Ensayo de reflexión sobre la ética y la interculturalidad (página 2)
2 Ética
fundamentada en el querer.
Esto me lleva a pensar en cómo reformular una
ética
donde se ve la realización del hombre solo
respecto al grupo y no de
manera individual, donde la construcción y vivencia de proyectos mas
humanizados sea objeto de la justicia,
donde el fundamento de esta ética es el querer, y en el
fondo un querer –nos como humanos, donde lo decisivo no es
el progreso, el desarrollo, el
confort, sino el bien – estar de los grupos humanos,
con la directriz de que el proyecto sea
adecuado a mi y yo a él.
El fundamento de esta ética es el querer, ya
descrito como un querer posibilitado por la estructura
misma; quiero porque quiero, pero este querer, no es un capricho,
antojo, tendencia; es un querer real, en vista a un proyecto que
se va determinando para vivir humanamente, para realizarnos,
humanizarnos; donde intervienen los quereres de los demás,
y desde donde yo me voy haciendo real, es decir
realizándome a través de mis actos. Y lo que quiero
es el bien, pero un bien – estar con-vivido. Y para llegar
a esto me siento exigido a ajustar esa realidad a mí y yo
a ella, donde la felicidad (sentimiento que me permite percibir
el ajuste con la realidad, es el resultado del atemperamiento con
la realidad) es el criterio fundamental para saber si el proyecto
esta en realidad llevándome a realizarme –nos como
humanos.La nueva filosofía y la nueva ética, deben
considerar un doble plano teórico y práctico de
acción:
el referido a la situación histórica del "tercero
excluido", es decir, del "otro" que concretamente busca superar
su exclusión y enajenación insertándose como sujeto
en la historia, esto
es, liberándose; en referencia a la filosofía y
ética dominantes de Occidente, que solo confieren valor de
universalidad a lo propio; sin otros rostros que el propio
reflejándose en múltiples espejos. "Alteridad no
es solamente el carácter abstracto de ser alter. Porque
alteridad no consiste en que la afección nos haga presente
algo meramente otro; por ejemplo, este sonido o este
color verde. Si
no que nos hace presente esto otro en una precisa forma; lo otro
pero en tanto que otro".
Descentra la reflexión filosófica y
más bien sienta la reflexión filosófica en
el momento de la interconexión, de la
intercomunicación, algo así como el puente que no
podemos saltar, pero que debemos transitar para llegar a la otra
orilla.La propuesta ética sienta la reflexión en el
querer, en el ajustarnos, en la posibilidad de libertad, y de
con – vivencia. Y en un actuar que es proyectivo, que es
determinable, no esta dado, es objeto de integración cultural y ante tanta
diversidad lo que esta a la base es reconocer – nos como
humanos, en un aspecto fundamental: ser respectivamente
construidos con el otro, desde el otro, e innegablemente vertidos
al otro.
"La praxis humana
es constitutivamente social porque toda actividad del hombre esta
socialmente articulada".Aspecto a considera es el horizonte
del contexto y de la historia, contexto que no puede estar
separado del proceso de
colonialismo y marginación en que se encuentran las
llamadas subculturas, como si no tuvieran nada que decir, como si
sus logos no fueran integradores y dadores de sentido ante un
pensamiento
occidental que es unidireccional.Posibilidad fundante del
diálogo es
el despunte de la polifonía del logos filosófico;
la multiplicidad de las voces de la razón, voces
históricas, cargadas de contexto y de cultura, como
momentos centrales de una tradición particular de
comprender el mundo y de la historia en una cultura
determinada.
Y es este contexto y historia lo que implica un primer
desafio para el diálogo intercultural. Pero lejos de ver
en esa carga histórica – cultural un impedimento
para el diálogo, hay que asumirla como la verdadera
posibilidad de comunicación no dominante. Este primer
desafío queda resumido de la siguiente manera
¿cómo lograr la explicación comunicativa de
posiciones culturalmente determinadas y diferenciadas?El proceso
de inculturación marca el comienzo
de una nueva relación y la novedad esta en que dicha
relación sea entre sujetos que se interpelan y que encaran
en libertad la tarea reciproca de la
comunicación. El otro ya no es objeto de interés,
objeto de investigación, sino sujeto de un
pensamiento propio en proceso. El termino inculturación ha
de ser entendido como derecho a la polifonía.La
situación analizada exige que el reconocimiento de lo
"otro" no sea solamente el reconocimiento de lo otro como
exterioridad, sino el reconocimiento de lo otro como formando
parte de una nueva interioridad complementaria, esto es, "como
parte constitutiva de una unidad diferente de la unidad de lo
"uno hasta ahora dominante". Tratando de decirlo en otra
forma, esto significa que cada factor (lo "uno" y lo "otro",
llamémosle así por el momento) se constituye
complementariamente mediante un sistema de
influencias recíprocas, de una
interacción".
Este reconocimiento no debe entenderse como:
- Un reconocimiento externo al otro (el excluido) por
parte del uno, - Ni siquiera como una integración del otro en
el universo del
uno, sino; - Como una relación interdependiente y una
integración intercurrente, bilateral,
biunívoca. Complementaria y dialéctica,
formando como consecuencia de esa relación un nuevo
mundo en el que, no obstante, el uno y el otro conservan su
identidad.- Implica una radical revisión de la
relación hombre – mundo, una manera de
concebir al ser humano necesariamente social, y ver que la
construcción de una ética fundamentada en el
querer, implica una orientación desde el otro (otras
culturas) que interpele y ponga en diálogo sus
diferencias. - Es llegar a crear espacios de intercambio
cultural para "dejar que hablen desde ellos mismos".
