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Biografía




Enviado por isla



    1.
    Introducción.

    2. Biografía
    3. Influencia teórica,
    visión de hombre y de mundo

    4. Desarrollo de los principales
    conceptos

    5. Comentarios
    6. Referencias
    bibliográficas.

    1. Introducción.

    Uno de los principales legados de Martín –
    Baró es la humanización de las ciencias
    sociales. En este trabajo exploramos su vida y su ideología, sus reflexiones y sus luchas, y
    pretendemos dar a conocer su figura histórica como un
    símbolo vivo de la utilización de las ciencias para
    la transformación social, en beneficio de los pueblos de
    Latinoamérica

    Nos ha correspondido realizar un seminario sobre
    la vida y obra de Ignacio Martín-Baró, un Español
    nacionalizado Salvadoreño, amante de la psicología, aunque
    para ser justo con él y con la historia, mucho más
    amante del hombre, de la
    justicia, de
    la libertad y la
    verdad.

    Uno de sus ideales era la de conformar un grupo de
    profesionales que en conjunto pudieran luchar por la
    práctica de la verdadera salud mental,
    para esto impulsó con intensidad la
    comunicación entre los psicólogos
    latinoamericanos, realizando en conjunto una cantidad innumerable
    de ensayos en
    revistas de psicología.

    Su formación social, lo impulsó a tratar
    de develar las injusticias y las mentiras, los abusos y las
    vejaciones. Lo cual lo llevo a ser considerado un subersivo. Algo
    que le costaría demasiado caro en lo futuro, cuando un 16
    de noviembre de 1989 fuera brutalmente asesinado junto a otros 5
    compañeros de congregación.

    Los asesinos de Ellacu, de Martín-Baró, de
    Amando, de Segundo, de Ramón
    Moreno, de Joaquín López y López, de Elba y
    Celina no fueron únicamente el ejército, ni el
    gobierno y su
    partido, ni la embajada, ni los que festejaron con champagne su
    muerte… Los
    asesinaron aquellos que obnubilados por la riqueza y el poder, -o por
    las ansias locas de poseerlos-, se niegan a entender las causas
    de la miseria, de la injusticia, de la marginación social,
    de la depredación del medio
    ambiente, de la delincuencia,
    de la criminalidad, de la corrupción, del irrespeto a los derechos humanos,
    de la impunidad, etc. y se resisten, se oponen tenazmente a
    cualquier cambio, por
    mínimo que éste sea, aún cuando en ese
    cambio se
    juegan la posibilidad de disfrutar, con mayor seguridad
    física y
    alguna tranquilidad en su conciencia, su
    magna opulencia.( ECA, No. 577-578, noviembre – diciembre de
    1996).

    Nuestro trabajo se basa en la revisión de varios
    textos de Martín. Baró más la
    recopilación efectuada vía internet y revistas. Los
    temas a tratar se enmarcan en los que se refiere a sus postulados
    teóricos, su visión de hombre, el
    papel que le
    otorgaba a la psicología en el tratamiento de la salud mental, sus
    influencias epistemológicas, y posteriormente, en los
    comentarios, realizamos a partir de nuestras creencias y
    convicciones un breve planteamiento de algunas de las ideas que
    rescatamos como más importantes.

    Y en una triste e inolvidable madrugada de noviembre
    todas esas vidas fueron tronchadas en un instante, cual los
    árboles
    altos por la furia del rayo, a manos de unos cuantos mercenarios
    de la muerte,
    dóciles ejecutores de las órdenes de aquellos
    incapaces de valorar la vida y la dignidad humana. (ECA, No.
    577-578, noviembre-diciembre de 1996).

    2.
    Biografía

    Ignacio Martín Baró nace el 7 de Noviembre
    de 1942 en Valladolid, España. En
    1959 ingresa a la orden de la Compañía de
    Jesús de Orduña donde posteriormente será
    trasladado por sus superiores a Centroamérica donde desde
    1961 a 1966 realiza diversos estudios en el área de las
    Cs. Sociales (filosofía, Letras).

    En 1966 llega a El Salvador donde realizará
    funciones de
    profesor e inspector en el Colegio Externado hasta 1967 donde
    comienza a dar clases en la UCA. Después de realizar
    estudios en teología, en 1970 comienza sus estudios de
    Psicología en la UCA hasta su licenciatura en 1975. Luego,
    en 1977 obtuvo la maestría en Cs. Sociales en la Universidad de
    Chicago y dos años más tarde el Doctorado en
    Psicología
    Social y organizativa.

    Al volver a San Salvador, a la UCA participa en diversas
    funciones
    directivas dentro de la Universidad hasta
    asumir la dirección del departamento de
    Psicología en 1982.

    En 1986 fundó y dirigió el Instituto
    Universitario de opinión
    pública (IUOP), además participó del
    consejo editorial de UCA Editores.

    Su vida puede ser descrita brevemente diciendo que fue
    escritor, maestro y sacerdote. Publicó 11 libros
    además de artículos científicos y
    culturales, en diversas revistas latinoamericanas y
    norteamericanas. Su primer libro fue
    publicado en 1972 y abordó la psicología
    social: "Psicodiagnóstico de América
    Latina". En los siguientes libros
    integró a la psicología social el contacto de la
    guerra civil
    Salvadoreña, Martín-Baró insistió en
    que la Psicología debía enfrentar los problemas
    nacionales y que debía ser desarrollada desde las
    condiciones sociales y las aspiraciones históricas de las
    mayorías populares. Enseñó una
    psicología comprometida críticamente con los
    diferentes proyectos
    alternativos de sociedad
    existentes en Latinoamérica, para él la
    psicología debía adoptar un papel
    desideologizador, por ello cuestionó los principales
    modelos
    teóricos por considerarlos inadecuados para tratar las
    situaciones de violencia
    colectiva que prevalecían en Latinoamérica. Para
    él era muy importante que los psicólogos se
    abrieran a conocer realidades distintas a la de origen para
    así llegar a la universalidad, por ello proponía
    que las asociaciones profesionales de psicólogos
    debían promover redes de comunicación y cooperación docente,
    de investigación y de práctica
    profesional alrededor del mundo para que nuestra disciplina
    pudiese ser relevante y captar las necesidades de las
    mayorías.

    Siguiendo su interés
    por conocer las necesidades comunes utiliza el IUDOP para
    conseguir información, a través de encuestas, del
    sentir de los Salvadoreños sobre temas varios como la
    salud y el
    empleo o la
    democracia, la
    guerra y la
    paz.

    Este interés
    por la verdad de la información y por conocer las necesidades
    reales del pueblo lo hizo entrar en conflicto con
    la democracia
    cristiana y la extrema derecha. Esto era un reflejo de las
    fuertes determinantes políticas
    que reinaban en ese momento en El Salvador, influencia que no
    dejaba ajena a la psicología y su trabajo
    científico. Por ello la lucha de Martín-
    Baró por desideologizar la disciplina y
    conscientizar a la población sobre las condiciones de pobreza y de
    informar sobre los intereses reales que existían tras la
    guerra etc.

    Ignacio Martín-Baró fue brutalmente
    asesinado en la madrugada del 16 de Noviembre de 1989 junto con
    sus compañeros de congregación Dr. Ignacio
    Ellacuría, Dr. Segundo Montes, Dr. Amando López,
    Licenciado Juan Ramón
    Moreno y Licenciado Joaquín López y López.
    Este hecho ocurrió mientras prevalecía el toque de
    queda impuesto por el
    ejército salvadoreño ante la ofensiva militar
    desatada por el Frente Farabundo Martí para la
    Liberación Nacional (FMLN).

    Su muerte debe
    ser un estímulo reforzante que impulse a seguir la lucha
    con más fuerza
    enriqueciendo las ideas y los argumentos para así
    continuar la labor de denuncia de los efectos psicológicos
    de la guerra y de la opresión de los pueblos
    latinoamericanos, así como participar activamente en
    aquellos proyectos
    dirigidos a humanizar la condición de las personas
    más sufridas.

    3. Influencia
    teórica, visión de hombre y de
    mundo

    Encontramos la base epistémica principalmente en
    el materialismo
    dialéctico y en el análisis de la
    organización del sistema
    social.

    Karl Marx, es quien
    plantea su teoría,
    junto a Federico Engels, denominándola Materialismo
    dialéctico o histórico, que se presenta como una
    concepción científica del mundo basada en las
    investigaciones que descubren las leyes más
    generales del desarrollo de
    la naturaleza,
    vida humana y proceso
    cognitivo. Sin embargo, para que fuera considerado un
    materialismo científico, debía de contar con un
    método que
    le propiciase la forma correcta de acceder a estas leyes, este
    método
    vino a ser "la Dialéctica" que es el método
    (ciencia) que
    revela las leyes generales que siguen la dinámica y el desarrollo de
    la naturaleza, de
    la sociedad humana y
    del pensamiento.
    (F. Konstantinov; 1988). Esta dialéctica cuenta con
    ciertas leyes universales reales que son:

    Ley de la transformación de los cambios
    cuantitativos en cualitativos y viceversa.
    Ley de la
    unidad y lucha de contrarios
    Ley de la
    negación de la negación

    A partir de estas leyes se derivan las categorías
    de la dialéctica materialista; a modo de conceptos
    generales, dinámicos que reflejan las propiedades, los
    nexos y las relaciones generales del mundo material, los cuales
    son extremadamente complejos.

