Monografias.com > Etica
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Ética sexual



Partes: 1, 2

    1. Noción de
      Ética
    2. Necesidad de la conducta
      ética y la vida virtuosa
    3. Valores
      éticos asociados a la sexualidad
    4. Amor y sexo.
      El proyecto personal. Maternidad
      adolescente
    5. La influencia
      social. Lo normal y lo moral. Ética y
      moralismo
    6. La
      responsabilidad de los educadores

    1. Noción de
    Ética

    La Ética es una disciplina que forma parte de la
    Filosofía. Por ello, no debe incluírsela dentro de
    la doctrina religiosa -la cual, simplemente "utiliza" los
    principios éticos-, con la que frecuentemente se la
    relaciona. En otras palabras, las religiones se rigen por normas
    éticas que indican cómo debe ser la conducta del
    ser humano para alcanzar la vida eterna; pero para ello se basan
    en creencias o dogmas que se aceptan como verdaderos por un
    sentimiento de fe. La Filosofía, en cambio, y la
    Ética como disciplina filosófica, sólo
    utilizan el pensamiento o la razón para descubrir tales
    normas.

    El objeto de la Ética, también llamada
    Moral, es determinar cuál debe ser la conducta que debe
    seguir el ser humano para "realizarse" o alcanzar su Fin
    último, su propio Bien. Por esto, la Ética depende
    de la Antropología Filosófica, disciplina a la cual
    le compete determinar cuál es este Fin último de su
    naturaleza, y al cual el ser humano debe aspirar. Para algunos
    filósofos es la Felicidad, para otros es el Bien honesto,
    o la contemplación espiritual del Sumo Bien.

    Este Bien para el cual el ser humano existe, que ha de
    estar implícito en su propia naturaleza, sirve
    también para iluminar el camino por donde debe transitar.
    Este camino o medio para llegar al Fin=Bien es el que debe
    descubrir la Ética.

    2. Necesidad de la conducta
    ética y la vida virtuosa

    Así, la conducta que nos sugiere la Ética
    es imprescindible para todo ser humano que busque alcanzar el
    sentido de su vida. Toda actividad humana, en cuanto voluntaria o
    libre, debe conformarse a los principios o valores morales, para
    que sea propiamente humana, para que no eluda o deje de lado su
    naturaleza.

    Estos principios o valores se nos presentan en la
    llamada "conciencia moral" o aptitud para comprender y distinguir
    lo que es bueno o malo. Esta conciencia, como toda aptitud
    humana, debe actualizarse o incentivarse en la relación
    social. Por esto son tan importantes las enseñanzas que
    obtenemos del medio social en que vivimos. Si no se activa y
    conforma con las enseñanzas familiares y/o sociales, esta
    conciencia se atrofia, así como ocurre con la inteligencia
    en un niño que carece de contacto social (como en los
    casos de los "niños lobo")

    Esto no significa que los valores morales dependan de
    cada grupo social humano, o que lo bueno y lo malo sean relativos
    a una época o a un espacio social. Sostener el relativismo
    moral, o que lo bueno o malo en una época o lugar puede no
    serlo en otra u otro, implica afirmar que la Ética no
    existe, como no existiría la Matemática si el
    resultado de 2 + 2 dependiera de quien realiza los
    cálculos. La Ética es universal o no
    existe.

    Lo que puede variar son las valoraciones, no los
    valores. El valor de la lealtad, por ejemplo, puede ser
    interpretado de diversas maneras según los grupos sociales
    o las personas; alguna de esas interpretaciones será la
    verdadera o estará más cercana a la verdad, o se le
    dará mayor o menor importancia a este valor, pero la
    lealtad es valiosa universalmente.

    Los valores, a su vez, tienen su jerarquía. Por
    eso en algunas circunstancias es éticamente conveniente
    conducirse de una manera, y quizás de manera inversa en
    otras, para resguardar esta jerarquía. Por ejemplo, ante
    una inminente amenaza de muerte, es éticamente
    válido matar en defensa propia (el valor de la propia vida
    es aquí superior al valor de la vida de otra persona).
    Pero para salvar la vida de otra persona es éticamente
    válido arriesgar mi propia vida (en este caso, la vida de
    otra persona se considera más valiosa que la propia vida,
    porque el valor espiritual del amor a los demás se ubica
    por encima del valor vital de la conservación
    individual).

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter