- Resumen
- Introducción
teórico-política - Análisis
de la información - Conclusiones
problemáticasANOTACIONES PARA UNA
REFLEXIÓN SOBRE LA GEOPOLÍTICA DE LA
PRODUCCIÓN
DE CONOCIMIENTOS Y VERDADES - Bibliografía
Se trata de una comunicación que forma parte de un proyecto
investigativo de carácter éticogeopolítico,
cuyo desiderato es la búsqueda de opciones a las
epistemologías que hemos venido asumiendo como base de
institucionalidad del oficio que denominamos trabajo social
y/o asistencia social. Aquél se enmarca dentro de un
determinado sistema
históricosocial, actualmente de carácter mundial o
global, cuyas relaciones ostentan dos rasgos relevantes: su
asimetría e inequidad. Una expresión de ello es que
las publicaciones científicas de los países del
sur, se ven cada vez más excluidas de los índices
internacionales. Motivados por esta cuestión, nos
propusimos conocer de los ponentes al XVI Congreso de ALAETS, las
temáticas de su interés,
las formas de sus abordajes, los alcances de sus análisis y síntesis,
explicaciones y propuestas; asimismo, establecer si sus esfuerzos
reflexivos, sistematizadores e investigativos se insertan en la
problemática mencionada; finalmente, valorar la eficiencia y
efectividad de dichos esfuerzos, a la luz de los
criterios que las revistas académicas de ciencias
sociales más importantes, tienen establecidos para
publicar las contribuciones que les son enviadas. El trabajo
consta de cuatro secciones: una introducción teóricopolítica,
la estrategia
metodológica, la presentación del análisis
de las cuarenta ponencias estudiadas, y unas conclusiones que,
lejos de clausurar el discurso, deja
abierta la discusión sobre las implicaciones de la
problemática puesta en escena. Al final, aportamos la
bibliografía que
sustenta nuestra comunicación.
PALABRAS CLAVES: geopolítica de la producción de conocimientos, poder
colonial, colonialidad del poder, indización, trabajo
social.
La presente comunicación forma parte de un
proyecto utópicoconcreto que procura la construcción colectiva del
Trabajo-Social-Que-Está-Por-Hacerse-En-Nuestra-América-Latinoiberoeuroindoafrocaribeña
(Relats, 1999; Relatis, 2000; Uits, 2000; Barrantes,
2000).
Su desiderato es la producción de conocimientos
mediante el cual buscamos opciones a las epistemologías
que -en los pluriversos donde se realizan las diversas
prácticas de eso que llamamos trabajo social (Barrantes,
1985; Colmán, 1998)- hemos venido asumiendo –y
algunos sufriendo no siempre acríticamente- como base de
institucionalidad del oficio que denominamos –aún
ambiguamente en España,
Brasil,
Uruguay,
Paraguay,
Argentina y Chile- trabajo social y/o asistencia
social.
Dicho proyecto se enmarca dentro de un determinado
sistema históricosocial, actualmente de carácter
mundial o global, cuyas relaciones (culturales,
económicas, políticas,
tecnocientíficas, sociales e institucionales) vienen
siendo configuradas de manera tal, que dos de sus
características más relevantes son su
asimetría e inequidad.
Éstas han venido siendo incontestablemente
beneficiosas para los países del norte y maleficiosas para
los del sur, los cuales van quedando, cada vez más,
sometidos a una condición de usufructo regresivo de los
frutos del árbol de la vida, que pareciera haberse
enraizado en la cultura
occidental eurocéntrica, cuyo principal éxito
es presentarse seductoramente como universal.
En el campo de la producción de conocimientos
–tanto en ciencias básicas, tecnologías e
ingenierías como en el campo del pensamiento
social y las ciencias
sociales- dichas asimetrías vienen siendo asumidas
como normales, en el sentido de que las aceptamos –o se nos
pretende hacerlas ver así por parte de actores globales y
locales- como el producto de
una natural división internacional del trabajo.
Una expresión de tal situación es el hecho
de que las publicaciones científicas de los países
del sur, específicamente de nuestra América
Latinoiberoeuroindoafrocaribeña, se ven cada vez
más excluidas de los índices internacionales
establecidos por los centros de producción
académica del norte.
