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6. Anatomía comparada
del estómago

En principio, el estómago constituyó
una dilatación del aparato digestivo
en la cual podía almacenarse cierta cantidad de alimento
que, después, iba siendo digerido y utilizado en otras
partes del organismo. Más tarde, en el largo proceso de la
evolución, y según indican los
estudios llevados a cabo en distintos grupos de
animales
inferiores, la víscera desarrolló progresivamente
una capacidad digestiva propia, favorecida por la
secreción de enzimas
(sustancias que intervienen en las reacciones del organismo,
entre ellas los procesos de
degradación del alimento).Aunque propiamente sólo
pueda hablarse de estómago en los vertebrados, ya que en
ellos es donde esta cavidad adquiere una mayor complejidad y
organización, por analogía se da tal
denominación también a órganos que en los
invertebrados desempeñan una función
similar, si bien las diferencias de unos y otros en la escala evolutiva
y en el ámbito estructural son muy
notables.

En los celenterados (medusas y antozoos) no existe
unaparato digestivo diferenciado, sino una mera cavidad
gastrovascular o celenterón que ocupa la mayor parte del
interior del animal y en la que se digieren las partículas
alimenticias capturadas del exterior. Los moluscos disponen de un
estómago con una estructura, el
llamado protostilo, consistente en una especie de varilla
gelatinosa que remueve los alimentos y que
sintetiza una enzima capaz de digerir los carbohidratos
o azúcares; la digestión de proteínas
y grasas se realiza en otro órgano.

Los artrópodos, que incluyen, entre otros, a
los crustáceos, los arácnidos y los insectos,
disponen de un aparato digestivo
constituido por tres regiones, de las cuales la central o mesodeo
hace las veces de estómago. En las arañas,
conectadas a la cavidad estomacal, se diferencian una serie de
prolongaciones en forma de sacos, los llamados
divertículos gástricos, donde se almacena el
alimento. Los crustáceos tienen su estómago
dividido en dos partes: una anterior, o molino gástrico,
en el que se trituran las partículas nutritivas, y otra
situada a continuación en la que se realiza la selección
de aquéllas.

En el caso de algunos insectos gregarios, como las
hormigas o las abejas, se habla de "estómagos sociales"
para designar la particularidad que presentan estos invertebrados
de volver a expulsar parte del alimento que se encuentra
parcialmente digerido en su estómago con el fin de
alimentar con su contenido a otros individuos del hormiguero o de
la colmena. Tal fenómeno revierte en el aumento de la
cohesión entre los miembros de las
comunidades.

El estómago aparece además en otros
muchos grupos de
animales
inferiores, como los equinodermos (erizos de mar),
foronídeos, ectoproctos y entoproctos (algunos de ellos de
aspecto similar a los moluscos, aunque no están
relacionados con ellos), etc.

En los vertebrados, la configuración del
órgano varía dentro de amplios márgenes
según los grupos. En las aves se
compone de un proventrículo, secretor de enzimas, y de una
molleja, musculosa y trituradora. Los mamíferos tienen tres regiones estomacales
bien diferenciadas: cardial, cercana al esófago;
fúndica, situada en el centro; y pilórica, que
está próxima al intestino delgado. Un caso
particular dentro de los vertebrados es el constituido por los
rumiantes, los cuales, como consecuencia de su dieta
herbívora, tienen el estómago dividido en cuatro
cavidades: la panza; la redecilla (también llamada
retículo o bonete), donde se almacena y amasa el alimento;
el libro u omaso,
en el que se absorbe el agua del
mismo; y el cuajar, abomaso o verdadero estómago, dotado
de glándulas digestivas.

7. Digestión
intestinal

Intestino, porción del tracto digestivo situado
entre el estómago y el ano. En la especie humana, el
intestino se divide en dos secciones principales: el intestino
delgado, que tiene unos 6 m de longitud, donde se produce la
parte más importante de la digestión y se absorben
la mayoría de los nutrientes, y el intestino grueso, que
tiene un diámetro mayor, una longitud aproximada de 1,5 m
y es donde se absorbe el agua y
determinados iones; desde él se excretan los materiales
sólidos de desecho. El intestino delgado está
enrollado en el centro de la cavidad abdominal y está
dividido en tres partes: duodeno, yeyuno e íleon. La
porción superior o duodeno comprende el píloro, la
abertura de la parte inferior del estómago por la que
vacía su contenido en el intestino. El duodeno tiene la
forma de una herradura que rodea tanto a una parte del
páncreas y el conducto pancreático, como a los
conductos del hígado y de la vesícula biliar que
vierten en él. El yeyuno o parte media del intestino
delgado se extiende desde el duodeno hasta su porción
terminal o íleon, que acaba en un lado de la primera parte
del intestino grueso llamada el ciego. El intestino delgado tiene
una membrana de revestimiento o mucosa, adaptada para la
digestión y absorción que está plegada y
cubierta por unas pequeñas prolongaciones llamadas
vellosidades; éstas son pequeños tubos de epitelio
que rodean un vaso linfático y gran cantidad de capilares.
En su base se abren unas pequeñas depresiones glandulares
llamadas criptas de Lieberkühn, que secretan las enzimas
necesarias para la digestión intestinal. Las proteínas
e hidratos de carbono
digeridos pasan de los capilares de las vellosidades a la vena
porta, que entra en el hígado, mientras que las grasas
digeridas se absorben a través de los pequeños
vasos linfáticos y alcanzan el flujo sanguíneo
general. La mucosa del intestino delgado también secreta
la hormona secretina que estimula al páncreas para
producir las enzimas digestivas. El intestino grueso se divide en
el ciego, el colon ascendente, el colon transverso, el colon
descendente, el colon sigmoideo y el recto. El ciego es un saco
abultado que se localiza en la porción inferior derecha de
la cavidad abdominal y en los animales herbívoros tiene un
gran tamaño. En la especie humana, las dos partes
importantes del ciego son el apéndice vermiforme vestigial
(véase Apendicitis), que se altera con frecuencia, y la
válvula ileocecal, una estructura
membranosa situada entre el íleon y el ciego que regula el
paso del material alimenticio desde el intestino delgado al
grueso y evita el retroceso de los productos de
desecho tóxicos en el sentido inverso. El colon ascendente
se eleva por el lado derecho del abdomen; el colon transverso lo
cruza en horizontal y el colon descendente se dirige hacia abajo
por su lado izquierdo. El colon sigmoideo es la porción
que adopta esta forma cuando entra en la cavidad pélvica.
La parte terminal del intestino o recto mide unos 15 cm de
longitud y debe este nombre a su forma casi recta. La salida del
recto se llama ano y está cerrada por un músculo
que lo rodea, el esfínter anal. El intestino grueso tiene
un revestimiento mucoso liso (sólo el recto tiene
pliegues) que secreta mucus para lubricar los materiales de
desecho. El alimento y los materiales de desecho atraviesan toda
la longitud del intestino movidos por las contracciones
rítmicas o movimientos peristálticos de sus
músculos. La totalidad del volumen
intestinal mantiene su posición en la cavidad abdominal
gracias a unas membranas llamadas mesenterios.

8. Intestino
delgado.

El conducto intestinal delgado es la parte más larga de
todo el aparato digestivo, con una longitud de unos seis metros.
Se puede considerar que está formado por tres partes:
duodeno, yeyuno e íleon, aunque la separación entre
cada uno de ellos no presenta límites
definidos. Las principales funciones que
desempeña el intestino delgado son el avance del alimento
procedente del estómago, el desarrollo de
la fase terminal de la digestión con jugos que segregan
tanto sus propias glándulas como otras accesorias
(hígado y páncreas) y, por último, la
absorción de los productos
alimenticios que se liberan en la digestión para que pasen
a la sangre y, a
través del torrente circulatorio, sean transportados a los
lugares del organismo donde son necesarios. Las paredes del
intestino delgado constan de cuatro capas concéntricas
denominadas, del exterior al interior, serosa, muscular,
submucosa y mucosa. La capa de tejido intestinal presenta
pequeñas protuberancias en forma de dedo llamadas
vellosidades, de cuya superficie surgen otras más
pequeñas, las microvellosidades. Mediante estos salientes
se aumenta la superficie intestinal unas 25 veces, lo que
acrecienta la eficacia de la
absorción. Cuando las enzimas digestivas han disociado las
grandes moléculas de proteínas,
polisacáridos, ácidos
nucleicos, lípidos en
sus subunidades constituyentes, los productos son absorbidos por
la pared del intestino, especialmente del intestino delgado.
Incontables pequeñas eminencias en forma de dedo llamados
vellos, cubren toda la superficie de la mucosa intestinal, cada
vello contiene una red de capilares
sanguíneos, y un capilar linfático en su centro, al
cual son transferidos los nutrientes. Los pliegues, vellos y
microvellos juntos proporcionan una enorme superficie por la que
puede producirse la absorción. Alguno vertebrados tienen
una o mas bolsas ciegas, secas, que se unen al intestino y
aumentan el área disponible para la absorción. La
absorción es un complejo proceso
producido en parte por simple difusión física, en parte por
difusión facilitada y transporte
activo. Las distinta hexosas son absorbidas por transporte
activo, por un proceso que requiere el gasto de energía
parea mover las moléculas contra un gradiente
químico. Las distintas hexosas, glucosa, fructosa y
galactosa, son absorbidas a diferente velocidad.

Intestino grueso

La última porción del aparato digestivo la
constituye el intestino grueso, integrado por el ciego, el colon
y el recto. El ciego es la parte que comunica con el intestino
delgado a través de la válvula ileocecal, y en la
que se encuentra el apéndice vermiforme, cuya
inflamación puede originar apendicitis, en cuyo caso es
necesario extirparlo. El colon se subdivide en cuatro secciones:
colon ascendente, que va de abajo hacia arriba hasta la zona
inferior del hígado; el transverso, cuyo recorrido es
horizontal de derecha a izquierda y se sitúa a la altura
de la décima costilla; el descendente, dirigido de arriba
hacia a bajo y que se ubica delante del riñón
izquierdo; y, por último, el sigmoide, que se incurva dos
veces sobre sí mismo, se sitúa en proximidad de la
tercera vértebra sacra y continúa con el recto, que
termina en el orificio anal. Así, el aparato digestivo se
comunica con el exterior del organismo. La función
básica del intestino grueso es la absorción del
agua de los
líquidos que no han sido asimilados en el intestino
delgado y también los electrólitos (sustancias que,
disueltas en agua, se descomponen para formar partículas
cargadas eléctricamente). Además, almacena las
sustancias sólidas de desecho hasta que son excretadas. El
resto de las materias, una vez absorbidos los nutrientes, pasan
del intestino delgado al grueso, o colon, dispuesto en el abdomen
en forma de U invertida, de mayor diámetro y paredes mas
gruesas que los segmentos precedentes. El intestino delgado
desemboca de lado en el colon, a poca distancia de su
terminación, de modo que deja un fondo de saco llamada
ciego, de cuyo extremo todavía sobresale una
proyección del porte de un dedo meñique , llamada
apéndice. Desde la unión de los dos segmentos del
intestino, el colon ascendente, como su nombre lo indica, se
extiende en dirección vertical por el lado derecho del
abdomen hasta llegar a nivel del hígado, donde cambia de
dirección en ángulo recto y, con el
nombre de colon transverso, cruza la cavidad abdominal por debajo
del hígado y estomago. Ya a la izquierda del abdomen,
vuelve a doblarse en ángulo recto y a tomar
dirección descendente ( colon descendente ) hasta llegar
al recto.
La parte final del tubo digestivo está formada por el
colon el recto y el ano. Una corta bolsa llamada ciego une el
intestino delgado con el colon. el ciego, el colon y el recto
forman el intestino grueso. de 1,5m de longitud, el colon cambia
productos digestivos de desecho en una forma que el cuerpo que el
cuerpo escreta como heces por el recto y ano. Cuando la comida
cuando la comida llega al colon ya se han absorbido los
nutrientes escenciales para las funciones del
cuerpo.

Características evolutivas

La principal función intestinal es la absorción
de los principios
nutritivos utilizables por el organismo, resultantes de la
digestión de las grandes moléculas orgánicas
ingeridas por el animal y en las que tales principios se
integran, complementada por la degradación de algunos
nutrimentos. En el intestino se absorben también grandes
cantidades de agua, que de otro modo se perdería junto con
los desechos, y se forman las heces.

A lo largo de la evolución animal, el intestino se ha
convertido de modo progresivo en un órgano largo y
complejo, con elevada capacidad absorbente y digestiva, para lo
cual sus paredes han experimentado un proceso de expansión
y plegamiento hasta constituir los repliegues intestinales con el
fin de incrementar la superficie de absorción.
Además, como ha ocurrido con otros aparatos y sistemas, sus
partes se han diferenciado, y en los animales superiores
presentan dos zonas netamente definidas: el intestino delgado,
anterior, cercano al estómago, y el intestino grueso,
situado a continuación. Cada parte se ve subdividida a su
vez en distintas regiones, diferenciadas estructural y
morfológicamente.

Intestino de los invertebrados

En los invertebrados, el intestino aparece ya en algunos
grupos de platelmintos (gusanos planos), como las planarias, los
turbelarios marinos y los trematodos, mientras que en otros, como
las tenias, no existe, debido a su adaptación a la vida
parasitaria.

La anatomía y estructura del intestino en los
distintos tipos de invertebrados es, en términos
generales, muy similar, con las variaciones lógicas en
cuanto respecta a los tejidos
orgánicos y al rendimiento fisiológico. En muchos,
la cavidad intestinal forma un número variable de
divertículos o prolongaciones ciegas, en las que se
almacena el alimento. Las lombrices de tierra,
pertenecientes al grupo
taxonómico de los anélidos, presentan un repliegue
de las paredes intestinales, el llamado tiflosol, que multiplica
la eficacia
absorbente del órgano. En los artrópodos
(crustáceos, arácnidos, insectos, etc.), el
intestino ocupa la tercera región en la que se estructura
el aparato digestivo de estos animales, región denominada
proctodeo.

9. Anatomía comparada del
intestino de los vertebrados

Con excepciones como las lampreas (ciclóstomos) y
algunos anfibios, en la mayoría de los vertebrados el
intestino se divide en una porción anterior, delgada, y
otra final, gruesa. La primera desempeña un papel
absorbente y digestivo, mientras que en la segunda se forman las
heces fecales.

En los peces de
esqueleto cartilaginoso, entre los que se incluyen los tiburones,
el intestino delgado está recorrido por la llamada
válvula espiral, pliegue longitudinal que aumenta la
superficie de absorción. Con frecuencia aparecen ciegos
pilóricos, prolongaciones ubicadas cerca del extremo
posterior del estómago.

Entre los anfibios se observan repliegues muy finos en las
paredes intestinales, las vellosidades que faltan en ciertas
especies de ranas. El intestino delgado muestra un grado
de arrollamiento variable según los grupos y el intestino
grueso suele ser corto y desemboca en una cloaca.

En los reptiles, alrededor del punto donde se unen las dos
regiones del intestino se desarrolla el llamado ciego
cólico, con función de almacenamiento.
Tal estructura alcanza mayor complejidad y perfección en
las aves.
Así, por ejemplo, el ciego del avestruz es de
tamaño considerable y contiene un pliegue espiral
interno.

