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Güigüe: de la exclusión petrolera a lo ilusorio de la globalización (página 2)



Partes: 1, 2

La localidad de Güigüe con la mayoría
de su extensión territorial en manos del Estado, se
convertiría en un modelo para la
aplicación de la Reforma
Agraria, bandera populista del gobierno de
Rómulo Betancourt: "Para nosotros la reforma agraria fue
más una política
social que una política
económica, es decir, con la reforma agraria no se
procuraba hacer más productivo el campo, y, en
consecuencia, impulsar la creación de riqueza, sino que
fue tan sólo otro modo de gastar la riqueza petrolera. El
proceso de
reforma agraria pretendió cambiar al campesino, un
Juan Bimba en alpargatas y sin tierras, en un trabajador moderno
del campo, propietario y tecnificado" (Briceño –
León, "Hilos que tejen la vida social";
139-140).

Gracias a dicha Ley, pesan a
manos de los campesinos güigüenses, más de
35.000 hectáreas, a través del IAN. Durante la
década de los años 60, las empresas
campesinas fueron modelo de productividad,
pero dicha productividad no irá más allá de
los años setenta, tenemos por ejemplo, que las
hectáreas cultivadas irán
disminuyendo progresivamente. De acuerdo al IAN (1994)

Renglón

Hectáreas

1950

1960

1990

Caña

2.513,6

3.319,4

886

Café

2.492,7

2.400

456

Maíz

1.379,1

1.802

271

Total

6.385,4

7.521,9

1.609

La Reforma Agraria aumentó solamente 1.136,50
hectáreas en producción y para 1990 dejaron de sembrarse
5.912,4 hectáreas.

A partir de la década de los años 70, se
inició la siembra de cítricos (naranja, limones y
mandarina), llegando en la década de los 80 a explotar a
Europa, Estados Unidos y
Brasil; pero
la sobre evolución del bolívar
acabó con las exportaciones;
dirigiéndose la producción al mercado local y a
la agroindustria. Es necesario señalar la actividad
fruticultora utiliza muy poca mano de obra. En esta actividad
resaltan la Finca "La Cegobiana" y el Fundo "Los Pinos", que son
los mayores productores.

De acuerdo con Luis E. Toro, Presidente de la
Asociación de Fruticultores (Diario Noti – Tarde:
pág. 10. 02/02/2002) en la actualidad de
producen:

Naranja: 1000 hectáreas, densidad de
siembra 300 a 400 árboles
por hectáreas, promedia alrededor de unos 350.000
árboles de naranjas, con una producción estimada
entre 20 a 25 mil toneladas en el año.

Limones: 1500 hectáreas, densidad de
siembra de 300 a 400 matas, promedia alrededor de unos 425.000
árboles, con una producción promedio estimada de 40
mil toneladas.

Mandarina: 50 hectáreas. Para un total de
2550 hectáreas sembradas de cítricos. Representan
el 7,29% del total de tierras aptas para la agricultura.

Después de la reforma agraria, la agricultura ha
sido un híbrido desde el punto de vista del modo de
producción; coexisten la agricultura de tipo capitalista
(los fruticultores) con la agricultura de subsistencia (conucos)
dentro de un marco estructural de alta regresividad. De acuerdo
al espíritu de la Ley, el objetivo era
eliminar el latifundio; pero en Güigüe el gran
latifundista era el propio Estado, los campesinos formaron parte
de las empresas campesinas, para volver a ser
conuqueros.

 

III. Pueblo
Dormitorio

La población de Güigüe a partir del
año 1747 se ha mantenido en ascenso (lento con respecto a
otras localidades de Carabobo), con las excepciones de 1926 y
1971 (ver anexo A), la primera se debió a la crisis
económica local (debido a que Gómez utilizaba la
mano de obra de los soldados – reclutas); y la segunda por
la desmembración de Tacarigua. Así como el descenso
progresivo de la población rural con respecto a la
urbana.

