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Violencia ? Desde una arista ética (página 3)



Partes: 1, 2, 3

VIOLENCIA
MACROSOCIAL

El aspecto macrosocial de la violencia
viene determinado por la utilización de la misma por parte
de los estados o la creación de condiciones sociales que
favorecen su aparición, aquí las acciones
violentas también resultan un medio y no una finalidad en
sí mismas y si el método ha
perdurado y se ha generalizado, es porque evidentemente brinda
resultados, volviendo así a nuestro tema fundamental no
pensamos enfrentar la violencia por otra cosa que no sea porque
es moralmente inaceptable, no por lo fácil, lo
rápido y lo efectivo que resulte apelar a ella, pues
evidentemente si es pragmática.

Los estados forman personas y las entrenan en la
utilización de la violencia, este entrenamiento no
solo crea capacidades físicas sino también brinda
recursos
"morales" que les permita utilizar la fuerza en el
momento necesario sin plantearse dudas ni sentir culpabilidad
por ello, se crea así una distancia afectiva entre
ellos/nosotros que aleja a los cuerpos represivos y militares del
resto de los ciudadanos, llegando en ocasiones a hacerlos sentir
por encima de las regulaciones sociales que se aplican a los
demás. Esto puede resultar aceptado gracias a la
sublimación del acto en aras de un fin elevado, pero en
esencia no desvirtúa para nada el hecho de que un ser
humano victimizará a otro.

Aquí viene el peligro implícito del
sentido del limite, pero además aparece otro peligro
derivado del momento en que el mismo estado
deseche, por decirlo de alguna manera, a estas personas que
entrenó y se conviertan en elementos con los recursos
perfectos para convertirse en un problema para la misma sociedad que
defendían; amén de mencionar a los errores de
selección, caso en que la persona
inadecuada es entrenada y recibe las herramientas
que siempre deseó para proyectos nada
elevados.

Lo que venimos exponiendo se observa de forma más
evidente en las dictaduras en las que es necesario un cuerpo
represivo contra una población y en las postguerras, donde
aparecen soldados que ya no son utilizables por los gobiernos
establecidos y que van a confrontar problemas para
adaptarse a la vida civil. Pero donde quiera que exista un
grupo militar
o paramilitar, existen también en alguna medida corrupción, abusos de poder y
personas que por múltiples razones pasan al "lado
contrario", siendo ellos depositarios de un poder destructivo en
potencia que
puede desencadenarse en situaciones a veces
imprevisibles.

La expresión más evidente de la
utilización de la violencia por parte de los estados es la
guerra,
durante la cual, cada parte trata de provocar el mayor daño
posible a la otra con un espectro muy amplio de iniciativas, que
incluye también y en algunos casos predominantemente a la
población civil.

Desde épocas remotas a las ciudades en sitio se
les introducían epidemias contaminando las aguas potables
con los cadáveres propios que morían de enfermedades transmisibles,
progresivamente se han desarrollado los armamentos con el fin no
solo de aumentar el poder destructivo, sino además, de que
esta destrucción ocurra desde una distancia segura,
aparecen las armas de
exterminio en masa que incluye el arma química, la nuclear y
la biológica y hasta se militariza el espacio. De esta
manera ha predominado la intencionalidad destructiva sobre la de
proteger a los soldados y a los civiles, llegándose en
ocasiones a atacar deliberadamente la población y la
retaguardia para eliminar los abastecimientos a los militares y
quebrantarles la
moral.

Hacer un recuento histórico de la guerra es tan
complejo como hacer la propia historia de la humanidad.
Las tradiciones escritas más antiguas tratan de la guerra,
esta se puede encontrar en la Biblia y todavía hoy
horrorizan las descripciones que se hacen, por ejemplo en el
libro de
Josué. Cada relato enaltece el heroísmo propio y la
crueldad ajena, pero ambos bandos utilizan los mismos recursos y
hasta a veces no quedan bien claras las justificantes del
conflicto para
los historiadores y los poetas.

Pero como en el presente no nos proponemos ensalzar
ninguna contienda, haremos por el contrario un recuento de la
evolución de los logros humanitarios dentro
de las guerras.
Debemos referirnos entonces a Henry Dunant, este nace en Ginebra
el 8 de Mayo de 1828 proveniente de una familia
calvinista muy piadosa. En 1853 llega a Argelia para encargarse
de la dirección de la colonia suiza de Setif y
comienza la construcción de un molino de trigo, no
logra obtener los permisos necesarios y decide dirigirse a
Napoleón III con el pedido. En el momento ,
el emperador estaba al frente de las tropas franco-sardas y
combatía a los austríacos en el norte de
Italía Dunant va a su encuentro y es cuando presencia la
batalla de Solferino en Lombardía, este suceso casual hace
conocer a Dunant los horrores de los heridos en combate y a su
regreso a Ginebra escribe "Recuerdo de Solferino" y comienza una
actividad que culmina en la creación del Comité
Internacional de Socorro a los Militares Heridos (futuro
Comité Internacional de la Cruz Roja) resultando miembro
de este comité y asumiendo su secretariado.

Henry Dunant fue reconocido mundialmente con el primer
premio Nobel de la Paz y el C.I.C.R. ha tenido desde entonces
participación activa y militante en defensa de las
víctimas de la guerra, ya sean heridos, prisioneros,
refugiados u otros.

El C.I.C.R. es una organización sin filiación política y su ideal
es proteger la vida y la dignidad de
todos los damnificados por las contiendas bélicas, con un
programa bien
definido basado en los Convenios de Ginebra y en sus protocolos
adicionales, así como en los estatutos de la
organización.

El Convenio de Ginebra se adopta en 1864, es modificado
y ampliado en Agosto del 49 y se le añaden dos protocolos
adicionales en 1977, esto brinda una idea de continuidad y
perseverancia contra los horrores de la guerra, de cualquier tipo
que esta sea.

Utilizar la violencia como medio para alcanzar o
conservar el poder es la generalidad, pero esto no quiere decir
que sea el único recurso, el ejemplo más evidente
de los tiempos modernos es Mohandas Karamchand Gandhi, que no por
gusto era conocido como mahatma (en sánscrito, alma grande).
Esta personalidad
que invocamos es la antítesis de todo
acto violento, en tiempos de guerra organizó un grupo de
la cruz roja y terminado el conflicto dirigió sus
energías a la defensa de los derechos civiles de las
clases más oprimidas, a las que por demás no
pertenecía y así lo demuestra su procedencia de la
casta vaisya (mercaderes) y los estudios de derecho que
culminó en la metrópoli.

Si alguien pretendiera minimizar el mérito de
Gandhi como líder
político y el éxito
de sus resultados, baste recordar que su actividad dirigente
comenzó en el país más racista del momento
(Suráfrica) y logró la independencia
de uno de los países más grandes del mundo contra
una de las potencias más poderosa de entonces y todo
creando el movimiento
satyagraha (abrazo de la verdad) bajo su principio de
ahimsa (no violencia). No se nos ocurre un país
actual con más complejidad social que la India de
Gandhi, ni condiciones políticas
más adversas que las que podían existir en la
Suráfrica del momento, en la que todavía no era
fuerte el rechazo internacional al racismo que
favoreció en gran medida el derrocamiento del gobierno
segregacionista; pero es claro que no podemos aspirar a que
abunden líderes como el Mahatma en el mundo actual y
reconocemos también que los contextos políticos y
socioculturales de la India de entonces no son los mismos de los
países que en la actualidad no tienen la voluntad
política de enfrentar la violencia y lejos de eso la
fomenten y recurran a ella como único recurso, cerrando
todas las demás opciones en una carrera de armamentismo e
intolerancia. ("Gandhi, Mohandas Karamchand (o Mahatma),"
(16).

Por otra parte reconocer la excepcionalidad de Gandhi no
pretende minimizar para nada el trabajo que
han desarrollado y vienen desarrollando muchos pacifistas, en
condiciones de mártir, en sociedades muy
complejas, tampoco pretendemos simplificar el problema y
reducirlo a la simple voluntad política de los
gobernantes. Pensamos que el nuestro es un país que tiene
esta voluntad, reconocemos la fuerza y efectividad de nuestras
instituciones
sociales y de nuestras organizaciones de
masas y en cambio
pensamos que aún estamos muy lejos de el ideal de no
violencia que nos proponemos.

Nuestras fuerzas armadas cuentan con un efectivo
mecanismo de control y no son
para nada elitistas, por el contrario su extracción es
puramente popular; en cambio han aparecido hechos delictivos, con
un derroche desacostumbrado de violencia, en los que los autores
han recibido entrenamiento militar o paramilitar y se han
aprovechado de él para violar normativas
jurídicas.

No brindamos una solución del problema porque
sencillamente no la tenemos, tal vez simplemente haya que decidir
por un mal menor, o hay que dejar a la sociedad desprotegida, o
hay que correr el riesgo de ver
como algunas ovejas descarriadas se convierten en un boomerang y
agreden a las personas que deben cuidar, pero de cualquier
manera, no se solucionará nunca un problema que no se
empiece por reconocerlo y enfrentarlo.

Lo que si queremos recalcar es que se debe partir de la
no violencia como principio, pues si pensamos en responder e ella
utilizándola, estamos dando inicio a una espiral
incontrolable, no se puede recurrir al armamentismo como
suplemento del déficit de liderazgo,
porque esa es la excusa del enemigo para hacer otro tanto. Un
acto violento solo da origen a una respuesta violenta y en esta
combinación de acción-reacción se perderá
siempre el sentido de la proporcionalidad, no basta con
contraatacar es necesario suprimir toda posibilidad de
réplica.

Un ejemplo actual de lo dicho es lo desencadenado por
los hechos de 11 de Septiembre, todo lo noble que pudiera tener
la lucha estadounidense contra el terrorismo, se
empaña por la desproporcionalidad de la respuesta, dos
edificios destruidos son razón suficiente para arrasar con
un país acosado por la pobreza, los
dirigentes norteamericanos antes de detenerse en solucionar las
condiciones internas que propician la aparición de actos
terroristas, se proyectan a la comunidad
internacional atacando y amenazando a países de menor
poderío militar.

