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El Ejercicio Físico en la Rehabilitación Cardiaca (página 2)



Partes: 1, 2

 

Cuando duele el corazón.
¿Cuál es la situación y las necesidades del
paciente con cardiopatía en el mundo de
hoy?


Cuando el paciente sabe que está
enfermo del corazón, experimenta un duelo que puede
generar sensaciones de inseguridad,
miedo, ansiedad, desesperanza e incluso provocar un cuadro de
depresión mayor. Además, las
numerosas dudas que el paciente tiene acerca de su
pronóstico, su actividad física y sexual, la
capacidad para volver a conducir un automóvil, la factibilidad de
regresar a trabajar, entre otras, muchas veces no son resueltas,
lo que genera más inseguridad y pérdida de la
confianza en sí mismo.

Este sentimiento de fragilidad experimentado por el
paciente y el exceso de cautela por parte del médico, se
han reflejado en la historia desde hace mucho
tiempo. Por
ejemplo, el miedo del médico a que el paciente tuviera una
muerte
súbita en los días que seguían a un infarto del
miocardio, le obligaban a prescribirle reposo absoluto por largos
periodos. En los años cincuenta se creía que el
paciente debería guardar estricto reposo en cama durante
las primeras 8 semanas. Incluso varios meses después de
haber presentado un infarto agudo del
miocardio, al paciente se le restringía
importantemente la actividad física y a algunos no se les
permitía subir un piso de escaleras hasta después
de haber cumplido 1 año de haber sufrido el infarto agudo
del miocardio. A otros pacientes no se les autorizaba a comer por
sí solos o incluso voltearse de lado en la cama
[1,3].

En no pocas ocasiones, el paciente tiene un deterioro
importante no solamente en su estado de
salud, sino que
tiene problemas para
su reincorporación laboral y para
volver a tomar su papel familiar y social [4].

La primera inquietud de un paciente es en cuanto a su
sobrevida. Se han realizado innumerables tipos de clasificaciones
de riesgo CV en el
paciente que ha sufrido un infarto del miocardio, con el
afán de tratar de predecir el tiempo que tardará en
presentar un nuevo evento CV o incluso la muerte.
Para ello, es necesario realizar lo que se conoce como una
estratificación del riesgo y se requiere una serie de
estudios para evaluar las características de cada
paciente.

El diagnóstico de cardiopatía
isquémica también afecta de forma importante la
vida sexual de los pacientes. En un 50% de los casos el paciente
disminuye su actividad sexual después de haber sufrido un
infarto agudo del miocardio y en un 25% la suspende totalmente
[4,5]. Las causas son muy variadas, pero el común
denominador es el miedo y la inseguridad tanto del paciente como
de su pareja. En el 80% de los casos el paciente no recibe
ninguna información acerca de su vida sexual por
parte del médico [5,6].

Programas
de rehabilitación cardiaca y prevención
secundaria

Definición
"Los servicios de
rehabilitación cardiaca son programas a largo
plazo que comprenden una evaluación
médica, prescripción de ejercicio,
modificación de factores de riesgo, educación y
asesoría de los pacientes. Son diseñados para
limitar los efectos dañinos tanto fisiológicos como
psicológicos de las cardiopatías, reducir el riesgo
de muerte súbita o preinfarto, controlar la
sintomatología CV, estabilizar o revertir el proceso de
aterosclerosis y mejorar el estado
psicosocial y vocacional de los pacientes"[9].

Medicamento: ejercicio
físico

Una de las bases de la
rehabilitación cardiaca es la terapéutica mediante
el ejercicio físico. Debido a las características
del ejercicio físico, se considera a la par de cualquier
otro medicamento ya que tiene un efecto fisiológico muy
bien caracterizado y en muchas ocasiones estereotipado y este
efecto es claramente dosis-dependiente. El paciente que realiza
el ejercicio físico de forma exagerada puede presentar
datos de
"intoxicación" como son el sobreentrenamiento, ya sea
agudo o crónico. El ejercicio también ha mostrado
tener una vida media, algo que se ha visto en el estudio de su
acción
en el comportamiento
de la tensión arterial. Incluso aquel paciente que realiza
ejercicio físico de forma crónica, puede
desarrollar un tipo de síndrome de supresión al
abandonar su práctica y puede además generar una
dependencia física al mismo.

Estudios recientes realizados en Palo Alto, California,
por el grupo de J.
Myers y V. Froelicher, han demostrado que la realización
de ejercicio físico puede incrementar la sobrevida del ser
humano [10].

Objetivos
La realización de un
programa de
rehabilitación física inicialmente está
encaminada a aquellos pacientes que han presentado algún
evento CV como lo es un síndrome coronario agudo,
algún tipo de intervencionismo cardiaco o inclusive una
cirugía cardiaca. Este tipo de programas son
también recomendados a aquellos pacientes que tienen un
riesgo elevado de tener una enfermedad CV debido a que poseen
alguno o varios de los factores de riesgo CV conocidos. Debido a
que el principal objetivo de
este tipo de programas es el cambiar de forma positiva el
estilo de
vida, puede ser aplicado incluso a la población general bajo el nombre de
programas de prevención primaria.

Las metas a conseguir en este tipo de programas son las
siguientes:
– Lograr que el paciente se haga nuevamente cargo de su vida, que
sea autodependiente.
– Mejorar la sintomatología del paciente basado
principalmente en mejorar la tolerancia al
ejercicio.
– Reducir el riesgo CV y prevenir eventos
coronarios subsecuentes, hospitalizaciones y muerte CV [11].
– Fomentar el apego al tratamiento, así como a un nuevo
estilo de vida más saludable.
– Limitar la incapacidad, sobretodo en ancianos y en aquellos
pacientes cuyo trabajo
involucra ejercicio físico [11].
– Prevenir el síndrome de desacondicionamiento
físico [11].
– Alistar al paciente para que reinicie las actividades de su
vida diaria [12].
– Obtener una mejoría en el estado fisiológico,
psicológico, sexual y vocacional del paciente,
individualizado a sus propias necesidades y deseos
[13].

Una vez que se consiguen estos objetivos, se
observa un impacto importante a nivel de la reintegración
laboral, sexual, familiar y social del paciente, lo cual redunda
en una mejoría de la calidad de
vida [14].

Componentes, enfoque
multidisciplinario

Organización del
programa
: La coordinación la llevará un
cardiólogo con experiencia en rehabilitación
cardiaca y prevención. Su papel es realizar la
evaluación de admisión de los pacientes y la
estratificación de riesgo CV.

La enfermera se encargará de la supervisión de los pacientes durante las
sesiones de ergometría, además de su manejo
paraclínico. Ayudará en la realización de
pruebas de
esfuerzo y asistirá en la consulta de los pacientes.
Dará las charlas informativas a los pacientes.

El fisioterapeuta deberá establecer programas de
kinesioterapia y supervisar a los pacientes cuando lo
estén aplicando. Además, realizará la
evaluación osteomioarticular con el fin de detectar
estados particulares de los pacientes que cambien la estrategia del
entrenamiento.

El personal debe
estar familiarizado con la respuesta del paciente
cardiópata durante el ejercicio. Es necesario que conozca
los principios
básicos de electrocardiografía, sobretodo para el
reconocimiento de arritmias, y que realice un adiestramiento en
reanimación cardiopulmonar.

El servicio de
nutrición
identificará los problemas dietéticos y
nutricionales de los pacientes, les enseñará los
conceptos básicos de una nutrición equilibrada y
los orientará en la adquisición y
elaboración de alimentos.

El equipo de psicología
realizará un diagnóstico en cuanto a la percepción
y la respuesta del paciente a su enfermedad y aplicará las
maniobras necesarias para el manejo de alteraciones como ansiedad
y depresión. Dará también las herramientas
para que el paciente pueda detectar estados de tensión
emotiva y aprenda a relajarse.

Trabajo social
realizará un estudio socio-económico del paciente
con el fin de encontrar y en su caso ayudar con los problemas que
pudieran afectar el apego del paciente al programa.

Los participantes de un programa interdisciplinario de
prevención y rehabilitación cardiaca deberán
mantenerse siempre en comunicación y coordinación entre
ellos. De eso depende la eficacia del
programa.

La primera fase del programa comienza cuando el paciente
se encuentra en el hospital. El principal objetivo es el prevenir
o tratar el síndrome de reposo prolongado. Esto se
hará básicamente con el cardiólogo y el
fisioterapeuta.

La siguiente fase comprende el adiestramiento y
acondicionamiento intensivos del paciente. Esto se hace en el
hospital, pero el paciente ya está en calidad de
"externo", es decir que de su domicilio se trasladará
periódicamente al hospital. Esta fase podrá tener
una duración de varias semanas o incluso algunos meses,
dependiendo del caso. Inicialmente se realizará una
estratificación del riesgo CV particular en cada caso, una
evaluación del sistema
osteomioarticular, una evaluación psicológica y
nutricional con el fin de hacer un diagnóstico integral
del paciente, y en primera instancia predecir la incidencia de
posibles complicaciones durante las sesiones de ejercicio
físico.

La segunda fase comprende el acondicionamiento
físico, el cual provee al paciente de una mejor tolerancia
al ejercicio y una mejoría de los síntomas. Las
actividades serán llevadas por personal de fisioterapia,
técnicos en rehabilitación cardiaca o personal de
enfermería adiestrado en supervisión
de sesiones de ejercicio físico y control mediante
electrocardiografía por telemetría. Las dos
actividades predominantes serán la kinesioterapia
(gimnasia) y la
ergometría (mediante equipos como ciclo ergómetros,
bandas, etc.). El objetivo es acondicionar al paciente, pero
también enseñarle el método
para que pueda realizarlo en la siguiente fase de forma
ambulatoria, lo que ha demostrado buenos resultados
[15].

La asesoría nutricional trata de lograr que el
paciente se involucre en la elección y elaboración
de sus alimentos. Esto genera un cambio en el
estilo de vida de él y de su familia. Uno de
los aspectos más importantes es el psicológico, ya
que se deben tratar los cuadros de depresión y ansiedad
que frecuentemente aquejan al cardiópata. Además,
el psicólogo es un pilar importante en el manejo del
cambio de estilo de vida.

El identificar y controlar los factores de riesgo es
parte importante de la prevención secundaria. Para ello se
dan charlas informativas, detección de la
percepción de riesgo que tienen los pacientes acerca de su
enfermedad, y asesoría grupal e individual en el control
de dichos factores predisponentes de enfermedad CV.

La tercera fase comprende la continuación de todo
lo llevado a cabo de forma autónoma por el paciente en la
fase II (terapia con ejercicio, dieta, control de estrés-depresión-ansiedad, etc.)
pero asesorada periódicamente por el personal de salud.
Estas medidas son necesarias para fomentar el apego al cambio de
estilo de vida de los pacientes.

Limitaciones de
los programas de rehabilitación
cardiaca


Aunque estén ampliamente
demostrados los beneficios de los programas de
rehabilitación y prevención CV en diversos rubros,
se ve que el porcentaje de referencia de pacientes candidatos a
estos programas por parte de sus médicos no es mayor del
30% en ninguna parte del mundo (Australia, EU, Canadá y
Reino Unido) [1]. Las principales causas son el desconocimiento
de las características y beneficios del programa y el
creer que se limita exclusivamente a pacientes gravemente
deteriorados.

El hecho de que los programas de rehabilitación
cardiaca y prevención secundaria comprendan un enfoque
multidisciplinario y con ello la participación de varios
especialistas en materia de
salud, no significa que sean más caros, sino que por el
contrario, conllevan un importante ahorro en
materia de salud
pública.

Un concepto que se
enseña cotidianamente en las diferentes escuelas de
medicina es
que la prevención de cualquier tipo de enfermedad es la
maniobra médica más efectiva; y hace que el impacto
de la enfermedad a niveles como el laboral, familiar,
psicológico, económico, emotivo, etc., sea mucho
menor. La incorporación de un paciente a los programas de
rehabilitación y prevención CV, puede disminuir
considerablemente los costos
secundarios, principalmente las re-hospitalizaciones.

El ahorro que los programas de rehabilitación
cardiaca pueden proveer se ha evaluado en US$8.800 [16], US$9.200
[17] hasta los US$12.000 en 5 años [16], y el ahorro
estimado por cada año de vida salvada es de US$4.950 [11].
Un estudio británico (1992) mostró en la
década de los ochenta que el costo anual del
tratamiento con rehabilitación cardiaca era de £500
pero las pérdidas de trabajo anuales en pacientes que no
recibieron rehabilitación fueron del orden de £1.800
[18].

Un estudio llevado por Ades y colaboradores
comparó dos grupos de
pacientes con infarto del miocardio o cirugía de
revascularización miocárdica y observó que
los que entraron a un programa de rehabilitación CV y
prevención (40%) tuvieron un costo por
rehospitalización de US$1.197 en comparación con
US$1.936 del grupo que no tuvo rehabilitación cardiaca,
con una media de 21 meses de seguimiento [20]. Maroto y
colaboradores mostraron un ahorro en el grupo de
rehabilitación cardiaca de poco más de 17 millones
de pesetas a 6 años del evento CV en comparación
con un grupo control (54’370.249 Ptas. vs. 36’918.339
Ptas.) [5].

El lugar de los programas de rehabilitación y
prevención CV no es "sustituir" el trabajo del
cardiólogo tratante, sino de complementarlo, mejorando de
forma integral al paciente [1].

ASPECTOS DE
LA REHABILITACIÓN CARDÍACA
HOSPITALARIA

Aspectos físicos

Tipo de ejercicio: predominantemente
aeróbico, con ejercicios de estiramiento, flexibilidad y
potenciación suave y progresiva.
Intensidad: se determinará en relación a la
prueba de esfuerzo y se incrementará en función de
la respuesta del paciente al entrenamiento.
Se recomienda una frecuencia cardíaca de entrenamiento
(FCE) no inferior al 75% (75-85%) de la frecuencia
cardíaca máxima (FCM) alcanzada en la prueba de
esfuerzo.
En caso de ergometrías eléctricamente positivas la
FCE alcanzaba en el umbral de isquemia.
Frecuencia: 3-5 sesiones/semana.
Duración: 45-60 minutos/sesión.

Características de las sesiones

Calentamiento: acondicionamiento músculo
esquelético y cardiovascular.
Pauta de ejercicio: predominantemente dinámico.
Recuperación: ejercicio de estiramiento,
relajación y ejercicios respiratorios.

TABLA 1
Indicaciones de la rehabilitación
cardíaca

TABLA 2
Clasificación pronóstico de los pacientes
coronarios a incluir en los programas

En cardiopatías
Isquémicas

Infarto agudo de miocardio
Operados de pontaje aortocoronario
Tras angioplasia

Angina de esfuerzo estable
Trasplante cardíaco
Valvulopatías operadas
Congénitos operados
Insuficiencia cardíaca

En sujetos sanos
Con factores de riesgo coronario
En edad
media de la vida que inician

Ejercicio físico de forma
habitual

Astenia neurocirculatoria

Bajo riesgo

Curso hospitalario sin complicaciones
Ausencia de signos
de isquemia miocárdica
Capacidad funcional >7 mets
Fracción de eyección >50%
Ausencia de arritmias ventriculares severas

