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La cría de los pavos en Argentina




Enviado por pablodpz




    1.
    Introducción

    2.
    Inversión


    4. Bibliografía

    1.
    Introducción

    Generalidades.

    Las aves no
    tradicionales resultan ideales para quienes deseen iniciar
    emprendimientos agropecuarios que no requieran grandes inversiones,
    ya que su producción está orientada a mercados de alto
    poder
    adquisitivo, receptivos a este tipo de productos, que
    los consumen independientemente de la situación
    económica del momento.

    Dentro de las aves no
    tradicionales, los pavos representan un caso especial, ya que si
    bien su consumo no se
    ha impuesto en
    forma masiva, es muy superior al de otras aves tales como los
    faisanes o los gansos. Eso hace que la producción de pavos no esté tan
    atomizada y existan empresas
    productoras de cierta envergadura. Lo cual no necesariamente
    conspira contra quienes quieren ingresar al negocio. Por el
    contrario, en muchos casos genera una fuente de ingresos
    adicional para los pequeños productores, ya que al ser el
    consumo de
    pavo altamente estacional, los productores ya instalados en el
    mercado suelen
    comprar la producción de pequeños granjeros para
    poder
    abastecer los picos de demanda.
    «En diciembre, las ventas se
    multiplican por 10 o por 15 en relación con el resto del
    año», afirma Elio Fava, quien se desempeña en
    el sector de ventas de un
    criadero con varios años de trayectoria en el mercado.

    Un poco de historia.

    Los pavos ya eran el alimento predilecto de los
    indígenas americanos mucho antes del descubrimiento de
    América. En Inglaterra se
    introdujeron en 1748 y si bien eran provenientes de Africa,
    ingresaron a través de Turquía.

    De allí viene turkey, la denominación
    inglesa de este animal. Medio siglo después, ya se hizo
    tan popular en ese país que se transformó en la
    carne típica para la cena de Navidad. Los
    ingleses, a su vez, introdujeron el pavo en Estados Unidos.
    En ese país, el pico de consumo se alcanza durante la cena
    correspondiente al Día de Acción de Gracias (11 de
    octubre), y se retoma en Navidad. En la
    Argentina, la
    cría de pavos con fines comerciales es reciente: se
    inició en 1975.

    La apertura económica, que posibilitó la
    importación de pavo congelado desde
    Brasil,
    Chile y los
    Estados
    Unidos, si bien por un lado perjudicó a los
    productores locales al competir contra aquéllos, por otra
    parte los benefició, ya que permitió ampliar el
    mercado.

    Los pavos importados fueron acompañados por
    acciones de
    marketing que
    difundieron su consumo. Además, muchos pavos y
    pavitas ingresaron al mercado nacional de la mano de empresas
    avícolas que ya tenían una fuerte presencia en
    supermercados y autoservicios. Eso permitió contar con
    canales de
    distribución masivos a nivel nacional para los pavos,
    y que sean conocidos por el público masivo.

    Presentación comercial moderna.

    Otro hecho que augura un incremento en el consumo de
    pavo y pavita es que poseen presentaciones comerciales que se
    inscriben dentro de las tendencias modernas, que se inclinan
    hacia los productos
    congelados y rebozados, por ser más práctica su
    cocción. «En los supermercados argentinos se puede
    comprar hamburguesas de pavo, así como supremas y
    milanesas de pavita, junto con pechuguitas, en todos los casos de
    producción nacional», dice Fava, quien afirma que en
    los últimos años el consumo de pavo viene
    creciendo, aunque la ausencia de cifras oficiales no permite
    conocer los porcentajes.

    Se estima que el consumo de carne de pavo ronda los 100
    g anuales por habitante. Esa cifra es insignificante si se la
    compara con los 8 kilos anuales que se consumen en Israel, los 7,5
    de Estados Unidos y los 5 kilos de Francia,
    Italia e Inglaterra.

    Las cifras locales demuestran que la relación
    entre pollos y pavos es 15 a 1 a favor de los primeros. En
    Estados Unidos, Francia e
    Italia, esa
    relación es 4 a 1. Eso se explica, en parte, por el hecho
    de que en los grandes países productores de pavos, la
    cría intensiva permite ofrecer pavos a un precio 25%
    superior al pollo, mientras que en nuestro país esa
    relación es de más de 50 por ciento.

    2.
    Inversión

    Redituabilidad.

    Comercialmente, el pavo es un animal muy redituable, ya
    que su pechuga representa 33% del peso del animal, mientras que
    en el pollo parrillero la misma alcanza como máximo a 20%.
    Teniendo en cuenta que hay pavos de 20 kilos de peso, eso arroja
    hasta seis kilos de pechuga por animal, muy codiciada para su
    comercialización como fiambre. En cuanto a
    precios, los
    mismos varían según el canal de comercialización. Los mayoristas suelen
    pagar el kilo $ 3, mientras que la venta directa al
    público se cotiza a $ 4,2 el kilo.

    Los interesados en instalar un criadero pueden obtener
    una ganancia mensual, antes de impuestos,
    superior a los $ 3.500. Para eso, deberán producir al
    menos dos camadas anuales de 2.000 aves cada una.

    Canales de venta.

    «Para una producción limitada, lo mejor es
    la venta directa, tanto a consumidores como a restoranes,
    carnicerías y pequeños supermercados», afirma
    Fava. En su opinión, los distribuidores y demás
    canales de comercialización comienzan a ser rentables
    cuando se producen volúmenes considerables. «En caso
    contrario -agrega-, los márgenes de rentabilidad
    suelen ser demasiado reducidos como para incorporar los costos que
    implican los intermediarios, por ejemplo el flete. De cualquier
    manera, cada productor debe analizar la situación en
    función
    de sus propios costos.»

    Según las fuentes
    consultadas, en cuanto a la exportación, la misma no es muy factible
    para producciones reducidas como la que motiva esta nota. Los
    bajos precios que
    rigen en el mercado internacional junto con los costos de
    exportación terminan impactando
    negativamente sobre la rentabilidad.

    Requisitos básicos.

    Los pavos alcanzan un peso óptimo de faena entre
    las 15 y las 16 semanas, cuando oscila en los 6 kg. En el caso de
    los machos criados hasta las 20 semanas, se logran pesos
    superiores a los 15 kg, adecuados para el consumo en restoranes y
    hoteles o para
    ser trozados o embutidos.

    La cría de pavos requiere un mínimo de
    instalaciones. Para producir dos camadas anuales de 2.000 pavos
    cada una, será necesario contar con un galpón de al
    menos 450 m². En cuanto a mano de obra, dos personas con
    experiencia previa en avicultura, a un sueldo promedio de $ 700
    cada una (cargas sociales incluidas) serán
    suficientes.

    Dos lados del galpón deberán ser cerrados,
    y los otros dos abiertos, recubiertos por el llamado
    «tejido pajarero», una malla plástica de 25
    mm. En los lados abiertos debe haber cortinas de arpillera
    plástica, a fin de proteger a los pavitos del frío
    y la lluvia.

    Los pisos pueden construirse con ladrillos o simplemente
    con tierra
    apisonada y una capa de cemento. Para
    el techo, los materiales que
    mejor se adaptan son las chapas de fibrocemento de 6 mm (las de
    menor espesor pueden ser destruidas por el granizo) y de zinc
    aluminizadas. Estas últimas reflejan los rayos solares, y
    su uso tiende a imponerse, debido a que son livianas y de
    fácil aplicación.