La manipulación política no combate la
violencia, la estimula, pretender ignorarla la reafirma y los
momentos actuales tienen sus propias manifestaciones de violencia
macrosocial, que es preciso saber identificar aunque no se cuente
con la solución definitiva del problema.

Si hacemos un corte de los principales conflictos
actuales y de la situación internacional de la violencia,
vemos que esta ya no está dirigida hacia un
ejército por otro. La desaparición de un bloque
militar que estaba liderado por la extinta U.R.S.S. cambia la
situación militar, quedan sin utilidad
países satélites
que antes se utilizaban como posiciones estratégicas de
ambos bandos, afloran conflictos raciales que desintegran
naciones y la población civil deviene objetivo
militar.

Aparecen nuevas naciones con un armamento, incluso
nuclear, que no tienen la superestructura social que garantice su
utilización racional, en el supuesto de que sea racional
de alguna manera su existencia.

La difusión de distintos patrones sociales
opuestos por parte de los medios masivos
y las facilidades de la
comunicación sin una ética de
los comunicadores, propicia la aparición de una crisis de
identidad en
la población mundial que tiene como resultado la xenofobia, la
crisis económica enfrenta a los grupos
sociales de menos recursos y las diferencias cada vez
más marcada entre países ricos y pobres propicia la
migración y la aparición de
minorías en desventaja social y fácilmente
victimizables.

En el plano doméstico existen también
condiciones sociales que favorecen sino un auge, por lo menos la
aparición de nuevas expresiones de violencia, las actuales
limitaciones económicas y las medidas que se emprenden,
traen consigo el surgimiento de una diferencia de poder
adquisitivo en la población y esta desigualdad es ya de
por sí un elemento criminógeno. Los medios masivos
de comunicación no han sabido estar a la
altura del momento y ha desaparecido la tradicional solidaridad
humana con la migración interna, de alguna manera se ha
ayudado a divulgar la aparición de términos
despectivos para designar a los emigrantes de zonas rurales y se
ha permitido bromear en el mejor de los casos con estas personas,
fomentando así la intolerancia y marginando al emigrante,
el que disfruta del anonimato, se siente segregado y responde
agrediendo a la sociedad que tiene reservas en
incorporarlo.

Otra característica actual de la violencia que
tiene sus orígenes en fenómenos macrosociales es el
hecho de conservar patrones de conducta
machistas, esta conducta tiene su origen en una descendencia
ancestral que está presente tanto en nuestras
raíces hispanas como en las africanas y que hace que la
gran mayoría de las víctimas en Cuba sean
mujeres u homosexuales.

Cambiar la situación de riesgo de los grupos por
razones de género no
es tarea de un día, ni tan siquiera de un grupo, se
requiere de una acción mancomunada y por fases donde
participen todos los integrantes de la sociedad, los esfuerzos
del estado por colocar a la mujer en una
posición de igualdad y que
datan ya de más de cuarenta años, no han resultado
ser todo lo eficientes que se requiere a los efectos de un
enfrentamiento a la violencia y más difícil aun es
la posición de los homosexuales los cuales no han tenido,
salvo en los últimos años, una aceptación al
menos formal. La lucha por combatir los patrones machistas que
ponen en desventaja social a mujeres y homosexuales está
lejos de nuestras aspiraciones, a pesar de todas las acciones
emprendidas en este sentido.

LA INTOLERANCIA RACIAL COMO POLÍTICA
MACROSOCIAL:

La diferencia más evidente entre los humanos es
la raza a la que pertenecemos, sobre todo por que no solo se
trata de características morfológicas externas,
sino que también estas se asocian a diferencias
socioculturales, a diferentes aptitudes para determinadas
actividades y otras cuestiones que si bien no marcan una
diferencia en cuanto a la esencia fundamentalmente humana que nos
une; si crea una distancia que puede representar temor e inseguridad.

El sentido de lo diferente, puede provocar una crisis en
la identidad de las personas, existiendo un instinto primario de
defensa y autoprotección ante lo distinto, pero lo
habitual es que cuando dos o más grupos humanos convivan
geográficamente en una zona determinada, terminan por
prevalecer las similitudes sobre las diferencias y lo general es
que ocurra en alguna medida el mestizaje.

Todas las características somatoscópicas
que se utilizan en la actualidad para clasificar una raza, solo
pueden ser tenidas en cuenta como un indicador más dentro
de un conjunto, pues el
conocimiento científico ha demostrado que el mestizaje
ha existido en todos los grupos que hoy se conocen como razas y
que no existe un prototipo determinado para cada una, incluso en
sociedades endogámicas que se mantienen cerradas al resto.
En este sentido ejemplificamos con los hebreos, por un lado ha
sido desmentida ya la conocida "nariz judía" y por el otro
se aprecia evidentemente que un judío, por ejemplo eslavo,
tiene más similitudes con los demás eslavos que con
los judíos
mediterráneos.

Por demás el mestizaje no lo vemos como un
elemento negativo, la variación genética
nos protege contra las enfermedades que siguen un patrón
de transmisión recesivo, esto quiere decir que existen
enfermedades que para que se expresen tienen que existir genes
que estén presentes en ambos padres, que por demás
son normales y esto ocurre con más frecuencia cuando padre
y madre pertenecen a un mismo grupo humano, de aquí viene
la creencia popular que a los hermanos que tienen descendencia le
salen hijos anormales, esto no es absolutamente cierto, pero si
está demostrado que enfermedades como la hemofilia, la
mucovisidosis, algunas heredodegenerativas del sistema nervioso
central, la sicklemia, la talasemia y muchas más solo
se expresan si la información genética necesaria
está presente en ambas partes.

No obstante lo dicho, se ha visto históricamente
que la intolerancia racial se ha estimulado para encubrir
intereses políticos, económicos y de otros tipos,
manipulando sobre los sectores más retrógrados e
ignorantes de las poblaciones en las que conviven varias
razas.

Siempre que aparece una crisis económica se ve un
brote de racismo entre las capas más bajas, que son las
que tienen que competir con los inmigrantes por los trabajos
menos especializados y que son los que se sienten desplazados,
encubriéndose tras las diferencias raciales un
móvil económico que realmente es el motor de las
discrepancias.

Tradicionalmente el inmigrante sufre discriminación y resistencia para
ser integrados a la sociedad de destino (por la inseguridad ya
tratada) y en ocasiones las diferencias culturales ayudan a
mantener una distancia entre nativos y foráneos ya sea por
sus costumbres como por barreras lingüísticas, siendo
este el caldo de cultivo propicio para que exploten disturbios en
algunos lugares y hasta incluso la utilización de las
diferencias como "chivo expiatorio" para culpar a inocentes de
deficiencias en algunas sociedades.

Como ejemplos negativos de la intolerancia racial que
venimos enunciando queremos exponer el Fascismo Nazi, en
que un gobierno de una potencia nacional creó un sistema moral de
respaldo a una manipulación política racial y la
asociación racista norteamericana conocida como
KKK.

EL FASCISMO NAZI

Fascismo viene de fascio, del latín
fasces, as de varas atadas que utilizó Brutus
(primer cónsul de Roma en el siglo
VI a.C) para apalear públicamente a sus hijos y acabarlos
a hachazos, acusados de conspirar contra el estado,
desde entonces fue símbolo del poder consular romano y la
representación es un hacha rodeada de varas
atadas.

El símbolo en si mismo representa violencia
extrema en rememoración del hecho, además contra
los hijos descarriados.

El fundador del fascismo fue Benito Musulini en Italia, pero en
este país jamás alcanzó esta ideología la misma fuerza militar y por
tanto la misma repercusión mundial que en Alemania,
donde el partido Nacional Socialista liderado por Adolfo Hitler
llevó la guerra imperialista a todo el mundo y
provocó el exterminio más repudiado de los tiempos
modernos, tanto por el número de víctimas como por
la falta de escrúpulos de las posiciones éticas que
le dieron sustento.

Hitler nació en Austria el 20 de abril de 1889,
hijo de un funcionario de aduanas y de una
campesina. Fue un estudiante mediocre y jamás llegó
a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el
ingreso en la Academia de Bellas Artes
de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento.
(17).

La Primera Guerra
Mundial lo sorprende en Munich donde se alista como
voluntario en el ejército bávaro, aquí se
entregó a la vida militar con todas sus fuerzas, pero no
logró graduación más alta que la de cabo. Al
fin de la guerra en 1918 regresa a Munich quedando en el ejercito
como oficial de instrucción y en 1919 termina su
mediocridad con la entrada al Partido Nacional Socialista
Alemán del Trabajo
(Nazi) donde si obtiene
resultados de forma acelerada, pues en el 21 obtiene ya el cargo
de presidente (Führer).

Como líder del partido era un gran orador que
conocía la psicología de su
pueblo y manipulaba con sus intereses y sus sentimientos, pero
además se apoyaba en un aparato paramilitar que intimidaba
a sus enemigos para asegurarle la victoria política en
cualquier campaña que se propusiera.

En 1923 organiza una rebelión en Munich
(putsch) contra la república de Weimar que
resultó fallido y por el que tiene que cumplir al ser
sancionado a 5 años de prisión, en 1924 es
amnistiado y reconstruye el partido sin impedimento de las
autoridades, comienza una propaganda
demagógica donde promete a todos la reconstrucción
de una Alemania fuerte; a los pobres les ofrece trabajo y
protección contra los empresarios y a los ricos proteger
sus intereses y acrecentar su fortuna y sin explicar con que
programa cumpliría el prodigio, logra acrecentar el
partido y su aceptación popular, haciendo bandera con el
antisemitismo
y el anticomunismo.

En 1933 es elegido canciller de Alemania y desde su
llegada al poder se autoproclama dictador de la nación
al asumir la presidencia del Reich y de la
cancillería (Reichsführer), estrenando sus
tristemente famosos campos de concentración con alemanes
opuestos al nazismo.

