Monografias.com > Arte y Cultura > Música
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La música en la obra de Rubén Darío



Partes: 1, 2

    1. La revolución de la
      palabra
    2. El
      ritmo como llave del Universo
    3. Rubén
      Darío: un nuevo lenguaje de músico
      mayor
    4. Colofón
    5. Bibliografía

    "Yo persigo una forma que no encuentra
    mi estilo
    "

    Rubén Darío.

    INTRODUCCIÓN:

    Hans-George Gadamer (Gadamer, 1998) ya ha apuntado la
    diferencia, y, no obstante, la paradójica cercana
    relación, entre la literatura (poesía)
    y la notación musical: quien lee música, hace
    música; quien lee un texto lo
    "escucha" internamente, es decir lo recrea. Sin embargo la lectura de
    un texto notacional no es igual a la de un texto
    lingüístico. En la música hay un
    intermediario: el intérprete. En la lectura de un
    texto no hay mediador, el lector rehace su lectura
    individualmente. Pero en el lenguaje
    poético hay música, pues por su esencia la
    poesía posee ritmo y sonido. Es el
    sonido que se mantiene firme y le da coherencia interna a la
    construcción poética, pues une los
    elementos del discurso en un
    todo. La palabra en este caso encierra todas las posibilidades
    del sonido y hace las veces de las notas musicales, en tanto se
    distribuyan creativamente, estableciendo correspondencias sonoras
    entre sí. La sintaxis de la poesía consiste en
    "estar" en la palabra.

    Gadamer, en el libro
    mencionado, se pregunta:"¿Qué ocurre con la
    música, con el lenguaje de
    los sonidos? ¿Y qué ocurre con la música del
    lenguaje?
    " La respuesta es que ambos pueden ser cantos y de
    hecho se les llama así: canciones; es la conjunción
    de palabra y música. Pero ¿cuando solamente es la
    música, o el lenguaje de los sonidos? En profundidad, en
    la conjunción de palabra y sonido, en el canto, se nota
    que ese juego de
    mundos diversos obedece a un "fondo común".
    "Este fondo oculto se pone de relieve
    claramente en algunas manifestaciones de la música
    occidental, como en el canto gregoriano y en su interpretación en la polifonía
    flamenca o en el estilo lingüístico de la
    música de Heinrich Schutz
    " (op. Cit. 153). Sin
    embargo, en conjunto pareciera que la palabra, especialmente
    poética, se resiste ante la fusión con
    la música. Hay una melodía lingüística de la poesía, una
    música interna, que de alguna manera difiere de la
    música que la acompañe.

    Entonces la pregunta sería acerca del lenguaje de
    los sonidos como un "lenguaje real", igual al lenguaje del
    arte
    poético. ¿Acaso cuando se hace una audición
    de música habrá también ese juego que nos
    permite escuchar su "música interna"? Parece ser que
    estaría sucediendo lo mismo con la música cuando se
    hace, y cuando alguien la lee con comprensión; igual en
    términos de dejar que un texto hable, al poderlo hacer,
    eso que convenimos en llamar interpretación. "El
    verdadero objetivo de la
    comprensión no se presenta en la inter-locución de
    los intérpretes, cuyos comentarios llenan gruesos
    volúmenes, sino en que llegue a hablar la obra que tenemos
    a la vista. Ningún intérprete, sea de la clase que sea,
    debería dejar de existir de otro modo que desapareciendo
    en este objetivo; no debería querer otra cosa
    " (p.
    154).

    Lo anterior se "lleva a cabo" (Vollzug) como un
    transcurso en el tiempo, aunque
    todo transcurso deja tras de sí el tiempo transcurrido y
    deja vacío el emplazamiento que se acaba de atravesar a
    toda prisa. Pero el interpretar, que es comprender, no deja nada
    vacío, ni tras de sí ni ante sí. Quien
    comprende sabe esperar y espera, como el buen actor que "dice" su
    texto no de memoria, sino
    siempre a tiempo, como si estuviese "hablando". La
    dialéctica del tiempo que transcurre ciertamente se
    consume y lo rige todo. Pero cuando alguien comprende algo queda
    detenido en su discurrir, en la vida, que no termina en una
    duración permanente. Es como un abandonarse en el tiempo.
    "La música que ‘hacemos’ interiormente y la
    música que existe realmente no es otra cosa que ese quedar
    detenido en el mismo llevar a cabo
    " (p.155). En la
    música, esto ocurre como pura prolongación, y lo
    queda detenido es precisamente esa prolongación, ese
    "juego" musical.

    En este trabajo,
    trataremos de comprender cómo la música, el
    elemento quizá más significativo en la obra
    literaria de Rubén
    Darío, y del Modernismo en
    general, se fija en su poesía y ha quedado "detenida" en
    ese transcurrir intenso que es la palabra
    poética.

    LA
    REVOLUCIÓN DE LA PALABRA
    :

    Ya los críticos y estudiosos han señalado
    la revolución modernista en tanto reforma
    verbal de nuestro idioma. El modernismo, aunque no fue un
    movimiento
    ideológico en la forma que acuñaron las vanguardias
    y en términos de su visión de mundo y de sus
    propuestas, como lo señala Octavio Paz,
    fue una sintaxis, una prosodia, un vocabulario: una estética. El castellano fue
    enriquecido por el acarreo de los poetas modernistas de nuevos
    giros procedentes del francés y del inglés,
    pero también de la tradición grecorromana, germana
    y gallego-portuguesa, yendo hasta la profunda y olvidada
    tradición hispánica, incluso abusando de
    arcaísmos y neologismos; pero fueron los primeros en
    emplear el lenguaje de la conversación en la
    poesía. A su vez en la poesía modernista aparecen
    un sin fin de americanismos e indigenismos, el cosmopolitismo de
    este movimiento no excluía las formas
    lingüísticas americanas.

    En síntesis,
    se puede decir que flexibilizaron el verso español, y
    la literatura hispanoamericana en general, además que
    familiarizaron la poesía con el público sin caer en
    la vulgaridad. Su aporte se hará sentir hasta nuestros
    días, pues no hay duda que a partir de ellos se abrieron
    las dos tendencias más importantes de la poesía
    contemporánea: el amor por la
    imagen
    insólita y el prosaísmo ("exteriorismo",
    "coloquialismo") poético.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter