¿Cómo
me preparo para un examen de Papanicolao?
- No tengas relaciones
sexuales durante las 24 horas anteriores al
examen. - No acudas a la citología mientras tengas la
menstruación. - No utilices ninguna ducha vaginal, espermicida o
cualquier medicamento o lubricante para la vagina dos o tres
días antes del examen.
¿Qué sucede durante el procedimiento?
Es muy sencillo. El médico o enfermera le
pedirá que se acueste boca arriba y coloque sus pies en
una especie de estribos, los que a menudo están acolchados
para su comodidad. Luego, él o ella utilizará un
instrumento llamado espéculo para separar ligeramente las
paredes de su vagina y mantenerlas abiertas durante el examen
(hoy en día muchos médicos calientan sus
espéculos para que no se sientan fríos al
contacto). Con la ayuda de un cepillo pequeño o una
espátula, él o ella extraerá algunas
células
de la superficie de su cuello uterino.
Esta muestra es
colocada sobre una lámina de vidrio, rociada
con un químico fijador y enviada a un laboratorio
para ser examinada.
¿Quién examina mi examen de
Papanicolao?
Laboratoristas calificados ponen su muestra debajo de la
lente del microscopio y la
examinan para ver si encuentran células anormales. Luego,
le dan una clasificación y se la envían de vuelta a
su médico, quien se pone en contacto con usted para darle
a conocer los resultados.
Por lo general, éstos están listos entre
10 y 14 días. Algunos médicos se comunican con la
paciente sólo si se encontró alguna anormalidad,
sin embargo, si usted no oye noticias de su
médico, llame y pida sus resultados. De esta manera,
cualquier hallazgo sospechoso no pasará
inadvertido.
¿Qué significa la
clasificación de mi examen de Papanicolao?
Los médicos han clasificado los exámenes
de Papanicolao en diferentes formas a través de los
años, lo cual ha causado mucha confusión. En la
actualidad, muchos ginecólogos prefieren desglosar los
resultados de los exámenes de Papanicolao de esta
manera:
•Normal o un subconjunto de normal, como por ejemplo
"irritación" o "signos de
infección"
•Probablemente normal, pero que muestra cambios leves
que deben examinarse con regularidad o que necesitan de
exámenes adicionales
•Cambios pre-cancerosos
•Cáncer superficial o en etapa
temprana
•Cáncer invasivo
Todas las herramientas
utilizadas para realizar pruebas o
exámenes conllevan la posibilidad de presentar errores;
los exámenes de Papanicolao no son la
excepción.
En algunas ocasiones, puede suceder que un laboratorio
clasifique un examen de Papanicolao como normal, aun cuando
éste contenga células anormales (esto se conoce
como falso negativo) o que lo clasifique como anormal aun cuando
el cuello del útero esté perfectamente bien (esto
se conoce como falso positivo).
Ambos casos son raros; menos del 1 por ciento de los
exámenes de Papanicolao resultan ser falsos
negativos.
Los exámenes ginecológicos anuales que
incluyen exámenes de Papanicolao constituyen la mejor
forma de protegerse contra un falso negativo.
¿Y si mi muestra
no es normal?
No se asuste. A pesar de que puede ser atemorizante
escuchar que su examen de Papanicolao ha sido clasificado como
anormal, es probable que usted no tenga cáncer. Obtener un
resultado anormal en la mayoría de los casos significa que
existe un problema menor en el cuello del útero, el cual
posiblemente ni siquiera necesite de tratamiento. Es probable que
le pidan que regrese ya sea para un segundo examen de Papanicolao
o bien para realizar más exámenes.
Algunas veces, los resultados de un examen de
Papanicolao se clasifican como anormales sencillamente porque el
laboratorista tuvo dificultades a la hora de leer la
muestra.
Si los resultados de su examen de Papanicolao revelan
que algunas células son anormales, entonces usted tiene lo
que se conoce como displasia cervical leve, la cual se considera
como una condición pre-cancerosa. ("Plasia" significa
crecimiento y el término "displasia" significa que algunas
células no están creciendo de manera
normal).
Esta condición es fácil de tratar y
el
cáncer casi siempre puede prevenirse. En la displasia
severa, una parte de la superficie del cuello uterino está
cubierta con células anormales, pero sólo la
superficie. Esta forma de displasia necesitará ser tratada
de inmediato para que no se convierta en
cáncer.
En cualquier caso, un examen de Papanicolao anormal no
tiene que ser una mala noticia. De hecho, los investigadores
británicos analizaron los registros
médicos de casi 350,000 mujeres a lo largo de 20
años y descubrieron que al menos el 80 por ciento de
aquéllas que presentaban células cervicales
anormales, nunca desarrollaron cáncer. Para los casos
raros en los que se encuentra la presencia de cáncer
invasivo, existen diversas opciones de tratamiento, incluida la
radiación.
Autor:
Willy
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