Guía para la elaboración de un trabajo de investigación y normas para la elaboración de las carteleras o posters
Toda investigación requiere del uso de una
metodología, es decir de pasos bien
definidos que guíen de manera precisa al investigador
desde el momento que se plantea la
investigación hasta el fin de la misma. En esta
guía se explicará de una manera sencilla y clara
cómo se debe elaborar un trabajo de
investigación.
EL
TÍTULO
El título es uno de los primeros elementos del
trabajo que desea comunicar y sintetiza el tema abordado y la
postura del investigador ante la problemática planteada.
La reacción de los estudiantes que se encuentran en la
etapa de abordar una investigación es: "Y ahora…
¿qué título le pongo?" o "Profe, ¡no
sé qué título ponerle a mi trabajo!". El
título, desde diferentes puntos de vista, es la puerta de
entrada del informe de
investigación, la tarjeta de presentación del
trabajo, o la envoltura de un producto
intelectual. De manera general, cada persona recuerda
una película, libro u obra
por su título o por los términos que lo
componen.
Para escoger el título usualmente el investigador
ya ha identificado un problema que desea estudiar. A partir de
este problema se plantea diversas ideas que considera que pueden
estar afectando el problema (si eso es lo que desea investigar) o
puede decidir investigar como esa problemática puede estar
generando otros acontecimientos (en el ambiente,
personas, animales,
plantas,
reacciones
químicas, entre otros). De este modo un título
no parte del interés
arbitrario del investigador, sino de una problemática que
ha sido identificada. Si no existe un problema en el área
que se desea investigar, entonces no existe un trabajo de
investigación que realizar. Así, todo título
va a partir siempre de un problema que se desea estudiar para
buscarle solución o para determinar que lo está
causando, lo cual también contribuye a
solucionarlo.
No obstante, el título también es el norte
del trabajo. Muchas personas afirman que el título se le
puede colocar al trabajo cuando éste ya está listo,
lo cual es totalmente errado, pues es el título quien va a
determinar cuál será el camino a seguir para la
investigación. Por ejemplo no es lo mismo los Efectos del
clima sobre la
cosecha de la miel que La cosecha de la miel. Pues el primero
tiene una connotación experimental o correlacional,
mientras que el segundo puede ser un enfoque descriptivo o
teórico. De este modo el título también va a
determinar el tipo y diseño
de la investigación.
Así, la elección de un buen título
es sin duda algo que debe hacerse con mucho cuidado porque, en
primera instancia, el trabajo
será juzgado a partir del mismo. Los lectores se
acercarán o no a la obra de acuerdo al interés que
éste despierte y la leerán, en cierta medida,
atentos a la promesa que siempre un título supone, pues se
asume implícitamente que el título condensa los
tópicos tratados en ella.
Hay que definir el título de un trabajo atendiendo pues al
contenido del mismo y no a las intenciones que pudiese haber
tenido en un principio. Un título, además, debe ser
lo suficientemente explícito y concreto como
para indicar al lector las características
específicas de la obra que está
examinando.
Entre las características de un buen
título es la exigencia de brevedad, como recurso que evita
la enunciación de un título demasiado largo. Si el
título demuestra ser demasiado largo, se puede optar
entonces por un título principal, conciso y
genérico, y luego un subtítulo que sirve para
determinar mejor los contenidos del anterior. Así, por
ejemplo, si luego del título Investigación
Geológica sigue el subtítulo Técnicas,
Procedimientos
e Instrumentos, se entiende que se esta frente a un trabajo que
no trata de los problemas
teóricos de tal tipo de investigación sino ante un
manual que se
propone dar información operacional y concreta sobre el
tema.
Por supuesto, se podría caso redactar un
título más largo: Técnicas, Procedimientos e
Instrumentos en la Geología
en el campo de la Investigación Científica, pero con
este tipo de detalles lo que haces es entorpecer la visión
del potencial lector y el resultado es menos ágil y
elegante, lo que entraba en algo la percepción
de las ideas.
Un título también debe responder al tipo
de público al cual, en principio, el trabajo va dirigido.
No es lo mismo titular un artículo para un periódico
que para una revista
científica, puesto que en el primer caso se apela a
ciertos recursos
necesarios para captar de inmediato la atención de un lector probablemente con
poco tiempo, al que
reclaman por igual informaciones muy diversas. En el segundo la
población a que va dirigido es mucho
más reducido y especializado, al que los títulos
que lee les resultan una buena guía temática y no
un estímulo pasajero. Idénticas consideraciones se
podrían hacer si se compara un libro que se desea ser un
éxito,
buscando que posea un título y una diagramación
exterior atractivas, para cautivar la atención; mientras
una tesis
doctoral, la exactitud del título es mucho más
apreciada que su impacto inicial o su elegancia.
Criterios para elaborar un título de una
investigación
Es importante establecer los criterios que privan en la
construcción del título de un
trabajo de investigación, implicación de un
título corto, claro y preciso, relevancia del
título como elemento simple y breve en un trabajo
investigativo de 12 páginas (como una publicación
en revista, este puede llegar a ser de sencillamente 2
páginas) o 40 páginas y su importancia para
considerar a la investigación como herramienta para la
transformación de un evento o fenómeno.
Criterios Personales De manera convencional, el
título refleja el compromiso del autor con el tema
abordado en el trabajo. El título refleja lo que es el
autor. El autor puede conducir la construcción del
título a través de los términos claves de su
trabajo. Es recomendable, además, someter el título
a la interpretación de lectores potenciales y
sobre la base de sus interpretaciones "purificarlo".
Criterios técnicos Estos técnicos
tienen que ver con la comprensión y la longitud del
texto. La
comprensión consiste en la posibilidad que tiene el lector
de entender el significado del título del trabajo. Por
otra parte, la longitud del título es la cantidad de
caracteres que posea. La longitud del título de una
investigación es una cualidad importante porque las
bases de datos
en medios
electrónicos tienen este campo con un número
limitado de caracteres. Para que el título sea divulgado
en su sentido completo requiere ajustarse a una longitud
establecida en los programas de
computación que manejan bases de datos. No
obstante, en otros ámbitos, para la elaboración de
trabajos de investigación y en contextos universitarios se
suele recomendar al estudiante que el título no exceda de
dos líneas mecanografiadas y no sobrepasar las tres
líneas cuando se trata de la estructura
"título-subtítulo". Otro elemento a considerar en
esa cantidad reducida de palabras es el uso de términos
que representen el contenido del trabajo. Ha ocurrido con
frecuencia que un título atractivo llama la
atención, se descubre que su contenido no tiene nada que
ver con el título.
existen algunas inquietudes en cuanto la
confección de títulos adecuados para
artículos científicos, una de ellas se refiere a
que no hay magias triviales para elaborar buenos títulos,
con lo cual se evita confundir con soluciones
sobrenaturales; al igual no existen nuevos indicios sobre formas
preestablecidas para nombrar con exactitud el trabajo realizado,
pues cada título debe contener la esencia de un asunto en
particular, ser lo suficientemente atractivo para sobresalir en
la superabundancia informativa contemporánea y revelar el
ingenio semántico para sintetizar en pocas palabras la
verdadera naturaleza del
fenómeno investigado, independientemente de su
extensión. Para esto se puede tener en cuenta algunas
consideraciones puntuales sencillas:
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