    El materialismo dialéctico propone una nueva
    visión de hombre y de historia, en un constante
    desarrollo donde el progreso deja de ser lineal y acumulativo
    como se había estudiado hasta ese tiempo. El hombre
    tiene un rol eminentemente productivo de su contexto y a la vez
    se produce a sí mismo en ese contexto.

    La materia
    está en constante movimiento y
    los cuerpos que constituyen esta materia
    están interconectados y se condicionan entre sí.
    Este condicionamiento mutuo no es tan solo una interacción
    o una mezcla de fenómenos, sino más bien una
    unión que crea fenómenos nuevos y es lo que permite
    el desarrollo, transformación y evolución de la materia.

    Martín- Baró aplica esta relación
    del hombre con los objetos desde una perspectiva situada en un
    país latinoaméricano, donde la mayoría de
    las sociedades
    están dirigidas por regímenes políticos de
    tipo capitalista y la relación hombre-objeto está
    fuertemente guiada por los cánones de la economía del consumo y la
    apropiación del material. Esto deviene en que el objeto
    pase hacer un mediador condicionante de las relaciones
    interpersonales que se hacen participes de una dinámica opresor-oprimido, por el dominio del
    individuo que tiene mayor poder
    económico y el oprimido pasa a convertirse en un ser
    enajenado por no poder acceder a las garantías de una
    economía
    clasista.

    El autor integra esta visión dialéctica al
    que hacer psicológico ya que las influencias del
    funcionamiento social en este sentido tiñen nuestras
    cogniciones, motivaciones, afectos y por ende la constitución de nuestra personalidad
    como pueblo.

    La dialéctica constituye un proceso que
    otorga un espacio de libertad y de
    creación al hombre, es el espacio a la revolución, no entendiéndola como
    anarquía violentista, sino la revolución
    generadora de cambios sociales, de saltos dialécticos que
    van a generar nuevas cualidades, mejores en una sociedad. En el
    proceso dialéctico aplicado a la psicología juega
    un papel central la voluntad y la conciencia, el
    papel de los procesos
    inconscientes es mínimo en cuanto a motor de nuestros
    actos y desarrollo psíquico. En esta teoría
    la confianza en la conciencia y la voluntad tiene un rol central,
    ya sea a nivel psicológico como a nivel social. El hombre es
    capaz de construir mundos, no es sólo guiado por pulsiones
    que lo dirigen sin darse cuenta como propone el psicoanálisis ni tampoco requiere de un
    Leviathan que lo reprima por no ser capaz de vivir en comunidad.

    El materialismo dialéctico nos propone un ser
    despierto que puede cambiar el rumbo de la historia desde su
    propia época con la subjetividad que nos imprime la
    misma.

    Esta concepción del ser humano le otorga
    confianza, reafirma la diversidad y no una diversidad
    conformista, sino una diversidad que se traduce en la
    multiplicidad de la producción ideológica como reflejo
    de la conciencia individual única. Es cierto
    también que en esta teoría el hombre está
    fuertemente arraigado a su sociedad, a sus tipos de relaciones
    sociales, pero eso no implica que sea absorbido por ésta,
    al contrario, hombre y sociedad forman parte de la
    dialéctica y en su unidad se conjugan las leyes como en
    todos los procesos, que
    se encuentran en su interior y en la naturaleza toda. Hombre y
    sociedad no se influyen mutuamente, son una unidad, que
    está en movimiento y
    que se transforma cambiando su forma, dando paso a niveles cada
    vez más complejos de organización.

    4. Desarrollo de los
    principales conceptos

    Trauma Psicosocial

    " Si los seres humanos somos productos
    históricos, es obvio pensar que esta particular historia
    de guerra de El Salvador tendrá que repercutir de alguna
    manera en sus habitantes… este impacto se caracterizará
    como un trauma psicosocial… Este trauma denotará unas
    relaciones sociales enajenantes, que negarán el carácter
    humano del enemigo al que se rechazara como interlocutor en
    cuanto tal y al que incluso se buscará
    destruír".

    La guerra tiene la característica de ser definitoria del todo
    social por que pasa a convertirse en el problema más
    importante de una sociedad, afectando y derrumbando todos los
    aspectos de un país: económico, social, cultural,
    políticos y además personal porque
    tiene un carácter de trauma psicosocial para cada
    habitante.

