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Análisis de los Estados Financieros (página 2)




Enviado por Pedro Rubio Dominguez



Partes: 1, 2, 3

  1. TÉCNICAS DE ANÁLISIS

Las técnicas mas utilizadas en el análisis
de los estados financieros son las siguientes:

  1. Comparación: Consiste en determinar las
    analogías y diferencias existentes entre las distintas
    magnitudes que contiene un balance y demás estados
    contables, con el objeto de ponderar su cuantía en
    función de valores absolutos y relativos para
    diagnosticar las mutaciones y variaciones habidas.

La comparación de partidas entre diferentes
balances transforma en dinámicos los elementos
estáticos contenidos en ellos, los cuales expresan
únicamente la situación en un momento
dado.

Una cuenta cualquiera puede medirse
comparándola:

  • Con el importe total del Activo, del Pasivo o de los
    Resultados
  • Con el total del grupo o masa patrimonial a que
    corresponda
  • Con la misma cuenta de un balance anterior o
    posterior
  • Con otros epígrafes con los que tenga cierta
    relación y que convenga analizar
  • Con otras empresas o estándares de
    referencia.
  1. La importancia de los porcentajes aumenta cuando se
    dispone de tantos por ciento tipo para cada actividad, con
    los cuales se puede comparar los datos de la empresa en
    cuestión, estudiando la estructura de su patrimonio y
    resultados. Así se descubren fácilmente los
    puntos adversos causantes de resultados
    desfavorables.

  2. Porcentajes (análisis
    estructural):
    Disponiéndoles verticalmente se puede
    apreciar con facilidad la composición relativa de
    activo, pasivo y resultados. Tiene una significación
    extraordinaria en el análisis de balances, pero con todo
    ello, no debemos prescindir de los valores absolutos, cuyo
    estudio es necesario para ponderar mejor las oscilaciones de
    los porcentajes; éstos pueden variar en un sentido y los
    totales en otro.
  3. Números índices: Consiste en
    estudiar la tendencia de cada grupo de cuentas o de
    éstas entre sí, tomando como base un ejercicio
    normal, o sea, que no presente grades variaciones, y, si ello
    no es posible, se elige como número base inicial de
    comparación el promedio ponderado de una serie de
    años. La cifra base inicial de comparación se
    hace, por lo general, igual a 100 y, el resto de los
    números, en tantos por ciento del primero, con lo que se
    facilita una rápida visión de conjunto de los
    aumentos y disminuciones correspondientes. Tiene especial
    aplicación para dar a conocer las
    tendencias.
  4. Representación gráfica: Consiste
    en mostrar los datos contables mediante superficies u otras
    dimensiones conforme a ciertas normas diagrámicas y
    según se refiera al análisis estructural o
    dimensional de la empresa. Se utiliza para hacer resaltar
    determinadas relaciones o interpretaciones.
  5. Ratios: Consiste en relacionar diferentes
    elementos o magnitudes que puedan tener una especial
    significación.

El ratio es una relación significativa del
valor de dos elementos característicos de la
gestión o de la explotación de la empresa. Los
ratios son, en muchos casos, números relevantes,
proporcionales, que informan sobre la economía y marcha
de la empresa.

Lo que en definitiva se busca mediante el
cálculo de ratios financieros, según Dalsace; "es
conocer de forma sencilla, a partir del balance, el
comportamiento futuro de la empresa, cuyo comportamiento se
escalona en el tiempo, de ahí su carácter
fundamentalmente cinético, siendo pues, necesario hacer
intervenir factores cinéticos, o sea, ajenos al balance,
y, sobre todo, de las cuentas de resultados".

Los ratios deben utilizarse con prudencia y
ordenadamente como una primera aproximación del
análisis. Han de ser sustanciales y significativos. A
tal efecto, G. Angenieux dice que deben ser:

  • Sencillos, ya que si no, son dificilmente
    utilizables
  • Racionales. Debe haber una relación de causa
    efecto entre los dos términos de la relación, ya
    que evidentemente sería posible establecer infinidad de
    ratios gracias a múltiples combinaciones de las partidas
    del balance, de los documentos anejos o de las
    estadísticas de la empresa.
  • Poco numerosos; sobre todo si están destinados
    a la dirección de la empresa.

Los ratios se pueden clasificar:

  • Por su origen: Internos y externos
  • Por la unidad de medida: De valor y de
    cantidad
  • Por su relación: Estáticos,
    dinámicos y mixtos
  • Por su objeto: De estructura financiera, de
    estructura de capital; de liquidez y solvencia, de actividad
    comercial y de rendimiento económico

Los ratios internos, también denominados de
intraempresa, son los que se refieren a la propia empresa, pero
calculados con relación a períodos distintos. Los
externos o de interempresa son los que pertenecen a empresas
del mismo sector económico.

La interpretación de los ratios no se puede
hacer de forma mecánica. Un ratio por sí solo
carece de significado, adquiere su máxima validez cuando
se le compara con un estándar interno o externo. Los
primeros se obtienen de los datos reales convenientemente
corregidos y ajustados. Los externos son los que
corresponden

otras organizaciones análogas y con
situación parecida. Ante la dificultad de hallar varias
empresas que puedan compararse en el plano
técnico-comercial, se impone elaborar patrones o
muestras por cada grupo de ratios que posibiliten caracterizar
las diferencias de organización y gestión
.

La comparación interempresa deberá
hacerse con el mayor número posible de empresas, aunque
con las lógicas reservas, dado que pueden existir
diferencias en las técnicas contables aplicadas. En todo
caso, procede emplear ratios-tipo que son los correspondientes
a las empresas que presentan situaciones determinadas y
consideradas como mejor dirigidas. Los ratios piloto pueden ser
sustituidos por un ratio-medio que exprese la situación
de aquellas empresas que presentan situaciones semejantes. Para
su determinación puede utilizarse la media
aritmética o mejor la mediana, para evitar una
nivelación arbitraria.

Se denominan ratios de valor o de cantidad,
según se refieran a unidades económicas
(monetarias) o a unidades técnicas (físicas). A
ser posible es preferible utilizar ratios de cantidad ya que
los datos que se obtengan serán mas reales.

Atendiendo a las relaciones de elementos o magnitudes
que pueden establecerse, se llaman rátios
estáticos cuando se derivan del análisis del
balance y son dinámicos los que se derivan del
análisis de las cuentas de resultados. Son mixtos cuando
se comparan datos tomados del balance y de la cuenta de
resultados.

En cuanto su objeto, se deben emplear los ratios
necesarios para analizar la gestión comercial,
financiera, de inversión y rentabilidad, seleccionando
los que tienen influencia decisiva en el control de
gestión y de forma que no estén influenciados por
fluctuaciones monetarias o por cualquier otra variación
que pueda desvirtuar su realidad, precisando, en su caso, los
factores que han podido influir y en qué medida afecta
esta influencia, ya que la validez de un enunciado de ratios
depende, sobre todo, de que tanto la base cuantitativa como el
intervalo de tiempo elegido sean reales.

