permita
eliminar la culpa y el conflicto que
el consumo le trae. Es así que la disonancia cognitivo
afectiva es eliminada a través de la
reestructuración de sus argumentos, valoraciones,
creencias y actitudes con
respecto a la droga y su consumo. Como toda cognición
produce una emoción, reestructura sus emociones y su
conducta, tornándose insensible, desapegado con su entorno
familiar y personas cercanas.

Tipos de delito:
Marco legal

Como hemos visto, el consumo de sustancias puede llevar
a la delincuencia producto de un
proceso de psicopatización secundaria y una estructura
psicopática puede llevar a la delincuencia y/o al consumo.
Cuando se perpetúan actos antisociales que atentan contra
las normas o principios de
convivencia y equidad
social, la comunidad se
protege mediante leyes que
sancionan estas desviaciones. Así, el individuo se ve
confrontado con un sistema legal y, de acuerdo a su edad,
estado mental,
gravedad del hecho, circunstancias, etc., será sujeto a un
proceso judicial que determinará su inocencia o culpabilidad y
de ser el caso, se impondrá una pena o medida privativa de
la libertad o en
libertad, bajo ciertas condiciones.

En el caso de menores de edad, el Código
de los Niños y Adolescentes establecen diversas medidas
socioeducativas, cuya finalidad es lograr la
rehabilitación:

  • Protección, para aquellos niños
    hasta los 11 años de edad, que han cometido alguna
    infracción. Esto incluye el cuidado en el propio hogar,
    participación en un programa
    educativo de la comunidad o atención integral en un
    establecimiento de protección (casa hogar).
  • Amonestación, para los adolescentes a
    partir de los 12 a 17 años de edad y consiste en una
    llamada de atención por su comportamiento por parte del
    Juez de Familia. La familia también es recriminada con
    el fin de que presten mayor atención a la conducta de su
    hijo.
  • Prestación de Servicios a la Comunidad,
    mediante el cual el adolescente se compromete a cumplir una
    serie de actividades en favor de su comunidad por un plazo
    máximo de seis meses.
  • Libertad Asistida, en donde el adolescente
    estará bajo la supervisión de un tutor por un
    máximo de ocho meses, quien deberá brindarle
    promoción y orientación en su
    propio medio sociofamiliar.
  • Libertad Restringida, la cual consiste en que
    el adolescente debe cumplir diariamente con asistir a un centro
    juvenil abierto, con el fin de recibir orientación y
    capacitación ocupacional, por un plazo
    máximo de doce meses.
  • Internación, medida privativa de la
    libertad para aquellos adolescentes que hayan cometido actos
    graves (robo agravado, tráfico ilícito de drogas,
    violación, homicidio,
    pandillaje pernicioso), por un plazo máximo de tres
    años, a excepción de seis años para
    pandillaje pernicioso.

El sistema penal juvenil en el Perú, está
orientado a lograr una rehabilitación que facilite la
incorporación social productiva del adolescente y no
simplemente en la aplicación de una sanción. Aunque
se ha avanzado mucho en este aspecto, aún queda un largo
camino que recorrer para lograr la paz social, puesto que el
problema es multifactorial y su solución requiere del
compromiso e intervención de todos los actores
sociales.

En la actualidad existen un promedio de 1000 pandillas
juveniles solo en la ciudad de Lima y el 70% de actos delictivos
en la capital son
ejecutados por éstas (Diario El Comercio).
Estos actos van desde arrebatos o hurto simple hasta asaltos con
arma blanca o de fuego, violación y homicidio.

En los 10 Centros Juveniles que administra el Poder Judicial en
todo el país, 09 son para adolescentes con medida
socioeducativa de internación, es decir, han cometido una
infracción considerada grave. Entre las infracciones o
delitos más comunes están el robo agravado (42.3%),
la violación (19.3%), pandillaje pernicioso (08.6%), etc.
(ver anexos). Muchos de los cuales afirman haber estado bajo la
influencia de alguna SPA al momento de cometer el
delito.

Si bien los datos obtenidos
pueden no representar enteramente la realidad (tendencia a
falsear), una gran cantidad de adolescentes refiere consumir o
haber consumido alcohol (77.6%). En menor proporción
reconocen haber consumido marihuana, terokal y PBC. Es
interesante observar que un 11.3% de adolescentes presentó
síntomas clínicos de dependencia a una
SPA.