    El carácter patógeno de una guerra
    está definido por la introyección de los eventos sociales
    aberrantes de la situación problema en las estructuras
    cognoscitivas de los individuos afectados. La totalidad de estos
    cambios se traduce en el deterioro de las cualidades humanas de
    las personas (carácter deshumanizador de la guerra). El
    individuo asume los eventos violentos
    como parte de una normalidad, la cual acarrea un trauma
    psicosocial, dado que las características que trae una
    situación de guerra son: la polarización de las
    relaciones, la institucionalización de la mentira y la
    legitimación de la violencia.
    Atmósfera
    que impele al individuo a crear estrategias
    psicológicas que le permitan disminuir el agudo dolor
    provocado por estas condiciones, pero que sin embargo, no le
    permitirán elaborar, integrar y esclarecer sus
    vivencias.

    Entonces es innegable que la salud mental se
    altera en periodos bélicos ya que esta no sólo
    depende del interior del individuo, sino también de su
    entorno, por que un trastorno mental no es un fenómeno
    aislado, sino que es producto de
    toda una configuración de variados aspectos
    humanos.

    Convivencia social.

    "…Las raíces de la convivencia social de El
    salvador se encuentran gravemente deterioradas. ¿Y
    cómo no las iban a estar en un medio donde impera el
    recurso de la violencia para resolver las diferencia
    interpersonales e intergrupales, donde el sentido común ha
    sido sustituido por el sentido partidista, donde la
    irracionalidad ahoga las posibilidades de contactos humanizadores
    entre sectores distintos e impide el desarrollo de una normalidad
    cotidiana?".

    La sociedad constituye el sistema social
    más perfecto, en el sentido en que se define como una
    totalidad de elementos interrelacionados a través de una
    organización. El accionar dentro de este
    sistema social se denomina orden social, y su mantenimiento
    supone un esfuerzo por solucionar problemas
    económicos, políticos e ideológicos, que a
    su vez se traducen en la resolución de dificultades tales
    como la asignación de recursos y el
    problema de la legitimidad.

    Según la estructura
    social se desprenden valores que
    son los que legitiman o marginan el comportamiento
    de los individuos. El problema de los países
    latinoaméricanos es que estos valores no se
    rigen por una valoración humana, sino por el contrario, en
    cuanto a su capacidad productora. El hombre está siendo
    invadido en tiempo y espacio
    (problemas demográficos) y exigido a ser ente productor y
    consumidor en un
    medio en que no se identifica como un ser humano, con necesidades
    biológicas y afectivas que requieren de una política social muy
    distinta de la que vivimos. Es importante señalar que las
    sociedades
    capitalistas tienden a la homogeneización de los pueblos y
    esto atenta a la identidad
    personal de
    los individuos asumiéndolos como seres
    psicológicamente únicos.

    Podríamos decir que la convivencia social en
    Latinoamérica depende de un cambio en la
    valorización social de los individuos, además de
    asumir la diversidad cultural aceptando y respetando las
    múltiples valoraciones y significados de la realidad, una
    humanización de los valores
    donde el parámetro de juicio ya no sea la producción y el consumo.

    Propuestas Ante La Violencia

    1. Entrenar a las personas en el control personal
    y en el desarrollo de capacidades y hábitos que les
    permitan canalizar simbólica o constructivamente sus
    frustraciones.
    2. Desarrollar en la escuela y en el
    hogar una conciencia crítica tanto frente a los modelos
    sociales que se transmiten a través de las diferentes
    instancias socializadoras como frente a las exigencias
    institucionalizadas de determinados roles sociales.
    3. Promover socialmente actitudes de
    cooperación y, sobre todo, un estilo de vida austero y
    solidario, que refuerce el compartir y evitar el triunfo
    individualista.
    4. Propiciar aquel nuevo ordenamiento de las relaciones sociales
    que devuelva la totalidad de su sentido a cada comportamiento
    y que obligue a cada actor (persona o
    grupo) a
    asumir la parte de responsabilidad
    social que le corresponde.

    Para acercarse a la humanización de la sociedad
    hay que lograr un cambio de actitud,
    actitud es
    definida por el autor como la predisposición de un
    individuo a actuar de determinada manera ante un objeto, una
    actitud es por tanto una relación de sentido entre un
    sujeto y un objeto que se expresa en comportamientos diversos. El
    hombre es en relación con la sociedad, en la unidad
    dialéctica que conforman, por ello la educación es un punto
    central en el cambio de actitud para humanizar la sociedad
    "Educar implica formar actitudes,
    educar para una sociedad nueva implicará formar actitudes
    nuevas, o modificar sustancialmente las ya
    existentes".

    Se debe reformar o educar a las personas para que sus
    deseos se ajusten a sus necesidades verdaderas, para que se
    conduzcan al camino de la humanización. Esta educación debe dar
    paso a la concientización que es la transformación
    personal y social que deben optar los oprimidos latinoamericanos
    para aprender de su realidad y de su historia, aprender de su
    existencia personal y colectiva. Para esto se necesita que las
    personas decidan qué hacer con sus vidas y que tengan el
    poder de elegir para así dejar de lado la falsa
    conciencia. Los individuos deben darse cuenta de cuales son los
    elementos opresores en cada situación personal con el fin
    de que las personas se den cuenta que pueden luchar y actuar, ya
    que no se trata de condiciones naturales.