La información así obtenida forma parte
del "tableau de bord" o cuadro de mando de la empresa y permite
apreciar:

  • La política seguida
  • Las previsiones a efectuar
  • La toma de decisiones

Las cinco técnicas de análisis
indicadas, lejos de excluirse entre sí, se complementan.
De ahí que su uso, convenientemente correlacionado,
puede ser de la mayor importancia en la práctica del
análisis.

4. ESTADOS FINANCIEROS

El análisis financiero consiste en un estudio
detallado del Balance de Situación y la Cuenta de
Pérdidas y Ganancias.

4.1. BALANCE DE SITUACIÓN

Se puede definir como un estado que refleja la
situación patrimonial de la empresa en un momento
determinado, en la medida en que dicha situación se pueda
expresar en términos monetarios. Tiene carácter
estático, ya que es un resumen de la situación de
la empresa en un momento dado.

El Balance de Situación está compuesto
por:

  1. ACTIVO:

Al conjunto de bienes y derechos se le conoce con el
nombre de Activo. Representa la estructura económica. Se
puede dividir en dos grandes masas patrimoniales:

  1. Activo fijo: También llamado
    inmovilizado. Está compuesto por elementos cuya
    conversión plena en liquidez requiere más de un
    año. Son inversiones de carácter permanente en la
    empresa y consideradas necesarias para el cumplimiento de sus
    fines.

. Cabe distinguir cuatro tipos de
inmovilizado:

  • Inmovilizado material: Bienes de naturaleza
    tangible como Terrenos, Edificaciones, Maquinaria,
    Instalaciones, Utillaje, Mobiliario, Vehículos de
    transporte, Equipos para proceso de información,
    ….
  • Inmovilizado inmaterial: Elementos
    patrimoniales intangibles como, Fondo de comercio,
    Aplicaciones informáticas, Derechos de traspaso,
    Concesiones administrativas, Derechos sobre bienes en
    régimen de arrendamiento financiero,
    ….
  • Gastos amortizables: Tales como, Gastos de
    constitución, Gastos de primer establecimiento, Gastos
    de ampliación de capital.
  • Inmovilizado financiero: Inversiones
    financieras permanentes cualquiera que sea su forma de
    instrumentación, con vencimiento superior a un
    año: Participación en el capital de otras
    empresas, Valores de renta fija; Créditos concedidos a
    largo plazo, Imposiciones a largo plazo.
  1. Activo circulante: Integrado por elementos
    patrimoniales activos (bienes y derechos frente a terceros) que
    tienen la característica de ser dinero o convertirse en
    dinero, por operaciones normales de la empresa, en un plazo no
    superior a un año.

Atendiendo al grado de disponibilidad, se pueden
distinguir tres tipos de activo circulante:

  • EXISTENCIAS: Bienes adquiridos o elaborados
    por la empresa destinados a su venta o transformación
    en productos terminados, entre los que se citan:
    Mercaderías, Materias primas, Productos terminados,
    Envases, Embalajes, etc.
  • REALIZABLE: Derechos de cobro susceptibles
    de ser transformados en efectivo dentro de un ejercicio
    económico, tales como Clientes, Efectos comerciales a
    cobrar, Pagos anticipados, Inversiones financieras temporales
    (a corto plazo), Créditos concedidos a terceros,
    Efectos comerciales descontados pendientes de vencimiento,
    ….
  • DISPONIBLE: Elementos de activo mas
    líquido de que dispone la empresa:

Depósitos en entidades bancarias a la vista y
efectivo en caja.

  1. PASIVO

Representa la estructura financiera. Podemos definir
el pasivo del balance como el conjunto de recursos financieros
de que dispone la empresa. Parte de él expresa el
conjunto de obligaciones que la empresa tiene contraídas
con terceros en un momento dado.

Clasificación:

1. PASIVO FIJO

Comprende las deudas a largo plazo y el no
exigible.

  • EXIGIBLE A LARGO PLAZO: Deudas de la empresa
    cuyo plazo de pago es superior a un año, tales como,
    Préstamos, Proveedores de inmovilizado, Efectos a
    pagar a largo plazo, Obligaciones y Bonos, Fianzas y
    Depósitos recibidos a largo plazo,
  • NO EXIGIBLE: Son los conocidos como
    recursos permanentes propios. Provienen de
    aportaciones de los socios a capital y los generados por la
    propia empresa, tales como Reservas y Resultados no
    distribuidos.
  1. PASIVO CIRCULANTE:

Es el exigible a corto plazo. Está
integrado por deudas de la empresa con vencimiento no superior
a un año. Proveedores, Acreedores, Efectos comerciales a
pagar, Préstamos a corto plazo, Organismos oficiales
(Hª Pública, Tesorería de la S.S.), Deudas
por efectos descontados, ….

4.2 CUENTA DE PÉRDIDAS Y
GANANCIAS

Según el P.G.C., la Cuenta de Pérdidas y
Ganancias, comprende, con la debida separación, los
ingresos y los gastos del ejercicio, y por diferencia, el
resultado del mismo.

A diferencia del Balance de Situación
(información estática), la Cuenta de
Pérdidas y Ganancias informa de los ingresos y gastos de
un período determinado de tiempo. Es el nexo de
unión entre dos balances. El inicial, que informa de la
situación patrimonial de la empresa al inicio del
período, y el final, que refleja la situación al
final del mismo.

II. ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA
PATRIMONIAL

  1. FINALIDAD

El análisis de la estructura financiera de la
empresa consiste en investigar si las relaciones cuantitativas de
las masas patrimoniales activas y pasivas del balance presentan o
no posición de equilibrio financiero.

El análisis consiste en un estudio de:

  • La estructura que presentan los grandes grupos
    que componen el activo y el pasivo.
  • De su evolución a lo largo de los
    últimos períodos.
  • De las relaciones que mantienen entre
    sí (equilibrio o solidez).

Los objetivos perseguidos en este estudio
son:

  1. Conocer y situar a la empresa, a través de un
    determinado tipo de estructura, tanto por lo que se refiere a
    los recursos empleados como a las fuentes de
    financiación.
  2. Conocer la evolución reciente de dicha
    estructura.
  3. Determinar su grado de equilibrio.
  4. Determinar la capacidad de endeudamiento.
  5. Evaluar la capacidad de expansión de la
    empresa.
  1. El análisis de la estructura del activo nos
    indicará el grado de inmovilización de los
    recursos que necesita la empresa, según sea el peso
    relativo de los dos grandes grupos, fijo y circulante, y de
    la composición de éstos.