Prevención de la conducta delictiva y
adictiva

El lema "es preferible prevenir que lamentar" es muy
cierto. ¿Cuanto sufrimiento se evitaría de existir
mayor solidaridad y
cooperación, respeto y afecto
por los demás?

Cuando se habla de prevención se suele distinguir
varios niveles, según el momento de intervención en
relación con el problema: Prevención primaria,
secundaria y terciaria:

La prevención primaria se refiere a las
intervenciones a llevar acabo antes que el problema se presente.
Aquí se atacan las causas o factores que lo producen y
favorecen mediante una serie de acciones
educativas dirigidas a la familia, escuela, barrio, pares,
etc.

La Prevención secundaria tiene por
objetivo
descubrir y acabar con un trastorno, proceso o problema lo antes
posible o remediarlo parcialmente, buscando principalmente la
detección precoz del problema que genere una respuesta de
intervención inmediata. Así tenemos como ejemplo la
intervención en momentos de crisis,
atención educativa a grupos de alto riesgo, etc. (Amando,
1994).

La prevención terciaria pretende detener o
retardar la evolución del problema y sus consecuencias.
En el caso de sujetos que han incurrido en el delito se incluyen
actividades como la reeducación, la terapia y
rehabilitación psicológica y la reinserción
laboral y social.

Prevenir es impulsar una cultura de paz
mediante la promoción de la familia, su inclusión
social, el desarrollo de conductas prosociales y el compromiso de
todos los actores sociales: clubes de madres, comités
vecinales, Iglesia,
Policía, sector educación, salud, trabajo, etc. Solo
así tendremos una sociedad más justa y
solidaria.

Tratamiento y
reinserción social

Desde Lombroso hasta el día de hoy, muchos
autores se han dedicado al estudio de la psicopatía y su
tratamiento. Desde considerarlo una enfermedad de la moral o
locura social hasta un enfoque más científico
clínico y educativo. El tema ha sido tratado desde una
perspectiva sociológica, biológica,
psicológica, etc., contribuyendo al logro de un mayor
entendimiento del problema y su solución.

En la actualidad predominan los enfoques integrales en
muchas áreas de acción
y utilizando técnicas
de la psicología del comportamiento, terapia
sistémica, cognitivo afectivo, etc. Los grupos de
autoayuda, comunidades terapéuticas y el tratamiento
ambulatorio han aportado en los últimos años
mayores elementos que posibilitan la recuperación y
reinserción
social del paciente. Sea cual fuere el enfoque de
tratamiento, el terapeuta es quien tiene la responsabilidad de dirigir o facilitar el proceso
de tratamiento, por lo que debe poseer las competencias
requeridas y la experiencia necesaria.

En primer lugar, el terapeuta debe motivar al paciente a
iniciar y continuar su tratamiento e involucrar a la familia en
el proceso. La construcción de la
motivación hacia el tratamiento de una conducta
adictiva es esencial para garantizar o favorecer una
intervención exitosa. Crear esta motivación al cambio en el
paciente es el principal reto del terapeuta, puesto que sin ella
o con una motivación prestada, no será posible
avanzar hacia la abstinencia y cambio de filosofía de
vida.

En este sentido el terapeuta debe poseer gran
experiencia, templanza y manejo de conocimientos, que le permitan
facilitar, promover, orientar al paciente hacia la
construcción de la motivación, punto de partida
hacia un cambio conductual duradero.

El primer reto del terapeuta es crear la necesidad de
cambio, mover las bases filosóficas que sustentan la
conducta adictiva, así como brindar el
acompañamiento y apoyo en el proceso; para lo cual se debe
estimular un clima de confianza y comprensión.

En los Centros Juveniles del Poder Judicial se viene
brindando una atención integral a los adolescentes
infractores, quienes se integran a un proceso terapéutico
muy parecido a una comunidad terapéutica multiprofesional.
Durante los últimos tres años se ha sistematizado
la experiencia, la cual ha sido plasmada en el documento
denominado "Sistema de Reinserción Social del Adolescente
Infractor", documento técnico normativo especializado en
el tratamiento del adolescente infractor, el cual comprende una
serie de programas,
métodos,
técnicas e instrumentos de carácter eminentemente
educativo, acorde con las leyes y normas compatibles con los
derechos
humanos, cuyos contenidos resumidos se presentan a
continuación:

Programas Educativos en Medio
Cerrado

  • Programa de Bienvenida: Recepción e Inducción.
  • Programa I: Acercamiento y
    Persuasión.
  • Programa II: Formación Personal.
  • Programa III: Formación
    Laboral.

