- l.- Modelos
explicativos de la conducta alimentaria
II.- Evaluación psicológica en los
trastornos de la conducta alimentaria- III.-
Prevención
IV.- Intervención psicológica:
tratamiento- V.-
Estudio de caso - Bibliografía
Introducción
Los trastornos de alimentación han
existido siempre y hay descripciones de ellos en muchos relatos
de la Historia.
Hace ya más de 20 años, se describieron
ciertas conductas como síndrome, cuadro mórbido o
enfermedad, por las consecuencias dolorosas y destructivas que
tienen, tanto para quienes la sufren como para sus familias. El
origen del síndrome en estos trastornos del comportamiento
alimentario están relacionados con la biografía personal, el
contexto
familiar, los acontecimientos vitales y las presiones
socioculturales.
Estos trastornos están aumentando en los
últimos años de una manera alarmante, especialmente
entre las jóvenes con edad comprendida entre 15 y 24
años. La delgadez, se ha convertido en el ideal de
belleza, la aspiración suprema para resultar atractivo o
atractiva, obtener ciertos objetivos y
emular a algunos personajes. La preocupación por el
aspecto físico puede llegar a convertirse en una
obsesión, una manía que gobierna la vida personal y
social: ejercicio, dietas,
masajes, cremas para adelgazar, consultas a especialistas,
conversaciones monográficas…
En los últimos años los desordenes
alimenticios se han ido incrementando en la población, principalmente en adolescentes y
mujeres jóvenes, aunque también abarca otros
grupos como
(gimnastas, bailarinas de ballet, actrices y modelos de
pasarelas.
Las adolescentes hoy en día se ven muy
influenciados por la presión
que ejercen los medios de
comunicación, que difunden cuerpos en ocasiones
extremadamente delgados y que son imitados por la mayoría
de los adolescentes de hoy, pudiendo ser una de las principales
causas para desarrollar un trastornos alimenticio.
Son trastornos mentales caracterizados por la
presencia de graves alteraciones en las conductas alimenticias.
Los trastornos más habituales y conocidos son la anorexia y la
bulimia.
Estas enfermedades se han
convertido en un verdadero problema por la cantidad de
jóvenes y adolescentes que las sufren. La causa es un
obsesivo deseo de delgadez, entendiendo ésta como
sinónimo de belleza.
En los últimos tiempos los gobiernos o,
incluso, algunas empresas
relacionadas con la moda están
tomando conciencia del
problema. Se intenta contrarrestar la imagen de las
modelos excesivamente delgadas que han sido prototipo de
belleza durante años.
l.- MODELOS EXPLICATIVOS DE LA CONDUCTA
ALIMENTARIA
Los seres humanos por nuestra condición de
organismos biológicos, deberíamos mantener una
relación natural con la comida. La ingesta regular de
alimentos
ricos en nutrientes y en cantidades adecuadas tendría que
constituir un patrón de conducta universal entre hombres y
mujeres.
El espectacular incremento durante las últimas
décadas del número de personas que muestran una
relación no natural con la comida, ha despertado el
interés
por la comprensión de estos paradójicos
comportamientos y por cómo ayudar a estas personas a
recuperar un patrón de conducta alimentaría
más apropiado. La mayoría parten de la
consideración de estas conductas como síntomas de
unos trastornos o enfermedades mentales etiquetadas como anorexia y
bulimia nerviosas.
Etimológicamente hablando, un trastorno de la
conducta alimentaría haría referencia a todas
aquellas circunstancias que supongan una disfunción en el
comportamiento alimentario del afectado. Pero, en realidad,
cuando hablamos de problemas en
la conducta alimentaria no nos estamos refiriendo solamente a la
comida; sino que detrás hay toda una serie de dificultades
como un inadecuado hábito alimentario, un exceso deseo de
no engordar, desequilibrios emocionales, autovaloraciones
negativas y todo un sinfín de componentes que nos dan una
visión de las características conductuales de este
problema.
Página siguiente |