    En las empresas eléctricas, las de
    navegación, las telefónicas, etc., así
    como las industrias en general, la inversión en
    inmovilizaciones técnicas es más importante que
    en las empresas comerciales, en las que los activos
    circulantes suelen ser superiores a los activos
    fijos.

    El análisis se realiza mediante el
    cálculo de porcentajes que cada grupo representa con
    respecto al total del activo. De esta forma conocemos,
    además del valor absoluto, la

    importancia relativa de cada masa. Pero el mayor
    interés radica en el análisis dinámico u
    horizontal, obtenido a base de series de balances, caso de
    disponer de datos correspondientes a varios
    ejercicios.

    Los ratios utilizados para el análisis de la
    estructura del activo son:

    =

    Tanto el activo fijo como el total se estiman por su
    valor neto. Este ratio expresa en qué medida la
    empresa inmoviliza sus capitales. Si crece dentro del mismo
    capital invertido, significa que el activo circulante ha sido
    reducido, con o sin acierto, según que suponga mayor o
    menor rendimiento.

    Mide la relación del circulante con el total
    de inversiones de la empresa. Varía según la
    actividad desarrollada. En principio, las que tienen un mayor
    activo circulante obtienen mayores beneficios, ya que
    éstos están en relación directa del
    activo circulante o de éste multiplicado por la
    velocidad de giro e inversión del activo fijo. En
    consecuencia, cuanto mayor sea este ratio tanto
    mejor.

    =

    Procede hallar el ratio correspondiente a cada tipo
    de inmovilizado (material, inmaterial, gastos amortizables).
    En su interpretación habrá que tener en cuenta
    el número de años que tiene de existencia. Un
    ratio alto revela una política de amortizaciones
    acertada con todas las ventajas que ello reporta.

  2. ESTRUCTURA DEL ACTIVO
  3. ESTRUCTURA DEL PASIVO Y CAPITAL

Los ratios de la estructura del pasivo ponen en
evidencia la naturaleza de los recursos de que dispone la
empresa. Expresan su endeudamiento.

La estructura del endeudamiento de una empresa obedece a
ciertas reglas, de tal forma que: si los capitales propios
representan mas de dos tercios del total de recursos, la empresa
tiene una gran capacidad de endeudamiento; si representan mas de
la mitad, todavía puede recurrir a la obtención de
préstamos; en cambio, si este ratio es inferior, se
encontrará en una situación tal que los eventuales
prestamistas serán mas caros y mas exigentes. Estos ratios
varían según los sectores y el tamaño de la
empresa.

Cuando la empresa carece de recursos propios suficientes
para crear, desarrollar o simplemente mantener el negocio objeto
de su actividad, necesita recurrir al mercado de capitales al
objeto de obtener los fondos de financiamiento
necesarios.

La relación que debe existir entre fondos propios
y ajenos es difícil de determinar. No existe, en realidad,
ninguna obligatoria. Se podría incluso admitir que trabaje
solamente con financiación ajena. En realidad, la
proporción que debe existir entre ambas clases de
financiación vendrá determinada por su incidencia
en la rentabilidad. Del estudio de este aspecto del
análisis nos ocuparemos mas adelante al tratar el
efecto de apalancamiento financiero.

Los ratios más esenciales para analizar la
estructura del pasivo son los siguientes:

=

Los recursos propios se refieren al neto patrimonial.
Cuanto mayor sea este ratio, mas estabilidad financiera
presentará la empresa. Interesa mantener este ratio lo mas
alto posible, puesto que ello indica una fuerte posición
económica. Además, revela una garantía de
seguridad frente a posibles depresiones económicas y una
mayor capacidad de financiación ajena en caso de
necesidad.

=

Este ratio, complementario del anterior, mide la
importancia de las deudas, las cuales no deben sobrepasar el 50%
del capital propio.

Se considera como la regla de oro de la
financiación de la empresa, cuando la correlación
entre inversiones y financiaciones, ordenadas según su
grado decreciente de liquidez y exigibilidad, respectivamente, se
ajusta al siguiente esquema:

=

Mide el grado de capitalización de la empresa. Un
ratio elevado asegura a la empresa del riesgo de
descapitalización. Su empleo es útil para el
análisis del coste financiero de los capitales
propios.

=

Este ratio mide la intensidad de la deuda comparada con
los fondos de financiamiento propios, y de ella, deducir el grado
de influencia de terceros en el funcionamiento de la
empresa.

El resultado ideal se expresa como tendencia a la
unidad.

Este mismo ratio, pero invirtiendo los términos,
da el concepto de autonomía financiera.

Este aspecto del endeudamiento es básico, pues
siempre hay que buscar un equilibrio entre los capitales propios
y ajenos.

En efecto:

  • Los capitales propios son los que representan un
    margen de seguridad para el conjunto de acreedores, dado su
    carácter permanente y al no tener una
    remuneración obligatoria.
  • Por otro lado, a los propietarios les interesa
    utilizar la financiación ajena siempre que la
    rentabilidad de los fondos invertidos sea superior al coste de
    los capitales ajenos utilizados. Desde el punto de vista de la
    rentabilidad, el grado idóneo de utilización de
    capitales ajenos se determina analizando el efecto de
    apalancamiento financiero.
  • Pero esto no solo puede crear problemas de liquidez y
    rentabilidad, sino que también puede hacer peligrar el
    control de la empresa.

Por tanto, el equilibrio entre los capitales propios y
los ajenos resultará de un compromiso permanente de las
exigencias de.

  • La solidez
  • La independencia financiera
  • La rentabilidad de los fondos propios
  • La rentabilidad de los fondos propios

El equilibrio entre los capitales propios y los ajenos
varía esencialmente, según las empresas
de:

  1. Independencia y la seguridad.

  2. Factores subjetivos: – Preferencia de los
    propietarios y directivos por la
  3. Factores objetivos: – Importancia de los valores
    inmovilizados dentro del

Activo.

– La velocidad de rotación de los activos
circulantes,

particularmente, los stocks.

– El nivel y estabilidad de los beneficios.

– El rendimiento de las inversiones.

– El objetivo de rentabilidad de los capitales
propios.

– La naturaleza de la actividad de la
empresa.

– Los riesgos propios de la
explotación.

– La situación coyuntural.

Todos estos factores influyen en la determinación
de la estructura financiera. Pero a este primer nivel, y a
través de los ratios, no parece adecuado determinar la
estructura financiera óptima. Procede situar algunos
conceptos básicos y, sobre todo, analizar la
evolución histórica.