Programas Educativos en Medio
Abierto

  • Programa IV: Residentado Juvenil
  • Programa V: Orientación al
    adolescente.

Programas Educativos
Complementarios

  • Programa de Atención Intensiva
  • Programa Madre María
  • Programa Huellas en la Arena

Programa de bienvenida: En el presente
programa, se establece el primer acercamiento al adolescente y se
le prepara para aceptar el proceso de cambio. El procedimiento de
Bienvenida al adolescente tiene vital importancia puesto que
será la primera impresión que obtendrá de
nosotros y de nuestro trabajo. Debemos recibirlo amablemente,
realizando un recorrido por las instalaciones, ubicándolo
en el ambiente que le corresponde, presentándolo a los
demás trabajadores y a sus pares por su nombre. El
acompañamiento en las actividades que realice, la
labor de consejería y la supervisión
deben ser constantes.

Programa I: El adolescente que ingresa al centro
juvenil iniciará su rehabilitación social en este
programa. El propósito fundamental es promover en el
adolescente la toma de conciencia de error y voluntad al cambio,
mediante un acercamiento natural hacia el adolescente, fomentando
el contacto afectivo, la confianza y respeto, siendo el Educador
un agente facilitador en el proceso de reflexión,
convencimiento, compromiso y preparación para aceptar en
condiciones favorables un proceso educativo destinado a un cambio
personal, así como a una formación ocupacional. El
acompañamiento en las actividades que realice, la
labor de consejería y la supervisión
deben ser constantes. Las actividades programadas están
dirigidas hacia la estructuración de tiempos y espacios,
desarrollo de hábitos de salud adecuados, disciplina,
así como un buen uso del tiempo libre. En este programa se
desarrollan talleres formativos básicos de contenido
terapéutico como musicoterapia, manualidades, dibujo y
pintura,
teatro, etc… Es
importante el acercamiento a la familia con el fin de
comprometerla en el proceso educativo de sus hijos mediante
visitas domiciliarias y participación en la
Escuela de Padres.

Programa II: Una vez logrados los objetivos del
programa I, el adolescente se incorpora a un proceso educativo
que comprende la adquisición, internalización y
desarrollo de valores
inherentes al desarrollo
personal, cambio de actitudes hacia la autoridad, su familia
y la sociedad, desarrollo de hábitos adecuados de
comportamiento y de potencialidades; mediante un conjunto de
técnicas de intervención. En esta etapa, el
adolescente va adquiriendo mayor responsabilidad a través
de la participación activa en su proceso educativo. Educar
en valores, implica que el adolescente aprenda a conocer, querer
e inclinarse por todo aquello que sea noble, justo y valioso.
Estos valores son: El respeto, la tolerancia, la confianza, la
amistad, la
sinceridad, la paz, la honradez, la cooperación, la
generosidad, la gratitud, la responsabilidad, la lealtad, entre
otros.

Programa III: Una vez que el adolescente a
avanzado significativamente en su proceso educativo, se incorpora
en el presente Programa, que a diferencia de los dos programas
anteriores, tiene un carácter semiabierto. Es así
que el adolescente se incorpora a un proceso de
capacitación técnico-ocupacional sin descuidar su
formación y desarrollo personal. El objetivo del presente
programa es que el adolescente desarrolle destrezas y habilidades
en una ocupación específica que le permita competir
en igualdad de
condiciones en un mercado laboral
cada vez más especializado y exigente. La
instrucción es impartida por profesores calificados en los
talleres ocupacionales que el centro juvenil ofrece o a
través de convenios con instituciones
que brinden capacitación ocupacional dentro o fuera de sus
instalaciones. Se fomenta la producción, el ahorro y el
desarrollo de microempresas.

Programa IV: Programa de modalidad abierta
y voluntario, dirigido a aquel adolescente egresado del Sistema,
que no tiene opción de integrarse a su grupo familiar.
Así el adolescente convive en un hogar con otros
compañeros en similar situación, compartiendo
vivencias y responsabilidades, bajo el cuidado y
orientación de una familia colaboradora del Sistema. En
esta etapa el adolescente deberá haber alcanzado independencia
y niveles adecuados de adaptación a la vida social y
productiva en la sociedad, por lo tanto es capaz de manejarse con
un mínimo de control y supervisión. Por otra parte
el adolescente tendrá ocupaciones fuera de la casa, sea
estudio o trabajo, en consecuencia la
organización, funcionamiento y tareas serán
planificadas anteladamente en forma equitativa, permitiendo que
cada uno participe y tenga responsabilidad en la
conducción de la casa.