El milagro esperado de trabajo para todos se
logró con un desarrollo
masivo en la industria
militar que otorgó a Alemania el poderío de una
potencia y creó la base para la ejecución de
la Segunda Guerra
Mundial. Esta comienza en Septiembre del 39 con la
invasión a Polonia (ya había ocupado Austria y
Checoslovaquia), en la primavera del 40 invade Dinamarca y
Noruega y semanas después Holanda, Francia y
Bélgica, siendo detenido por la aviación
británica al tratar de ocupar el Reino Unido. Su gran
fracaso militar resultó del intento de mantener el frente
occidental con Inglaterra y bajo
la amenaza de Estados Unidos de
entrar en el conflicto, al tiempo que
abría, con la operación "Barba Roja" el frente
oriental contra la Unión Soviética. El 30 de Abril
del 1945 Hitler se suicida
en su búnker ante la evidencia de la derrota (en todo
momento estimuló el optimismo y engaño a sus
seguidores con unas supuestas "armas de la victoria" que
saldrían a relucir en el momento oportuno para garantizar
el fin de la guerra favorable a los alemanes), a su muerte
dejó el rastro de un exterminio sistematizado de
judíos que ocurría en los campos de
concentración con técnicas
muy variadas que incluían entre otras la
experimentación biomédica en humanos hasta provocar
la muerte en
situaciones límite de temperaturas y otras
barbaridades.

Hitler era una figura muy carismática, comprender
como logró arrastrar al pueblo alemán en sus
propósitos enfermizos conlleva un análisis particular, primero utiliza
teorías
halagüeñas sobre la supuesta raza Aria y su
superioridad y apoyándose en esta, traza una meta final de
hegemonía y liderazgo sin detenerse en dar un sustento
moral a los medios necesarios para lograr el resultado, los que
no se informaban o se daban a conocer por una propaganda
distorsionada y manipulativa.

Su argumento moral más sólido era la
Führerideologie o ideología del jefe sin
más planteamientos objetivos,
cada persona debía descargar sus temores y sus culpas en
la persona de un jefe totalitario, jefe que se asistía del
complejo aparato propagandístico de Goebbels, que
cumplía la doble función de
inculcar un gran número de ideas en un reducido grupo de
personas y en un gran número de personas, un grupo
reducido de ideas, todo se basa en la repetición de
slogans; "la propaganda toma de la poesía
la seducción del ritmo, el prestigio del verbo e incluso
la violencia de las imágenes".
(18). El Nazifasscismo utiliza elementos de la iglesia
católica para crear ambientes sugerentes, erotiza los
mensajes con bailes populares y la expresión corporal de
la gimnasia, utiliza
el lenguaje
simbólico con colores
excitantes y los mensajes verbales se imponen a tipo de orden
militar.

Esta utilización de la propaganda se ilustra por
los siguientes planteamientos: "La propaganda debe tender a
simplificar las ideas complejas", "la propaganda debe facilitar
el desplazamiento de la agresión, especificando los
objetivos para el odio" (Goebbels), "hay que reducir, tanto
más el nivel intelectual de la propaganda, cuanto mayor es
la masa de hombres a los que se quiere llegar" (Hess), pero de
forma particularmente sugerente: "La primera de las condiciones
para el éxito consiste únicamente en la
aplicación perpetuamente uniforme de la violencia", "la
propaganda nos ha llevado hasta el poder, la propaganda nos ha
permitido conservar desde entonces el poder, también la
propaganda nos concederá la posibilidad de conquistar el
mundo" (Hitler) (19).

El fundamental pilar ideológico del nazismo, como
elemento de distanciamiento moral, fue el mito de la
superioridad de la raza aria, este planteamiento estaba
sustentado en ideas pseudocientíficas creadas con
distorsión de elementos históricos y
antropológicos.

La palabra "ario" no surge con un criterio
antropológico sino lingüístico, para referirse
a la comunidad de caracteres en las lenguas indo-europeas, en
este sentido F. M. Müller decía: "En mi
opinión el etnólogo que hable de raza aria, de
sangre aria,
de ojos o cabellos arios, se hace culpable de un pecado tan
grande como cometería el lingüista que hablara de un
diccionario
dolicocéfalo o de una gramática braquicéfala
". De
hecho el primer gran problema aparece al tratar de enumerar las
características somáticas de la pretendida raza,
dice el chiste que un ario es tan alto como Goebbels, tan rubio
como Hitler y tan esbelto como Goering. El hecho es que en 1914,
el emperador Guillermo II quiso hacer el mapa racial de Alemania
para resaltar el elemento ario, pero los resultados fueron tan
heterogéneos que no pudieron publicarse, porque por
ejemplo, en el ducado de Baden no se encontró un solo
individuo con
las características puras que se buscaban.
(20).

Para que se tenga una idea de las implicaciones morales
que pudiera tener la ideología del racismo nazi ilustramos
con los planteamientos de Gauch, el que dice haber encontrado
más diferencias somáticas entre los arios y las
demás razas mestizas que entre estas y los animales.
Equiparar el resto de la humanidad a la animalidad toda, crea una
distancia que imposibilita cualquier consideración
ética para con los demás, pero la práctica
genocida nazi, en específico contra los judíos y
los eslavos, demostró un trato que supera en crueldad
cualquier maltrato a un animal doméstico.

EL KU KLUX KLAN.

Aún sin constituirse en gobierno pero con una
aceptación social considerable, la más importante
de las organizaciones racistas y terroristas que subsiste en la
actualidad es el KKK de Norteamérica; en momentos en que
la civilización toda aboga por la tolerancia y la
coexistencia pacífica, resulta sorprendente que este grupo
exista y realice sus actividades públicamente,
victimizando personas que ya no son tan "minorías" en el
país del que se puede decir que es el que más
variedad étnica y cultural posee de todo el
mundo.

El grupo surge finalizada la guerra civil estadounidense
en Tennessee en 1865 fundada por seis antiguos oficiales del
ejercito confederado y en 1867 en esta misma ciudad, se realiza
una convención secreta que designa como "gran brujo" a
Nathan B. Forrest, el que sería asistido por diez
"genios", la organización queda estructurada por
formaciones celulares o klaverns de considerable
autonomía, que progresivamente se van haciendo más
violentas e incontrolables, por lo que el gran brujo disuelve la
organización en 1969, disolución esta que solo
resultó formal pues los Klaverns siguieron funcionando
normalmente.

Una segunda organización, con el mismo nombre y
heredando los mismos ritos histriónicos caricaturescos,
surge en Georgia en 1915 creada por William Simmons; se
autodenominaron como imperio invisible y agruparon exclusivamente
a hombres blancos, naturales del país, protestantes y
mayores de 16 años.

En 1921 el congreso estadounidense alarmado por los
crímenes del klan comienza una investigación en su contra, pero los
efectos propagandísticos derivados del hecho tuvieron un
efecto por completo contraproducente. En un país en crisis
económica, que recibía inmigrantes que
constituían un peligro potencial de desplazamiento para
las clases más pobres de los ciudadanos asentados, las
ideas de exclusión cayeron en el terreno adecuado para una
multiplicación geométrica.

Aliviada la situación económica de la
población y por presión
del gobierno contra la ilegalidad de la organización esta
se ve diezmada hasta la próxima crisis en que vuelve a
hacerse fuerte.

El error político más grande del klan
ocurre por comunidad de intereses con el nazifascismo, el ideal
del hombre blanco
y protestante no solo excluía a los negros, sino
también a católicos, inmigrantes y por qué
no a judíos; es así que hace alianza en 1940 con la
Liga Germano-estadounidense y esta corporación lo
llevó a la más grande derrota de su
historia.

Entrados los Estados Unidos a la Segunda Guerra
Mundial, se alimenta una histeria en la población a la
caza de espías alemanes y japoneses, pero más aun
el sentimiento de nacionalismo
que traen la guerra y la postguerra es superior en la
población norteamericana que las diferencias raciales
intrínsecas; en consecuencia vuelve a ser formalmente
disuelto el klan en 1944 al no poder pagar los impuestos que
debían al gobierno federal.

Independientemente a las alzas y bajas del klan en la
sociedad norteamericana, la organización no ha dejado de
estar al menos latente en los Estados Unidos y también han
tenido sus victorias políticas, como es el hecho de haber
llevado un representante a la cámara por el estado de
Luisiana en 1989, el brujo David Duke.

La inseguridad que traen los tiempos postmodernos y la
crisis de identidad que provoca en las personas, vuelve a ser un
terreno propicio adecuado para estos grupos segregacionistas y
violentos y esto nos permite hacer el pronóstico de que el
klan aumente su popularidad y sus acciones terroristas en los
próximos tiempos. Debemos también tener en cuenta
que favorece el hecho de que el gobierno norteamericano manipula
la opinión
pública sobre el terrorismo y pretende focalizar su
lucha contra el narcotráfico centro y suramericano y contra
el fundamentalismo islámico, pero sin hacer un
análisis introspectivo sobre las verdaderas causas que
propician la violencia en el país.

No queremos finalizar el presente acápite de este
trabajo sin exponer nuestra posición al respecto de la
violencia racial y defendemos que si las humanidades planteaban
que las diferencias existentes entre los distintos grupos de
personas, no justificaban diferencias de derechos ni deberes
dentro de la sociedad, cada descubrimiento científico
señala en el sentido de la poca delimitación en las
razas actuales y en su origen común; el desarrollo actual
de la genética argumenta la comunidad de genes en razas
distintas y la descendencia de un tronco común. Lo dicho
no niega que se distorsionen aún hoy descubrimientos
científicos para justificar ideas políticas
segregacionistas y estamos muy lejos de haber apartado el peligro
del racismo de los gobiernos actuales, por lo que se impone la
divulgación de las particularidades de los grupos humanos
haciendo hincapié sobre todo en los aspectos comunes,
ayudando a desarmar temores y lograr la unión,
argumentando una ética de tolerancia e
integracionísmo.

LAS CIFRAS
NEGRAS:

Con todo lo que se ha venido exponiendo hasta esta
altura del trabajo, creemos obligado hacer mención a la
forma más frecuente de violencia que generalmente se
ignora, estamos hablando de la violencia
intrafamiliar que cotidianamente se ejerce contra los
elementos más débiles de la sociedad: las mujeres,
los niños y
los ancianos.

Si bien es cierto que no existe un sustento ético
para esta forma de violencia y se considera generalmente que es
inaceptable, lo cierto es que subsisten en todas las sociedades
actuales un grupo no estructurado de ideales y costumbres que
estimulan la utilización de la fuerza y el menosprecio
para muchas personas victimizadas.

Hay actualmente en todas las culturas principios
sexistas androgénicos que atribuyen al hombre la fuerza,
la agresividad, la impulsividad y la incontinencia y a la
mujer la
humildad, la debilidad y la mesura y a esto se suma una serie de
creencias populares erradas que preparan el terreno para la
aparición de la violencia contra la mujer.

Los hombres maltratadores achacan su conducta violenta a
supuestos o reales defectos de la que es su pareja o a un
carácter propio incontinente y al tiempo
que aceptan actuar mal, el hecho de encontrar estas
justificaciones, evidencia que no se le puede poner fin a este
tipo de acciones que emprenden.

La creencia popular plantea que las mujeres maltratadas
aceptan estas conductas y por tanto las merecen, cuando la
realidad es que las víctimas no encuentran los recursos
para evadirse del problema y no solo resultan violentadas sino
también rechazadas por quienes puedan
ayudarlas.

La peor parte de la violencia intrafamiliar es la
creación de patrones de conducta inadecuados en la
descendencia, que llevan a la perpetuación del
fenómeno; los hijos se educan imitando al padre que golpea
y la madre que recibe los malos tratos o por lo menos aceptando
que estas cosas puedan ocurrir, pero además al ser ellos
víctimas de la violencia se les vuelca también la
culpabilidad de la misma al decírsele que hay que
disciplinarlos por hacer cosas mal hechas, de esta forma hijos
maltratados incorporan estas formas de castigo como normales y se
convierten posteriormente en padres maltratadores, alimentando el
círculo vicioso que hoy padecemos como herencia de estas
ideas; que no han sido estructuradas en ningún sistema
ético, pero que se han transmitido como una costumbre por
defecto de un discurso
contrario que descubra lo negativo del proceder y lo nocivo para
las nuevas generaciones, llegándose a un punto actual en
que la simple educación no va a
resolver, por si misma ningún problema y
requiriéndose de efectivos programas de
reeducación en la mayoría de los casos o de una
intervención familiar compleja, tanto en su
concepción como en su ejecución.

Aquí aparecen ideas populares también
desacertadas, el golpe no educa atemoriza, lo que educa es el
ejemplo, el maltrato solo resta seguridad y
autoestima al
niño, el afecto y reforzar conductas positivas son la
mejor forma de educación a los hijos y esto es contrario
al maltrato, el padre maltratador no logra mejor descendencia ni
más educada, por el contrario la está deformando
con un mal que se transmitirá indefinidamente y del que es
posible que él también recoja frutos en su vejez.

Otra fuente de cifras no registradas de violencias son
las que ocurren relacionadas con las prácticas sexuales.
Desde la violación criminal, hasta la imposición
por parte de la figura masculina de cuando y como tener relaciones
sexuales, va una amplia gama de prácticas que no
están tipificadas como delito, que son
difíciles de probar su ocurrencia o que las
víctimas se avergüenzan de denunciar.

Pero en cualquier medida en que se realice una
relación sexual violenta, ya no se está tratando de
una relación amorosa, sino de una relación de poder
y de dominación.

Este tipo de patrones de conducta encaja perfectamente
en las diferenciaciones de género que se van transmitiendo
y estimulando en todas las sociedades desde tiempos
prehistóricos y el hecho de que nunca hayan sido
sustentadas por las teorías
éticas que han llegado hasta hoy, no quiere decir que
no les dediquemos aunque sea una breve reflexión para
exponerla y alertar la necesidad de derrumbar ideas populares
erradas y proponer la divulgación y ejecución de
programas comunitarios que se dirijan a la raíz misma del
problema, en el que tenemos la certeza de que hay muchos
profesionales capaces trabajando, pero que estamos lejos de dar
por resuelto.

Actualmente es posible plantear que existen
características de personalidad en los agresores sexuales
y dinámicas específicas de la relación
familiar que permiten sospechar con fuerza, cuando no afirmar
rotundamente que son altamente proclives a la violencia, pero
además contamos con grupos para la mediación de
conflictos dispuestos a asesorar y brindar ayuda profesional a la
pareja o la familia y
tenemos además el marco jurídico necesario para
sancionar estos malos tratos, el problema es más profundo
pues está asociado a un arraigo milenario en la
población que hace que el maltrato familiar y la violencia
sexual se tengan como normales, justificables o que sea posible
manejar en el seno de la familia sin solicitar ayuda.

BREVE HISTORIA DE
LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO
ÉTICO NACONAL E INICIO DE UNA VIOLENCIA HEROICA EN
CUBA.

  1. Existen aún hoy, polémicas sobre el
    poblamiento de América, de las Antillas y
    también de nuestro archipiélago, pero
    reiterando que no pretendemos elaborar teorías para
    las que no nos sentimos capacitados y tomando solo lo
    evidente y que se ajuste a la temática que venimos
    tratando, comenzaremos exponiendo que los habitantes
    aborígenes cubanos pertenecen al grupo denominado
    como amazónicos.

    Estos indígenas ocuparon una amplia zona de
    Centro y Sur América pues se encontraban en las
    cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, pero
    también hacia el sur hasta el río La Plata y
    hacia el norte en las Antillas y en el sur de la
    Florida.

    Las características morfológicas de
    este grupo estaban determinadas por ser de una talla
    mediana a baja, cabeza dolicocéfala, cuerpo robusto,
    brazos largos y fuertes y piernas cortas y relativamente
    débiles, con un color de
    la piel
    variable donde predominan los tonos amarillos.

    Esta aparente homogeneidad biológica no es
    sinónimo de igual desarrollo socio-cultural, pues
    los grupos de aborígenes cubanos se pueden
    clasificar también dentro de dos grandes culturas;
    la más antigua constituida por grupos de pescadores
    y cazadores, nómadas en sus inicios y la más
    desarrollada de carácter ceramista.

    El entorno ecológico cubano se formó
    de islas que brotan del mar y que alternativamente se unen
    y separan entre sí y supuestamente del resto del
    continente, presumiblemente de la península de
    Yucatán.

    Haciendo una comparación con lo dicho para
    el homo habilis y para los grupos europeos, la fauna
    cubana no imponía una competencia con carnívoros
    predadores, por el contrario el mayor de los mamíferos que existió fue el
    Perezoso (Megalocuus rodens), un desdentado torpe que no
    ofrecía peligro y que se extinguió con su
    grupo antes de la llegada del hombre.

    La ecología cubana excluía
    animales venenosos y fieras y por el contrario
    ofrecía animales pequeños comestibles como
    las Jutías, la Conga (Capromys pilorides), la
    Carabalí (Capromys prehensiles), la Andaraz
    (Mysateles) y la Enana (Nana), así como
    también el Almiquí (Solenodon atopogale
    cubanus), las primeras eran cazadas con perros
    domesticados y los segundos capturados sencillamente
    sacudiendo las ramas de los mangles.

    En Cuba abundaban también los
    Manatíes (Trichechos mamatus) y enriquecían
    la dieta aborigen, a lo que podemos sumar quelonios y
    sáurios como la Cagüama (Caretta caretta) y la
    Igüana (Ciclura macleayi), moluscos como el Cobo
    (Strombus gigas) y la Sigüa (Livona pica) entre
    otros.

    A la riqueza de la fauna terrestre se añade
    la pesca y
    una flora exuberante de árboles maderables y frutales, los
    indios cultivaban el Maíz, desconocido por los europeos y
    el Boniato (Ipomea batata) así como sumamos
    también un clima
    benigno que no exponía a bajas temperaturas y una
    geografía abundante en cuevas que
    significaban una protección contra ciclones,
    único peligro de dimensión a que quedaban
    expuestos.

    Esto para algunos autores significaba una
    paraíso terrenal que explicaba (no tan
    implícitamente) por qué nuestros grupos
    autóctonos carecían de recursos para
    enfrentar las violencias que implicó la
    colonización, pero el hecho de que los indios
    cubanos no atacaran a los españoles que los
    "descubrieron" no quiere decir que todo haya sido paz y
    buenas maneras entre ellos.

    De hecho existe consenso en que existían
    tres grupos de aborígenes con rasgos culturales
    distintos que constituían comunidades independientes
    y separadas entre sí, los más rudimentarios
    serían dos grupos de cazadores-recolectores con
    diferencias entre ellos; más primitivos los
    Guanahatabeyes, cuantitativamente más desarrollados
    los Ciboneyes y por último un grupo cualitativamente
    distinto de agricultores con desarrollo de la cerámica que son los Taínos.
    La diferencia entre estos tres grupos es explicada por
    migraciones distintas en tres momentos evolutivos
    diferentes del mismo grupo original y ya esta teoría en sí, supone un
    desplazamiento de los habitantes iniciales por otros
    nuevos, que no debe haber ocurrido de forma
    pacífica, más cuando es de suponer por
    documentos históricos que
    existían diferencias lingüísticas
    significativas entre al menos, el grupo más atrasado
    y los restantes (los guanahatabeyes no podían
    comunicarse con los interpretes traídos por
    Colón de La Española mientras los otros
    grupos sí).

    Podemos añadir que existen
    arqueólogos que suponen la antropofagia dentro de
    los guanahatabeyes y basan esta suposición en
    características de los restos óseos
    encontrados en las faldas del Pan de Guajaibón, en
    Pinar del Río y en otras localidades del centro del
    país.

    El desprecio y la ignorancia del colonizador hacen
    que se haya perdido mucha información de la estructura
    social de los aborígenes cubanos, los que por
    demás no hacían uso del lenguaje
    escrito y no pudieron transmitir nada por sí mismos.
    Pero parece ser que los guanahatabeyes vivían
    separados del resto, posiblemente en cuevas y con una
    estructura social más simple, los
    ciboneyes o siboneyes tenían algún grado de
    servidumbre o subordinación a los taínos y
    estos últimos tenían la estructura social
    más desarrollada.

    La sociedad taína era patriarcal,
    vivían en poblados de aproximadamente cien personas,
    en casas colectivas que albergaban a varias familias
    (estructura con base en el clan) y todos respondían
    al cacique como jefe de la colectividad y al behique como
    líder religioso (shamán).

    La jefatura del cacique podía llegar al
    despotismo y sancionaban incluso con la pena de
    muerte, existiendo una estructura clasista que
    tenía en un segundo nivel a los nitaínos como
    una especie de nobleza o asesores del cacique,
    seguían los taínos y por último los
    naborías, del grupo de los ciboneyes, que
    venían a constituir una especie de
    servidumbre.

    No sabemos que posición dentro del grupo
    ocupaban los bequías o guerreros, pero Rivero de la
    Calle reconoce la existencia de estos "según algunas
    referencias históricas" (21) aunque minimiza su
    influencia por considerar la sociedad de los nativos como
    pacífica.

    Los aborígenes cubanos brindan al
    colonizador español una imagen
    pacífica por considerarlos dioses, pero de ninguna
    manera debe entenderse que eran ajenos a la violencia en
    muchas de sus manifestaciones. Una falta de integración entre tres culturas
    distintas habla de intolerancia, una estructura clasista de
    violencia política, la existencia de guerreros
    conlleva conflictos bélicos intestinos y la
    existencia de algún tipo de normativa penal nos
    delata una violencia criminal y una respuesta penal
    también violenta que podía llegar a la
    ejecución del reo.

    Cuando el régimen esclavista impuesto
    resultó intolerante para los indios, estos
    respondieron de dos maneras violentas; una autoinfringida
    con suicidios tanto individuales como colectivos y homicidios altruistas en los que se ahorcaba
    también a los niños de una familia, pero
    además de estas formas de violencias, hubo
    también una reactiva hacia el colonizador que por su
    grado de organización y por su efectividad, se puede
    deducir que no era por completo improvisada.

    En 1530 el Cabildo municipal de Santiago de Cuba
    informa que en la región de Baracoa, "está
    alzado un indio llamado Güamá que trae con
    él más de cincuenta indios" este primer grupo
    de rebeldes cubanos, organizados por un líder
    militar autóctono, operaba escondido en los bosques,
    se agrupaba para atacar por sorpresa y después
    desaparecía nuevamente
    dispersándose.

    Los ataques eran tan violentos como para matar
    españoles, saquear alimentos y
    quemar poblados, tan importantes como el de Puerto
    Príncipe y Baracoa.

    El acoso impuesto por Güamá a los
    conquistadores sufrió un revés determinado
    por la epidemia de viruela que redujo drásticamente
    la población indígena, fue esto más
    que el poderío militar español lo que detuvo
    a los indios y no obstante hizo falta recurrir a un pedido
    de refuerzos a las tropas de la vecina colonia de La
    Española, no siendo hasta 1533 en que Manuel de
    Rojas, frente a una partida de ciento cincuenta hombres,
    logra ultimar a Güamá de un disparo de arcabuz
    en el pecho y sofocar la rebelión.

    En 1543 en una carta de
    Hernando Castro, funcionario de la colonia de Santiago de
    Cuba, se acuña el término de "indio
    cimarrón" refiriéndose a rebeldes que
    escapaban al dominio de
    los colonizadores, lo que indica entre otras cosas, que las
    rebeliones no eran excepcionales y sí dieron que
    hacer bastante a los españoles.

    Esta reacción violenta por parte de los
    indios no puede haber nacido únicamente de la
    conquista y la esclavización, para lograr esos
    resultados bélicos contra un enemigo mejor armado y
    pertrechado, se supone una tradición guerrera, al
    margen de que esté o no, documentada en la
    historia.

  2. ÉPOCA PRECOLOMBINA:

    El comercio
    humano en África o trata, no es en realidad algo que
    comenzaran los españoles, durante la
    expansión del Islam estos
    llevaron muchos esclavos a Asia, pero
    incluso entre los europeos, la "iniciativa" se debe a los
    portugueses; cuando en 1441 Atam Gonçalvez captura
    12 esclavos como regalo para el
    príncipe Enrique el navegante y de hecho fueron
    ellos quienes por un tiempo controlaron esta
    actividad.

    Ese mismo año se fundan las
    compañías de Lagos y de Arguim y en el mismo
    siglo XV se dice que se embarcaban en las costas un
    promedio de 3 500 esclavos africanos (22).

    Pero si bien no fueron los españoles
    quienes comenzaron esta práctica si fueron quienes
    más la explotaron y por más tiempo y en Cuba
    resultó un sustituto de la mano de obra aborigen de
    tal dimensión, que modificó desde entonces y
    para siempre el mosaico étnico nacional.

    El 28 de Febrero de 1789, se expide Real
    Cédula que regula el comercio de esclavos desde
    África, en este documento se expresa la necesidad de
    brazos en las colonias y el interés de la monarquía de desarrollar con esta
    actividad la agricultura, se permite el comercio de
    esclavos con embarcaciones extranjeras (las que hasta
    entonces no podían comerciar en puertos de las
    colonias españolas) y se impone un impuesto por cada
    negro importado que no fuera a ser utilizado en la
    agricultura.

    Los puertos autorizados para el comercio de
    esclavos fueron en un principio: En la Provincia de
    Caracas, Puerto Cabello: en la Isla Española, Santo
    Domingo: en la de Puerto
    Rico, su Puerto; y en la de Cuba, el de la Habana,
    haciéndose la salvedad de que el puerto de la Habana
    estaba vedado a los extranjeros.

    En el siguiente cuadro exponemos el número
    aproximado de esclavos que introdujo la colonia en nuestro
    país por años:

    1. Esclavos traídos de África por
      los colonialistas
  3. LA ESCLAVITUD
    AFRICANA.

Años

Esclavos traídos

1 512 – 1 763

60 000

1 763 – 1 789

30 875

1 790 – 1 799

50 516

1 800 – 1 809

52 958

1 810 – 1 822

142 019

1 823 – 1831

50 000

1 832 – 1 865

141 439

Fuente: Robert Brent Toplin. (23).

En el año 1841 la población africana
alcanza una dimensión tal, que por 418 292 blancos que
vivían en el país, habían 52 838 negros
libres y 436 495 esclavos, nótese que numéricamente
predominaban las personas de origen africano sobre las de origen
europeo.

En 1817 Inglaterra que había sufrido una revolución
industrial y utilizaba la mano de obra obrera, se veía
afectada por la trata negrera y obliga a España a
firmar un convenio que abolía este tipo de comercio, pero
la economía
cubana estaba tan necesitada de estas personas, que el contrabando
continúa con proporciones semejantes.

Para continuar brindando información relativa a
la trata, diremos que los esclavos se capturaban en sus aldeas en
todo el continente y eran trasladados a "factorías"
existentes a lo largo de toda la costa occidental africana, se
comprende entonces que los más afectados eran los que
vivían en esta costa, entre Angola y Senegal y
fundamentalmente al norte del río Congo.

La transportación en barcos ocurría en
condiciones infrahumanas por lo que se hacía la
selección de los que pudieran resistirla, generalmente
viajaban acostados bajo cubierta y con un espacio aproximado de
180 x 40 cm. para los hombres (mujeres y niños menos),
sacándoseles por turnos a coger sol. Las condiciones
higiénicas en general provocaban una alta mortalidad en
los transportados, con promedios que oscilaban entre el 20% y el
50% (24).

Con relación a la travesía existe otro
hecho que merece comentario, las compañías de
seguro que
vendían pólizas a los barcos negreros especificaban
en los contratos que se
hacían responsables de los ahogados pero no de los muerto
por enfermedades y así con la mayor deshumanización
que se pueda imaginar, cuando había escasez de
alimentos o cuando se sospechaba que brotaría una epidemia
la parte afecta de la "mercancía" era arrojada por la
borda, con la mayor tranquilidad del mundo y para evitar
pérdidas económicas.

Esto ilustra la deshumanización de la trata, pero
una vez llegados a puerto e incluso después de asentarse
en su destino definitivo, la situación no era mejor, los
esclavos eran sometidos a mutilaciones si escapaban o incluso si
así no fuera eran marcados al fuego como las reses, la
flagelación era método frecuente para mantener la
disciplina y
existían cepos para castigos corporales en los que las
víctimas eran inmovilizadas por maderos que fijaban el
cuello, los miembros superiores y a veces los
inferiores.

Este tipo de castigo, el cepo, fue tan difundido que
penetró en la cultura de
entonces, de forma tan arraigada que llegó a ser incluso
utilizado por los mambises como método
disciplinario.

Hay un dato que despierta curiosidad con relación
a la esclavitud que queremos comentar, el desarrollo
pondoestatural de los negros esclavos era por lo general superior
al de los guajiros pobres que eran hombres libres; evidentemente
la dieta de los esclavos era mejor que el promedio que
podía permitirse un campesino de
escasos recursos, pero esto no tenía nada que ver con
razones humanitarias sino con la más cruel frialdad
matemática, el negro que llegaba a tierra pasaba
una selección de fortaleza y resistencia y era bien
alimentado para que pudiera rendir en las largas e intensas
jornadas a que era sometido, por tanto los sobrevivientes creaban
una descendencia mejor dotada para su explotación y bajo
estos mismos criterios se apareaban por sus dueños para
procrear.

Socioculturalmente los negros (esclavos),
morenos(libres) y pardos (mestizos) se mantuvieron segregados
durante el colonialismo y esto retardó en ellos la
aparición de sentimientos nacionalistas. La
añoranza por su África natal y la negativa a
integrarlos, los llevó a la creación de sociedades
y hasta incluso una religión propia, que
sin perder sus raíces autóctonas, se diferencia de
esta por la analogía al cristianismo
recién impuesto.

Con el ánimo ahora de seguir ilustrando pasamos a
reproducir textualmente algunos fragmentos de la sección
económica de un ejemplar de la Gaceta de Puerto
Príncipe. (25):

"Se vende un negro criollo buen zapatero, volantero y
regular cocinero, sin tacha, vicio, ni enfermedad en 600 ps. El
que se interese ocurra al Pbra D. José María
González."

"Se vende una negra joven como de 28 años, y
sin tachas, y que siempre se ha ocupado en trabajos del campo y
algo de casa en 400 ps. Libres de derechos. D. Juan Sariol
dr."

"Una negra en la cantidad de 150 o se permuta por
animales de cualquier especie: El sargento 1º retirado D.
José Gavino Núñez
informará."

"En la calle Contaduría contiguo á la
casa de D. Manuel de Agüero, se compran mulas domadas y sin
domar, dándose en cuenta de su valor algunos
esclavos."

Estos anuncios aparecen insertados entre otros en los
que se vende y compra cacao, azúcar,
jabones y perfumes, así como libros de
religión, los negros esclavos no solo son una
mercancía más, sino que además son
equiparables con animales de trabajo.

LA MORALIDAD DEL
COLONIALISMO:

Los primeros colonizadores que llegan a Cuba parten de
Andalucía, Castilla y Extremadura, trayendo consigo una
herencia socio-cultural que tiene sus particularidades. En el
momento de la colonización de América,
España se consolidaba después de una lucha de ocho
siglos entre romanos, vándalos, bereberes, visigodos,
árabes, francos y otras tribus y razas. Andalucía
fue la última región española en sumarse al
reino, de cultura muy particular (Al Andaluz) formada por tres
grandes grupos: el cristiano, el hebreo y el musulmán,
sufrió una larga y cruenta guerra de conquista, con el
dominio alternativo, fundamentalmente de moros y cristianos que
se atacaban entre sí y ambos al judaísmo; de forma
que el dominio de la región, por parte de los reyes
católicos, solo fue visto como posible a través de
una intolerancia religiosa que pretendió subyugar y
convertir los grupos hebreos y musulmanes establecidos con
anterioridad y que convivían con los españoles
desde hacía varias generaciones.

Por tanto en toda la península ibérica y
más marcadamente en el sur, había una profunda
tradición guerrera, por un lado una nobleza dedicada a la
acumulación de riquezas por la rapiña y acotada
ahora a límites
nacionales que ya no se expanden y que va arruinándose por
verse privada de su principal fuente de ingresos y por el
otro una soldadesca violenta, sin cultura y exacerbada por la
intolerancia religiosa a que hacíamos referencia en el
párrafo
anterior, que llegaba por entonces a los "autos de fe"
en que se quemaba vivos a los infieles en demostraciones
públicas.

De los estratos más bajos de esta sociedad que
describimos es de la que se obtienen los primeros aventureros que
vienen a América y por tanto no puede esperarse de ellos
una profunda moralidad, ni que vengan a establecerse como colonos
en una tierra que harán suya con su esfuerzo
cotidiano.

Por el contrario, a Cuba vienen personas
predominantemente de sexo
masculino, con el ansia de regresar a su lugar de origen, sin
establecerse definitivamente en la colonia; con una marcada
diferencia psicológica entre ellos/nosotros hacia los
nativos a los que consideran ignorantes, infieles y por tanto
inferiores. Estos "pioneros" vienen con el ánimo de
enriquecerse de forma rápida, a costas de los
indígenas y sin que los detengan las sujeciones morales
que imperan en la metrópoli.

Progresivamente después fueron llegando a nuestro
archipiélago elementos más sanos y estables desde
España, pero aún entre ellos predominaban militares
y burócratas que también venían
temporalmente y encontraban la posibilidad de enriquecerse en un
lugar que no sentían como suyos.

El hecho más violento y al tiempo desmoralizante
de toda la colonización fue la esclavitud, tanto para los
esclavos como para los amos, se utilizaron primero a los
indígenas hasta su extinción, después a los
negros africanos y por último a los inmigrantes chinos,
que vivían prácticamente en las mismas condiciones
que los negros; pero a pesar de todo no puede decirse que la
esclavitud haya sido el único elemento de inmoralidad y
violencia existente.

La falta de moral en la colonia comenzaba por los
gobernadores a los que no les guiaba ni una visión
completa de la calidad humana de
los problemas confiados a su custodia, ni el interés y el
sentimiento que provoca en el hombre la
sociedad a la que pertenece.

Iniciando el gobierno por Velázquez, no puede
decirse que haya sido un virtuoso, pero la disciplina
férrea que imponía era un freno relativo dentro de
sus subordinados y a su muerte los gobernadores toleraban toda
clase de
vicios, cuando no daban ejemplo de ellos, Gonzalo de
Guzmán segundo gobernador de Cuba en propiedad, fue
juzgado por cargos entre los que contaban "pecados
públicos, blasfemos, jugadores y amancebados"
Guerra
R. Citado por Mouriño Hernández (26).

Un elemento que debe tenerse en cuenta, en los
principios del colonialismo, es que para hacer frente a los
ataques de corsarios y piratas, la metrópoli dispuso que
todos los barcos procedentes de las colonias se reunieran en la
Habana, estancia que se prolongaba hasta tanto se reunían
la cantidad de embarcaciones requeridas o estas recibieran el
apoyo militar necesario y esto al tiempo que trajo una mejora
económica, implicó también un
empobrecimiento moral de la población fija y flotante y un
aumento de la violencia. "En verdad parece que en esta
época era la Habana una congregación de gentes
relajadas, muy dadas al juego. Jugaban
el oro en barras,
las perlas y esmeraldas, de suerte que unos se hinchaban con
fáciles ganancias mientras otros morían con el alma
destrozada por las pérdidas que sufrían. Se
acuchillaban unos a otros, se colocaban carteles difamatorios,
envenenaban a sus mujeres mestizas para casarse con otras nuevas
y quemaban de cuando en cuando la casa de un enemigo como
diversión".
(27).

Durante todo el tiempo de la flota, la Habana se
convirtió en una ciudad donde las principales actividades
recreativas eran el juego y la prostitución y tanto los marineros como la
guarnición establecida dedicaban a estas actividades todo
su ocio. Las ganancias en gran medida eran para las autoridades
coloniales que cobraban su tolerancia con independencia a
cualquier normativa jurídica que partiera de
España, la corrupción política y militar era
evidente pero más allá llegó también
hasta el clero.

En carta enviada al rey por el gobernador Francisco
Carreño puede leerse: "En estas flotas de Nueva
España i tierra firme, i en los galones de V.M. han
entrado en este puerto más de 80 frailes, los cuales van
para España; i algunos que aquí están yo los
invito á Santo Domingo que, siendo de aquel convento,
andan por este pueblo jugando muchos dineros y haciendo otras
cosas no dignas de su hábito
" (Palenzuela J. Citado
por Mouriño Hernández. (28).

La referencia a este documento pretende ser un pasaje
anecdótico de uno de los personajes que pretendió
moralizar a la colonia, pero haciendo un alto en él,
queremos seguir narrando que procesó por fraude a
Francisco Calona quien por entonces dirigía la
construcción del castillo de La Fuerza y demoraba la
ejecución de la obra en provecho propio, como venganza la
esposa de Calona envenenó al gobernador.

La violencia criminal era el instrumento más
efectivo para mantener la falta de moralidad como ambiente
social para el saqueo y también por veneno, parece haber
sido victimizado el obispo Juan Manuel Montiel. Este dato se
encuentra en una carta enviada el 1/11/1658 por el gobernador
Juan de Salamanca al rey: "Reconociendo entonces la
relajación en que vivían estos naturales en todo
género de cosa, se ha puesto el remedio conveniente para
que esta república imite en lo político á la
de los reinos de
España; y llegándose a obrar pecados
públicos y escandalosos, desterré á algunas
mujeres amancebadas con hombres casados. Obligué á
los dueños de las negras y mulatas á que las
tuviesen dentro de sus casas y no las diesen permisión
para vivir fuera de ellas, ni ir a los ingenios y corrales, que
la daban con facilidad y gusto; porque estas esclavas daban
así a sus amos jornales muy ventajosos a los que ganaban
en esta ciudad; y para ganarlos era preciso que fuese con ofensa
de Dios, ansi por lo que ellas obraban, como por lo que hurtaban
los negros á sus amos para dar satisfacción
á estas mujeres. Deseando continuar el remedio, se
encontró con muchas que tenían amistad con
eclesiásticos, y habiendo intentado desterrar á
algunas por su demasiada disolución, después de
haber prevenido á otras se abstuviesen de amistades
ilícitas; fue preciso cesar en una obra que fuera tan del
servicio de
Dios; porque empezaron á amotinar a los
eclesiásticos, hallando patrocinio en su juez, tomando por
pretexto que quería introducirme en jurisdicción
ajena y no veneraba la dignidad sacerdotal: ajeno esto de la
verdad, pues bien se ve que yo procuraba el remedio, desterrando
á mujeres sin tomar ni por escrito ni de palabra los
nombres de tales. Me pareció mejor resolución
aguardar al prelado que aventurar un motín en esta plaza.
Suplico á V.M. se sirva mandarle que venga cuanto antes
para que se ponga remedio a cosa tan grave; porque el obispo D.
Juan de Montiel, cuando llegó á tener noticia de
estas cosas y á hacer la visita de sus súbditos,
murió con celeridad y, según dice el vulgo (que
podrá ser que por otra vía haya llegado á
noticia de V.M.
(Palenzuela J. Citado por Mouriño
Hernández) (29).

Este panorama se mantuvo en toda Cuba como lo narramos
hasta el siglo XVIII que es cuando comienza la emergencia de una
consciencia colectiva, el establecimiento de los criollos y su
desarrollo como grupo con caracteres propios y distintivos hace
que aparezcan personalidades con un pensamiento ético
distinto. Se crea la universidad, en
sus inicios bajo moldes escolásticos anticuados para el
desarrollo existente en otros países y con mayores
perspectivas aparece también el Seminario de San
Carlos y San Ambrosio.

Surge en este siglo la Sociedad Económica de
Amigos del País, con vastas proyecciones de las que cabe
resaltar la aparición del Papel Periódico,
que realiza críticas a la sociedad de entonces.

Por otro lado reafirmada la paz en España y
también en Cuba después de la guerra con los
ingleses, comienza un periodo de estabilidad, que sumado a la
mejora económica, hace que la metrópoli haga una
selección más cuidadosa de los gobernadores, el
primero elegido bajo esta tónica fue Juan Francisco de
Güemes y Horcasitas, lamentablemente la tranquilidad
ciudadana y la moralización que se imponen van aparejadas
de una mayor violencia política y restricciones
económicas en favor de España.

Güemes publicó veintidós bandos
durante su periodo que sirvieron de base para que sus sucesores
publicaran los Bandos de buen gobierno y policía, estos
como un inicio de disciplina estaban lejos aún de ser
llevados a la práctica.

En lo material se realizan en la Habana una serie de
construcciones que dan aspecto más civilizado a la ciudad,
estamos hablando de la pavimentación de las calles, el
alumbrado público, el paseo de la Alameda de Paula, la
Plaza de Armas y otros.

El aumento de la disciplina social por parte de los
colonialistas acentuó también las discrepancias
entre criollos y peninsulares, llegándose al siglo XIX con
un aumento de las fricciones internas y el establecimiento de una
moral patriótica que sedimenta en ideas independentistas,
después de la frustración de reformas y
diálogos con la colonia. Comienza entonces una
época de profunda moralidad y del convencimiento de la
necesidad de una violencia heroica que resuelva las diferencias
con el gobierno español.

NACIMIENTO DEL NACIONALISMO
PATRIÓTICO:

Los cambios ocurridos en los siglos XVIII y XIX en Cuba,
se deben en gran medida a una nueva infraestructura
económica que aparece de forma multifactorial. Unos
factores internos dados por la aparición de los criollos
como fuerza económica y política con la
contradicción consecuente con los peninsulares y otros
dados por condiciones internacionales que resultaron favorables
para el cambio.

Las revoluciones ocurridas en Francia e Inglaterra
trascienden de su marco geográfico tanto en el plano
ideológico como en el económico; por una parte se
divulga el ideal de igualdad entre los hombres y de una justicia
social contraria a la monarquía y por otra cambia la
estructura de producción que obliga a la
industrialización y que se ve frenada por el
régimen esclavista.

La revolución
de las trece colonias limita temporalmente a los Estados Unidos
como abastecedor de la economía europea, la
revolución haitiana tiene también este efecto, al
que se adiciona al migración de los colonos franceses
hacia el este del país.

Comienza entonces en Cuba una avalancha tabacalera y
azucarera apoyada en la plantación capitalista como unidad
de producción. Este sistema rompe con la concepción
feudal de los grandes monopolios improductivos, por el contrario,
se trata de un terreno determinado con una explotación
intensiva de la tierra
encaminada a obtener una ganancia, con una mano de obra esclava y
sus productos
(monocultivo) no están dirigidos a satisfacer la demanda
interna, sino se destinan como materia prima
para el mercado
capitalista.

A diferencia de otros países de América y
del Caribe, estas plantaciones cubanas se crearon con el capital
criollo y no de la metrópoli, lo que acelera los
conflictos entre criollos y peninsulares, frenando estos
últimos el desarrollo de los primeros con impuestos y
regulaciones, los naturales recurren al contrabando y van
alimentando sentimientos de rebeldía.

Para tener una idea del cambio económico que
ocurre diremos que en 1761 existían en la Habana noventa y
ocho ingenios azucareros, de los cuales los cuatro más
grandes tenían aproximadamente cien esclavos cada uno y
producían un máximo de ciento quince toneladas, en
1764 existen ciento seis ingenios y en 1792 hay doscientos
veintisiete que producen trece mil ochocientas
toneladas.

Visto lo económico, toca ahora hacer un recorrido
por el pensamiento filosófico y social de la época.
Uno de los factores que mayor peso trajo en la caída de
las monarquías de Europa, fue el
ilustracionismo, que creó las bases ideológicas de
las revoluciones burguesas; aparece el liberalismo
como corriente política y con la revolución
francesa nuevos modelos de
gobierno.

Ocurre la publicación de "Los derechos del
hombre" por Thomas Paine que propone una soberanía popular, la abolición del
absolutismo
monárquico y de la esclavitud, así como otras
propuestas de líneas más o menos radicales pero
evidentemente también antimonárquicas representadas
por Benthan, Rousseau,
Montesquieu y
otros.

El ilustracionismo llega a Cuba y fomenta los primeros
ideales patrióticos de los cubanos (en esta época
existían ya sociedades secretas antigubernamentales pero
estas no estaban asociadas a ideales determinados por factores
intrínsecos, nos estamos refiriendo a la Logia de York,
los Soles de la Habana y los Caballeros Racionales de Matanzas,
asociados de alguna manera estos últimos con Simón
Bolívar).

El proyecto colonial
era contrario a la aparición de cualquier grupo
político antimonárquico y progresivamente fue
cerrando opciones reformistas dentro del "status quo" imperante,
con la intransigencia de Fernando VII quedó claro para
todos los disconformes que solo era posible la violencia como
modo de arrancarle a la metrópoli cualquier grado de
libertad en el
archipiélago.

No hubo nada que inclinara más al independentismo
cubano por las armas que el despotismo colonial, su intolerancia
y una militarización que no dejaba otra opción que
la bélica.

Regresando ahora a la formación del sentimiento
nacional que llevó a la violencia heroica, queremos
comenzar hablando de un español que fue una figura
importante para la introducción del ilustracionismo en Cuba,
se trata del obispo Espada, a quien señalara Martí
como "Aquel obispo español que llevamos en el corazón
todos los cubanos"
(30). Juan José Díaz de
Espada y Fernández de Landa nace el veinte de Abril de
1756 en el País Vasco donde recibe la educación primaria
y hereda el sentimiento profundamente patriótico de sus
paisanos.

Los estudios medios y superiores los hace en Salamanca,
durante el reinado de Carlos III y por tanto recibe la influencia
del despotismo ilustrado español y de autores como
Descartes,
Montesquieu y Rousseau.

En 1800 el rey Carlos IV presenta la propuesta de Espada
para obispo de la Habana al papa Pío VII y es nombrado el
11 de Agosto de 1800, llega a Cuba el 23 de Febrero de 1802 y el
día 27 se consagra.

Al llegar Espada a Cuba se encuentra una iglesia con
ideas atrasadas, con pugnas entre las diferentes órdenes
(fundamentalmente entre Dominicos y Franciscanos) y sobre todo
con una moral relajada y las costumbres relajadas que ya hemos
comentado.

Crea la primera casa para dementes en la Habana y ayuda
a Tomás Romay a introducir la vacuna antivariólica,
no solo indicando vacunar a los niños al recibir el
bautizo, son además ayudando a la campaña con su
patrimonio
personal.

Era antiesclavista y fomenta la inmigración europea con vistas a
desarrollar la agricultura a expensas de los pequeños
colonos como medio de erradicar la pobreza.

Desde el mismo año de su arribo, Espada pide su
ingreso a la Real Sociedad Patriótica de la Habana, la que
sorprendida lo nombra su presidente y convierte esta sociedad
decadente y en vías de disolución en un espacio
para sus proyectos de reformas sociales.

Hace cambios significativos en la enseñanza en
Cuba y fundamentalmente en el Colegio Seminario de San Carlos y
San Ambrosio, esforzándose en crear una elite intelectual
cubana y patriótica, realmente así lo había
logrado cuando en 1824 es removido de su cargo por los
absolutistas.

De él dice Torres-Cuevas: "Con Espada
nacía la posición crítica
dentro de la sociedad esclavista cubana. Con Varela,
alcanzaría su mayor dimensión. Trátese de la
necesaria crítica de las ideas, la que abrió el
camino a la crítica de las armas"
(31).

La continuidad del pensamiento de Espada y para muchos
aspectos su realización, la significó la
personalidad del padre Varela, que fuer su alumno aventajado
y más fiel seguidor.

Félix Varela nace el 20 de Noviembre
de 1788 en la calle Obispo entre Villegas y Aguacate, hijo y
nieto por la línea materna de militares, ambos de
Regimiento de Fijos de Infantería de la Habana y de
tías maternas religiosas del Convento de las Carmelitas
Descalzas y de Santa Teresa de la Habana
respectivamente.

Pasa su infancia en la
Florida, donde estaban destacados el padre y su abuelo y
allí estudia con un clérigo irlandés que se
encarga de la educación en el territorio de San
Agustín, con una inclinación humanista e
iluminista diferentes al sistema medioeval existente en Cuba por
entonces.

En 1801 regresa a la Habana e ingresa en el más
importante centro de estudios de entonces, el Real y Conciliar
Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio de la Habana.
Habiendo terminado sus estudios de latinidad y comenzando los de
filosofía, el colegio se ve favorecido por los nuevos
textos y sobre todo las nuevas ideas que trae el padre Espada,
influencia esta que desarrolla al colegio seminario
poniéndolo por encima de la universidad que por entonces
dirigían los Dominicos con un método
escolástico de enseñanza.

En 1804 lleva simultáneamente las asignaturas del
colegio y matricula Texto
Aristotélico en la universidad hasta 1806 en que se
gradúa de bachiller en ambas instituciones, posteriormente
se gradúa en la universidad de licenciado en
filosofía en 1807.