Conclusiones preliminares con respecto al
análisis de la estructura patrimonial

  1. La solidez financiera será mayor cuanto
    mayores sean los porcentajes de los capitales permanentes
    sobre el total de la financiación, y dentro de
    éstos, cuanto mayor sea la participación de los
    fondos propios.
  2. La rentabilidad tenderá a aumentar
    paralelamente a la disminución del porcentaje de
    fondos propios (aunque los resultados en valores absolutos
    sean inferiores debido a las mayores cargas financieras), si
    el rendimiento sobre activo es superior al tipo medio de
    interés.
  3. Cuanto mayor sea el nivel de beneficios de una
    empresa, los fondos propios y los capitales permanentes
    podrán tener porcentajes inferiores sin que peligre la
    solidez financiera de la misma.
  4. Finalmente y como se expone a continuación,
    la estructura financiera debe guardar una relación muy
    directa con la estructura del activo. Los capitales
    permanentes deben ser superiores al activo fijo, por tanto,
    deberán ser mayores a medida que aumente la
    proporción del activo inmovilizado
  1. RELACIONES DE EQUILIBRIO ENTRE LAS MASAS
    PATRIMONIALES

Analizaremos aquí la relación que debe
existir entre las distintas masas patrimoniales del activo y las
diferentes fuentes de financiación, a fin de que la
empresa, considerada globalmente, pueda alcanzar un equilibrio
estable.

Desde un punto de vista dinámico, este equilibrio
se dará cuando:

  • La renovación de los elementos del activo
    (inmovilizado, clientes y existencias) se efectúa con
    toda normalidad a través del ciclo de explotación
    y gracias a la renovación de las fuentes de
    financiación correspondientes.
  • La liquidez de la empresa permite hacer frente a los
    compromisos de pago adquiridos.

Pero como paso previo a este punto de vista
dinámico, hablaremos en primer lugar de un equilibrio
estático que nos determinará unas reglas
mínimas de equilibrio.

Cuando analizamos la estructura del activo se
apreció que la composición de las distintas
partidas viene determinada, en gran parte, por la naturaleza de
la actividad de cada empresa. Partiendo de esta premisa,
será la composición del pasivo la que deberá
adaptarse a las exigencias de la composición del activo,
Pero por otro lado, el crecimiento del activo vendrá, a su
vez, limitado por las posibilidades de financiación o
incremento del pasivo.

Esquema básico de equilibrio
financiero:

Regla de equilibrio financiero
mínimo

Los capitales utilizados para financiar el inmovilizado,
los stocks u otra partida del activo deben permanecer a
disposición de la empresa durante un tiempo que
corresponda, como mínimo, al período de permanencia
del inmovilizado, los stocks o la partida adquirida con esos
capitales. Es decir:

  • Que los elementos de activo fijo deben ser
    financiados por capitales permanentes, que sean realmente fijos
    (capitales propios) o con una permanencia que permita a dicho
    inmovilizado segregar, mediante las amortizaciones y los
    beneficios, el líquido necesario para reembolsar la
    financiación a largo plazo.
  • Los valores del activo circulante, en principio,
    podrían ser financiados con deudas a corto plazo. Sin
    embargo, es muy importante tener en cuenta que es el ciclo de
    conversión de los activos circulantes lo que en
    definitiva crea líquido necesario para hacer frente a
    los compromisos de pago a corto plazo.

Por lo tanto, es posible que exista la regla de
equilibrio financiero pero que sea insuficiente, pues
también es posible que dentro del activo circulante hayas
partidas de rotación lenta, o que se vea frenado su
proceso de conversión hacia la liquidez y, en
consecuencia, el disponible no se encuentre a punto en el momento
de tener que hacer frente a los compromisos de pago.

De aquí deducimos:

  • Que es necesario disponer de un margen de
    seguridad
  • Y que, en realidad, hay una parte de activo
    circulante "mínimo" necesario para la
    explotación que debe considerarse como activo fijo y que
    por tanto requiere una financiación de tipo
    permanente.

Consideraciones al análisis del equilibrio
entre las masas patrimoniales

  1. De acuerdo con el planteamiento anterior, la
    lógica del análisis supone una
    financiación del activo fijo por parte de los capitales
    permanentes superior al 100%.
  2. Sin embargo, un ratio de financiación demasiado
    elevado puede suponer problemas desde el punto de vista de la
    rentabilidad. Esto sucederá siempre que la empresa
    esté utilizando unos recursos ajenos por un plazo
    superior al de sus necesidades y suponiendo, además,
    que el coste de la financiación a largo plazo es
    superior a la de corto plazo.

    Por ejemplo, la fabricación del
    champán exige un stock mínimo de botellas
    equivalentes a varios años de venta. Esto representa
    un nivel de existencias muy elevado y que en realidad es el
    verdadero activo inmovilizado de la empresa. En este caso, la
    financiación del circulante deberá ser elevada
    por parte de los capitales permanentes,

  3. Pero es muy importante considerar este ratio teniendo
    en cuenta la importancia del activo inmovilizado real de
    la empresa.
  4. Por otro lado, el ratio puede ser inferior al 100%,
    es decir, que parte del activo fijo de una empresa puede estar
    financiado por deudas a corto plazo. A pesar de los riesgos que
    esto pueda comportar, el sistema puede funcionar si la
    velocidad de rotación de los stocks es elevada, el plazo
    de cobro pequeño y, en cambio, obtiene de los
    proveedores un plazo mayor. Tal es el caso de la mayoría
    de empresas dedicas a la explotación de grandes
    superficies (hipermercados)

Podemos concluir diciendo que, además de los
factores ya indicados, el análisis de la estructura del
activo y del pasivo y las relaciones de equilibrio, nos
ayudará a formar un criterio sobre:

  • La capacidad de endeudamiento de la
    empresa.
  • La capacidad de expansión de la
    misma.
  • La vulnerabilidad de la estructura financiera frente
    a posibles acontecimientos desfavorables.

III.
ANÁLISIS DE LA LIQUIDEZ Y SOLVENCIA

1. LA LIQUIDEZ

El grado en que una empresa puede hacer frente a sus
obligaciones corrientes es la medida de su liquidez a corto
plazo. La liquidez implica, por tanto, la capacidad puntual de
convertir los activos el líquidos o de obtener disponible
para hacer frente a los vencimientos a corto plazo.

Algunos autores se refieren a este concepto de liquidez
con el término de solvencia, definiéndola como la
capacidad que posee una empresa para hacer frente a sus
compromisos de pago. Podemos definir varios grados de solvencia.
El primer lugar tenemos la solvencia final, expresada como la
diferencia existente entre el activo total y el pasivo exigible.
Recibe este nombre de solvencia final porque se sitúa en
una perspectiva que podemos considerar "última": la
posible liquidación de una empresa. Con esta solvencia
final medimos si el valor de los bienes de activo respaldan la
totalidad de las deudas contraídas por la empresa.
Recordemos que esta medida es la que suele figurar en las notas o
resúmenes sobre suspensiones de pagos. En la
práctica corriente suele utilizarse más el concepto
de solvencia corriente, término equiparable al de liquidez
a corto plazo.