    Para este fin Martín-Baró propone la
    utilización de los medios de
    comunicación como un factor de ayuda a la
    concientización que refleje el acontecer real, sin
    distorsiones ideológico-políticas
    que sesguen el
    conocimiento social, con el fin de posibilitar a los
    individuos la adecuada interpretación, elaboración
    e integración de su
    situación.

    La idea de realizar encuestas de
    opinión pública es la de desenmascarar y dar a
    conocer la manera de pensar de los distintos grupos
    sociales que conforman una nación,
    sobre sus problemas, necesidades, inquietudes, procesos y
    políticas del país en cuestión, para
    formalizar la conciencia nacional de una manera objetiva y
    precisa científicamente, ya que sólo un conocimiento
    verdadero puede servir a la creación de proyectos de
    cambio y transformación en beneficio de la
    mayoría.

    Saber del psicólogo.

    "El saber psicológico debe ponerse al servicio de
    una sociedad donde el bienestar de los menos no se asiente sobre
    el malestar de los más, donde la realización de los
    unos no requiere la negación de los otros, donde el
    interés de los pocos no exija la
    deshumanización".

    El psicólogo tiene un rol muy importante que
    desempeñar, pero antes de todo esto tiene que conocer, no
    tan someramente el país en cuestión: con sus reales
    problemas, necesidades sociales y culturales específicas,
    porque la psicología sirve siempre y cuando no sea "una"
    ciencia
    general o común para todos los lugares y pueblos. Entonces
    la psicología debe adoptar una seria postura
    histórica y no quedarse en el etnocentrismo occidental
    desde donde surge la disciplina. Esto es un problema cuando se
    aplican conocimientos y herramientas
    psicológicas a un pueblo como el latinoamericano que no
    tiene la misma historia ni raíces que Europa o Estados
    Unidos.

    Ante la búsqueda de soluciones, el
    psicólogo acostumbra a buscar el origen en los aspectos
    personales y nunca sociales del asunto, siendo lo correcto
    conocer lo individual y social de cada persona: sobre
    sí mismo y del mundo que lo rodea.

    El que la psicología no abra su espectro de
    conocimiento
    hacia el estudio sistemático y participativo de la
    diversidad cultural latinoamericana como un pueblo que ha sido
    constantemente colonizado y militarizado, hace que el
    conocimiento quede igual de distante de sus individuos que
    los individuos de su sociedad. Asumir la relatividad de
    ideologías y comunidades nos ayudará a enriquecer
    nuestro saber y a poder realmente captar significados propios de
    nuestro pueblo, hará que nuestro conocimiento se
    identifique con el sujeto de estudio.

    La psicología debe estudiar la forma en que el
    poder se articula en las relaciones y cómo esta forma de
    articulación se instaura en la intersubjetividad
    conformando una visión de la realidad más o menos
    común. En nuestro contexto la enajenación es un
    sentir común a muchos individuos y la psicología no
    debe pasar esto por alto. Debe tomar en consideración
    estas estructuras
    enajenantes que condicionan el desarrollo psicológico. Una
    disciplina que debe dejar de ser acomodaticia o
    refuncionalizadora a un sistema que no nos identifica. La
    desalienación es una tarea que no pueden evadir las Cs.
    Sociales ni menos la psicología si pretende aportar a la
    calidad de
    vida de los individuos. Tiene que abrir caminos y miradas,
    aportar con sus conocimientos a una transformación intra e
    interpersonal, debería ser agente propulsor del cambio
    social.

    La acción del psicólogo en el
    ámbito de la terapia debe darse orientada a construir un
    vínculo comprometido con el paciente. Su misión es
    restablecer las estructuras internas que permiten al individuo
    elaborar lo vivido, y evitar ser neutral, siendo capaz de sentir
    junto al paciente.

    En el ámbito de la
    motivación, como tarea en el estudio
    psicológico, el autor propone una revisión a las
    necesidades básicas del hombre que proponen los
    teóricos, ya que estas son reflejo de su postura
    ideológica que se manifiesta en su postura teórica.
    La psicología debe proponer una escala de
    necesidades no sólo en el ámbito de la
    satisfacción individual, sino también abarcar las
    necesidades de humanización del individuo a través
    de la humanización social.

    El psicólogo debe poner término al repaso
    de las viejas teorías
    o maneras comunes de hacer psicología, para que se centre
    en los problemas directos que aquejan a la población.