Programa V: Programa de
modalidad abierta dirigido a adolescentes de ambos sexos sujetos
a medidas socioeducativas en libertad o régimen de
Semilibertad. El trabajo que
se realiza es de carácter preventivo promocional, el cual
ofrece una serie de actividades articuladas de formación
personal y ocupacional a los adolescentes, así como
orientación a la familia a través de la Escuela de
Padres y la activa participación de la comunidad en este
proceso. Dicho programa se desarrolla en centros juveniles de
tipo abierto, denominados "Servicio de
Orientación al Adolescente" (SOA), cumpliendo una serie de
actividades durante el día, para luego asistir a la
escuela o trabajo y retornar a sus hogares, por tanto, los
horarios de atención son flexibles, adecuándose a
las necesidades e intereses de sus usuarios. El Programa de
Orientación al adolescente presenta 04 modalidades de
intervención de acuerdo a la medida socioeducativa
impuesta: Prestación de Servicios a la Comunidad, Libertad
Asistida, Libertad Restringida y el beneficio de la
Semilibertad.

Programa de Atención Intensiva,
Atención en modalidad cerrada, dirigido a aquellos
adolescentes con problemas conductuales severos y resistentes a
aceptar propuestas de cambio en base a un proceso educativo. Es
por tanto indispensable brindar una atención intensiva que
implique especial cuidado en la seguridad, la
disciplina y modificación de conductas inadecuadas,
orientación y consejería psicosocial permanente,
así como un acercamiento individualizado.

Programa Madre María, Programa dirigido a
aquellas adolescentes infractoras con medida de
internación, que se encuentran en proceso de
gestación, madres e hijos. Aquí las futuras madres,
las madres y sus hijos reciben atención integral en salud
y educación, así como capacitación en
técnicas de estimulación temprana. Las adolescentes
madres se van integrando a las actividades de los demás
programas de acuerdo a sus necesidades y motivaciones.

Programa Huellas en la Arena, Programa dirigido a
los adolescentes egresados, con la finalidad de realizar
seguimiento, asistir, atender psicológicamente,
espiritualmente y promocionar una reinserción efectiva al
núcleo familiar y social a través de actividades
integradoras.

Los Programas cuentan con las fases
siguientes:

  1. Acogida: Recepción cordial y sincera al
    adolescente, presentación a su nuevo grupo de
    convivencia e información sobre objetivos del
    Programa.
  1. Intervención: Incorporación del
    adolescente a las actividades educativas de programa
    respectivo, como agente activo en su proceso de
    cambio.
  1. Reforzamiento: Motivación a continuar
    desarrollándose, apoyo y orientación, evaluación y preparación para
    incorporación en el Programa siguiente.

En cada uno de los Programas se desarrollan una serie de
actividades sistematizadas en 07 áreas de
intervención, las cuales se encuentran en constante
interacción:

  1. Área Personal, Atención oportuna
    de necesidades, evaluación e intervención
    integral e individualizada del adolescente.
  2. Área Socio-recreativa, Se encuentra
    orientada a la promoción del desarrollo de habilidades
    sociales, autoestima, uso racional del tiempo,
    etc…
  3. Área educativa, Se imparte
    educación en valores, a través de Encuentros
    matinales, Módulos de Aprendizaje,
    Módulos Educativos, Talleres formativos, etc., que
    permita al adolescente adquirir conocimientos prácticos
    y actitudes positivas.
  4. Área laboral, Actividades
    orientadas al desarrollo de conocimientos y habilidades
    técnico-ocupacionales, a través de Talleres
    ocupacionales y cursos de capacitación, que permita al
    adolescente competir en mejores condiciones en el mercado
    laboral.
  5. Área familiar, Conjunto de
    actividades destinadas a comprometer, educar y preparar a los
    padres o responsables de los adolescentes, garantizando un real
    apoyo al proceso educativo por medio de la Escuela de Padres,
    visitas familiares, orientación familiar,
    participación de la familia en actividades
    socializadoras del centro.
  6. Área de formación
    espiritual, Actividades destinadas a desarrollar la
    Fe, la búsqueda de un sentido de vida y la
    adquisición de convicciones morales, a través de
    Encuentros de oración, Paraliturgia, Pastoral y
    Otros.
  7. Área de proyección a la
    comunidad, Actividades orientadas al logro del
    compromiso de la comunidad en el proceso educativo, a
    través de campañas de difusión,
    sensibilización y acercamiento a la comunidad, convenios
    educativos y laborales, etc.