Riesgo medio

Defectos reversibles con talio de esfuerzo
Fracción de eyección: 35-490/o
Aparición de angina

Alto riesgo

Reinfarto
Fracción de eyección <35% en reposo
Respuesta hipotensiva al esfuerzo
Capacidad funcional <5 mets con respuesta hipotensiva o
depresión de ST >2 mm a niveles de frecuencia
cardíaca <135 por minuto
Arritmias ventriculares malignas

Aspectos psicológicos

Aprendizaje de una técnica de
relajación.
Modificación de apoyo de grupo y/o individualizada.
Intervención psiquiátrica en los pacientes que lo
precisen.

Control de factores de riesgo

Sesiones informativas dirigidas a los pacientes y
familiares sobre su enfermedad, factores de riesgo y su
prevención.

Aspectos sociolaborales

Asesoramiento por personal cualificado sobre la
reincorporación sociolaboral.

FASES DEL
PROGRAMA

Fase I

  • Comprende desde el ingreso hasta el alta
    hospitalaria.
  • Movilización precoz y pautas de
    fisioterapia.
  • Se recomienda realizar prueba de esfuerzo y
    ecocardiograma previamente al alta hospitalaria.
  • Indicaciones de actividad física según
    prueba de esfuerzo hasta que el paciente inicie la fase
    II.

Fase II

  • Tras el alta o en pacientes con indicación de
    PRC en períodos más alejados de su proceso
    agudo.
  • Se aconseja una duración de 2-3
    meses.
  • Es necesario realizar una prueba de esfuerzo si no se
    dispone de ella.
  • Valoración clínica prestando especial
    interés en los factores de
    riesgo.
  • Valoración psicológica evaluando:
    depresión, ansiedad, pautas de conducta,
    acontecimientos estresantes. Valoración
    sociolaboral.
  • Se aconsejarán programas supervisados para
    pacientes de riesgo medio y alto (tabla2), en situación
    de IC controlada o con deterioro psicológico
    (depresión o negación). Los pacientes que tengan
    un bajo riesgo o con domicilio lejano al centro sanitario
    podrían ser tributarios de programas no
    supervisados.

Fase III

  • Comprende el resto de la vida del paciente. Tras un
    informe
    escrito y, explicando por el cardiólogo responsable de
    la rehabilitación, los ejercicios físicos y las
    actuaciones psicosociales podrán ser efectuadas en
    distintas secciones:

a) Clubs coronarios; b) centros de salud de atención primaria, y e) polideportivos
municipales o gimnasios.
En los dos primeros se potenciarán las actuaciones sobre
factores de riesgo y las de carácter lúdico y
psicológico. En el tercero, se continuará el
entrenamiento de carácter físico.
Tanto en clubs coronarios como en centros de salud
deberá estar controlado por un cardiólogo o por
un médico general suficientemente preparado.
El lugar en que se practiquen las sesiones de entrenamiento
(polideportivo o similar) estará dotado de material y
espacio necesario. En su defecto, deberá reducirse el
espacio, adecuado al número de pacientes y el material
utilizado indispensable será un carro de parada con un
desfibrilador, electrocardiógrafo,
esfigmomanómetro y bicicletas de entrenamiento.
Ello obliga a una relación directa entre los servicios
de rehabilitación cardíaca de los hospitales, y
dichas sesiones de actuación no sanitaria. Las charlas
periódicas por parte de los profesionales médicos
y los cursillos de orientación a los entrenadores o
fisioterapeutas permitirán el que la mayor parte de los
enfermos continúen realizando las pautas aconsejadas
durante la segunda fase. Es necesario hacer hincapié en
el alto número de pacientes que abandonan los programas
y que se sitúan alrededor del 20% anual. Probablemente
con este sistema de actuación en fase III se
mejorarían los resultados.

