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Drogas




Enviado por carlosjoteff



    1.
    Introducción

    2. Acción
    Farmacológica

    3. Etapas De Evolución Hasta
    Adicción

    4. Efectos De La
    Droga


    6. Consecuencias
    Psíquicas

    7.
    Conclusión

    1.
    Introducción

    En los últimos años las drogas son
    casi de uso legal, como puede ser que un pibe camine totalmente
    tranquilo por la calle pasando por delante de autoridades
    (policía) con un porro encendido, en tiempos anteriores
    ibas de cabeza al calabozo y después que te vengan a
    buscar tus padres. Hoy es casi indiferente, o sino un fiel
    ejemplo: es una de las plazas de Palermo, donde mas que una
    reunión entre amigos parece una misa de
    drogadictos.

    Las drogas se han
    introducido como algo normal, uno consigue tantas líneas
    (vendedores) como medias, es cada vez más la gente que
    opta por este camino, desde un niño hasta un gerente o
    jefes de algunas empresas.

    Las drogas son un
    fiel camino a seguir por las generaciones futuras sino es hace
    algo rápido, que importe y llame la atención, la gente no está informada
    y ese es el problema; pero ahora bien murieron 40.000 personas en
    1999 por el tabaco y por la
    marihuana
    no se han registrado, yo no defiendo la marihuana de
    ningún modo, solamente doy un cálculo
    para pensar un poco .

    Me parece que queda a total luz el tema
    elección "drogas"

    2. Acción
    Farmacológica

    El 90% de las drogas que se
    consumen en nuestro país se venden en las farmacias, bajo
    receta. Es habitual que en cualquier hogar se encuentren
    psicofármacos, que automedicados causan efectos de
    adicción.

    Además existen cientos de fórmulas y
    productos de
    uso doméstico que utilizados de determinada manera, son
    narcotizantes, y tan peligrosos como la marihuana y la
    cocaína.

    Todos estos puntos siempre deben ser tomados en cuenta.
    La familia no
    es la única responsable, pero lleva un gran peso en la
    actitud del
    joven. La familia de un
    drogadicto también esta enferma: sufre de falta de
    comunicación, de roles invertidos, límites
    desdibujados o absoluta falta de ellos.

    Los productos y
    medicamentos que se transforman en drogas de adicción
    más comunes son:

    Antifusivos : los que contienen ziperol o
    codeína, una droga derivada
    del opio. Los más peligrosos son Talasa , en jarabes y
    comprimidos y Aseptabrón Unicap .
    Antiparkinsonianos : los más peligrosos son Artane y
    Akinetón , con graves efectos secundarios .
    Analgésicos : el más riesgoso es el Temgesic ,
    contiene morfina y provoca una terrible dependencia .
    Colirio : las gotas para los ojos se inyectan para producir
    efectos narcóticos.
    Ceras en pastas: provocan daños cerebrales y
    orgánicos porque al igual que los 0pegamentos, pinturas y
    otros, están preparados con resina.
    Desodorantes en spray : en ciertas dosis funcionan como los
    pegamentos .
    Naftalina : es una sustancia narcotizante que provoca
    adicción .
    Tranquilizantes : su uso es conocido masivamente, así como
    si constante aumento.

    3. Etapas De Evolución Hasta
    Adicción

    Uso : Consume los fines de semana y en oportunidades
    absolutamente casuales. La droga le es
    regalada o compartida. No afecta su vida laboral, escolar
    o de pareja. No presenta episodios de intoxicación.
    Estado de
    ánimo: busca cambio de
    sensaciones.

    Abuso : Uso regular durante la semana. Episodios de
    intoxicación. El compromiso escolar es afectivo. Se inicia
    el deterioro de su vida familiar y de pareja. Estado de
    ánimo: confusión.

    Lleva una vida dual : una existencia cotidiana
    común y otra adictiva y desconocida por parte de sus
    allegados .

    Adicción : Ha desaparecido toda relación
    con su familia, pareja,
    escolaridad o trabajo. Busca obsesiva y compulsivamente la droga.
    Imposibilidad absoluta de abstinencia. Presenta un compromiso
    orgánico total . Riesgo de
    destrucción de su sistema
    inmunológico. Peligro de SIDA. Estado de
    ánimo: vida dependiente.

    Medicina deportiva, especialidad médica dedicada
    al estudio de los efectos del ejercicio sobre el cuerpo humano
    y al diagnóstico, tratamiento y
    prevención de las lesiones deportivas.

    El uso impropio o ilegal de fármacos y sustancias
    (como los anabolizantes esteroideos) para mejorar el rendimiento
    deportivo ha sido objeto constante de investigación desde la década de los
    60. En esta época su uso empezó a aumentar
    dramáticamente. Los anabolizantes esteroideos
    supuestamente mejoran la fuerza y la
    resistencia, pero
    pueden tener efectos colaterales muy perjudiciales, por ejemplo
    en el parénquima hepático. En los Juegos
    Olímpicos de 1968 se empezaron a realizar pruebas de
    detección de analgésicos opiáceos y de
    anfetaminas estimulantes. Hasta 1974 no se prohibieron los
    anabolizantes esteroideos y se empezaron a detectar en los
    atletas. En algunas federaciones internacionales y nacionales no
    se han declarado ilegales algunos fármacos y drogas por
    diferentes razones, entre otras la falta de exactitud de algunas
    pruebas de
    detección, dudas sobre la prohibición de algunas
    sustancias corrientes como la cafeína, y falta de preocupación por
    el problema. Sigue existiendo controversia sobre la legalidad del
    'dopaje de sangre': un
    atleta recibe transfusiones sanguíneas justo antes de la
    prueba deportiva. El incremento de hematíes aumenta la
    potencia
    aeróbica del atleta.

    Factores Que Impulsan Al Consumo De
    Drogas
    *Crisis de
    identidad: es
    muy habitual la inducción por parte de compañeros
    adolescentes,
    que llevan al consumo y
    abuso de drogas.
    *Familia disfuncional: alteración en la
    comunicación familiar. Roles absolutamente
    subvertidos, padre o madre ausente, o alguno de ellos
    dominante.
    *Chicos en la calle: se trata de adolescentes
    que han abandonado su hogar o bien han sido arrojados al mundo de
    los adultos. Ellos adquieren un hábitat sui
    géneris, plazas, estaciones, etc . Esta sucesión de
    abandonos y falta de afectos, los ha hecho desarrollar
    precozmente y se comportan como adolescentes prematuros.
    *Retrazado escolar: no terminó la primaria. Sus razones no
    son falta de capacidad, sino carencia de estímulos
    educativos o familiares.
    *Marginado social: es el joven que pertenece a poblaciones
    marginales. Vive en una absoluta precariedad. Está cargado
    de constantes frustraciones, tanto personales como del mundo que
    lo circunda.
    *Hijo de padres alcohólicos: entre el 40% y el 60% de los
    hijos de padres alcohólicos aprenden a manejar sus
    problemas con
    sustancias químicas.
    *Marginado ético: carente de un espacio propio dentro de
    una familia y de padres que le enseñen el camino para
    crecer. Los padres son inmaduros o inexistentes .

    4. Efectos De La
    Droga

    Esquemáticamente pueden considerarse
    cinco propiedades: aquellas drogas destinadas a combatir la
    fatiga y aumentar el vigor (cafeína, anfetaminas, y cocaína);
    las que mejoran el estado de
    ánimo (alcohol,
    anfetaminas, y morfina); las dirigidas a suprimir preocupaciones
    (alcohol,
    barbitúricos y sedantes); las que permiten dormir
    (hipnóticos y alcohol) y por último aquellas que
    permiten ensoñaciones y sensaciones irreales, como por
    ejemplo el ácido lisérgico, marihuana, mescalina y
    morfina.

    Toxicomanía, estado psicológico y en
    ocasiones físico caracterizado por la necesidad compulsiva
    de consumir una droga para experimentar sus efectos
    psicológicos. La adicción es una forma grave de
    dependencia en la que suele haber además una acusada
    dependencia física. Esto
    significa que el tóxico ha provocado ciertas alteraciones
    fisiológicas en el organismo, como demuestra la
    aparición del fenómeno de tolerancia
    (cuando son necesarias dosis cada vez más elevadas para
    conseguir el mismo efecto), o del síndrome de abstinencia
    al desaparecer los efectos. El síndrome de abstinencia se
    manifiesta por la aparición de náuseas, diarrea o
    dolor; estos síntomas son variables
    según el tóxico consumido. La dependencia
    psicológica, o habituación, consiste en una fuerte
    compulsión hacia el consumo de la sustancia, aunque no se
    desarrolle síndrome de abstinencia.

    Los científicos utilizan con frecuencia las
    pruebas en animales de
    laboratorio
    para intentar deducir la capacidad adictiva de los
    tóxicos: los que el animal se autoadministra repetidamente
    son considerados como sustancias con alto poder
    adictivo, ya que tienen propiedades de refuerzo positivo. Entre
    éstos están algunos de los tóxicos de mayor
    consumo: el opio, el alcohol, la cocaína y los
    barbitúricos. Otras drogas como la marihuana y los
    psicofármacos, producen hábito en los seres humanos
    a pesar de no tener propiedades de refuerzo positivo en los
    animales de
    experimentación.

    Los tóxicos de uso más frecuente, con
    excepción del alcohol y del tabaco, se
    clasifican en seis categorías principales: opioides u
    opiáceos, hipnótico-sedantes, estimulantes,
    alucinógenos, Cannabis e inhalantes.