De igual forma, debemos hablar de la existencia de
diferentes niveles de liquidez. Una falta de liquidez puede
significar que la empresa sea incapaz de aprovechar unos
descuentos favorables u otras oportunidades rentables.
También puede suponer un freno notable a la capacidad de
expansión. Es decir, la falta de liquidez a este nivel
implica una menor libertad de elección y, por tanto, un
freno a la capacidad de maniobra.

Una falta de liquidez mas grave significa que la empresa
es incapaz de hacer frente a sus compromisos de pago actuales.
Esto puede conducir a una disminución del nivel de
operaciones, a la venta forzada de bienes de activo o, en
último término, a la suspensión de pagos o a
la quiebra.

Por lo tanto, para los propietarios de la empresa, la
falta de liquidez puede suponer:

  • Una disminución de la
    rentabilidad.
  • La imposibilidad de aprovechar oportunidades
    interesantes (expansión, compras de oportunidad,
    etc.)
  • Pérdida de control de la empresa.
  • Pérdida total o parcial del capital invertido.
    Como es lógico, los acreedores de la empresa
    también se verán afectados por la falta de
    liquidez:
  • Atrasos en el cobro de intereses y principal de sus
    créditos.
  • Pérdida total o parcial de las cantidades
    prestadas.

Las importantes implicaciones de todas estas
consecuencias justifican la gran relevancia que se da a las
medidas de la liquidez a corto plazo.

2. INSTRUMENTOS DEL ANÁLISIS DE LA LIQUIDEZ Y
SOLVENCIA

La relación entre las disponibilidades inmediatas
y el total de las deudas a la vista determina el índice de
tesorería, que no debe confundirse con el de liquidez, o
sea, con el grado de posible realización de las distintas
partidas que forman el activo circulante y su relación con
las deudas que integran el pasivo exigible. Los diferentes ratios
de liquidez varían mucho según la clase de empresa,
por lo que han de juzgarse según la actividad que
realice.

Para diagnosticar la capacidad de liquidez de una
empresa, los ratios mas empleados son los siguientes:

=

Este ratio revela si la empresa puede cumplir con sus
obligaciones de vencimiento a la vista. No debe ser inferior a
uno. Un coeficiente permanentemente alto sería indicio de
disponibilidades monetarias inmovilizadas de rentabilidad
inestimable.

=

Tratándose de empresas con existencias de venta
inmediata y al contado, es decir, realizables en un plazo mas
corto que el correspondiente al importe de algunos
créditos, procede deducir éstos en la suma que
pueda compensarse con el valor de las existencias que se
considera podrán venderse al contado en fecha
inmediata.

La proporción normal es de 0,6 es a 1 en la
industria y de 1 es a 1 en el comercio. Aún cuando, en
principio, no debe ser inferior a la unidad, puede darse el caso
de que en un determinado momento lo sea e incluso se aproxime a
cero, sin que ello signifique que la empresa esté
próxima a declararse en suspensión de pagos, ya que
tal situación puede ser momentánea y
fácilmente superable mediante la negociación de
efectos, ventas al contado, etc.

=

Este ratio, también llamado de solvencia
corriente
, muestra la posibilidad de atender las deudas sin
alterar la estructura financiera ni el proceso productivo. En
términos generales se estima que este ratio debe ser de
2,5 a 1. Una insuficiencia de activo circulante frente a un
pasivo exigible a corto plazo inelástico puede determinar
la necesidad de recurrir a la financiación a corto o medio
plazo.

La valoración de este ratio, requiere precisar
previamente el plazo de realización de las existencias y
de los créditos, e incluso la solvencia de
éstos.

Algunos autores consideran que los pagos anticipados no
deben incluirse como partida del activo circulante por no
constituir concepto realizable en dinero. No obstante, cabe
objetar que sí representan fondos que habrán de
imputarse a los costes de las operaciones del siguiente
ejercicio.

Como ratio complementario del anterior, procede calcular
el de garantía o solvencia total, que viene dado por la
siguiente relación:

=

Por activo neto real total se entiende el que resulta de
detraer de su importe íntegro las amortizaciones
acumuladas, las provisiones y los gastos amortizables. Dicho
ratio debe ser mayor de 1, pues si es inferior, indicaría
que la empresa se encuentra en situación de
quiebra. En consecuencia, cuanto mas alto sea este ratio,
mayor será la garantía que la empresa ofrece a sus
acreedores. Es menos significativo que el de solvencia corriente
y tiene el inconveniente de hacer intervenir los activos fijos
con sus correspondientes problemas de valoración y
amortización.

En cuanto a las deudas a medio y largo plazo, es
interesante establecer la relación correspondiente al
siguiente ratio:

El activo neto real fijo comprende el material,
inmaterial y financiero, estimado por su valor actual
según balance. El pasivo fijo incluye las deudas a medio y
largo plazo.

Este ratio informa sobre la financiación del
inmovilizado. Un índice elevado expresa que el activo fijo
está financiado, principalmente, por capitales
propios.

La relación entre capitales propios y ajenos
determina el grado de independencia financiera y se halla
conforme al siguiente ratio:

Es evidente que cuanto más alto sea este ratio,
más asegurada estará la estabilidad financiera de
la empresa. Puede variar de 0,08 para los bancos a 0,6 para la
gran industria. Constituye, a la vez, un índice de
solvencia y un índice de rendimiento, ya que los recursos
ajenos han de soportar el correspondiente gasto financiero por el
concepto de interés.

  1. ROTACIONES

Los índices de rotación de los activos
circulantes dan la medida de la actividad comercial de la
empresa. La frecuencia con que un determinado activo se
transforma en otro de distinta naturaleza se denomina
rotación. También se puede definir como la
mutación de situaciones que sucesivamente alteran la
posición y estructura de bienes en distintos procesos en
el transcurso del tiempo. El conocimiento y análisis de
las rotaciones de los elementos del activo circulante es
fundamental para analizar la liquidez de la empresa.

Rotación de las existencias

El índice de rotación anual de las
existencias (comerciales, productos terminados, productos en
curso de fabricación, materias primas y auxiliares, etc.),
indica cuantas veces las existencias totales se han renovado en
un tiempo dado. Se calcula según los siguientes
ratios:

Y el cociente que resulta de dividir por 365 este ratio,
da el período medio de rotación, o lo que es igual,
el tiempo que se tarda en vender los productos en
existencia.

Se debe calcular, a ser posible, los ratios
correspondientes a cada actividad, explotación o clases de
existencias.

Tratándose de empresas industriales, procede
calcular las siguientes:

Al dividir el ratio resultante de la fórmula
anterior por 365, nos dará el número de días
que permanecen en el almacén las materias primas. De igual
forma se procederá con las materias auxiliares, caso de
que éstas tengan un valor significativo.

Dividiendo el resultado anterior por 365, obtendremos el
período medio de fabricación.

Si se quiere calcular el plazo promedio de venta o de
rotación, bastará con dividir el resultado obtenido
en la fórmula anterior por 365.