En los casos que se han detectado síntomas
clínicos de dependencia a SPA se ha trabajado de la mano
con el especialista. En el caso del Centro Juvenil de Lima, se
coordinó con CADES Callao, quienes brindaron un Programa
de prevención a 30 adolescentes en riesgo y un Programa de
tratamiento a 30 adolescentes con
sintomatología.

CONCLUSIONES

La violencia es un fenómeno social muy complejo
de carácter multifactorial y multicausal, que implica una
respuesta impulsiva, en contra de las normas de convivencia
pacífica, afectando, perjudicando y agrediendo los
derechos de las personas y la sociedad, principalmente los
referidos a la vida, la libertad, el desarrollo, la propiedad,
etc.

La violencia juvenil, es decir, aquella ejercida por
adolescentes y jóvenes, es una realidad que se ha visto
agravada en los últimos 20 años en el país,
principalmente en las grandes urbes, constituyéndose en
uno de los problemas más álgidos, conjuntamente con
la falta de empleo y la
producción y consumo de drogas.

La edad de inicio en el consumo ha disminuido y existe
un aumento en la ingesta de diferentes drogas asociado a
conductas desadaptadas. Es así que la inadaptación
social puede llevar al consumo de drogas o viceversa, en el
primer caso hablamos de "psicopatía primaria" y en el
segundo de "psicopatía secundaria".

La intervención oportuna e integral,
conjuntamente con la habilidad del terapeuta, el compromiso de la
familia y la motivación del paciente al cambio,
serán factores muy importantes en la recuperación y
reinserción sociofamiliar.

Si bien el tratamiento es necesario, este es
generalmente largo, costoso y los resultados no siempre los
esperados. Por tanto es necesario impulsar la prevención
mediante programas educativos dirigidos a poblaciones en
condiciones de riesgo, que permita promover los factores
protectores, así como crear estructuras sociales
más efectivas, sólidas y justas.

BIBLIOGRAFÍA

Congreso de la República: "Violencia cotidiana en
niños y jóvenes del Perú. Causas,
consecuencias y recomendaciones". Lima, 1998.

Garrido Genovés, Vicente. "Pedagogía de la delincuencia
juvenil". Barcelona, 1990

De la Garza G., Fidel y otros. "Adolescencia marginal e
inhalantes. Medidas preventivas. México
D.F., 1988

Vega, Amando. "Pedagogía de Inadaptados
Sociales". Madrid,
1994.

CEDRO, Revista
científica "Psicoactiva" Nº 10. Lima 1993

CEDRO, Revista científica "Psicoactiva" Nº
06. Lima 1989

Vanderschueren, Franz. "Hacia ciudades más
seguras" . CNUAH – ONU.

Villarejo, José y otros. "Boletín
Criminólogico". Málaga, 2000.

Vacca, Ricardo. "Los padres, los hijos y la pareja del
adicto". Lima, 2000.

Vacca, Ricardo. "Psicopatía, adicción a
drogas y violencia
social".

Ley Nº 27337 "Código de los Niños y
Adolescentes". Lima, 2000.

Gerencia de Centros Juveniles del Poder Judicial.
"Sistema de Reinserción Social del Adolescente Infractor".
Lima, 2000.

Organización Mundial de la Salud.
"Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros
problemas de Salud" (CIE-10). 1992.

Manual de Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales DSM, hoy DSM-IV de la APA (American
Psychriatic Association). 1994.

INEI. Censo Nacional de Población y Vivienda,
1993.

 

 

 

Autor:

Gian Franco Vacchelli Sicheri

DATOS DEL AUTOR

Licenciado en psicología de la Universidad
Ricardo Palma, con post grado en prevención y tratamiento
del consumo de drogas y amplia experiencia en consultoría y gestión
de programas sociales de prevención, promoción y
tratamiento de niños y familias en riesgo social y
violencia juvenil en el Perú.

Para contactar y comentarios por favor escribir al
correo
electrónico

Lima, Perú, enero de 2001

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter