- Antecedentes
- Situación
de la violencia intrafamiliar en
México - Origen de
instancias que amparan a victimas de maltrato
familiar - El derecho
ante la violencia familiar - El
código civil ante la protección
familiar - Patria
potestad - Violencia
familiar en el código civil - El
código penal ante la protección a la
familia - Violencia
- Violencia
familiar - Programa de
prevención integral - Tipos de
prevención - Tratamiento
- Casos
vivenciales de violencia familiar - Instituciones en
México - Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El objetivo de
esta investigación es informar y dar a conocer
como surge la violencia en
el interior del hogar, así como las diferentes estrategias
terapéuticas que emplean los psicólogos en el
tratamiento frente a esta problemática para generar
alternativas de desarrollo que
permitan romper el círculo de la violencia, es por ello,
que se deben tomar en cuenta el impacto de la violencia
social, la que generan las instituciones,
la familia o
la escuela; ya que
se ha reconocido en el ámbito internacional como uno de
los problemas
psicosociales de mayor impacto en la salud física y mental de
las personas involucradas en el núcleo familiar que la
sufre (Gobierno del
Estado de Baja
California, 2000; Heise, Pitanguy y Germain, 1994; Instituto
Nacional de Salud
Pública y Secretaría de Salud y Asistencia,
2003; Rico, 2001).
La violencia
familiar, como agresión física y
psicológica lleva implícita una
elaboración dentro de una estructura de
poder que se
refleja en las relaciones
interpersonales de los miembros; es una práctica
consciente, orientada, elaborada, aprendida y legitimada por
quienes se sienten con más poder, con mas derechos que otras de
intimidar y controlar. Toda violencia familiar constituye
violación a los Derechos humanos,
libertades individuales, colectivas y por consiguiente un
obstáculo para el desarrollo de sus integrantes y del
grupo
familiar.
Debido al impacto emocional que genera la violencia
familiar se mencionan algunas de las instituciones que brindan
apoyo a personas que sufren o han sido victimas de algún
tipo de violencia.
Así mismo, contiene testimonios, en los que se
ejemplificaran la violencia como tal para brindar un amplio
panorama del tema.
ANTECEDENTES
El origen de la palabra familia deriva
del latín famulus (sirviente, esclavo) que significa el
conjunto de los esclavos y criados de una persona, el padre
de las familias. Para los griegos, la palabra que denominaba a la
familia era oikos que significa el conjunto de todos los que
están sometidos a la voluntad del padre o jefe de la casa.
Vemos "entonces que el concepto de
familia, especialmente el de la familia patriarcal, nombra
relaciones de propiedad y
autoridad".
En la Roma primitiva,
el padre de las familias tenía derechos ilimitados sobre
sus hijos. Les escogía cónyuges, podía
castigarlos y aun venderlos como esclavos, divorciarlos y hasta
decidir si un recién nacido tenia derecho a
vivir.
En sus inicios, el Cristianismo
reforzó el principio de sujeción forzosa de
la mujer.
Según San Pablo, debía estar subordinada, y temer
al marido.
En uno de los documentos
más antiguos de la Iglesia
Católica, el Decretum (1140), prevalecía el derecho
del marido de controlar a la esposa, a pesar del principio de
igualdad de
todas las almas de Dios. El relato bíblico de que Eva,
tentada por el demonio, indujo a Adán a pecar,
proclamó la inocencia del varón y la culpabilidad
de la mujer, quien por
ello fue condenada a estar sujeta eternamente al poder del
marido.
El Nuevo Testamento no varió mucho tal
situación. Pretendía la pureza del espíritu
en contraposición a los deseos de la carne, representados
por el sexo y
matrimonio.
Por este motivo, el matrimonio era entonces considerado como un
estado indeseable en el que caían solamente aquellos que
no podían controlar sus apetitos sexuales. Debió
transcurrir un tiempo antes
de que la Iglesia sacrificara el matrimonio y el amor
marital y lo convirtiera en sacramento. Al predicar el
confinamiento de la mujer en el hogar, la religión se
encargó de reforzar el orden del Patriarcado.
Durante la Edad Media, la
mujer adquirió el carácter de símbolo de poder y honor
del hombre. Era
canjeada para estrechar vínculos o servia como instrumento
de paz. Una vez casada ella y sus bienes pasaban
a ser propiedad del marido y de la familia de este. La castidad
previa al matrimonio y la fidelidad al esposo eran aspectos
importantes de los derechos de propiedad masculina. El adulterio de
la mujer merecía severo castigo por constituir una grave
ofensa a esos derechos de su dueño.
Durante el siglo XVII, la evolución económica llevo a la
unidad familiar a convertirse en la base de la producción. Tanto la esposa como los hijos,
los sirvientes y los aprendices estaban sujetos al control del
patriarca, control que incluía el uso legítimo del
castigo físico.
A mediados del siglo XIX, la relación entre
aprendiz y maestro dejó de basarse en lazos filiales y de
lealtad para convertirse en una relación entre empleado y
patrono regulado por un contrato. La
actividad productiva fue transferida de la familia a otra unidad
representada por la fábrica. Se demarcó así
la esfera doméstica y la esfera económica, como
entes separados. La esposa fue alejada de los medios de
producción, se le hizo dependiente del salario del
marido y se le sometió al aislamiento físico en el
hogar.
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