La interpretación de los índices de
rotación de existencias debe ser objeto de un serio
análisis. Varía enormemente de un sector a otro..
Así, en siderurgia un índice de 4 se considera
aceptable, mientras que en los grandes almacenes puede ser de 8 y
en la venta de productos alimenticios puede llegar a 25. Es
irreversible que cuantas mas veces una empresa rote las
existencias mejor funciona.

Un ratio alto permite obtener un mayor rendimiento,
dentro de ciertos límites. Reduce las cargas fijas por
gastos generales, los intereses, los riesgos por obsolescencia y
por caducidad,

las mermas, etc., así como requerir un menor
capital a emplear. Por el contrario, un ratio bajo

revela una sobreinversión en existencias, con los
inconvenientes inherentes a toda inmovilización
antifuncional

Toda actividad comporta un período normal en el
que las existencias deben venderse y transformarse en efectivo o
créditos a clientes. Si se conservan mas tiempo que el
normal, indica una negligente gestión de los stocks o de
existencias anormales. La rotación rápida o lenta
depende de la política comercial que siga la empresa. El
empleo de técnicas modernas es de vital importancia en el
aligeramiento de las existencias.

La comparación de los índices de
rotación de un ejercicio con los precedentes permite
apreciar si la actividad comercial crece, decrece o se mantiene.
Si la rotación aumenta es signo de prosperidad. Ahora
bien, un índice bajo no siempre indica una mala
gestión, pues ello ocasionalmente puede obedecer a un
mayor volumen de existencias por una súbita
recesión de las ventas, o un mayor aprovisionamiento para
hacer frente a una posible escasez, o a plazos de entrega mas
largos de lo normal, o a una compra de oportunidad, etc.
También su oscilación puede obedecer a una
alteración de los precios (pueden aumentar en valores
monetarios y disminuir en unidades físicas). En estos
casos, lo conveniente es ajustar los precios medios de las
existencias con el fin de operar con valores
homogéneos.

Un procedimiento para calcular las existencias
indispensables para el normal funcionamiento de la empresa
el stock útil- es el que consiste en dividir
el coste de las ventas del ejercicio por el índice medio
de su rotación en ejercicios anteriores. El valor del
stock normal así obtenido y su comparación con el
stock real permite detectar si es normal, insuficiente o
excesivo.

Rotación de cuentas a cobrar

Para obtener el plazo promedio de venta, hay que
añadir al denominador de la fórmula anterior el
importe de los efectos descontados pendientes de vencimiento
(riesgo contingente).

Como en la rotación de las existencias, procede
comparar este ratio con los correspondientes a ejercicios
anteriores para determinar su evolución y con los plazos
de venta establecidos.

De igual forma se puede calcular el plazo promedio de
pago a los proveedores por las compras realizadas. Para ello se
aplicaría la siguiente fórmula:

IV. EL FONDO DE
MANIOBRA, EL CAPITAL DE TRABAJO Y LA SITUACIÓN DE
TESORERÍA

  1. Conceptos básicos

Para el desarrollo de su ciclo de maduración, una
empresa debe hacer frente a determinadas necesidades financieras
como consecuencia de la adquisición y consumo de
determinados bienes y servicios. Estas necesidades pueden
clasificarse en dos categorías:

a). Necesidades cíclicas: Son aquellas
cuya existencia está directamente ligada al período
medio de maduración, renovándose al ritmo de
éste. Desde otro punto de vista, estas necesidades surgen
como consecuencia de tener que emplear unos recursos en cada uno
de los ciclos de maduración, porque en cada uno de ellos
se consumen o transforman.

Los gastos (que darán lugar a unos desembolsos)
que se van incorporando al ciclo de maduración son los
siguientes:

  • Adquisición de materias primas y
    auxiliares.
  • Gastos de almacenamiento de estas
    materias.
  • Gastos propios del proceso de fabricación
    hasta la obtención del producto acabado.
  • Gastos de almacenamiento del producto
    acabado.

El reflejo contable de estas necesidades cíclicas
lo tenemos en las siguientes partidas del activo
circulante:

  • Existencias: Materias Primas y Auxiliares

: Productos en curso de fabricación

: Productos Terminados

  • Cuentas a cobrar a clientes.

b). Necesidades acíclicas: Son aquellas
que están ligadas a los bienes que permanecen en la
empresa durante varios ciclos de maduración posibilitando
directamente su desarrollo (edificios, maquinaria, mobiliario,
etc.), o bien, relacionándose con el ciclo de vida de la
empresa (por ejemplo, adquisición de participaciones en
otras empresas de cara a una expansión o
diversificación). Estas necesidades quedan reflejadas en
el activo fijo.

Para hacer frente a estas necesidades las empresas
disponen de una amplia variedad de recursos financieros. Estos
recursos los clasificaremos en tres categorías:

  1. Otro recurso cíclico importante, pero de
    naturaleza diferente, es el descuento comercial, aunque es
    posible que este recurso no se amplíe al mismo ritmo
    que el nivel de actividad.

  2. Recursos cíclicos: Son aquellos cuya
    existencia está directamente ligada al ciclo de
    maduración y que se renuevan al ritmo de éste.
    Precisamente por este carácter reciben, también,
    el nombre de recursos espontáneos porque el
    volumen de financiación se obtiene
    automáticamente adaptándose a las variaciones de
    la actividad de la explotación. En general, estos
    recursos provienen del aplazamiento de la obligación de
    pago que es consecuencia de la adquisición de materiales
    y servicios a los proveedores, de los gastos aplazados y de las
    deudas fiscales.
  3. Recursos acíclicos: Son aquellos que en
    el análisis financiero reciben el nombre de capitales
    permanentes.
    Es decir, los capitales propios y el exigible
    a medio y largo plazo.
  4. Recursos de tesorería: Son las fuentes
    de financiación adicionales a las que una empresa puede
    acudir y que no están incluidas en las dos
    categorías anteriores. Tenemos aquí,
    principalmente, los créditos bancarios a corto plazo y
    los aplazamientos de pago excepcionales.
  1. Los dos conceptos básicos de: fondo de
    maniobra y capital de trabajo necesario
  • Fondo de maniobra: Se define como la parte de
    recursos permanentes de la empresa que no está absorbida
    por la financiación del activo fijo y que, como
    consecuencia, está disponible para financiar las
    necesidades de capital de trabajo.
  • Capital de trabajo necesario: Es la parte de
    las necesidades de tipo cíclico cuya financiación
    no está cubierta por la financiación de los
    recursos cíclicos.

Varias conclusiones importantes pueden deducirse de
estas dos definiciones:

a). En primer lugar, es básico constatar
que los dos conceptos son diferentes, pues incluyen elementos
distintos, y que en la empresa existen por separado. Por un
lado tenemos las necesidades de capital de trabajo y, por otro,
los recursos permanentes que la empresa tiene disponible para
hacer frente a estas necesidades.