Los mamíferos herbívoros tienen un intestino muy
largo, debido al tipo de dieta de estos animales, que requiere
procesos de
absorción más lentos y eficientes con el fin de
extraer la mayor parte del contenido asimilable de la hierba y
órganos vegetales. Las paredes intestinales son muy ricas
en glándulas, algunas de las cuales vierten enzimas y
hormonas.

10. Afecciones
intestinales

Entre las afecciones habituales del intestino delgado cabe
citar los trastornos infecciosos o enteritis, en los que se
producen inflamación, fiebre, diarrea, etc.; diversos
tipos de malabsorción, que determinan una insuficiente
asimilación de los nutrimentos; y trastornos causados por
la acción de organismos parásitos, en su mayor
parte gusanos y protozoos flagelados.

El intestino grueso puede verse alterado por enfermedades infecciosas,
como la colitis, de origen bacteriano, caracterizadas por la
abundante diarrea; o por la actuación de protozoos
parásitos, como algunas amebas que originan la
disentería amebiana.

La evacuación insuficiente del intestino se conoce como
estreñimiento y puede ser debida a diferentes causas,
tales como oclusiones, inflamaciones, inadecuado régimen
alimentario (falta de fibra en la dieta) y otros. Se corrige
mediante la administración de laxantes y aumento de las
verduras y frutas en la dieta, aplicación de calor,
etc.

Páncreas

La glándula pancreática está situada
detrás del estómago y resulta imprescindible para
la vida. Su fisiología se centra en la secreción
de sales alcalinas (bicarbonatos) con el objeto de poder
neutralizar los ácidos del estómago, así
como las enzimas necesarias para la digestión. Por otra
parte, desempeña un papel decisivo
en la producción de hormonas: la
insulina y el glucagón son las encargadas de regular la
asimilación metabólica de los carbohidratos.

Hígado

El órgano hepático es la glándula
más voluminosa del cuerpo humano.
Su peso oscila en torno a los 1,5
kg. No tiene una sola función, sino que desarrolla
múltiples procesos (almacenaje de grasas, carbohidratos y
proteínas, producción de proteínas para la
coagulación sanguínea, etc.), pero de todos ellos
el único que parece directamente implicado en el
funcionamiento del aparato digestivo es la síntesis
de la bilis, sustancia líquida y viscosa, de color amarillo
verdoso, que interviene en la digestión de las grasas y
evita la putrefacción intestinal.

Vesícula biliar

La bilis se halla contenida en una pequeña vejiga en la
que se elimina el exceso de agua. Si la concentración
biliar es excesiva, pueden producirse cálculos, que se
deben extirpar mediante cirugía.

Actividad en el colon

La función principal del colon es convertir en heces el
líquido del intestino delgado, llamdo quimo. Los millones
de bacterias del
colon producen vitaminas k y
b, Así como los gases de
hidrogeno,
anhídrido carbónico, sulfuro de hidrógeno y
metano. El recubrimiento del colon segrega moco para lubricar el
interior del intestino y facilitar el paso de las heces. El moco
produce anticuerpos que protegen contra la enfermedad.

Absorción de agua de las heces

El sodio, el cloruro y el agua son
absorbidos a través del recubrimiento del colon y pasan a
la circulación,de modo que las heces se hacen más
secas. Se gregan bicarbonato y potasio para tomar el lugar del
sodio y del cloruro

Consolidación de las heces

En el tracto intestinal viven miles de millones de bacterias,
normalmente inofensivas siempre que no se extiendan a otras
partes del cuerpo. Se alimentan de la fibra no digerida de la
materia fecal
y ayudan a reducir así la cantidad de heces que se
producen. Al ser excretadas, aproximadamente una tercera parte
del heces se componen de estas bacterias.

El quimo en el intestino grueso

El quimo pasa del íleon (la última parte del
intestino delgado)a través de la válvula ileocecal.
Cada vez que se abre la válvula, una parte del quimo es
empujado desde el íleon hacia el ciego para moverse por el
colon ascendente.