Entre las razones existentes, González Vegas
(1999:13) visualiza el carácter progresivamente
ultraselectivo de los criterios aplicados para su
inclusión en las –por lo general adjetivadas como
prestigiosas- bases de datos
internacionales.
Varios ejemplos apuntalan esta afirmación: del
total de alrededor de un millón de publicaciones
periódicas del mundo (Ramos, 1988), sólo tres mil
trecientas se encuentran en el Social Science Citation Index y de
éstas sólo veintiocho –es decir, el 0.28% de
las diez mil publicadas en América
Latina- son latinoamericanas (González Vegas,
1999:13). Para 1998, en el Science Citation Index sólo
fueron incluidos dieciséis títulos
latinoamericanos, lo que significa sólo el 0.3 % del total
de revistas indizadas en esa base de
datos.
En la Biblioteca
Británica, de un total de trecientos sesenta mil
publicaciones periódicas indizadas, sólo figuran
mil ciento cincuenta y cuatro títulos de ciencia y
tecnología y ochocientos treinta y dos de ciencias
sociales latinoamericanas; esto representa el 0.2% de visibilidad
de las publicaciones latinoamericanas en este importante
Catálogo (Ramos de Francisco, 1999:29).
Para González Vegas (1999:13), el 70% de las diez
mil revistas latinoamericanas existentes no se encuentra en
ningún índice y de ellas, sólo alrededor del
57% puede considerarse activo (Ramos de Francisco, 1999:29), y,
no obstante que los países del sur tienen el 24.1% de los
científicos mundiales y aportan el 5.3% del gasto mundial
en investigación, el porcentaje de sus
revistas catalogadas, por ejemplo en el Social Science Citation
Index, ha caído en 40% desde 1981.
Completando estos datos, Ramos de
Francisco (1999:29) concluye que la invisibilidad de las
publicaciones latinoamericanas en los índices del norte,
tiene –además de las imposiciones de que somos
objeto- otras causas. Entre éstas, el bajo potencial
científico de la región, la ausencia o
insuficiencia de políticas de desarrollo
científico-tecnológico y de innovación social, el desconocimiento del
verdadero volumen de las
publicaciones científicas y, más aún, de la
producción y productividad de
nuestras universidades; asimismo, la carencia de directorios
nacionales actualizados y directorios de revistas y obras
universitarias.
En el ámbito del trabajo social, las formas
institucionales y organizacionales de los grupos que
tradicionalmente vienen dominando los organismos
académicos y gremiales nacionales e internacionales, no
ayudan mucho a poner en pie de igualdad a los
pocos productores de conocimientos y saberes que empujan, desde
diversas posicionalidades, hacia la constitución de un pensamiento y una
práctica de un trabajo social
ético-científico geopolíticamente orientado
a la producción de conocimientos y saberes y a la crítica
a la colonialidad del poder y al poder colonial.
Pero la crítica al poder colonial y a la
colonialidad del poder, es una discusión de futuro abierto
que no se refiere únicamente a las relaciones
externas de nuestra América
Latinoiberoeuroindoafrocaribeña con los países hoy
denominados neocoloniales.
Se refiere también a la crítica a la
colonialidad interna de las relaciones de poder en cada
configuración societal, y, específicamente, las que
trabajadores sociales y trabajadoras sociales ejercemos sobre
nuestros propios colegas; asimismo, al develamiento del
cómo opera la gestión
nacional e internacional del trabajo social, cómo y
qué tipo de decisiones se toman y cómo estas
afectan i) nuestro estatuto epistémico, académico
disciplinario, profesional y gremial, ii) la producción,
circulación y consumo de
conocimientos, iii) las representaciones sociales que hemos
venido construyendo iii.a) de nosotros mismos en tanto y en
cuanto trabajadores sociales y trabajadoras sociales, iii.b) del
papel que desempeñamos en el concierto de las relaciones
de poder intradisciplinares e interdisciplinares del sur y entre
estas y las del norte, y iii.c) de la relación de los
retos epistémicohermenéuticos y
éticogeopolíticos del trabajo social y el estado
actual real de nuestra producción de
conocimientos.
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