Analicemos con más detalle esta
cuestión:

La mayoría de las empresas necesitan un
determinado nivel de capital de trabajo para su funcionamiento;
este hecho proviene de que una parte de sus necesidades ligadas
al ciclo de maduración no está cubierta por los
propios recursos generados por el mismo ciclo. Como esta
situación se irá repitiendo en cada uno de los
ciclos de maduración, es evidente que nos encontramos
ante un déficit de tipo permanente, originado por
la renovación de la necesidad básica
ligada a la explotación de la empresa. Por tratarse de
una necedad de tipo permanente, debe cubrirse mediante una
financiación del mismo tipo. Y esta es precisamente la
función que debe realizar el fondo de maniobra, es
decir, aportar los recursos permanentes que necesitan la
mayoría de las empresas para financiar una parte de su
ciclo de maduración.

b). Sin embargo, los importes del fondo de
maniobra y del capital de trabajo es posible que sean
distintos, y en muchos casos es así. Por ejemplo,
podemos fácilmente imaginar una situación
(empresa en fuerte crecimiento) en que las necesidades en
capital de trabajo sean superiores a la capacidad de la empresa
de generar recursos permanentes. En este caso los dos valores
serán distintos, siendo el importe de las necesidades
financieras superior a los recursos permanentes disponibles y
como consecuencia, se producirá un desequilibrio que,
como veremos mas adelante, repercutirá sobre la
tesorería de la empresa.

c). Por lo tanto, al llegar a este punto,
podemos concluir que el concepto preciso de fondo de maniobra
es el que acabamos de indicar, es decir, la parte de los
recursos permanentes que no está absorbida por la
financiación del activo fijo.

La forma adecuada de calcularse es:

CAPITALES PERMANENTES – ACTIVO
FIJO = FONDO DE MANIOBRA

Para analizar la variación del fondo de maniobra
durante un período determinado, deberemos calcular las
variaciones respectivas de las dos partidas
mencionadas:

La función de este fondo de maniobra es aportar
los recursos necesarios para asegurar el equilibrio financiero
del ciclo de maduración cubriendo las necesidades del
capital de trabajo.

d). Utilizaremos el concepto de capital de
trabajo para referirnos a la parte de las necesidades de tipo
cíclico cuya financiación no está cubierta
por los recursos

cíclicos, recordando que ambos términos
– necesidades y recursos cíclico –
están ligados directamente al ciclo de
maduración. Damos por supuesto que tanto estas
necesidades como también los recursos cíclicos
corresponden a los valores normales u óptimos que toda
empresa debe tener para evitar desajustes de fabricación
(stock de materias primas y productos en curso) o de las ventas
(stock de productos acabados). Asimismo, el crédito
concedido a los clientes y el aplazamiento obtenido de los
proveedores corresponden a las condiciones normales vigentes en
el sector de actividad de que se trate.

La necesidad financiera creada por el capital de
trabajo deberá cubrirse con el fondo de maniobra y, en
algunos casos, con los recursos de tesorería.

e). Podemos encontrar una aplicación
interesante de la separación de estos dos conceptos en
el caso del fondo de maniobra negativo. Existen empresas
cuya

situación normal es que los valores del activo
fijo sean superiores a los capitales permanentes y, como
consecuencia, el fondo de maniobra es negativo.

Podremos preguntarnos, si en este caso, la
definición de fondo de maniobra sigue siendo
válida puesto que no existen recursos permanentes para
financiar las necesidades de capital de trabajo. La respuesta
es afirmativa, puesto que un valor negativo puede corresponder
a una situación tan normal como la de uno
positivo.

El fondo de maniobra puede ser negativo si las
necesidades de capital de trabajo también lo son. Es
decir, que los recursos espontáneos sean superiores a
las necesidades cíclicas. Lo que debe cumplirse,
siguiendo el esquema teórico propuesto es:

FONDO DE MANIOBRA –
CAPITAL DE TRABAJO NECESARIO

0

 

  1. La situación de
    tesorería

La situación de tesorería de una empresa,
en un momento determinado, es la diferencia entre:

  • su fondo de maniobra, es decir, la parte de
    los capitales permanentes que no está absorbida por la
    financiación de los valores de inmovilizado y, como
    consecuencia, está disponible para financiar las
    necesidades ligadas al ciclo de maduración.
  • Y las necesidades de capital de trabajo, que
    son la parte de las necesidades propias del ciclo de
    maduración, cuya financiación no está
    cubierta por los recursos cíclicos.

El objetivo de calcular esta diferencia es poner de
manifiesto la relación entre las necesidades financieras
originadas por la actividad de una empresa y los recursos
utilizados para cubrirlas. Tal como hemos visto, las necesidades
están formadas por:

  • Las necesidades acíclicas, que
    corresponden a los valores inmovilizados.
  • La parte de las necesidades cíclicas cuya
    financiación está a cargo de la empresa, es
    decir, el capital de trabajo.

Los recursos utilizados para financiar la actividad son
los capitales permanentes. No se mencionan los recursos
cíclicos, puesto que se restan de las necesidades
cíclicas para calcular el capital de trabajo.

Esquemáticamente podemos representar las
necesidades y los recursos de la siguiente forma:

La utilidad de este concepto de tesorería es que
aporta una distinción fundamental entre:

  • Lo que origina las necesidades de
    tesorería.
  • Las posibilidades existentes de ampliar los recursos
    de tesorería (gestión de
    tesorería).
  • El saldo resultante de disponible.
  1. Tal como acabamos de ver, el origen de estas
    necesidades está en la relación entre el
    capital de trabajo necesario y el fondo de maniobra
    disponible. Cuando una empresa se halle en fase de fuerte
    expansión, sus necesidades de capital de trabajo son
    superiores a su capacidad de generar recursos permanentes:
    la diferencia entre el fondo de maniobra disponible y el
    capital

    de trabajo necesario nos dará una
    situación de tesorería deficitaria o negativa
    que obligará a la búsqueda de recursos
    adicionales para restablecer el equilibrio
    financiero.

  2. Las necesidades de
    tesorería
  3. La gestión de
    tesorería

A partir de la relación entre las necesidades de
capital de trabajo y el fondo de maniobra nos podemos encontrar
con:

  • Una situación de tesorería deficitaria
    o negativa, que colocará a la empresa en la necesidad de
    cubrir ese déficit de financiación.
  • Una situación de tesorería positiva,
    que nos indicará que los recursos disponibles son
    superiores a las necesidades.