    Sistema

    "Toda sociedad puede ser entendida como un sistema, es
    decir, como un conjunto de partes relacionadas ordenadamente
    entre sí formando una unidad. A la psicología
    social le interesa comprender el comportamiento de las personas y
    grupos en
    cuanto miembros de un sistema para examinar lo que en el
    comportamiento hay de sistémico, es decir, aquello que se
    debe al carácter de miembro de un sistema".

    Los sistemas tienen
    la cualidad inherente y definitoria, de poseer una
    organización u orden, a partir del cual se genera un
    estilo de interacción entre sus elementos. La
    definición de este orden queda en manos de aquellos que
    controlen los factores necesarios para cambiarlo. Esto se define
    en la pugna de intereses entre las diferentes clases
    sociales que explicitan el carácter conflictivo de los
    complejos sistemas
    sociales.

    Ahora bien, la
    organización social pasa por la cristalización
    de los medios de
    mantención de los privilegios de aquellos que detentan el
    poder y que desean asegurarlo, pero no debe desmerecerce ese otro
    poder latente que proviene de las clases mayoritarias, que son
    arrojados hacia la periferia del sistema y que en un descomunal
    esfuerzo trata de mantenerse dentro del sistema. Todo orden
    social proviene de uno anterior, dado que la acción tiende
    a un orden que la haga eficiente y eficaz, para lo cual va
    generando o modificando sus propias normas, de lo
    cual se deduce el carácter histórico del orden
    impuesto,
    aunque no debe olvidarse el hecho de que las normas que
    regulan la acción dependen prioritariamente de los
    intereses de los actores que formen parte del todo social
    poderoso. Mas la noción del cambio estructural permite
    suponer la posibilidad de que las clases que no son dominantes
    puedan llegar a serlo, debido a las transformaciones
    dialécticas que se operen. Esto alimenta la esperanza del
    mejoramiento de las condiciones de vida de una gran cantidad de
    desposeídos.

    "al llegar a una determinada fase de desarrollo, las
    fuerzas productivas materiales de
    la sociedad entran en contradicción con las relaciones de
    producción existentes, o, lo que es más la
    expresión jurídica de ésto, con las
    relaciones de propiedad
    dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De
    formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones
    se convierten en trabas suyas. Y se abre así una
    época de revolución social. Al cambiar la base
    económica se revoluciona, mas o menos rápidamente,
    toda la inmensa superestructura erigida sobre ella" (Marx, 1859/1969,
    pag. 187-188)

    El orden al que Martín-Baró se refiere
    supone la aparición de tres momentos en su
    formación: La externalización; que tiene que ver
    con la actividad que desembocará en habituación
    hasta su institucionalización. La objetivación; es
    la experimentación como algo externo del producto
    externalizado de la actividad humana que hacen las personas. La
    internalización; que es el proceso por el cual cada
    individuo asume como propias las rutinas institucionalizadas en
    un determinado sistema social.

    Poder

    "El poder es una realidad presente en todos los
    ámbitos de la vida humana y juega un papel esencial en la
    determinación de las formas de ser y actuar de las
    personas y grupos."

    El poder está presente en cada uno de nuestros
    actos y dominios de acción, en la medida en que se
    constituye en el modulador de las formas de ser y hacer de las
    personas y grupos, ya sea de manera mediata conformando el todo
    social resultante del balance de fuerzas en la
    confrontación de intereses grupales, o de manera inmediata
    en la coerción física o
    psicológica. Aún cuando el poder se da en todas las
    relaciones, regulando su dirección, tiende a ocultarse. En este
    sentido por ejemplo, la enajenación puede ser un producto
    implícito del poder, en cuanto que ésta involucra
    la dificultad de los individuos de sentirse identificados en sus
    relaciones, instituciones,
    al modus operandi de su sociedad, en tanto que desconoce el modo
    producción y el entramado de poder que rige la
    legitimación de su sistema de valores. La
    conscientización queda anulada ante la distorsión y
    manipulación de información, y además de la
    acción mermadora de la
    televisión. El manejo institucional por parte de los
    poderosos no permite asimilar el papel de los individuos en su
    sistema, anulando su acción.

    Ejercer el poder es buscar entablar una relación
    de dominio del
    otro, relación que influye en los involucrados, definiendo
    la totalidad de la interacción. La psicología debe
    estudiar la forma en que el poder se articula en la
    relación.

    El por qué del aceptar el dominio tiene que ver
    con el acatar una norma impuesta bajo la certeza que el ejercicio
    del poder es algo externo, ajeno a lo que se es y se es capaz de
    hacer. Además, parte de esta aceptación se
    debería a la influencia que ejerce el grupo sobre el
    individuo que desea sentirse aceptado, o bien a la
    aceptación de imposiciones que derivan del rol que se les
    es asignado por medio de los medios de
    socialización, sin importar muchas veces el
    sentido de responsabilidad del individuo ante su
    acción.