COMPONENTES DE LAS ÁREAS DE
REHABILITACIÓN CARDÍACA7

El desarrollo y
composición de los servicios de rehabilitación
cardíaca dependerá de los hospitales de que se
trate. En los hospitales de tipo terciario, la sección
dependerá del servicio de cardiología y
estará formada por los siguientes
profesionales:

  • Cardiólogos
  • Médico rehabilitador.
  • Fisioterapeutas.
  • ATS.
  • Psicólogos.

El número de profesionales estará en
función del número de pacientes tratados.
Es muy importante que el hospital permita, por sus
características, la disponibilidad de otros profesionales
(psiquiatra, asistentes sociales y dietista) que idealmente
podrían estar incluidos en los grupos de actuación
arriba indicados.
En hospitales más pequeños, la
rehabilitación cardíaca podría estar ubicada
dentro del área general de rehabilitación siempre
bajo la supervisión del cardiólogo y con la
necesidad de un fisioterapeuta y un ATS suficientemente
preparados en atención urgente de una parada
cardiorrespiratoria.

Material necesario

Los grupos de pacientes en rehabilitación
física no deberían ser superiores a 14 (10-14 como
cifra ideal).
En función de ello, las necesidades de espacio
serían las siguientes:

1. Gimnasios con unas medidas mínimas de 120
metros cuadrados, con amplios ventanales y altura suficiente
(idealmente 4-5 metros para la posible realización de
juegos de
pelota). Aire
acondicionado que permita una temperatura y
humedad adecuadas a la realización del ejercicio.
2. Zona anexa y no separada físicamente, con sistemas de
telemetría (4 o 5), carro de parada con desfibrilador,
electrocardiógrafo, camilla, mesas y sillas.
3. Bicicletas de entrenamiento.
4. Tensiómetros.
5. Cronómetros.
6. Útiles de gimnasia (halterios, remos, etc.).
7. Colchonetas (ejercicios de relajación).
8. Vestuarios con duchas.
9. Sala de consulta.
10. Idealmente, sala de reuniones, para charlas con los pacientes
y sus familiares.

PROGRAMAS
DE REHABILITACIÓN CARDÍACA
DOMICILIARIA

Programas no supervisados, individuales o en grupo, en
el domicilio del paciente o en gimnasios, con asesoramiento
médico en cuanto a la programación de los ejercicios y consejos
de prevención secundaria.

Indicaciones

Las mismas que para los programas hospitalarios, pero
seleccionando a los pacientes de bajo riesgo y mejor
pronóstico.

Contraindicaciones

Las mismas que en los programas hospitalarios. Los
pacientes con problemas psicológicos del tipo
negación o depresión, no deben incluirse en estos
programas, ante la evidencia del mal resultado.

Inicio del programa

Lo más cercano posible al alta hospitalaria, no
obstante podrán ser útiles en períodos
más alejados de la fase aguda, en caso de necesitarlo.
El paciente debe haber sido valorado cardiológicamente de
forma previa, siendo imprescindible la realización de una
prueba de esfuerzo. La aparición en la ergometría
de signos de isquemia, arritmias o inadaptación
hemodinámica, contraindicará la inclusión
del paciente a estos programas.

Duración

Aproximadamente 2 meses.

Método

Los pacientes seleccionados efectuarán un
programa corto (en hospital o centro de rehabilitación),
de 3-4 sesiones de aprendizaje del
programa. Recibirán información sobre:

