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El Mercosur (página 2)




Enviado por Alejandro Petricic



Partes: 1, 2

Acuerdos con otros bloques regionales

Se celebró el Acuerdo de Complementación
Económica entre la Comunidad
Andina y el MERCOSUR el 6 de
diciembre de 2002, dando lugar también al diálogo
político. Asimismo, se abrió la posibilidad de
entablar negociaciones con cada uno de los estados integrantes
del bloque andino. Finalmente, el 30 de diciembre de 2005 se
creó una zona de libre comercio
entre la Comunidad
Andina y el MERCOSUR.
Por otra parte, en noviembre de 2005 el Congreso Colombiano
ratificó un Tratado de Libre
Comercio (TLC) con el
MERCOSUR. En consecuencia, el acceso de productos
colombianos aumenta el peso político de Colombia en las
negociaciones que actualmente se llevan a cabo para un tratado de
libre comercio (TLC)
con los Estados
Unidos.

2 – La Argentina y la Integración Regional.

Es de gran interés a
mi modo de ver tener en cuenta el siguiente trabajo del
doctor Pedro Andrieu , donde analiza a su modo de ver diferentes
errores históricos en el proceso de
integración regional de nuestro país con
Norteamérica y América
Latina.

Los Bloques
Comerciales: Argentina, Mercosur y ALCA

El gran desafío económico de la
región
.

La economía de USA, la economía
brasileña y la economía
argentina tienen enormes diferencias de tamaño
según las estadísticas del Fondo Monetario
Internacional,:las mismas tienen, sin embargo algo en
común, las tres son igualmente cerradas.
¿Qué quiere decir que una economía es
abierta o que es cerrada? Se mide técnicamente por lo que
se llama el grado de apertura de la economía, que es el
promedio entre las importaciones y
exportaciones de
un país dado, en relación al Producto Bruto
del mismo país. Es indicador está en torno al 7 o al 8
por ciento para Estados Unidos, para Brasil y para
Argentina. Este es un dato que hay que tener muy en cuenta en el
analisis del tema de este trabajo.

Si un país evaluara la posibilidad de entrar en
guerra, y este
es un ejemplo por lo menos desagradable, debería comenzar
por analizar cual es el numero soldados con que cuenta, con
qué armamento, etc. Consideramos que Argentina en dos
instancias cruciales para elegir su rumbo en lo político,
pero con altas implicancias en lo económico, se
equivocó. Actualmente esta en otra encrucijada y es
necesario "andarse con pie de plomo" para no errar
nuevamente.

Se equivocó en 1890 en la primera Conferencia
Interamericana, cuando estaba en medio de una gran crisis
económica y financiera. Estados Unidos convocó ese
año la primera Conferencia Interamericana, en la que
planteó una zona de libre comercio, y la creación
de un banco que
vendría a resultar un pariente lejano de lo que
después vino a ser BID, entre los temas mas relevantes. Y
Argentina encabezó en esa Conferencia la oposición
Latinoamericana a la zona de libre comercio o unión
aduanera, algo que no quedó del todo claro, porque no se
avanzó en la discusión. ¿Por qué
Argentina encabezó la oposición latinoamericana?
Porque mas allá de la grave crisis de ese año,
Argentina estaba desarrollando su economía en una
relación de muy estrecha complementariedad con la inglesa.
Creía que le iba bien, fuera de la gran crisis que
había en ese año 1890, y decidió seguir ese
rumbo. El argumento principal en los debates en nuestro
país era porque abrir nuestras fronteras, es decir, y por
qué Estados Unidos lo planteaba en ese momento.
Después de la guerra civil USA había dado ya
grandes pasos en su crecimiento industrial y estaba buscando
ampliar sus mercados, lo cual
era lógico desde el punto de vista de su interés
nacional. Frente a eso, se sostuvo en Argentina que abrir
completamente las fronteras implicaba destruir la industria, una
industria que en realidad no existía!. Era verdad que
Carlos Pellegrini había dicho "Sin industrias no hay
nación", pero no había realmente
industria, con algunas excepciones menores.

Se equivocó por segunda vez, y consideramos que
esta es la más lamentable de todas las equivocaciones,
cuando el Pacto Roca-Runciman, cuando producida la crisis que
comenzó en el año 1929 la absoluta falta de
comprensión de lo que estaba sucediendo, y de
visión, de la dirigencia argentina de la época,
jugó todas sus fichas a hacer
lo posible y lo imposible para tratar de restablecer la
posición argentina en la economía
internacional de entonces, como si la crisis y el
consiguiente reordenamiento, no hubieran tenido lugar.

Fue tan ridículo esto, que quien denunció
rápidamente el tratado no fue Argentina, sino que fue
Inglaterra, por
presión
de los demás países del Commomwealth que
habían firmado el tratado de Ottawa. En la primera
reunión posterior al Pacto preguntaron por qué
razón Argentina, que no era miembro del Commomwealth,
tendría un tratamiento que consideraba privilegiado. La
respuesta verdadera la dio poco después un miembro de la
Cámara de los Comunes, públicamente, cuando dijo lo
siguiente: "finalmente la Argentina es la mejor de nuestras
colonias, y hasta se gobierna sola"

En realidad, según algunos autores, durante las
negociaciones el propio Vicepresidente de Argentina, Julio A.
Roca (h) sostuvo que desde el punto de vista económico
Argentina era miembro del Imperio Británico.
Además, se habían concedido grandes ventajas a los
capitales ingleses invertidos en el país.

Más allá de todo lo que es
anecdótico, fue muy grave el error y, en realidad, como
estrategia del
país, duró poco. Prevish que era el gerente y
después, el jefe de la oficina de
estudios económicos del Banco Central, con quien he tenido
ocasión de conversar sobre estas cosas en Washington, poco
tiempo
después del fracaso del Pacto, comprendió
rápidamente que esa estrategia no era ya viable. Le
correspondió escribir el famoso mensaje de Pinedo al
Senado en 1937, que fue la primera oportunidad en que la
Argentina tomó una posición favorable a la
sustitución de importaciones.

Como las actitudes de
la dirigencia económica y empresaria argentina han sido
siempre, y son, de gran aversión a la innovación y el riesgo, el
impulso industrialista que estaba implícito en ese mensaje
lo siguió el Ejercito con la creación de
Fabricaciones Militares, la Marina en sus astilleros y la
creación de la Flota Mercante, etc., pero el empresariado
nacional, no reacciono realmente hasta después de la segunda guerra
mundial, cuando dispuso de crédito
oficial subsidiado, la inflación licuaba las deudas, y el
mercado interno
crecía muy rápidamente: esto es lo que realmente
sucedio.

Argentina esta ahora en una encrucijada en lo que hace a
su política
exterior. La ubicación del país en el mundo en
términos de la política exterior tiene una
importancia que se puede expresar quizá expresando que es
condición necesaria, pero no suficiente, respecto de la
inserción de la economía argentina en la
economía internacional Por supuesto el país
estaría muchísimo peor si a la hora de negociar un
"blindaje" financiero, como se hizo recientemente, en todas las
negociaciones no hubiera tenido el gran apoyo de Estados Unidos y
de otros países, eso es obvio. Pero poco después de
haberse conseguido el blindaje, se ha levantado la pregunta:
cuánto durara el blindaje? Entonces, parece evidente que
el problema principal no está allí.

El problema que Argentina tiene, especialmente en
nuestra relación con Brasil, es en gran parte el resultado
de una sucesión de errores: los "nacionalistas" por
ejemplo, en 1968-69 se dedicaron a tiempo completo a obtener el
alejamiento del entonces Ministro de Economía, Krieger
Vasena, porque se sostenía que destrozaba la industria del
país con su plan de
estabilización. Cualquiera que se tome el trabajo de
revisar las estadísticas, va a encontrar que en 1968-69
con una estabilización que fue exitosa pero precaria,
porque poco después del "Cordobazo" se perdió, de
todas maneras nuestra producción industrial era comparable a la
de Brasil.

El país entro desde 1970 en una gran
inestabilidad política y de las políticas
económicas, y luego del "Rodrigazo" a mediados de 1975, y
mucho mas aun desde el golpe de marzo de 1976 y las
políticas de Martínez de Hoz, en
desindustrialización. Por el contrario, desde el golpe
militar de 1964, Brasil estableció y continuó
siempre una política de
industrialización.

El resultado es que hoy tenemos un desequilibrio muy
grande. A partir de ese desequilibrio tan grande, cualquier
proceso de integración se vuelve muy
difícil.

Es posible leer en los diarios todos los días,
que, por ejemplo, los franceses se opusieron a algunas propuestas
de encaminarse hacia algún tipo de organización federal, presentadas por
Alemania. Pero
el Mercado Común Europeo, además de todas las
condiciones políticas favorables que se dieron, lo que
significó la Guerra y la posguerra, etc., fue posible y se
formo sobre la base de que las economías francesas y
alemanas tenían poca diferencia de tamaño: solo
pasaron a tener una diferencia mayor en tamaño con la
reunificación de Alemania, muchos años mas tarde.
Pero además, cuando llego la reunificación de
Alemania hacía ya muchísimos años que el
principal cliente externo
de la economía francesa era Alemania y el principal
cliente externo de la economía alemana era Francia, o
sea, realmente había un intercambio y una
interrelación muy firmemente establecidos. Al pasar a la
última fase del Mercado Común eso se confirma cada
vez más con la compra recíproca de grandes
conglomerados empresarios. Solo hubo algunos problemas, que
no pasaron a mayores, con la compra de bancos.

Entonces, esta es la cuestión. Lo que pasa en
Argentina, más allá de todo esto, es que tenemos
una economía que no funciona, y para hacerla funcionar, no
va a existir una serie de blindajes, que sean útiles para
eso. Necesitaremos los blindajes, como se necesita la anestesia
en una operación o, quizá diversos tipos de
procedimientos
previos, para hacer posible la operación. El problema que
tenemos en la Argentina y porqué estamos donde estamos, es
porque, y esto no lo sostengo solamente yo, sino que lo dice un
liberal como Roberto Alemann, durante muchos años se
predicó que el problema era el Estado, que
el problema era la inflación, etc., y no es que eran las
empresas
públicas no constituían un problema, no que la
inflación, el déficits, no eran problemas, y
graves. Efectivamente eran problemas graves, pero frente a ellos,
el "pensamiento
mágico" liberal lo que sostenía era que, quitados
esos obstáculos, pongámoslo de esta manera, la
economía argentina, el sector productivo de la Argentina
iba a crecer mucho y se iba a modernizar mucho.

En esto también caímos en un tercer error
histórico, ahora más cerca. En la época de
la posguerra y de la Alianza para el Progreso y en nuestro
país y en otros, del desarrollismo, se creía que el
cuello de botella en el desarrollo era
las deficiencias en la infraestructura. Como ejemplo de esta "fe
mágica' en el impacto económico de la
infraestructura, recuerdo que en una oportunidad, siendo
Secretario General del Consejo General de Inversiones en
esa época, por lo que recorría todo el país
permanentemente, estaba yo hablando pacíficamente una vez
en su casa con el ex presidente Frondizi, cuyas ideas y cuya
gestión
no compartía, hasta que de pronto irrumpió Rogelio
Frigerio, y me dijo: si ustedes declararan que la energía
del Chocón es para la región, brotarían las
fábricas a su alrededor…

En el CFI habíamos hecho un estudio,
precisamente, porque era el momento en que el gobierno tenia
que decidir qué se iba a hacer con los precios de la
energía, y demás aspectos relacionados, y el
estudio no demostraba en absoluto eso. Sucedió lo que
sucedió: jamás brotó tal cantidad de
fábricas.

En estos últimos años hemos vuelto a
cometer el error, el segundo gran error, el de creer que,
digámoslo así, la transformación del
sistema
productivo del país es algo que ocurre un poco
mágicamente. Y, además, esperamos que los
"milagros" de nuestras transformaciones vengan desde afuera. Esto
no es nuevo. Creo que en gran medida, por más alarde de
nacionalismo
que se haya hecho a lo largo del tiempo, es como una constante
argentina.

Esta actitud
permanente nos da, dicho sea de paso, una coartada
magnífica, porque sí las cosas no salen como
nosotros queremos, entonces estamos siempre listos para decir que
la culpa es de la gente de afuera. Algo con lo cual no estoy de
acuerdo: la culpa es nuestra

He tenido algunos indicadores a
la vista, pero no pude incorporar los cuadros con los mas
recientes a este trabajo, sino solo esta breve mención,
porque menos de una hora antes entregarlo, recibí el
Informe
Económico del año 2000 del Ministerio de
Economía. Una rápida mirada a las cifras muestra que en la
última década ha habido solamente dos años
que hemos tenido déficit en el comercio con Brasil, el
’92 y el ’93, todos los demás hemos tenido
superávit, y el superávit acumulado es de 10 mil
millones de dólares. El cuadro de al lado muestra que
todos los años, menos uno, hemos tenido déficit con
Estados Unidos y con el ALCA. Esto es
lo que muestran las cifras publicadas por el Ministerio de
Economía, no se trata de opiniones o
comentarios.

A estas cifras hay que darles el valor que
tienen. Son un elemento de la realidad. Es verdad que hay
diferencias en las composiciones de lo que exportamos y de lo que
importamos, tanto de Brasil, como de Estados Unidos, como de
Europa, con de
cualquiera de los bloques comerciales. Y otra vez, considero que
la razón de esas diferencias es culpa nuestra.

En el gobierno de Frondizi, por ejemplo, se
estableció una política automotriz, con la cual se
instalaron algo así como diecinueve o veintiuna fabricas,
que se estaban desarmando en otros lugares de la tierra. Los
argentinos estábamos contentísimos,
producíamos todo tipo de autos. Si
hubiéramos sido sensatos, tendríamos que haber
tenido solo una y a lo sumo dos fabricas, y quizás, de esa
manera, hubiéramos llegado a tener alguna industria
automotriz que hubiera tenido un tamaño suficiente, como
para que cuando llegara una oportunidad de intercambio, como la
del Mercosur, tuviéramos una industria automotriz bien
posicionada. La realidad es que no la tenemos, y entonces la
pelea con Brasil por la industria automotriz, en realidad, la
mayor parte de la pelea se refiere solo a industria de partes
componentes., y es la consecuencia de que tampoco ellas tienen la
dimensión necesaria para poder ser
competitivas en el nuevo mercado ampliado del
Mercosur.

¿Qué problemas tenemos en la
economía real argentina? Esta es una pregunta que nos
tenemos que hacer ¿Y cuál es la importancia del
tema de las exportaciones? Es la otra pregunta que nos tenemos
que hacer.

Comenzando por la segunda, la importancia de las
exportaciones es crucial, es máxima. El día en que
decidimos ponernos el chaleco de fuerza con la
convertibilidad, fuimos exitosos en obtener y
mantener la estabilidad monetaria y cambiaria, aparentemente, ya
que no nos hemos logrado sacar hasta el día de hoy el
chaleco de fuerza, con lo cual hemos tenido un período de
estabilidad monetaria que la Argentina no tuvo desde la
década de 1920. Pero desde ese mismo día no hicimos
"los deberes", que eran un requisito básico de todo
sistema de convertibilidad. Se dijo hasta el cansancio que un
régimen de convertibilidad requería equilibrio
fiscal. Pero
equilibrio fiscal, verdadero, no tuvimos ni un solo
día.

Tenemos una sola excusa magnífica Equilibrio
fiscal; la Argentina no tuvo nunca, jamás, nunca, lo que
quiere decir la palabra nunca: nunca. Algún día,
algún mes, quizá, pero de manera estable, en
términos históricos, nunca. No forma parte de
nuestras preocupaciones ni de nuestra idiosincrasia. Siempre
hemos creído que Dios es argentino. Es mas, por lo menos
hasta cuando yo era chico se decía: "total, con una buena
cosecha esto se arregla"

Entonces, como además tenemos un mercado
financiero interno muy reducido, y bajo la convertibilidad, si
teníamos déficit, no podíamos emitir,
teníamos que tomar fondos prestados, nos resultaba
más barato tomar prestamos fuera del país, a tasa
mucho mas baja que tomarla dentro del país.

¿Qué sucedió? En la década
de los años ’90, las exportaciones del país
se duplicaron, pero el Producto también se duplicó.
Por lo tanto, nuestras exportaciones siguen dando vueltas en
torno a ese siete u ocho por ciento del producto. Pero, detalle
de la mayor importancia, después del Plan Brady, cuando
bajo algo la deuda, ahora tenemos algo así como dos veces
y media la deuda que teníamos en ese momento.

México que tumbó a la Argentina y a toda
América
Latina, no una vez, sino dos, en 1982 con la crisis de la deuda y
el 20 diciembre del ’80; del ‘94 con el Tequila, hoy
tiene una deuda externa muy
grande, pero como al entrar a la Zona del NAFTA con Estados
Unidos y Canada,
aumentó mucho sus exportaciones, hoy México
debe solamente un monto equivalente a un año de sus
exportaciones, que es un indicador que los analistas financieros
de todo el mundo miran muy atentamente. ¿Cuánto
debemos nosotros? Nosotros debemos cinco años de
exportaciones! Porque debemos cinco años de exportaciones,
nosotros no podemos pagar nuestra deuda, y el resto del mundo lo
sabe, claramente. ¿Es que esto lo descubrimos ahora? No,
esto se sabe muy bien, hace mucho tiempo y algunos venimos
hablando de eso, para el hartazgo de algunos amigos nuestros ,
desde hace mucho tiempo.. Pero parecería que los
argentinos nos despertamos a la realidad solo cuando estamos con
la soga al cuello.

¿Qué pasó con el sistema productivo
argentino en estos diez años? Esta es la pregunta que hay
que hacerse. ¿Hubo inversiones externas? Sí, hubo
inversiones externas muy importantes, en nuestro país como
en otros de América Latina. ¿Dónde fueron
esas inversiones externas? Muy mayoritariamente esas inversiones
externas, ni en la Argentina, ni en Brasil, ni en México,
ni en ningún lugar fueron en los sistemas
productivos. Sino que fueron a parar a los servicios
públicos privatizados. Lo cual es lógico, para
alguien que piensa en que tiene que invertir mirando desde
afuera: los sectores relativamente mas seguros, y por
ello, mas rentables, son los servicios
públicos privatizados mediante concesiones del estado.

Los servicios, si no son monopólicos, tienen
siempre reglas que hacen que sean cuasi monopólicos, por
lo cual tienen otro tipo de demanda, en la
mayor parte de los casos con un amplio margen de expansión
en la cobertura, tienen otro tipo de seguridades establecidas pro
el estado, y entonces, en todo el mundo, son los preferidos para
las inversiones externas. Hubo inversiones externas en nuestro
país, en el sistema productivo, algunas, como resultado de
lo cual, prácticamente la totalidad de las cuatrocientas
empresas más grandes del país, son de propiedad
extranjera. Esas mismas cuatrocientos empresas exportan
más del 80 por ciento de nuestras exportaciones. Esta es
la realidad. La pregunta siguiente es: ¿Cuántas
empresas hay en el país? Muchísimas más.
¿Qué pasó con el resto de las empresas
productivas?

No sólo ahora la Sociedad
Rural, sino las demás entidades del agro, hay que
entender, aunque no lo dicen específicamente, que se
están refiriendo a la producción de la Pampa
húmeda, que hoy día hacen falta por lo menos 500
hectáreas para tener una unidad que pueda tener una
dimensión económica suficiente.

Según el Censo del año ’88, que es
el último censo agropecuario disponible, en el país
teníamos, con menos de 500 hectáreas, 330.725
explotaciones, que son el 87.4 por ciento del total de las
explotaciones. Por supuesto, cuando se miran estos números
en términos de superficie, estos números no son
iguales, porque las grandes explotaciones tienen un promedio
mucho más grande, entonces el total del país
tenemos como el 64 por ciento, que estaría arriba de eso.
Pero este es un número engañoso porque en este caso
entra la Patagonia, y
otras áreas que no son competitivas internacionalmente en
relación a la agricultura o
ganadería.

Si tomamos la provincia de Buenos Aires,
algo que se aproxime más a la realidad, aunque no todas
nuestras exportaciones agrícolas provienen de ella, casi
el 70 por ciento de las explotaciones, en cantidad de
explotaciones, está por debajo de las dimensiones
óptimas.

El año pasado, tras mil vueltas y peleas,
finalmente se estableció un refinanciamiento del Banco de
la Nación
para productores agropecuarios que estaban muy endeudados. Como
resultado, se anuncio en un comunicado de prensa se le
refinanció sus deudas a unos 20.000 productores y que el
total de la deuda refinanciada era de unos 800 millones de pesos.
Resultaría así que el promedio de la deuda
refinanciada era 40 mil pesos por productor, es decir que hay
productores a la cuales se le dio 30 años para devolver 40
mil pesos. La pregunta que cabe hacerse, no hace falta ser
economista para ello, es cual es la perspectiva de alguien que
hay darle semejante plazo de refinanciamiento para devolver 40
mil pesos Realmente, ¿puede alguien en esos casos ponerse
en condiciones de modernizar la explotación? No, es obvio
que no puede.

En el comercio, Cornide, el presidente de la CAME, dice
que ha desaparecido el 15 por ciento de los comercios de este
país, con lo cual no tendríamos nada más que
425 mil locales comerciales. Los números del último
Censo, del 93, darían un poco menos, pero no hace mayor
diferencia para nuestro análisis.

Si se toma la estimación del INDEC, de una
población de cerca de 37 millones de
argentinos, dividiendo por esa cantidad de locales comerciales,
da 87 y algo más. O sea, tenemos algún kiosco,
boliche, negocio, talleres de servicio
menores, etc. cada 87 habitantes. Ester indicador en si puede
causar alguna sorpresa, y pero parecería que no dice
mucho. Pero este indicador es sesenta y tantas veces mayor que el
de Estados Unidos y cuarenta y tantas veces mayor que el del
Mercado Común.

Los índices de estos sectores, nos están
diciendo que este tipo de estructuras
económicas, son absolutamente incompatibles con las de una
economía moderna. Y que si el país va hacia tener
una economía moderna, alguna vez, aunque no de un
día para el otro, esa situación no va a poder
seguir siendo así, porque no es así en
ningún país que tiene una economía
desarrollada.

Hace un par de días, el profesor
Jeffrey Sachs de la Universidad de
Harvard, quien merece respeto, mas
allá de que normalmente estamos en desacuerdo con planteos
suyos, escribió un artículo que apareció en
el diario La Nación y da otras cifras que son de aquellas
que a uno le golpean en la cabeza: la Argentina patentó en
Estados Unidos, el año pasado, sesenta y tres patentes y
Corea patentó tres mil seiscientas.

Un poco antes de las elecciones, tuvieron lugar en
Buenos Aires algunos seminarios internacionales
interesantísimos, sobre ciencia y
tecnología y sobre educación. Participo
el que dos veces había sido ministro de Ciencia y
Tecnología
de Corea. Lo oí con mucho agrado y además
conversé con él por lo menos un par de horas, en
dos ocasiones. El dijo públicamente, en forma muy sucinta,
es lo siguiente: "Este seminario es muy
interesante, lo veo al país mejor, estoy muy agradecido a
la Argentina", dijo, "porque un día llegaron los de
Siemens, nos querían vender una usina atómica y yo
les pregunté: ¿Y esto que ustedes nos quieren
vender, dónde existe, dónde funciona? Me
respondieron: En Argentina"-.

Entre paréntesis, los coreanos fueron muchos
más inteligentes que nosotros. Porque cuando nosotros,
nacionalistas, compramos Atucha, hicimos de conejito de las
Indias, porque esa usina no funcionaba absolutamente en
ningún lugar de la tierra. La
primera que funcionó fue en nuestro país, por eso
cuando se quemó el tubo, hace unos años, como
además para ahorrar plata tampoco compramos el robot,
porque era muy caro, tuvimos que tener Atucha parada siete u ocho
meses. Y además, inventar el robot, cosa que
inventamos.

Vino este ministro de Corea semi de incógnito,
fue a hablar a la Comisión de Energía
Atómica y dijo públicamente que estaba muy
agradecido a la Argentina porque de los muchos países que
conocía el único que le había dado acceso a
lo que necesitaba fue la Comisión de Energía
Atómica, le mostraron la usina, le dieron toda la información, se volvió y tomó
su decisión.

En otro viaje visitó los laboratorios de la Bell
en Estados Unidos, que eran los laboratorios más grandes
del mundo en telefonía, hasta que el juez Green
ordenó partir la Bell en las ocho Baby Bell’s y eran
los que estaban más adelantados en tecnología
telefónica, y además se ocupaban de atrasar el
desarrollo tecnológico, porque la Bell tenía
grandes inversiones y por lo tanto no le convenía que
hubiera renovaciones tecnológicas hasta que se hubieran
amortizado los equipos que tenían. Fue una de las cosas
que el juez Green, en Estados Unidos, tuvo en cuenta para ordenar
la separación de todas estas empresas.

El Ministro coreano visitó ese laboratorio,
le mostraron y se dio cuenta de lo que sucedía.
Según dijo públicamente, de allí se fue a la
India, y
allí visito un laboratorio que tenia un número
exorbitante, seis u ocho mil científicos y dijo: ustedes
saben que los hindúes son gente tranquila, probablemente
en el año 2.100 terminaran de producir algo. Regreso a
Corea, hablo con el presidente de la
República y le dijo: encontré que hay un nicho
que podemos aprovechar. Entonces llamaron a las empresas,
aportaron fondos del Estado, y cuatro años más
tarde, eran y siguen siendo el primer productor de switchs
electrónicos que se usan hoy en las centrales
telefónicas electrónicas.

Entonces, dijo continuo el ex ministro coreano: "Es muy
interesante toda esta discusión, pero yo les voy a decir
una cosa, nosotros jamás hicimos ningún seminario
de Política, Ciencia y Tecnología y nunca tuvimos
ninguna política de ciencia y tecnología: Hicimos".
Lo cual me recordó, inmediatamente, a Ortega y Gasset:
"Argentinos a las cosas". Porque inmediatamente el coreano dijo:
"Yo estoy absolutamente convencido de que Argentina puede, tiene
la capacidad, tecnológica de identificar tres, cuatro o
cinco cosas, de dedicarse y hacer las tecnologías de punta
necesarias. Si ustedes piensan que Finlandia es el productor de
punta de los teléfonos celulares es otro ejemplo"
terminó el coreano.

El siguiente expositor fue el ingeniero Tizado, de
Techint, que fue brevemente secretario de Industria; relato otra
historia
impactante. Dijo que por los años ´80 ellos se
dieron cuenta de que no tenían demasiadas posibilidades de
seguir vendiendo caños de gas en el
país, dadas como estaban las cosas, la economía
argentina estaba mal. El grupo
tomó la decisión estratégica de seguir
adelante. Eso significaba vender sus tubos en otros
países, la China y otros,
donde tenían el problema de que las diferentes
composiciones químicas de los suelos
requerían diferentes aleaciones en
los tubos; no se podía fabricar el tubo acá y
exportarlo así. Para eso necesitaban tecnologías
que no tenían.

Fueron comprando tecnologías y un día fue
a Japón.
Tuvo largas conversaciones con una empresa
japonesa, la cual le dijo que estaba de acuerdo en venderles la
tecnología, pero que tenía que hacer un
trámite al final, "Tiene que ir al famoso MITI" el
Ministerio de Comercio, de Industria y Comercio
Exterior. Una burocracia
más, se dijo.

Fue contento al Ministerio, donde el funcionario
japonés lo oyó prolijamente, le hizo preguntas y al
final le pregunto: "¿Terminó?" "Sí
terminé" "Bueno, no" le dijo el japonés.
"¿Cómo?" "No." "¿Cómo que no?
¿Qué me quiere decir?"- -"Que no autorizamos la
exportación de la
tecnología."

Entonces el ingeniero Tizado contó que se fue al
hotel, se puso a meditar un rato,
después de lo cual averiguó cuál era el
primer vuelo que salía para acá, se volvió,
fue y habló con Roca y le dijo: "Estamos contra la pared.
O vendemos todo esto y nos dedicamos a otra cosa o tenemos que
fabricar la tecnología."

