- Las
universidades - El origen del
término - Universidades
públicas y privadas - Incremento
de la oferta de servicios educativos
superiores - La
tasa interna de retorno - Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La educación
superior ha sido desde tiempos pasados una verdadera
preocupación para muchos jóvenes, quienes antes de
salir de su época escolar ya se encuentran preocupados por
tener una preparación profesional con el cual
desempeñarse en la vida para lograr un buen estilo de
existencia en el futuro. A la vez, existe otro grupo de
personas quienes también desean constituirse como
profesionales en alguna carrera y que se encuentran en la
época post colegial; ambos bandos constituyen la demanda de los
servicios
educativos superiores.
Asimismo, en nuestro país, el número de
instituciones
encargadas de formar nuevas personas competitivas, a las cuales
se consideran oferta de
servicios educativos superiores, se han ido acrecentando con el
transcurso del tiempo y posee
la tendencia de seguir incrementándose aun
más.
Sin lugar a dudas la alternativa más atractiva
para los aspirantes es la universidad, dado
que el valor de las
titulaciones que ofrece es significativamente mayor a la que
otorgan las otras opciones, es ello el motivo por el cual la
demanda ha sufrido un aumento.
LAS
UNIVERSIDADES
Las consecuencias de la aparición de la
universidad son el nacimiento de un conjunto de maestros,
sacerdotes y laicos, a los que la iglesia
confiaba la enseñanza de la doctrina revelada, hasta
entonces confiada a la jerarquía eclesiástica.
Ahora su título jurídico pertenece a la
corporación universitaria.
Hay hechos en la Baja Edad Media que
marcan una novedad: la aparición de la universidad, con el
fin de formar a los jóvenes en las profesiones
"clericales", la teología, el Derecho y la Medicina, como
facultades mayores; como facultad menor la de artes o
filosofía. Eran instituciones de la cristiandad: se
reconocían por una bula papal, su lengua era el
latín y los saberes que enseñaban estaban
articulados sobre la concepción católica del mundo
y del hombre. Sus
métodos de
razonamiento y discusión eran
escolásticos.
Pero lo que me interesa destacar es que
"Universidad" en su origen no indicaba un centro de
estudios sino una agremiación o "sindicato" o
asociación corporativa que protegía intereses de
las personas dedicadas al oficio del saber.
Entendida la Universidad como generadora del saber, se
le atribuyó el carácter de "Alma Mater" en el
sentido de engendrar y transformar al hombre por obra de la ciencia y
el saber.
EL ORIGEN DEL
TÉRMINO
La palabra "Universidad" procede del latín
UNIVERSITAS, nombre abstracto formado sobre el adjetivo
UNIVERSUS-A-UM ("todo", "entero", "universal"), derivado a la vez
de UNUS-A-UM ("uno").
En el latín medieval UNIVERSITAS se empleó
originariamente para designar cualquier comunidad o
corporación considerada en su aspecto
colectivo.
Hacia fines del siglo XIV, la palabra empezó a
usarse, con el significado que tiene en la actualidad. Sin
embargo, el término más antiguo y que
continuó usándose durante mucho tiempo fue el de
STUDIUM o STUDIUM GENERALE.
El triunfo de la palabra UNIVERSITAS con su significado
actual no llego hasta el Renacimiento.
Es claro que la palabra universitas, formada por los elementos
unus, una unum, y verto, vertere, versum, expresa una
visión globalizadora de toda la realidad.
El término universitas se empleaba ya en
latín para denominar cualquier conjunto de unidades o la
totalidad de una cosa: universitas navis era la totalidad
del barco; universitas orationis, la totalidad del
discurso;
universitas generis humani, el conjunto del género
humano.
En el año 533, en el Digesto de Justiniano,
aparece ya universitas con el significado de
agrupación, corporación, gremio, comunidad,
colegio, sociedad; a
este ámbito significativo corresponde el nombre de
universidades que se daba en la Edad Media al conjunto de
poblaciones que para defender en común sus intereses
formaban una unidad jurídica.
En Cataluña, a partir del siglo XII y,
posteriormente, en los demás estados de la Corona de
Aragón, los municipios eran conocidos con el nombre de
universidades. Y fue de este concepto de
persona
jurídica formada por una pluralidad y diversidad de
personas físicas, del que surgió el nombre de
universidades para las agrupaciones de estudiantes y
profesores.
En la última acepción de Covarrubias se
hace alusión a que, durante la edad media, también
se denominaban "universidades" a un conjunto de poblaciones o de
barrios que estaban unidos por intereses comunes bajo una misma
representación jurídica.
Al primer ámbito significativo corresponde el
nombre de universidades, es decir como gremios. Los papas y los
reyes tuvieron sumo interés en
la creación y protección de estos nuevos entes. Les
concedieron privilegios y jurisdicción propia, exactamente
igual que si se tratase de ciudades y municipios.
Eran política y
administrativamente independientes de la ciudad en que estaban
(normalmente a las afueras) y con graves problemas en
sus relaciones con las autoridades locales tanto civiles como
eclesiásticas, que querían tenerlas bajo su
dominio. No
era raro incluso que se mudasen de ciudad cuando estaban
descontentos. La Universidad de Cambridge nació como
disgregación de la de Oxford, a causa del descontento de
un grupo de estudiantes, que emigraron. La Universidad de
París, por ejemplo, prototipo junto con Bolonia de la
Universidad medieval, era una unidad jurídica formada por
cuatro facultades: tres superiores (Teología, Derecho
canónico, Medicina) y una inferior, la de Artes,
subdividida en cuatro naciones, que comprendían tanto a
profesores como a alumnos.
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