La localidad se asentó en las cercanías
del Río Güigüe (a su margen derecha) y al sur
del Lago de Valencia. En la medida que las aguas del lago se
retiraban, los primeros pobladores no se expandieron con la
construcción de viviendas (como lo hicieron
en otras localidades), sino que utilizaron sus fértiles
tierras para la agricultura. En los últimos años
con el aumento del volumen de las
aguas del lago, se han perdido progresivamente zonas cultivadas
(en otras localidades se han perdido viviendas).

Las características geográficas y las
condiciones sociales, llevó a sus habitantes, en el
pasado, a construir mayoritariamente viviendas de bahareque,
techo de paja y piso de tierra, esto
fue debido a "la posible influencia de esclavos en la
fabricación de la casa tradicional del campesino
venezolano" (Acosta S., 1968; 15). Aún en 1980, se
calculaba unas 3.000 casas de bahareque (Esparragoza, 1981). En
1941 se censaron 1273 ranchos, de 1406 casas la
eliminación de excretas: Wc 41 (sanitarios), letrinas 122
y en el suelo 1225. En
1990 se censaron 4.317 ranchos; a principios del
siglo XXI se mantiene la construcción de casas de
bahareque y el rancho de madera y zinc
(ver anexo C).

Con la iniciativa de Malariología, INAVI
(nacional) e INREVI (regional), se han construido en la localidad
alrededor de 10 urbanizaciones populares, gracias a la renta
petrolera; algunas de ellas ocupadas por damnificados
caraqueños, quienes han alterado la cotidianidad de la
localidad, con su modo de vida citadino (o mejor dicho de la
marginalidad
caraqueña), y en su gran mayoría desempleados, que
contribuyen al aumento de la pobreza
crítica.

Un elemento que ha contribuido con la distribución espacial de la
población en la localidad, a partir de la década de
los años 70 hasta el presente, y ha originado un
crecimiento poblacional significativo, está determinado
por el desplazamiento de personas de otras localidades hacia
Güigüe; ya que Valencia, Guacara, Los Guayos, y
Maracay, sitios de sus trabajos presentan una alta densidad
poblacional y un alto costo de la
vivienda. Esto ha motivado que un alto porcentaje de la
población, sólo va a dormir a la localidad
después de un día arduo de trabajo, por
tal motivo Güigüe puede ser denominado "pueblo
dormitorio" similar al de Guarenas o los Valles del Tuy. Si los
organismos del Estado han construido 10 urbanizaciones populares,
la iniciativa popular ha construido más de 50
barrios.

Debido al aumento de la población no nacida en el
pueblo los güigüenses han comenzado a distinguir lo
propio de lo ajeno, el nosotros de otros, ha comenzado a
defenderse con las armas de sus
costumbres, tradiciones, sus mitos y sus
ritos; pero hasta cuando durará su lucha o autodefensa y
quien será el vencedor.

Güigüe en el transcurrir de su devenir
histórico, la población rural ha sido desplazada
por la población urbana (ver anexo D); disminuyendo el
índice de analfabetismo
(ver anexo E). En 1881 la población rural estaba
representada por un 87,99%, en 1961 por un 51,10% y en 1990 por
un 2,55% (ver anexo B). El crecimiento urbanístico de
Valencia hacia el sur, ha "empujado" a las clases
desposeídas a construir sus ranchos en las
cercanías de Güigüe; en el trayecto de la
carretera que une a la localidad con Valencia, en sus
márgenes derecha e izquierda han sido tomadas para la
construcción de ranchos. La localidad de Tacarigua que es
considerada por las autoridades municipales de Güigüe
como parroquia rural; aparece formando parte del área
metropolitana de Valencia, de acuerdo al Plan de
Ordenamiento Territorial realizado por el Ejecutivo
regional.