Decidieron producir la tecnología. Salieron
inmediatamente a la Facultad de Ciencias
Exactas de La Plata, siempre en vinculación con la planta
de Propulsora, después a la de la UBA. Empezaron a
reclutar ingenieros, físicos y químicos que o
sabían algo o que podían saber del tema. Ahí
fue como me enteré de que Techint tiene un laboratorio,
desde entonces, donde tiene cincuenta científicos con
doctorados hechos en el exterior, que los hicieron porque ellos
los mandaron a estudiar.

Con sus propios investigadores desarrollaron la
tecnología, y las vueltas de la vida son tales que una
noticia pequeña en los diarios argentinos informo el
año pasado un comunicado del Gobierno de Japón en
el que expresaba su beneplácito por la compra de una
empresa por el
Grupo Techint, lo que aseguraba su inserción en la
economía
mundial.

¿De qué empresa hablaba el gobierno
japonés? De la empresa que no
le vendió la tecnología por orden del gobierno
japonés. Es más, la familia
Roca, hizo bajo Mussolini la industria del acero en Italia, por lo
cual en 1946 los echaron, vinieron para acá, cómo
Edda Mussolini y otras muchos gente, e hicieron la industria que
hicieron. Hace tres o cuatro años, cuando comenzó
el proceso de privatización de la Finsider en Italia,
compró la planta de Dálmine, (la Dálmine de
acá, de Campana, tenia el mismo nombre de Dálmine),
del lugar de Italia donde estaba la planta original que ellos
habían construido.. Ellos la compraron. O sea, los nietos
compraron lo que habían construido los abuelos. Y cabe
mencionar esto aquí, porque cabria decir: ¡se
pudo!

En los años ’80 se construyo la Petroquímica Cuyo, en Luján de Cuyo,
que en el primer año de producción exportó,
desde Luján de Cuyo a Japón, a Corea y a Alemania.
Se puede: pero hay que hacerlo. Hay que hacerlo: y para eso,
hacen falta empresarios, con la visión, el coraje, la
capacidad de hacerlo.

Podemos seguir pasando el día reclamando contra
los subsidios americanos y europeos a la agricultura: no
está mal que reclamemos, porque tenemos razón. Pero
si creemos que van a desaparecer mañana a la mañana
los subsidios, y nos dedicamos a quejarnos, y nos sentamos a
esperar a que desaparezcan, como país no vamos
absolutamente a ningún lugar. Esto alguna gente lo ha
entendido en Argentina, quizá se va notando en algunas
cosas, por ejemplo, en la producción de soja, se va a
triplicar!.

Han pasado otro tipo de cosas: los argentinos creemos
que somos un país que exporta carnes. Hace varios
años que este país exporta más pesca que
carne. Exporta más pesca registrada; pero se considera que
como mínimo no se registra el cincuenta por ciento, que
nos la roban. Y como somos como somos, no vigilamos lo
necesario.

Algunas cosas pueden parecer insólitas, pero
están sucediendo: jamás tuvimos una base naval en
la Patagonia, pero el Gobernador "progresista" de Santa Cruz
está construyendo una base naval, en Caleta Paula. Y la
base aeronaval de Trelew es sostenida en gran medida por la
provincia de Chubut y hace poco que se compraron algunos aviones
Orión que se pagaron con un aporte del presupuesto de la
Secretaría de Agricultura. Es un país como el
nuestro, parece absurdo todo esto.

Ahora ¿Por qué se preocupa por tener una
base naval el Gobernador de Santa Cruz, y el de Chubut por tener
los aviones? Porque son los que cuidan la frontera, y la
frontera económica, para ellos, para sus provincias, es el
mar.

Hace dos años o tres, el Departamento de Estado
de los Estados Unidos produjo un informe económico que me
azoró cuando se lo pedí al Agregado Comercial en
una reunión, y me lo envió: dice que la Argentina
es la principal frontera minera de la tierra. Es el lugar donde
hay más proyectos mineros
pendientes de realización.

En estos años últimos no se ha podido
avanzar con muchos de esos proyectos, porque había un
problema en el sudeste asiático, que es el principal
mercado, pero se dio un enorme paso en el tratado de fronteras
con Chile, porque nuestro negocio es hacer explotaciones
binacionales, y sacar el mineral del otro lado de la cordillera,
hacia el Pacífico, porque el costo de sacarlo
por ahí, es muchísimo menor.

Seria posible continuar: exportamos más petróleo que productos agrícolas en
este país.

La Argentina no es más lo que fue, pero mucho de
lo que nos queda bajo propiedad nacional no sirve. El aparato
industrial argentino, en manos de argentinos, el aparato
comercial y las pequeñas propiedades agrícolas no
sirven. No van a servir nunca más, y estamos viendo todos
los días pedidos de rebajas impositivas, de rebajas en
tasas de
interés, etcétera, que son inútiles. No
sirve de nada rebajarle los impuestos o
rebajarle la tasa de
interés a alguien que no puede vender.

El pequeño problema que nosotros tenemos, sobre
todo con la cuota que nos toca de realismo
mágico latinoamericano, es que a nosotros nos dijeron que
se privatizaba, nos poníamos el chaleco de fuerza de la
convertibilidad, etcétera, y ya todo estaría bien,
pero esto no es así en absoluto.

La transformación de la mayor parte del aparato
productivo nacional para ponerlo en condiciones competitivas, de
tecnología, de tamaño, de gestión, no se ha
producido en absoluto. Y si queremos exportar, y poder crecer, y
pagar nuestras deudas, externas e internas, hay que hacerlo,
urgentemente.

Puedo agregar a este trabajo realizado por el Dr.
Andrieu otro comentario realizado por él, donde explica
que la Argentina participo en distintos acuerdos de
integración regional en América Latina desde la
década del 60: en la Asociación latinoamericana de
Libre Comercio (ALALC), en la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI) y
finalmente en el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR).