A raíz de los cambios ocurridos en España
por la dominación napoleónica y los cambios
populares reactivos que llevan a la constitución de 1812, un grupo liderado por
Espada decide hacer cambios en la sociedad cubana; como
consecuencia a Varela le es otorgado el presbiterado y la
Cátedra de Filosofía del colegio seminario, hechos
estos que le conceden distinción social acorde con los
planes políticos del obispo, al tiempo que con otros
nombramientos se acaba de ultimar el escolasticismo en el colegio
y se da paso a un abierto ilustracionismo en la
institución.

En 1821 Varela obtiene la Cátedra de
Constitución y utiliza esta para diseminar sus ideas
patrióticas y antimonárquicas, de su primera
lección se publica: "Observaciones sobre la
constitución política de la monarquía
española".
En Marzo de este año es elegido como
diputado a cortes, de forma que entra en una selección de
la que va a ser un elemento anacrónico, sus ideales
independentistas y antiesclavistas no tienen que ver con los
intereses que supuestamente representa y eso desde un inicio le
trajo dificultades pues su selección fue impugnada y
estuvo más de un año en Madrid sin
poder desempeñar sus funciones hasta
ser ratificado.

En cortes Varela trata de llevar a la práctica
sus ideales políticos dentro del constitucionalismo
español, sigue la premisa de "hacer posible lo que sea
posible hacer";
pero lamentablemente el régimen
constitucional pudo hacer muy poco en el corto tiempo que
existió y en el 23 con el retorno al absolutismo, Varela
tiene que salir para Marruecos y de aquí a New York
sancionado a muerte por los absolutistas.

En los Estados Unidos, Varela reinicia sus funciones
como eclesiástico y continua su función
política, en este sentido publica "El Habanero" y
esgrime la posición de que Cuba debe lograr la
independencia por sí sola y rechaza colaboración en
este sentido, declinando propuestas del gobierno de México de
hacer causa común. Por entonces y estando débil
España por haber perdido casi todas sus colonias de
América, tanto los países formados como los del
viejo mundo, tienen pretensiones sobre Cuba y comienzan a buscar
un acercamiento con los ciudadanos disconformes que pudieran
influir en los destinos de la colonia (nos referimos a
México, Estados Unidos e Inglaterra
fundamentalmente).

En Estados Unidos, Varela escribe muchos textos cargados
de sentido patriótico e independentista, entre ellos
"Cartas a Elpidio" dirigido fundamentalmente a la juventud
cubana (Elpidio etimológicamente significa esperanza).
También tuvo presente el trabajo a favor de su comunidad,
logró una iglesia propia y fundó escuelas para
niños y muchachas, ayudó a combatir una epidemia de
peste y se convirtió en el primer teólogo
católico de E.U. con una producción intelectual
abundante también en este sentido. Don Félix
fallece en 1853 en su Florida de la infancia, en un ambiente
humilde y sencillo y en 1911 sus restos son trasladados al Aula
Magna de la Universidad de la Habana.

Abierto el camino al ilustracionismo y creada una elite
intelectual, ajena a los intereses de los esclavistas del
colonialismo y de los terratenientes, está ya creado el
caldo de cultivo del que se alimentarán todos los que
buscan un fundamento ético para su lucha de lograr una
patria propia. Varela se autodefinió como un
ecléctico y buscó en las ideas más modernas
de entonces para acomodarlas en un contexto singular, de
aquí su éxito político y filosófico
que lo hizo trascender sobre sus seguidores, algunos de los
cuales se convirtieron en reproductores de doctrinas
foráneas ajenas a nuestra realidad, fundamentalmente
francesas y anglosajonas.

Dentro de las limitaciones que le imponían su
condición de clérigo y su respeto al
constitucionalismo, creó el paradigma
más sólido del pensamiento nacionalista cubano, que
luego fuera enarbolado también por los masones, a quienes
no aceptaba, pero que en su momento utilizaron su estructura
secreta para fraguar las más importantes conspiraciones
independentistas contra la metrópoli, esta ironía
de nuestra historia representa un giro dentro del ritmo que
veníamos empleando en el presente trabajo: Considerando el
contexto nacional cubano del siglo XIX, se puede decir que no
solo existen teorías éticas que llevan a la
intransigencia y la exclusión, existen también
buenas teorías que sirven para aglutinar contrarios en una
causa noble común.

Por supuesto que Espada y Varela no son los
únicos de pensamiento claro en nuestras guerras
independentistas; debemos pensar también en otras
personalidades como Saco, continuador de Varela en su
Cátedra de Filosofía y su lucha política, en
Varona con una formación ética y filosófica
que también creó precedentes y que significó
el punto intermedio entre la teoría y el paso a la
acción, así como en otros intelectuales
que dieron su vida o la consagraron a ejecutar estas ideas
patrióticas: Céspedes, Sanguily, Agramonte y sobre
todo José Martí,
junto a otros muchos que hicieron nuestra historia, tanto en sus
orígenes como posteriormente cuando ha habido que
enfrentar la corrupción y otros males desde una
ética autóctona y una profunda moralidad, pero
pensamos que detenernos en particularidades que realmente lo
merecen haría interminable el presente trabajo,
limítese entonces a los primeros pasos dados en la
oscuridad de principios y el relajamiento de las costumbres en el
que surgió nuestra cubanía, que solo
encontró inevitablemente la violencia heroica como recurso
para poner fin a males mayores.

OPINIONES NO
CONCLUSIVAS:

Pretender tener una solución al problema actual
de la violencia, es realmente un reto inalcanzable desde el
momento que hemos presentado su omnipresencia a lo largo de toda
la historia de la humanidad, si alguna vez se lograra que las
personas comprendan que no todo lo que puede hacerse se debe
hacer y que se impone renunciar a un resultado cuando los
métodos
son moralmente inaceptables; este momento está aun tan
lejano que pertenece al terreno de la utopía
teórica.

De todas maneras, llegados al final del presente trabajo
se impone adoptar una posición ética en
consecuencia con todo lo expuesto y queremos comenzar por hacer
negación de lo que encontramos inaceptable.

Si consideramos la no violencia con una óptica
puramente axiológica y la aceptamos como un principio (lo
primero y principal, sobre lo que no se puede pasar o dejar de
tener en cuenta) tendríamos que permitir que quien adopte
una posición violenta se encuentre impune ante sus
víctimas y nada lo detenga; la violencia es ajena al
diálogo y
al discurso moral, por cuanto crea una distancia insalvable entre
quien la practica y quien la sufre, generalmente con una ruptura
de comunicación y desvirtuada por el victimario, que se
auto legítima o proyecta su culpabilidad.
Tendríamos que darle la razón a Gustavo Bueno en
que tirar las armas solo lleva a que otros las cojan y que en
este sentido el fin justifica los medios (32).

No estamos negando el papel educativo contra patrones
heredados socioculturalmente en los casos en que el victimario no
es consciente de su actuar, ni la labor con las víctimas
para mostrarle soluciones
alternativas para salir de su conflicto, pero reconocemos que
estas acciones como única opción, pueden resultar
ingenuas y estériles en las ocasiones en que la violencia
solo pueda detenerse con violencia.

Por otra parte prever la violencia desde posiciones de
fuerza conlleva una espiral de desproporcionalidad en la que cada
parte se arma ininterrumpidamente y el equilibrio
pacífico resulta inestable, dejando brecha a ataques
focalizados a los puntos débiles que puedan aparecer en el
adversario. Responder a la violencia con mayor violencia
hipotética, solo resulta una respuesta cínica y
desvirtuadora de los reales propósitos de cada
parte.

Como en todo, el sentido del límite
marcaría la diferencia y siempre aparecerían
teorías éticas que justificarían una parte
en detrimento de la otra, por tanto ver la violencia en un marco
contextual resultaría en extremo peligroso. Siempre
nuestra violencia es justiciera y la ajena es déspota y
tiránica, pero siempre se llega a esto cuando encontramos
un propio y un ajeno.

De todas formas, implanteable la no violencia por una
parte y la respuesta violenta por la otra, no vemos otra salida
que una posición ecléctica entre el principalismo
deontológico y el circunstancialismo, con la
creación de una base educativa y de mediación
pacífica, que progresivamente eleve la tolerancia y la
coexistencia entre los humanos, con la aceptación de una
única moral de respeto que se imponga sobre diferencias de
género, edad, religión, política, nacionalidad o
raza.

La no violencia debe ser aceptada como principio de
cualquier sistema ético y moral, pero reconociendo que
este puede entrar en contradicción con otros principios.
Por ejemplo la violencia se opone evidentemente al principio de
la autonomía, por que está encaminada precisamente
a vencer la voluntad de la víctima, se opone al principio
de la justicia pues si se trata de dar a cada cual lo que le
corresponde no es ético plantear que a nadie le
corresponda recibir agresiones físicas, psíquicas o
morales, se opone al principio de la no maleficencia desde el
momento en que la víctima recibe un daño de
algún tipo y se opone por último al principio de la
beneficencia por que el bien que le trae al victimario es
moralmente degradante; entonces mantener una postura de no
violencia ante una actuación injusta, maleficente y que
viole la autonomía de las personas, sencillamente no puede
sustentarse como principio.

Llegados a este extremo estamos ya en posición de
afirmar que la violencia, en los tiempos que vamos viviendo, se
mantiene aun como un mal necesario; pero que solo es aceptable
cuando se han agotado todas las posibilidades de diálogo y
mediación, que solo se puede recurrir a ella evitando un
mal mayor y que debe ser reactiva y más que proporcional,
debe estar encaminada solamente a suprimir la situación
violenta que le dio origen, sin ir más
allá.

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    dictada en el colegio de Loyola. La nueva España. Jueves
    27 de Noviembre del 1997. Oviedo p: 8.

 

 

 

Autor:

Dr. Aquilino Santiago Garrido

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2, 3

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