Este hecho parece contradictorio o tal vez
paradójico, que una localidad considerada como rural para
la región, es en la práctica urbana para el
municipio. A pesar de ser una localidad con vocación
agrícola, la mayoría de su población cumple
funciones de
empleados y obreros fuera de ella. Trabajadores que en su sitio
de labores se adaptan a las nuevas
tecnologías y en su localidad consumen lo que ofrece
la industria
cultural.

IV. Lo
ilusorio de la globalización

Como es sabido, la historia regional y local,
al igual que la nacional, responde a tres necesidades
básicas del hombre en su
cotidianidad: que conozca su procedencia, que tome conciencia de la
pertenencia y que tenga certidumbre de la permanencia. Estas tres
necesidades en la actualidad se desdibujan, ya que en ésta
modernidad
tardía y capitalismo
tardío se nos presentan llenos de incertidumbre, azar,
caos y complejidad. Ya que "imaginamos nuestros lugares de
pertenencia residiendo y viajando de la ciudad y entre ciudades"
(García Canclini, 1999:165). Las prácticas sociales
y culturales que dan sentido de pertenencia y hacer sentir
diferentes quienes poseen lengua,
semejantes formas de organizarse y satisfacer sus necesidades.
Pero ese sentido de pertenencia comienza a deslocalizarse y a
desterritorializarse gracias a las comunidades mediáticas,
que permiten a unos pobladores ubicados en un espacio que no
existe señalado en un mapa mundial, formar parte de una
comunidad
virtual y consumidores de la industria cultural.

También es necesario acotar que: hay tres lugares
esenciales en la vida de las personas, que son historiables: el
lugar en donde vivimos, el lugar en el que trabajamos y el lugar
en el que nos reunimos para disfrutar, es decir, el ocio
(Oldemburg, 1991). Para la mayoría de los habitantes de
Güigüe, ven el primer lugar (donde viven) simplemente
como el lugar donde duermen. Con respecto al lugar donde
trabajan, son muy pocos los que trabajan en la localidad (en la
agricultura o el comercio), la
mayoría trabaja en Los Guayos, Valencia o Maracay lugares
industrializados sustitutivos. Por último el lugar en
donde se reúnen para disfrutar; sus abuelos y padres se
concentraban en las plazas, en los bares del pueblo y otros, pero
en la actualidad la mayoría (los jóvenes) prefieren
los centros de "chateo" (Internet) para navegar
virtualmente un mundo que no está a su alcance. O se
organizan en grupos para
viajar a Valencia a contemplar los productos que
nunca podrán comprar o usar, pero "caminar" o "bucear" por
un centro comercial los hace sentirse parte de esa enorme
estructura de
cemento,
hierro y
vidrio como un
elemento más de esa ciudad vitrina.

Compartiendo el criterio de García Canclini
(1999): La
globalización, más que un orden social o un
único proceso, es el resultado de múltiples
movimientos, en parte contradictorios, con resultados abiertos,
que implican diversas conexiones local-global y local-local. La
globalización destruye o debilita a los
productores poco eficientes y concede a las culturas
periféricas la posibilidad de encapsularse en las
tradiciones locales. La globalización es imaginada o
ilusoria porque la integración abarca a algunos países,
algunas regiones y algunas localidades más que a otras, se
podría decir, que desigual y combinada, quedando para la
gran mayoría como una fantasía. La localidad de
Güigüe además de ser un ejemplo de
exclusión petrolera es un ejemplo de la ilusión
globalizadora.

