Del diccionario
español
Guerra
s.m.
1 Lucha armada entre naciones o entre grupos
contrarios: Todas las guerras resultan crueles
para vencedores y vencidos.
2 Pugna o lucha, esp. la que se produce entre dos o
más personas: Los dos novelistas siguen con su guerra
de descalificaciones mutuas.
3 dar guerra col. · Causar molestia, esp.
referido a un niño: Pórtate bien y no des
guerra a los abuelos.
De antes de la guerra col. · Muy antiguo
guerra civil · la que se produce entre los
habitantes de un mismo pueblo o nación: La
última guerra civil española se produjo entre 1936
y 1939.
Guerra {de nervios/psicológica} · la que se
desarrolla sin violencia física entre los adversarios y
solo recurre a procedimientos para desmoralizar al contrario:
La guerra psicológica se sirve con frecuencia de
propaganda engañosa contra el enemigo.
Guerra fría · situación de hostilidad
y de tensión entre dos naciones o grupos de naciones, esp.
la que surgió entre los bloques capitalista y socialista
tras la Segunda Guerra Mundial: La guerra fría dio
lugar a una rápida formación de bloques militares
enfrentados.
Guerra santa · la que se hace por motivos
religiosos, esp. la que hacen los musulmanes contra los que no lo
son
guerra sin cuartel · aquella en la que los
contendientes están dispuestos a luchar hasta morir:
Esas dos familias de mafiosos llevan tiempo luchando en una
guerra sin cuartel.
Guerra sucia · conjunto de acciones violentas que
se realizan contra la población civil, sin tener en cuenta
el derecho establecido
ETIMOLOGÍA: Del germánico *werra (pelea,
tumulto).
Guerra y
ética
2003-02-23
Toda guerra es perversa porque viola el mandamiento de
la ética natural: "no matarás". Pero se presentan
problemas: Cuando un país es agredido por otro,
¿qué debe hacer? ¿Tiene derecho a usar las
armas en defensa propia? ¿Cómo deben comportarse
los gobernantes de los pueblos que asisten a la limpieza
étnica de minorías por parte de dictadores
sanguinarios que violan sistemáticamente los derechos
humanos, eliminando a sus opositores? ¿Es válido
alegar el principio de no-intervención en asuntos internos
de los estados soberanos y asistir pasivamente a crímenes
contra la humanidad? ¿Cómo reaccionar al
fenómeno difuso del terrorismo que puede utilizar armas de
exterminación masiva y ocasionar millones de
víctimas inocentes? ¿Es legítima una guerra
preventiva contra esto?
Estas cuestiones éticas ocupan mentes y corazones
en los días actuales. Para no desesperarnos tenemos que
pensar. En todo el mundo, dada la estrategia de los Estados
Unidos de usar la fuerza para defender sus intereses globales, se
ha generado un debate extremamente serio. Se destacan varias
posiciones. Un grupo sostiene la tesis de que, dada la capacidad
devastadora de la guerra moderna que puede comprometer hasta el
futuro de la especie y de toda la biosfera, ya no hay ninguna
guerra justa (ius ad bellum). Otro grupo afirma que puede haber
una guerra justa, la de "intervención humanitaria", pero
limitada a impedir el etnocidio y los crímenes de lesa
humanidad. Un tercer grupo, representando al stablishment global,
reafirma: hay que recuperar la guerra justa como autodefensa,
como castigo a los países del "eje del mal" y en
prevención de un ataque con armas de destrucción
masiva.
Hagamos el juicio ético de estas posiciones: en
las condiciones actuales toda guerra representa un riesgo
altísimo, pues disponemos de una máquina de muerte
capaz de destruir la humanidad y la biosfera. La guerra es un
medio injusto. Dentro de una política realista, una
"intervención humanitaria" limitada es teóricamente
justificable si cumple dos condiciones: que no la decida
ningún país por su cuenta, sino la comunidad de las
naciones (ONU) y que respete dos principios básicos (ius
in bello): la inmunidad de la población civil y la
adecuación de los medios (no pueden causar más
daños que beneficios). La fuerza empleada como autodefensa
no la convierte en buena, pero se justifica dentro de la estricta
adecuación de los medios. La guerra de castigo contra
Afganistán, basada en la venganza, no es defendible.
Sólo alimenta la rabia, caldo de futuros conflictos. La
guerra preventiva contra Irak, es ilegítima porque se basa
sobre lo que no existe todavía y tal vez nunca suceda. No
existe ningún tipo de derecho que le conceda legitimidad
por ser subjetiva y arbitraria.
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