    La disconformidad ante la dominación, se atribuye
    a ser un síntoma de un desequilibrio o
    descompensación entre las aspiraciones que la sociedad
    propugna y los medios o posibilidades que otorga para su
    alcance.

    Por supuesto que el criterio utilizado para distinguir
    entre el conformista y el desconformista se efectúa y
    establece desde el poder, por lo cual aquel que posea una cuota
    sustancial de poder puede evitar la sanción social,
    mientras que el sujeto que no posee poder suficiente no puede
    evitarla.

    Grupo

    "El término grupo se aplica a entidades sociales
    muy distintas, tanto cuantitativa como cualitativamente.
    Según Merton, un grupo consiste en un número de
    personas que interactuan entre sí por medio de esquemas
    preestablecidos. En cambio una colectividad es un conjunto de
    personas que comparten valores y normas, pero no
    interactúan, y categorías sociales son aquellas
    ocupantes de un status social que tienen características
    semejantes, pero no interactúan ni siguen las mismas
    normas"

    El grupo constituye, un conjunto de personas que
    interactúan entre sí bajo una organización
    sostenida sobre la base de objetivos en
    común, los cuales le otorgan su dirección,
    ésta se gesta en la conjugación interna de las
    fuerzas implícitas en sus relaciones, las cuales se
    articulan en el poder de los actores que conforman un grupo con
    determinadas características definitorias que desembocan
    en un comportamiento grupal.

    El grupo a su vez se sostiene en motivaciones
    compatibles e interdependencia, en este sentido se puede
    argüir que las necesidades que conllevan a estas
    motivaciones compartidas son aquellas que definen el
    carácter del grupo y que ayudan a generar esquemas
    estables de interacción.

    Para estudiar estos grupos, se debe incluir la realidad
    grupal como tal, considerar los grupos aún cuando sean
    cuantitativamente distintos y esencialmente abarcar su
    carácter histórico, en cuanto esto nos revela el
    curso de su desarrollo y las claves de su dinámica
    interna. La identidad, el
    poder y la actividad de un grupo son aspectos que se evidencian
    en la acción con otros grupos donde la diferencia hace
    imprescindible la autoevaluación y la definición,
    dando origen a la consciencia de imbricación intergrupal
    que resulta de suma importancia en la cohesión,
    autorregulación en términos de metas, valores,
    objetivos y la
    identificación. Además, estas dimensiones grupales
    dan origen a una tipología que distingue entre grupos
    "primarios";  aquellos relacionados a vínculos
    interpersonales (cara a cara) y que generan un sentimiento de
    unidad social estrecha, además de proporcionar por medio
    de su actividad, un vínculo afectivo y de complementaridad
    funcional que vuelve a sus miembros interdependientes. Grupos
    "funcionales"; aquellos relacionados a roles, que surgen a partir
    de la división del trabajo social y
    que responden a los intereses dominantes en cada orden
    histórico concreto, y
    Grupos "estructurales"; que están relacionados a los
    intereses objetivos, derivados de los medios de
    producción.

    5.
    Comentarios

    La organización de los sistemas sociales debe
    conjugar en su matriz la
    fuerza
    propulsora de sus cambios, en cuanto a las contradicciones que se
    originan en sus premisas y a la mantención de sus límites de
    sentido, que deben fluctuar entre sus rangos de movilidad
    para redefinirse constantemente frente a sus autoexigencias,
    asimilando de manera dialéctica los conflictos
    inherentes a su desarrollo.

    Los elementos que conforman la sociedad son entes
    activos, con
    propósitos, sueños, ideales, miedos, ideas,
    políticas, creencias, valores, etc. que se podrían
    perfectamente resumir en "intencionalidad". El hacer de los
    individuos, es un hacer en conjunto, por todos y para todos, en
    el cual dirigimos nuestra acción por medio de mecanismos
    de configuración organizacional sistémica. Estas
    vías de operación son impuestas por sectores
    sociales que tienen acceso al poder, son construcciones
    necesarias en su naturaleza, pero que sin embargo, se encuentran
    distorsionadas por la pugna y preservación de los
    intereses de las clases
    sociales dominantes. La consciencia que se tenga del modo de
    funcionamiento social constituye un paso hacia la
    disminución de la enajenación, considerando que el
    papel de los que componemos la sociedad es activo y que es
    nuestra responsabilidad la creación o
    redefinición de los estatutos que gobiernan nuestro
    actuar.