Atrás ha quedado, en la localidad, la etapa
preglobal, es decir, cuando podíamos distinguir con
nitidez lo local, lo regional, lo nacional y lo universal.
Atrás quedó el Güigüe , en donde todos se
conocían y cada quien sabía cual era el lugar que
ocupaba en la sociedad, en
donde el apellido era sinónimo de posición social.
El pueblo pasó a ser una "comunidad imaginada".
Compartiendo lo expresado por Anderson (1997) cuando expresa que
aun los miembros de la nación
más pequeña no conocerán jamás a la
mayoría de sus compatriotas, no los verán ni
oirán siquiera hablar de ellos. Si los pobladores tienen
capacidad de consumir, entonces, son susceptibles de entrar en el
mercado globalizado, aunque sean las migajas o las copias piratas
de VHS o CDM de ese mercado. En la localidad no hay
MacDonald’s pero Valencia está a 29 km, los
jóvenes organizan "excursiones" para conocer, pasear y
caminar El Sambil (al norte de Valencia) o El Metrópolis
(ubicado cerca del Big-Low –terminal de pasajeros). En la
actualidad, de acuerdo con Robertson (1996) existen razones
socioeconómicas por las cuales lo global no puede
prescindir de lo local, ni lo local o nacional pueden expandirse,
o aún sobrevivir desconectado de los movimientos
globalizadores. La localidad de Güigüe caracterizada
por el atraso, representa a más de 50.000 consumidores
potenciales de Coca-Cola.

V. La interculturalidad
inevitable

La interculturalidad se ha producido a través de
las migraciones y de las comunicaciones
mediáticas, estas últimas, con mayor fuerza e
impacto en los años recientes. Después de la Segunda Guerra
Mundial, cerca de la localidad (El Trompillo) funcionó
un centro de recepción de inmigrantes, en donde llegaron
ucranianos, polacos, yueslavos, rusos, húngaros, lituanos,
letones y estonianos; algunos de ellos se quedaron, formaron
familias y se han dedicado a la fruticultura y bombas de
gasolina. Con respecto a los que llegaron años más
tarde y la actividad que desempeñan, el Cronista del
pueblo nos expresó: "el comercial es el que más ha
cambiado en el pueblo, de aquellas pulperías y
pequeñas tiendas hoy en día contamos , por ejemplo,
con supermercados en manos de chinos (que no forman familia con
naturales del pueblo sino con los de su nacionalidad),
los portugueses con panaderías y bares, los árabes
con tiendas de tela y mueblerías, los italianos con
ferreterías" (2002).

A partir de la década de los años 70,
cuando Venezuela se
embriagó con los precios del
petróleo, el pueblo vio la llegada de la
inmigración suramericana, constituyendo en
su gran mayoría un aporte al incremento de la
marginalidad, esta inmigración está conformada por:
colombianos, peruanos y ecuatorianos. Pero la migración
que más impacto en la localidad fue la caraqueña;
gracias a la renta petrolera, el gobierno nacional había
construido unas urbanizaciones populares para los habitantes del
pueblo, pero debido a las lluvias caraqueñas que
produjeron los conocidos derrumbes, las casas fueron cedidas a
los damnificados capitalinos. El caraqueño trajo su forma
de hablar, su música, sus gustos,
es decir su forma de vivir, la cual chocó de inmediato con
los pueblerinos güigüenses. Este hecho sería un
problema interesante de estudiar (en el futuro), ya que la
mayoría de los estudios se refieren a la vida de los
campesinos en las ciudades, pero aquí el caso es lo
contrario, en donde es pertinente la pregunta ¿cómo
impactó el pueblo a los citadinos y cual fue el impacto de
ellos en el pueblo?

Pero en la actualidad la interculturalidad ha sido
más efectiva a través de las comunicaciones
mediáticas. De acuerdo con el Cronista: en la
década de los años 40, en la localidad circulaban
los diarios caraqueños entre otros, La Esfera y El
Universal y El Carabobeño que es regional. Las emisoras de
radio
caraqueñas que escuchaban los güigüenses eran:
Radio Caracas y Radiodifusora Venezuela y las valencianas La Voz
de Carabobo y Radio América. A partir de la década de
los noventa a demás de las caraqueñas AM, las
aragüeñas y las carabobeñas AM y FM, la
localidad cuenta con dos estaciones de radio, una ubicada en el
centro del pueblo con una cobertura local y otra en la entrada
del pueblo (vía la Abadía), con una cobertura
regional y desvinculada con la problemática de la
localidad. Las estaciones de televisión nacional y regional (UHF) pueden
ser vistas en la localidad, además del cable (televisión
por satélite). En la localidad pueden contarse cuatro
centros de Internet, concurrida en su gran mayoría por
jóvenes estudiantes de bachillerato. Así como
varias tiendas de venta y alquiler
de videos.