Y esto implica ruptura con los modelos
de comunicación, de concepciones de historia,
progreso, vida, salud,
trabajo,
etc. - Es rescatar el contexto de opresión,
lucha, marginación, de muchas de las llamadas
subculturas, no otorgándoles valor, sino
reconocimiento como algo que interpela mi – otras
culturas, y la manera de estar frente al mundo y sus
dinámismos. - Es poner como centro al hombre mismo, al proyecto
de realización con – vivido, a llegar a
reflexionar sobre temas de interés vital: ecología, pobreza
extrema, marginación. - Implica replantear las distintas racionalidades
de las disciplinas, sus objetivos, en función de… y así construir
una ética liberadora de cargas impuestas desde una
cultura occidental. - Además del problema del contexto y la
historia, hay un segundo desafío: condensado en la
necesidad de replantear los presupuestos de la propia teoría del entender. - Convertir nuestra propia manera de pensar en el
lugar del encuentro con el otro, desde la situación
histórica del encuentro con él. Este
encuentro con el otro es interpelación, es
desafío a nuestro horizonte de comprensión.
El otro es entonces, principalmente allí donde nos
sale al encuentro en la alteridad de una forma de vida o
cultura, una perspectiva sobre el todo.
Implica necesariamente la radical
revisión de la actual formación de la
racionalidad, que apunta al descubrimiento de las
unilateralidades en nuestros modelos filosóficos
tenidos por universales. Se busca la trans
–formación de la razón, es decir, la
incorporación del Sur sobre el mundo y la historia.
Se trataría de esbozar una forma de racionalidad que
traspase los limites actuales de nuestra teoría del
entender, ver el mundo y la historia desde la exterioridad
del otro.Interesa el pensamiento de Zubiri por la
integración y la síntesis que hace entre inteligencia y sensibilidad y asumir como
condición inevitable de toda ética, la
relación entre el hombre
y su mundo. Para construir la reflexión que nos ocupa,
hemos tratado de seguir la argumentación de Zubiri
contenida en su obra Inteligencia
Sentiente.En esa línea de pensamiento
empezaríamos diciendo que para Zubiri es "imposible
una prioridad intrínseca del saber sobre la realidad
ni de la realidad sobre el saber. El saber y la realidad son
en su misma raíz estricta y rigurosamente
congéneres".Esto implica que el estudio del saber no es anterior
al estudio de la realidad."Una cosa se nos dice es sentir, otra inteligir.
Este enfoque del problema de la inteligencia contiene en el
fondo una afirmación: inteligir es posterior a sentir,
y esta posterioridad es una
oposición.".Contra esta separación se alza la
filosofía de Zubiri. "Se nos dice a lo sumo que
los sentidos
dan a la inteligencia las cosas reales sentidas para que la
inteligencia las conceptúe y juzgue de ellas"…
"resulta que esta apelación de las cosas reales en
cuanto sentidas es una aproximación sentiente; pero en
cuanto es una aprehensión de realidades, es
aprehensión intelectiva. De ahí que el sentir
humano y la intelección no sean dos actos
numéricamente distintos, cada uno completo en su
orden, sino que constituyen dos momentos de un sólo
acto de aprehensión sentiente de lo real: es la
inteligencia sentiente".Zubiri deja bien claro que lo inteligente y lo
sensible forman parte de una unidad que las contiene. "No
se trata de inteligir lo sensible y sentir lo inteligible,
sino que inteligir y sentir constituyen estructuralmente
(…) una sola facultad, la inteligencia sentiente" (…)
"Inteligir es un modo de sentir y sentir en el hombre es un
modo de inteligir".El acto de aprehensión implica la
apropiación de lo otro entendido, precisamente en su
propia alteridad. "Alteridad no es solamente el
carácter abstracto de ser alter. Porque alteridad no
consiste en que la afección nos haga presente algo
meramente otro; por ejemplo, este sonido o este color verde.
Sino que nos hace presente esto otro en una precisa forma; lo
otro pero en tanto que otro".La inteligencia sentiente nos conduce a reconocer en
esta relación entre lo inteligente y lo sentiente una
ética y una praxis. Una ética fundada en una
praxis. La ética debe consistir en la praxis de una
actividad creativa que ponga en relación al hombre y
su mundo, no sólo circundante, sino, a la vez
constituyente y constituido y que lo libere de la
alienación y la deshumanización. El hombre no
sólo es producto
de la naturaleza
sino factor que la determina y transforma. La función
radical de la racionalidad del ser humano es la
búsqueda y apropiación de posibilidades, lo que
exige, inevitablemente, partir de la inextricable
integración entre el hombre y el mundo.BIBLIOGRAFÍA
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Colón, Qro
17/febrero/1978
Lic. En filosofia
y Ciencias
SocialesITESO
Guadalajara, Jal
- Implica una radical revisión de la
- Consecuencias
de este planteamiento.
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