  • Normas
    generales del entrenamiento, en cuanto a intensidad (programada
    individualmente según el resultado de la
    ergometría, alrededor del 70-80% de la máxima
    frecuencia cardíaca alcanzada).
  • Duración, frecuencia y modo. Estos
    parámetros serán semejantes a los aconsejados
    para los programas hospitalarios.
    Autocontrol de la intensidad de los entrenamientos, mediante
    el
    aprendizaje de la toma de pulso.
  • Enseñanza de los métodos
    de relajación y consejos psicológicos sobre
    patrón de conducta aconsejable, entregándoles una
    cinta grabada con el método de
    relajación.
  • Charlas individuales impartidas por le equipo
    médico rehabilitador, en las cuales se informará
    sobre los aspectos que deben conocer sobre su enfermedad y
    sobre el desarrollo del programa domiciliario,
    insistiéndoles sobre la importancia de su
    autocontrol.
  • Se utilizará material de autoenseñanza
    (vídeos, libros,
    cintas, etc.) para facilitar el programa.
  • Los pacientes finalizarán la fase II en su
    domicilio o en centros de salud, de manera individual o en
    grupo, durante un período aproximado de 2 meses. Se les
    facilitará contacto telefónico con el equipo
    rehabilitador con el fin de solucionar dudas o aconsejar sobre
    posibles complicaciones.

Una vez completado el programa, acudirán a nuevo control
cardiológico, dándoselas de alta e
incorporándose a su actividad habitual o, si fuese
necesario, aconsejándoles exploraciones
complementarias.

Consejos para
hacer ejercicios con una insuficiencia cardiaca.

¿Por qué debe usted hacer
ejercicios?

Su corazón y su cuerpo necesitan ejercicios para
mantenerse en forma. El ejercicio regular es una manera
importante de reducir el riesgo de generar una insuficiencia
cardiaca. También es un modo de mejorar la salud y el
bienestar después de haber tenido una insuficiencia
cardiaca.

Si usted tiene una insuficiencia cardiaca, un ejercicio
liviano a moderado puede tener un efecto favorable para su salud.
El ejercicio también aumenta el buen colesterol (HDL, por
su sigla en inglés), baja la presión
sanguínea, ayuda a controlar la diabetes,
promueve la pérdida de peso y reduce el riesgo de los
ataques cardiacos.

¿Qué debe hacer antes de comenzar a
ejercitarse?

Antes de comenzar a hacer ejercicios, consulte con su
médico. Éste podrá sugerirle que usted
comience por una prueba de ejercicios, la cual controla su ritmo
cardiaco y presión sanguínea durante el ejercicio y
garantiza que éste es seguro para
usted.

Su doctor también podrá sugerirle que
empiece sus ejercicios con un programa hospitalario llamado
"rehabilitación cardiaca". Ésta es muy útil
si usted se siente muy débil o muy ansioso respecto de
empezar una rutina de ejercicios.

Si tiene una incapacidad específica, por ejemplo,
problemas en una rodilla, el ejercicio aún es valioso,
pero es importante discutir el problema con su médico o un
terapeuta para determinar los modos más seguros de hacer
ejercicios para usted.

¿Qué tipos de ejercicios son
útiles?

Muchos tipos de ejercicios pueden contribuir a mantener
su corazón saludable. Usted puede caminar, nadar, bailar o
participar en algún otro tipo de actividad física
que le guste.

También puede usar bicicletas fijas, cintas
sinfín y otros aparatos similares para que el ejercicio
sea más fácil en varias sesiones cortas, lo cual a
menudo es lo más seguro.

Si hace una variedad de actividades, el ejercicio puede
ser menos monótono. Trate de encontrar un lugar y una
actividad que le guste. Pocas personas siguen una rutina de
ejercicios que no les gusta, no importa cuán beneficioso
el ejercicio pueda ser para ellos.

Sea creativo. Haga ejercicios mientras mira su programa
de televisión favorito o escucha música.
¡Encuentre una manera de disfrutarlo!

¿Qué debe hacer antes de los
ejercicios?

Comience lentamente, y luego trate de aumentar
gradualmente la duración de su tiempo de ejercicios.
Siéntese y estírese antes de comenzar y cuando
termine. Vea el folleto adjunto "Cómo hacer ejercicios con
una insuficiencia cardiaca: estiramientos" para los ejercicios de
estiramiento que puede hacer.