Formación de desechos y defecación

Aunque las materias que llegan al colon han perdido mucha
parte de sus componentes, el conjunto todavía es
líquido. Cierta cantidad de agua es absorbida en el
intestino delgado, aproximadamente la equivalente a la aportada
por la bilis y el jugo pancreático. La principal
función del colon es absorber agua y reducir las
deyecciones a consistencia semisólida. En el colon se
producen también los mismos movimientos que en el
intestino delgado, peristálticos y rítmicos, aunque
unos y otros son mas lentos y perezosos que los correspondientes
en el segmento anterior. De cuando en cuando, movimientos
peristálticos más enérgicos impelen las
materias hacia el recto; estos movimientos son mas frecuentes
después de haber comido, debido a un mecanismo reflejo por
el cual la repleción del estómago estimula el
vaciamiento del colon.

Defecacion

La defecación en parte es voluntaria, debido a la
contracción de los músculos de la pared abdominal y
del diafragma, y a la relajación del esfínter
externo del ano, y en parte involuntaria, dependiente de la
relajación del esfínter interno del ano y de la
contracción del intestino grueso y el recto, que impulsan
las heces hacia el ano. La distensión del recto y el
estimulo resultante de los nervios de sus paredes es lo que
despierta el deseo de defecar. Si este aviso se desatiende, el
recto se adapta al nuevo tamaño, el estimulo se reduce y
por fin desaparece.

11. Recto y ano

Recto: Forma parte del intestino grueso, y esta situado
a continuación de este. Tiene forma cilíndrica,
excepto en su parte inferior, llamada ampolla. Se llama recto
porque es mucho menos fluxuoso que el colon. Tiene por termino
medio, 13 cm. de longitud. En su interior presenta dos especies
de válvulas
(válvulas de Houston), una de ellas (la de Kohlrausch)
bastante visible en el lado derecho. En su parte inferior hay una
serie de repliegues curvilíneos, las válvulas
semilunares de Morgagni, separadas entre si por las columnas del
mismo nombre.
Ano: Por debajo del recto esta el canal anal, de unos cuatro cm.
de longitud, revestido de crestas verticales llamadas columnas
anales. En las paredes del canal anal hay dos fuertes hojas
planas de músculos llamados esfínteres interno y
externo, que actúan como válvulas y que se relajan
durante la defecación.

Fisiología y enfermedad.

La regulación de los procesos que se realizan en
el aparato digestivo es llevada a cabo por el sistema nervioso
y por ciertas hormonas y, en algunas partes, también por
sustancias químicas. Como el resto de las partes del
cuerpo, cada uno de los órganos que integran el aparato
digestivo es susceptible de padecer enfermedades. Estas pueden
ser de muy distinto origen: congénito, infeccioso,
canceroso, ambiental o por inflamación. En cualquiera de
los casos es necesario tratar de evitarlas o si se han
manifestado buscar un tratamiento adecuado, porque el aparato
digestivo, y por tanto su correcto funcionamiento, resulta
imprescindible para la actividad vital. La terapéutica de
este sistema comprende
áreas médicas de distinta índole.
Así, la odontología, la gastroenterología y
la cirugía son disciplinas que centran sus estudios y
tratamientos en los órganos digestivos.

12.
Bibliografía

Biología Educación
Media;José Manuel Jerez Álvarez, Juan José
Lopez, Ángela Tristotti
Atlas Del Cuerpo Humano;
Doctor: Toni Smith
Enciclopedia Microsoft
Encarta 99
Enciclopedias De Internet

13.
Conclusion

Este trabajo fue de gran importancia para nosotros ya
que nos sirvió para comprender un poco mas sobre el
complicado y preciso aparato digestivo.

Integrantes:
Vanessa Benini
Fernando Moreno
Alma Paez
Gerardo Colmán
Elisa Gaona
Ma. Felix Lombardo

 

 

Autor:

Fernando D. Moreno

Partes: 1, 2
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