A partir de estas situaciones, entra en juego la
gestión de tesorería
, cuya finalidad
será:

  • Buscar recursos de tesorería adicionales para
    cubrir una situación deficitaria. Los recursos
    más usuales son: el crédito bancario y el
    aplazamiento de pagos.
  • Buscar la colocación adecuada para los
    recursos sobrantes, en el caso de una situación de
    tesorería positiva, tales como: aprovechar descuentos
    por pronto pago, reducir el nivel de descuento comercial,
    invertir en activos financieros.
  1. El saldo resultante de
    disponible

La incidencia final de todo este proceso sobre el saldo
de disponible vendrá dada por los recursos de
tesorería adicionales conseguidos, o la resta, si se trata
de la colocación de recursos en activos de
tesorería y la situación de tesorería
inicial. Es decir, si ante una situación de
tesorería deficitaria (necesidades de capital de trabajo
superiores al fondo de maniobra) se consiguen unos recursos
adicionales por el mismo importe del déficit, el nivel de
disponible no se verá afectado. Por el contrario, si estos
recursos no se consiguen o su cuantía es inferior al
déficit, el saldo de disponible disminuirá en un
importe igual a la diferencia entre el déficit de
tesorería y el total de recursos adicionales
conseguidos.

El cuadro-resumen de la página ayudará a
asimilar estos conceptos básicos.

Siguiendo el planteamiento aquí planteado la
gestión de tesorería queda enmarcada por la
relación dinámica entre el fondo de maniobra y las
necesidades del capital de trabajo. Esta es una perspectiva
conceptual muy útil para comprender las verdaderas causas
de los desajustes de tesorería en las empresas. Con
frecuencia, los responsables de la gestión de
tesorería quedan absorbidos por los problemas cotidianos
(previsiones financieras, búsqueda de nuevos

créditos, negociación de aplazamientos)
sin llegar a tener una visión clara y precisa de las
causas que están provocando las tensiones financieras.
Para explicar (el pasado) o para prever (hacia el futuro) las
variaciones de tesorería, durante un intervalo de tiempo
determinado, es preciso referirse, por una parte, a las
variaciones del fondo de maniobra y, por otra, a las variaciones
de las necesidades de capital de trabajo (durante dicho intervalo
de tiempo) y hacer la diferencia.

  1. Aplicación de estos conceptos
    básicos en el análisis financiero
  • Es necesario destacar la necesidad y utilidad de
    separar los dos conceptos de fondo de maniobra y capital de
    trabajo. Tradicionalmente se ha presentado el fondo de maniobra
    a través de dos definiciones que se consideraban
    equivalentes:
  1. Diferencia entre capitales permanentes y activo
    fijo (lo que coincide con la definición aquí
    presentada.
  2. Diferencia entre activo circulante y pasivo
    circulante.

Aunque el valor aritmético de ambas diferencias
es el mismo, ya que el total del activo y del pasivo son iguales,
su contenido y dinámica son muy diferentes:

  • El cálculo del fondo de maniobra como
    diferencia entre capitales permanentes y activo fijo permite
    conocer las causas del valor del fondo de maniobra en un
    momento determinado, así como explicar su
    variación durante un determinado período de
    tiempo. En definitiva se están manejando los elementos
    que generan el fondo de maniobra.
  • En cambio, el modo de cálculo del fondo de
    maniobra como diferencia entre el activo circulante y el pasivo
    circulante, solo permite constatar el valor o las variaciones
    del fondo de maniobra, pero no explicarlas, puesto que las
    operaciones que afectan a estas partidas del balance no tienen
    incidencia sobre el fondo de maniobra.
  • Los dos conceptos básicos de fondo de maniobra
    y capital de trabajo son necesarios para analizar la
    situación financiera de una empresa. El análisis
    de la magnitud del fondo de maniobra es uno de los aspectos
    fundamentales del análisis financiero; tanto es
    así, que se ha llegado a decir que una empresa
    está bien equilibrada cuando su fondo de maniobra tiene
    un valor elevado; por el contrario, se afirma que su
    situación es débil cuando su fondo de maniobra
    pequeño o, con mayor motivo, cuando es
    negativo.
  • Es evidente que cuanto mayor es el fondo de maniobra
    de una empresa más posibilidades existen de que no tenga
    tensiones de tesorería. Sin embargo, una empresa con un
    fondo de maniobra elevado no es sinónimo de una
    tesorería desahogada. Si sus necesidades de capital de
    trabajo son, al mismo tiempo, elevadas, es muy frecuente que se
    encuentre con dificultades de tesorería. Por el
    contrario, una empresa con un fondo de maniobra débil no
    tiene forzosamente que encontrarse con dificultades de
    tesorería. Si sus necesidades de capital de trabajo son
    muy pequeñas o negativas puede tener una
    situación cómoda de tesorería.

La conclusión es que el análisis de la
situación financiera de una empresa, y más
concretamente, de su situación de tesorería,
exige la consideración simultánea del fondo de
maniobra y de las necesidades del capital de trabajo. Cada uno
de estos conceptos, insuficiente si se considera de forma
aislada, complementa al otro.

  • Una forma muy útil de analizar la
    situación financiera de una empresa es mediante el
    seguimiento de la evolución de los tres conceptos
    básicos – fondo de maniobra, capital de trabajo
    y situación de tesorería
    – durante
    varios períodos consecutivos. Ello nos permitirá
    seguir la evolución dinámica entre dichas
    magnitudes y, como consecuencia, evaluar los cambios que se
    vayan produciendo en la situación financiera. Este
    análisis se realiza a través del cuadro de
    financiación que se explica más
    adelantes.
  • El análisis dinámico se puede
    complementar con el planteamiento que podemos considerar
    estático que consiste en comparar el fondo de maniobra
    con aquellas magnitudes con las que se relaciona más
    directamente. Al mismo tiempo se analiza la velocidad de
    realización de las partidas del activo circulante y la
    exigibilidad de las del pasivo circulante, estudiando su
    incidencia sobre la situación financiera de la empresa
    (análisis de las rotaciones).

En la página siguiente se incluye un cuadro
resumen en el que se puede observar el cálculo y las
diferencias entre los tres conceptos básicos que acabamos
de explicar.

  1. Ratios para el análisis estático del
    fondo de maniobra

Activo circulante financiado por el fondo de
maniobra


Este ratio nos permite valorar y juzgar la
evolución del nivel de cobertura del activo circulante
por el fondo de maniobra, que puede deberse a: una menor
rotación del activo circulante o a un incremente del
volumen de operaciones.

Cobertura de los stocks

Tiene la misma finalidad que el anterior, pero
referido a las existencias, que generalmente constituyen la
parte más fija del activo circulante.

A la hora de valorar este ratio hay que tener presente
que el mismo varía en función de la actividad que
desarrolle la empresa. Las empresas comerciales precisan una
menor cobertura que las industriales debido a que la
rotación de los stocks es más
rápida.

Relación con las ventas

Este ratio nos da un índice de
comparación de la evolución del fondo de maniobra
en relación con la evolución de las
ventas.

Partes: 1, 2, 3
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