Comience con un ritmo fácil por cinco minutos, al
menos tres veces por semana. Luego, aumente su tiempo en un
minuto cada semana (6 minutos cada sesión en la segunda
semana). Póngase un objetivo de al menos 20 minutos de
ejercicios tres veces por semana. No se preocupe si pierde un
día de vez en cuando.

¿Cuáles son algunas sugerencias
útiles para los ejercicios?

He aquí algunas sugerencias para que pueda
disfrutar sus ejercicios y para que éstos sean seguros y
beneficiosos.

• Haga los ejercicios a un ritmo cómodo.
Trabaje suficientemente rápido para sudar un poco, pero
no tan rápido que no pueda hablar.

• Haga sus ejercicios con un compañero en
un lugar fresco. Los centros comerciales son muy buenos en
verano.

• Siempre espere una hora antes de comer o tomar
sus medicamentos.

• Lleve un teléfono celular si hace ejercicios fuera
de su casa.

• Si debe hacer ejercicios solo, considere llevar
un sistema de alerta de emergencia (la mayoría de los
hospitales le pueden decir dónde conseguir
uno).

• Deje de hacer ejercicios y consulte a su medico
si tiene falta de aliento, sudoración intensa, mareos,
dolor de pecho o presión en el pecho, o si siente que el
corazón le late muy fuerte.

• Vaya a una sala de emergencias si estos
síntomas persisten.

¿Qué precauciones debe
tomar?

No camine muy rápido ni se ejercite muy duro si
tiene una insuficiencia cardiaca. En particular, para los
pacientes con esta dolencia, la típica expresión
usada en un entrenamiento: "si los músculos no duelen, el ejercicio no es
bueno" no es cierta. Un ejercicio lento, cómodo y que
usted pueda disfrutar es muy favorable.

Los beneficios del ejercicio aumentan con la cantidad de
tiempo pasado en hacerlo. Recuerde, el tiempo pasado haciendo
ejercicios es más importante que la distancia o la
velocidad.
¡No se exceda!

INDICACIONES PARA REALIZAR EJERCICIOS
CON UNA INSUFICIENCIA CARDIACA.

A continuación, se indican algunos estiramientos
que usted debe hacer antes de comenzar los ejercicios y cuando
los termina.

Acostado

Movimientos de tobillos

Acuéstese en el suelo. Mueva su
pie apuntando sus dedos hacia fuera y con la punta hacia el
techo. Repita con el otro pie.

(Estos ejercicios se pueden hacer también cuando
está sentado. Apunte sus dedos hacia el piso y luego hacia
el techo)

Sentado

Levante los brazos

Levante un brazo por arriba de su cabeza tan alto como
sea posible. Baje lentamente su brazo a su costado. Repita con el
otro brazo.

Levante los brazos dos veces

Levante ambos brazos por encima de su cabeza. Baje
lentamente sus brazos a sus costados.

Dése un abrazo

Extienda sus brazos hacia fuera, luego dese un abrazo.
Repita.

Cruce los brazos

Cruce sus brazos en su regazo. Descrúcelos
mientras los levanta y extiende. Baje los brazos lentamente y
vuelva a cruzarlos.

Levante los brazos de costado

Comience con sus brazos extendidos a los costados, a la
altura de los hombros. Levante sus brazos por encima de su cabeza
y bájelos de nuevo.

Haga círculos con los brazos

Levante los brazos a sus costados a la altura de los
hombros. Mantenga sus brazos a la altura de los hombros y haga un
círculo con los brazos hacia delante y hacia
atrás.

Elevaciones de piernas

Extienda una pierna derecha, y luego baje lentamente la
pierna. Repita con la otra pierna.

Elevaciones de rodillas

Levante una rodilla hacia su pecho, y luego
bájela al piso. Alterne las rodillas como si estuviera
marchando en el lugar.

BIBLIOGRAFÍA

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Autores:

Javier Rodríguez

Javier Fernández

Enrique Hernández

Ray Pinto

Instituto Superior de Cultura
Física "Manuel Fajardo"

2005

Partes: 1, 2
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