    5. Distintas
    Sustancias

    Opio
    La categoría de los opiáceos incluye a los
    derivados del opio, como la morfina, la heroína y los
    sustitutos sintéticos, como la metadona. Desde el punto de
    vista médico, la morfina es uno de los analgésicos
    más potentes que se conocen: de hecho se toma como
    referencia para valorar la potencia de otros
    analgésicos. Tanto el opio como sus derivados alivian la
    tos, disminuyen los movimientos intestinales (frenando así
    los procesos
    diarreicos) y producen un estado psicológico de
    indiferencia al medio. La heroína, un preparado
    sintetizado a partir de la morfina, fue introducido en 1898 como
    tratamiento para la tos y como sustituto no adictivo de la
    morfina. Sin embargo pronto se descubrió la intensa
    capacidad adictiva de la heroína, que se prohibió
    en muchos países incluso con fines
    médicos. Los consumidores refieren que la
    heroína produce un estado de embriaguez casi
    instantáneo tras su consumo.

    Los opiáceos tienen efectos variables en
    diferentes circunstancias. En su efecto influyen las experiencias
    previas del consumidor y sus
    expectativas, así como la vía de administración (intravenosa, oral o por
    inhalación). Los síntomas de abstinencia comprenden
    temblor de piernas, ansiedad, insomnio, náuseas,
    sudoración, calambres, vómitos, diarrea
    y fiebre.

    Durante la década de 1970 los científicos
    aislaron unas sustancias que denominaron encefalinas que son
    opiáceos naturales presentes en el cerebro. Muchos
    los consideran responsables del fenómeno de dependencia
    física a
    opiáceos aduciendo que éstos imitarían la
    acción natural de las encefalinas.

    Hipnótico-sedantes
    Los fármacos con mayor capacidad adictiva de esta
    categoría son los barbitúricos, utilizados desde
    principios de
    siglo en el tratamiento de la ansiedad y como inductores del
    sueño. En medicina
    también se emplean en el tratamiento de la epilepsia.
    Algunos adictos consumen grandes cantidades diarias de
    barbitúricos sin presentar signos de intoxicación.
    Otros consumidores buscan un efecto similar a la borrachera
    alcohólica y otros potenciar los efectos de la
    heroína. Gran parte de los consumidores de
    barbitúricos, sobre todo los del primer grupo,
    obtienen el fármaco de recetas médicas.

    Los barbitúricos, además de tener efectos
    semejantes al alcohol, también producen, como éste,
    una intensa dependencia física. Su supresión
    abrupta produce síntomas similares a la supresión
    del alcohol: temblores, insomnio, ansiedad y en ocasiones,
    convulsiones y delirio después de su retirada. Puede
    sobrevenir la muerte si
    se suspende bruscamente su administración. Las dosis tóxicas
    son sólo levemente superiores a las que producen
    intoxicación y, por tanto, no es infrecuente que se
    alcancen de manera accidental. La combinación de los
    barbitúricos con el alcohol es muy peligrosa.

    Otros fármacos hipnótico-sedantes son las
    benzodiacepinas, cuya denominación comercial más
    habitual es el Valium. Estos se incluyen en el grupo de los
    tranquilizantes menores que se utilizan en el tratamiento de la
    ansiedad, el insomnio o la epilepsia. Como grupo, son más
    seguros que
    los barbitúricos ya que no tienen tanta tendencia a
    producir depresión
    respiratoria y están sustituyendo a éstos
    últimos. Por contrapartida, la adicción a los
    tranquilizantes se está convirtiendo en un problema cada
    vez más frecuente. La adicción al fármaco
    Halción, del grupo de las benzodiacepinas, ha obligado a
    autoridades de varios países a retirarlo del mercado.

    Estimulantes
    Una droga de diseño,
    el 3,4-metilen dioxianfetamina, también conocido como
    ‘éxtasis’ produce en el consumidor una
    intensa sensación de bienestar, de afecto hacia las
    personas de su entorno, de aumento de energía, y en
    ocasiones, alucinaciones. Los efectos adversos que provoca su
    consumo incluyen sensación de malestar general,
    pérdida de control sobre uno
    mismo, deshidratación, pérdida de peso y
    pérdida de memoria. Se han
    comunicado casos de muerte
    relacionados con el consumo incontrolado de éxtasis y
    otras drogas relacionadas.

    Otros estimulantes cuyo abuso está muy extendido
    son la cocaína y la familia de
    las anfetaminas. La cocaína, un polvo blanco y cristalino
    de sabor ligeramente amargo, se extrae de las hojas del arbusto
    de la coca, que se encuentra en América
    del Sur. En medicina se
    emplea como anestésico en cirugía de la nariz y de
    la garganta, y como vasoconstrictor para disminuir el sangrado en
    las intervenciones quirúrgicas. El abuso de estas
    sustancias creció mucho en la década de 1970 y es
    responsable de un gran número de alteraciones
    fisiológicas y psicológicas. El crack es un tipo de
    cocaína sintética muy adictiva que surgió en
    la década de los años ochenta.

