Flashmobs: ¿colectivo disidente o nueva forma de subjetividad política?
- Orígenes
- Casos
de flashmobs - La
política como un hacer fuera de
lugar - ¿Sentido o
ausencia de significación de los
flashmobs? - Algunas
consideraciones finales - Bibliografía
1-
Introducción:
Me propongo en
este estudio acercarme a las prácticas de flashmobs que
han venido extendiéndose desde hace aproximadamente cinco
años, con el propósito de desentrañar su
significación en términos políticos y
sociales.
En principio, comenzamos definiendo el objeto de esta
reflexión. Los flashmobs son encuentros
multitudinarios sin (aparente) sentido y el único
motivo para organizarlos es, por definición, la
diversión. Adoptan la forma de una
guerra de almohadas, "boliches
silenciosos" (los convocados bailan en un lugar
público sin que haya música) o
duelos con pistolas imaginarias. Siempre
es con fines lúdicos. Duran segundos o minutos y luego sus
actores se dispersan. La consigna única a respetar es su
propio nombre: flashmob, es decir, algo así como el
encuentro de una "multitud (mob) relámpago (flash). Esta es
una primera concepción del fenómeno. Otra
concepción alude a posibles finalidades políticas.
Así, Flashmob, traducido literalmente de inglés
como "multitud instantánea" (flash – destello,
ráfaga, mob – multitud) – una acción
organizada en la que un gran grupo de
personas se reúne de repente en un lugar público,
realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente.
Suelen convocarse a través de los medios
telemáticos (móviles e
Internet) y en la mayor parte de los casos, no
tienen ningún fin más que el entretenimiento, pero
pueden convocarse también con fines
políticos.
En este trabajo me
propongo acercarme al fenómeno de los Flasmobs
preguntándome si se trata de una Manifestación
absurda, fenómeno social o performance.
En primer lugar, rastreare los orígenes del
fenómeno, describiendo algunas de las modalidades de
presentación del mismo. Asimismo, presento dos testimonios
personales que intentan acercarnos a la significación de
esta práctica. Luego, retomo las perspectivas
teóricas de autores como Ranciere y Laclau para indagar si
es posible explicar tales prácticas a partir de ciertas
posturas teóricas, indagando si se trata de una nueva
forma de hacer política, como se
construye la narración de la experiencia, cual es el tema
principal de esta.
Consideramos aquí a la narración como el
esfuerzo retórico destinado a dar cierta continuidad,
sentido a algo. En estas practicas, ese algo remite a una
ausencia. Por último, realizo algunas consideraciones
finales donde sostengo las conclusiones parciales.
1.a –
Orígenes:
El fenómeno de los flashmobs comenzó con
la publicación en octubre de 2002
del libro del
sociólogo Howard Rheingold,
"Smart Mobs: The Next Social Revolution". En este libro el autor
predecía que la gente usará las nuevas
tecnologías de comunicación
(Internet, teléfonos
móviles) para autoorganización. En junio de
2003 Rob Zazueta de San
Francisco, después de haber leído las
obras de Rheingold, creó la página
web flocksmart.com
en la que por primera vez los mobbers empezaron a planear
sus reuniones.
El primer flashmob se organizó en
Manhattan el 3 de junio
de 2003 por Bill Wasik, editor
junior de Harper’s Magazine. El origen de este flashmob fue
desconocido hasta que Wasik publicó un artículo
sobre su creación en marzo de 2006
en una edición
de Harper’s Magazine. Este primer intento ha sido un
fracaso, ya que alguien se chivó a los de la tienda sobre
lo que iba a pasar.
El primer flashmob que tuvo éxito
se realizó el 17 de junio de
2003 en Nueva York,
EE.UU., en el departamento de ventas
de Macy’s. Para prevenir los
problemas del
primer intento, Wasik se reunió con los participantes en
unos puntos de encuentro preliminares -cuatro bares de
alrededores de Manhattan- donde fueron repartidas las
instrucciones con la información sobre lo que iban a hacer y el
lugar donde se realizaría el evento justo antes del
comienzo de éste.
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