    Es necesario preparar el galpón con anterioridad
    al arribo de los pavitos. Hay que tener en cuenta lo
    siguiente:

    1; Cubrir el piso con viruta o cáscara de girasol
    o arroz. Luego, agregar más cantidad para mantener en
    invierno una cama profunda y seca (5 a 8 centímetros de
    espesor).
    2; Detectar y reparar de inmediato posibles goteras, resquicios
    en puertas y paredes, cortes en tejidos o
    cortinas, y orificios o cuevas de alimañas en el piso.
    3; Eliminar restos de camas de crías anteriores, y lavar,
    desinfectar y blanquear paredes y pisos.

    Una vez acondicionado el lugar, se adquieren los pavitos
    BB, con un día de vida. El pavo blanco de pechuga ancha,
    conocido como pavo híbrido (la variedad que se cría
    en la Argentina)
    proviene del cruzamiento de machos y hembras pertenecientes a dos
    líneas o estirpes diferenciadas. Como el cruzamiento de
    ambos reproductores es imposible de lograr por apareamiento
    normal, es imprescindible el empleo de
    técnicas de inseminación artificial
    para la producción de huevos a incubar. Por eso, el
    costo de los
    pavitos BB ($ 3,5 cada uno) es alto en comparación con
    otras aves, como los patitos, que cuestan $ 1 cada
    uno.

    Equipamiento.

    En cuanto al equipamiento, como prácticamente no
    se fabrican equipos específicamente diseñados para
    pavos, lo mejor es utilizar los que se usan para las
    gallinas.

    Hasta la quinta o sexta semana, el calor que
    necesitan para crecer (que originariamente debería
    proceder de sus madres), debe ser provisto a través de
    criadoras o campanas. Cada una de estas alberga hasta 300
    pavitos. El mercado de implementos avícolas presenta
    varios modelos, tanto
    eléctricos como de gas. Estas
    campanas están destinadas a proveer una temperatura
    ambiente de 25
    °C.

    En cuanto a los bebederos, existen diferentes modelos, que
    se adaptan según la edad de las aves. Durante los primeros
    diez o quince días, se utilizan los llamados
    «bebederos de plato», con recipiente invertido. Los
    mismos se fabrican en vidrio, aluminio y
    plástico.
    Tienen una capacidad de 4 litros, y conviene disponer de un
    bebedero cada 50 pavitos.

    Para las aves de más de dos semanas se utilizan
    los «bebederos lineales», que pueden ser colgantes o
    de pie. Por lo general, tienen 2,5 m de longitud y son hechos en
    chapa galvanizada o bien enlozados.

    Alimentación.

    Durante toda su crianza, cada pavo insumirá un
    gasto aproximado de $ 6,5 en alimentación. El
    alimento balanceado se puede comprar o elaborar, aunque esta
    última opción es conveniente sólo para
    quienes cuentan con un establecimiento agropecuario del cual
    puedan obtener los cereales y la carne necesaria. «Una de
    las ventajas del pavo argentino sobre el importado -explica Fava-
    es que su alimentación se basa en cereales locales y
    harina de carne vacuna. En otros países, en cambio, les
    dan harina de pescado o cereales de menor contenido
    nutritivo.»

    Ningún alimento para pollos satisface las
    exigencias en proteínas
    y vitaminas de
    los pavos en la etapa inicial.

    Los resultados de experiencias recientes mostraron que
    el peso de pavos engordados con un plan de
    alimentación basado en comidas específicas fue 26%
    superior al de los pavos alimentados con balanceado para pollos y
    gallinas. Además, las aves mal nutridas fueron más
    susceptibles a distintas enfermedades que las
    correctamente alimentadas. En materia de
    comederos, los pavitos podrán recibir su alimento, durante
    la primera semana de vida, sobre un cartón corrugado, o
    sobre la arpillera que recubre el piso del corralito.

    En estos primeros momentos, es aconsejable extremar los
    cuidados y asegurarse de que todos los pavitos coman y beban con
    facilidad. A partir de la tercera semana, se deberán
    utilizar los comederos «tolva», compuestos por un
    cono y un plato. La capacidad de estos comederos oscila entre los
    15 y los 20 kg, y están construidos con chapa galvanizada.
    Se recomienda utilizar una tolva cada 20 aves.