A pesar de que el pueblo es un consumidor de la
cultura de
masas, que ha recibido la influencia de migraciones europeas,
suramericana y nacionales. Existe una porción de la
población (mayores de 50 años) que se resisten al
cambio o a la
imposición, hecho normal en el proceso de la
globalización; ya que subsistencias de las diferencias y
la traductibilidad entre las culturas es limitada. García
Canclini expresa que: más allá de las narrativas
fáciles de la homogeneización absoluta y la
resistencia de
lo local, la globalización nos confronta con la
posibilidad de aprender fragmentos, nunca la totalidad, de otras
culturas, y reelaborar lo que veníamos imaginando como
propio en interacciones y acuerdos con otros, nunca con todos"
(1999:123). Muchos serán los llamados y pocos los
escogidos.

A pesar de la influencia avasallante de la industria
cultural y de los coletazos de la globalización la cultura
y la historia nacional, regional y local no se
extinguirán, a pesar de su inestabilidad e incertidumbre,
aunque sea una reconstrucción influenciada de referentes
culturales foráneos. La memoria
colectiva seguirá cultivándose en la escuela y con los
mayores. Pero es necesario reconocer con pesimismo que: esa
memoria
será cada vez más débil en la medida que se
imponga los nuevos escenarios de la cultura de masas; cada
día se irán mezclando esa cultura local, con la
nacional y la internacional-global a través de las
comunicaciones mediáticas.

 

FUENTES

BIBLIOGRÁFICAS

  • Acosta S., Miguel (1968): Las ideas de los
    esclavos negros en América.
    Caracas. Talleres
    gráficos del Congreso de la
    República.
  • Anderson, Benedit (1996). Comunidades
    imaginadas.
    México. Fondo de Cultura
    Económica.
  • Briceño, Jesús (1978): Nociones
    hidrográficas del estado Carabobo
    . Valencia.
    Ediciones del Ejecutivo.
  • Briceño – León, Roberto (1991): Los
    efectos perversos del petróleo.
    Caracas. Fondo Editorial
    Acta Científica Venezolana y Consorcio de Ediciones
    Capriles.
  • ____________ (1999): La sociedad del Siglo XX: Una
    modernidad inconclusa. En: Visiones del siglo XX
    Venezolano.
    Caracas. Celar. Comisión Presidencial
    del V Centenario de Venezuela.
  • ____________: Hilos que tejen la vida social. En:
    Venezuela siglo XX. Visiones y
    Testimonios. Coordinación y Edición: Asdrúbal Baptista.
    Caracas. Fundación Polar.
  • Esparragoza, Ramón
    (1981): ¿Qué es el Distrito Carlos
    Arvelo?.
    Caracas. Editorial Cotograf.
  • Feo – Caballero, Osvaldo (1985):
    Descripción geográfica y estadística del estado Carabobo.
    Valencia. Corplan, Gobernación del Estado.
  • ____________ (1991): Memoria Censal y
    Toponímica del estado Carabobo.
    Valencia. Seplan.
    Raúl Clemente Editores.
  • García Canclini, Néstor (1995).
    Consumidores y ciudadanos. Conflictos
    multiculturales de la globalización.
    México.
    Editorial Grijalbo.
  • ___________________ (1999) Globalización
    imaginada
    Buenos Aires. Editorial
    Paidós.
  • Oldemburg, Ray (1991). The Great Good Place
    New York. Paragan House.
  • Pérez Linares, Virginia: (1967): El
    Río Cabriales y su Lago.
    Biblioteca y
    temas Carabobeños.
  • Ríos de Hernández y Prato, Nelson
    (1990): Las transformaciones de la agricultura en
    Venezuela.
    Caracas. Fondo Editorial Tropykos
  • Robertson, Roland (1996). Globalization: social
    theory and global culture.
    Great Britain. Sage.