En los 90 el desarrollo comercial del MERCOSUR fue
satisfactorio entre 1991 y 1998 aunque la falta de disciplina en
las políticas micro económicas, fue una fuente
permanente de conflictos.

Entre 1999 y el presente, las crisis macro
económicas recurrentes de sus principales socios generaron
retrocesos en la integración del MERCOSUR. En los
próximos años la argentina deberá revisar su
estrategia comercial unilateral, aumentar su grado de apertura y
reconsiderar la forma bajo la cual los acuerdos de integración
económica resultan funcionales a esa
estrategia.

El relanzamiento del MERCOSUR y su participación
en el ALCA constituyen proyectos cuya compatibilidad y
complementariedad son motivo de discusión y
reelaboración en un escenario de comercio
internacional menos dinámico que en los 90.

3
– MERCOSUR social.

En un articulo publicado el 18/02/2008 por el Diario
Clarín Por: Carlos "Chacho" Alvarez
Fuente: PRESIDENTE COMISION DE REPRESENTANTES PERMANENTES DEL
MERCOSUR

Titulado Mercosur social, un salto cualitativo en la
integración, siguiendo la línea de pensamiento del
Dr Andrieu al resaltar la necesidad de replantear el papel del
MERCOSUR en un contexto diferenciado del de los años 90 y
apuntando a una búsqueda de mayores beneficios a nivel
social y no tanto de grandes corporaciones económicas,
explica:

"En los 90, nacido de la mano del modelo
neoliberal, el MERCOSUR se constituyó en un espacio que
propició la integración de la subregión
en base a factores únicamente
económico-comerciales
. Así, la agenda
comercial, la disponibilidad de mercados competitivos en cada
país, la cantidad de bienes y
servicios intercambiados se convirtieron, entre otros, en
indicadores excluyentes de la percepción
del avance o estancamiento del MERCOSUR, soslayándose
por completo lo social
.
La estructura
institucional y la metodología establecidas por el Tratado de
Asunción de 1991 y sus Protocolos se
corresponden con un contexto político-ideológico
que impulsaba un modelo de integración compatible con las
políticas orientadas por los principios del
Consenso de Washington.
Los hechos han demostrado que ese modelo, tanto a nivel nacional
como del MERCOSUR, sólo ha sido funcional a los
intereses de las grandes corporaciones
, dejando a la gran
mayoría de la población ausente de los
beneficios de este esquema de intercambio comercial
ampliado
.
La crisis social, económica y política que, aunque
no simultáneamente, afectó a la región
planteó crudamente la necesidad de repensar estrategias
innovadoras
para hacer frente a una realidad que era dolorosa
y que no daba lugar a paliativos momentáneos exigiendo la
presencia de un Estado activo que formulara y ejecutara una
política
social innovadora
, de más largo plazo, de
verdadero desarrollo
humano integral.
En este sentido, el MERCOSUR, creado sobre las mismas premisas de
aquel Estado "prisionero del mercado" que eclosionó a
fines de los 90 y principios del 2000, necesita ser repensado
a la luz de las
necesidades de nuestros pueblos
.
En consonancia de gobiernos comprometidos con el desarrollo
humano y social, se dotó a la región del marco
apropiado para reconvertir un proceso asentado únicamente
en perspectivas económicas-comerciales, ofreciendo una
oportunidad histórica para reformularlo, sustentado en un
compromiso social real y en acciones
concretas.
Esto hace posible otorgarle un verdadero sentido de la
integración: la complementación de acciones para
elevar la calidad de
vida de nuestros pueblos
.
La complejidad del mundo actual —que se ve sobre todo en
las zonas de frontera— se debe a que, más
allá de los límites
internacionales que demarcan soberanías, las
problemáticas sociales no se detienen ante estas
divisiones, sino que las atraviesan
, tornando imperiosa la
articulación de acciones entre los Estados.
Y es aquí donde junto con la dimensión
económica, la dimensión social adquiere hoy
centralidad en el proceso de integración
como acción
para la promoción de la persona y su
realización individual en una sociedad inclusiva. De esta
forma, está llamada a ser un eje articulador del proceso
de integración a fin de constituir un espacio donde la
persona, la familia, la
comunidad  —y no el mercado— sean los
principales actores
.
Para esta tarea serán los próximos seis meses
decisivos, porque bajo la Presidencia ProTempore de la Argentina
avanzaremos hacia el reconocimiento de una mayor
institucionalidad de esta dimensión
promoviendo la
constitución de una Comisión de
Coordinación de Políticas Sociales
del MERCOSUR que nos permita otorgar mayor coherencia a las
iniciativas existentes y desarrollar proyectos integrales
conjuntos que
posibiliten que sus beneficios lleguen a nuestras
comunidades.
Tendremos entre otras importantes tareas la de generar un
Plan
Estratégico de Desarrollo Social
coordinando las iniciativas que las reuniones y grupos de trabajo
realizan en temas tan diversos como salud, juventud,
mujer, medio
ambiente, trabajo
, entre
otros.       
También seguiremos trabajando en la instalación del
Instituto Social del MERCOSUR. Iniciativa conjunta entre las
autoridades sociales y la Comisión de Representantes
Permanentes del MERCOSUR, a partir de la necesidad de contar con
una herramienta que potencie el trabajo, sistematice y
actualice indicadores sociales regionales y colabore
técnicamente en el diseño
de políticas sociales regionales
.
Asimismo, nos hallamos en camino de generar la primera
política pública pluriestatal de economía
social en zonas de frontera
, espacios especialmente propicios
para potenciar los procesos de
integración y en los que se entrecruzan múltiples
problemáticas sociales.
De esta forma, a la agenda de trabajo de construcción de indicadores comunes, de
definición de ejes de trabajo, de cooperación
horizontal, se le imprime un salto cualitativo.
Todos estos pasos se dirigen a cumplir lo que nuestros
presidentes vienen enfatizando en sus discursos: el
desarrollo de un Mercosur integral, en el que se tengan en
cuenta, y al mismo nivel, los aspectos comerciales,
económicos, productivos, sociales y culturales; la
necesidad de un Mercosur al servicio de los pueblos, la
única forma de dotar a los procesos de integración
de la legitimidad que precisan como condición necesaria
para garantizar su éxito.
Y, finalmente, un Mercosur que sea capaz de generar una
verdadera ciudadanía.
La creación de una pertenencia que se asemeje a la que
sentimos por nuestra patria sólo es posible desde un
Mercosur que sea capaz de construir ciudadanía.
Como expresara nuestra presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, en ocasión del acto de asunción como
presidenta del Mercosur: "Debemos profundizar ahora, en un tiempo
diferente para la América latina, para nuestra
región que ha vuelto a reencontrarse con su propia
identidad
en gobiernos que han hecho de la democracia y
de la inclusión social dos ejes irrenunciables de la
actividad política". "