    La instauración de las democracias responde a
    esta necesidad, la elección de nuestros propios
    gobernantes nos da la idea de formar parte constitutiva del orden
    que nos rige, y de que nuestros intereses están siendo
    velados por las formas de seguridad
    social que en mancomunión hemos instaurado. Sin
    embargo, nuestro nivel de identificación con las instituciones
    que operan, incluso en democracia, es mínimo, dado que las
    condiciones estructurales están definidas en torno a
    políticas socioeconómicas capitalistas, que no
    responden a los intereses de las grandes
    mayorías.

    Las repercusiones que acarrea tal tipo de orden social
    se manifiesta con los altos índices de pobreza, marginalidad,
    hacinamiento, deshumanización, strees, y que se resumen en
    una mala calidad de
    vida.

    Si sumamos el hecho de que las historias de los pueblos
    de América
    Latina se han escrito con sangre, y que
    este bagaje histórico se actualiza en las relaciones
    sociales, podemos visualizar en cierta medida el carácter
    de un pueblo neutralizado, diezmado, y psicológicamente
    perturbado.

    Todas estas condiciones son ineludibles en el quehacer
    profesional del psicólogo, el cual no puede remitirse a la
    terapia individual desconociendo la realidad socio-política-económica imperante en su
    lugar de desempeño. La acción del
    psicólogo debe estar abocada al mejoramiento de la
    calidad de
    vida de las personas, que pasa a su vez por el mejoramiento
    de las condiciones del entorno social. La psicología debe
    asumir un compromiso real con la salud mental, en un sistema que
    oculta sus defectos culpando a sus elementos por sus
    disfunciones, cuando la solución involucra cambios en la
    macroesfera sociopolítica, que dicta fórmulas de
    convivencia viciadas por los intereses
    económicos.

    Entendiendo al hombre como un ser que se produce a
    sí mismo y a su sociedad en conjunto con otros hombres,
    asumimos una posición dialéctica del desarrollo
    humano y de la naturaleza. El individuo se construye a partir
    de las diferencias que se generan en su interior con los cambios
    que ocurren en su medio. Esta dinámica lleva
    implícita la idea del progreso, pasando de formas actuales
    a formas potenciales por el vehículo de la
    contradicción, este transito afirma la creación de
    formas superiores que poseen en su esencia la negación de
    sí mismas, en el sentido que el resultado de una
    transformación no es la cosa última, sino
    más bien es la certeza del desarrollo, que se presenta con
    la dulzura de un recuerdo y la alegría de una
    promesa.

    La Fe en este hombre activo nos plantea la necesidad de
    apoyar su desarrollo, de buscar espacios en la estructura
    social que permitan su elaboración como miembros
    pertenecientes a ella, donde los intereses que proporcionen el
    bienestar a unos pocos no se contradigan o superpongan al
    bienestar de la gran mayoría.

    Ignacio Martín-baró nos legó una
    psicología rica en sabiduría latinoamericana, con
    marcada consciencia social, criticando a la Psicología
    tradicional, y elaborando planteamientos destinados a dirigir los
    esfuerzos de ésta ciencia hacia el estudio de las fuentes
    sociales en los cuales podría estar la base de los
    conflictos
    psíquicos individuales.

    Martín-Baró, apegado a los planteamientos
    de la teoría materialista, conjuga en su trabajo el
    espíritu social comprometido de ésta y el
    espíritu metafísico de la tradición
    eclesiástica, encontrando en el hombre la piedra angular
    que unifica ambas tradiciones. En esta certeza el autor define la
    relación de los profesionales de la sociedad, como ser los
    psicólogos, con el bienestar psíquico,
    físico y espiritual de la misma. Pregonando que la labor,
    en el caso particular de la psicología, debe configurarse
    de acuerdo a la situación histórica y necesidades
    de la población, lo que implica el conocimiento de las
    características sociopolíticas de una determinada
    sociedad, que van configurando el psiquismo de sus
    habitantes

    6. Referencias
    bibliográficas.

    Baró,I.1990.Picología social de la guerra.
    El Salvador; UCA Editores.
    Baró,I.1989.Sistema, Grupo y Poder. El Salvador; UCA
    Editores.
    Baró,I.1989.La opinión pública
    Salvadoreña. El Salvador; UCA Editores
    Baró,I.1990.Buascando América
    Latina. Cap. 1, "Del opio religioso a la fe libertadora", El
    Salvador; Editorial Nueva Sociedad.
    Baró,I.1986.Psicología, ciencia y conciencia. El
    Salvador; UCA Editores.
    Dep. Psicología y educ. Universidad Centro Americana.1989.
    Revista de
    Psicología De El Salvador. Vol. 9, Nº 35. El
    Salvador; UCA Editores.

    Trabajo enviado por
    Boris Isla
    Daniela Ansaldo
    Daniela díaz.

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