PUBLICACIONES OFICIALES

  • Plan de Ordanamiento Territorial.
  • Censos Nacionales: OCEI.
  • Memoria y Cuenta de la Alcaldía de
    Güigüe. 1993.

ARCHIVOS

  • Archivo IAN. Güigüe y Valencia
  • Archivo MAC. Valencia

HEMEROGRAFÍA

  • Diario Noti – Tarde. 02/02/2002. Pág.
    10. Entrevista
    al Sr. Toro, Presidente de la Asociación de
    Fruticultores.

 

ANEXOS

ANEXO A

FUENTE: Dirección de Planificación,
Coordinación y Presupuesto. Feo – Caballero 1985 y
Censos Nacionales.

ANEXO B

POBLACIÓN URBANA Y
RURAL

CENSO

P.U

P.R.

% P.R.

1881

————-

1.158

————-

8.543

————-

88,06%

1891

————-

1.308

————-

9.591

————-

87,99%

1920

————-

1.277

————-

10.191

————-

88,86%

1926

————-

1.501

————-

7.799

————-

83,86%

1936

————-

3.098

————-

10.908

————-

77,88%

1941

————-

4.137

————-

12.664

————-

75,38%

1950

————-

5.265

————-

17.046

————-

76,40%

1961

————-

12.873

————-

13.497

————-

51,10%

1971

————-

18.067

————-

3.792

————-

17,35%

1981

————-

27.659

————-

5.189

————-

15,80%

1990

————-

41.609

————-

1.087

————-

2,55%

Aunque el censo de 2002 no ha sido publicado, de acuerdo
a las proyecciones la población rural de Güigüe
estará por debajo del 1% de la población
total.

FUENTE: Censos Nacionales OCEI

ANEXO C

CENSOS

T. VIVIENDAS

RANCHOS

CASAS

1941

————-

1.406

————-

1.273

————-

133

1966

————-

5.987

————-

4.112

————-

1.835

1990

————-

17.314

————-

4.317

————-

12.997 (1)

(1) Desocupadas: 1.332

Uso ocacional: 388

En construcción: 1.928

FUENTE: Censos Nacionales OCEI.

 

ANEXO D

 

 

AÑO

 

VIVIENDAS

 

HABITANTES

PROMEDIO DE HABITANTES POR
VIVIENDAS

1881

———

1.693

———-

9.701

———-

5.73

1891

———

1.793

———-

10.899

———-

6.18

1920

———

1.597

———-

10.191

———-

6.38

1926

——–

2.085

———-

9.300

———-

4.46

1936

——–

1.507

———-

14.006

———-

9.29

1941

———

1.406

———-

16.801

———-

11.94

1950

———

4.815

———-

22.311

———-

4.63

1961

———

5.493

———-

28.158

———-

5.12

1971

———

3.497

———-

21.859

———-

5.91

1981

———

5.936

———-

25.849

———-

4.35

1991

———

9.401

———-

45.129

———-

4.8

AÑO

LOCALIDAD

SUP.
KM2

POBL.

CREC. D.

DENS. POBL.

1990

Güigüe

42.692

42.696

30%

375 hab/km2

Barrios:50

FUENTE: Censos Nacionales y Feo;
1993

ANEXO

AÑO

ANALFABETOS:

10 y más
años

1936

55,2%

1941

52,5%

1956

44,3%

1961

34%

1971

26%

1990

12,3%

LAPSO

NACIMIENTOS

DEFUNCIONES

1961-71

20.436

3.602

1972-81

20.456

2.952

1982-90

11.745

1.415

FUENTE: Censos Nacionales: Feo,
1993

 

 

 

Autor:

Luis Rafael García
Jiménez

Prof. Maestría de Historia de
Venezuela (UC). Doctorante en Ciencias
Sociales. UC.

Partes: 1, 2
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