4 – Cumbre
Unión
Europea-América latina y el Caribe

En estos días se publico tanto en el diario
Clarín como en La Nación un informe sobre la
venidera cumbre conocida como la ronda de Doha.

La firma del acuerdo comercial quedó frenada en
2004. Y los temas más conflictivos se discuten en el
ámbito de La Ronda de Doha de la
Organización Mundial Del Comercio (OMC). Pero en
abril habrá reuniones de alto nivel.

El embajador de la UE en la Argentina Gustavo
Martín Prada cree que el acuerdo avanzará aunque la
Ronda de Doha no tenga resultados positivos. Sostiene que los
mayores beneficios para el MERCOSUR serán en las
inversiones.

Por otro lado enumera las diferencias más
importantes entre el Mercado del Sur y la UE y
explica:

"Podemos decir que son de dos tipos. Unas, las que
podríamos llamar "mercantiles ", que fueron las que en
2004 impidieron la firma del acuerdo. (…) Por ejemplo, el
MERCOSUR es una de las regiones más competitivas del mundo
en cuestiones agrícolas y liberalizar el comercio generaba
problemas en ese sector de la UE; y , de manera simétrica,
la UE es eficiente en temas industriales y de servicios, pero
liberalizarlo era muy problemático para el
MERCOSUR.

Esto es una parte. Pero además hay diferencias
respecto a los distintos grados de integración en ambos
bloques. Por ejemplo, en servicios o en compras
públicas, la UE está integrada y el MERCOSUR no"
(Ver anexo informativo)

¿Qué puede esperarse de la Cumbre
Unión Europea-América latina y el Caribe, a
realizarse en Lima en mayo próximo? Habrá por
cierto una declaración final cuyo texto se
está aún negociando. Estará centrada en dos
temas privilegiados en esta ocasión: la cuestión
social –pobreza,
desigualdad y exclusión- y el desarrollo
sostenible –medio ambiente,
cambio
climático y energía-. Pero sin perjuicio de la
relevancia de ambos temas, buena parte de la atención sobre esta Cumbre estará
concentrada en dos aspectos centrales de la agenda común a
ambas regiones.
El primero tiene que ver con la necesidad de colocar las
relaciones futuras en el cuadro más amplio de los
profundos cambios que se están operando en el mundo y en
ambas regiones. En un contexto global con fuertes incertidumbres
y con múltiples opciones para la inserción
internacional de cada país y región no
parecería razonable seguir visualizando estas Cumbres
birregionales y sus agendas con planteamientos originados hace
más de diez años. Su periodicidad y los métodos de
trabajo empleados para su preparación y para asegurar el
cumplimiento de las hojas de ruta que en ellas se aprueben
requieren de una visión innovadora. Convendría que
de Lima surja un mandato renovador, cuyos resultados sean luego
sometidos a la Cumbre en España en
2010.
El segundo tiene que ver con las negociaciones de la Unión
Europea con América Central, con la Comunidad Andina de
Naciones y con el MERCOSUR. Cada una tiene historia, dinámica, relevancia y grados de avance
diferentes. Lo importante es que al concluir la Cumbre de Lima,
se pueda tener una idea cierta sobre sus respectivos futuros.
Es difícil que se produzcan avances sustanciales antes de
Lima en las negociaciones entre el MERCOSUR y la Unión
Europea. Se sabe que están condicionadas por los
resultados aún inciertos de la Rueda Doha. Pero sí
sería factible, de existir voluntad política,
trazar una agenda de trabajo sobre la base del Acuerdo Marco de
Madrid de
1995, plenamente vigente, y con contenidos precisos y de
actualidad. Colocar tal agenda en la perspectiva de lo mucho que
puede avanzarse en el plano de la facilitación del
comercio, de la conexión física de los
mercados, de los marcos reguladores que inciden en el comercio de
bienes y de servicios, de las sinergias sectoriales y de la
cooperación científica y tecnológica es algo
que permitiría apreciar como valiosos los resultados de
Lima.

5 –
BIBLIOGRAFÍA:

  • MODELOS,
    PLANES Y POLÍTICAS ECONOMICAS Y SOCIALES EN ARGENTINA De
    Pedro Enrique Andrieu Capitulo 13 Los bloques comerciales:
    Argentina, Mercosur y ALCA – el gran desafío
    económico de la región. (versión CD
    )
  • www.servicios.clarin.com
  • www.mecon.gov.ar
  • Diario Clarín Sección Suplemento
    Económico Domingo 2 de marzo de 2008 Pág.6 Oscar
    Martínez.
  • Diario La Nación Versión Digital
    Sección Comercio exterior Domingo 2 de marzo de 2008
    Félix Pena.

 

 

 

Autor:

Alejandro G. Petricic

UNIVERSIDAD J0HN F. KENNEDY

Economía

Partes: 1, 2
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