    Las anfetaminas aparecieron durante la década de
    1930 como tratamiento de los catarros y la fiebre del heno, y
    más tarde se conoció su acción sobre el
    sistema
    nervioso. Durante cierto tiempo se
    emplearon como adelgazantes. Su única aplicación
    médica hoy es el tratamiento de la narcolepsia, una
    alteración del sueño caracterizada por episodios
    diurnos de sueño incontrolables por el paciente y en el
    tratamiento de la hiperactividad infantil, situación en la
    que las anfetaminas tienen un efecto calmante paradójico.
    En los adultos, sin embargo, tienen un efecto acelerador que les
    ha valido la denominación anglosajona de speed. Las
    anfetaminas mantienen al consumidor despierto, mejoran su estado
    de ánimo y disminuyen el cansancio y la necesidad de
    dormir, pero a menudo la persona se vuelve
    más irritable y habladora. Tanto la cocaína como
    las anfetaminas consumidas durante periodos prolongados, pueden
    producir una psicosis similar
    a la esquizofrenia
    aguda.

    La tolerancia a los
    efectos euforizantes y anorexígenos (supresores del
    apetito) de las anfetaminas y de la cocaína aparece al
    poco tiempo. La
    interrupción del consumo de anfetaminas, sobre todo cuando
    se inyectan por vía intravenosa, produce una depresión
    tan profunda que el consumidor se ve en la necesidad de volver a
    consumirlas hasta llegar a situaciones límite.

    Alucinógenos
    Los alucinógenos no tienen aplicación médica
    en la mayor parte de los países salvo quizás para
    el tratamiento de los pacientes agonizantes, pacientes con
    trastornos mentales, drogodependientes y alcohólicos.
    Entre los alucinógenos más utilizados en la
    década de 1960 destacan el ácido lisérgico
    de dietilamida, o LSD, y la mescalina, un derivado del cactus del
    peyote. La tolerancia hacia estas sustancias se desarrolla con
    rapidez, pero no aparece síndrome de abstinencia cuando
    dejan de consumirse.

    La fenciclidina, o PCP, cuyo nombre vulgar es
    ‘polvo de ángel’, no tiene aplicación
    práctica en los seres humanos, pero los cirujanos
    veterinarios lo emplean en ocasiones como anestésico y
    sedante para los animales. A finales de la década de 1970
    se extendió su consumo humano, en parte por culpa de la
    facilidad con la que se sintetiza en laboratorio.
    Sus efectos difieren de los demás alucinógenos. El
    LSD, por ejemplo, produce distanciamiento y euforia, intensifica
    la visión, y produce el fenómeno conocido como
    cruce de los sentidos (los
    colores se
    ‘oyen’ y los sonidos se ‘ven’). El PCP
    sin embargo produce distanciamiento y disminución de la
    sensibilidad para el dolor; también provoca en ocasiones
    un ‘estallido’, o ataque, o una situación
    clínica tan semejante a un brote de esquizofrenia
    aguda que confundiría incluso a un psiquiatra. La
    combinación de este brote con la indiferencia al dolor
    lleva en ocasiones a alteraciones del pensamiento
    que pueden traducirse en violentos comportamientos
    destructivos.

    Cannabis
    De la planta Cannabis sativa derivan tanto la marihuana como el
    hachís. La marihuana se obtiene triturando las hojas, las
    ramas y las flores, y el hachís es la resina concentrada.
    La forma más habitual de consumo es fumarlos. Tienen
    efectos semejantes: producen relajación,
    aceleración del ritmo cardiaco, alteración de la
    percepción del tiempo (que transcurre
    más despacio) y agudización de los sentidos
    (oído,
    tacto, gusto y olfato). Los efectos varían en función de
    la dosis consumida y de las circunstancias que rodean a su
    consumo. La marihuana y el hachís no producen dependencia
    psicológica. No obstante, su uso puede ser peligroso,
    sobre todo si se conduce bajo sus efectos. Aunque se desconocen
    los efectos a largo plazo, es muy probable que la marihuana sea
    nociva para los pulmones de la misma manera que lo es el tabaco.
    El consumo de estas sustancias por parte de los niños y
    adolescentes es preocupante, ya que la intoxicación altera
    el pensamiento e
    interfiere con el aprendizaje.
    Sobre este punto existe unidad de criterios por parte de
    médicos y educadores en que el consumo es pernicioso y
    puede interferir con el desarrollo
    psicológico e incluso físico.

    La planta Cannabis ha sido empleada como remedio popular
    durante siglos, pero hoy carece de aplicación
    médica. Hay ciertos trabajos experimentales en los que se
    ha utilizado su principio activo, el delta-9-tetrahydrocannabinol
    (THC), para el tratamiento del alcoholismo,
    la epilepsia, las náuseas provocadas por los
    fármacos anticancerosos (quimioterapia) y el glaucoma. Su
    efectividad en el tratamiento de los pacientes con glaucoma
    parece indudable, pero sus efectos desorientadores hacen inviable
    su aplicación en los pacientes con
    cáncer.

    Inhalantes
    Dentro de la categoría de los inhalantes se encuentran
    ciertas sustancias que no son consideradas drogas, como el
    pegamento, los disolventes y los aerosoles (productos de
    limpieza, por ejemplo). La mayoría de las sustancias
    inhaladas (esnifadas) con intención de conseguir un efecto
    psicológico tienen una acción depresora sobre el
    sistema nervioso
    central. En dosis bajas pueden tener un leve efecto
    euforizante, pero en dosis superiores el consumidor pierde el
    control o la
    conciencia. Los
    efectos aparecen en el acto y pueden permanecer hasta 45 minutos.
    El dolor de cabeza, náuseas y mareo vienen a
    continuación. La inhalación de estas sustancias es
    nociva para la visión, el pensamiento y el control de los
    músculos y de los reflejos. A veces se producen lesiones
    permanentes y algunos aerosoles concentrados pueden producir
    la muerte.
    Aunque no es probable que se desarrolle dependencia
    física, sí aparece tolerancia en ocasiones. Otros
    productos cuya generalización ha alarmado a las
    autoridades sanitarias son los denominados poppers, de supuesto
    efecto afrodisiaco, como el nitrato de isoamilo, que se emplea en
    medicina como dilatador de los vasos sanguíneos. La
    inhalación prolongada de estas sustancias puede lesionar
    el sistema
    circulatorio y tener efectos nocivos relacionados con ese
    sistema.

    Alucinación, percepción
    falsa en alguna de las cinco modalidades sensoriales sin
    estímulos externos que la provoquen, en la que se perciben
    objetos y/o seres inexistentes. Las alucinaciones son posibles en
    el estado
    intermedio entre vigilia y sueño (alucinaciones
    hipnagógicas, que son absolutamente normales), o en el
    transcurso de un delirio psicótico, delirium tremens, por
    una fatiga extrema, o bajo los efectos de la hipnosis. En el
    delirio psicótico, las alucinaciones auditivas son las
    más frecuentes, mientras que las hipnagógicas, o
    las propias del delirium tremens, suelen ser visuales. Las
    alucinaciones persistentes son características de la esquizofrenia, en
    cuyos casos más típicos los pacientes oyen voces
    acusadoras o de mando a las que reaccionan con pánico, con
    una obediencia servil, o con intentos inútiles de
    autoprotección e incluso de suicidio. La
    alucinación es diferente de la ilusión,
    percepción falsa a partir de un estímulo existente,
    que se puede provocar con la ingestión de drogas como la
    mescalina, la marihuana en grandes dosis, o la dietilamida del
    ácido lisérgico (LSD). Tanto las ilusiones como las
    alucinaciones pueden ser producto de
    la
    administración de alguna de las llamadas drogas
    psicotrópicas.

    Cocaína, alcaloide que se obtiene de las hojas de
    la planta de la coca y que se emplea con fines médicos
    como anestésico local. También posee un uso muy
    extendido como droga. Las culturas del imperio Inca masticaban
    las hojas de la coca para obtener una leve euforia,
    estimulación, y un estado de alerta. Este fármaco
    fue aislado por primera vez en 1855 y se utilizó como
    anestésico local en cirugía menor. En la
    actualidad, se emplean en su lugar anestésicos locales,
    como la lidocaína, con una potencia menor para crear
    adicción.

    El empleo de la
    cocaína como droga se conoce desde hace tiempo, aunque su
    consumo aumentó mucho a finales de la década de los
    años setenta y durante la de los años ochenta. El
    clorhidrato de cocaína, una sal hidrosoluble, es un polvo
    blanco seco que se suele inhalar a través de un tubo fino
    que se introduce en el orificio nasal. Con menos frecuencia se
    inyecta en las venas. También se puede fumar en forma
    purificada mediante una pipa de agua o en
    forma concentrada cortada en bolas y colocada en un instrumento
    especial. Los consumidores experimentan euforia,
    estimulación, y disminución del apetito.
    También aumenta la frecuencia cardiaca, eleva la presión
    sanguínea y dilata las pupilas. Su uso crónico
    puede producir abscesos cutáneos, perforación del
    tabique nasal, pérdida de peso y lesión del
    sistema
    nervioso. Entre los efectos mentales nocivos se encuentran
    inquietud, ansiedad, e irritabilidad intensas, y en ocasiones
    psicosis
    paranoide.

    Estimulante, cualquiera de las sustancias que producen
    excitación del sistema nervioso
    central, aumentan el estado alerta y disminuyen la
    sensación de fatiga. La cafeína, la sustancia
    más aceptada y quizá la más utilizada, es el
    estimulante más importante. La cocaína y las
    anfetaminas producen sensaciones de euforia más intensas.
    Las anfetaminas, conocidas como píldoras adelgazantes,
    también disminuyen el apetito.

    La cafeína se encuentra en la misma
    proporción en el café y
    el té (entre 100 y 150 mg por taza) y en el cacao y
    bebidas de cola (unos 50 mg por taza). Aunque se trata de un
    estimulante muy suave, una sobredosis de cafeína puede
    producir estimulación excesiva, palpitaciones e
    insomnio.

    La cocaína, un polvo blanco derivado de las hojas
    de coca es inhalada o, fumada como crack, una forma más
    concentrada, se utiliza como euforizante. Aunque no produce
    dependencia física, sí da lugar a dependencia
    psicológica y produce adicción. Las anfetaminas son
    estimulantes sintéticos que tienen un efecto similar a la
    adrenalina sobre el sistema nervioso central. Desde 1960 se ha
    producido un abuso de éstas, como drogas de
    dispensación libre para suprimir el apetito. La
    fenilpropanolamina, un supresor del apetito, ha sido retirado del
    mercado porque
    produce crisis de
    hipertensión.

    Marihuana, mezcla de hojas, tallos y flores de la planta
    del cáñamo índico o Cannabis sativa. Esta
    droga se fuma o se mastica. El ingrediente psicoactivo de la
    marihuana, el tetrahidrocannabinol (THC), se concentra en el
    centro de las flores. El hachís, un extracto de la resina
    de la planta, tiene una concentración de THC ocho veces
    superior a la marihuana. Ésta crece en las regiones
    templadas, obteniéndose las mejores variedades en las
    zonas secas, altas y calientes. El cultivo de la marihuana es
    ilegal en la mayoría de los países.

    La marihuana se conocía en Asia Central y en
    China desde el
    año 3000 a.C., donde se utilizaba en la medicina. En 1900
    comenzó su consumo como droga. En las décadas de
    1960 y 1970 se extendió su uso entre la juventud de la
    época. La marihuana no produce adicción
    física y su abandono no produce síndrome de
    abstinencia, pero produce dependencia psicológica. Sus
    consumidores describen dos fases en los efectos: primero
    estimulación, mareo y euforia, y después
    sedación y tranquilidad placentera. Los cambios de humor a
    menudo se acompañan de alteración en las
    percepciones de tiempo, espacio y dimensiones del propio cuerpo.
    Muchos consumidores refieren aumento del apetito, aumento de la
    percepción sensorial y sensación de placer. Los
    efectos negativos incluyen confusión, ataques de ansiedad,
    miedo, sensación de desamparo y pérdida de
    autocontrol.

    Se ha ensayado el uso de la droga como tratamiento
    sintomático del glaucoma y de las náuseas
    producidas por la radioterapia.

    Psicofármacos, sustancias químicas que
    alteran el comportamiento, el humor, la percepción o
    las funciones
    mentales. Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado
    diversas sustancias con el objetivo de
    cambiar el estado de conciencia. En la
    práctica médica actual, las sustancias psicoactivas
    conocidas como psicofármacos se han desarrollado para
    tratar a los pacientes con trastornos mentales. Los
    psicofármacos ejercen su acción modificando ciertos
    procesos
    bioquímicos o fisiológicos cerebrales. Los mensajes
    entre las distintas células
    nerviosas (neuronas) se transmiten a través de
    estímulos eléctricos o químicos. Las
    neuronas no entran en contacto directo entre sí; en las
    sinápsis (espacio entre las neuronas) el mensaje se
    transmite por sustancias químicas denominadas
    neuroreguladores o neurotransmisores. La mayoría de los
    psicofármacos actúan alterando el proceso de
    neurotransmisión. Otros, como las sales de litio,
    actúan modificando la permeabilidad de la membrana
    neuronal. Existen seis categorías principales de
    psicofármacos dependiendo de sus efectos
    psicológicos o sobre el comportamiento: hipnoticosedantes,
    analgésicos narcóticos, estimulantes euforizantes,
    alucinógenos, alcohol y agentes psicotrópicos. El
    alcohol ha sido la sustancia psicoactiva más utilizada. En
    la mayor parte de los países se trata de la única
    sustancia psicoactiva legalmente permitida sin receta. Los
    consumidores buscan relajación y bienestar, pero la
    intoxicación etílica altera las funciones
    mentales y motoras. La ingesta crónica de alcohol puede
    lesionar el hígado y las células
    cerebrales y produce adicción (dando lugar al alcoholismo);
    su retirada brusca produce graves cuadros (síndromes) de
    abstinencia. Los agentes hipnoticosedantes como los
    barbitúricos o el diazepán (más conocido
    como válium) incluyen los depresores cerebrales como los
    somníferos (pastillas para dormir), o los
    ansiolíticos (que producen relajación sin inducir
    sueño). La utilización de los agentes
    hipnoticosedantes como relajantes, tranquilizantes o euforizantes
    fuera de la prescripción médica es ilegal. La
    sobredosis puede conducir a la muerte. La
    mayoría producen adicción, y algunos pueden
    producir un grave síndrome de abstinencia al interrumpir
    su ingesta. Los analgésicos narcóticos
    (opiáceos como el opio, morfina o heroína) se
    utilizan como analgésicos. Debido a que el alivio del
    dolor es uno de los objetivos
    principales de la práctica médica, los
    opiáceos han supuesto una gran ayuda en el tratamiento de
    muchas situaciones. Fuera del contexto legal, la heroína
    es el principal analgésico narcótico empleado en
    inyección intravenosa para producir euforia. Los
    opiáceos producen dependencia física y
    adicción y su retirada produce un síndrome de
    abstinencia. Los agentes estimulantes euforizantes como las
    anfetaminas pueden emplearse para suprimir el apetito o en el
    tratamiento de los niños con síndrome de
    hiperactividad. En estos niños, las anfetaminas tienen un
    efecto relajante paradójico y pueden mejorar la falta de
    concentración que se asocia a la hiperactividad. En
    medicina, se emplea un derivado de la cocaína como
    anestésico local. El uso ilegal de las anfetaminas y la
    cocaína incluye su utilización como euforizantes,
    como estimulantes, para mejorar el rendimiento físico o
    mental en situaciones como las competiciones atléticas o
    los exámenes universitarios, o para prevenir el mareo. Los
    alucinógenos (fármacos psicodélicos) como el
    LSD —dietilamida del ácido lisérgico—,
    la mescalina, el PCP —fenciclidina— no tienen hoy
    ningún uso médico. Su utilización ilegal
    tiene por objetivo
    conseguir estados alterados de la conciencia. La marihuana es un
    alucinógeno débil de cierta utilidad
    médica para eliminar las náuseas producidas por los
    tratamientos contra el cáncer;
    también reduce la presión ocular en algunos casos
    graves de glaucoma. Los fármacos psicotrópicos se
    vienen empleando desde comienzos de la década de 1950.
    Consiguen mejorar los síntomas de los pacientes
    esquizofrénicos, permitiendo en muchos casos su
    reincorporación a la sociedad y la
    disminución del número de pacientes
    esquizofrénicos ingresados en hospitales
    psiquiátricos. Los fármacos antidepresivos se
    dividen en dos grupos
    principales: antidepresivos tricíclicos e inhibidores de
    la monoamino oxidasa (IMAO). Los dos mejoran, a veces de forma
    espectacular, los síntomas de la depresión. Las
    sales de litio se emplean en el tratamiento de la psicosis
    maníaco-depresiva y permiten reducir los episodios de
    euforia o depresión que sufren estos enfermos.

    6. Consecuencias
    Psíquicas

    La adicción es una enfermedad
    emocional capaz de ocasionar trastornos sicóticos
    transitorios o duraderos y crónicos.
    Una sobredosis de sustancias químicas puede provocar el
    suicidio: En
    muchos casos, los adictos llegan a cometer delitos con el
    único fin de proveerse de los medios para
    conseguir sustancias químicas.

    La dependencia inmadura, con escasa tolerancia a la
    frustración. Pero, también encontramos casos de
    personalidad
    triste y melancolía. Estas personas buscan en la droga, un
    elixir que apacigüe sus ansiedades.

    Así mismo, los individuos con problemas de
    comunicación, de relación social
    dificultosa y de ligación afectiva, suelen buscar en las
    drogas químicas una "autoterapia " . En definitiva, otro
    factor negativo que los enferma aún más.

    Relación Droga-Sida
    Transmisión
    por sangre:
    COMPARTIR AGUJAS Y JERINGAS: hecho habitual entre adictos a
    drogas inyectables , quienes utilizan una sola jeringa y aguja
    entre varias personas , inoculándose pequeñas
    cantidades de sangre entre ellas .
    En la Argentina el 60%
    en la Capital
    Federal se contagia de esta manera . En Rosario el 90% contrae
    infección de esta forma.

    Tratamiento
    Excepto en el caso de la dependencia a opiáceos, las
    prestaciones
    médicas más habituales en el contexto de las
    toxicomanías se limitan casi siempre al manejo de los
    problemas de sobredosificación, reacciones adversas a la
    ingesta de tóxicos o las eventuales complicaciones
    derivadas del
    consumo de drogas, como la malnutrición o las enfermedades provocadas por
    el uso de jeringuillas sin esterilizar. Los consumidores de
    barbitúricos o anfetaminas pueden precisar ingreso en un
    centro de desintoxicación como en el caso de los
    alcohólicos. Cualquiera que sea el tóxico
    responsable de la dependencia, el objetivo de la mayor parte de
    los programas de
    tratamiento es la abstinencia.

    Los programas de
    deshabituación a opiáceos son sobre todo de dos
    tipos. La filosofía de las comunidades terapéuticas
    es implicar al toxicómano en la resolución de su
    problema. Se le considera una persona inmadura
    emocionalmente a la que debe ofrecerse una segunda oportunidad
    para desarrollarse. Las situaciones conflictivas con otros
    miembros de la comunidad son muy
    frecuentes. El apoyo mutuo, el mejorar de categoría dentro
    de la comunidad y
    ciertas recompensas son los estímulos al buen
    comportamiento.

    La otra forma de deshabituación a opiáceos
    consiste en la administración de sustitutos de la
    heroína. Uno de ellos es la metadona, que tiene un efecto
    más retardado que ésta, pero también crea
    adicción. Se trata de ir abandonando el consumo de
    heroína mientras se elimina la necesidad de tener que
    conseguir la droga ‘en la calle’. Otra sustancia
    más reciente es la naltrexona, que no es adictiva y que
    bloquea el estado de embriaguez que se percibe con el uso de la
    heroína. Como contrapartida, no puede emplearse en
    pacientes con problemas de hígado, frecuentes entre los
    toxicómanos.

    Profilaxis
    1-Hable con sus hijos sobre las consecuencias negativas de del
    uso de drogas : infórmelo , capacítelo y
    destrúyale las ideas erróneas y equivocadas acerca
    de los consumidores famosos de drogas , que diariamente ve por
    televisión
    .
    2-Aprenda realmente a escuchar a su hijo : debemos unir una
    preocupación cariñosa y atrevernos a aprender de la
    lucidez de las reflexiones de nuestros hijos en esta época
    .
    3-Ayude a su hijo a sentirse bien consigo mismo : una baja
    autoestima
    favorece conductas autodestructivas ; estimúlelo y ante
    todos los fracasos valore los esfuerzos .
    4-Ayude a su hijo a desarrollar principios
    fuertes : no tenga miedo de ayudar a su hijo a determinar que es
    lo bueno y que es lo malo .
    5-Sea buen modelo o
    ejemplo : los padres somos modelos aunque
    no lo queramos . El hijo de un alcohólico tiene mayores
    posibilidades de serlo .
    6-Ayude a su hijo a enfrentar la presión de sus
    compañeros : enséñele a su hijo a valorar la
    individualidad y la diferencia entre buenos y malos amigos .
    7-Inculque normas familiares
    que ayuden a su hijo a decir NO : una familia con límites
    sanos de disciplinas , autorresponsabilidad , distinción
    entre lo que es posible y lo imposible , fomenta el desarrollo de
    un niño que pueda resistir las presiones negativas .
    8-Fomente actividades recreativas : juegue con sus hijos ,
    fomente la competencia y la
    excelencia , el ganar es accesorio .
    9-Trabaje socialmente con otros padres : un padre preocupado por
    los problemas de la comunidad es modelo
    positivo para su hijo .

    7.
    Conclusión

    Luego de el análisis acerca del tema , llegué a
    una serie de conclusiones que tratamos de transmitir lo
    más capacitadamente posible .

    Nos referimos a un sistema de vida donde la familia
    vuelva a constituir el centro principal donde se identifiquen las
    actividades en las que el individuo esté en contacto con
    la naturaleza ,
    por citar un ejemplo , el deporte , donde se deban cumplir
    reglas morales que encausen el comportamiento humano , donde los
    afectos predominan por sobre la ambición de procurarse
    cada vez mayores ingresos y
    comodidades materiales ,
    en definitiva , donde la "vida" con todos sus vaivenes sea gozada
    en plenitud y los hombres la acepten tal cual como la sociedad la
    concibe .

    En principio , diremos que la drogadicción constituye , sin duda alguna
    un problema que no afecta a un sector determinado en la sociedad
    , puesto que en la actualidad queda totalmente en evidencia que
    se ha extendido hasta los confines más insólitos de
    la misma , siendo lamentable y muy a nuestro pesar , un hecho no
    poco corriente al observar niños de escasa edad aspirando
    rajé , y sin contar el elevado porcentaje de
    jóvenes que entran en el mundo de la delincuencia
    por causa de la droga

    Como miembro de la juventud
    Argentina de hoy
    , vemos las necesidades de una mayor motivación
    a través de los medios masivos
    de comunicación ; y fundamentalmente por medio de la
    educación
    desde los niveles inferiores en los institucionales , y desde la
    formación conciente del individuo , la educación
    impartida por los padres dentro del grupo familiar , para que
    cada individuo escriba en su biografía normas de
    conducta
    dignas de ser imitadas en el futuro .

    La investigación realizada nos permite
    reflexionar y plantearnos el objetivo de intentar la
    orientación de la conciencia social . Pero esta
    transformación , consideramos que , para poseer un logro
    eficaz , debe tener una estructuración tal que parta
    simultáneamente del estado como órgano mismo del
    pensamiento social , realizado para dirigir la conducta
    colectiva . Podemos decir que la
    drogadicción constituye un hecho social que nace por
    la búsqueda de satisfacción de las necesidades que
    experimenta el individuo , por espacios vacíos en su vida
    que para el requiere un relleno que no logra encontrar en la
    sociedad ; por lo cual este problema es un hecho social
    disfuncional , ya que los valores
    implícitos en esa sociedad se encuentran alterados , por
    lo que necesitamos un inminente cambio que
    restablezca el equilibrio y
    reorganice los valores o
    normas de esta sociedad , y la estructura de
    relaciones sociales posean un nuevo y normal funcionamiento
    .

    Para finalizar queremos dejar claramente expuesto , que
    este flagelo cuyos azotes sentimos duramente en la sociedad de la
    actualidad , posee un desarrollo histórico-social que se
    remonta al origen del
    hombre y la sociedad ; es decir , que este mal ha existido
    juntamente con el hombre
    dentro de las comunidades desde siempre , puesto que en todas las
    épocas el ser humano ha adoptado hábitos
    perjudiciales para su salud física y mental
    , lo que a su vez han sufrido una serie de transformaciones y
    adaptaciones a las diferentes sociedades que
    se han situado . Hoy , cuando observamos su monstruoso avance ,
    es de vital importancia frenarla lo antes posible , ya que de no
    ser así continuará un importante elemento de
    autodestrucción de la humanidad .

     

     

    Autor:

    Daiana Joteff

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