    Otros aspectos por considerar.

    Es necesario proveer una iluminación permanente durante los primeros
    cinco días de vida de los pavitos. A partir del quinto
    día, la cantidad de horas de iluminación se puede
    reducir a 14 por día. Si se dispone de corriente
    eléctrica, pueden usarse lámparas de 60 vatios
    colocadas a 1,5 metro de altura. En caso de no contarse con
    luz
    eléctrica, pueden emplearse faroles de gas o los
    queroseneros conocidos como «sol de
    noche».

    El manejo de los aspectos sanitarios (además de
    que debe ser realizado en forma obligatoria por un veterinario,
    que puede ser contratado part time) es fundamental para evitar la
    proliferación de enfermedades.

    No existe un programa
    estándar de vacunación, ya que la misma debe
    hacerse teniendo en cuenta las características de cada criadero,
    época del año, zona de ubicación,
    etcétera.

    3. Cuadros de
    factibilidad
    económica

    Entre las alternativas de producción
    agrícola el pavo híbrido aparece como una
    opción que pueden desarrollar pequeños y medianos
    productores. Como un acercamiento al análisis de factibilidad
    económica, presentamos un informe elaborado
    en el marco del Proyecto de
    Diversificación Productiva (Prodip) con sede en el INTA –
    Pergamino.

    Es un módulo básico que considera la
    inversión, los índices productivos y
    los costos de
    producción, calculados con una vida útil de 18
    años. Se plantean tres escenarios a partir de distintos
    precios del producto.

    Números rentables
    Análisis de sensibilidad con
    distintos niveles de precios de venta de los pavos
    terminados.

     

    Escenario scenaE1scrio 1

    Escenario scenaE22scrio 1

    Escenario scenaE3scrio 1

    Precio (1)

    1,40

    1,70

    2,00

    Inversión (US$)

    21.000

    21.000

    21.000

    Costo producción (US$)

    Por camada

    14.250

    14.250

    14.250

    Por kilo

    1,16

    1,16

    1,16

    Valor neto actualizado (US$) (2)

    38.000

    110.000

    180.000

    Tasa interna de retorno (%) (3)

    37

    (*)

    (*)

    Recupero inversión (años)

    4

    2

    2

    Margen bruto anual (US$) (4)

    6.000

    13.000

    20.000

    (1) US$/kg vivo en puerta/galpón.
    (2) Valor
    actual de la corriente del flujo de fondos.
    (3) Rentabilidad media del dinero
    invertido en el proyecto durante la vida del mismo.
    (4) Ingreso bruto, menos costo
    incremental.
    (*) Superior a 37%.

    Inversión
    En dólares

    Galpón avícola (500 mts.
    cuadrados)

    13.000

    Instalaciones (electricidad y agua)

    2.400

    Equipos

    4.000

    Mejoras

    1.600

    Total

    21.000

    Coeficientes productivos

    Camadas por año

    2

    Módulo (animales a la venta)

    2.000

    Mortandad

    10%

    Peso promedio a la venta (kilos)

    Machos

    5.750

    Hembras

    6.500

    Total por camada (kilos)

    12.250

    Costo de producción
    Incidencia de cada rubro en la estructura de costos de la
    actividad.

    Rubro

    %

    Alimentación

    50

    Adquisición de pavitos BB

    39

    Energía (gas y electricidad)

    5

    Mantenimiento y reparaciones

    4

    Sanidad

    2

    4.
    Bibliografía

    www.mercado.com.ar
    www.agrobit.com.ar
    www.agronet.com
    www.ambitofinanciero.com
    www.universired.com.ar
    www.indec.com.ar
    www.inta.gov.ar

     

     

    Autor:

    Pablo Perez

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