- "La
tesis" universitaria desde una perspectiva
universal - Antecedentes
- Etimología
del término "tesis" - El
concepto de lo que manejamos como "tesis" - El trabajo
de tesis, hecho académico - La tesis,
actividad - Conclusiones
INTRODUCCIÓN
Cuando un
estudiante que ha "cerrado curriculum" decide optar al
título, la Universidad le requiere la presentación
y defensa de "una tesis". Este requisito que las Universidades
establecen, debe tener sentidos y significados que le han hecho
trascender e imponerse a tal punto que es una práctica
universal, como algo inherente a la Universidad misma. Empero, en
la práctica académica cotidiana, estos sentidos y
significados no saltan a la vista e incluso, en algunos casos,
hay quienes no ven ninguno.
¿Por qué existe la tesis?, ¿para
qué hacerla?, ¿qué justifica tal requisito?,
¿qué sentido tiene, si es que lo tiene aún?,
¿qué necesidades satisface la exigencia de tal
requisito, si es que satisface alguna?
Es necesario abordar y tratar de dar solución a
estos problema de conocimiento, por cuanto, en el ámbito
académico, hay quienes opinan que "la tesis debe
desaparecer" por no satisfacer ninguna necesidad; por ser un
requisito antiguo y tradicional o, tal vez, por "dar más
problemas de los que puede resolver" y, según parece, es
problema "para todo el mundo". Aquí vamos a demostrar lo
contrario… "que no es problema".
La tesis (o "memoria") como requisito previo a la
graduación en una carrera universitaria, en la Universidad
de San Carlos de Guatemala es un requisito que se ha vuelto
discutible, algunos ya lo consideran innecesario (cuando no
inútil) y otros que, aunque fuera necesario, no se
está haciendo como exigen los tiempos (que está
desactualizado, que es obsoleto).
Por un lado, ¿es la tesis realmente un requisito
necesario, algo que la realidad y los fines académicos
exigen? Dícese que una necesidad material –un
objeto, un uso, una costumbre- existe y es tal cuando, de acuerdo
con las condiciones generales de la experiencia, es o parece
exigido por la realidad. Por otro lado, ¿es la tesis un
requisito que la realidad exige hoy? Se dice que un objeto o uso
se desactualiza cuando se puede decir que es "anticuado"
–inadecuado para los tiempos que corren- o cuando "ha
caído en desuso".
De hecho, en la Universidad de San Carlos -USAC- este
requisito parece que se estableció desde su
fundación en 1679, a imagen y semejanza de las
Universidades europeas de la época que le sirvieron de
modelo, y llegó para quedarse. Asimismo, parece que
conforme se fueron creando Facultades, escuelas y carreras dicho
requisito fue establecido como indiscutible y obligatorio en
todas ellas, y no solo para las Licenciatura, Maestría y
Doctorado, sino también para carreras "técnicas" o
"intermedias" que la Universidad creó.
En la USAC, la "tesis" como "trabajo final de
graduación" se utiliza como requisito inherente al egreso
de profesionales, junto con "exámenes generales" de
evaluación preegreso o, más modernamente, con un
período de "ejercicio profesional supervisado". El
"trabajo de tesis" se da como obligación y como hecho:
"todos deben hacerlo", "no puede ser de otra manera".
Por darse como uso, como costumbre y como hecho, no ha
sido cuestionado ni estudiado el tema, de modo que se carece de
respuesta real, objetiva y fundamentada a las preguntas sobre la
necesidad y actualidad de las "tesis de pregrado", como
también se les llama.
Este estudio se emprendió en la seguridad de que
es urgente (la Universidad no puede pasar más tiempo sin
cuestionarse el tema de las tesis) y necesario (La USAC
está en el banquillo, si no en el paredón, por las
fuerzas sociales tradicionales y por el gobierno, que
están aplicando la receta llamada "modernización
del Estado", que bajo la égida neoliberal se han dado a
conocer como Programas de Ajuste Estructural, por tanto vale la
pena que demuestre –junto con todas las universidades
estatales de A. L.- que está cumpliendo sus fines, dentro
de los cuales las tesis tienen mucho que ver).
En efecto, la tesis universitaria parece ser percibido
como problema, talvez como un gran problema en el orden
práctico y académico. En el Instituto de
Investigación en que trabajé por largos
años, la dirección el trabajo de tesis
absorbía una gran proporción del tiempo y el
esfuerzo, y presionaba significativamente al cuerpo de
investigadores-revisores; no obstante, los resultados no eran de
la calidad que esperaban ver las autoridades y docentes de la
unidad académica. Nadie –ni el estudiante mismo- ve
ni aprecia los cambios logrados en el estudiante ni el valor del
libro producto del esfuerzo; menos aún el interés,
el esfuerzo y el tiempo que, en ese arduo trabajo, resulta
invirtiendo la Universidad. Al final, parece que las tesis
resultan poniendo y manteniendo en entredicho a quienes han de
guiar a los estudiantes a superar la final prueba
universitaria.
Lo que ocurre es que el trabajo de tesis –con
todas sus complejidades e implicaciones- navega en un mar de
incomprensión, tanto en lo que toca al trabajo del
estudiante (el cual debe intentar realizar conforme el
espíritu de la investigación científica y el
de la universidad como institución) como al de los
orientadores-revisores del mismo (cuya misión es velar
porque el trabajo se realice según los cánones del
método, desde la elección del tema hasta la
presentación impresa del informe –conocido como
"tesis"-) y de los asesores (cuya función es guiar para
que el tema sea tratado rigurosamente y dentro de los
cánones de la especialidad
correspondiente).
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